Poco tiempo

Posted on: febrero 3rd, 2019 by Laura Espinoza No Comments

Alguna vez, san Agustín se preguntó: ¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien me lo pide, no lo sé.

 

 

Físicos, matemáticos, religiosos y filósofos han dedicado su existencia al misterioso tema del tiempo, pero son los físicos los encargados de explicar realmente qué es el tiempo. En lo personal, creo que no hay ser humano capaz de contestar pregunta de tal magnitud, menos yo, quien a duras penas saqué el sexto grado y de vaina sé leer la hora en el reloj. Soy osado, ignorante e irreverente, y por eso me atrevo a tratar tema de tal magnitud.

 

 

La ciencia ha comprobado que hubo un tiempo cero. Fue el microsegundo anterior al estallido del famoso Big-Bang, ocurrido, se supone, hace 15.000 millones de años. Desde ese misterioso momento, tiempo y espacio, están asociados a la presencia y a la dinámica de la materia en el universo, y yo agregaría que con él comienza la creencia de la existencia de Dios. Gracias al Big-Bang existimos. Somos polvo de estrellas, en nuestro organismo están todos los componentes físicos y químicos presentes en el gran y misterioso estallido que dio origen a todo lo que conocemos. Por eso, desde que el hombre se convirtió en un animal pensante, cualquier cosa que no entiende se la achaca a Dios.

 

 

Un día, el hombre se preguntó: Ajá, ¿y de dónde salió lo que estalló? Obviamente que de Dios, es decir, Dios es el límite de lo que la ciencia no puede explicar.

 

 

No nos enredemos y demos gracias a Dios de que existe Dios para explicar lo inexplicable, porque la cosa sigue complicándose y, por ejemplo, en teoría científica, podríamos adelantar o atrasar el tiempo si lográramos viajar a la velocidad de la luz (300.000 km/seg), ya que la variación de la concentración de la materia en el universo genera cambios en la velocidad en la que transcurre el tiempo.

 

 

Reconozco que estoy denso, pero es que quería preocuparlos haciéndolos concientizar el ridículo e insignificante tiempo que ocupa nuestra vida en el universo.

 

 

Lo que van a leer a continuación puede variar de persona a persona: alguien que haya logrado vivir 90 años ha pasado por lo menos 40 o 45 años durmiendo; 4 años sentado en la poceta; 3 años duchándose; 2 años y 6 meses en atascamiento de autos; 2 años hablando por teléfono; 3 años discutiendo; 6 años viendo televisión; 1 año afeitándose y acicalándose si es hombre, 1 año y seis meses, si es mujer; 1 año y seis meses haciendo diligencias en bancos y oficinas; 4 años sentado en una computadora, y 4 o 5 años viajando. Fíjense, de este ejemplo de 90 años, hemos perdido ¡más de 70!; o sea, que si llegamos a 90 nos han quedado menos de 20 años para realizar lo que supuestamente nos hará felices. ¿Y a qué dedicamos ese cortísimo y miserable tiempito? Los hombres pasamos no sé cuántos años echándoles los perros a las mujeres, y si son tan feos como Leonardo Padrón y yo, el doble.

 

 

Las mujeres pasan años quitándose de encima a los hombres del párrafo anterior.

 

 

Los hombres pasan otros años más tratando de montarles cachos a sus mujeres, quienes a su vez pasan el mismo número de años averiguando con quién anda el marido.

 

 

Los amantes de los deportes pasan años diciendo que hay que correr y que el whisky hace daño.

 

 

No quiero ni imaginar cuánto tiempo lleva leer artículos inútiles como este.

 

 

Lo importante es saber que desde el mismo momento en que nacemos, empieza a correr el tiempo en nuestra contra. Cada segundo que pasa estamos muriendo y no nos damos cuenta. Es una lucha perdida para nosotros.

 

 

Muchos se preguntan: ¿hay vida en el universo? La respuesta es simple: sí. Nosotros somos la prueba. Vivimos en el universo. La buena noticia es que los seres humanos, hasta ahora, somos los únicos en esta inmensidad capaces de concientizar tantas maravillas, incluso el misterio del tiempo y de Dios, quien, fastidiado de pasar 14.999 millones de años solo, decidió crearnos para compartir su maravillosa obra. Pobres los otros seres vivos que existen sin tener razonamiento de su existencia.

 

 

Si la vida humana inteligente durara una milésima de segundo, como ocurre en comparación con la grandeza del tiempo en el universo, valdría la pena vivirla por el solo hecho de tener la conciencia que nos permite explicar lo inexplicable.

 

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

 

¡Todos perderemos todo!

Posted on: enero 19th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Este artículo lo escribí hace 14 años.

 

 

Lamentablemente, aún tiene vigencia.

 

 

Dios quiera que sea la última vez que lo publique…

 

 

 

Este artículo está dedicado a todos los venezolanos sin importar el lado en el que estén ni el país en el que se encuentren, así que les pido que por favor lo lean con detenimiento, en especial aquellas personas que por cualquier motivo aún apoyan al gobierno.

 

 

Dios quiera que la mano de la providencia me ilumine y permita que las ideas fluyan claras, precisas y despojadas de prejuicios u odios.

 

 

Jamás olvidaré una escena de la película El último emperador, en la cual el monarca, ya viejo y convertido en jardinero por la Revolución cultural china, ve pasar frente a él a un grupo de prisioneros vestidos de gris con un humillante letrero colgado al cuello donde se podía leer el supuesto delito por ellos cometido. Delitos como creer en otra religión, poseer libros diferentes a El libro rojo de Mao, besarse en público o tener una máquina de escribir. Cualquier cosa que no fuera adorar a Mao Tse-tung era razón suficiente para ser encarcelado y humillado públicamente.

 

 

Lo cierto es que en la película, el emperador gira tímidamente su rostro hacia una multitud de fanáticos que injuriaban y golpeaban a los infelices que venían amarrados. Cuál no sería su sorpresa al reconocer entre los detenidos al esbirro principal de cuando él fue también hecho preso, humillado y despojado de los más mínimos derechos que puede tener un ser humano.

 

 

El par de segundos que dura el cruce de miradas entre el último emperador y el antiguo esbirro torturador puede ocurrir pronto entre los venezolanos si no nos unimos, no contra el gobierno, sino a favor de nosotros mismos.

 

 

Me gustaría que en un acto de objetividad y sinceridad, las personas que apoyan al gobierno mediten seriamente lo que está pasando. El llamado es para aquellos honestos que tienen una pequeña finca, una casa en la playa o un apartamento logrado con trabajo y esfuerzo.

 

 

El llamado también es para los obreros que tienen buenos empleos en empresas serias, para los trabajadores del campo que laboran con patrones responsables y para algunos intelectuales y artistas que, de buena fe, apoyan al gobierno. Sincérense con ustedes mismos. Háganse la siguiente pregunta y respóndanla íntimamente sin comentarlo con nadie: ¿podría yo vivir como lo hacen los cubanos en su tierra, sin ningún tipo de privilegio como aspirar a comprar una casa, un carro o simplemente tener Internet?

 

 

Las revoluciones no perdonan. Recuerden lo que ocurrió con los actores de la francesa, no olviden a Iósif Stalin en la Unión Soviética, Benito Mussolini en Italia, a Pol Pot en Camboya, a Kim Il-sung en Corea del Norte, a Mao Tse-tung y a su esposa en China, a los esposos Ceausescu en Rumania, a Muamar Gadafi en Libia y a Sadam Husein en Irak, entre otros bichos malos. Todos estos criminales asesinaron mucha más gente que Hitler. Las revoluciones son como las viudas negras: arañas que matan a sus consortes después de que los utilizan para la cópula.

 

 

Quienes hoy persiguen también serán perseguidos. Quienes hoy jalan bola y sapean, mañana nos llamarán para decir que no sabían cómo eran las cosas.

 

 

Todavía estamos a tiempo. Lo primero es no ser indiferentes a los ataques que sufren otros. No se entreguen ni se desanimen. No se queden callados. No tengan miedo. Piensen que hemos tenido un país que cometió muchos errores y muchos sinvergüenzas nos gobernaron, pero era un país donde cabíamos todos.

 

 

En lo personal, viniendo yo de la izquierda, siempre trabajé con los gobiernos de Acción Democrática y de Copei. Nunca me preguntaron si había votado por sus candidatos o si había firmado en contra de ellos. Eran tiempos en que éramos adversarios pero no enemigos.

 

 

Muchos de los comunistas de hoy, quienes marginan, excluyen y siembran odios en el área de la cultura, vivieron muy bien durante los horrorosos cuarenta años de Acción Democrática y Copei: compraron sus casas, sus carros, viajaron representando a Venezuela y mandaron a sus hijos con becas del Estado a estudiar en el exterior (preferiblemente en Francia, Inglaterra y Estados Unidos), algunos, incluso, trabajaron como representantes culturales en embajadas.

 

 

Queda poco tiempo, pero queda tiempo. No nos caigamos a embustes, la cosa es difícil pero todavía se puede hacer algo.

 

 

Una pequeña luz se ha asomado. La mayoría de los partidos de oposición se unieron. A lo mejor no es lo que muchas personas aspiraban, ¿pero acaso cuando se hundió el Titanic a quienes estaban a punto de ahogarse les importó si la balsa en la que iban a salvarse era blanca, verde o rosada? Es hora de apoyarnos a nosotros mismos. No nos pongamos exquisitos. Estamos en emergencia. Dejemos ya la necedad del “no me gusta esto o lo otro”.

 

 

Volvamos a la calle con optimismo, fe y sin miedo, porque si no, ¡todos perderemos todo!… hasta ellos, los chavistas, porque cuando caigan en desgracia, ya nadie los va a querer y será tarde para arrepentirse. Piénsenlo.

 

 

Finalmente, este miércoles 23 de enero de 2019, los invito a todos a salir a la calle. Ese día sabemos que el gobierno no se va, pero es el primer paso del último paso para que eso ocurra de forma constitucional y democrática.

 

 

¡Participe! Ya que por apatía, pesimismo, desconfianza y decepción, nos puede ocurrir lo que le pasó al último emperador.

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

Yo estuve en la toma de posesión

Posted on: enero 17th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

A la toma de posesión de nuestro querido líder asistieron jefes y representantes de los países más importantes del mundo. Tuve el honor de ser invitado al TSJ por mi amigo, el revolucionario cantante Roque Valero. Sentado a su lado y pescueceando igual que él, observé de primera mano a los presidentes de importantes países.

 

 

Asombró a todos la presencia del sultán Albajadmamad Mamed, representante del reinado del Sahara Izquierdo, acompañado de sus seis esposas, a quienes nadie detalló porque estaban tapadas.

 

 

Deslumbró, por su elegancia, el rey de Eructopresi, sonoro reinado en La Costa Carlez Distensionabdominal del Suroeste de Asia.

 

 

Tuve la suerte de conocer a Cukarka Bollón, presidenta socialista de la isla de Palo Largo, situada al sur de Anoelandia, quien estaba acompañada por los demócratas Daniel Ortega, Evo Morales y Miguel Díaz Canel.

 

 

Luego, saludé al representante del Vaticano, George Koovakod, quien con cara de pena ajena intentaba pasar inadvertido entre tan distinguidos invitados.

 

 

Ni hablar de la presidenta de Jarapundevia, Anhidra Levotiroxina, con quien firmamos importantes convenios de perforación petrolera y asistencia médica.

 

 

Agradecida Venezuela por la presencia de su excelencia Olmetec Cuarenta del Principado de Olmesartán, país con el que rubricamos un importante convenio según el cual ellos mandarán monos albinos para el zoológico de Caricuao y nosotros les enviaremos 10.000 barriles de petróleo diarios en caso de lograr extraerlos.

 

 

Delante de mí estaba Nevus Palpebral, presidente de Gerontoxon del Sur, como sabemos, pujante nación de los países medios del suroeste de Rusia, famoso por sus exitosos trasplantes de apéndice. También se encontraba presente el primer ministro de Ostanwuinga del Pacífico, el señor Burundum Arximexio.

 

 

Sin embargo, quiero denunciar a algunos países insignificantes, lacayos del imperio norteamericano, que no asistieron a tan magno evento: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca. Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido República Checa, Rumania, Suecia, Japón, Corea del Sur, Brasil, Colombia, Canadá, Estados Unidos, Panamá, República Dominicana, Paraguay, Argentina, Ecuador, Chile, Perú, Brasil, Jamaica, Costa Rica y Honduras.

 

 

Definitivamente, la derecha mundial es ingrata al juzgar al gobierno revolucionario de Venezuela.

 

 

 Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

10 de enero de 2019 contra 23 de enero de 1958

Posted on: enero 10th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

¿Cómo es posible que existan personas a quienes les guste la democracia? ¿En qué mente enferma puede tener cabida las ganas de ser libre?

 

 

Existen mentes retorcidas a las que se les da todo y, sin embargo, exigen leer, escuchar, ver, decir y hacer lo que se les antoje. Algunas hasta pretenden pensar por su cuenta.

 

¿Habrase visto?

 

 

Qué bueno es depender de alguien que te mantenga, y si es el gobierno, mejor. ¿Quién puede criticar a quien te regala alimentos, medicinas, deporte, cultura, pan y circo? El problema es que la gente es ingrata. Si cubren gratis tus necesidades, ¿para qué quieres ser libre?

 

 

En Venezuela podemos comprar cualquier cosa. Si escasea casi todo o no alcanza el salario es por culpa de la guerra económica que, por cierto, pronto el gobierno revelará quién la dirige. Ellos tienen pruebas y estamos claros en que esa escasez es un problema que obviamente no les compete a ellos.

 

 

Otra ventaja de países que no tienen democracia es que hay un solo canal de televisión, un solo periódico y una sola radio ¡Eso es extraordinario! Por eso, en Venezuela, ahora ni El Nacional se imprime. ¡Es un ahorro! Imaginen lo que economizaríamos sin cable, sin Internet, sin comprar cosas inútiles como pasta de dientes, toallas sanitarias o desodorantes, productos indispensables en países en donde existe democracia.

 

 

Me parece excelente que el gobierno constitucional, apegado a la nueva constitución que el mismo gobierno le mandó a redactar a Hermann Escarrá, arremeta contra las universidades de verdad, en donde los estudiantes deben estudiar hasta seis años para graduarse y algunos hasta investigaciones y posgrados hacen. Ya es hora de acabar con esa aberración.

 

 

 

Ni hablar de la ventaja de tener un solo presidente para siempre. Presidente que uno tiene la certeza de que morirá de viejito mandando y hablando pendejadas. Prometiendo que el próximo año sí van a cambiar las cosas. ¡Qué maravilloso saber que no tenemos que hacer elecciones cada cinco o seis años ni esperar en la madrugada los resultados de Tibisay Lucena! Debemos dar las gracias por tener un gobierno tan bueno.

 

 

Odio la democracia y todo aquello que tenga que ver con la libertad individual. Por eso hoy Cuba, Turquía, Corea del Norte, Bolivia y Nicaragua están tan contentos al ver a Venezuela conducida por este inmenso y ancho hombre quien, definitivamente, pasará a la historia universal, donde ya se escucha un clamor que aturde los oídos y que dice… ¡Ay! Se me acabó la página.

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

En el pan vive Dios

Posted on: diciembre 16th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

“…Acabada la cena, tomó el pan, dando gracias lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo…”.

 

 

 

El pan está ligado a cosas hermosas, filosóficas y básicas del hombre: ganarse el pan, el pan de sus hijos, ese hombre es un pan, se vende como pan caliente… el pan, encierra todos los alimentos.

 

 

 

 

La vida es una cadena de casualidades: si su padre y su madre no hubieran hecho el amor el día que lo procrearon, seguramente otra persona, y no usted, estaría leyendo este artículo. Nadie, ni siquiera usted, sabría de su existencia. Póngase a pensar: ¿le inquieta que una pareja no se conozca y que no hagan el amor para que nazca un ser humano? Estoy seguro de que no. Pero a esa persona que no nació, sí, aunque no pueda saberlo. ¿Y qué tiene que ver este lío seudofilosófico con el pan? Nada, pero tenía ganas de decirlo. Sigamos.

 

 

 

 

Muchas personas le tienen miedo a la masa y se sienten incapaces de hacer un pan. Cuando se logra preparar uno y queda bueno, se siente satisfacción. Es como si hubiéramos hecho un hijo. Nos sentimos orgullosos. Lo enseñamos a todos y lo comemos con respeto y amor. Cuando preparen pan, es un consejo, compren levadura fresca para que la masa crezca.

 

 

 

El pan está hecho con seres vivos. La levadura es un hongo maravilloso que vive y muere para usted. Hágalo con amor. Sonría mientras amasa y verá los resultados.

 

 

 

Bese a la persona que está cerca de usted, a esa que tiene al lado. Abrácela y a pesar de lo difícil que es, dele gracias a Dios por vivir en Venezuela y no olvide, jamás deje de ser optimista.

 

 

 

Como todos los años y a verdadera petición del público, ahí les va otra vez mi receta del pan de jamón. El propio.

 

 

 

 

Receta del pan de jamón

 

 

 

Ingredientes:

 

 

 

1œ kilo de harina de trigo; 1 cucharada de levadura fresca; 200 g de mantequilla; 200 g de azúcar al gusto; 150 g de papelón o azúcar morena; œ litro de leche; 400 g de tocineta ahumada; 1 kilo de jamón de pierna o ahumado; 200 g de pasas; 200 g de aceitunas deshuesadas; 3 huevos.

 

 

 

Preparación:

 

 

 

1.- En una taza de agua añada una cucharada grande de levadura fresca (si usa levadura en pasta, corte una tajada de un dedo de espesor por cada kilogramo de masa). Deje reposar por 4 minutos.

 

 

 

2.- Entibie la leche, agregue azúcar y sal.

 

 

 

3.- Coloque 1 kg de harina sobre la mesa en forma de corona o volcán, agregue la levadura crecida y mezcle con la mano. Añada dos huevos enteros, la mantequilla y poco a poco la leche hasta que la masa se vaya homogenizando (si está muy blanda coloque más harina).

 

 

 

4.- Amase fuertemente en una mesa hasta que la masa se despegue de las manos y de la mesa. Deje reposar por 35 minutos en un sitio tibio. Cubra la masa con un pañito húmedo.

 

 

 

5.- Corte las aceitunas en rueditas, ponga a remojar las pasas, coloque el jamón y la tocineta en un plato.

 

 

 

6.- Transcurridos 35 minutos de reposo de la masa, proceda a elaborar el pan de jamón. Divida la masa en 2 partes, estírela con un rodillo hasta formar un rectángulo sobre el cual va a esparcir las pasas, las aceitunas, el jamón y las tiras de tocineta. Enrolle la masa para formar el pan y guarde un pedacito para adornar. Deje reposar el pan por 45 minutos. Precaliente el horno a 250 grados.

 

 

 

Saque el pan del horno cuando lleve en él 20 minutos, píntelo con el papelón rayado y aceite al que le ha añadido un huevo entero y vuelva a meterlo al horno. El pan estará listo cuando tenga un color marrón brillante. En un poco más de una hora. Depende mucho de la temperatura y del humor de los hornos.

 

 

 

Recomiendo que en este año tan jodido, nos demos un gustico y un lujito preparando este pan de jamón y compartiéndolo con la gente a la que amamos. No se le ocurra regalarle pan de jamón a la gente mala.

 

 

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

 

 

 

El sentido de la vida

Posted on: noviembre 29th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Lo extraordinario, cuando es parte de la vida cotidiana, nos parece normal. A veces no tenemos tiempo para darnos cuenta de lo afortunados que somos por haber nacido. Todas las probabilidades estaban en contra pero, sin embargo, hemos tenido la suerte de estar aquí, dándonos cuenta de que realmente somos nosotros.

 

 

Un árbol, un pájaro o una planta, también son nuestros compañeros de vida en esta extraordinaria y hasta el momento única nave llamada tierra, en donde viajamos a un destino desconocido e incierto aun antes de nacer. Sí. Antes de nacer existíamos en otras formas y en diferentes cuerpos. Parece increíble esto, pero algún día todos fuimos proyectos en los genes de nuestros padres, quienes, por alguna misteriosa y afortunada casualidad para nosotros, decidieron conocerse y amarse.

 

 

 

 

¿De qué sirve la belleza de una flor si no hay algún ser pensante que la admire y le de la connotación de bella?

 

 

 

La cosa es más preocupante aún si pensamos en la probabilidad de que la raza humana nunca hubiese existido. Todo estaría perdido: nadie jamás sabría que era posible tanta belleza como la que disfrutamos a diario en nuestro entorno.

 

 

 

Sabemos dónde vivimos y sabemos cómo nacimos, pero no sabemos de dónde partimos y hasta cuál estación llegaremos. Somos, ante todo, viajeros espaciales que vamos como en un enorme tren, asombrándonos y admirando las cosas que pasan por las ventanas. A veces se bajan algunos pasajeros, quienes tampoco saben adónde van y suben otros, quienes no pueden explicar qué había en su estación.

 

 

 

Las maletas de nuestro viaje tienen grandes tesoros; están llenas de cosas que el mismo y desconocido maquinista que conduce nuestro tren, nos envía: tenemos casas, terrenos, automóviles, plantas, camas y comida. Bueno, algunos pasajeros lo tienen, otros, como fantasmas, aunque son nuestros compañeros en el viaje, no logran tocar lo que en el tren existe.

 

 

 

Somos capaces de crear cosas que tangiblemente no tienen forma definida y que, además, son invisibles. Inventamos el amor y la amistad, que es nuestro cinturón de seguridad y salvavida a la vez en este extraño y surrealista viaje.

 

 

 

Un día, nos encontramos en un vagón. De pronto el viaje tenía un sentido diferente. Ahora, debido a esa casualidad, todos se descubrieron como seres hermosos capaces de crear cosas que solo pueden imaginarse quienes tienen la virtud y el privilegio de amar a los demás.

 

 

 

El amor existe…  Sí. Existe. Es tan grande el sentimiento, que el día que nos toque bajarnos en nuestra estación, es lo único que podremos dejarle a quienes siguen.

 

 

 

La vida es una idea, una fantasía pasajera que solo sirve para que el amor viva en ella.

 

 

 

Definitivamente, el amor existe porque juntos, estamos compartiéndolo.

 

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

 

Diario de una cochina

Posted on: noviembre 22nd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Ayer llegamos de Cagua. Nos trasladaron en una perrera como si fuéramos humanos venezolanos. Ya en El Junquito, nos metieron en un corral divino por lo asqueroso que estaba. Gracias a Dios, porque antes de salir nos bañaron y perdí mi atractiva hediondez. ¡Cómo me revolqué en aquel pantano fétido!

 

 

Semanas después

 

 

El clima es agradable. Hay montañas, neblina y una cloaca increíble. De desayuno me dan baldes de mangos piches y todo lo que se pudre.

 

 

El dueño me quiere. Cuando me vio, dijo: “A esta cochinita hay que darle bastante nepe para que engorde. Después la beneficiamos”.

 

 

Yo siempre he sido sortaria. Figúrense, un señor que ni me conoce y ya me quiere beneficiar. También dijo que iba a traerme a un verraco para casarme con él. ¿Qué más puedo pedir? Gorda, hedionda y con marido.

 

 

Tres meses después

 

 

¡Estoy feliz! He aumentado sesenta kilos. El dueño sigue consintiéndome. Ayer me acarició y dijo que yo era perfecta para oler a chicharrón. Eso debe ser un perfume nuevo de Cocochinel que me irá muy bien.

 

 

Después, un señor de apellido Veterinario, me hizo un examen vaginal que es una cosa que se hace en un huequito que las cochinas llevamos atrás y dijo que yo estaba preparada para el verraco.

 

Meses más tarde

 

 

¡Llegó Verraco con su aplomo de cochino de verdad! Hmmm… ¡Está buenísimo! Pesa 450 kilos y tiene mal carácter. Me gusta lo asqueroso que es, lo macho y cochino que se ve. Orina y eructa todo el día. Su olor es sexy y, cuando me mira, se le eriza el pelo del cuello. ¡Qué cuerpazo! Hasta tocineticas se le ven en la pancita. Lo único feo que tiene es un tirabuzón debajo del ombligo, pero por caballeroso y para que yo no se lo vea, se me montó encima y lo escondió dentro de mí.

 

 

—Esta parejita sirve pa’ jamón o chicharrón.

 

 

¡Ay!, será para el perfume chicharrón porque a ese cochinote no le tengo confianza como para darle un jamón.

 

 

Tres meses, tres semanas y tres días después

 

 

¡Parí quince cochinitos! El dueño dijo que los iba a dejar para lechón con yuca y guasacaca. ¡Qué bueno! Ese debe ser el nombre de un preescolar donde las maestras se llaman: Yuca y Guasacaca.

 

 

Un año más tarde

 

 

 

¡Por fin me van a beneficiar! ¡Qué gente tan buena! Dicen que antes me darán un palo. Yo nunca he tomado pero haré una excepción.

 

 

Querido diario, me van a sacar a pasear y dijeron que estoy hedionda a chicharrón.

 

 

Ah, escuché que Nicolás, el de Venezuela no el del Polo, esta vez no permitirá que por culpa de los portugueses yo deje de estar en la mesa navideña.

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

Trasplante de pene en China

Posted on: noviembre 15th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Un equipo de cirujanos en China le trasplantó el pene de un cadáver de 22 años a un hombre de 44, o sea, un pene con 22 años menos de uso. El receptor, debido a un accidente, perdió las 3 cuartas partes de su miembro original y solo le quedó un toconcito de 4 centímetros.

 

 

El trasplante fue un éxito y el miembro del muerto se comportó como un campeón. A las dos semanas del implante, el hombre y su esposa regresaron al hospital para que lo dejaran como antes, ya que él sentía “rechazo psicológico” del órgano trasplantado. Hasta aquí la noticia. Ahora, mi análisis:

 

 

Si para un hombre normal a veces es complicado sacarlo del pantalón para hacer pipí, imaginemos las dificultades que tuvieron los médicos para reubicar con éxito un pene de un cuerpo a otro.

 

 

En Internet, hasta la foto del pipí donado encontré. ¡No es que era una cosooota asíííí! No. Era un bichito amarillo de unos 12 centímetros dormido. 4 del toconcito y 12 del donante. ¡16 centímetros dormido! Nada despreciable. Ya quisiera yo pa’ un día de fiesta.

 

 

Recreemos una situación.

 

 

Nuestro hombre llega tarde a casa con su pipí ajeno:

 

 

—¡Toooconcito Albelto! (así se llama el chino) ¿Dónde estabas? Seguro que andabas con tus amigotes comiendo lumpia y arroz frito especial.

 

 

Él, orgulloso y asustado, abre la bragueta del pantalón y le dice a su cuaima:

 

 

—Mamao (así se llama la china). No lo vas a creer. Mira…

 

 

—¡Toooconcitooo!, ¿por qué andas con el pipí de Yosilolegalo?

 

 

—¡Mamao!, ¿cómo sabes que de aquí para allá es de Yosilolegalo?

 

 

El matrimonio se convirtió en un infierno. Cuando Toooconcito hacía el amor con su esposa, doce centímetros eran cachos de Yosilolegalo. Me imagino la conversación poscoito:

 

 

—Toooconcito, nunca me habías hecho el amor así. Sentí algo… totalmente diferente –diría ella.

 

 

—¿O sea que te gustó, Mamao? –comentaría celoso– ¿Qué parte te gustó más?

 

 

Estoy escribiéndoles a estos médicos chinos para saber qué hicieron con el pedacito que sobró. Ojalá lo hayan metido en hielo, alcohol o algo así, porque puedo jurar que si me lo ponen, ni mis mujeres ni yo lo devolveremos. Hablé con el urólogo venezolano Dr. Humberto Berríos, experto en trasplantes, y con el cirujano estético Dr. Juan Manuel Fuentes para que, en caso de no poder ir a China, me hagan la difícil operación.

 

 

 Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

Teodoro, el héroe que Chávez quiso ser

Posted on: noviembre 8th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Me encantan los héroes. Siempre quise ser uno pero no pude porque soy muy miedoso. En los años sesenta me creía Flecha Verde. Ningún niño quería cazar lagartijas ni pajaritos conmigo ya que ellos tenían una resortera y yo, un arco y unas flechas con punta de goma.

 

 

En el liceo era un agitador. ¡Cómo tiré piedras y quemé cauchos!, y cuando alguien gritaba: ¡Viene la policía! Me iba corriendo al Parque del Este a tumbar mangos. Al día siguiente inventaba que un policía me había detenido y que le pasé a un compañero un papelito que decía: ¡No he renunciado! Soy un liceísta preso, pero continuaré mi lucha hasta la muerte.

 

 

 

En los ochenta, viajé en un avión de Avensa que secuestraron. Los secuestradores eran dos. Juro que pensé en quitarle la pistola a uno de ellos pero lo que realmente hice, por miedo, fue llorar guillaíto. El avión lo iban a llevar a un país árabe pero solo llegó hasta Higuerote. Frente a los medios, mentí diciendo que gracias a mi intervención heroica el secuestro no pasó a mayores.

 

 

 

Y esto ¿qué tiene que ver con el título del artículo? Mucho. Me puse como ejemplo para demostrar lo patético que es pretender ser un héroe sin tener méritos.

 

 

Teodoro, ex guerrillero, economista, político, escritor y comunicador por vocación, fue pieza fundamental en la lucha contra Marcos Pérez Jiménez. Creyó y luchó por una ideología equivocada, pero rectificó y desenmascaró al mundo comunista.

 

 

 

Teodoro era como el gran mago y escapista Houdini. Fue capturado y enviado al Cuartel San Carlos, de donde se escapó por un túnel secreto. En otra ocasión se fugó también, magistralmente, desde el piso siete del Hospital Militar bajando a rapel como lo hacía Batman.

 

 

Tal Cual. ¡Ese era Teodoro! El héroe que Chávez quiso ser.

 

 

 

De nada le valió a Chávez hablar durante horas inventando situaciones épicas que soñó y nunca vivió. Qué difícil para un mitómano tener a un héroe secreto a quien no puede criticar ni admirar públicamente.

 

 

Teodoro, sin pedir permiso, burlaste la prohibición de salida del país impuesta por el gobierno. Esta vez sí fue tu último escape. Ahora, junto a Pompeyo Márquez, amarra varias nubes y desde un arcoíris amarillo, azul y rojo, utilizando siete estrellas como escalera, bajen hasta el Ávila y rescatemos a Venezuela de este marasmo para que, libre y llena de esperanzas, podamos entregársela a nuestros hijos.

 

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa

Carta a Rafael Ramírez

Posted on: noviembre 1st, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

No sé cómo dirigirme a usted: Sr., Dr., amigo, don, sujeto… ¡Lo llamaré: sujeto!

 

 

Sr. Sujeto:

 

 

 

Usted traspasó la línea de lo que, en lenguaje venezolano, llamamos tener concha. ¡Usted es un conchúo! ¿Cómo es posible que después de 19 años en la cúpula de esta cosa que destruye a Venezuela, reconozca ahora que este gobierno es un desastre y que tiene a la gente pasando hambre y haciendo colas humillantes para mendigar comida?

 

 

 

Pdvsa fue una de las más importantes industrias petroleras del mundo, hasta que usted y sus amiguitos, quienes ahora son sus enemiguitos, le pusieron la mano y se volvió esta vergüenza que ni gasolina ni gas produce. ¿Con qué concha denuncia ahora que esta revolución destruyó, quebró y corrompió la industria petrolera?

 

 

 

Sr. Sujeto, usted inventó aquella horrible frase que grabarán en su lápida cuando le toque ir al infierno: “Pdvsa es roja rojita”. Usted, siendo socialistacomunistamillonario, inició una discriminación fascista. Fue partícipe y cómplice de despedir a gerentes extraordinarios y capacitados, a ingenieros y obreros petroleros a quienes no solo humillaron públicamente, sino que además, arbitrariamente, no les reconocieron ni un centavo de sus prestaciones. ¿Sabe usted que algunos de esos trabajadores se suicidaron por eso? Otros, los más afortunados, se fueron con su experiencia y honestidad a países en donde son valorados, les dieron su lugar y los recibieron con los brazos abiertos por ser profesionales altamente calificados.

 

 

 

Sr. Sujeto, usted y sus amigos vestidos de rojo rojito, como viste el diablo, aplicaron la ineptocracia, es decir, la meritocracia al revés y allí están los resultados. Lo que tocaron, tocan y tocarán lo destruyeron y continuarán destruyéndolo.

 

 

 

Con el dinero de los botados de Pdvsa, usted paga su comida. ¿Come en paz? ¿El azúcar no le sabe a sal? ¿El agua no le es amarga? ¿Duerme bien? ¿No le da como cosita? Le contaré que mientras usted cena en lujosos restaurantes, gran parte de los venezolanos, por culpa suya y de sus ex amigos, pasan hambre o comen de la basura. Ya son dos millones y medio quienes han emigrado de Venezuela dejando su corazón desgarrado en estas tierras.

 

 

Hay que tener concha de concreto para denunciar ahora, como si le fueran ajenos, los desastres que usted hizo.

 

 

De verdad, y me perdonan la vulgaridad, pero…

 

 

¡Qué bolas tienes, Rafael Ramírez!

 

 

 

Claudio Nazoa

@ClaudioNazoa