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La proyección de ellos mismos

Posted on: marzo 5th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

En todos estos años de ¨revolución¨ del socialismo del siglo XXI, sus dos gobernantes se han caracterizado de endilgar a terceros acciones, tácticas o estrategias que le son propias. Esta estrategia la aplican muy particularmente a la dirigencia política que adversa a su modelo totalitario de gobernar.

 

Así en estos días Nicolás Maduro y su élite gobernante han vociferado a diestra y siniestra que la oposición planeaba un golpe de Estado, donde se cometería magnicidio, y en el cual estaría involucrado supuestamente un eje imaginario que iría por Madrid-Colombia-Estados Unidos.

 

Según anunció Maduro tal golpe, que incluía un avión de entrenamiento  Tucán fuertemente armado que sería traído del extranjero para disparar contra él y otros líderes del PSUV durante uno de los eventos el Día de la Juventud, del 12 de febrero, fue abortado por su cuerpo de inteligencia. Las secuelas de este enésimo supuesto plan magnicida denunciado sin pruebas en estos dieciséis años, aparte de las medidas contra los Estados Unidos y su Cuerpo Diplomático han sido: la detención del Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, hoy preso en Ramo Verde; amenazas de apresar a Julio Borges y a María Corina Machado; represiones violentas contra los estudiantes, con su nuevo saldo de muertos, heridos y detenidos; y la amenaza de Maduro de inhabilitar a partidos políticos, a la MUD y a impedir ¨el doble juego¨ que supuestamente realizan la mayoría de los dirigentes políticos, es decir el conspirar y el querer presentarse a elecciones.

 

Con esta amenaza, ya repetida en varios discursos y diversos escenarios por Maduro, el mandatario se proyecta y traspasa a la oposición sus propias intenciones, aunque las costuras de este traje mal elaborado quedan al descubierto cuando proclama a los cuatro vientos que la oposición no volverá al poder ¨ni por las buenas ni por las malas¨.

 

Todo parece indicar que desde el gobierno se tendría la tentación de abortar las elecciones parlamentarias que deben realizarse este año, si las encuestas le siguen evidenciando el rechazo de la población a su gobierno y la posibilidad de perder el dominio de la Asamblea Nacional, aún con las maquinaciones y malabarismos orquestados por su Poder Electoral, que tanto rédito le han dado al dominio castrocomunista en los últimos tres quinquenios.

 

Al respecto ya se han pronunciado analistas y políticos internacionales, como el eurodiputado del Partido Popular español, Luis de Grande Pascual, quien indicó que habría indicios ciertos de que el gobierno venezolano estaría preparando un autogolpe y el dirigente opositor Henrique Capriles quien alertó en una misiva ¨a la comunidad internacional sobre las pretensiones del gobierno de Venezuela de provocar un ambiente de caos que coloque al país en una ruta de la violencia; que apunta a una salida a la fuerza, a la ilegalización de la oposición democrática o a la suspensión del venidero proceso electoral para la elección de los miembros de la Asamblea Nacional .

 

Maduro argumenta su amenaza explicando que ¨Si quieren ampararse en un cargo público para financiar atentados golpistas, terroristas, para participar en intentonas y conjuras, no les va a valer, la Ley es la Ley, y es para todo el mundo, tenga cargo público o no lo tenga, es la Constitución¨.

 

Una verdadera ironía en boca de un representante de un gobierno que ha demostrado con creces que quienes han violentado la Constitución para imponer vía ilegalidades, represiones, controles y demás hierbas, han sido Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros ¨insignes bolivarianos¨, conducidos desde Cuba, asesorados por su clon español Podemos, y amparados por la hegemonía que tienen en todo el enjambre de los poderes públicos, en especial, en el Poder Judicial, el Electoral y en el Legislativo, que hoy entraría en la carrera comicial con el sol a sus espaldas.

 

 

Editores de VenEconomía Opina

Veneconomía: ¡Ayúdate tú, y Dios te ayudará!

Posted on: enero 23rd, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Este miércoles, a su regreso de un fantasioso y fracasado periplo y con varios días de mora constitucional, Nicolás Maduro se presentó a la Asamblea Nacional para cumplir con el requisito legal de la rendición de cuentas anual al país.

 

Lo primero que hay que aclarar es que, en su maratónica perorata de casi tres horas, una de las cosas que no hizo fue presentar sus cuentas a la Nación pues, según indicó con total desfachatez, el Viceministro las había entregado la semana anterior mientras él viajaba por Rusia, China y otros países de la OPEP.

 

Lo que sí hizo fue reconocer que el precio de $100 por barril de petróleo no volverá y que por ello el país atraviesa una crisis económica, tratando de nuevo de escurrir el bulto y eximir de responsabilidades al fracasado modelo de país impuesto en estos 16 años en Venezuela para diseñar el socialismo del siglo XXI.

 

Esta crisis, que pareciera no acaba de entender Maduro, lo llevó a anunciar por segunda vez en menos de un año, que se requiere un ajuste del precio de la gasolina (recalcando que es la más barata del mundo) y, por tanto, dijo se debe abrir un debate que dejó a cargo del vicepresidente Jorge Arreaza.
A partir de allí, el cuento que echó Maduro, lo que se oyó fueron estropicios de una mala receta que contiene más de lo peor.

 

Para comenzar, Maduro insiste en el reparto de una renta que ya no existe para el ¨gasto social¨ tratando de mitigar el descontento generalizado de la población por los altos precios y la escasez galopante. Así anunció un 15% de incremento del salario mínimo y las pensiones (hasta Bs.5.634,47 al mes) a partir del 1° de febrero, cuyos recursos provendrán de un crédito adicional (Bs.49,7 millardos). No se requiere ser adivino para saber que este incremento salarial, unilateral e inconsulto, impactará negativamente las finanzas mermadas de las empresas,  por un lado, y por otro sigue, el trabajador seguirá sin poder cubrir la canasta alimentaria, la cual según el Cendas costaba Bs.17.230,42 en diciembre de 2014.

 

A esto le acompañan otras vaguedades como el anuncio de un bono de salud para los pensionados (no nombró el de turismo que también había ofrecido, pero no dio, en 2014); bonos a los hogares, becas para estudiantes, unas 400.000 viviendas e inversiones en infraestructura.

 

La esperada y necesaria rectificación de la política cambiaria tampoco llegó en esta sarta de anuncios, aún cuando es uno de los nudos gordianos de la crisis de abastecimiento que atraviesa el país. Esto indica que el panorama económico seguirá de mal en peor.  En el tablero cambiario informó que el $6,30:$ se mantiene para alimentos y medicinas; que el SICAD I deriva en SICAD Único; y que el SICAD II pasa a ser un mercado abierto donde participarán el sector público y el privado, será manejado por las casas de Bolsa y pare de contar. No especificó ni la tasa que lo regirá ni sus condiciones. Habrá de esperar la reforma de la ley o reglamentos para conocer con exactitud si es una legalización del mercado paralelo o es otro desagüe para las divisas.

 

Otro punto altamente preocupante es el anuncio de que recrudecerán las ¨inspecciones¨ a las empresas distribuidoras y la ratificación del afán de ¨controlar todo¨. Si se toman como precedente las arremetidas de las inspecciones, es de previsible que esto se traducirá en más expropiaciones de empresas privadas, más inseguridad jurídica, menos confianza para la inversión, mayor desempleo y profundización de la escasez y la inflación.

 

Siguiendo la línea de las evocaciones divinas, el venezolano debería recurrir al mandato de ¡Ayúdate tú, y Dios te ayudará!

 

 

Editores de VenEconomía
 www.veneconomia.com

 

 

 

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