Frente Amplio con agenda

Posted on: septiembre 25th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Los triunfos y derrotas electorales en Venezuela han marcado por dos décadas a la oposición que, con aciertos y errores, ha ido enfrentado al régimen Chávez – Maduro desde 1998.

 

 

 

Hoy llegó una vez más la hora de comenzar a ceder y darle paso a una agenda unitaria que alcance objetivos comunes que permita la construcción de un “pacto” como lo llama el Frente Amplio para salvar a Venezuela, eso se haría con un acuerdo de políticas públicas, tema sobre el que leí la semana pasada en la Propuesta Metodológica de esta organización conformada por muchos rostros, y que tendría como objetivo sostenerse en el tiempo, reducir la incertidumbre y regresarnos la calidad de vida y oportunidades que antes teníamos.

 

 

 

 

Durante estos 20 años de la llamada “Revolución del siglo XXI”, el régimen se vanagloriaba por diseñar planes, proyectos, modelos y cuanta cosa “innovadora”, según ellos, que se les iba ocurriendo a sus “pensadores”, pero al parecer las neuronas se les quemaron con el Plan de la Patria y las comunas; pues ahora sólo se enfocan en la redacción de una nueva Constitución con la que buscan perpetuarse en el poder.

 

 

 

Ante este panorama, aplaudo y le doy un voto de confianza al Frente Amplio cuando propone el desarrollo de un “acuerdo de políticas públicas” para al menos 20 años, que incluya reformas o convenios en las áreas educativa, salud y producción; que también se organicen equipos e instancias en doce áreas fundamentales como la económica, la social, el sistema educativo, la salud pública, la justicia y los medios de comunicación, lo que implica la racionalización del sistema de medios públicos usados como herramientas propagandísticas.

 

 

 

 

Ahora bien, esa proclama del 24 de septiembre no puede quedar sólo en palabras y unas fotos bonitas de los asistentes al Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), no se puede cometer el mismo error una y otra vez; esa propuesta debe correr por las carreteras maltrechas de nuestro país, debe llegar a los pueblos y caseríos, a los trabajadores, desempleados, pensionados y hasta a los bonificados del gobierno quienes  deben saber que hay un futuro más allá de una limosna depositada en el “monedero”.

 

 

 

A los dirigentes de la oposición les toca ponerse de acuerdo, dejar la retórica, los golpes de pecho ante las cámaras de TV, los discursos vacíos o incendiarios y asumir una sola agenda y es la que plantea el Frente Amplio por el momento.

 

 

 

A los ciudadanos nos toca también unirnos, salir del confort de las Redes Sociales en donde se acribilla a quien sea y se desbarata cualquier propuesta de lucha; nada nos gusta, nada nos convence, nada nos parece; pero todos queremos que los demás nos solucionen este problemita mientras imponemos nuestra opinión desde la comodidad de la casa, la oficina o el club.

 

 

 

En la mesa está la propuesta y la agenda del Frente Amplio; dejemos de ser mirones de palo, activémonos porque Venezuela vale esta y todas las luchas.

 

 

 

No dejes que la intolerancia se apodere de ti.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

Morral de ausentismo escolar

Posted on: septiembre 18th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Llevo varios meses tratando de escribir sobre los populares “morrales tricolor” que regaló el gobierno a niños, niñas y jóvenes de la patria en condición escolar; uno va por la calle y de pronto ve que una madre carga en su espalda el morral, un obrero lo lleva para guardar su muda de ropa, un indigente lo carga para guardar lo que recoge de la calle, un vigilante lo usa para guardar su uniforme; en fin, una gran parte de la población venezolana carga a cuestas el morral que almacena la pobreza que se refleja en los rostros de sus usuarios.

 

 

 

Uno que otro alumno aún conserva el bolso, pues seguramente sus padres lo tomaron prestado por tiempo indefinido, pero quienes sí se beneficiaron del “morral tricolor” fueron el importador o fabricante de los millones de piezas esparcidas en todo el territorio nacional y hasta internacional, porque también los hemos visto cruzar las fronteras en la diáspora.

 

 

 

Este lunes 17 de septiembre inició el año escolar 2108-2019, los grandes ausentes fueron los niños y los morrales “bussines”. A diario me encuentro  con más padres y representantes que me comentan que aún no han inscrito a sus hijos por falta de dinero, que no les han comprado los útiles ni mucho menos un par de zapatos. Ir a clases era alegría para los niños, pues ese primer día estrenarían pantalón (o falda), camisa, zapato, morral y útiles;  eso quedó en la historia y en el recuerdo hasta el período de Chávez y toda la Cuarta república.

 

 

 

La miseria de un gobierno como el venezolano cuyo mandatario, de regreso de su visita a China se dio un banquete en uno de los restaurantes de alta categoría mundial en Turquía como el de Nusr- Et Sandel Bedesteni, quedará para la posteridad. Eso es lo que muchos llamarían “pornografía del poder”: buenos restaurantes, buen reloj, disfrute de un habano; esto es como la tos: no se puede ocultar.

 

 

 

Señor Nicolás, tome nota, por citar unas cifras serias le doy estas que ofreció Gualberto Mas y Rubi, aguerrido defensor de los derechos de los maestros, secretario general de Fetramagisterio y del Sindicato Único del Magisterio, en 153 planteles en el Zulia sólo asistieron 232 alumnos, o sea, 97% de ausentismo escolar; y esto es sólo una muestra de un estudio realizado el mismo día de regreso a clases.

 

 

 

¿La razón? Infinitas: los padres no tienen cómo comprarles el uniforme a los muchachos, mucho menos los útiles escolares, tampoco tienen para darles la merienda, los maestros no tienen efectivo para el pasaje, tampoco tienen para un bocado de comida, y a los dependientes de la Gobernación del Zulia por ejemplo, no les han pagado desde el 8 de septiembre cuando les depositaron la última quincena de agosto.

 

 

 

Según el recién nombrado, por segunda vez, ministro de Educación, Aristóbulo Isturiz, la matrícula de prescolar y primaria es de siete millones y medio de estudiantes; en Zulia sería de 450 mil, pero si sólo asistieron 232 alumnos a 153 escuelas, algo grave está pasando.

 

 

 

A estas cifras que alarman, hay que sumarle las ofrecidas por Susana Raffalli  en un tuit, la cual refleja que 4.444 alumnos (Fe y Alegría), han visto partir a sus padres, 3.500 maestros han renunciado (AVEC), 400 escuelas privadas cerrarán sus puertas (ANDIEP) en el 2018; y en las escuelas de Fe y Alegría menos del 50% de la matrícula escolar del 2017 se han inscritos.

 

 

 

En resumen, podemos concluir que vivimos un ausentismo escolar histórico y sin precedentes. En Venezuela la educación que fue de primera y competitiva de la que gocé y me formé, hoy está a punto de fallecer, el modelo socialista implantado ha fracasado y de no revertirse se llevará por delante dos generaciones de venezolanos que no serán los que hoy salen en manada emigrando a otros países con un título bajo el brazo.

 

 

 

El morral del ausentismo escolar tiene un origen, el “hombre nuevo” ha llegado para quedarse sin estudios, sin alimentos y sin oportunidades.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

Aporofobia por venezolanos emigrantes

Posted on: agosto 21st, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Aporofobia, del griego Attopoc significa “sin recurso, indigente, pobres, miedo hacia la pobreza y hacia las personas pobres”, en resumen: repugnancia y hostilidad hacia las personas en esta condición. El término fue incluido en mayo del 2017 en el diccionario de la Real Academia Española y además fue elegido como palabra del año por la Fundación Español Urgente.

 

 

 

Esta semana escribo sobre la “Aporofobia”, después de una larga conversación que sostuve días atrás con un psiquiatra amigo que viene estudiando el comportamiento de los vecinos países con nuestros emigrantes; lo que veíamos y escuchábamos hace apenas un año o meses atrás sobre acciones solidarias quedó en el pasado; pues hoy comenzamos a escuchar solicitudes de más requisitos para entrar a esas naciones hermanas, ¿la finalidad?, frenar la emigración venezolana producto de la bestial crisis económica, política y social por la que atraviesa el país.

 

 

 

Quienes decidieron emigrar sólo llevan un morral de sueños y una condición de pobreza que no es permanente sino una situación indeseable e injusta; ahora bien, no se trata de generalizar, pero vemos con mucha preocupación y hasta tristeza, que en algunos países suramericanos se está construyendo una imagen de los venezolanos que los relaciona con personas pobres y por ende delincuentes.

 

 

 

A pesar de que ciertamente un gran porcentaje de los que emigran no se van con estabilidad económica, eso no significa que sean pobres, indigentes, y mucho menos delincuentes; no se puede generalizar ni estigmatizar a quienes atraviesan por esta condición momentánea e inducida por un régimen que sumió y quebró a un país próspero como Venezuela.

 

 

 

Hasta hace poco, los panameños, por citar un ejemplo, se desvivían por recibir venezolanos para que invirtieran en su país; pero después iniciaron una política de control de entrada que hasta visa americana se requiere para ingresar.

 

 

 

El hecho de emigrar no es fácil, pero la realidad apunta a que cada día serán miles los que se irán del país en busca de paz, tranquilidad, oportunidades y futuro; eso mismo que Venezuela durante décadas le ofreció a colombianos, peruanos, chilenos, uruguayos, argentinos, españoles, italianos, etc.

 

 

 

 

Venezuela fue un país esplendido que abrió sus puertas sin miramientos, que les bridó tanto apoyo que hasta dinero les daba cuando llegaban a nuestras tierras con una mano adelante y otra atrás; hoy les agradecemos el aporte a nuestra cultura, pero no deben olvidar el apoyo incondicional que se les dio cuando salieron de sus tierras con un morral de sueños y con la esperanza de encontrar un mejor porvenir para sus familias.

 

 

 

En el más reciente estudio de Consultores 21, la diáspora venezolana representa hoy en día 5.5 millones de venezolanos del 17% de la población proyectada para el 2018; el 77% se va por la situación económica.

 

 

 

El 37% de las familias venezolanas tiene un miembro que ya emigró, pero lo curioso es que antes la emigración ocurría en mayor proporción en personas con tendencia opositora, sin embargo; ahora es similar el flujo de escape de Venezuela de personas chavista o madurista, estos últimos ideológicamente derrotados por el hambre y la falta de oportunidades.

 

 

 

El éxodo es una realidad y por los vientos que soplan se incrementará con el pasar de los días porque es una cuestión de supervivencia; pero es injusto y repudiable que esos millones de venezolanos que huyen del régimen, sean blanco de la Aporofobia, que jamás se pensó, y mucho menos se desarrolló contra miles de extranjeros que llegaron a Venezuela pidiendo una mano amiga, la misma que hoy se les pide a ellos.

 

 

 

La Aporofobia no construye, sino que destruye.

 

 

Edward Rodríguez

@edwradr74

 

Transferencia, efectivo e hiperinflación

Posted on: julio 10th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La fórmula de la aniquilación del bolsillo de los venezolanos: transferencia, efectivo e hiperinflación. Estos tres elementos  hoy en día la mayoría los domina con dolor pero a la perfección en un país como Venezuela, reconocida por su riqueza petrolera, por su desarrollo, por su empuje en Latinoamérica. Nos metieron en el fango y ahora pobres y ricos sufren por igual.
 

 

 

Vivimos en un país de “transferencias”, pero aún con una pizca de confianza; resulta que si usted va comprar algo en un supermercado, en un restaurante o  en una tienda de repuestos, la operación dependerá de si el punto electrónico funciona, o de si no se han robado los cables de Cantv para que haya internet, o de si al que baja el suiche en Corpoelec no se le ha olvidado subirlo para que haya electricidad en donde usted esté haciendo su compra. Si alguno falla, olvídese que podrá pagar; sin embargo, si corre con la bendición de  tener un teléfono inteligente o mejor, un familiar o amigo en casa o en la oficina que tenga luz e internet, tiene la opción de cancelar vía “transferencia”, a la que se le debe hacer foto para enseñarla al encargado del sitio donde esté adquiriendo un producto o servicio.

 

 

 

 

La semana pasada estuve en el golfo de Cariaco, exactamente en la península de Araya, en el oriente de Venezuela, allí hasta el servicio de tostones con queso debe cancelarlo con  transferencia, si no tiene un teléfono inteligente y la confianza del vendedor olvídese que puede comerse o ingerir lo que desea. Aquellos heladeros de playa o vendedores de mazorcas que negociaban en efectivo quedó en el recuerdo; hoy en día pagas en transferencia o no hay producto.

 

 

 

 

El otro drama antes de llegar a la “política económica de la transferencia”, es la falta de efectivo, aunque llegara a tener todos los bolívares en billete en su poder no le alcanzaría para pagar una cuenta de supermercado; así que el dinero en efectivo sólo se usa para echar gasolina o pagar el transporte público; mientras que los chinos hoy pagan todo con chip o por el teléfono nosotros estamos en un atraso inimaginable hasta que se vive en carne propia.

 

 

 

 

 

Debo confesar que pensé que la falta del efectivo y el negocio que las mafias, a las que no combate el Gobierno valga la acotación, era sólo en el Zulia pero ya veo que es toda Venezuela; la compra de dinero en efectivo cuesta 300%; para tener un billete de 100 Bs. tiene que pagarle a los mafiosos 300 Bs; en total debe transferirle 400 Bs. Esto es una locura ambulante, los únicos que no se dan cuenta porque miran para el otro lado, son los inquilinos de Miraflores y los que votaron por Nicolás en el circo electoral del 20 de mayo.

 

 

 

 

Cuando va un mercado y compra en efectivo el producto le cuesta tres veces menos, por ejemplo un cartón de huevos por punto o transferencia cuesta cinco millones de bolívares; pero en efectivo cuesta un millón de bolívares; y así pasa con cada producto de la cesta básica. No soy economista ni pretendo serlo, pero sí soy un venezolano que vive en carne propia lo que en este artículo de opinión planteo sin mucho tecnicismo  y que hasta los abuelitos dominan a la perfección; la hiperinflación

 

 

 

Es tan galopante la hiperinflación que hoy puede pagar por una compota 400 mil bolívares y mañana un millón 200 mil bolívares, un paquete de harina PAN en dos millones de bolívares, un refresco en tres millones, una margarina en dos millones 500 mil bolívares, un libro para el colegio de tus hijos en 20 millones de bolívares, o una copia en 100 mil bolívares; ya ni con ni con guías o libros fotocopiados se puede estudiar.
 

 

 

Lo peor de todo esto es que si hoy no compra lo que necesita, mañana corre el riesgo que el producto aumente de manera sorprendente, según The Spectator Index Venezuela está en el primer lugar en el 2018 con una inflación que alcanzará el 12.615%; Turquía 12%, Alemania 1.8%, Francia 1.9%, Italia 1.2% y Japón 1%; con estos números se ratifica que vamos por el peor camino. El economista y diputado José Guerra hace referencia a que este año la inflación llegará a 100.000%, la acumulada ya va por 46.000%.

 

 

 

Con razón la gente no está pendiente de protestar sino de  seguir sobreviviendo sin efectivo, con transferencia e hiperinflación. Qué tragedia la que vivimos.

 

 

 

Lo que falta es que el ministro de economía tome como medida hacer misas todos los meses para pedirle a Dios que baje la inflación; así como hizo el ministro de petróleo para pedir que aumente la producción petrolera.

 

 

 

 

Edward Rodríguez 

@edwardr74

 

 

 

México perdió

Posted on: julio 3rd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

En menos de 48 horas México perdió “sin querer queriendo”. El lunes ante Brasil en el Mundial de fútbol Rusia 2018; y el domingo con la llegada del izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia.

 

 

 

El proceso electoral mexicano arrojó los resultados que venían reflejando los diversos estudios de opinión durante los 90 días que duró la campaña: una amplia e inalcanzable ventaja de López Obrador sobre sus tres contrincantes. Con un 53% de votos logró la victoria este 1 de julio en unas elecciones consideradas “históricas” en el país azteca; ni que se hubieran unido y sumado los votos de los otros aspirantes, Meade; Anaya y Rodríguez podían frenar al candidato del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

 

 

¿Qué ocurrió?, lo mismo que sucedió en Venezuela en 1998. Sin duda, un agotamiento de los partidos tradicionales en el poder, hastío del bipartidismo, hartazgo y decepción del pueblo; corrupción; una pésima gestión de Enrique Peña Nieto, un Partido Revolucionario Institucional (PRI) anclado en la dinastía, y la violencia reinante llevaron al elector a votar en contra de un sistema con muchas fallas, pero paradójicamente ampliamente conocido en el marco democrático.

 

 

 

Por primera vez la izquierda gobierna en México, AMLO quien aspiraba a la presidencia por tercera vez, aprendió de sus errores, manejó la cautela en el discurso, desde el primer spot de campaña se apartó de las palabras dictadura, Chávez, Venezuela y expropiación. Mientras que los otros candidatos se asfixiaron en descalificaciones, vagas propuestas de cambio, lo que hizo que el tabasqueño se les colara sin inconveniente.

 

 

 

¿Quién ganó? Evidentemente el sentimiento que despertó “AMlove” y un partido recién creado para ganarse la confianza y el voto de millones de mexicanos, tal como ocurrió con Hugo Chávez en 1998; a quien, recordemos, apoyaron empresarios y dueños de medios de comunicación como Miguel Enrique Otero (dueño del diario El Nacional), cuyo respaldo fue abierto, público y notorio, y después la misma revolución se lo comió con el pasar del tiempo y hoy vive en el destierro. Con AMLO sucede lo mismo, empresarios y dueños de medios sucumben a su discurso “hipnotizante”.

 

 

 

Sin ser nosotros, los venezolanos, del futuro, podemos decir que México perdió; sólo los hechos y el tiempo nos darán la razón. En algún momento los hermanos mexicanos escucharán sobre la reelección indefinida, cambio de leyes, poder para el pueblo, fuera los yanqui, viva la revolución, etc, etc.

 

 

Nosotros que ya lo vivimos y lo seguimos viviendo, sentimos que no hay peor remedio que la enfermedad, la izquierda nos ha enseñado que no sirve para gobernar, que destruye y acaba con todo lo que está en el camino, que para lo único que funciona es para las campañas electorales. A quién no le va gustar que le digan: “vas a tener poder” sin tenerlo (en el caso del pueblo, sobre todo los más desposeídos), a quién no le gusta que le digan que le van solucionar todos los problemas, a quién no le gusta que le digan vamos a cambiar. Pues definitivamente a todos.

 

 

 

 

El otro detalle del porqué considero que México perdió se debe al equipo que rodea al Presidente electo, no sé si son resentidos del poder, pero lo que sí está claro es que se muestran identificados con los mismos íconos de la “revolución bolivariana”: idolatría por Fidel, Chávez, discurso de inclusión, promesas de producción interna, etc, etc.

 

 

 

Mientras esa historia apenas comienza, le digo a los amigos mexicanos que tengan en cuenta siempre que sí se puede estar peor; por el momento no hay a la vista un ambiente militarista, pero espérense tantito que eso también les viene, “sin querer queriendo”.

 

 

 

México perdió.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

El Periodismo es anti poder

Posted on: junio 26th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Les confieso que me debatía entre escribir sobre las nuevas sanciones de la Unión Europea a funcionarios del Gobierno de Nicolás que hoy viven más presos que libres y aunque tengan guardaespaldas y poder no pueden salir del territorio nacional, eso por lo menos a unos, por no decir que a la mayoría, les entra un fresquito, y a ellos, o sea, a los sancionados, una preocupación; el poder no es para siempre, se acaba en un abrir y cerrar de ojos; o escribir sobre el periodista, por celebrarse su día en Venezuela este 27 de junio.

 

 

 

Opté por escribir sobre nuestra profesión, esa profesión que se lleva en las venas, el  corazón y el cerebro. Tres elementos que no pueden faltar para ser un buen periodista.

 

 

 

Ya con 20 años de ejercicio en el periodismo, pero hoy dedicado a la consultoría política, al marketing político, puedo decir que el periodismo siempre está sembrado en uno y sólo se es periodista desde el momento que comienzas a vivirlo, a soñarlo, a trabajarlo intensamente desde una sala de redacción, desde la calle, desde investigación y la denuncia. Cada quien en su fuente desarrolla esta labor de vida, en el deporte, en la farándula, en la publicidad,  en las redes o en cualquier otra área que tenga implícita la palabra comunicación.

 

 

 

“Vivimos para contar”, decía mi padre, un periodista empírico; de allí surgió subjetivamente en mí esa esencia que hoy desarrollo.  Hoy podemos decir que en Venezuela nuestra profesión ha estado a prueba de todo, lo primero es que nunca se  abrazó a este gobierno, siempre ha permanecido del lado de los hechos y de los principios democráticos, el periodismo ha superado la barrera de los cierres de medios,  la persecución, el destierro y ha tenido que reinventarse todo el tiempo para seguir sobreviviendo.

 

 

 

La lucha es contra el poder, es la filosofía natural, la esencia; sin embargo, hay que   adaptarse a los nuevos tiempos, adaptarse a nuevos relatos, a una nueva forma de contar las cosas para continuar denunciando ante la opinión pública lo que está mal hecho, la corrupción, la violación de los derechos humanos, entre otros temas. Pero también está en nosotros mostrar la cara del emprendimiento, de la resistencia y lo novedoso.

 

 

 

Hoy gracias a este Gobierno sin escrúpulos y enemigo público de los medios de comunicación que en su haber tiene el cierre de Rctv, de más de 200 emisoras de radio, y de una veintena de periódicos; muchos colegas de primera línea están fuera de nuestras fronteras quizás no haciendo lo que quisieran hacer, pero seguramente pronto lo harán, vaya mis palabras de aliento, para los que siguen en Venezuela el doble de reconocimiento.

 

 

 

Jorge  Ramos, afamado periodista mexicano y presentador de la cadena Univisón, decía que nuestra responsabilidad social como periodista es retar aquellos que están en el poder y prevenir el abuso del poder, eso lo seguimos haciendo cada quien desde su trinchera.  Mario Vargas Llosa  lo define como arena movediza, lo odias pero estás dispuesto a lo que sea por conseguir una noticia, es prácticamente un vicio.

 

 

 

El periodismo responsable siempre tiene consecuencias y el poder nunca sonríe a esto pues sabe que ante una prensa libre deben dormir como los presos: con un ojo abierto y el otro cerrado; así duermen en Miraflores.

 

 

 

Sin duda, el periodismo es el “mejor oficio del mundo” como decía Gabriel García Márquez. El periodismo es anti poder por naturaleza.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

 

Del discurso a la acción

Posted on: mayo 30th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Acción. No hay más tiempo que perder, pasemos al siguiente nivel, ya nos leímos y sabemos de memoria el “manual de instrucciones”, es momento de proceder.

 

 

 

La misión urgente que tiene el Frente Amplio por Venezuela es asumir las riendas no sólo del discurso y la retórica, sino de la acción pragmática, es decir, ejecutar uno por uno los objetivos de aquel documento presentado en el auditorio de la Universidad Central de Venezuela el 8 de marzo del presente año.

 

 

 

Ya no se trata de refundar la Mesa de la Unidad Democrática, la que presuntamente volverá a dirigir Ramón Guillermo Aveledo, hay que entender que llegó a su fin; aquí de lo que se trata es de no correr más la arruga y plantarse en la coordinación de la transición con el actual gobierno por ser ilegítimo según el desconocimiento que la Asamblea Nacional hizo de los resultados del proceso electoral del 20 de mayo donde Nicolás Maduro resultó “reelecto”.

 

 

 

En el Frente deben estar todos los sectores y líderes de este país con un sólo objetivo: unión por encima de las diferencias, unión para despertar el respeto del pueblo y unión para salir a la calle a protestar nuevamente. Sin este ingrediente es difícil desarrollar la ruta que nos toca transitar en el 2018.

 

 

 

Algunos dirigentes de oposición pareciera que no se han percatado que los venezolanos en la calle no sienten que hubo una “elección presidencial” hace apenas diez días; que no se acuerdan si Nicolás se juramentó. Esa gente de lo que realmente está pendiente es de si le alcanza el sueldo medio kilo de arroz, y con suerte un pollo pequeño.

 

 

 

Es imposible que en estos momentos, en esta situación por la que atraviesa Venezuela, alguien esté tranquilo y feliz en su casa; pero lo que sí es probable y seguro es que esté desinteresado de la política, hastiado de los políticos, de sus discursos; ya no se acuerdan que Henri Falcón desconoció los resultados minutos antes que Tibisay diera las cifras oficiales, ni que Bertucci estuvo en Miraflores con la sonrisa de oreja a oreja “reconociendo” a Maduro como Presidente de Venezuela para seis años más.

 

 

 

El diseño y programación de una agenda común debe ser el segundo objetivo del Frente Amplio, los que están afuera dejen de creerse el cuento que con la ayuda internacional salimos de este desastre y que este año Dios mediante se vienen a comer las hallacas en diciembre; y los que aún quedamos en Venezuela, no crean ese cuento que esto sale solo moviéndonos internamente. Agenda común e interés colectivo, esa es la fórmula.

 

 

 

Leí en una entrevista que le hicieron al Padre José Virtuoso, y coincide con estos puntos que he planteado en este artículo, que enfatiza en la insistencia de destrancar este cuello de botella y dialogar en torno a la transición.

 

 

 

Es urgente volver a dibujar a la oposición de lucha, ahora es que falta acompañamiento al pueblo.

 

 

 

Por encima de los resultados del 20 de mayo está la verdadera realidad, ni los mismos del Gobierno se creen que van poder solucionar todos los problemas, saben sobradamente que ellos son el problema.

 

 

 

En manos de la oposición está la conducción del barco. Pasemos del discurso a la acción.

 

Edward Rodríguez

@edwardr74 

Perdió Nico

Posted on: mayo 22nd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Ni diez, ni ocho millones. Tras una desolada y desértica jornada electoral, el Consejo Nacional Electoral ratificó lo que ya se sabía desde que la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente convocó las elecciones, que Nicolás Maduro había sido reelecto.

 

 

Ni cerca le llegó a la eterna promesa de los “10 millones por el buche”; Nico apenas alcanzó, según Tibisay Lucena, 6.190.612 votos y aunque en el papel resultó ganador; la verdad fue que perdió.

 

 

 

 

Nicolás es un submarino; a “paso de vencedores” ha ido acabando con el legado del Comandante Supremo. En julio del año pasado en las elecciones de Asamblea Nacional Constituyente, que sólo saben ellos cuántos votaron realmente, dijeron que habían obtenido 8.089.320 votos; pero diez meses después consiguen 6.190.612 votos; o sea, perdió 1.898.708 votos.

 

 

 

Pese al ventajismo, al control del Carnet de la Patria, cajas Clap, bonos y puntos rojos; sus votantes no le cumplieron, ¿saben por qué? Sencillo, también viven y sufren en carne propia la peor crisis de la historia de Venezuela. Son insuficientes las dadivas. Esos “votantes duros” con los que contaba el régimen, perdieron el miedo, a los empleados públicos, por ejemplo, ya no les importa perder sus trabajos porque al final la liquidación no les alcanza ni para los pasajes.

 

 

 

Ahora bien, a Nico no sólo le fallaron los rojos de a pie, sino que también lo hicieron los gobernadores y alcaldes. Por sólo citar un caso en Maracaibo el pasado mes de diciembre Willy Casanova, candidato del régimen, ganó la alcaldía con 225.748 votos; pero el 20 de mayo Maduro apenas obtuvo en la capital zuliana 207.918 según lo publicado en la web del CNE el lunes 21; 17.830 votos menos. Esto refleja que ni una elección a la alcaldía ganaría Nicolás.

 

 

 

Pero hay más, si retrocedemos la película y nos remontamos al año 2013 cuando Maduro se enfrentó en las presidenciales con Capriles; Nico logró 7.587.579 votos; pero el pasado domingo consiguió 6.190.612 votos, es decir, 1.396.967 menos para el buche; como vemos, el “Presidente obrero” sigue restando.

 

 

 

Los números no mienten y la calculadora sólo resta cada año más, las razones todos las sabemos y las vivimos, si algo tendrían que analizar en el partido de gobierno es que así como van no llegarán al 2025, afortunadamente. El hambre, miseria, hiperinflación, diáspora y relaciones internacionales lo están dejando en evidencia.

 

 

 

Hoy más que nunca se ratifica que, aunque usted no lo crea, el chavismo, madurismo, cabellismo y todos aquellos apellidos que quieren abrogarse ser la cabeza de la “Revolución” en Venezuela tienen sus días contados.

 

 

 

Por supuesto que no se van caer solos, pero que les quede claro que los hechos históricos no se repiten de igual forma, “El caracazo” del hambre que ocurrió en la Cuarta República, y del que tanto hablan, siempre les estará roncando en la patica de la oreja.

 

 

 

No creo que después de esta “pírrica” victoria, como diría Chávez, vayan a cambiar el timón, por eso creo que es momento de reunificar a la oposición, es momento de una verdadera y sincera Unidad. Hay que superar las diferencias y construir una sola ruta; como decía el cantautor del pueblo Alí Primera “si la lucha se dispersa no habrá victoria en el combate”.

 

 

Seguramente usted estimado lector, tampoco cree que Nico tenga seis millones de votos, yo tampoco lo creo, lo cierto es que tan malos fueron esos resultados que no le dieron tiempo a la comadre Tibi para depravarse y llevarlo a los prometidos “10 millones por el buche”; creo unos “camaradas” se plantaron y lo impidieron; ya lo sabremos algún día.

 

 

Tibisay se depravó y debe renunciar.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

Candidato único, un sólo desastre

Posted on: febrero 27th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

El 27 de febrero de 1989, hace exactamente 29 años ocurrió en Venezuela el “Caracazo”, un hecho sin precedentes en el país hasta ese momento; producto del hambre y el desespero de los venezolanos ante una crisis económica inferior a la que padecemos hoy que es el resultado del fracaso de la llamada “revolución” liderada por el fallecido Presidente Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro tras su deceso hace cinco años.

 

 

Tres décadas después, este 27 de febrero de 2018, Nicolás inscribirá su candidatura para reelegirse como Presidente de la República; sin duda alguna obtendrá la victoria, pues es el único aspirante en la contienda, los demás, léase Henri Falcón; el pastor evangélico, Javier Bertucci; son los “tontos útiles” que necesita el gobierno para darle el carácter legal a la fraudulenta elección del próximo 22 de abril.

 

 

¿Qué hizo Nicolás en estos cinco años?  Nos llevó al nivel más bajo al que un gobernante puede conducir a un país en materia económica y social: la pobreza extrema. Según el último estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) “ENCOVI 2017”, la pobreza extrema alcanzó el año pasado el 61,2 % cuando en el 2014 estaba en el 23,6%.

 

 

A pesar de las limosnas convertidas en misiones, bonos o cuanto nombre se le ocurra, para controlar o comprar a gran parte de la población, el estudio de la UCAB da cuenta que el 56,9% no las recibió, ni las recibirá, agregaría yo; mientras que el 42,8% recibió sólo algunas. Ninguno de estos pírricos “beneficios”, ni la caja Clap, ni mucho menos el carnet de la patria, han detenido la carrera hacia la pobreza extrema, pues la inflación galopante, paradójicamente, se crece con cada medida económica ejecutada por el Gobierno.

 

 

El candidato único que aspira a reelegirse como primer Mandatario de Venezuela, en lo económico avanzó en la destrucción del sector empresarial, basta con transitar un kilómetro por alguna vía principal de cualquier ciudad del país para que note la cantidad de negocios cerrados, pues el sistema los mató; también puede darse una vuelta por cualquier zona industrial para ver que hoy son cementerios industriales.

 

 

Los centros comerciales están convertidos en espacios para ver y no comprar, con precios exorbitantes e inalcanzables; el parque automotor, indicador del progreso de un país, está pasando aceite: un gran porcentaje de concesionarios cerrados, modelos viejos de vehículos, y un creciente museo automotriz, pues carro que se daña, carro que se para porque evidentemente tampoco hay repuestos.

 

 

Estos son sólo algunos de los logros del Presidente-candidato, a esto se le suma las del sector salud, inseguridad, y la más palpables de todas: la crisis humanitaria que con el pasar de las horas se agudiza, aunque el ahora canciller Jorge Arreaza haya tenido la desfachatez de negarla en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tal como lo hizo en su momento, Delcy Eloína Rodríguez.

 

 

Como vemos, es ampliamente conocida la gestión de Nicolás y la devastación que ha originado y que su entorno insiste en negar porque cuando se vive o se está en el cogollo es difícil detectar las necesidades y carencias de los demás, en este caso, de casi 30 millones de venezolanos.

 

 

La guinda que le faltaba al pastel la puso Oscar Figuera, secretario del Partido Comunista de Venezuela (PCV) este lunes cuando le pidió a Maduro que en su reelección ejecute la nacionalización de la banca e industrias. Ante esta bárbara solicitud uno se pregunta: ¿este señor recién llegó de la isla?, ¿no se dio cuenta que  en 19 años de ejercicio de la “revolución”, por citar un ejemplo, compraron el Banco Venezuela, empresas de pañales, de leche, supermercados, etc, y los llevaron al estricote?.

 

 

Personas como Figuera plantea ideas recalcitrantes y siguen siendo parte de la comparsa, la idiotez a la máxima expresión, ni gobierno han sido, y mucho menos han tenido incidencia, pero  prefieren seguir en el papel que es mejor que le pasen y le mojen la manito así sea en campaña.

 

 

Lo peor es que están convencidos que el desastre es el mejor camino, nos falta ver mucha agua correr y gente morir en esta Venezuela que está en terapia intensiva, y con un pronóstico nada reservado: un solo candidato y un solo desastre.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74

 

 

 

 

Macrabro mensaje a García

Posted on: enero 23rd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

A una semana de la “Masacre de El Junquito”, de los hechos posteriores, declaraciones oficiales, retraso en la entrega de los cuerpos de Oscar Pérez y compañeros, y la violación al derecho que tenían sus familiares de darles sepultura cuando quisieran, donde quisieran y como quisieran, no cabe duda que el régimen, con estas acciones, envió un macabro y claro mensaje a todo aquel que intente sublevarse o ponga en juego la dictadura.

 

 

 

Recordaba el famoso texto de auto superación escrito por Elbert Hubbard en 1899, en el cual relataba la anécdota del soldado Rowan cuando lo llamó el Presidente de los EEUU de ese entonces y le hizo entrega de una carta y la orden de llevarla a García, sin dar detalles de dónde y cómo ubicarlo. El soldado tomó el papel, arrancó para Cuba, se internó en la sierra, localizó a García, líder de los insurgentes españoles, y le entregó el mensaje. Logró el objetivo y apareció tres semanas después al otro extremo de la isla con la misión cumplida.

 

 

 

Seguramente debe haber muchas historias de Rowan en la entrega del mensaje a García.

 

 

 

 

Ahora bien, tropicalizando un poco este hecho histórico, no vacilé ni un momento en pensar que lo sucedido el pasado 15 de enero del presente año y lo ocurrido con Oscar Pérez se trata un macabro mensaje a García, y no precisamente de auto superación sino de “candelita que se prenda, candelita que se apaga”.

 

 

 

El régimen pretende intimidar o neutralizar lo que pudiera estarse gestando dentro de los cuerpos de seguridad y el ala militar, un descontento generalizado que provoca el hambre, la escasez y esta locura económica que los sueldos miserables no alcanzan ya ni para cubrir la alimentación de una semana.

 

 

Hay un cultivo de desesperación en cada estrato de la sociedad venezolana, sin excepción, y el régimen sabe que una de las formas de frenarlo es ejecutando acciones que le suben el costo político, pero aguas abajo lo que realmente buscan es generar y transmitir miedo en sectores de poder.

 

 

 

Si un piloto con un helicóptero y tres compañeros con una acción específica incomodó al régimen, y vaya de qué manera; no quieren arriesgarse a que exista la posibilidad de que otros con más conocimientos y responsabilidades bélicas pudieran optar por la misma ruta. A buen entendedor pocas palabras, quien se atreva vivirá lo mismo que Pérez y sus familiares también, entonces el mensaje es claro.

 

 

 

Del lado de Oscar Pérez vimos sus mensajes por las redes sociales y algunos medios internacionales; aún y cuando creo que sus actuaciones fueron individuales y no planificadas para la clandestinidad, no descartemos que le hablara a un grupo determinado, es decir, que él también estuviera enviando un mensaje, tal vez encriptado para el régimen (situación que les sigue generando intranquilidad), pero clarito para su o sus destinatarios.

 

 

 

No siempre la fuerza se responde con fuerza, pudiéramos estar en presencia de un espiral de violencia que sabemos cuándo arranca, pero no cuándo se termina. Valdría la pena que el gobierno repasara un poco la historia, sobre todo hoy 23 de enero fecha en la que se cumplen 60 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

 

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74