Más allá del caos

Posted on: septiembre 2nd, 2014 by Super Confirmado No Comments

A veces es necesario hacer un alto, oxigenarse y llenarse el alma de ese «otro país»

 

Venezuela es mucho más que este caos en el que estamos sumidos. Mucho más que escasez, inseguridad, represión, pobreza, crisis sanitaria y altísimo costo de la vida. Nuestro país es además de todo eso, muchas cosas más como la prepotencia de un gobierno que se cree todopoderoso y así lo ejerce, una oposición dividida que no termina de conectarse con la gente, una tropa de corruptos que se han enriquecido con unos ingresos petroleros que hubieran servido para lanzarnos al mundo del desarrollo. Sí, somos eso, pero como todo en la vida también tenemos otra cara y que conste que no voy a hablar de los lugares comunes y no por eso menos cierto del beisbol y de las misses, ni tampoco de nuestra facilidad para hacer de todo un chiste (cosa que a veces nos lleva a banalizar nuestra realidad). Me estoy refiriendo a esa otra nación de guerreros que, pese a todo, se empeñan en demostrar que existe una fuerza creativa en mucha gente que, aunque los llamen locos, soñadores o ilusos continúan apostándole a Venezuela.

 

Basta con salir de nuestra zona del caos (Caracas para quien esto escribe) y oxigenarse con otras realidades en el país. Así a falta de dólares, visa y pasaporte, tomamos nuestros muchachos y nos fuimos a oriente. No vamos a decir que encontramos un país «chévere» en el estilo simplón del eslogan de Mintur, pero sí nos topamos con unas personas que sin apoyo del Estado (porque lo de convertir a nuestro país en potencia turística se queda sólo en discursos) y por iniciativa propia, desatan su fuerza creativa para ofrecer dignidad en todo lo que hacen,

 

Así encontramos dos posadas en Cumaná (San Francisco, una bella casona colonial) y Santa Inés muy sencilla pero cálida con una gente estupenda que te hace sentir como en casa. Luego saltamos a la Margarita de mis amores. Allí de la mano de la gente hermosa de Margarita Runners, encabezados por Fadwa Hage, conocimos a unos muchachos que planifican unos paseos a pie por unos sitios hermosos de la isla (Haciendo Rutas); a Marcos y su gente del kiosko Take en la Caracola puro cariño y vida sana, a las chicas de los jugos que frente a él venden la Flor de Jamaica con papelón desde el amanecer, a Lauris y su reto de saludos al sol en Asana Yoga Center, a mi querida María Gabriela (Tití) Orihuela, quien tuvo la paciencia de enseñar la belleza del Paddle a toda mi familia con una sonrisa inigualable; a Pino por su buena vibra sobre las olas, a unos chicos que te llevan a hacer paseos en kayaks por La Restinga, a la profesora de aguas abiertas Nanda, quien nos guió en la hermosa bahía de Pampatar; a unos chicos que se idearon una estructura de metal portátil para dar sus clases de TRX en plena arena, a todas las señoras que hacen las empanadas más ricas del mundo teniendo que calarse unas colas inmensas para conseguir su materia prima, a tantas y tantas personas que no caben en un solo artículo.

 

A veces es necesario hacer un alto, oxigenarse y llenarse el alma de ese «otro país» que también existe más allá de esta locura cotidiana.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Lecciones de un príncipe valiente

Posted on: agosto 19th, 2014 by Super Confirmado No Comments

«¿Por qué ellos sí y nosotros no?»… No duró mucho la presión, enseguida nos dieron paso

 

Yo conocí un país donde pensar distinto y expresarlo no era motivo de miedo y ayer me sorprendí haciéndole un gesto de «cállate mi amor, aquí no», cuando mi príncipe de once años se le ocurrió decir «este gobierno es un desastre» porque en la cola del Ferry para Margarita dos camionetotas de enchufados civiles vestidos de rojo y militares de verde oliva se colearon y pasaron primero que los que estábamos haciendo la fila a pleno Sol una hora antes. Mi pequeño tiene clarito lo que es el abuso y tiene la maravillosa particularidad de no soportar las injusticias. Pues allí, frente a dos efectivos de la Guardia del Pueblo, dijo lo que todos estábamos pensando y que quince años de «excesiva prudencia aprendida» han hecho mella ya no solo con una autocensura mediática, sino muchísimo peor, ciudadana.

 

El asunto me movió. ¿Por qué reaccioné así? ¿Fue solo una salida instintiva típica de cuando un pequeño comete una imprudencia? ¿O fue temor al verde oliva? ¿Es que tantos años de hegemonía ya están haciéndonos olvidar de nuestro «derecho a pataleo»? ¿Será lo mismo que sienten los que hacen colas eternas para conseguir los productos básicos? Ese, mejor me quedo callada no vaya a ser que eso traiga consecuencia y al final no consiga ni siquiera el paquete de harina de maíz?

 

Lo más llamativo de todo fue la cara de mi príncipe sorprendido por mi reacción. ¿Cómo es eso que había que calarse el abuso de poder, no revirar y de paso tener que aguantar el regaño de su mamá, quien como periodista vive defendiendo la libertad de expresión?

 

Un grifo

 

Afortunadamente él no se autocensuró y a raíz de su reclamo como quien abre un grifo comenzaron a llover las quejas por «la eternidad» de horas que habíamos pasado en el solazo mientras los «enchufados» pasaban como Pedro por su casa. Creo que todos sentimos pena que fuera un niño el que «sacara la cara» por todos los que estábamos en esa situación. Pero lo peor fue la respuesta del «efectivo militar» al contestar a manera de disculpa: «es que son oficiales y gente del Gobierno». Sin duda, eso fue el detonante para que el resto, los ciudadanos abusados ya sí abiertamente comenzaran a reclamar: «¿por qué ellos sí y nosotros no?»… No duró mucho la presión, enseguida nos dieron paso.

 

De este capítulo que se ha hecho, lamentablemente cotidiano, aprendí varias cosas. En primer lugar que la «autocensura» está presente no solo en nuestros medios de comunicación sino que además el temor de ejercer la crítica y el sano deporte de reclamarle a la autoridad hoy en día se piensa tres y cuatro veces. Otra enseñanza es que nos hemos vuelto «sumisos» ante los abusos y, lo que es peor, que a fuerza de tanta «prudencia» podemos estar criando una generación de «autocensurados» y, finalmente, que cuando la gente se arriesga y ejerce las presiones necesarias, más aún si son colectivas, el poder cede…

 

Gracias mi príncipe valiente, por la lección recibida.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

 

El Patrón del Mal

Posted on: agosto 5th, 2014 by Super Confirmado No Comments

Hay momentos en las historias de los países en el que «el mal y el bien» se tornan confusos

 

Las vacaciones forzosas permiten muchas cosas, entre ellas «pegarse» hasta las 3 de la mañana viendo una serie en video un capítulo tras otro mientras te dices a ti misma: «tengo que dormir», pero está tan buena, tan emocionante la historia que no puedes dejarla. Me imagino que debe ser como la droga. Todo el mundo sabe que es nociva, dañina, que acaba por aniquilarte, pero los adictos (por serlo) no pueden dejarla. Y es que, precisamente, de «droga» se trata la serie que me tiene con más ojeras que las de costumbre.

 

«El Patrón del Mal». La vida de Pablo Escobar. La ambición marca al hombre y ésta puede llevarlo por dos caminos. El difícil, el largo, el del trabajo y el esfuerzo, y el otro: el fácil pero moral y éticamente cuestionable. Lo llamativo del personaje es su doble moral: hombre de familia, adorado por sus hijos y su esposa. Idolatrado por sus hombres de confianza y casi santificado por la gente del pueblo a la que sin duda ayudó, pero realmente era un tipo muy malo, malísimo, que no le importó sembrar de sangre a su país a punta de balas y bombazos. Las autoridades lo vinculan al asesinato de más de 10.000 personas y su principal sicario y brazo derecho, John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, lo vincula a más de 5.500.

 

Lo insólito es cómo un personaje así se mezcla con la política y llega a ser representante a la Cámara suplente para el Congreso de la República de Colombia por el departamento de Antioquia en 1982. No fueron pocos los políticos que se rindieron ante sus «regalos» y otros ante sus «amenazas». La red de complicidad fue tan grande que la justicia, la policía, las fuerzas armadas y, por supuesto, algunos políticos eran «controlados» con tan sólo una llamada.

 

En el fondo, Escobar tenía como máxima ambición llegar a ser el Presidente de Colombia hasta que «se topó con la buena prensa». El periodismo ético y valiente le frenó en empuje. Su «pantalla» de hombre decente comenzó a derrumbarse en 1983, cuando el periódico El Espectador publicó una serie de notas que revelaban lo que realmente se ocultaba detrás de Pablo Escobar: el narcotráfico.

 

El Congreso, que en un principio mostró una actitud vacilante, suprimió su inmunidad parlamentaria, y se abrió el camino para que las autoridades empezaran a perseguirlo, pero todo fue gracias a la prensa. A los dueños de un periódico como El Espectador que en pro de la verdad, de la ética y del futuro de su país «se la jugó» retando al poder total de Escobar. Este diario centenario mantuvo una actitud muy firme en contra del narcotráfico. Su director, don Guillermo Cano, fue asesinado y su sede fue atacada con un carro bomba.

 

A quienes ejercemos el periodismo esta serie, «El Patrón del Mal», nos toca muy profundo. Hay momentos en las historias de los países en el que «el mal y el bien» se tornan confusos. Las autoridades, los políticos, la justicia y a veces hasta la propia sociedad pueden hacerse la vista gorda convirtiéndose en cómplices por miedo, ignorancia o por preservar los intereses. Los periodistas no podemos caer en ese juego. Es un pecado. No hay excusa. Para eso estamos.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Un día a la vez…

Posted on: julio 28th, 2014 by Super Confirmado No Comments

A pesar de todo, hasta ahora va 1 a 0 a favor del Ávila. Como dicen por allí: «un día a la vez»

 

Y amanece, hacemos nuestra cola todas las mañanas, prendemos la radio, tan solo dos o si acaso tres opciones se asoman a la realidad. Los titulares de la prensa se desprenden como retazos de un país deshilachado. Tan solo dos, si acaso tres, se atreven y no sabemos hasta cuándo. Todavía recuerdo como muchos se reían (quizás hasta quien esto escribe también lo hizo) de aquel ministro cuando hablaban de la hegemonía comunicacional. Era imposible, pensábamos. Y es que a la luz de estos quince años lucían tan ajenas tantas cosas que hoy son cotidianas que si algo hemos aprendido es a decir más nunca: «eso no pasará y no se atreverán». Resulta que pasa y se atreven. Es más, luego de la muerte del líder galáctico se han atrevido hasta el «infinito y más allá».

 

Amanece un día y nuestro segundo nombre es Cuba y nuestro apellido es China. Escuchamos como no solo nos endeudamos sino que el «Imperio milenario» lo tendremos metido en cuanta actividad existe. Muchos dicen: «bueno, pero van a reactivar nuestras industrias». Pero es que el asunto no es así. O se traen los espejitos listos o vienen con su propio personal.

 

Hoy, los letreros chinos abundan hasta por el propio Fuerte Tiuna, emblema militar de quienes paradójicamente están encargados de resguardar nuestra soberanía. Hoy convertidos en el soporte, la estabilidad y el centro de un régimen que prefiere «entregarlo todo», hasta el futuro de nuestros bisnietos, con tal pueda mantenerse «por un ahora muy largo» en el poder.

 

Amanece como todos los días y el ya casi cotidiano «esto va mal» de tus pensamientos pasa por un pentagrama que va del «hasta cuándo», «hasta ¿en qué va a parar esto?», «¿qué más puedo hacer yo?», «¿merece la pena resistir? y justo cuando vas a dejarte tentar con la huida, el milagro del Ávila, el cielo azul, tus viejos ya muy viejos, sus sueños y sus esfuerzos por hacer de éste un país mejor, su tristeza al ver el éxodo de sus hijos y sus nietos, los recuerdos de lo que ha sido tu infancia y tu juventud en el «mejor país del mundo», todas las playas que has ido y las que aún no conoces, las montañas que no has subido, ese tepuy que aún te espera, los ríos y las cascadas en las que te has bañado, los amigos que como tú aún resisten, las parrillas en sus casas, sus hijos y los tuyos que son a su vez como familia, tus afectos y todo lo que te rodea, ese «ser como somos» en el que el trato «de tú» entre todos nos define como «maravillosamente igualados», te cambian la mañana de mal pronóstico.

 

A pesar de todo, hasta ahora va 1 a 0 a favor del Ávila. Como dicen por allí: «un día a la vez».

 

mariaisabelparraga@gmail.com

 

 

Lo que no fue ¿no será?

Posted on: julio 21st, 2014 by Super Confirmado No Comments

Se viene hablando de una reforma fiscal o lo que es lo mismo, más impuestos que pagar

 

Al final todo se resume en una falta absoluta de respeto. Dejar esperando a todo un país y, de paso, a los mercados internacionales para conocer cómo será nuestra vida «cuando el inevitable destino nos alcance» y se aplique el «sacudón» como el propio Maduro lo bautizó es, nuevamente una burla. Sobre todo porque se anunció con bombos y platillos y como, de paso, todo está semiparalizado algunos aguardaban aquello con la expectativa de: «si estoy guindando, lo mejor es caer».

 

Y sí, caímos en cuenta nuevamente que al régimen le importa un bledo la economía. Al final el juego se trata de «correr la arruga» o como dijo un conocido economista en días pasados «cavar el foso» (para nosotros). Los ingresos petroleros son suficientes para que la elite gobernante siga viviendo como marajás, mientras la clase media y sectores populares se siguen hundiendo en la pobreza.

 

Ese siempre ha sido el objetivo. Para los próximos meses ya tienen una línea de crédito rusa y Citgo siempre es una cajita a la cual se puede recurrir. Se viene hablando de una reforma fiscal o lo que es lo mismo, más impuestos que tendremos que pagar. Sacar el poco dinero que tenemos para ponerlo en las ¿arcas? O ¿bolsillos? del Estado Pac-Man .

 

Fue como el día de «no cumpleaños» de «Alicia en el país de las maravillas». La fecha del «no sacudón» lo que vimos en pantalla fue «la historia de un amor como no hay otro igual». El aniversario de Cilita y Nikito como nos enteramos que se llamaban en la intimidad. Un verdadero videoclip de la «muy mabitosa» canción de Leonardo Fabio: «Hoy corté una flor y llovía llovía».

 

Un derroche de cursilería innecesario que no sabemos si fue producto de algún «jalamecate» pavoso o si realmente los protagonistas estaban «encantados» con lo mostrado. (Ojalá sea lo primero). Pero lo que no cabe duda es que fue una «burla» para todos, no sabemos si «adrede» para demostrar que «yo tengo el poder y te la calas porque esto es lo verdaderamente importante» o porque su desconexión con la realidad es tal que piensan que algo así puede ganar simpatías en grandes masas descontentas.

 

Sea como sea aquí hay dos realidades. La virtual que se divide por una parte en la del régimen que disfruta de las mieles del poder y que al final, a pesar de sus diferencias, seguramente se pondrán de acuerdo porque «si se hunden unos, se llevan a los otros» (la rémora de las complicidades), pero también está la otra de una oposición incapaz de conectarse con los problemas reales de la gente empeñados en ajustar «sus tiempos» a sus conveniencias.

 

Mientras tanto, «en el mundo real» la sensación de indefensión es cada vez mayor en la población que espera a que alguien la interprete con el peligro de que al final nadie lo haga y que reine el «caos» de una explosión o se imponga la sumisión y resignación eterna.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Hasta ese día…

Posted on: julio 14th, 2014 by Super Confirmado No Comments

 

La historia de los intereses entre los medios y el poder puede en algunos casos ser «traumática»

 

Esta historia no es nueva. Recuerdo como por allá en la época de Jaime Lusinchi una jovencísima reportera (aún pasante) llegó a su redacción emocionada porque tenía la «exclusiva» de las declaraciones de la señora Gladys (para entonces primera dama) quien había roto el silencio a propósito del poder que había desarrollado «la otra»: Blanca Ibáñez. En la (aún ingenua) mente enfebrecida de esa pichona de periodista soñaba con el «éxtasis» periodístico del «tubazo», las felicitaciones de sus jefes y la apertura con esa noticia… Ese día fue el «bautizo» con el mundo real en los medios de comunicación. El asunto no es tan idílico como te lo planteaban en los salones de clase. Una «trama de intereses» solía estar detrás de todo. Cuando la joven reportera llegó al medio lo que hubo fue un regaño y una advertencia de la más alta autoridad de ese medio. ¿Cómo se le ocurrió entrevistar a esa señora? ¡Por supuesto que eso no va!

 

La chica de la historia tenía dos opciones o callaba y se atenía a la censura procurando así un futuro seguramente prometedor en ese medio o le ponía punto final a la pasantía. Esa «perdida de la virginidad» en el mundo real del periodismo, concluyó con el fin de la pasantía «por motivos personales».

 

La historia de los intereses entre los medios y el poder puede en algunos casos ser «traumática» para quienes quieren ejercer el periodismo con el sentido ético de la búsqueda de la verdad como en el caso que acabamos de reseñar, pero también te encuentras en el camino, gente que tiene muy claro cuál es el papel del periodismo en la sociedad. Desde dueños de medios que enfrentan presiones de quienes son los mandones de turno, hasta jefes que a su vez «dan la cara» ante los dueños de estos medios para que «esa verdad» que todos los periodistas buscamos día a día salga a la luz pública.

 

Quien esto escribe tiene una larga historia que contar en el afán de lo que siempre ha sido público para este gobierno en su «afán por la hegemonía comunicacional». Desde el cierre de medios como CNB, pasando por la narración «en vivo» de la última transmisión de RCTV y, por supuesto, el dolor inmenso en primera persona por el desmantelamiento de Globovisión. Por supuesto que la palabra «ingenuidad» ya no está en el registro, mientras que el término «desconfianza» y, por supuesto, el de «incertidumbre» son nuestro día a día. Sin embargo, cuando respetas y compartes el tipo de periodismo de los líderes de una redacción quienes se han caracterizado por su sentido crítico y el ejercicio ético de la profesión sabes que nadie mejor que ellos van a estar alertas ante el «lápiz rojo» del «no va». Hasta ese día… Si no, como hizo la joven pasante del principio de esta historia.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

¿Giro a la derecha?

Posted on: julio 7th, 2014 by Lina Romero No Comments

 

Venezuela cada vez más es el país de los sueños rotos. No hay buenas noticias

 

Dicen que en la vida los cambios son la constante, pero en nuestras historias particulares estos ya son parte de la cotidianidad. Hay, definitivamente un cambio en nuestro estilo de vida. Cerremos los ojos por unos minutos y retrocedamos unos… ¿Quince años? ¿Veinte? Aquellos que como quien escribe ya entramos en la fase de «adultos contemporáneos… Recordemos nuestros sueldos en ese momento, muchos de nosotros como jóvenes profesionales recién graduados.

 

Saquemos la cuenta de estos ingresos en dólares (para deprimirnos aún más) y hagamos memoria de todo lo que podíamos hacer. Comprarnos un carrito con financiamiento, muchos dar la cuota inicial de un apartamento que luego pagábamos regularmente, otros nos casamos y con el sueldo de ambos (así fuera como mochileros) viajábamos al exterior, tuvimos nuestros hijos, luego cuando fueron creciendo los inscribimos en colegios privados y, los viernes, la cenita con la pareja o los amigos era «una fija». Nada de lujos, es cierto. Pero con todo y nuestros sueldos (que no eran tampoco una maravilla) podíamos hasta «ahorrar».

 

La vida nos «sonreía» y lo peor era que no nos dábamos cuenta. Era normal y lógico tener sueños para el «futuro» y trabajábamos duro para construirlos. Creíamos que si seguíamos en esa línea: esforzándonos, estudiando, ahorrando y planificando cuando llegáramos a la mitad de nuestras vidas tendríamos cierta tranquilidad y la posibilidad de dormir tranquilos porque «el futuro» nos habría alcanzado con «previsiones necesarias» y los hijos «encaminados ya» con sus propios sueños de «hacer país».

 

Ese era el típico «guión» clase media. La generación de nuestros padres a muchos de nosotros no nos dejó fortunas sino educación para construir y labrarnos nuestro propio futuro en una nación en la que cualquier cosa era posible si te preparabas. Algunos salieron a estudiar afuera pero la idea siempre era «regresar» para crecer y soñar con lo que podíamos hacer en un país de carencias pero nunca exento de sueños.

 

Esos años parecen haberse perdido, esos sueños también. Llegamos a la mitad de la vida y no solo muchos, en términos reales o dolarizados, ganamos infinitamente menos que cuando tuvimos el primer trabajo, sino que además la idea a la que nos quieren «empujar» es a la de buscar una «salida» pero por Maiquetía. Venezuela cada vez más es el país de los sueños rotos. No hay buenas noticias. Por un lado un gobierno cada vez más perdido y dividido entre sus disputas por negocios disfrazados de ideología y una oposición que salvo honrosas excepciones se muere de abulia esperando los tiempos perfectos de Dios, que «esto se caiga solo».

 

Del «país de las oportunidades» que vivieron nuestros padres les estamos dejando a nuestros hijos la «oportunidad de la huida», sus nuevos sueños.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

¿Giro a la derecha?

Posted on: junio 30th, 2014 by Lina Romero 1 Comment

 

Si lo que dice Giordani de Maduro es cierto, es muy grave y hay que investigarlo

 

Dicen que las naciones nunca tocan fondo pero debemos estar muy cerca de algo parecido a ese punto. Cada día la situación se deteriora por minutos y si algo quedaba de la cohesión que impuso el comandante eterno, la crisis del «yo no fui» no está dejando a salvo a los rojos. Sí, crisis ideológicas han sucedido en el pasado en los partidos tradicionales.

 

Si lo sabrán los adecos, por ejemplo. Las rupturas por visiones distintas son hasta lógicas en democracia, pero aquí lo que estamos viendo es una especie de «molestia» de un grupo que se quedó sin «poder» porque otro se alzó con él. Pero lo peor de todo es que actualmente hablar de «poder» es mucho más allá de «quién manda a quién», sino que éste se debate en una especie de «clanes» en el que todo huele a negocios, chanchullos, contubernios y un sinfín de hechos «non santos».

 

La verdad es que no se entiende como Maduro, quien se dice «hijo de Chávez» esté acusando a Giordani y compañía de formar parte de una «izquierda trasnochada» en la que él mismo militó hasta hace «media hora» y tampoco se puede tragar muy fácil el que el artífice de buena parte de este «desastre» de política económica se esté «lavando las manos» a punta de cartas y denuncias que nunca se investigaron y por las que aún no hay ni un inculpado mientras se efectuaba el mayor atraco no sólo al erario nacional, a nuestro dinero, a nuestros ingresos y a nuestras reservas, sino que de paso se comprometía el futuro de nuestros hijos y nietos. Eso es básicamente imperdonable y no puede quedar sólo en la «anécdota» de la división de un partido.

 

Si lo que dice Giordani de Maduro es cierto, es muy grave y hay que investigarlo, pero si lo que plantea éste último del exministro también lo es, hay que estar por lo menos «atentos». ¿Por qué? Porque podríamos estar asistiendo a la aparición «soterrada» de algo parecido al ¿fascismo?, tutelado por militares y «bendecido» por sectores económicos de la nueva «boliburguesía» y algunos no tan nuevos pero «acomodados» a las nuevas circunstancias.

 

Maduro no gobierna, si acaso sobrevive. Pero la aparición ya con anuencia del TSJ del «nuevo partido militar» puede dar un «giro copernicano» al establecimiento de una dictadura «dura», con la aplicación de unas medidas de «ortodoxia neoliberal» quizás necesarias pero dolorosas y cuyos afectos sociales serán «combatidos» a sangre y fuego con mucha más «represión» que la que hemos visto hasta ahora.

 

Maduro (electo por el pueblo) será sólo el barniz democrático del grupo que detenta el poder y los negocios. ¿Les suena Fujimori? Esto es tan sólo el esbozo de un guión en el que falta y sigue faltando otro actor importantísimo y que pudiera cambiar el curso de las cosas: la oposición… A todas estas: ¿dónde está?… Ah, seguramente cuadrando todo para el 2015 o para el 2019… No hay apuro.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Paciencia

Posted on: junio 23rd, 2014 by Laura Espinoza No Comments

Dios mío, dame paciencia, ¡pero dámela ya! Frase que por contradictoria suena a exabrupto, pero después de 15 años de desastre la paciencia escasea tanto como el azúcar.

 

Resulta que unos y otros, gobierno y parte de la oposición nos piden precisamente lo mismo: paciencia. Los primeros nos dicen que ahora sí, que el país será productivo, que ahora es que viene lo bueno, mientras tanto el Monje y corresponsable de todo este desastre quiere salvar su pellejo diciendo que el problema es que Maduro no tiene liderazgo y que hay mucha corrupción.

 

Los segundos, tienen varios niveles para tasar nuestro «paciensómetro». Unos nos hablan de esperar el 19. Que no hay que buscar ningún tipo de atajo (ni siquiera los que están en la Constitución), así que ni siquiera pensar en el revocatorio. Otros sugieren esperar a las parlamentarias cosa que sonaría lógica si el deterioro no fuera tan avasallante y el colapso y la anarquía no nos estuvieran destruyendo en cámara rápida. Hay quien dice que mejor nos esperamos un poco más para el revocatorio y finalmente están las opciones de una constituyente con este CNE o procurar la renuncia del Presidente cuando en definitiva eso depende de él.

 

¿Hay salida? Visto lo visto, si la oposición no se unifica pareciera que no. Lo que está claro es que cualquier camino que se tome si no cuenta con la venia de todos será un fracaso. Cómo está el país, si esperamos el 19 la «tierra arrasada será una realidad». Las parlamentarias en el 15 con una oposición dividida en dos bloques perderá de todas – todas, el revocatorio en el 16 suena muy lejano y hasta ahora la renuncia es sólo una quimera de un bloque que quiere interpretar y «hacer algo» ante el malestar colectivo con la pésima gestión de Maduro no sólo en lo económico sino con la radicalización ante la disidencia.

 

La semana pasada Antonio Ledezma planteó algo que si bajaran las tensiones de uno y otro lado de la oposición suena lógico: hay que ponerse de acuerdo. Muchos analistas apuntan a que esto está muy lejos de cristalizarse porque las posiciones suenan irreconciliables. Ante esto nos preguntamos ¿por qué no consultan a la gente? Si algo funcionó bien y unificó a la oposición fueron las primarias. ¿Qué tal si ante la «crisis de apego» que tienen los ciudadanos con la dirigencia opositora porque esta no parece interpretar cuáles son sus «urgencias», se produce una «reconexión» tomándolos en cuenta?

 

Mecanismos hay muchos, con y sin CNE. Más o menos formales. Pero lo cierto es que hay que ir caminando hacia algún «evento» que cohesione, emocione y dé esperanzas de un cambio. Consultar a la gente, incorporar más sectores nunca será malo. Tal vez implique ceder cuotas de poder, pero la crisis aprieta y apremia… No nos pidan más paciencia.

 

mariaisabelparraga@gmail.com

 

Me declaro irracional

Posted on: junio 16th, 2014 by lina No Comments

 

Podemos caminar y comer chicle. O lo que es lo mismo, estar atentos a la realidad y ver los partidos

 

Me encanta el fútbol. La verdad es que no sé mucho del asunto, ni quién juega en cuál equipo, pero me parece un deporte de gladiadores. Divertido, rápido, colorido, con fuerza y estrategia. Por supuesto también «sueño Vinotinto» y en la Liga Española le voy al Athletic de Bilbao por el amor que mi familia política y, por supuesto, mis príncipes le tienen a ese equipo totalmente vasco.

 

Confieso que sí, me fascinan los mundiales y como buena parte de la fanaticada venezolana siempre le he ido a Brasil. Cosa un tanto inentendible la adopción del equipo de un país que si bien es vecino siempre lo hemos tenido como «allaaaaa, muy lejos». Me imagino que a muchos nos encanta esa forma tan bonita y alegre de jugar de los cariocas que nos habla de su música, de sus bailes, de su cultura. Sí, buena parte de los venezolanos nos sentíamos «brasileros» y en nuestra memoria más remota la referencia de Pelé se quedó grabada como una suerte de dios del gol que disfrutaban nuestros padres quienes también, de manera inexplicable, siempre le fueron a Brasil.

 

Sin embargo, ahora hay una cosa extraña dentro de mí. Sí, lo admito, es totalmente irracional y no tiene ningún sentido, pero no me nace, no puedo, no sé cómo hacer, pero me quedé sin equipo en el Mundial. No le puedo ir a Brasil. Mi esposo que es mucho más racional que yo (a Dios gracias) me dice: ¡Tú estás loca, eso es como si no fueras a la Vinotinto porque el presidente es Maduro! , y claro, me desarma. Pero sí, decidí admitir mi «barranco irracional».

 

Porque, pobrecito, estoy clara que Neymar no tiene nada que ver con las toneladas de «gas del bueno» con el que han «fumigado» a la disidencia, pero la señora Dilma sí, y es muy difícil olvidar cómo su canciller se burló en las reuniones de la Unasur con los estudiantes y los activistas de los derechos humanos cuando le mostraron fotos de jóvenes maltratados y asesinados.

 

No le voy a Brasil porque veo imágenes de la represión a quienes reclaman el despilfarro en este Mundial mientras buena parte del pueblo vive en la miseria y se me parecen demasiado a las que tenemos aquí en las manifestaciones, que por cierto, no han cesado.

 

¡Que me disculpen los brasileros y su fanaticada, pero no puedo! ¿Que si voy a ver el fútbol? Claro que sí. Podemos caminar y comer chicle. O lo que es lo mismo, estar atentos a la realidad nacional y ver los partidos. Pero he decidido ir día por día. Partido por partido, escogiendo mi favorito de turno. Además, este deporte para las mujeres tiene una «óptica adicional», «modo buceo» como diría mi amiga Mary Montes. Así que me sacrificaré y le iré a los más guapos de la jornada. Ya estoy revisando, al detalle, el álbum de barajitas de mis hijos. Ya que opté por la irracionalidad total en este Mundial, ¿por qué no desvariar definitivamente?

 

María Isabel Párraga 

mariaisabelparraga@gmail.com