México perdió

Posted on: julio 3rd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

En menos de 48 horas México perdió “sin querer queriendo”. El lunes ante Brasil en el Mundial de fútbol Rusia 2018; y el domingo con la llegada del izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia.

 

 

 

El proceso electoral mexicano arrojó los resultados que venían reflejando los diversos estudios de opinión durante los 90 días que duró la campaña: una amplia e inalcanzable ventaja de López Obrador sobre sus tres contrincantes. Con un 53% de votos logró la victoria este 1 de julio en unas elecciones consideradas “históricas” en el país azteca; ni que se hubieran unido y sumado los votos de los otros aspirantes, Meade; Anaya y Rodríguez podían frenar al candidato del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

 

 

¿Qué ocurrió?, lo mismo que sucedió en Venezuela en 1998. Sin duda, un agotamiento de los partidos tradicionales en el poder, hastío del bipartidismo, hartazgo y decepción del pueblo; corrupción; una pésima gestión de Enrique Peña Nieto, un Partido Revolucionario Institucional (PRI) anclado en la dinastía, y la violencia reinante llevaron al elector a votar en contra de un sistema con muchas fallas, pero paradójicamente ampliamente conocido en el marco democrático.

 

 

 

Por primera vez la izquierda gobierna en México, AMLO quien aspiraba a la presidencia por tercera vez, aprendió de sus errores, manejó la cautela en el discurso, desde el primer spot de campaña se apartó de las palabras dictadura, Chávez, Venezuela y expropiación. Mientras que los otros candidatos se asfixiaron en descalificaciones, vagas propuestas de cambio, lo que hizo que el tabasqueño se les colara sin inconveniente.

 

 

 

¿Quién ganó? Evidentemente el sentimiento que despertó “AMlove” y un partido recién creado para ganarse la confianza y el voto de millones de mexicanos, tal como ocurrió con Hugo Chávez en 1998; a quien, recordemos, apoyaron empresarios y dueños de medios de comunicación como Miguel Enrique Otero (dueño del diario El Nacional), cuyo respaldo fue abierto, público y notorio, y después la misma revolución se lo comió con el pasar del tiempo y hoy vive en el destierro. Con AMLO sucede lo mismo, empresarios y dueños de medios sucumben a su discurso “hipnotizante”.

 

 

 

Sin ser nosotros, los venezolanos, del futuro, podemos decir que México perdió; sólo los hechos y el tiempo nos darán la razón. En algún momento los hermanos mexicanos escucharán sobre la reelección indefinida, cambio de leyes, poder para el pueblo, fuera los yanqui, viva la revolución, etc, etc.

 

 

Nosotros que ya lo vivimos y lo seguimos viviendo, sentimos que no hay peor remedio que la enfermedad, la izquierda nos ha enseñado que no sirve para gobernar, que destruye y acaba con todo lo que está en el camino, que para lo único que funciona es para las campañas electorales. A quién no le va gustar que le digan: “vas a tener poder” sin tenerlo (en el caso del pueblo, sobre todo los más desposeídos), a quién no le gusta que le digan que le van solucionar todos los problemas, a quién no le gusta que le digan vamos a cambiar. Pues definitivamente a todos.

 

 

 

 

El otro detalle del porqué considero que México perdió se debe al equipo que rodea al Presidente electo, no sé si son resentidos del poder, pero lo que sí está claro es que se muestran identificados con los mismos íconos de la “revolución bolivariana”: idolatría por Fidel, Chávez, discurso de inclusión, promesas de producción interna, etc, etc.

 

 

 

Mientras esa historia apenas comienza, le digo a los amigos mexicanos que tengan en cuenta siempre que sí se puede estar peor; por el momento no hay a la vista un ambiente militarista, pero espérense tantito que eso también les viene, “sin querer queriendo”.

 

 

 

México perdió.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

El Periodismo es anti poder

Posted on: junio 26th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Les confieso que me debatía entre escribir sobre las nuevas sanciones de la Unión Europea a funcionarios del Gobierno de Nicolás que hoy viven más presos que libres y aunque tengan guardaespaldas y poder no pueden salir del territorio nacional, eso por lo menos a unos, por no decir que a la mayoría, les entra un fresquito, y a ellos, o sea, a los sancionados, una preocupación; el poder no es para siempre, se acaba en un abrir y cerrar de ojos; o escribir sobre el periodista, por celebrarse su día en Venezuela este 27 de junio.

 

 

 

Opté por escribir sobre nuestra profesión, esa profesión que se lleva en las venas, el  corazón y el cerebro. Tres elementos que no pueden faltar para ser un buen periodista.

 

 

 

Ya con 20 años de ejercicio en el periodismo, pero hoy dedicado a la consultoría política, al marketing político, puedo decir que el periodismo siempre está sembrado en uno y sólo se es periodista desde el momento que comienzas a vivirlo, a soñarlo, a trabajarlo intensamente desde una sala de redacción, desde la calle, desde investigación y la denuncia. Cada quien en su fuente desarrolla esta labor de vida, en el deporte, en la farándula, en la publicidad,  en las redes o en cualquier otra área que tenga implícita la palabra comunicación.

 

 

 

“Vivimos para contar”, decía mi padre, un periodista empírico; de allí surgió subjetivamente en mí esa esencia que hoy desarrollo.  Hoy podemos decir que en Venezuela nuestra profesión ha estado a prueba de todo, lo primero es que nunca se  abrazó a este gobierno, siempre ha permanecido del lado de los hechos y de los principios democráticos, el periodismo ha superado la barrera de los cierres de medios,  la persecución, el destierro y ha tenido que reinventarse todo el tiempo para seguir sobreviviendo.

 

 

 

La lucha es contra el poder, es la filosofía natural, la esencia; sin embargo, hay que   adaptarse a los nuevos tiempos, adaptarse a nuevos relatos, a una nueva forma de contar las cosas para continuar denunciando ante la opinión pública lo que está mal hecho, la corrupción, la violación de los derechos humanos, entre otros temas. Pero también está en nosotros mostrar la cara del emprendimiento, de la resistencia y lo novedoso.

 

 

 

Hoy gracias a este Gobierno sin escrúpulos y enemigo público de los medios de comunicación que en su haber tiene el cierre de Rctv, de más de 200 emisoras de radio, y de una veintena de periódicos; muchos colegas de primera línea están fuera de nuestras fronteras quizás no haciendo lo que quisieran hacer, pero seguramente pronto lo harán, vaya mis palabras de aliento, para los que siguen en Venezuela el doble de reconocimiento.

 

 

 

Jorge  Ramos, afamado periodista mexicano y presentador de la cadena Univisón, decía que nuestra responsabilidad social como periodista es retar aquellos que están en el poder y prevenir el abuso del poder, eso lo seguimos haciendo cada quien desde su trinchera.  Mario Vargas Llosa  lo define como arena movediza, lo odias pero estás dispuesto a lo que sea por conseguir una noticia, es prácticamente un vicio.

 

 

 

El periodismo responsable siempre tiene consecuencias y el poder nunca sonríe a esto pues sabe que ante una prensa libre deben dormir como los presos: con un ojo abierto y el otro cerrado; así duermen en Miraflores.

 

 

 

Sin duda, el periodismo es el “mejor oficio del mundo” como decía Gabriel García Márquez. El periodismo es anti poder por naturaleza.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

 

Del discurso a la acción

Posted on: mayo 30th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Acción. No hay más tiempo que perder, pasemos al siguiente nivel, ya nos leímos y sabemos de memoria el “manual de instrucciones”, es momento de proceder.

 

 

 

La misión urgente que tiene el Frente Amplio por Venezuela es asumir las riendas no sólo del discurso y la retórica, sino de la acción pragmática, es decir, ejecutar uno por uno los objetivos de aquel documento presentado en el auditorio de la Universidad Central de Venezuela el 8 de marzo del presente año.

 

 

 

Ya no se trata de refundar la Mesa de la Unidad Democrática, la que presuntamente volverá a dirigir Ramón Guillermo Aveledo, hay que entender que llegó a su fin; aquí de lo que se trata es de no correr más la arruga y plantarse en la coordinación de la transición con el actual gobierno por ser ilegítimo según el desconocimiento que la Asamblea Nacional hizo de los resultados del proceso electoral del 20 de mayo donde Nicolás Maduro resultó “reelecto”.

 

 

 

En el Frente deben estar todos los sectores y líderes de este país con un sólo objetivo: unión por encima de las diferencias, unión para despertar el respeto del pueblo y unión para salir a la calle a protestar nuevamente. Sin este ingrediente es difícil desarrollar la ruta que nos toca transitar en el 2018.

 

 

 

Algunos dirigentes de oposición pareciera que no se han percatado que los venezolanos en la calle no sienten que hubo una “elección presidencial” hace apenas diez días; que no se acuerdan si Nicolás se juramentó. Esa gente de lo que realmente está pendiente es de si le alcanza el sueldo medio kilo de arroz, y con suerte un pollo pequeño.

 

 

 

Es imposible que en estos momentos, en esta situación por la que atraviesa Venezuela, alguien esté tranquilo y feliz en su casa; pero lo que sí es probable y seguro es que esté desinteresado de la política, hastiado de los políticos, de sus discursos; ya no se acuerdan que Henri Falcón desconoció los resultados minutos antes que Tibisay diera las cifras oficiales, ni que Bertucci estuvo en Miraflores con la sonrisa de oreja a oreja “reconociendo” a Maduro como Presidente de Venezuela para seis años más.

 

 

 

El diseño y programación de una agenda común debe ser el segundo objetivo del Frente Amplio, los que están afuera dejen de creerse el cuento que con la ayuda internacional salimos de este desastre y que este año Dios mediante se vienen a comer las hallacas en diciembre; y los que aún quedamos en Venezuela, no crean ese cuento que esto sale solo moviéndonos internamente. Agenda común e interés colectivo, esa es la fórmula.

 

 

 

Leí en una entrevista que le hicieron al Padre José Virtuoso, y coincide con estos puntos que he planteado en este artículo, que enfatiza en la insistencia de destrancar este cuello de botella y dialogar en torno a la transición.

 

 

 

Es urgente volver a dibujar a la oposición de lucha, ahora es que falta acompañamiento al pueblo.

 

 

 

Por encima de los resultados del 20 de mayo está la verdadera realidad, ni los mismos del Gobierno se creen que van poder solucionar todos los problemas, saben sobradamente que ellos son el problema.

 

 

 

En manos de la oposición está la conducción del barco. Pasemos del discurso a la acción.

 

Edward Rodríguez

@edwardr74 

Perdió Nico

Posted on: mayo 22nd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Ni diez, ni ocho millones. Tras una desolada y desértica jornada electoral, el Consejo Nacional Electoral ratificó lo que ya se sabía desde que la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente convocó las elecciones, que Nicolás Maduro había sido reelecto.

 

 

Ni cerca le llegó a la eterna promesa de los “10 millones por el buche”; Nico apenas alcanzó, según Tibisay Lucena, 6.190.612 votos y aunque en el papel resultó ganador; la verdad fue que perdió.

 

 

 

 

Nicolás es un submarino; a “paso de vencedores” ha ido acabando con el legado del Comandante Supremo. En julio del año pasado en las elecciones de Asamblea Nacional Constituyente, que sólo saben ellos cuántos votaron realmente, dijeron que habían obtenido 8.089.320 votos; pero diez meses después consiguen 6.190.612 votos; o sea, perdió 1.898.708 votos.

 

 

 

Pese al ventajismo, al control del Carnet de la Patria, cajas Clap, bonos y puntos rojos; sus votantes no le cumplieron, ¿saben por qué? Sencillo, también viven y sufren en carne propia la peor crisis de la historia de Venezuela. Son insuficientes las dadivas. Esos “votantes duros” con los que contaba el régimen, perdieron el miedo, a los empleados públicos, por ejemplo, ya no les importa perder sus trabajos porque al final la liquidación no les alcanza ni para los pasajes.

 

 

 

Ahora bien, a Nico no sólo le fallaron los rojos de a pie, sino que también lo hicieron los gobernadores y alcaldes. Por sólo citar un caso en Maracaibo el pasado mes de diciembre Willy Casanova, candidato del régimen, ganó la alcaldía con 225.748 votos; pero el 20 de mayo Maduro apenas obtuvo en la capital zuliana 207.918 según lo publicado en la web del CNE el lunes 21; 17.830 votos menos. Esto refleja que ni una elección a la alcaldía ganaría Nicolás.

 

 

 

Pero hay más, si retrocedemos la película y nos remontamos al año 2013 cuando Maduro se enfrentó en las presidenciales con Capriles; Nico logró 7.587.579 votos; pero el pasado domingo consiguió 6.190.612 votos, es decir, 1.396.967 menos para el buche; como vemos, el “Presidente obrero” sigue restando.

 

 

 

Los números no mienten y la calculadora sólo resta cada año más, las razones todos las sabemos y las vivimos, si algo tendrían que analizar en el partido de gobierno es que así como van no llegarán al 2025, afortunadamente. El hambre, miseria, hiperinflación, diáspora y relaciones internacionales lo están dejando en evidencia.

 

 

 

Hoy más que nunca se ratifica que, aunque usted no lo crea, el chavismo, madurismo, cabellismo y todos aquellos apellidos que quieren abrogarse ser la cabeza de la “Revolución” en Venezuela tienen sus días contados.

 

 

 

Por supuesto que no se van caer solos, pero que les quede claro que los hechos históricos no se repiten de igual forma, “El caracazo” del hambre que ocurrió en la Cuarta República, y del que tanto hablan, siempre les estará roncando en la patica de la oreja.

 

 

 

No creo que después de esta “pírrica” victoria, como diría Chávez, vayan a cambiar el timón, por eso creo que es momento de reunificar a la oposición, es momento de una verdadera y sincera Unidad. Hay que superar las diferencias y construir una sola ruta; como decía el cantautor del pueblo Alí Primera “si la lucha se dispersa no habrá victoria en el combate”.

 

 

Seguramente usted estimado lector, tampoco cree que Nico tenga seis millones de votos, yo tampoco lo creo, lo cierto es que tan malos fueron esos resultados que no le dieron tiempo a la comadre Tibi para depravarse y llevarlo a los prometidos “10 millones por el buche”; creo unos “camaradas” se plantaron y lo impidieron; ya lo sabremos algún día.

 

 

Tibisay se depravó y debe renunciar.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

Candidato único, un sólo desastre

Posted on: febrero 27th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

El 27 de febrero de 1989, hace exactamente 29 años ocurrió en Venezuela el “Caracazo”, un hecho sin precedentes en el país hasta ese momento; producto del hambre y el desespero de los venezolanos ante una crisis económica inferior a la que padecemos hoy que es el resultado del fracaso de la llamada “revolución” liderada por el fallecido Presidente Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro tras su deceso hace cinco años.

 

 

Tres décadas después, este 27 de febrero de 2018, Nicolás inscribirá su candidatura para reelegirse como Presidente de la República; sin duda alguna obtendrá la victoria, pues es el único aspirante en la contienda, los demás, léase Henri Falcón; el pastor evangélico, Javier Bertucci; son los “tontos útiles” que necesita el gobierno para darle el carácter legal a la fraudulenta elección del próximo 22 de abril.

 

 

¿Qué hizo Nicolás en estos cinco años?  Nos llevó al nivel más bajo al que un gobernante puede conducir a un país en materia económica y social: la pobreza extrema. Según el último estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) “ENCOVI 2017”, la pobreza extrema alcanzó el año pasado el 61,2 % cuando en el 2014 estaba en el 23,6%.

 

 

A pesar de las limosnas convertidas en misiones, bonos o cuanto nombre se le ocurra, para controlar o comprar a gran parte de la población, el estudio de la UCAB da cuenta que el 56,9% no las recibió, ni las recibirá, agregaría yo; mientras que el 42,8% recibió sólo algunas. Ninguno de estos pírricos “beneficios”, ni la caja Clap, ni mucho menos el carnet de la patria, han detenido la carrera hacia la pobreza extrema, pues la inflación galopante, paradójicamente, se crece con cada medida económica ejecutada por el Gobierno.

 

 

El candidato único que aspira a reelegirse como primer Mandatario de Venezuela, en lo económico avanzó en la destrucción del sector empresarial, basta con transitar un kilómetro por alguna vía principal de cualquier ciudad del país para que note la cantidad de negocios cerrados, pues el sistema los mató; también puede darse una vuelta por cualquier zona industrial para ver que hoy son cementerios industriales.

 

 

Los centros comerciales están convertidos en espacios para ver y no comprar, con precios exorbitantes e inalcanzables; el parque automotor, indicador del progreso de un país, está pasando aceite: un gran porcentaje de concesionarios cerrados, modelos viejos de vehículos, y un creciente museo automotriz, pues carro que se daña, carro que se para porque evidentemente tampoco hay repuestos.

 

 

Estos son sólo algunos de los logros del Presidente-candidato, a esto se le suma las del sector salud, inseguridad, y la más palpables de todas: la crisis humanitaria que con el pasar de las horas se agudiza, aunque el ahora canciller Jorge Arreaza haya tenido la desfachatez de negarla en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tal como lo hizo en su momento, Delcy Eloína Rodríguez.

 

 

Como vemos, es ampliamente conocida la gestión de Nicolás y la devastación que ha originado y que su entorno insiste en negar porque cuando se vive o se está en el cogollo es difícil detectar las necesidades y carencias de los demás, en este caso, de casi 30 millones de venezolanos.

 

 

La guinda que le faltaba al pastel la puso Oscar Figuera, secretario del Partido Comunista de Venezuela (PCV) este lunes cuando le pidió a Maduro que en su reelección ejecute la nacionalización de la banca e industrias. Ante esta bárbara solicitud uno se pregunta: ¿este señor recién llegó de la isla?, ¿no se dio cuenta que  en 19 años de ejercicio de la “revolución”, por citar un ejemplo, compraron el Banco Venezuela, empresas de pañales, de leche, supermercados, etc, y los llevaron al estricote?.

 

 

Personas como Figuera plantea ideas recalcitrantes y siguen siendo parte de la comparsa, la idiotez a la máxima expresión, ni gobierno han sido, y mucho menos han tenido incidencia, pero  prefieren seguir en el papel que es mejor que le pasen y le mojen la manito así sea en campaña.

 

 

Lo peor es que están convencidos que el desastre es el mejor camino, nos falta ver mucha agua correr y gente morir en esta Venezuela que está en terapia intensiva, y con un pronóstico nada reservado: un solo candidato y un solo desastre.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

Macrabro mensaje a García

Posted on: enero 23rd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

A una semana de la “Masacre de El Junquito”, de los hechos posteriores, declaraciones oficiales, retraso en la entrega de los cuerpos de Oscar Pérez y compañeros, y la violación al derecho que tenían sus familiares de darles sepultura cuando quisieran, donde quisieran y como quisieran, no cabe duda que el régimen, con estas acciones, envió un macabro y claro mensaje a todo aquel que intente sublevarse o ponga en juego la dictadura.

 

 

 

Recordaba el famoso texto de auto superación escrito por Elbert Hubbard en 1899, en el cual relataba la anécdota del soldado Rowan cuando lo llamó el Presidente de los EEUU de ese entonces y le hizo entrega de una carta y la orden de llevarla a García, sin dar detalles de dónde y cómo ubicarlo. El soldado tomó el papel, arrancó para Cuba, se internó en la sierra, localizó a García, líder de los insurgentes españoles, y le entregó el mensaje. Logró el objetivo y apareció tres semanas después al otro extremo de la isla con la misión cumplida.

 

 

 

Seguramente debe haber muchas historias de Rowan en la entrega del mensaje a García.

 

 

 

 

Ahora bien, tropicalizando un poco este hecho histórico, no vacilé ni un momento en pensar que lo sucedido el pasado 15 de enero del presente año y lo ocurrido con Oscar Pérez se trata un macabro mensaje a García, y no precisamente de auto superación sino de “candelita que se prenda, candelita que se apaga”.

 

 

 

El régimen pretende intimidar o neutralizar lo que pudiera estarse gestando dentro de los cuerpos de seguridad y el ala militar, un descontento generalizado que provoca el hambre, la escasez y esta locura económica que los sueldos miserables no alcanzan ya ni para cubrir la alimentación de una semana.

 

 

Hay un cultivo de desesperación en cada estrato de la sociedad venezolana, sin excepción, y el régimen sabe que una de las formas de frenarlo es ejecutando acciones que le suben el costo político, pero aguas abajo lo que realmente buscan es generar y transmitir miedo en sectores de poder.

 

 

 

Si un piloto con un helicóptero y tres compañeros con una acción específica incomodó al régimen, y vaya de qué manera; no quieren arriesgarse a que exista la posibilidad de que otros con más conocimientos y responsabilidades bélicas pudieran optar por la misma ruta. A buen entendedor pocas palabras, quien se atreva vivirá lo mismo que Pérez y sus familiares también, entonces el mensaje es claro.

 

 

 

Del lado de Oscar Pérez vimos sus mensajes por las redes sociales y algunos medios internacionales; aún y cuando creo que sus actuaciones fueron individuales y no planificadas para la clandestinidad, no descartemos que le hablara a un grupo determinado, es decir, que él también estuviera enviando un mensaje, tal vez encriptado para el régimen (situación que les sigue generando intranquilidad), pero clarito para su o sus destinatarios.

 

 

 

No siempre la fuerza se responde con fuerza, pudiéramos estar en presencia de un espiral de violencia que sabemos cuándo arranca, pero no cuándo se termina. Valdría la pena que el gobierno repasara un poco la historia, sobre todo hoy 23 de enero fecha en la que se cumplen 60 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

Con la abstención se pierde mucho más

Posted on: diciembre 5th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 

Sólo cuando no se es candidato se piensa y se dice que la abstención es una “forma de lucha acertada” que genera frutos y que detiene a un Gobierno avasallante, inescrupuloso y de corte dictatorial que funciona bajo el concepto del poder: “ni se negocia, ni se entrega”.

 

 

 

Así que bajo esa premisa soy de los que piensa que quien hoy me invita a no votar no puede mañana tocar la puerta de mi casa y decirme: “ven y vota por mí”, sería una falta de respeto y coherencia pensar un día una cosa y al otro día otra distinto; aunque en estos tiempos la coherencia de los políticos ha quedado sujeta al pragmatismo.

 

 

 

Haciendo un análisis histórico del año 2000 hasta hoy, tenemos que hemos perdido más cuando no votamos que cuando lo hacemos, siempre teniendo presente el ventajismo del Gobierno.

 

 

 

El 3 de diciembre del año 2005 Ramos Allup, a la cabeza, lideró la campaña de no ir a votar en las elecciones parlamentarias para “presionar” al Gobierno de Hugo Chávez.

 

 

 

Confieso que vi con buenos ojos esa iniciativa como forma de lucha, pero 12 años después, sin bolita mágica sino vivencial, nos damos cuenta que aquella decisión emocional, que salía del estómago y del corazón, nos condujo a una calle ciega y que aparte nos encerró en nuestras casas y nos quitó el instrumento del voto como arma para lograr grandes cambios por la vía pacífica.

 

 

 

La Asamblea Nacional de 2005 fue electa con una abstención de 75%, y sin la participación de los partidos de oposición, se eligieron los nuevos diputados rojos rojitos que le hicieron los trajes a la medida a Hugo Rafael cuando los necesitaba.

 

 

 

El primer regalito que le dieron al Comandante Supremo fue en el 2007 con la aprobación de una Ley Habilitante por 18 meses en donde reformó 20 leyes, y dictó 59, entre las que destacan: Ley de Reconversión Monetaria, Reorganización del sector Eléctrico, Migración a Empresas Mixtas de los convenios de la faja del Orinoco, Seguridad y Soberanía Alimentaria; entre otras.

 

 

 

En el 2010, le volvieron a dar otra Habilitante por 18 meses más; en esta ocasion reformó 14 leyes y redactó 50 nuevas; aquí entra la Ley de Costos y Precios Justos, Ley de Reserva al Estado la Exploración y Explotación del oro, Ley del Trabajo, etc.

 

 

 

¿Resultados de esas Leyes Habilitantes dadas a Chávez por aquella Asamblea Nacional electa gracias al 75% de abstención?, una crisis humanitaria sin precedentes en la historia de Venezuela, ni más, ni menos.

 

 

 

No hay tarea más fácil que te digan que te quedes en tu casa; lo mismo ocurrió hace unos meses cuando en medio de la efervescencia de la protesta, los líderes políticos sugirieron una acción de paro cívico y el mensaje fue: “quédate en tu casa por tantas horas”; y así lo hicimos, nos quedamos en nuestros hogares, temerosos de salir por aquello de que la delincuencia aprovechaba para andar a sus anchas. El final fue trágico, pues el paro terminó apagando la calle.

 

 

 

Ahora bien, si ya sabemos cómo se bate el chocolate, si ya sabemos y además estamos padeciendo las consecuencias de no haber participado en las Parlamentarias de 2005; este 10 de diciembre no repitamos el mismo error. No te quedes en casa con la bandera de la abstención, esa sólo nos alienta a lo interno pero no es el camino de la lucha de quienes seguimos sobreviviendo día a día. Quien hoy te pide que te quedes en tu casa, mañana te va tocar la puerta para que votes por él.

 

 

 

Con este CNE, con Tibisay, con estas Fuerzas Armadas, con este Gobierno que va de salida, en 2015 ganamos 113 curules en la Asamblea Nacional, obtuvimos un Parlamento autónomo porque salimos a votar, porque 14 millones de venezolanos ejercieron su derecho y su deber. Con esos mismos personajes vamos a escoger los nuevos alcaldes en Venezuela, y al gobernador del Zulia el 10 de diciembre; pero también  al nuevo Presidente de Venezuela en el 2018, si salimos a votar.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

 

¿Qué pasó el 15 de octubre?

Posted on: octubre 17th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 

¿Qué pasó?. Esa es la pregunta que se hace todo el mundo desde las diez de la noche del pasado domingo 15 de octubre; y cuando digo todo el mundo, me refiero literalmente a todo el mundo.

 

 

 

La incredulidad se apoderó de los venezolanos y de la comunidad internacional después que la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, leyó los resultados con “tendencia irreversible” de las elecciones regionales en las que los candidatos del Psuv obtuvieron 18 gobernaciones; los de la MUD cinco; y una estaba en disputa para ese momento.

 

 

 

Resulta sospechosamente increíble que a pesar de que los innumerables sondeos, realizados en distintas fechas antes de las elecciones, el 80% manifestara su descontento y rechazo al régimen de Nicolás Maduro; y sus candidatos pasaran el examen de admisión.

 

 

 

Tras las lecturas directas y entrelíneas de los resultados, creo que los mismos son la consecuencia de una serie de hechos que no fueron previstos o calculados por la MUD para atacarlos a tiempo.

 

 

 

El primero fue sin duda el abuso del ente electoral, impidió a toda costa la sustitución de candidatos, permitió la instalación de mesas con miembros y testigos accidentales, reubicaron centros electorales horas antes de las elecciones, se hizo la vista gorda con la actuación del Plan República que controlaba quién y cuándo entraban los miembros de mesa, etc.

 

 

 

El segundo hecho, y hay que decirlo por la calle del medio, es que nuestra gente, nuestros hombres y mujeres que a diario sobreviven a la escasez de alimentos, a la falta de medicinas, a la inseguridad, a la compra de dinero en efectivo; en fin, a la peor crisis de la historia de Venezuela, no salió a votar. Usted que me está leyendo sí lo hizo, pero quizás no.

 

 

En las elecciones del pasado domingo participó un 61% de electores; mientras que en las Parlamentarias del 2015 la participación fue del 74 %, y en 2013 cuando Nicolás ganó pírricamente, participo el 79% del electorado. Como vemos, no todos los que se necesitaban para lograr los resultados que auguraban las encuestas, votaron el 15 de octubre.

 

 

 

La tercera razón que valdría la pena analizar radica en los candidatos de la MUD escogidos en primarias. Internamente las organizaciones políticas se pusieron de acuerdo por un fin común: salir de la pesadilla de Maduro, y avanzar hacia el cambio, pero en el camino algunos se desviaron y como dicen por allí, “jugaron para atrás”.

 

 

 

Está claro que para enfrentar y derrotar al régimen, la Unidad sincera es indispensable; pero hay algunos personajes que se resisten a asumir ese compromiso.

 

 

 

En mi artículo de la semana pasada lo advertí, “Encuestas no empreñan, vota”. Hoy  tenemos unos resultados con sabor amargo y cinco gobernadores y gobernadoras que tendrán que estar al frente de las circunstancias y llevar en sus hombros la responsabilidad de brindarles a sus ciudadanos lo que este nefasto régimen no cumplió.

 

 

 

Tomen nota para que no pase lo mismo en el venidero proceso de alcaldías. Como en el béisbol si no haces carreras, te las hacen, y este juego no termina hasta diciembre de 2018.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

Encuestas no empreñan, vota

Posted on: octubre 11th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Entramos en la recta final. El próximo domingo 15 de octubre los venezolanos tenemos una cita más en la lucha por el Cambio en Venezuela.

 

Quizás usted apreciado lector ya esté saturado de los números con los que cuenta la Unidad; todos los estudios de opinión, menos el de Hinterlaces, indican que el régimen resultará severamente castigado; y no es para menos ya que sin lugar a duda puso a los venezolanos a pasar hambre, miseria y a morir de mengua por falta de medicinas.

 

 

 

El tema del hambre es desgarrador y sin precedente en la historia de Venezuela. Resulta increíble y difícil de aceptar, saber que seis de cada diez venezolanos comen dos o menos veces al día; y a veces ni comen. Esto, sin duda, es una de las principales razones para ir a votar.

 

 

 

Para que no sea en vano la lucha en la que fueron brutalmente reprimidos millones de venezolanos durante cuatro meses ininterrumpidos, y asesinados 120 jóvenes como David Vallenilla, Armando Cañizales, Neomar Lander, Paúl Moreno; y las otras 116 víctimas que no nombro por cuestión de espacio, pero que están presentes; hay que ir a votar.

 

 

 

La tercera razón, de las miles que hay, por la que debemos salir a votar el 15 de octubre, y seguro estoy que usted también lo hará, es por nuestro futuro. No hay mejor país en el mundo que Venezuela; fue en ella donde nos graduamos, donde seguimos trabajando y seguimos luchando con el alma y nuestras fuerzas para recuperarla; pero como deseos no preñan; además de votar, se tiene y se debe defender el voto.

 

 

 

En el 2007 la voluntad de todos y cada uno de los venezolanos que participaron en la enmienda constitucional del 2007, fue defendida; lo mismo ocurrió en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015; donde la Unidad ganó 113 diputados; cuando las encuestas más alentadoras apuntaban a que serían entre 70 y 80.

 

 

 

Con toda la responsabilidad del caso, hoy podemos decir que el próximo domingo, la Unidad ganará entre 17 y 19 gobernaciones; mientras que el Psuv sólo obtendría siete o cinco; lo que se traduciría en el segundo peor momento para el partido de Gobierno; sobre todo después de los supuestos ocho millones de votos que obtuvieron en la elección de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente hace dos meses y medio.

 

 

 

Como deseos no empreñan; y encuestas tampoco, el verdadero resultado está en la participación y en el compromiso de defensa de la voluntad de cada venezolano que acudirá a las urnas electorales con la esperanza y la convicción de lograr el Cambio. El triunfalismo en base a encuestas es dañino; la elección se gana con participación.

 

 

 

Hay que animar al que todavía tiene el cassette en su cabeza de la abstención, hay que movilizar y ayudar en el traslado a quien no puede llegar al centro electoral, ofrézcase como voluntario para ser testigo o miembro de mesa; vote por la tarjeta donde esté la cara del candidato; si todo esto se cumple al pie de la letra, no tenga duda que el Cambio se logrará.

 

 

Como dice la letra del jingle de esta contienda electoral de la Unidad: “Somos un pueblo que nadie domina, desde hace tiempo somos mayoría (…) Vota en protesta. Si vas a votar ganamos la partida”.

 

 

La peor diligencia es la que no se hace, y en tiempos como los que vivimos es mucho peor; por eso cierro este artículo con una frase que hace unos día me dijo la señora Amelia y que no deja de retumbar en mi cabeza: “dejar de  votar no tiene perdón de Dios”.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

¿Y por qué no las regionales?

Posted on: agosto 8th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 

Inicio estas líneas con una experiencia que viví este fin de semana. Me tomé con mi familia y amigos unos días; nos fuimos a los llanos venezolanos, específicamente al estado Barinas, cuna del fallecido presidente Hugo Chávez, del que por cierto, no hay el más mínimo recuerdo.

 

 

 

En Barinas navegamos, hicimos rafting en dos en los caudales de dos ríos que nacen en los picos andinos, algo único e inigualable que reconforta, que nos pone en contacto directo con la majestuosidad y grandeza de este país, y por su puesto nos llena de fuerzas, esperanzas y un sinfín de motivos para seguir luchando por Venezuela.

 

 

 

Cuando nos conducían del pueblo de Acequias hacia el sitio exacto para navegar, y nos adentrábamos en las montañas, como era de esperarse, el tema principal de las 25 personas que participaríamos de la actividad recreativa, fue las benditas elecciones regionales. Sólo tres, incluyéndome, de los 25, opinamos que tenemos que ir al proceso; mientras que los otros 22 compañeros se dedicaron a lapidar a la MUD.

 

 

 

Recuerdo comentarios como: “¿Para qué vamos a participar, para que nos roben nuevamente y Tibisay vuelva anunciar a la media noche que ellos obtuvieron más o menos gobernaciones que nosotros?. También decían “los políticos lo único que piensan es en sus negocios, llegar al poder y nos les importa la muerte de más de 100 jóvenes en estas protestas”.

 

 

 

Cada argumento más sustentado que el otro y expresado con mucha vehemencia; todos parecían analistas políticos con su verdad, vaya tarea tan difícil convencerlos de lo que yo considero que debemos hacer: participar en las regionales.

 

 

 

Allí estábamos, los tres contra 22, un debate desigual en número pero había que darlo antes de llegar al río, nuestros argumentos se basaron, primero, en defender la calle como acción principal, es en la calle donde hemos demostrado al régimen y al mundo que somos una gran mayoría y con una fuerza inquebrantable; hasta en los pueblitos del llano como Acequias han salido manifestar, no nos hemos enterado porque no hay medios que lo reseñen.

 

 

 

El segundo argumento expuesto fue la presión internacional que han emprendido nuestros políticos en el exilio, nuestros compatriotas regados por el mundo; y las esposas de los presos y perseguidos políticos del régimen, gracias a todos estos esfuerzos hoy más países están más pendientes de Venezuela y actuando en la medida de sus posibilidades para contribuir en la lucha por la democracia en el país.

 

 

 

Finalmente el tercer y más emblemático argumento fue, el deber y el derecho a votar;  si no lo hacemos nosotros, el régimen con el pírrico y escuálido apoyo que les queda,  volverán hacer lo que hicieron con la elección de la Constituyente. Ellos juegan a que no nos inscribamos, juegan a desmoralizarnos; si no participamos ellos se siguen quedando con el país, pues las elecciones las van hacer truene o relampaguee.

 

 

 

En aquellas majestuosas montañas de los inigualables llanos venezolanos me tocó recordarle a mis compañeros de rafting que si nos inscribimos le ganamos la mayoría de las gobernaciones, como ocurrió en el 2015 con la Asamblea Nacional, donde obtuvimos 113 curules, cuando las proyecciones más optimistas apuntaban a que serían 80. Contra la soberanía del pueblo no puede nada, ni nadie.

 

 

 

Soy de los que cree que es mejor correr que quedarse sentado viendo la carrera, eso sí, tenemos que escoger a los mejores hombres y mujeres a través de las Primarias para ir unidos y blindados a esas elecciones regionales, de las que hasta el momento y según un reciente estudio de una firma extranjera de inversiones, la oposición ganaría 18 de las 23 gobernaciones.

 

 

 

Entonces, ¿Por qué no las regionales?

 

 

 Edward Rodríguez

@edwardr74