Venezuela Pre-insurreccional: Batalla entre Herodes y la vieja Guardia chavista

Posted on: enero 14th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

1. Maduro, Ramírez y Saab

 

 

 

Nunca Rafael Ramírez, confidente presidencial del desarrollismo y bolivarianismo petrolero de Hugo Chávez –junto con Alí Rodríguez y Bernardo Mommer– se imaginó, que algún día su joven y simpático amigo Tarek William Saab, defensor de los Derechos Humanos, se convirtiera en su némesis.

 

 

 

La inesperada metamorfósis del mal poeta –pero, en su momento, buen amigo Tarek– en perseguidor, resulta de tres factores:

 

 

 

1. la confidencia de Fidel, de que Tarek algún día podría llegar a ser presidente de Venezuela;

 

 

 

2. la ilusión del poeta, de que sus servicios de Calibán (golpeador) para Maduro-Cabello-Padrino López serán retribuidos oportunamente por la troika de Miraflores, vía la concreción del oráculo del Comandante;

 

 

 

3. la Ley de la Revolución (Vergniaud), que estipula, que ésta, como Saturno, “devora a sus hijos” (la révolution, comme Saturne, ne dévore successivement tous ses enfants.); es decir, la inevitable “depuración” del colectivo insurgente exitoso en nuevos vencedores y vencidos, como en el caso de Stalin y Trotski, o Hitler y Roehm.

 

 

 

 

2. Ramírez versus el “Infanticida”

 

 

El camarada Ramírez, quién estaba hibernando en los acogedores entornos del Primer Mundo, mientras la economía y la democracia en Venezuela se fueron al carajo, se dio cuenta tardíamente, que los Bosses de Miraflores y su ambicioso poeta-fiscal lo habían escogido como animal de sacrificio, para ofrendarlo en el altar de la lucha anti-corrupción y, de esta manera, salvar sus pellejos en las elecciones presidenciales del 2018. No dispuesto a ser el Cordero de Miraflores, Ramírez se armó de valor y embistió a Maduro de frente. Aprovechando los muy presentes instintos católicos de los nativos, el arquitecto de la “Nueva PdVSA Roja Rojita” acusó con tierno lenguaje bíblico al “Presidente Obrero” de infanticidio de la Revolución: “Hoy día la Revolución Bolivariana, esa criatura, niña aún, es sacrificada en aras del poder, de mantener los privilegios, la prepotencia y la ceguera de Herodes”.

 

 

 

3. La Ley de Herodes

 

 

 

La astuta referencia bíblica de Ramírez a la ley de Herodes, que fácilmente encuentra eco en una población permeada profundamente por el adoctrinamiento católico, da con la esencia del conflicto venezolano: la incestuosa reproducción de las clases dominantes y castas en el poder y su brutal bloqueo de todo intento de transformación social y democratización “desde abajo”. Donde erra Ramírez, es en la afirmación de que Herodes actuó por prepotencia y ceguera. Herodes el Grande era un consumado político y vasallo de Roma, una encarnación fiel de Il Principe de Maquiavelo, que ejecutaba en forma prototípica una ley fundamental de la evolución política humana: la monopolización y perpetuación de las élites dominantes en el poder, al precio que sea. La troika burguesa de Miraflores, Maduro, Cabello, Padrino López, actúa con la lógica de este principio de organización clasista humana, cuyo parangón animal se encuentra en el infanticidio de los leones.

 

 

 

4. La Lista Nazionale

 

 

 

La acusación de Ramírez contra Maduro es, por supuesto, correcta. La decapitación jurídica-política de los partidos y líderes de la MUD por el triunvirato gobernante, es el equivalente funcional de la medida de Herodes. Es una estratagema, que aprovecha la eterna verdad de las elites dominantes: que, al quitarle a la manada sus líderes, al des-cabezarla física o virtualmente, ésta se convierte en una turba fácilmente dominable, porque su comportamiento se vuelve caótico o robótico. La misma fabricación de la Asamblea Nacional Constituyente y las futuras elecciones presidenciales (2018), concebidas, sin duda, al estilo de la Lista Nazionale (1924) de Mussolini, ilustran esa “férrea ley de la oligarquía” (das eherne Gesetz der Oligarchie, R. Michels) y de los conquistadores del poder. La nostálgica interrogante de Ramírez, de cómo fue que la Vieja Guardia –los grognards de Chávez– perdió el control del proceso, es la clásica pregunta de los vencidos. De Gorbachev a Yeltsin, y de la centroizquierda latinoamericana a Rousseff, Lula y Kirchner.

 

 

5. The winner takes it all

 

 

 

En su más reciente artículo, el líder bolivariano pregunta (Aporrea, 7.1.2018): “¿Como fue que llegamos a esta situación?” La respuesta es evidente y el mismo Rafael la sabe. Que no la explicite es humanamente comprensible; pero, políticamente, es un error. Se llegó a esta situación, porque el Comandante Hugo Chávez nunca preparó una vanguardia revolucionaria que pudiera conducir el proceso de transformación del país, en caso de su ausencia. No la preparó a nivel de Estado, ni de Partido, ni de la sociedad. Cuando se acercó su trágico fin físico, provocado o natural, la ausencia de estructuras sólidas y eficientes de decisión generó un vacío de poder. La Vieja Guardia, en lugar de preparar la toma del poder para terminar la obra del fundador, se quedó pasiva. Carecía de la visión estratégica napoleónica en la batalla de Waterloo, de arriesgar todo en un último esfuerzo. Sin audacia, ni estrategia, dejó el campo libre a una camarilla oportunista, que se apoderó rápidamente del proceso de transición. Por su manifiesta ineptitud, ambición y falta de ética, era inevitable, que esa camarilla llevara el proyecto desarrollista de Chávez al colapso. Ahora, a la Vieja Guardia orillada y hostigada, solo le queda recitar la canción de Abba, cuyo título citamos arriba: “I’ve played all my cards and that’s what you’ve done too. Nothing more to say, no more ace to play.”

 

 

 

6. Transiciones: Rusia, Cuba, China, Venezuela

 

 

 

Consciente de su frágil estado de salud y de los peligros de involución de la Revolución soviética, Lenin trató de blindar el proceso de transición a fines de 1922. Identificaba el gran peligro para la revolución en la fracción y praxis del Secretario General del Partido, Iósif Stalin y trató de evitar que heredara el poder. Trágicamente, la muerte temprana de Lenin y la incapacidad de vanguardia de Trotski, malograron la estrategia de salvación del proceso (ver testamento de Lenin). En consecuencia, el jacobinismo estalinista logró usurpar a la Revolución Soviética y la destruyó.

 

 

 

En Cuba, la Revolución contó con una moratoria, por la feliz circunstancia de que Raúl podía llenar el vacío que dejó Fidel. Sin embargo, la moratoria es transitoria para el único régimen socialista (del Siglo 20) de América Latina, porque en Abril del 2018 se cierra el ciclo de la era Fidel-Raúl. En China, Deng Xiao Ping evitó el colapso de la Revolución mediante la implementación de la Nueva Política Económica (NEP) de Lenin, que Xi pretende elevar al Socialismo Universal del Siglo 21. En Venezuela, la transición de la Quinta República al Socialismo del Siglo 21, terminó en una grotesca dictadura burguesa, reminiscente de la época de Yeltsin en Rusia.

 

 

7. Venezuela: la transición fallida I

 

 

En la transición venezolana, era obvio, que el “maoísta” y rufián sindical Maduro no “daba el ancho” para garantizar la evolución de la Revolución. Por lo tanto, y pese a los intereses particulares del Caribe y dos potencias mundiales, el Presidente nunca debía haberlo colocado en la cúspide del poder. El apparatchik Diosdado Cabello, quién se auto-catapultó al centro del poder, fue peor. Fiel creyente de los métodos de la Cosa Nostra, de que la cooptación de los líderes de un partido revolucionario debe ser por la nomenclatura –no mediante elecciones– nunca debía haber ocupado un cargo clave en la organización de la Revolución Bolivariana. Al igual que el nombramiento de Jorge Arreaza como Coordinador de la Escuela de Cuadros del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez del PSUV, que ya indicó claramente la desnaturalización de la Revolución hacia la parodia tragicómica.

 

 

 

8. Venezuela: la transición fallida II

 

 

 

La corresponsabilidad del desastre corresponde, por supuesto, a la Vieja Guardia del oficialismo, que se calló la boca ante los errores del proceso. Lo que Rafael Ramírez, José Vicente Rangel, Jorge Giordani et al le critican hoy al Madurismo, es el resultado de un largo cáncer de oportunismo que destruyó al movimiento-partido. Cuando empezó la “depuración” del proceso –el Thermidor de la derecha– no hubo resistencia de los auténticos revolucionarios: ni siquiera en el affaire Dreyfus de la Fuerza Armada Bolivariana, la persecución del General Baduel. La derecha pudo poner impunemente a la persona, que había salvado a la Revolución y decenas de miles de vidas, ante el pinochetazo venezolano —como reconocieron Fidel y Hugo Chávez en su famoso telefonema, publicado en el Granma– en la cárcel, sin que apareciera ningún Zola para protestar. Este fue el punto de quiebre y viraje moral de la Revolución: el Thermidor triunfante de la nueva socialdemocracia venezolana, travestiada de bolivariana, socialista y chavista. Si Rafael Ramírez teme ahora, que el triunvirato le aplique la ley de Saturno, debe recordar, que el momento de parar la instalación de ese mecanismo se le pasó hace muchos años.

 

 

9. ¿Qué va a pasar?

 

 

 

La segunda pregunta de Ramírez es: “¿Qué va a pasar?… El Comandante, creó mecanismos para la defensa de nuestra revolución, de la Quinta República. ¿Dónde están? ¿Se va a perder todo este esfuerzo? Ya el retroceso es brutal.” Nuevamente, la respuesta es clara. Los legítimos y legales mecanismos de defensa de la revolución ya no existen. Por una parte, los usurpadores socialdemócratas del poder controlan antidemocráticamente el aparato de Estado (división de poderes, constitución etc.). Por otra, la identificación de las masas con su líder y su proyecto, que era el sostén fundamental del poder de Chávez, se ha desvanecido. Hoy día, el poder oficial está repartido entre la vieja (Ramos Allup) y la nueva socialdemocracia (la troika tóxica) venezolana, en un modelo de dominación sostenida sobre la mentira, las bayonetas y los dólares.

¿Qué propone Ramírez ante esta correlación de fuerzas? ¿La alianza con los neo-mantuanos que complementan el arco de poder de la clase política venezolana? Parece, que no. Dice que “lo único que salva a este proceso, a nuestro pueblo, es Chávez, su legado, su obra y la conciencia que sembró en los más pobres, en las instituciones que creó, en los soldados, trabajadores, en el Poder Popular”. Es decir, no tiene propuesta. Nuevamente, en este momento estratégico –como en el quiebre moral del proceso, el encarcelamiento del General Baduel, y en la usurpación de la transición, a la muerte del Comandante Chávez– la Vieja Guardia se queda sin praxis de vanguardia. Ante el poder de la Razón cínica, apela a fantasmas de salvación.

 

 

10. Chávez, Ramírez y Stalingrado

 

 

Encerrado en su Stalingrado económico-político de una megainflación del 2,600 por ciento (2017); con una PdVSA destruida; sin líquidez, ni moneda internacional; con creciente aislamiento global, sin proyecto económico –más allá de sus nuevas estupideces de voodoo economics, recomendadas por sus asesores económicos analfabetos españoles, como el Petro, las granjas de minería, etcétera– ni político, la troika tóxica está buscando condiciones de rendición aceptables, en las negociaciones secretas de Santo Domingo.

 

 

En estas condiciones, la frase de Ramírez, de que “lo único que salva a este proceso…es Chávez”, sólo puede tener dos significados reales: un levantamiento militar contra el estancado régimen burgués, como el “bolivariano” de febrero del 1992; o una insurrección popular, como la que derrotó a la dictadura militar de Abril 2002. Lo que falta en ambos escenarios actuales, es el ingrediente decisivo: el líder-mártir que derrota a los Herodes tropicales, en beneficio del pueblo

 

 

Heinz Dieterich

Colapsa la socialdemocracia venezolana

Posted on: noviembre 23rd, 2017 by Laura Espinoza No Comments

1. Quiebre financiero: confesión Tareck El Aissami

 

 

“Hoy Venezuela se encuentra imposibilitada para buscar financiamiento, encontrándonos en la necesidad de plantear nuevas fórmulas para salir de esta complejidad”, confesó el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, al término de una reunión con los acreedores de la deuda externa. De esta forma, el segundo más alto funcionario del Estado reconoció la bancarrota financiera de la República Bolivariana de Venezuela, fundada por el PresidenteHugo Chávez, bajo el precepto constitucional de ser “irrevocablemente libre e independiente”, con “su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional (fundados) en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador”. Ignominioso fin de un grandioso proyecto de liberación de una potencia petrolera, arruinado por default en menos de un lustro por una camarilla de usurpadores socialdemócratas ineptos e inmorales.

 

 

 

2. Catalepsia socialdemócrata

 

 

La incapacidad de la dictadura socialdemócrata de pagar las importaciones necesarias resulta del agotamiento estructural de un modelo económico, que ya se había hecho disfuncional en los últimos años del gobierno de Hugo Chávez. El mismo Comandante no implementó las reformas estratégicas ineludibles para refundar el modelo, pese a que las discutía a puerta cerrada, a partir de la crisis mundial de 2008. Y, tampoco lo hizo la camarilla de Cabello-Maduro, desde que se quedó con el poder, a la muerte del Comandante (marzo 2013). Diez años de ineptitud y catalepsia socialdemócrata burguesa frente a los grandes cambios nacionales y globales han producido el desastre, que hoy día vive la nación. Ante tal situación, la pregunta inevitable es: Si las tendencias de evolución negativa del modelo eran visibles tan tempranamente, ¿Por qué no se cambió el rumbo del proceso para conjurar la tragedia?

 

 

 

3. La variable decisiva

 

 

La respuesta es evidente. La actual crisis terminal resulta del fallido intento de la Nueva Clase Política “bolivariana” –de la nueva fracción socialdemócrata– de usurpar el poder político, monopolizando la renta petrolera. Dado que esa renta se realiza en dólares estadounidenses, toda la dinámica económica nacional y su macro- y micro-cibernética giran en torno a ese equivalente general supremo. Del manejo adecuado de esta variable decisiva dependía, por lo tanto, la evolución del proceso bolivariano.

 

 

 

4. Aristóbulo Isturíz: confesión herostrática

 

 

Karl Marx decía que todos los misterios de la teoría encuentran su explicación en la praxis. Aristóbulo Istúriz, entonces Gobernador del estado Anzoátegui, lo comprobó otra vez: “El control de cambio en Venezuela no es una medida económica…, es una medida política. Porque si nosotros quitamos el control de cambio, ustedes sacan los dólares y nos tumban. Mientras gobernemos tendremos que tener control de cambio. […] Y tendremos que amoldarnos, con control de cambio, a manejar la economía” (14.7.2014). A confesión de parte, relevo de pruebas. Eternizarse en el poder mediante el monopolio del dólar, avalado por las bayonetas y mentiras, es la fórmula de gobierno del “Presidente Obrero” socialdemócrata. ¿Qué lo distingue de cualquier otro régimen burgués?

 

 

 

5. Analfabetismo político en Miraflores

 

 

Dirigir un país a través del control del plusproducto –medida recomendada por Fidel a Chávez, en su momento— es la política de todas las clases dominantes del mundo. Pero, hay que saber hacerlo. Y ahí, la troika tenía todo resuelto. Delante de sus narices, Evo Morales, Rafael Correa, Lula y Daniel Ortega, aplicaban exitosamente el know how del desarrollismo criollo viable en América Latina. Simplemente, tenían que entender y asimilar la dialéctica de este desarrollismo. Pero, su incultura, arrogancia, irresponsabilidad e ideología delusional (delusional thinking) lo impidieron y llevaron la economía a la catástrofe nacional. A la par con Mugabe en Zimbabwe y Trump en Estados Unidos, figuran entre los campeones del analfabetismo político global. Ahora aguardan la guerra de Arabia Saudita contra Irán –que Washington e Israel provocan desesperadamente vía sus calibanes mercantil-feudales de la Casa de Saúd— con la vana esperanza de que podrá salvarlos de la bancarrota financiera.

 

 

 

6. Rafael Ramírez: Confesión “sin Bolas”

 

 

En un reciente artículo, Rafael Ramírez da otra narrativa explicativa de la catástrofe del régimen, sin mencionar, que él es uno de los principales co-responsables: “…cuando el Presidente Maduro me designa vicepresidente del área económica (2013), yo tenía una idea clara de los problemas y de lo que había que hacer. Algunos compañeros me advertían que no tendría el apoyo necesario para hacerlo… [Nuestra] agenda la explicamos… desde el sector internacional en Londres en junio de 2014, hasta la dirigencia y las bases del PSUV en el Congreso del partido en julio de ese mismo año, donde recibió un entusiasta apoyo… La consigna fundamental del Plan era estabilizar la economía, alcanzar los equilibrios. Crear otro sistema cambiario que convergiera hacía un valor que tuviese algún tipo de fundamento económico…También se propuso una estrategia para el manejo de deuda, aplanar los vencimientos y el manejo de activos en el exterior, entre otros. No se pudo. ¿Qué fuerzas actuaron torpedeando esta agenda? Siguen allí y hay que identificarlas…”.

 

 

 

7. El hermano Ramírez

 

 

Efectivamente, si estas “fuerzas” han saboteadas las reformas vitales necesarias para la sobrevivencia del proyecto histórico de Chávez, desde hace más de un lustro, hay que identificarlas y neutralizarlas. La pregunta obvia es, ¿por qué Ramírez no las identifica? Desde la salida del General Raúl Baduel en 2008, forzada por la mafia de Diosdado Cabello, el hegemón del gobierno siempre ha sido ese teniente anticomunista. Y sigue siéndolo hasta el día de hoy, detrás de la fachada del ridículo Reality Show, que el cantinflesco “Presidente Obrero” pretende vender como política. La respuesta a la interrogante es autoevidente: Ramírez sigue la Jura de Reglas de esa hermandad tropical privilegiada, de la cual es miembro, disfrutando “las dulces mieles del poder” (Fidel).

 

 

 

8. José V. Rangel: Confesión “con Bolas”

 

 

Quién finalmente las encontró es el decano del periodismo chavista venezolano, José Vicente Rangel. En una transcendental editorial de su programa televisivo criticó al gobierno de Cabello-Maduro, diciendo que “El ejercicio de la política no puede estar referido a lo banal, a la maniobra artera o a la manipulación rastrera de las ideas”. La situación en Venezuela coloca a los ciudadanos “contra la pared” y que es “insoportable el costo de vida”. Con gran valor insistió, en que es “imposible callar ante el fenómeno que azota a todo el pueblo por igual, sin excepción, sin distingo social y político (y que) los venezolanos estamos contra la pared”; y aseguró que ninguna de las medidas “forjadas” aplicadas a la economía convence, ni por parte del Gobierno, ni tampoco por parte de los empresarios. Por supuesto que no convencen. ¿A quién pueden convencer los candidatos al Premio Nobel de la Ignorancia Económica, encabezados por los asesores gachupines y la nueva estrella Pasqualina Curcio, y amantes de la sabiduría como el “filósofo” mexicano, Fernando Buen Abad, con sus panegíricos quijotescos?

 

 

 

9. Stalingrado

 

 

 

El colapso de los circuitos financieros internacionales y de la acumulación ampliada del capital; la gradual configuración de un gobierno en el exilio, con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) opositor instalado oficialmente por la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, D.C; el progresivo aislamiento frente a Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima; un cada vez más completo cerco militar de la OTAN y de sus vasallos criollos, incluyendo el control militar de la Amazonia por los militares gringos; sin programa de gobierno, sin reservas monetarias internacionales, con una inflación que convierte el bolívar en mero papel; sin apoyo social mayoritario y sólo sostenido por el control del dólar, las mentiras oficiales y las bayonetas, la orden de batalla de Cabello-Maduro –como la del General Paulus en Stalingrado– no tiene futuro.

 

 

 

¡O los sacan fuerzas internas, como a Robert Mugabe en Zimbabwe, o serán terminados por el entorno mundial

 

Heinz Dieterich

Venezuela, elección entre cáncer y cólera

Posted on: octubre 17th, 2017 by Super Confirmado No Comments

 

1- Triunfo gubernamental

 

 

No cabe duda alguna que el gobierno madurista ganó la batalla táctica de las elecciones para gobernadores. El intento de la MUD de revertir el resultado mediante una auditoría es demagogia y autismo puro, para justificar ante su clientela el fracaso que sufrió y los errores estratégicos garrafales de su dirigencia. Hay múltiples razones que explican el éxito del oficialismo, pero un fraude técnico en las urnas y computadoras seguramente no es una de las fundamentales. Fue, en resumidas cuentas, el triunfo de un Estado-Partido unificado, intrínsecamente demagógico, sobre una coalición electorera contradictoria y simuladora

 

 

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2- Triunfo previsible

 

 

 

Dos grandes mentiras se enfrentaron sobre un desastre de gobernanza nacional, con una población decepcionada, con baja conciencia política y sin alternativa de elección real. En tal escenario tuvo que prevalecer la máquina de propaganda más eficiente y la mentira más creíble. La seudo-democracia burguesa ha pasado de los casi idílicos días de la manufactura del consenso (manufacture of consent) y de la televisión como “puerta abierta hacia la mente pública” (open doors to the public mind), de los años cincuenta. La “gestión de la percepción” ciudadana (perception management)  –basada en la neurociencia, la sicología aplicada y la mente tribal–  determina  las decisiones electorales y el mejor aparato Goebbeliano gana. Y así fue. Un resultado previsible dentro de un escenario y orden de batalla, cuidadosamente escogidos por Miraflores.

 

 

3- Dinámica del triunfo

 

 

 

El valor analítico del ejercicio electoral para prever el futuro venezolano es triple. Es obvio, en primer lugar, que la MUD quedó debilitada y que su fragmentación interna  –causada estratégicamente por la irresuelta decisión sobre la vía violenta o institucional al poder aumentará significativamente. Del otro lado del frente, el grupo conductor del oficialismo (Maduro, Cabello, Padrino López) fortalece su hegemonía, al igual que la idea de que pueda ganar las elecciones presidenciales en el 2018. Pocos en este grupo tienen la dialéctica para entender, que su triunfalismo es equivocado. Que el triunfo es pírrico en naturaleza.

 

 

 

En segundo lugar, es significativa la información comicial en el sentido, de que alrededor del 40% de los ciudadanos con derecho a voto consideraron que el evento, por las razones que fuesen, no proporcionaba un mecanismo capaz de cambiar la desastrosa situación nacional y su propia situación social. Por lo tanto, se abstuvieron de votar. El tercer dato de importancia es que la población sigue dividida políticamente en proporciones semejantes entre el oficialismo y la oposición (54 a 45% en este caso). Es decir, la oposición política al Chavismo y, hoy, al Madurismo, no ha logrado cambiar estructuralmente la preferencia electoral de los ciudadanos, a su favor. Venezuela agoniza en una bipolar hegemonía, compartida por dos sujetos políticos estériles.

 

 

 

4- Una elección que no resuelve nada

 

 

 

Las elecciones venezolanas para gobernadores obviamente no tenían nada que ver con democracia. De parte del régimen madurista era un intento controlado para bajar la presión internacional sobre su imagen de dictadura y, en consecuencia, recuperar espacios de negociación globales perdidos. Del lado de la oposición, derrotada en la guarimba de la calle, la parlamentaria y la ideológica, se trataba de recuperar la imagen de fuerza y legitimidad de cambio y la iniciativa táctica, que ha perdido.

 

 

 

Los comicios tampoco iban a tener un impacto significativo en la correlación de fuerzas nacionales, porque ninguno de los dos bandos iba a respetar el resultado, si beneficiaba al adversario. Si la MUD ganaba, sería neutralizada a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), que no son más que instrumentos del Ejecutivo. Si el Madurismo ganaba, sería desconocido el resultado por la derecha venezolana y el faccionísmo internacional. El problema fundamental del país, la restitución de una clase dirigente funcional y de un Estado constitucional y operativa con capacidad y sabiduría de gobernanza, quedaba, por lo tanto, irresuelto. Esta situación de estancamiento estructural seguirá hasta el 2018, cuando el colapso económico-financiero del régimen, que prácticamente ya se encuentra en default, o una mayor intervención política internacional, forzará el fin de la tragicomedia que vive Venezuela.

 

 

 

5- Una farsa tragicómica

 

 

 

La política venezolana hoy día no es más que un sainete tragicómico. El conflicto entre los dos sectores de la clase política burguesa (MUD y Madurismo) ha perdido su esencial razón de ser: presentar alternativas de conducción del bien público para que los ciudadanos puedan decidir la ruta de evolución de la nación que desean. Sin embargo, su carácter de clase al igual que su inescrupulosa práctica política, son esencialmente idénticos.

 

 

 

La fracción socialdemócrata descerebrada, el Madurismo, entrega el país a precios de venta de garaje al capital financiero internacional (Goldman Sachs) y extractivo (Arco Minero), mientras le miente cínicamente al pueblo sobre su supuesto “anti-imperialismo” y “anti-capitalismo”. Maduro, el “presidente obrero”  –al igual que Trump, el sociópata compulsivo  narcisista herostrático– miente sistemáticamente a los ciudadanos para confundir y manipularlos. Gobierna sobre la mentira, las bayonetas y el asistencialismo petroléro. Su convocatoria de votar para ratificar “la democracia verdadera, la democracia bolivariana y a la ANC”, es una demagogia de dimensiones goebbelianas, considerando la radicalización de la situación que espera al país después de la farsa electoral.

 

 

 

Los oportunistas neoliberales de la MUD, el segundo aparato de poder burgués en la contienda por la entrega de los recursos nacionales del país a las grandes corporaciones del mundo, a su vez, quedó definida nítidamente como la agencia mantuana oficial de venta de garaje nacional, al solicitar la intervención abierta de sus amos en Washington, Bruselas y los títeres monroeistas del Grupo de Lima.

 

 

 

6- La lección

 

 

 

El valor heurístico (de aprendizaje) de las elecciones consiste en que reveló con cierto grado de precisión el nivel de conciencia política de la población. O, para decir lo mismo de otra manera: el grado de eficiencia manipulativa de las máquinas de demagogia, que los dos bloques fundamentales de poder nacional utilizan para defender sus intereses faccionistas. Se trata de una clase lumpen-política burguesa bicéfala, que no puede resolver la crisis del país.

 

 

 

Entre la Escila de la socialdemocracia descerebrada y la Caribdis de los mantuanos   invertebrados, no queda otro remedio que la de crear una fuerza de salvación nacional. La victoria pírrica del 15 de octubre de Miraflores, es el catalizador de tal proceso.

 

Heinz Dieterich

Nicolás Maduro: remueve al Kim Jong Un

Posted on: agosto 16th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

El American Dream de Maduro: Finalmente, las plegarias del madurismo para evocar una amenaza de guerra imperialista, se cumplieron. «Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario», dijo Trump, proporcionándole a Maduro el salvavida ideológico que su desastrosa gobernanza anhelaba. Desde hace cuatro años, Cabello y Maduro manipulan al pueblo venezolano con la mentira de una supuesta guerra económica imperialista que destruye al país. Es decir, los capitanes sinverguenzas del Titanic sostienen que el barco no chocó con un iceberg, por su ineptitud, sino que fue torpedeado por una potencia hostil. Esta cínica mentira no sólo es una burla de las víctimas de los países, que sufrieron tales agresiones imperialistas, como Chile, Nicaragua y Cuba, sino que revela un desprecio monstruoso para un pueblo que participó con Chávez en la construcción de un futuro nacional de dignidad y solidaridad, tan sólo para terminar avasallado por las mentiras del madurismo y las bayonetas de Padrino López; sin voz, ni voto, ni derecho a decidir su destino.

 

 

 

2. Idiotas geopolíticos útiles

 

 

 

Obama nunca cayó en la trampa de validar la mentira, para darle oxígeno a la camarilla de Miraflores. Sabía, que la involución progresiva del modelo lo haría caer inevitablemente. Con el delincuente Trump en la Casa Blanca, el país en ruinas y las fuerzas hemisféricas monroeistas en vertiginoso ascenso, este momento de inflexión descendiente ha llegado. Manejado por sus operadores energéticos y monroeistas, Rex Tillerson (ExxonMobil) y John Kelly (Comando Sur), Washington empieza a capitalizar la emergencia de múltiples idiotas geopolíticos útiles (Lenin) del imperialismo, desde Kim Jong Un en Asia oriental hasta Maduro en el hemisferio occidental. En la hagiografía de esos idiotas geopolíticos útiles al Gran Capital, Maduro y Cabello tendrán un lugar de honor al lado de Saddam Hussein y Kim Jong Un, «Madres» de todos los idiotas, que le abren las puertas de dominación regional al imperialismo.

 

 

 

 

3. La lambisconería global

 

 

El éxito del madurismo, de mantener su cínica mentira a nivel mundial durante más de cuatro años, no hubiera sido posible sin la repugnante colaboración de lo que hoy figura como «izquierda» latinoamericana y global. Es decir, un conglomerado de gobiernos, partidos, ONGs e individuos socialdemócratas, estalinistas, oportunistas políticos, curas e intelectuales que dominan el flujo de opinión y la fabricación del consenso de «la izquierda» en la cultura política del capitalismo global. Ese cártel de manipuladores, mediocres e ignorantes de «izquierda», desde los gobiernos socialdemócratas criollos hasta Podemos y la Internacional Socialista en Europa, ha sostenido incondicionalmente el «Elogio de la Locura» (Erasmo de Rotterdam), que es la esencia (el contenido) de la mentirosa narrativa de agresión imperialista contra Maduro. A cambio de las prebendas de los gobiernos socialdemócratas y estalinistas criollos mantuvieron incondicionalmente a la mentira, impidiendo la comprensión de la realidad a los pueblos y la corrección a tiempo del proceso de transición latinoamericana, que se había abierto con Chávez, Lula, Kirchner y la emergencia global de China. Un auténtico crimen contra la historia, contra la verdad y contra los pueblos, que hoy día el imperialismo aprovechará brutalmente, como muestran las agresivas amenazas intervencionistas del vicepresidente gringo Mike Pence en Colombia (14.8.).

 

 

 

Las pocas voces honestas, como la de Noam Chomsky, fueron ahogadas por el coro reaccionario del cártel global de «izquierda». ¿O, quién se acuerda de que hace tiempo caracterizó al gobierno de Maduro como un «desastre», criticó a la izquierda latinoamericana por la falta de capacidad de liderazgo y destacó que «la corrupción y el robo han sido extremos, especialmente, después de que murió Hugo Chávez»?

 

 

 

4. Bluff de Trump y amenaza real

 

 

 

Las revelaciones del Jefe de la CIA, Pompeo y del Secretario de Relaciones Exteriores, Rex Tillerson, de que Washington «estudia» las formas de obligar a Maduro a abandonar el poder y que ya había alistado poderosos gobiernos criollos en su desestabilización, así como el avance del proceso de destrucción del gobierno sandinista vía el Nica-Act, cierran el cerco sobre Maduro y dejan claro el horizonte de la nueva Monroeización. La Declaración de Lima, reforzada dramáticamente por el viaje de Pence, manifiesta la destrucción de la retaguardia política latinoamericana del madurismo, al aislarlo de sus alianzas naturales. Y su situación general es tan débil, que unas cuantas medidas financieras de Washington serán suficientes para hacer colapsar lo que queda del frágil edificio económico y política nacional, sacudido por tasas de inflación insostenibles, una insolvencia monetaria estructural, la caída del Producto Interno Bruto, la falta de una base de masas y un Estado paralizado. Por ahora, la amenaza militar de Trump es, por lo mismo, una estratagema de guerra psicológica: una agresión en una dimensión imperial que Washington no necesita emplear ante la debilidad de un adversario, que carece de apoyo popular masivo, de estrategia y cuyas improvisadas medidas tácticas –como el adelanto de las elecciones regionales a octubre– no lo salvarán.

 

 

 

5. Guerra de trincheras y batalla final

 

 

 

La ineptitud de Maduro-Cabello para capitalizar los dos «años de gracia» post-Chávez, fue aprovechada por la MUD en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, 2015 que le dieron el control de la Asamblea Nacional. Confundiendo el poder del papel con el poder de las bayonetas y la democracia tropical con la de Suiza, los neo-mantuanos entraron en un estado de pleno delirio y anunciaron que iban a destronar a Maduro en menos de seis meses. Al escuchar las trompetas de Jericó, los neo-adecos –chavistas by default– despertaron de su letargo e infighting (lucha interna). Decidieron mandar la democracia burguesa al carajo, declarando al poder legislativo «en desacato» y convirtiéndose colectivamente en maoístas. Es decir, aceptar, que el poder político nace de los cañones de los rifles. Su contraofensiva paró el avance de los neo-mantuanos mediante una ingeniosa modalidad política: el establecimiento de la dictadura socialdemócrata abierta, sostenida sobre las afiladas bayonetas de las FANB. La «guerra de trincheras» fue la consecuencia y, como en el Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial, la reanudacíon de movimientos ofensivos tenía que esperar un cambio en la correlación de fuerzas para dar la batalla final: la invención de los tanques de Cambray o la entrada de Washington a la guerra. En julio de 2017, neo-adecos y neo-mantuanos pensaban que la balanza de poder se inclinaba hacia su lado y que debían desatar la batalla decisiva. Los maduristas lanzaron sus tanques camuflados como «Asamblea Nacional Constituyente» (ANC); la MUD, después de una gran maniobra de distracción con el Papa y el Zapatero de la Internacional Socialista, escamoteó tus tanquetas marca Soros como «plebiscito».

 

 

 

6. ¿Quién ganó la batalla decisiva?

 

 

 

Cuando terminó la (pretendida) batalla final entre neo-adecos y neo-mantuanos, se impuso la obligada pregunta de todo conflicto militar: ¿Dónde están los vencedores? Levantado el humo de la pólvora (mediática) sobre el campo de batalla, no era difícil discernir que la guerra de desgaste de la MUD, seguida por el plebiscito-asalto final y establecimiento de un Estado paralelo, había fracasado. La mano peluda del mega-especulador George Soros, su «Open Society» y los operadores del inframundo imperialista de Washington, habían fallado. Entre otras cosas, porque el efecto sorpresa del modelo de «regime change» del «filosofo» Gene Sharp y los miserables del Albert Einstein Institute en Nueva York, se había desvanecido en Ucrania. Y, porque la prematura combinación de guerra de desgaste y batalla final subestimó al enemigo madurista. Ahora, el resultado del fracaso en la derecha es evidente. Se quedó desconcertada, fragmentada y carente de iniciativa estratégica. Por eso la reanimación cardiovascular (RCP) geopolítica de Trump y Pence. Sin embargo, los neo-mantuanos sólo sufrieron un «setback», no su destrucción. Por eso, la «guerra de las rosas» entre las dos aristocracias de la clase política venezolana, sigue intacta.

 

 

 

7. Elecciones regionales

 

 

 

El Madurismo, confundiendo una vez más una victoria táctica con un triunfo estratégico, entró en euforia «revolucionaria» y sacó las utopías de su «socialismo rasputinesco» –ya convertidas por experiencia y tiempo en distopias– del closet; prometiendo que ahora sí, iba a construir el verdadero socialismo y la verdadera democracia, incluyendo el nuevo engendro de sus infantilismos febriles: el Estado comunal; una idiotez tan des-comunal como la «moneda comunitaria», que Hugo Chávez permitió en su momento a Marta Harnecker y su combo de «socialistas» chilenos.

 

 

Lleno de alegría, Maduro volvió a sus dotes de filósofo, complementando su «Viceministerio para la suprema felicidad social del pueblo venezolano» con una «Ley constitucional contra el Odio, la Intolerancia y la Violencia», mientras que el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, fiel a sus instintos Batistianos, asegura que aquellos dirigentes de la oposición que se inscriban para las elecciones regionales, «deben tener un certificado de buena conducta» expedido por la Asamblea Nacional Constituyente. ¡Correcto Diosdado, larga vida a la Democracia Nostra!

 

 

 

8. El culo del Tio Sam

 

 

 

La fría formulación cartesiana de Lenin, ¿Qué hacer?, se traduce en el cálido lenguaje de los llaneros venezolanos en la encantadora interrogante, ¿Con qué culo se siente la cucaracha? Con el reciente posicionamiento del imperialismo gringo y cuatro años de estancamiento y erosión del madurismo, la respuesta se ha vuelto diáfanamente clara en los últimos días: con el culo del Tio Sam. A partir de ahora, el imperialismo gringo retoma las riendas del poder en Venezuela…y en América Latina. Todo esto gracias a los «idiotas geopolíticos útiles» del imperialismo y su cártel global de propaganda de «izquierda», que –después de la caída del Socialismo del Siglo 20– han manipulado a los pueblos del mundo con la fatal ilusión, que con la socialdemocracia burguesa o el estalinismo se puede llegar a una nueva civilización.

 

 

 

Mentira. A la nueva civilización sólo se llega a través de la verdad. Los que participaron en esa gigantesca estafa, por pillos o ignorantes, cometieron un crimen contra la historia. Nadie ético, puede absolverlos.

 

 

Heinz Dieterich

 

 

Fuente: https://www.aporrea.org/tiburon/a250925.html

Heinz Dieterich: 70% del alto mando se opone a la Constituyente

Posted on: junio 9th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

El teórico marxista Heinz Dieterich señala en un análisis publicado hoy que “Sería inmoral escamotear el hecho, de que el principal responsable de esta situación (en Venezuela) es la inepta camarilla del poder, encabezada por Maduro y Cabello”. Dieterich, autor de “El Socialismo del siglo 21” y asesor de Hugo Chávez en vida, afirma que “el anuncio de Nicolás Maduro, de que ‘la nueva Constitución saldrá a referendo consultivo para que el pueblo diga si está de acuerdo…o no’, es un coitus interruptus… ahora Maduro y su combo abruptamente preparan su exilio. Su salvoconducto y boleto de viaje es la Asamblea Constituyente sometida a referendo. De esta manera, saldrían como ‘grandes demócratas’ que dejan el destino del país en manos del pueblo y como ‘mártires del Socialismo del Siglo 21’, que fracasaron por la maldad del imperialismo, como ya pregonan sus panegíricos. De hecho, abandonarán la escena histórica como entraron: Cual lameculos oportunistas y payasos del poder; dejando a una Venezuela destruida”…

 

 
También en su análisis Dieterich explica que el creciente malestar en las FANB, donde un 70% del alto mando se opone a la Constituyente, el colapso económico, la intervención gringa-criolla y la rebelión pública de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz y de algunos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, los cada vez más frecuentes pronunciamientos de reconocidas figuras del chavismo, abrieron fisuras en la superestructura del poder, que ya no podrán cerrar.
“La represión que ha ejecutado el Estado venezolano -prosigue Dieterich- es la respuesta «normal» de un Estado burgués bajo asedio de la mayoría de la población, agravado por una subversión armada ilegítima e ilegal, del tipo de las Revoluciones Naranjas. Ni más, ni menos. Sería inmoral escamotear el hecho, de que el principal responsable de esta situación es la inepta camarilla del poder, encabezada por Maduro y Cabello. La decisión de matar en la historia siempre es extremadamente compleja éticamente. Y, de todos modos, la finalidad del uso de la violencia siempre es un elemento trascendental en el juicio ético que se vuelve praxis. En consecuencia: ¿en Venezuela, para qué se mataría? No existe una dictadura revolucionaria como en los inicios de la Revolución Cubana; no es una guerra justa contra un agresor externo, como en el caso de Vietnam. Lo que existe, es un rechazo generalizado a un gobierno socialdemócrata burgués inepto, anti-democrático y corrupto, que desconoce la Constitución y la voluntad popular y arruina el país cada día más”.

 

Heinz Dieterich

EDC

Jaque mate a un gobierno sin cerebro

Posted on: mayo 12th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

1. Crónicas del desastre

 

 

 

Cuando la Central Bolivariana de Trabajadores, es decir, el sindicalismo oficial, exige al Presidente Maduro aprobar «500% de aumento de sueldo mínimo»; cuando el «Presidente Obrero» autoriza un incremento del salario mínimo de 60%, en medio de una inflación de 700%; cuando el Jefe militar de la fuerza invasora imperialista para América Latina, Almirante Kurt Tidd (Southcom) anuncia que el problema de Venezuela requerirá una «respuesta regional» y que le preocupan los avances militares y económicos de Rusia y China en el subcontinente, sin mencionar los proyectos de modernización y cooperación militar entre Moscú, La Havana, Caracas y Managua; cuando el monroeista más peligroso del continente, el co-demiurgo de los «falso positivos» colombianos, Juan Manuel Santos, títere de la OTAN, cómplice de siete bases militares yanquis en Colombia, convertidor de la fuerza armada colombiana de anti-guerrillera en ejército convencional, concentrador de tropas en la frontera venezolana y cabeza de la futura agresión militar a Venezuela, pedirá abiertamente a Donald Trump acabar con el gobierno de Maduro; cuando la tendencia anti-madurista en la OEA crece rápidamente y los fariseos europeos empiezan a entrar en el concierto anti-gobierno; cuando el mundialmente famoso director de Sinfónica, Gustavo Dudamel, reclama a Maduro que está desatendiendo «el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis»; cuando el hijo del estatal Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, condena públicamente la represión y le pide a su padre «poner fin a la injusticia que ha hundido al país»; cuando el General Mayor (ret) chavista y ex ministro del interior, Miguel Rodríguez Torres, declara públicamente que la crisis venezolana obedece «a un liderazgo decadente que no se conecta con las necesidades de la gente»; cuando el 80% de la población quiere que Maduro dimita y que haya elecciones según la constitución vigente; cuando el Metro de Caracas tiene que suspender constantemente el servicio en 30 estaciones del sistema y las carreteras de acceso a la Capital tienen que ser controladas de manera asfixiante para impedir la llegada de manifestantes; y cuando los sabotajes a la infraestructura logística del país, los saqueos y las agresiones armadas van en aumento, entonces está claro, que el sistema gobernante está en el punto de ruptura de su capacidad de contención.

 

 

 

2. Onanismo político en Miraflores

 

 

Ante una crisis de esta naturaleza cualquier dirección nacional sensata reaccionaría con un plan sistémico emergente y convincente de salvación nacional. Miraflores, en cambio, recurre al onanismo político tropical, convocando a una nebulosa «Asamblea Constituyente», que debe «construir la paz verdadera, la paz con democracia, con libertad, con participación, con justicia» y que debe ampliar y perfeccionar el sistema económico para «dejar dibujado e instalado un nuevo sistema económico post petrolero», que permita avanzar hacia una economía productiva, diversificada, mixta, «integrada e integradora, de economía potencia» (Maduro). Si en largos años de bonanza petrolera no se logró diversificar la economía, ¿cómo se logrará ahora en la ruina absoluta del sistema? Si el «Dialogo nacional» con apoyo del Papa, de la Internacional Socialista y de la UNASUR, fue un fracaso total, ¿cómo la entelequia «Asamblea Constituyente» –rechazada por el episcopado, la MUD, la Unión Europea, Washington y las elites cipayas latinoamericanas– generará la mítica creatio ex nihilo (creación desde la nada) que salvará a la nación? Sólo los Rasputínes tropicales de Miraflores que se comunican con el Comandante Chávez vía pajaritos, y sus asesores idiotas podemitas –que en España ni siquiera fueron capaces de derrotar a los rancios y corruptos franquistas de Rajoy– pueden idearse un engendro autodestructivo de esta naturaleza, digno del tsarismo decadente ruso.

 

 

 

3. Significado del 19 de Abril

 

 

 

La prueba de fuerza del 19 de Abril fue el experimentum crucis, el experimento decisivo, sobre la correlación de fuerzas entre el madurismo y la oposición. De las hipótesis y juegos teóricos pasaron a la medición de las fuerzas en la calle, volviéndose todos científicos y maoístas, buscando «la verdad en los hechos». El resultado del experimento es claro. El poder entre ambos bloques está, grosso modo, equilibrado. Tanto la MUD como el madurismo pueden movilizar masas suficientes para cubrir sus intereses mediáticos internacionales y ciertos puntos geográficos de Caracas. En este aspecto, el choque reveló un equilibrio de fuerzas. Pero, el resultado trascendental fue que las FANB son leales al gobierno. La lealtad del grupo hegemónico militar de Padrino López con la facción política dominante del PSUV quedó fuera de duda. La pregunta fundamental es: ¿hasta cuándo? Aún más dramática es la inferencia que se deriva del equilibrio de fuerzas entre los dos bloques de poder. Agotadas las vías pacíficas de superación de la crisis, las armas decidirán el conflicto. Es decir, la derecha, Santos y Washington recurrirán al modelo de subversión armada que se usó contra Salvador Allende y la Revolución Sandinista (a partir de 1981).

 

 

 

4. Chávez, Xi Jinping y los cachorros

 

 

 

En abril del 2009, Hugo Chávez visitó la Escuela de Cuadros del Partido Comunista de China en Beijing, acompañado por los ministros Maduro, Ramírez y Jaua. Muy impresionado, Chávez anunció, que «próximamente cuadros del PSUV viajarán a China a realizar cursos de formación» en esa escuela. Este será «un requisito indispensable para ser instructor del PSUV en Venezuela» agregó el Presidente y enfatizó, que la conformación de la Escuela de cuadros «es vital para asegurar el futuro de nuestra revolución». Su «núcleo fundacional debe pasar por esta de China, porque comenzamos a dar forma a un gran partido con una ideología clara: el socialismo». Trágicamente, de estos sueños de una sociedad mejor, de líderes revolucionarios y del socialismo, no ha quedado nada. Sólo analfabetos políticos como el «maoísta» Maduro, el cínico ex ultra-Bandera Roja Jaua, el «desaparecido» Rafael Ramírez, un General Padrino López que no parece tener la más mínima idea de lo que es una sociedad y, por supuesto, un país en ruinas.

 

 

 

5. Poder, Partido y Pueblo

 

 

 

Cuando Hugo Chávez visitó la Escuela Central del Partido, el presidente de la Escuela era Xi Jinping. Un ingeniero químico culto, profundamente dialéctico, con largos años de trabajo en el campo durante la Revolución Cultural y conocedor de la historia china. De Xi, Maduro, Jaua y el teniente anti-comunista Diosdado Cabello, quién visitó la Escuela en 2013 a la cabeza de una delegación, podían haber aprendido, lo que el erudito Liu Xiang de la dinastía Han del Oeste, citado frecuentemente por Xi, escribió hace dos mil años: «El poder prospera porque se acomoda al corazón del pueblo, y el poder se anula porque va en contra del corazón del pueblo.»

 

 

 

O podrían haber estudiado al brillante campesino dialéctico Mao Zedong, cuando escribía que «Los comunistas somos la semilla y el pueblo, la tierra». O al presidente Xi, cuando dice, que «El porvenir y destino de todo partido depende al final de si la voluntad popular está en pro o en contra.» Y, que «Si un partido se estima sabio, se divorcia del pueblo o se sobrepone al pueblo, termina siendo abandonado por el pueblo inevitablemente. Eso le sucede a todo partido político. Esta es una ley acérrima del desarrollo de la historia y no tiene excepción, ni en los tiempos antiguos ni hoy día, ni en China, ni en el mundo.» (Xi, 2013).

 

 

 

Con el 80% de la población venezolana en su contra, ¿cuánto les durará a Maduro y Padrino López su sueño, de poder sustituir al pueblo por las bayonetas?

 

 

 

6. Jaque mate a un gobierno sin cerebro

 

 

 

Pero, los líderes socialdemócratas maduristas nunca entendieron de dialéctica; de la «unión de opuestos» (Engels) entre ofensiva y defensiva, pueblo y vanguardia, frente y retaguardia. De ahí, que no aplicaron la solución (post electoral) sandinista de 1990 –que constituía una retirada táctica en una situación estratégica insostenible, para recuperar el poder después en el año 2007– cuando aún podían hacerlo desde una posición de fuerza y a tiempo. Ahora tendrán que lidiar con la estrategia subversiva armada «anti-sandinista» que usó el gobierno de Reagan contra el FSLN y el gobierno de Nixon contra la Unidad Popular. Tal es la maldición del 19 de abril.

 

 

 

Ante un gobierno sin cerebro, está claro quién dirá el jaque mate en ese drama latinoamericano.

Trump y Maduro: Peleles de los Generales

Posted on: abril 10th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

LA MILITARIZACIÓN DEL ESTADO:

 

 

Los procesos políticos en Washington y Caracas tienen un denominador común: la insidiosa militarización del Estado. La causa de la militarización en ambos países es, esencialmente, la misma: una crisis sistémica que hizo entrar en pánico a la oligarquía y la élite en el poder, induciéndolas a refugiarse en la fuerza armada, para salvar sus intereses. La falla del sistema de transferir adecuadamente el poder estatal de una fracción hegemónica de la clase dominante a otra, desató la crisis. No se cumplieron las tres condiciones políticas imprescindibles para el éxito de un macroproyecto político en una sociedad de clases: un liderazgo óptimo, un programa acertado y una organización eficiente para enfrentar los desafíos de la situación. Fracasaron los filtros elitescos del sistema de rotación del poder clasista burgués, al permitir la llegada de operadores ignorantes, incultos y demagógicos –basados en fuerzas amorfas– a la cúspide del poder formal. Ahí encontraron un ecosistema compuesto por núcleos de poderío altamente organizados y eficientes. En el choque resultante, se impusieron, por supuesto, los «ejércitos» organizados y compactos del sistema, a sus contrincantes amorfos-ignorantes-demagógicos. En otras palabras, el subsistema más letalmente operativo de la sociedad burguesa, su burocracia (fuerza) armada, se apropió del centro de gravitación del macro-sistema, desplazando gradualmente los componentes disfuncionales y anárquicos. Por default, es decir, por lógica sistémica, Trump y Maduro se volvieron periféricos e insignificantes para el funcionamiento ordenado de la macroestructura, quedando como iconos propagandísticos. En lenguaje político-mercantil, sucumbieron a un proceso de prostitución con los militares.

 

 

 

2. EL CRIMINAL ATAQUE A SIRIA

 

 
La prostitución política del estafador Trump ante el complejo militar-industrial anglo-sionista –y que me perdonen los honestos trabajadores sexo-servidores el uso del término– tiene su manifestación más clara en su ataque militar a Siria, en franco apoyo a los terroristas de ISIS. El ataque es la culminación temporal de su larga cadena de derrotas políticas, desde que asumió la presidencia, y su capitulación final ante el proyecto político de los neofascistas que demagógicamente se califican de neoconservadores («neocons», Bush, Obama, Clinton). Trump ya no es más que una fachada de los militares y del gran capital que deciden la agenda imperial, en la misma medida que Maduro no es más que una fachada civil para las bayonetas que lo sostienen. Ambos son payasos en sus democracias circenses, que hacen piruetas distractoras, mandadas por la burocracia armada. Hay que subrayar, sin embargo, que los militares venezolanos no son el flagelo de la humanidad entera, como sí lo son sus homólogos gringos.

 

 

 

3. LA FÁCIL PROSTITUCIÓN DE TRUMP

 

 

 
El aumento del presupuesto militar en un 10 por ciento, equivalente a 54 mil millones de dólares y casi todo el presupuesto militar anual de Rusia; la promoción de los generales imperialistas que actuaron en Afganistán, Irak, el Comando Sur y la OTAN, a posiciones claves en el gabinete, como a Homeland Security (Kelly), al Consejo de Seguridad Nacional, (NSC, McMaster), al Ministerio de Guerra («Mad Dog» Mattis) –que el newspeak gringo con su desquiciado humor involuntario, llama Secretaría de Defensa (sic)–; la sustitución del asesor estratégico de Trump e ideólogo neofascista Steve Bannon en el NSC, por el máximo Jefe militar General Dunford y el regreso del Director de Inteligencia (Coats) al NSC; la devolución de la autonomía de decisiones tácticas a los generales, incluyendo la previsión de que mueran civiles en sus operaciones, son sólo algunas de las concesiones que Trump ha entregado en su trata con los neocons y los generales hitlerianos del Pentágono.

 

 

4. «EL MAYOR OPERADOR DE LA VIOLENCIA EN EL MUNDO»

 

 
En un discurso contra la Guerra de Vietnam, hace cincuenta años en la icónica Riverside Church en Manhattan (NY), el revolucionario pacifista Martin Luther King caracterizó al gobierno estadounidense como el «más grande operador (purveyor) de la violencia en el mundo actual». No tenemos «intenciones honorables» en Vietnam dijo y acusó a Washington de probar sus armas novedosas en campesinos vietnamitas, «tal como lo hicieron los alemanes con nuevas medicinas y torturas en los campos de concentración de Europa». Y King llegó a la raíz del problema al decir: «Cuando las ganancias y la propiedad se consideran más importantes que las personas, los trillizos gigantes del racismo, materialismo y militarismo son imposibles de controlar». Fueron los tiempos cuando los amigos Chomsky y Herman ildaron a Washington de haberse convertido en «la capital mundial …de la tortura y del asesinato político»: «Washington has become … the torture and political murder capital of the world». Desde entonces, nada ha cambiado en ese sistema terrorista global, como demuestran los millones de desplazados y muertos que la política de «regime change» de Washington ha creado en Medio Oriente, así como el ataque militar en Siria, en apoyo directo a su quinta columna «ISIS». Nada ha cambiado, ni siquiera el cínico circo de aplausos a los asesinos estatales.

 

 

 

5. LA DEMOCRACIA CIRCENSE Y SUS SICOFANTAS

 

 
La democracia circense imperial gastó 7.2 mil millones de dólares en las elecciones de 2016, una gran parte de esto en las presidenciales, para convencer a los ciudadanos que podían escoger entre los neofascistas (neocons) de Obama, Clinton y Bush –que ofrecían la continuación de la política belicista mundial de las últimas siete décadas– o el protofascista advenedizo Trump, que prometió terminar de inmediato tal política. Llegado a la Casa Blanca mediante el coup d´etat del FBI (Comey), le tomó al sistema y su fracción dominante, los neocons, menos de 80 días para reprogramar a Trump, mediante un subrepticio ataque aéreo a Siria, en apoyo a su criatura ISIS. Turquía, Jordania, Arabia Saudita, Quatar e Israel, progenitores y sponsores habituales de ISIS, se mostraron extáticos del crimen de guerra; los vasallos neocoloniales europeos, desde Tusk, Merkel y Hollande hasta los «poodles» del imperialismo gringo –la demente clase política británica, dignamente representada por su bizarro Ministro del Exterior, Boris Johnson– pronunciaron sus habituales tonterías serviles de apoyo a la flagrante violación del derecho internacional, tal como lo habían hecho durante toda la Guerra de Vietnam y de Irak. El farsante socialdemócrata Bernie Sanders se mostró «muy preocupado» («deeply concerned»), mientras los políticos criollos burgueses y los medios occidentales hicieron lo que mejor saben hacer: el kowtow (postrarse) ante el poder imperial.

 

 

 

6. «BOMB AMERICA GREAT AGAIN»: MENSAJE PARA EL MUNDO

 

 
Ejecutar el crimen de guerra, preparado con semanas de anticipación, durante el encuentro personal entre Trump y el presidente chino en Mar-a-Lago, era, obviamente, una provocación abierta a Xi Jin Ping y una brutal violación del protocolo diplomático. Pero, el ataque militar fue más que una provocación. Fue una advertencia bélica para China, Irán, Rusia y el mundo entero que el imperialismo estadounidense ha vuelto a su criminal política de neocolonialismo nuclear. El envío de una fuerza aero-naval nuclear de ataque a las costas de Corea, por parte del Pentágono y su pelele en la Oficina Oval, demuestra que el imperialismo ha vuelto a jugar a la «ruleta rusa» con el destino de la humanidad, como en los peores tiempos de la «Guerra Fría». Y que a Rusia y China no les queda otra estrategia de sobrevivencia que la de una alianza militar bilateral o la conversión de la Shanghai Cooperation Organization (SCO) en una alianza militar de contrapeso a la OTAN.

 

 

 

7. NUEVO FRACASO DE LA PATRIA GRANDE

 

 
El almirante Kurt Tidd, comandante en Jefe del Comando Sur (SOUTHCOM) del militarismo gringo advirtió el 6 de abril ante el Congreso que la «enorme instabilidad económica» en Venezuela afecta a toda la región, que la situación empeora y que una eventual crisis humanitaria podría requerir una «intervención regional». Advirtió también que China, Irán y Rusia en la última década «han establecido una mayor presencia en la región»; tienen un «involucramiento económico significativo» en Venezuela y que sería «difícil imaginar que no procurarían aprovecharse de una mayor instabilidad en el país». Tratarían de «avanzar en áreas de interés que son incompatibles con las nuestras y las de nuestros socios».
A su vez, el Secretario de Seguridad Nacional, ex Jefe del Comando Sur, General John Kelly, coincidió el jueves pasado con el poderoso Senador republicano John McCain, que un futuro presidente mexicano de izquierda, anti-americano no sería bueno para Estados Unidos y México.
Nicaragua, que está ante la amenaza de un estrangulamiento financiero externo por parte de la intervencionista ley «Nicaragua Act», promovido por la mafia anticubana (ver mi artículo en aporrea, 29.09.16), vio renacer esa agresión el 4 de abril, cuando los congresistas Ros-Lehtinen y Sires, con el respaldo de otros 23 congresistas, reactivaron la iniciativa de ley contra el país. En Ecuador, la derecha pro-imperialista, encabezada por el banquero Guillermo Lasso, promueve la leyenda negra de que el triunfo electoral de Lenin Moreno y Alianza País fue un fraude electoral. Es el mismo esquema que promueven en Nicaragua contra el Frente Sandinista, apoyados por la derecha global.

 

 

 

8. ¿CÓMO GANAR UNA GUERRA SIN ARMAS?

 

 
En fin, el panorama está claro. Los jinetes apocalípticos del Imperio regresan, montados sobre sus fuerzas bélicas y encabezados por un golpista de Estado, sin luces, ni moral, ni cerebro; pelele de las fuerzas más peligrosas del imperialismo occidental. La amorfa Patria Grande, mientras, ha regresado a su debilidad secular: sin líderes, pensadores, organización de masas, ni armas nucleares. ¿Cómo se gana una guerra, con las manos vacías?
Heinz Dieterich

 

 

 

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a243969.html

 
Blog de Heinz Dieterich

Trumpgate: Rebelión en la Granja; Madurogate: el colapso

Posted on: marzo 27th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 

1. “Tonterias extremadamente ridículas”

 

 

 

Es absolutamente inédito que un almirante estadounidense se atreva a calificar públicamente al equipo presidencial, a que sirve, de “idiota” y “extremadamente ridículo”. Pero, esto es exactamente lo que sucedió en el Congreso imperial, cuando fue interrogado el director de la agencia de espionaje más importante del mundo, la National Security Agency (NSA), el almirante Michael Rogers. Preguntado sobre la afirmación de los trumpistas, de que Obama había espiado a la campaña electoral republicana vía el servicio secreto británico GCHQ, “para no dejar huellas digitales estadounidenses”, Rogers –cuya agencia intercepta 200 millones de mensajes al día (¡!)– calificó tales alegatos públicamente como “nonsense” y “utterly ridiculous”. “I have seen nothing on the NSA side that we ever engaged in such activity” or was asked to conduct surveillance of Trump by Obama, dijo Rogers. Es un inconfundible signo de debilidad de Trump, que tales enunciados del militar no hayan producido su inmediata destitución, por el colérico Mussolini de la Casa Blanca.

 

 

 

2. Los animales se organizan

 

 

 

No menos insólito es que la policía política del régimen, el FBI, investigue formalmente a un Presidente en funciones, que ni siquiera ha compuesto su equipo de gobierno y lleva menos de tres meses en la Casa Blanca. La policía política (FBI) confirmó también ante el Comité de Inteligencia del parlamento (House Intelligence Committee) que está indagando vínculos entre el equipo de Trump y Rusia. Propició una cachetada adicional al Duce, al insistir categóricamente que no existe “evidencia empírica” para sostener las acusaciones de Trump contra Obama. Llevando la embestida contra Trump aún más lejos, el poderoso Comité de Inteligencia, que tiene accesos a secretos de Estado (arcana imperii), que son vetados para la mayoría de los Congresistas, convocó a una investigación “independiente” sobre las relaciones entre el equipo del oligarca inmobiliario y del tovarich ruso, Vladimir Vladimirovich Putin; Buddha (iluminado) de la geopolítica global.

 

 

 

3. Colapsa el castillo de naipes

 

 

 

Desde que el embaucador Trump entró en la Casa Blanca ha andado de derrota en derrota. Una de sus grandes mentiras fue que había organizado y conducido una empresa transnacional y que por eso sabía cómo manejar el gigantesco ecosistema nacional y global del Imperio. La verdad es que su experiencia de management es la de una especie de hotel boutique y que cuando quiso organizar negocios transnacionales, fracasó. Y así le ha ido con la Casa Blanca. Las dos versiones de su veto islámico han sido bloqueadas por jueces y son boicoteadas por ciudades y ciudadanos. Su asesor de Seguridad Nacional, el lobbyista profesional y General retirado, Michael Flynn, tuvo que renunciar por mentiras sobre sus relaciones con Rusia. Su propuesta de Secretario de Trabajo, Puzder, fue derrotado antes de entrar en batalla. En el Pacífico y Asia ha perdido la iniciativa estratégica ante China, y en Eurasia ante la alianza estratégica Rusia-China. Su prestigio y el de Estados Unidos anda por los suelos en la política global y dentro del país.

 

 

 

4. Derrota humillante

 

 

 

La derrota más estrepitosa y dañina la acaba de sufrir en el Congreso. Su criminal propuesta de liquidar el seguro social de Obama (Affordable Care Act) en la Cámara Legislativa, fue retirada por falta de apoyo de los dos partidos políticos de la plutocracia. Resignado, el tóxico líder republicano Paul Ryan declaró que tendremos que vivir con el Obamacare para el futuro previsible: “We’re going to live with Obamacare for the foreseeable future.” Tiene razón Hillary Clinton cuando dice que es un triunfo para el pueblo estadounidense. De hecho, es el triunfo de la movilización de los ciudadanos contra uno de los más infames y mentirosos ataques oligárquicos de Trump. En términos de Animal Farm de George Orwell, se trata del colapso de la hegemonía del jefe cerdo Napoléon sobre los animales de la granja.

 

 

 

5. Plomo o impeachment

 

 

 

Los dueños del complejo militar-industrial-de inteligencia de Estados Unidos, junto con Wall Street y Silicon Valley, son los amos del país. Son el núcleo de la oligarquía imperial que gobierna a la Unión Americana desde hace más de dos siglos y, a la sociedad global, desde hace siete décadas. Frente a esa power elite (C. Wright Mills), cualquier Presidente es esencialmente un Calibán que ejecuta órdenes. Si se le ocurre rebelarse o pretende asumir demasiada autonomía, paga un alto precio: John F. Kennedy con un balazo, Nixon con la destitución por impeachment (juicio político). Ambas vías de remoción son tan americanas como Grandma´s apple pie. No sabemos cuál de los dos le espera a Trump, pero es obvio que sus espacios de maniobra se reducen vertiginosamente. Es el presidente estadounidense menos popular desde 1945, con un 58% de los ciudadanos desaprobando su gestión (Gallup). Lo que lo mantiene a flote es, esencialmente, la expectativa de sectores de la “billionaire class” (B. Sanders), de reducir fuertemente sus impuestos corporativos y, la mafia jerárquica del Partido Republicano.

 

 

6. Goetterdaemmerung: el Ocaso de los Dioses

 

 

 

En mi artículo del 21 de febrero (“Trump y Maduro en caída libre”), escribí, que Maduro y Trump son almas gemelas en una realidad virtual. Que el presidente venezolano y su régimen autocrático, al igual que el delincuente político Trump, se hunde cada vez más en su burbuja de ilusiones y mentiras; que tiene como única salida pactar una Solución sandinista debilitada con sus adversarios y negociar el asilo político para él y los demás responsables del desastre, en Cuba, Rusia o China. Bueno, esta posibilidad ya desapareció, porque la solicitud pública de ayuda de Miraflores a la ONU significa el primer reconocimiento público de la camarilla en el poder que su modelo y gestión ha fracasado rotundamente. Maduro alzó la bandera blanca de la rendición (casi) incondicional. En consecuencia, y semejante al caso de Trump, la oligarquía retomará pronto el poder y reforzará los filtros de acceso a las palancas del poder estatal para los advenedizos. Ignominioso fin del episodio socialdemócrata-populista en Venezuela y grave hipoteca para el futuro de su pueblo.

 

 

 

 

Heinz Dieterich

Venezuela: Preludio de una dictadura militar

Posted on: enero 12th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 
 
EL COMANDO NACIONAL ANTIGOLPE:

 

 

La constitución del «Comando Nacional Antigolpe» y el nombramiento de Tareck El Aissami como su coordinador y nuevo Vicepresidente ejecutivo, colocan a Venezuela en la antesala de la dictadura militar abierta. Es el último dispositivo disponible de un Estado y modelo en agonía, previo a la instalación de un régimen militar abierto. Significa la amenaza con la fuerza brutal, que Federico el Grande llamaba ultima ratio regis: el último argumento de los reyes; consigna que mandó grabar en los cañones de su ejército.

 
Que el «madurismo» prepara el Estado de Excepción y su propio «Comité de Salud Pública», a fin de «buscar las medidas preventivas, legales y correctivas contra los sectores golpistas, y así lograr la paz y la estabilidad de la población venezolana», es lógico, desde su afán de prolongarse en el poder. Sin embargo, ni caminando sobre el filo de la navaja, el régimen es capaz de acertar en sus recursos de sobrevivencia. La preparación de una mayor violencia estatal es una medida impotente que en nada ayudará a cambiar la agonía del régimen y el desenlace de la crisis terminal, en que se encuentra.

 

 

2. TRES ESCENARIOS DE CAMBIO

 

 
En un país con una crisis terminal del modelo monoproductor económico, caracterizada por una caída del Producto Interno Bruto de alrededor del 12% y una inflación de 500% en el año pasado; los precios mundiales del petróleo estancados; con un gobierno incapaz de tomar las medidas necesarias para cambiar el rumbo nacional; una oposición parlamentaria igualmente incompetente y corrupta para re-direccionar el país; un pueblo y clases medias antagónicas a la violencia; una fuerza armada controlada por una fracción hegemónica abrazada al «Libro de las Revelaciones» (apocalipsis) gubernamentales; una creciente pérdida de prestigio y posiciones internacionales y, sin un sujeto nacional visible capaz de impedir de manera racional el colapso del modelo, la preparación represiva estatal del «Comité de Salud Pública» madurista, sólo acelerará la llegada del Termidor, del fin del proceso. Ante el parálisis estructural del Estado, del sistema partidista y de los movimientos sociales independientes, eventuales cambios de rumbo sólo pueden devenir de tres fuentes: a) una mayor intervención de Washington; b) un levantamiento popular y/o de clase media; c) un cambio en la correlación de fuerzas dentro del aparato militar.

 

 

 

3. ONÁN, EL ESTRATEGA DE LA MUD

 

 
Un cuarto escenario posible, pero que no cambiaría la tragicomedia venezolana actual, sería la capitulación final y abierta de la MUD, aceptando las condiciones del madurismo en un modelo de poder compartido. Julio Borges, el nuevo líder de la AN, con un pasado turbio suyo y de Primero Justicia, parece estar en ese camino, con su estratagema idiota de la declaración de «abandono de cargo» de Maduro. De hecho, la oposición actúa en la realidad virtual (VR) de su play station «Asamblea Nacional», con episodios como los de una nueva asamblea constituyente, de desconocimiento del gobierno, de referendos revocatorios, de diálogos de paz, etc., tratando de justificar su razón de ser ante su clientela electoral con prácticas, que más bien pertenecen al campo de la satisfacción auto-erótica (Onán), que a la política. Es totalmente claro, que la camarilla en el poder no entregará el Estado bajo ninguna de las modalidades institucionales que la oposición promueve en sus simulaciones y «reality shows» parlamentarios. El diálogo con la Internacional Socialista y el Vaticano, por ejemplo, es un foro mediático y, nada más. La modificación real del status quo sólo vendrá por uno de los tres escenarios mencionados anteriormente. Lo demás son memes propagandísticos y deseos filantrópicos que desconocen la realidad darwinista de las sociedades de clase y el papel de la violencia en ella.

 

 

 

4. EL AISSAMI VERSUS DIOSDADO CABELLO

 

 

 
En la despiadada lucha por el poder dentro del oficialismo, el nombramiento de El Aissami refuerza el eje Maduro-Padrino López, en detrimento del grupo de Diosdado Cabello. La implicación para las elecciones del 2018 es evidente. Si El Aissami logra cierto éxito en el cargo, será el candidato presidencial del PSUV en el 2018. Si Maduro es forzado a renunciar antes, lo que es probable, El Aissami será automáticamente la cabeza del Estado. Ambos factores operan en contra de Cabello, quién además, carece de un sostén fundamental: no tiene proyección ni respaldo geopolítico. Siendo El Aissami parte del grupo de Maduro, cuenta con la simpatía de Cuba, a diferencia del anticomunista Cabello, a quién la Revolución Cubana nunca vio con buenos ojos. De la misma manera, por los grandes éxitos del eje geoestratégico Putin-Irán-Hezbollah-Turquía en Medio Oriente, el factor etno-político de ser libanés-sirio, beneficia excepcionalmente a El Aissami. El flamante Vicepresidente ejecutivo contará con el apoyo de esta nueva y poderosa configuración geopolítica mundial y, por supuesto, el de la comunidad sirio-libanesa venezolana.

 

 

5. DOS ATRACTORES, CERO PUEBLO

 

 
El talón de Aquiles de El Aissami es, que lleva el estigma del fracaso del madurismo y que tiene que compartir entusiastamente todo el discurso absurdo y engañoso del grupo en el poder, por ejemplo, que el raquítico aumento al salario mínimo reciente es el comienzo de la «contraofensiva económica del Gobierno Revolucionario» y que 2017 será el inicio del «despegue económico». De todas formas, su nombramiento y los cambios en el gabinete no salvarán al gobierno, porque el cambio de algunas figuras de la inflada e inepta burocracia ministerial madurista no parará la crisis sistémica del modelo, ni convencerá a los ciudadanos de que el Titanic pueda salvarse. Sin un programa de saneación económica y sobrevivencia nacional, una narrativa de esperanza creíble y un extraordinario equipo humano capaz de salvar el barco del naufragio, no servirá de nada cambiar alguno de los oficiales a bordo.
El nombramiento de El Aissami y la formación del Comando Antigolpe representan la política madurista de siempre: improvisaciones tácticas, carentes de estrategia y perspectiva. Mientras tanto, el país sufre las consecuencias de este circo político, en el cual entretienen los gladiadores y payasos de dos camarillas de la clase dominante. A diferencia del circo romano, el pueblo está ausente. ¿Hasta cuándo?

 

 
Heinz Dieterich

Maduro entró a Stalingrado; Trump, Fidel y el Estado burgués

Posted on: abril 29th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

1. Donald Trump: «fraudulento y corrupto»

 

 

Donald Trump acusa en cada evento electoral que el proceso de nombramiento del candidato presidencial republicano es fraudulento y corrupto (rigged and corrupt). La queja del magnate es correcta y 51% de los estadounidenses coinciden (encuesta Reuters/Ipsos). Pero, es una verdad a medias. Si Trump fuera honesto y no un plutócrata inescrupuloso del sistema, diría que Estados Unidos no es una democracia y que nunca lo ha sido. Que transitó de un régimen monárquico-esclavista británico a un sistema oligárquico racista republicano, que desde 1776 (independencia) ha resistido exitosamente todas las rebeliones sociales e intentos de democratización popular.

 

 

2. Verdad parcial de Trump

 

 

Las oscuras y discrecionales reglas de votación, intermediación y designación de delegados en los caucuses (votación con presencia física) y primarias; los determinantes pecuniarios del proceso (best democracy money can buy – La mejor democracia que puede comprarse con dinero); elneuromarketing de los ciudadanos; la manipulación de la convención (brokered convention) y la fabricación de sus reglas, definidas por 112 honorables de la elite partidista, entre muchas otras razones, le dan la razón a Trump. El sistema «electoral» en que participa es oligárquico y discrecional. No tiene nada de democrático o popular. Pero, si el magnate ahora lo critica, es porque los capos de la «Democracia Nostra» republicana lo utilizan contra él. Hace lo mismo que Bernie Sanders, el otro semi-intruso político del sistema, que sólo critica in abstracto a Wall Street y la «clase de los billonarios». Ambos hacen simulacros de crítica a la billionaire class (Sanders), porque el sistema electoral del Partido Democrático es tan corrupto como el republicano. Inclusive, agrega un mecanismo oligárquico adicional: los «superdelegados». Se trata de 712 delegados que no son votados democráticamente, sino nombrados por el establishment del Partido: escogidos por «dedazo», como se dice en México. Abarcan el 30% de los delegados necesarios para la nominación del candidato, y prácticamente todos están comprometidos con la candidata neocon Hillary Clinton.

 

 

3. Democracia estadounidense: Imperio Romano, no Democracia Griega

 

 

Una de las falacias más grandes de la historia moderna es la idea de que alguna vez hubo una revolución democrática en Estados Unidos, comparable a la Revolución Francesa. La revolución de 1776, triunfante por la flota francesa, fue anticolonial y anti-monárquica. Es decir, republicana, pero sin ninguna intención democratizadora. Semejante a la mayoría de las Guerras de Independencia en América Latina, la rebelión fue obra de mercaderes, traficantes de terrenos y esclavistas (T. Jefferson, G. Washington, B. Franklin, et. al.), que querían su propio Imperio. Por eso, la Constitución y el sistema de gobernanza de los puritanos vencedores son una copia casi fiel de la Constitución del Imperio Romano, no de la democracia directa griega. Ese ADN esclavista-plutocrático evolucionó durante los últimos 250 años hacia él de una oligarquía perfecta, a tal grado que a los ciudadanos se les quitó el derecho de elegir directamente a su presidente. La oligarquía les expropió esa facultad y la monopolizó en un Colegio Electoral de notables. La lucha contra la tiranía británica terminó en la forma de una república, en la cual, como decía Lenin, «ningún cambio de líderes o partidos puede transformar» el sistema.

 

 

 

4. Oligarquía sí, Democracia no

 

 

 

Recientes experiencias prácticas (Siria, Podemos, los Verdes, el desarrollismo latinoamericano), al igual que estudios científicos confirman el juicio de Lenin. Un análisis estadístico de la votación Trump/Clinton, realizado por el estratega demócrata Mark Penn, revela que en el sistema actual «sólo se necesitan 10 millones de votos de los 321 millones de ciudadanos» para conseguir una de las deseadas nominaciones presidenciales. En 2014, un elaborado estudio estadístico de los profesores Gilens y Page (Princeton y Northwestern University) demostró que el «espíritu de las leyes» de Montesquieu es el espíritu de la plutocracia. Investigando la incidencia de pobres, ricos y empresarios sobre el proceso legislativo comprobaron, que la influencia del ciudadano común (average citizens) sobre la forma final de las leyes ratificadas era de sólo 3%; los intereses de los ricos (>$140,000) tuvieron incidencia en el 76% de los casos y los de big business en el 56%. Perteneciendo a universidades de élite, Gilens y Page se protegieron políticamente, calificando al proceso político estadounidense como la «dominación de una elite económica». Para la ciencia independiente es obvio que se trata de un sistema oligárquico.

 

 

 

5. Fidel y la democracia burguesa

 

 

 

Es obvio que un revolucionario socialista no tiene por que reconocer la superestructura del Estado burgués. El revolucionario es, por definición, herético e iconoclasta, porque desconoce dialécticamente los lineamientos económicos, sociales y políticos axiomáticos del status quo. Los jacobinos lo fueron ante el sistema feudal, y el Socialismo del Siglo 20 lo fue ante el capitalismo. Lenin diseñó el primer Estado socialista real, que sustituyó el sistema pluripartidista-parlamentario burgués y la crematística del mercado. La única aplicación de este modelo en América Latina la realizó en Cuba, desde 1959. El problema con este modelo de dominación política —y todo Estado es un sistema de dominación política— no es ético, por lo dicho arriba. Su problema consiste en que, hoy día, es tan poco funcional y tan poco democrático como el sistema burgués. Ambos tipos de Estado son formas políticas obsoletas de civilizaciones verticales pasadas, no del Siglo 21. Pero, aquí hay un caveat que es decisivo para la praxis.

 

 

 

Aunque las formas de ejercer la gobernanza varían históricamente, el espíritu de lo político no cambia. Lo político es la lucha por la conquista y la defensa del poder, independientemente de las formas históricas del Estado y de las banderas partidistas. Esto es su ADN, desde César hasta Cromwell, desde George Washington hasta Lenin y Obama. Fidel encarna ese espíritu de lo político, que no es lo mismo que el espíritu de las leyes. Es por eso, que Washington pudo bloquear la evolución del Socialismo del Siglo 20 en Cuba hacia el Socialismo del Siglo 21, pero que nunca logró su implosión. Logró su involución, pero no su implosión.

 

 

 

La filosofía de la praxis de Fidel dice, que el respeto a las formas de gobernanza históricas es secundario. Que es prioritaria la defensa exitosa del poder conquistado. Ninguno de los gobernantes de la centroizquierda criolla (Lula, Kirchner, Dilma) tienen esa cualidad. Por eso ahora son víctimas de la contrarrevolución neoliberal-monroeista.

 

 

 

6. Maduro entró a Stalingrado

 

 

 

Hay que ser ciego para no ver que Maduro, asesorado de fuera o no, trata de emular esta filosofía de la praxis revolucionaria ante el triunfo electoral (6-D) de la oposición. Pero, Venezuela no es Cuba y las falacias de su praxis en el escenario venezolano son múltiples: no defiende un proyecto revolucionario, sino un régimen desarrollista burgués degenerado e inviable; no está en una fase ascendente de la revolución, sino en su etapa final de Thermidor y, no ejecuta dialécticamente el poco poder que le queda, sino lo desperdicia de manera mecánica y suicida. Repite la batalla de Stalingrado y desconoce el concepto de «retirada táctica», sin el cual no se gana guerra alguna, sea militar, política o económica.

 

 

 

7. Militares venezolanos: Stalingrado o Leningrado

 

 

 

Lo más asombroso de la situación venezolana es la falta de comprensión de la situación estratégica del oficialismo. Mientras la fracción del General madurista Padrino López reafirma la política de «ni un paso atrás» de Stalingrado, el grupo del General chavista Rodríguez Torres aboga por la política de la retirada táctica: una solución política negociada con las fuerzas del 6-D. ¿Quién de los dos tiene la razón? Obviamente, Rodríguez Torres. La crisis energética es el gran catalizador de la crisis económica-política, que hace imposible defender por más tiempo la plaza, por la cual Padrino López convoca inmolarse.

 

 

 

La praxis de bloquear la oposición mediante el enfrentamiento y parálisis de los subsistemas del Estado burgués, sólo sería legítima, si el gobierno tuviera un proyecto estratégico de salvación viable. Pero no lo tiene. Como en la catastrófica retirada de Napoleón de Rusia (1812), sólo improvisa y trata de sobrevivir de derrota a derrota, hasta que el referendo y la fase paramilitar de la oposición —ya iniciados y que el gobierno no puede impedir— lo lleven a la implosión.

 

 

 

8. Retirada táctica o capitulación incondicional

 

 

 

Ante el dilema venezolano, la única posición revolucionaria consiste en la retirada táctica, para preservar las propias fuerzas y recuperar la iniciativa estratégica durante una fase de dualidad de poder y acumulación de fuerzas. Esto significa construir un gran compromiso político sobre el deseo de cambio que la gran mayoría de la población expresó el 6-D. El Frente Sandinista dio una lección magistral sobre esta estratagema política, después de su derrota electoral de 1990. Y, delante de los ojos de Maduro, la misma Cuba está practicando este modus operandi frente a Washington, para sobrevivir. De ahí, que siendo Padrino López un alto militar oficial y Fidel un genio militar, no se entiende que siga prevaleciendo en Miraflores la política de «ni un paso atrás» y la negación de la retirada táctica.

 

 

 

El resultado de esta política es tan previsible como lo fue el de Stalingrado con el inicio de la contraofensiva soviética en noviembre de 1942: la capitulación total.

 

 

Heinz Dieterich
Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/a226963.html