Cambio de régimen

Posted on: mayo 10th, 2014 by lina No Comments

Un plan intencional: acabar con todo aquello que le permite a la sociedad vivir con autonomía

 

Escuché en estos días a un compañero de la Unidad decir que el objetivo de las protestas debe ser resolver los problemas y no cambiar a Maduro. Si viviéramos en democracia, sería una afirmación sorprendente; la lógica aspiración de una oposición es llegar al poder constitucionalmente cuanto antes. Pero en Venezuela hay una dictadura. Un régimen que para dominar a la sociedad y perpetuarse en el poder, la necesita arruinada, dividida, aterrorizada y dependiente del Estado. Un régimen que no quiere resolver los problemas.

 

La destrucción institucional, económica y moral que sufrimos no es sólo por la incompetencia y corrupción infinitas del régimen, son parte de un plan intencional: acabar con todo aquello que le permite a la sociedad vivir con autonomía, exigir, defenderse. Por eso el ataque implacable a sindicatos, universidades, medios de comunicación, empresas, gremios, asociaciones de vecinos, partidos políticos, ONGs y hasta a las iglesias.

 

¿Nuestro objetivo es que incrementen los dólares preferenciales o tener una economía sin controles? ¿Que permitan importar algo más de papel periódico o que exista plena libertad de expresión y regresen las concesiones arrebatadas de TV y radios? ¿Que aumenten algo más los sueldos o que las empresas públicas y privadas sean competitivas y los salarios sean dignos y suban al ritmo de la productividad?

 

¿Quién puede creer que el régimen de Maduro detendrá las sentencias judiciales hechas en Miraflores? ¿Que respetará el derecho a la propiedad y acabará las expropiaciones? ¿Que desarmará las bandas paramilitares? ¿Que expulsará a los cubanos de las FAN? ¿Que detendrá los regalos a aliados extranjeros? ¿Que los empleados públicos dejarán de ser presos políticos? ¿Que los ciudadanos podremos manifestar pacíficamente sin ser reprimidos?

 

Por esto, los venezolanos entendimos que no se trata de pedir que el régimen cambie sus políticas; no lo hará. Nuestra lucha es por cambiar el régimen por una vía constitucional, lo antes posible; y para ello es indispensable mantener la presión ciudadana pacíficamente en la calle.

 

Un compañero de Barquisimeto lo expresó impecablemente en estos días: «no se trata de mejorar las condiciones del cautiverio, se trata de vivir en libertad».

 

mariacorinam@mariacorina.com

 @mariacorinaYA

Renuncie

Posted on: abril 5th, 2014 by lina No Comments

Los Castro ya entendieron que los venezolanos lucharemos hasta conquistar la democracia…

 

Salgo del Congreso de Brasil, emocionada por ejercer el deber y el honor de hablar, como diputada, en nombre de todos los venezolanos. Coincidía con un homenaje a parlamentarios que hace 50 años la dictadura había expulsado del Congreso, acusados de «traición a la patria por haber criticado a su país en el exterior». Esto pudo influir en el entusiasmo con que los diputados, de pie, gritaban: «Venezuela», «democracia», «valientes» y «libertad», al retirarme de la plenaria.

 

La operación del régimen para impedir que el mundo conozca sus crueles violaciones a los DDHH, a la soberanía popular y a la libertad de expresión, ha sido costosa e inútil. Parlamentos, periódicos y hogares de todos los continentes llaman al régimen venezolano como lo que es: una dictadura.

 

Hasta hace dos meses, el régimen hizo creer que nos habíamos resignado. Venezuela despertó. Las órdenes cubanas de reprimir toda «candelita», con la furia criminal de bandas paramilitares, la PNB y la GNB, provocaron mayor indignación y energía para el movimiento cívico más amplio y profundo de nuestra historia. El régimen cruzó una línea roja y ahora, para los actores extranjeros, la indiferencia es complicidad.

 

Un pueblo está en la calle decidido a avanzar, irreversiblemente y sin demora, en la transición hasta la democracia. Un país que exige un cambio, no sólo de políticas o de gobernantes, sino en los valores, en el modelo de sociedad y que está decidido a hacerlo por las vías democráticas que contempla la Constitución. Por ello, no admitiremos un nuevo engaño con un llamado a diálogo que pretenda desmovilizar la protesta o aparentar legitimidad. En cuanto a los poderes públicos, rechazamos la oferta de cuotas para maquillarlos. Se impone la recomposición total del CNE, la Fiscalía General, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría, sólo para empezar.

 

Hace dos años, en carta pública a Fidel Castro, le dije: «Cdte. Castro, deje de intervenir en los asuntos internos de Venezuela. Hágalo de buen grado o las fuerzas democráticas de Venezuela se lo haremos entender como hace 50 años». Los Castro ya entendieron que los venezolanos lucharemos hasta conquistar la democracia, la soberanía nacional y la libertad. Como diputada y ciudadana, le digo, Sr. Maduro: ha llegado la hora de que Ud. también lo entienda: Renuncie

 

Maria Corina Machado

 @mariacorinaYA

 

Luchar hasta vencer

Posted on: marzo 8th, 2014 by lina No Comments

Estamos unidos en el dolor e indignación infinita por los caídos, heridos, torturados y detenidos…

 

Recorro San Cristóbal, una ciudad decidida a reivindicar su dignidad. Es difícil transitarla porque sus ciudadanos viven en diaria protesta por la escasez y contra la represión, ambas oficiales. Lo hacen con un sentido histórico y ciudadano admirable. A mi lado, al frente de la enorme concentración popular, Carmen González, la madre de Jimmy Vargas, joven muerto por la brutal represión. Sus palabras penetran directas al corazón y a la conciencia: «no lloren, luchen».

 

Los venezolanos despertamos. Entendemos que ante un régimen que pretende la sumisión total, cierra las vías institucionales y anula nuestra voz por los medios de comunicación, es la protesta cívica en la calle el mecanismo que le queda al pueblo para hacerse escuchar y respetar.

 

La protesta que hoy vivimos es distinta a las anteriores. No se concentra en pocas ciudades; sacude todo el país. Se inició por una convocatoria de los estudiantes, en sectores de clase media, y hoy es evidente que participan ciudadanos de todos los sectores económicos y sociales. La fuerza indetenible de este proceso social es su propósito: ha trascendido las reivindicaciones económicas y sociales urgentes; es cuestión de dignidad nacional, de soberanía popular y de libertades democráticas.

 

En un mes, hemos desnudado al régimen y evidenciado su carácter dictatorial, su desastre económico, su aparato represivo y la complicidad internacional. Nunca el régimen había estado tan desesperado; nunca sus pilares tan débiles. Nunca había estado la democracia tan cerca de la victoria.

 

Los ciudadanos estamos abriéndole camino a una transición política. La profundidad y naturaleza del descontento ciudadano y la inevitable exigencia de democracia así lo determinan. Maduro y sus tutores cubanos no podrán impedirlo aun reprimiendo sin piedad. Con ello sólo aceleran el proceso de conquista de la democracia.

 

Los ciudadanos tenemos muy claro el propósito de nuestra protesta. Estamos unidos en el dolor e indignación infinita por los caídos, heridos, torturados y detenidos, y en la irrevocable decisión de continuar avanzando en este movimiento cívico y pacífico que crece cada día.

 

El Táchira, una vez más, nos inspira y proporciona una consigna: Luchar hasta vencer.

 

mariacorinam@mariacorina.com

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Rebeldía

Posted on: enero 28th, 2014 by Super Confirmado No Comments

El Sr. Maduro anuncia un “Plan de Pacificación”. ¿Pacificar a las bandas criminales que apertrechadas con armas de guerra someten a comunidades enteras? ¿A los pranes que dirigen las mafias del crimen desde las cárceles? ¿A los guerrilleros que asesinan venezolanos en la frontera? ¿O es que la “pacificación” tiene en la mira a los trabajadores que el año pasado hicieron más de 3 mil protestas, a los estudiantes que reclaman en Mérida por el asesinato de su compañero, a las amas de casa cuya indignación crece con cada palmo de cola, a los periodistas que sí hacen su trabajo, -hoy, ejercicio heroico-, o a los políticos que no reconocemos la legitimidad de un régimen que ha violado la soberanía popular y ultrajado la soberanía nacional?

 

Ante la “pacificación” que pretende el régimen se requiere una firme respuesta ciudadana: rebeldía. Frente a la destrucción de la democracia y la demolición de la República en marcha, los venezolanos de nuestra generación tenemos que tomar una decisión personal e impostergable: no podemos ignorar la pretensión de este régimen mafioso y usurpador, debemos enfrentarlo con determinación hasta vencer. Estas son las decisiones que marcan la vida de los individuos y las sociedades de manera indeleble.

 

Al decidir enfrentar al régimen, lo siguiente es definir cuándo y cómo. Una opción es esperar a que las tensiones del pacto de mafias exploten y que el desastre económico socave aun más sus bases, abriendo el camino a las contiendas electorales de 2015 y 2019. La anunciada creación del “Poder Electoral Comunal” y la represión en ascenso, anticipan un mal desenlace. En este régimen, el tiempo opera en contra de la resistencia.

 

La ruta a la democracia exige emprender de inmediato la movilización de la gente para el cambio del régimen político lo antes posible. La protesta es el primer paso; transformar la indignación en acción organizada con un objetivo político. En democracia, el reclamo para un cambio de régimen es un derecho; en dictadura, este derecho se transforma en deber. En cuanto al cómo, nuestra Constitución contempla mecanismos para realizarlo.

 

Yo confío en nuestra fuerza hoy; hemos respondido admirablemente en 15 años de lucha. Nuestras convicciones y determinación están demostradas. La salida está en nuestras manos y depende sólo de nosotros, los ciudadanos.

 

mariacorinam@mariacorina.com

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Por María Corina Machado

El precio de la libertad

Posted on: enero 15th, 2014 by Super Confirmado 1 Comment

La información se esparce, cruda y dolorosa por todo el país; desgarra e indigna. Una joven bella y exitosa, y su esposo, son asesinados en presencia de su hija. El país conmociona y recibo por la red social, entre exclamaciones de pesar, una preocupante: «Aquí lo que hace falta es un Pérez Jiménez que ponga orden, por las buenas o por las malas».

 

La desesperación por detener esta espiral destructiva puede llevar a algunos a contemplar la renuncia a la libertad, confundiendo el orden con la paz. Por eso alarman reacciones que llaman al «diálogo» con el régimen o al acatamiento de su pedido a no «politizar el hecho». Es hora de asumirlo. El brutal incremento del costo de la vida, la humillante odisea para conseguir comida y medicinas, y la violencia física y verbal, tienen un origen político y deben enfrentarse políticamente.

 

¿No politizar el crimen? El asunto es que para el régimen la violencia impune es política de Estado. El régimen tendrá que adoptar en los próximos días decisiones económicas con alto costo político. Para ello necesita aquietar las fuerzas opositoras. Por eso invita a un «diálogo» que es tan fraudulento como los procesos electorales que ha convocado una y otra vez. El verdadero diálogo democrático exige reconocer la legitimidad del otro, respetando la pluralidad; nociones incompatibles con la conducta totalitaria del régimen.

 

 

Su objetivo es ganar tiempo, compartir su fracaso y transferir la responsabilidad del drama nacional, que no se intenta corregir. La pulverización de la cohesión social, la destrucción del aparato productivo, el empobrecimiento de la población y la violencia impune, han sido provocados para lograr el control absoluto, físico, social, político, económico y espiritual de los venezolanos.

 

Este drama no se resuelve colaborando con el régimen o compartiendo su responsabilidad; sólo enfrentando este modelo y recuperando nuestra vida democrática. Queremos paz, orden y seguridad. Anhelamos la convivencia ciudadana. Pero no podemos sacrificar la libertad a «la paz» de los totalitarios. Reconocer esta realidad frente a un régimen despótico, implica asumir que la conquista perdurable de la libertad tiene un precio, y es alto. Nuestra generación está dispuesta a pagarlo.

 

mariacorinam@mariacorina.com

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Por María Corina Machado

Paz sin libertad es sumisión

Posted on: diciembre 28th, 2013 by lina No Comments

El régimen muestra su esencia: no habrá tregua para quien disienta, ni paz para quien no se le someta

 

Conozco a Iván en Paraguaná; tiene esa candidez de nuestra gente de la costa y un brillo de agudeza en la mirada.

 

Transmite el orgullo de quien le apasiona su trabajo. El suyo no es sencillo; le corresponde defender a los trabajadores petroleros del estado Falcón, en una Pdvsa que desconoce por igual los contratos colectivos y la seguridad industrial.

 

En agosto de 2012 su voz se alza firme ante la tragedia de Amuay; no hay amenaza que lo doblegue exigiendo respuestas.

 

Hace una semana Iván la obtuvo: por «presiones» de Pdvsa y a pesar de su fuero sindical, la fiscal laboral de Falcón ordenó su despido, acusándolo de difamación; es decir, de «faltarle el respeto» a los altos gerentes de la empresa. El régimen, que horas antes ofreció diálogo para gobernar, muestra su esencia: no habrá tregua para quien disienta, ni paz para quien no se le someta. Tampoco le basta con la obediencia, quiere el fervor.

 

En nuestra desgarrada Venezuela, todos queremos paz y tranquilidad. Y, desde luego, preferimos transitar desde esta dictadura corrupta hasta la democracia sin cruenta confrontación. Pero, tras 15 años de lucha y resistencia, hemos comprobado que el régimen no está dispuesto a compartir el poder; menos aún a dejarlo por las buenas.

 

Libres

 

Nuestra generación política ha asumido la responsabilidad de convocar y liderar un gran movimiento de ciudadanos libres por la restauración de la democracia. A quienes -aferrados al poder- lo han utilizado para entregarle la soberanía nacional al régimen cubano, debemos enfrentarlos, en el plano de las ideas como en el de la defensa de nuestros derechos en fábricas, universidades, oficinas públicas, Asamblea Nacional, y en la calle.

 

La energía de un país en efervescencia por la escasez, inflación, desempleo, inseguridad, la agonía de la salud y los cortes de luz y agua, debemos canalizarla, en acción y protesta política, hacia la única solución: el cambio de régimen.

 

En este fin de año deseamos paz. Pero sabemos que paz sin libertad es sumisión. Esto lo tienen muy claro dos Iván: uno a quien pretenden convertir en otra víctima de Amuay; y el otro, con 9 años tras las rejas.

 

mariacorinam@mariacorina.com

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Destellos de heroísmo

Posted on: diciembre 11th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Sabaneta de Barinas, 2 pm. En más de una década no se ha hecho ni marcha ni concentración opositora en este pueblo. Nos informan que «unos motorizados” acaban de atacar con piedras y un desafío expectante se esparce en el vehículo. La bandera cubana ondea, junto a la nuestra, en la planta procesadora. Llegamos al punto de encuentro. Candidatos y seguidores nos empujan de inmediato a emprender nuestro recorrido, precedidos por unas 50 motos que, altaneras, no cesan de tocar sus cornetas. Avanzamos dos cuadras, primer aviso: la ruta ha sido bloqueada por afectos al alcalde oficialista.

 

A pesar de las advertencias, Dominga, candidata a la alcaldía, mantiene la ruta original. Sus paisanos la siguen, entusiastas. Cuadras más adelante explota la agresión: cohetes, piedras, vidrios rotos, tiros, una moto en llamas. Sabaneta decide avanzar y llegamos a la tarima. Los que en el trayecto se habían dispersado por precaución, regresan. Muchos otros, sorprendidos por «la proeza”, se aglutinan a celebrar alrededor de la tarima, crecidos en fuerza y espíritu. Días antes, el pueblo de Cariaco se levanta contra la imposición de construir una cárcel frente a la Universidad. Protesta la gente y envían a la policía. Como no ceden, llegan militares…y sale más gente. La cárcel no va.

 

Hacia abajo, en Guayana, amenazan a los huelguistas de Sidor. Tanquetas entran al complejo siderúrgico, «General, tendrán que pasarnos por encima, pero nuestros derechos se respetan”. A su vez, diputados de la Unidad reciben «recados” del Alto Gobierno: hace falta un voto. No hay límite a la extorsión, de la oferta apetitosa a la amenaza ruin. Pero ni un solo diputado es fracturado en su moral y dignidad. Tienen que optar por la corrupción judicial. Este régimen requiere arrebatarnos la confianza en nosotros mismos, hacernos cómplices de sus manejos perversos para que perdamos la autoridad moral de combatir, frente en alto, su pretensión de dominarnos.

 

Pero mientras busca exacerbar el miedo, la desesperación y las culpas ajenas, brota, impetuosa, la conciencia de los venezolanos reflejada en estos destellos de heroísmo. Al bravo pueblo, hambriento de muestras de coraje y dignidad, le ha llegado la hora de seguir el ejemplo que Cariaco dio. Sólo así lograremos romper las cadenas y conquistar la libertad.

 

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Por María Corina Machado

El pueblo contra el pueblo

Posted on: diciembre 7th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Venimos de Dabajuro a Maracaibo por la Falcón-Zulia, emocionados tras una larga caminata. A kilómetros de Mene de Mauroa hallamos, trancados en larga fila, camiones, autobuses repletos, carros. Tenemos que seguir en motos, con las maletas encima. Quienes me reconocen me piden auxilio, información. A medida que me acerco al origen del conflicto, la tensión aumenta; niños sofocados, ancianos angustiados, gente alterada. En el pueblo, un numeroso grupo de conductores de camiones cisterna bloquea todos los canales. Decenas de habitantes de Mene de Mauroa, enardecidos, los acompañan.

 

«¡Agua, agua!”, exigen. «¡Paso, paso!”, se oye desde la tranca. Mauroa –explican sus habitantes– tiene más de un año sin agua: la represa, que debería surtir a medio Falcón, se cegó por falta de mantenimiento. La gobernación, que pretende «resolver el problema” con envíos esporádicos de camiones de agua, tiene 8 meses sin pagarles. «Queda agua en el hospital para un día”, «tuvimos que suspender las clases en la escuela, no aguantamos más”, «ya no hallamos qué hacer”.

 

Funcionarios de la policía del estado y de la GN separan los dos grupos que, cada vez con más vehemencia, exigen sus derechos. Una madre, con un bebé deshidratado, ruega a un camionero que abra la vía y él -entre lágrimas y sudor- le dice: «yo también tengo hijos, señora, y no tengo cómo darles de comer”. Inevitablemente, surgen conatos de violencia… Para preservar el poder, incapaces de cambiar de rumbo y asumir sus culpas, los jefes de este régimen han optado por llevarnos a la fase final: pueblo contra pueblo. No les basta culpar a los gringos, a los productores, a los comerciantes, a los campesinos, a los sindicalistas, a los periodistas o a los dirigentes de oposición.

 

Es la hora de enfrentarnos entre ciudadanos por un kilo de harina, por el puesto en la cola, por la última lavadora, por unos centímetros de suelo. Mientras tanto ellos siguen allí, aferrados al poder. El régimen fomenta anarquía y violencia como estrategia para «huir hacia adelante”. Pero la situación se les está yendo de las manos. Nuestra única opción es construir confianza entre ciudadanos y de éstos hacia las instituciones. Ello sólo es posible con un liderazgo firme, con profunda autoridad moral. Este es el primer e inaplazable cambio que requiere Venezuela.

 

mariacorinam@mariacorina.com

@mariacorinaYA

Por Marìa Corina Machado

El pueblo contra el pueblo

Posted on: noviembre 16th, 2013 by lina No Comments

El régimen fomenta anarquía y violencia como estrategia para «huir hacia adelante»

Venimos de Dabajuro a Maracaibo por la Falcón-Zulia, emocionados tras una larga caminata. A kilómetros de Mene de Mauroa hallamos, trancados en larga fila, camiones, autobuses repletos, carros. Tenemos que seguir en motos, con las maletas encima. Quienes me reconocen me piden auxilio, información.

 

A medida que me acerco al origen del conflicto, la tensión aumenta; niños sofocados, ancianos angustiados, gente alterada. En el pueblo, un numeroso grupo de conductores de camiones cisterna bloquea todos los canales. Decenas de habitantes de Mene de Mauroa, enardecidos, los acompañan. «¡Agua, agua!», exigen. «¡Paso, paso!», se oye desde la tranca.

 

Mauroa -explican sus habitantes- tiene más de un año sin agua: la represa, que debería surtir a medio Falcón, se cegó por falta de mantenimiento. La gobernación, que pretende «resolver el problema» con envíos esporádicos de camiones de agua, tiene 8 meses sin pagarles. «Queda agua en el hospital para un día», «tuvimos que suspender las clases en la escuela, no aguantamos más», «ya no hallamos qué hacer».

 

Funcionarios de la policía del estado y de la GN separan los dos grupos que, cada vez con más vehemencia, exigen sus derechos. Una madre, con un bebé deshidratado, ruega a un camionero que abra la vía y él -entre lágrimas y sudor- le dice: «yo también tengo hijos, señora, y no tengo cómo darles de comer». Inevitablemente, surgen conatos de violencia…

 

Para preservar el poder, incapaces de cambiar de rumbo y asumir sus culpas, los jefes de este régimen han optado por llevarnos a la fase final: pueblo contra pueblo. No les basta culpar a los gringos, a los productores, a los comerciantes, a los campesinos, a los sindicalistas, a los periodistas o a los dirigentes de oposición. Es la hora de enfrentarnos entre ciudadanos por un kilo de harina, por el puesto en la cola, por la última lavadora, por unos centímetros de suelo. Mientras tanto ellos siguen allí, aferrados al poder.

 

El régimen fomenta anarquía y violencia como estrategia para «huir hacia adelante». Pero la situación se les está yendo de las manos. Nuestra única opción es construir confianza entre ciudadanos y de éstos hacia las instituciones. Ello sólo es posible con un liderazgo firme, con profunda autoridad moral. Este es el primer e inaplazable cambio que requiere Venezuela.

 

Por Maria Corina Machado