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El Futuro es nuestro sí así lo queremos

Posted on: junio 11th, 2014 by lina No Comments

 

Venezuela espera por su mesías para salir de este problema: 1) ¿Sale Leopoldo López, que de manera ilegal y fuera del “debido proceso”, se encuentra injustamente apresado?; 2) ¿El gran sentido gerencial de Vielma Mora girará en contra de la corrupción gubernamental, o seguirá cediendo, creyendo en mediocridades?; 3) ¿Maduro logrará vencer la guerra económica; o evitará que todos los vuelos se desvíen a Brasil por el mundial?

 

Es probable que ninguna de estas opciones satisfaga la necesidad real del venezolano promedio en el corto plazo. Esta situación es una lucha de clases en las miras del gobierno; es una lucha para salvar el país de los desastres económicos por los que atraviesa la nación, en los ojos opositores.

 

Los partidos de oposición, en la orientación que sustentan sus diferentes opciones son: socialdemócrata; conservadora y derecha no coorporativa; el gobierno por su parte, tiene una tendencia socialdemócrata que busca generar un socialismo-colectivista (Estado comunal), con una tendencia de respuesta autócrata por represión a las alternativas opositoras.

 

Es como sí, es la izquierda o lo poco de derecha que hay; es una elección o la otra, mientras los venezolanos estamos en el medio evaluando en un momento dado, cual opción conviene más al bolsillo de la persona de a pie. Esta evaluación de tendencias es pertinente por la siguiente comparación

 

La jefa de la tendencia francesa de la ultra-derecha Marine Le Pen (que ganaron en los últimos comicios electorales), estima, que: «un euro fuerte, destruye nuestra economía»1 (nuestra se refiere a Francia). Que sucede con esa tendencia; ¿no parece un comentario más de izquierda colectivista?, esto sucede porque el manejo de la moneda europea o el “Euro”, tiene una mayor ejecución macroeconómica del mayor exponente europeo que es Alemania, y por ello, se pueden ver mermados los diferentes intereses, de las autonomías económicas de los mercados internos de cada nación de la UE.

 

Esta comparación es un anclaje de los comportamientos ideológicos que están sucediendo en el Mundo actualmente, ver como una ideología política, puede conseguir una inflexión por una necesidad nacional; la necesidad de Francia es obtener mayor autonomía, porque ahora se sienten mermados por Alemania.

 

Con esto, ¿no podemos trasladar el ejemplo a Venezuela?, claro que sí, y es que los comportamientos ideológicos se transfieren de derecha a izquierda y de colectivismo al individualismo; es curioso es ver, como este gobierno de izquierda y colectivista, ataca a un inexistente corporativismo de derecha sobre las ideologías del país; (eso no quiere decir que en Venezuela no hagan vida empresas multinacionales y trasnacionales), pero entonces el enemigo no puede ser ni venezolano, ni político.

 

El futuro solo será nuestro, cuando comprendamos que las ideologías salen de la comprensión del hombre, del venezolano, y en equipo, podemos crear el mix-político ideológico necesario para salir delante de este caos; la izquierda y la derecha solo es estereognosia; ambas salen de la mente; ¿será que emprender un negocio es un error?, ¿será que descentralizar también es un error?, si el problema es el corporativismo, porque no creemos en nuestros empujes individuales; ¿porque no creemos en nuestra cultura?, es por ello, que el futuro será nuestro si así lo queremos, si juntos, derecha&izquierda comprenden que ambos representan el pensamiento de Venezuela.

 

Miguel S. Zanella

@mialsan

 

 Bibliografía

1.-Marine Le Pen: ‘Quiero destruir la UE pero no quiero destruir Europa. El Mundo. [En línea], Junio, 2014. Disponible en: mun.do/1mZRxYW (02/06/2014)

 

 

Los Zapatos de Otro

Posted on: mayo 27th, 2014 by lina No Comments

Recientemente alguien me dijo, que lo más prudente antes de emitir un juicio, es ponerse en los zapatos del otro; siendo este, un comentario bastante ético, aunque la moralidad en Venezuela; por desconocimiento, no es reciproca para este supuesto aquí planteado.

 

Antes de entrar en nuestro objetivo, daremos un repaso a lo que significa experiencia; según la filosofía, podemos establecer que son los acontecimientos que percibimos históricamente y podemos aprehender para generar una interpretación.

 

Según la política, son los errores y las ganancias en la vida que se establece por el paladar de la negociación social.

 

Según a mi entender, es aquello que aprehendes y comprendes por cada situación que vives.

 

En base a la Neurofisiología-antropología, es el instinto, quien hace de nuestra experiencia, una reacción aprendida en situaciones planteadas, almacenadas en la memoria (cinestésica o básica-reacción; emocional-largo plazo; y neo cortical-corto plazo y distribución).

 

La experiencia por ello es percibida a lo largo de nuestras vidas; y considerando la premisa inicial: “que era prudente antes de emitir un juicio, ponerse en los zapatos del otro”, como haremos para llevar a cabo tan gigantesca labor, si muchas de nuestras experiencias como venezolanos, difieren de nuestras actitudes aprendidas.

 

Por un lado, tenemos gente con mucho dinero; por otro gente con poco o nada sobreviviendo a la ciudad; en el medio, tenemos la clase media que puja por quedarse en el medio y no caer en el extremo por la presión de la economía.

 

Cuando observamos con detalle, en todas las sociedades habrán personas con mayor cantidad de ingreso o menor, dependiendo el caso individual; pero lo que ateñe al caso, es que nuestra historia económica, ha transcurrido en una separación marcada desde aquel viernes negro en las bajas del precio del barril petrolero (18 de febrero de 1983), hasta el día de hoy, con una inflación que ya casi superan los sesenta (60) puntos anuales.

 

Para realmente ponerse en los zapatos de otro, no se debe imaginar considerarse en la situación de una persona que no entiendes porque llego a sus experiencias; lo realmente ético, es respetar a la persona por lo cual llegó a las conclusiones que hacen que reaccione en los instintos de su experiencia, y partir de allí, de ese punto denominado “respeto”, establecer una verdadera relación ciudadana.

 

Pregúntense de verdad, se pondrían en los zapatos de alguien que no ha viajado fuera del país; o alguien que puede costearse un viaje cada tres meses fuera del país, por trabajar casi 24 horas sin descanso alguno, la respuesta puede creerse a simple vista, pero la verdad es que no se comprende hasta que se vive. (Es evidente que excluyo a la corrupción de este supuesto)

 

Por ende, un problema a considerar es la tolerancia posible, no para ponerse en los zapatos del otro, sino, respetar los zapatos de otros, ya que cada quien tiene su vida propia, de la cual toma decisiones y es responsable para y por sí misma, creyendo por ello, que la simpatía por la grandeza o la humildad van de la mano, no por separado.

 

Miguel S. Zanella

@mialsan

 

 

Un gran problema de solapamiento Ciudadano

Posted on: mayo 20th, 2014 by lina No Comments

 

Venezuela atraviesa una gran crisis política en su cultura general, empezando por los malos hábitos de la socialdemocracia. La necesidad de cambio se ve deseada y necesitada; pero a su vez, una inoportuna pared que impone la costumbre del subsidio entre nosotros, evita dichos cambios de compostura política.

 

Este tipo de cosas se refleja en la “gasolina”, como el más simple ejemplo; a sabiendas, que la gasolina en otras partes del mundo, cuesta aproximadamente 4.260bs o 60$ aproximadamente, nosotros tenemos la desfachatez de molestarnos si se habla de un incremento del 50% de su precio; que terminaría en de 5bs a 20bs llenar un tanque de gasolina.

 

Elementos como la innovación, parece ser una “gran mala noticia”, para quienes generan ideas nuevas; puesto que los cargos que ocupa la administración pública; (Universidades; centros de investigación; centros de desarrollo científico; desarrollo de políticas municipales), puede significar tener que diversificar el subsidio o la plata designada para dicho departamento, en más bocas que alimentar.

 

Cosas como plantearse la reestructuración de una plaza, significa tener que pasar por toda la burocracia marginada a una forma de planificar los recursos del Estado, en un situado que quizá no alcance.

 

No tiene nada de malo la socialdemocracia; es solo que en democracia, la idea de “dejar pasar y dejar hacer” del liberalismo económico, nunca se cruzó en términos de acción política venezolana; términos como la comunidad, se mal precian en colectivos y cooperativas que solo abarcan un sector de la población, buscando amedrentar a un supuesto liberalismo inexistente en las costumbres de nuestro país.

 

Asuntos como la capacidad individual en términos de izquierda (cosa que sorprendería a muchos, saber que sí existe), que permitan en descentralización el manejo de los recursos en formas menos burocratizadas, no son cosas que la costumbre del centralismo venezolano tampoco quieran ser modificadas. En fin, un conjunto de elementos que hacen que en Venezuela, el término “Democracia”, demuestre lo embrionaria que puede realmente ser la palabra en términos de ciudadanía.

 

La política en Venezuela es un sinfín de solapamientos por incomprensiones ciudadanas, lo que nos lleve a nuestra actualidad y a una pregunta para reflexión:

 

¿Es que, será normal todo el rencor que nos tenemos entre venezolanos?; y si es así, ¿Qué nos impide realmente dejar de lado ese rencor entre rojos y azules, y decir basta?

 

Miguel S. Zanella

 @mialsan

 

Venezuela y nuestros roles laborales

Posted on: mayo 14th, 2014 by lina No Comments

¿Qué nos importa más hoy en día?; ¿es el sueldo que percibimos?; o ¿el rol laboral que interpretamos?

 

Son preguntas que se hace un politólogo con poca experiencia en la vida, pero que en fin; de la misma forma observo día a día. Muchas veces al preguntar que quieren las personas en situación económica, y responden “solo lo normal”; como también cabe quienes quieren hacer mucho dinero o ser grandes profesionales en la vida.

 

Lo que se cuenta en esta Venezuela, tan acontecida de problemas económico-sociales, es que no se da abasto para todas estas cosas: 1) lo normal: parece ser tener una familia; casa y un empleo que pueda sustentar eso; 2) Ganar mucho dinero: parece implicar ser un sujeto que no escatima en valores éticos, puesto que mientras más dinero produzca, más puede gastar en bienes muebles e inmuebles que no son costeables en tiempos laborables normales, como por ejemplo lo que puedes alcanzar en 30 años, lo realizas de la noche a la mañana; y 3) Ser grandes profesionales: querer ejercer la profesión de los sueños en la medida que se puede, seguir aprendiendo y escalando en el rol profesional; a sabiendas que el pago quincenal no es suficiente para obtener lo “normal”, en términos de calidad de vida.

 

Muchos no están dispuestos a migrar de este país, porque no quieren trabajar en una cafetería, ya siendo “contadores” o “médicos”; puesto que más valor le dan a sus trabajos y roles; otros sencillamente no vacilan en tomar una oportunidad que de mayor calidad de vida.

 

Todo esto es relevante, cuando nos hacemos una pregunta básica: ¿Qué es lo que realmente queremos?

 

Quienes quieren más calidad de vida; y quienes quieren ejercer sus roles de preferencia, tienen en común, que las condiciones para establecer una buena calidad de vida en Venezuela, en este momento, no es tan viable; pero las preguntas que interpreten: dinero y capacidad adquisitiva en una sola premisa, quizá no sea algo que cruce por la mente de muchos.

 

Un punto que puede establecer la unión de estos dos criterios mayormente éticos; salvo quienes no vean esta necesidad por otras condiciones previas no mencionadas aquí; deben comprender, que en este momento no es más dinero lo que realmente se quiere (aunque muchos piensen que sí), la idea que muchos persiguen es el “aumento de la calidad de vida”; ¿y qué haces con un sueldo de 30.000mil bolívares, que no sea solamente parrandear o salir de fines de semana!?, la respuesta difícilmente sea comprar una casa de 7millones o un alquiler de un apartamento en 12millones; ¿realmente no vale la pena la inversión en el país?; la respuesta es compleja: requiere de mejores condiciones de la gerencia del Estado, pero en este momento la reflexión versa sobre: ¿realmente es dinero lo que se busca?; que pasa si es inflar la capacidad adquisitiva, tiene más sentido; todo este proceso engorroso socio-político y económico, debe obligatoriamente dejar una reflexión en cada uno de nosotros.

 

Es que acaso invertir en otro país es más caché que invertir en el nuestro?; o acaso transar con otras economías da más estandart que transar en el interior de nuestra región?; si algo puedo observar de nuestros países vecinos, es que cada quien se cuida las espaldas como grandes familias, de los demás países (incluyendo del nuestro); y Venezuela solo se ha encargado de acoger a todas las necesidades de otras comunidades externas a las nuestras.

 

Mi pregunta real puedo ahora formular: es que tanto nuestra orientación pública; como la privada, más importante es laborar e invertir afuera?; o es que como comunidad, no nos damos el valor real; que considero merecemos.

 

Ser empresario aquí; como rol, es lo mismo que ser empresario en otro país (solo como rol); por ende las condiciones las establecemos nosotros mismos; y desde el año 1960, es lo único que hemos hecho; gastar el dinero, sin vernos a nosotros como comunidad.

 

Un gran problema que nos aqueja es lo joven de nuestra democracia; creo que problemas tan graves como el que tenemos; han sido la única forma de ver realmente, que es más importante: el rol que tenemos en nuestro país; que en contribución con una buena labor colectiva inflemos poco a poco la capacidad adquisitiva; o es el dinero, lo que más nos importa.

 

Este escrito es evidentemente holístico; pero no deja de ser personal al saber que todos somos culpables de la gran nube que hicimos de nuestras vidas para con la comunidad, es cierto que la praxis política ha hecho un desastre; pero realmente que hacemos nosotros contra ello; es que permitimos a generación de relevo en las diversas disciplinas tomar su lugar; o la envidia puede más; es que, queremos un “culito”, o necesitamos ocho para vernos mejor; acaso, necesitamos un celular de última generación “precisamente ahorita”; o la cabeza no nos da para entender que nosotros siquiera producimos el aparato como para darnos ese lujo; y necesitamos que otra comunidad lo haga por nosotros, a veces son nuestros malos hábitos que hacen que nosotros confundamos la economía con lo realmente necesario; la verdadera pregunta es; ¿realmente necesitamos todo?; o quizá lo necesario nos baste para planificar un futuro juntos y con mejores condiciones, y quizá aquel aparato electrónico que tanto se anhelaba sea hasta de marca venezolana.

 

Miguel S. Zanella

@mialsan

 

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