Trump «positivo» prepara «Sorpresa de Octubre»

Posted on: octubre 8th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

1. El Trump «positivo»: Un caricaturista mexicano intitulo sarcásticamente su reciente ilustración sobre la conjeturada infección de Trump diciendo que finalmente «le encontraron algo positivo». En rigor, no sabemos todavía, si el Presidente de Estados Unidos (POTUS) dio realmente positivo en las supuestas pruebas de Covid. La información proporcionada por la Casa Blanca es opaca y el acceso a Trump en el hospital militar Walter Reed es hermético.

 

 

Tres razones adicionales nos obligan a ser escéptico: 1. el trastorno psicológico de mentiroso compulsivo (mitómano) de POTUS; 2. su ignorancia cognitiva e inescrupulosidad ética, que le ha costado la vida a 210.000 estadounidenses y que ahora pone en peligro la vida de miles de niños escolares; 3. la «sorpresa de octubre» (W. Casey), es decir, la guerra sucia electoral de los republicanos para robar las elecciones presidenciales.

 

 

2. ¿Creer a un mentiroso serial?

 

La hipótesis del cineasta Michael Moore de que se trata de una simple estratagema electoral de Trump es, por lo tanto, plenamente posible. Moore alega con razón que Trump es un «mentiroso profesional» y que, por lo tanto, su «prueba positiva» posiblemente no sea cierta. Recuerda que el Washington Post ha comprobado más de 21.000 lies and misleading statements de POTUS en menos de cuatro años y que Trump ha mentido repetidas veces antes sobre su condición médica. Hay una «verdad absoluta sobre Trump», concluye el famosos cineasta: es un mentiroso «serial, consistente, absoluto, sin remordimientos». ¿Por qué, diablos, le creeríamos ahora? – «Why on earth would we believe him today?» Buena y legítima pregunta, sin duda.

 

 

3. Nixon, Reagan, Trump

 

En mi reciente artículo sobre «La ´Sorpresa de octubre´ de Trump» (Aristegui noticias, 23.9.2020) hice recordar las sorpresas de octubre de Nixon y Reagan. Nixon causó cientos de miles de muertos en la Guerra de Vietnam, cuando en 1968 saboteó el acuerdo preliminar de paz del presidente demócrata Johnson con Hanoi, para ganar las elecciones (Anna Chennault Affair).

 

 

Ronald Reagan repitió exitosamente la estratagema de Nixon en 1980 en un acuerdo secreto con los ayatolas de Irán, que retrasó la liberación de 66 presos estadounidenses en Irán hasta después de las elecciones, a fin de malograr la reelección del presidente demócrata James Carter. En contrapartida, Reagan proporcionó armas y facilidades financieras a Teherán.

 

 

Después de su desastroso desempeño en el debate contra Biden, donde no pudo explicar, porque había ocultado y mentido durante años a la nación sobre sus declaraciones de impuestos; por qué iba a poner en peligro la vida de los niños escolares ante el Covid y porque había hundido la economía en la peor crisis desde 1945, está recurriendo, sin duda alguna, a la clásica maniobra del october surprise de Nixon y Reagan. Y, ¿por qué no?, si los tres son caimanes del mismo pozo.

 

 

4. El Karma alcanza a Trump

 

La operación de guerra sucia electoral de Trump, su «sorpresa de octubre» para salvar su agonizante campaña electoral, ahora quedó en evidencia absoluta. Derrotar con su característico bullying a Biden en los debates, evadiendo los temas de sus fracasos del Covid, racismo, salud pública y economía; desacreditar y sabotear sistemáticamente vía la cadena televisiva Fox News el proceso electoral; mayoritear a la Suprema Corte con la católica-reaccionaria juez Amy Coney Barrett; ratificar el nombramiento de Coney por el Senado y con la mayoría de la Corte legalizar la segunda presidencia Trump. Pero, el karma le pasó la cuenta a POTUS. El Covid que tanto minimizó (farsa, hoax de los demócratas) ya le desarmó la mayoría en el Senado y su derrota ante Biden aumentó su margen de derrota electoral ante los demócratas.

 

 

Ideó entonces el Plan B: el superman estadounidense, que no teme a nada ni nadie, demuestra en vivo que tenía razón cuando dijo que el Covid es esencialmente una gripa, no muy peligrosa, y que la vacuna que prometió antes de las elecciones ya existe: él la tomó y es eficaz y segura. Un hombre, que cumple sus promesas. Un presidente para cuatro años más.

 

5. Intento de golpe de Estado institucional

 

En mi artículo citado termino diciendo que, si Trump está en peligro de perder las elecciones, entonces «Recurrirá a un golpe de Estado institucional». Esta es la sorpresa de octubre de Trump. Pero, a diferencia de Nixon y Reagan, es poco probable, que su operativo de guerra electoral sucia sea exitoso. Demasiado tiempo ha operado sin ciencia y con un karma de maldad.

 

 

Por eso, su actual reality show de ser víctima del Covid ha desatado un diluvio de burlas y chistes en Estados Unidos. Si fue real el contagio de POTUS o no, ya es secundario.

 

El virus le dijo lo que tantas veces ha dicho a otra gente: YOU ARE FIRED.

 

 

Heinz Dieterich

América Latina: Rebelión en la Cárcel de los Pueblos

Posted on: noviembre 2nd, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

1. Causas y perspectivas de la rebelión

 

Las violentas protestas populares contra un gran número de gobiernos latinoamericanos requieren respuestas a tres preguntas esenciales: 1. ¿Cuál es la causa de las sublevaciones? 2. ¿Las sublevaciones van a producir avances progresistas o mayores autoritarismos represivos? 3. ¿Qué conclusiones tácticas y estratégicas se derivan de la rebelión de la juventud, de las masas y de las clases medias? Adelantamos las respuestas.

 

 

1. La causa global de las rebeliones radica en la disfuncionalidad de la democracia burguesa y la economía capitalista, para resolver los grandes problemas del Siglo 21. La civilización capitalista fue hecha para el siglo 19 y no sirve ya para el presente. Es obsoleta. La causa hemisférica de las insubordinaciones es la «ley de gravitación política» o «Ley del Péndulo político» –la gobernanza neoliberal versus gobernanza socialdemócrata– que rige el destino latinoamericano.

 

 

2. Rebeliones populares por sí solo no pueden cambiar dicha ley y, por tanto, no lograrán transformar la situación estructural de los pueblos, aunque algunos avances tácticos en algunos países son posibles.

 

 

3. Gobernanza neoliberal y gobernanza socialdemócrata son sistemas de dominación globales, que ajustan sus parámetros de operación regionales y nacionales con cierta flexibilidad, dentro de la ley del péndulo. Para América Latina esto significa, que la configuración neoliberal «Grupo de Lima» se ha debilitada temporalmente. Mientras este conglomerado se reagrupa, la socialdemocracia criolla derrotada trata de reforzarse desde puntos de apoyo en el Cono Sur y Norteamérica. A nivel subcontinental, ambas tendencias están coyunturalmente equilibradas.

 

 

La 4ta Transformación de América Latina

 

En este conflicto entre los dos modelos de dominación del sistema, las fuerzas progresistas que anhelan una verdadera transformación duradera en la Patria Grande, deben cooperar con el polo socialdemócrata de la ecuación, porque es el mal menor. Pero, al mismo tiempo, todo sujeto auténtico de transformación orientará su praxis en el hecho objetivo de la Ley del Péndulo. Y, por coherencia moral y política, contribuirá en la medida de sus posibilidades a la construcción de una alternativa sistémica transcapitalista, post-oligárquica y post-monroeista, cuyos elementos centrales serían la ecología, la democracia real, el fin de la desigualdad socio económica y un sentido de vivir trascendental, no oscurantista. Bajo este imperativo es posible, que en la 4ta Transformación mexicana se encuentren valiosas lecciones para esta alternativa sistémica.

 

 

La Ley del Péndulo latinoamericano

 

La explicación más sencilla y pedagógica de la multiforme rebelión es el movimiento del péndulo simple. Dicho movimiento se refiere a una masa suspendida de un punto o eje horizontal, que se desplaza sobre una trayectoria circular con un comportamiento periódico hacia ambos lados de su punto de equilibrio. El movimiento es causado por factores físicos como la fuerza gravitacional o la elasticidad.

 

 

En la política latinoamericana el péndulo oscila periódicamente entre dos formas de gobierno y dominación: la gobernanza oligárquica y la gobernanza socialdemócrata (reformista). En términos históricos, el conflicto entre conservadores y liberales. El centro de gravitación, del cual depende «la masa suspendida» América Latina, es el Imperio. El infame inventor de la Doctrina Monroe, John Quincy Adams, evocó ya en 1823 esa relación de dependencia, cuando discurrió sobre los efectos de la «ley de gravitación política» en el hemisferio.

 

 

Fidel ante el péndulo

 

Parafraseando la célebre formulación de Fidel, «Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada» (1961), podemos precisar el efecto de la Ley del Péndulo sobre la praxis política de los pueblos. En este hemisferio, «Dentro de la ley, todo; contra su lógica binaria de gobernanza, nada». Los pueblos actúan, en buen romance, en una cárcel capitalista-oligárquica-imperial, cuyos dos grados de libertad son gobiernos «conservadores» y «liberales». A veces hay rebeliones. Su amplitud y forma varía, desde la pacífica Unidad Popular de Salvador Allende hasta la revolución armada del Frente Sandinista de Nicaragua. Pero, el único escape exitoso y defendido exitosamente por seis décadas –a un enorme costo humano– fue «la Revolución de los Humildes» (Fidel dixit), que rompió la lógica del péndulo y creó un modo de producción no-capitalista autonómico. Actualmente, Trump pretende demostrar, que la Ley sigue en vigencia, tratando de destruir criminalmente a la Revolución Cubana y salvarse del impeachment. Por suerte, no logrará ninguno de los dos objetivos.

 

 

Perón ante el péndulo

 

Aunque la Ley es determinista, en ciertas situaciones de poder se aplica con un margen de flexibilidad. Como no es posible sentarse sobre las bayonetas, es necesario alternar la macana oligárquica con la zanahoria socialdemócrata. Al fin y al cabo, no se arriesga nada. Los poderes de facto siguen en pie, independientemente de los resultados electorales. Cuando es necesario, se desestabiliza a los reformistas o se los quita por la fuerza. Mientras tanto son útiles para reparar la economía, destruida por los delincuentes neoliberales. Un caso ilustrativo es Argentina. Con la estela de destrucción económica que deja Macri es legítima la pregunta: ¿Qué misión histórica pueden cumplir el backroom operator (Bloomberg) Alberto Fernández y el «peronismo transversalizado» de Cristina Kirchner en la Casa Rosada, cuando la Ley del Péndulo anula la razón de hacer política transformadora en la Patria Grande y la sustituye por la administración temporal del caos? Con promesas electorales de progreso, que no pueden cumplirse en esta democracia circense burguesa, con crecimiento económico negativo, pegado a los amos de LA CITY y la pampa húmeda, y con la descerebrada capital porteña sólidamente en manos de la derecha, ¿quo vadis gobierno?

 

 

Cinco oscilaciones del péndulo

 

Cinco movimientos del péndulo se han registrado en los últimos ochenta años. El primero fue el desarrollismo de los años treinta, con los generales Lázaro Cárdenas en México y Getulio Vargas en Brasil. Después, inspirados por el keynesianismo militar europeo, la demagogia de F. D. Roosevelt –Good Neighbor policy, Four Freedoms Speech, New Deal– y los favorables términos de intercambio de postguerra, varios líderes latinoamericanos avanzaron el desarrollismo socialdemócrata corporativo, como Perón, Vargas y Árbenz. Al chocar su experimento con los intereses clasistas de la oligarquía y de Big Brother, Washington puso un sangriento fin al proyecto. A mediados de los cincuenta, el Estado de Seguridad Nacional (NSS) inauguró la fase de dominación post desarrollista. Tres décadas después de iniciar la matanza, Washington se convenció, que la limpieza hemisférica había aniquilado de raíz a los mejores cuadros dirigentes y organizaciones populares de la Patria Grande y, en consecuencia, permitió el regreso de algunos regímenes moderadamente progresistas, bajo tutela.

 

 

Así inició la segunda fase del desarrollismo socialdemócrata, liderado por Hugo Chávez, Lula y Kirchner. Beneficiados por altos precios de las materias primas, esta vez los gobiernos socialdemócratas se pudieron sostener unos quince años, hasta que el termidor regresó y los sustituyó –en la cuarta oscilación– por los Macri, Bolsonaro, Moreno, Piñeda et al. Pero, los trogloditas neoliberales ejecutaron tan mal el oficio, que los pueblos se levantaron valientemente. En el Uruguay, la ineficiencia de un Frente Amplio sin Mujica; en Bolivia, la arrogancia del equipo de Evo y en Venezuela, la ineptitud total de la dictadura Maduro-Cabello, complementan el panorama actual. La correlación de fuerzas revelada en esas últimas confrontaciones hace temer, que la próxima (5ta) gobernanza latinoamericana podría inclinarse nuevamente hacia el lado oligárquica-represivo.

 

 

Chile y Ecuador

 

Las sublevaciones tri-sectorales latinoamericanas son una combinación de factores endógenos y de la revolución de color, con variada importancia de lo interno y lo externo. En Chile, por ejemplo, resultan esencialmente de la cínica y prepotente permanencia del pinochetismo en las superestructuras y élites del país –no han exhumado todavía a su Generalísimo Franco– la exclusión social y económica inevitable para las masas y clases medias del capitalismo neoliberal, y la ausencia de una perspectiva de futuro y un sentido de vida (trascendencia) para la juventud. El pinochetismo vivo afloró rápidamente, cuando Piñera calificó las manifestaciones como «guerra» de un enemigo poderoso, implacable, bien organizado, mientras la soldadeska chilena, además de matar a veinte civiles –en Hong Kong, en meses de violencia, no hay ni un muerto– movilizó ya a sus reservistas. No hay que hacerse ilusiones: la oligarquía chilena volverá a matar como lo hizo en 1973 y como lo ha hecho durante toda su historia. Y la Fuerza Armada chilena es tan oligárquicamente asesina, como la de Argentina. De hecho, la única Fuerza Armada democrática en América Latina es la del Ecuador –https://orfilavalentini.com/esp/item/36/el-pensamiento-militar-latinoame… lo que explica, porque los militares no mataron para salvar a Moreno. Y que, casi seguro, en un acuerdo con los gringos impondrán un sustituto.

 

 

Bolivia

 

En Bolivia fue la arrogancia del poder del equipo de Evo, que les hizo cometer serios errores, como la pérdida de las cuatro alcaldías más importantes del país en 2015 (La Paz, Santa Cruz, El Alto, Cochabamba); la frívola derrota del referendo constitucional en 2016; la incomprensión de la nueva clase media urbana, resultado de su exitoso modelo económico y la imperdonable torpeza en la interrupción del conteo de votos. Todos esos errores permitieron a la oligarquía, la ultraderecha, la ultraizquierda, al separatismo, al sectarismo indigenista y a la contrarrevolución de color, acumular y desatar la fuerza callejera mostrada en las protestas postelectorales. La situación regresa, esencialmente, a la bipolaridad nacional de los primeros años de Evo, sin salida fácil para el desarrollismo socialdemócrata.

 

 

¿Qué hacer?

 

El reaccionario golpista general brasileño Hamilton Mourao, vicepresidente de Bolsonaro, dice, que las protestas en el país modelo del neoliberalismo, Chile, sirven para que la región se preocupe de sus sectores más vulnerables: «Tenemos que tomar medidas para que la productividad crezca, pero debemos estar pendientes de los problemas sociales que tienen todos nuestros países». No basta ser «liberales y estatistas; tenemos que ir al centro». Mourao invoca la flexibilidad de la Ley del Péndulo, porque en este momento no hay condiciones para establecer dictaduras militares abiertas. Recordemos, que después del triunfo electoral de Allende, Kissinger y Nixon necesitaron tres años para construir el golpe de Estado del pinochetismo. Por esa flexibilidad pragmática de los amos, puede haber algunos avances tácticos temporales de la socialdemocracia en algunos países. El problema estructural de la Ley del Péndulo, sin embargo, no lo puede resolver ninguna de las dos fuerzas políticas del sistema.

 

 

Sólo la actuación consciente de los pueblos y de los líderes éticos puede crear la nueva civilización, que anhela la humanidad.

 

 

Heinz Dieterich aporrea.org

Venezuela: Militares imponen Elección a Maduro

Posted on: febrero 21st, 2019 by Laura Espinoza No Comments

1. Fuerza Armada pone fin al caos

 

 

Cuando el gato estaba en las fauces del tigre, se dio cuenta que no eran de papel. Y decidió negociar su sobrevivencia. En términos venezolanos: los militares finalmente decidieron ejecutar su papel de decisor y poner un ultimátum a Maduro. Que aceptara, lo que en las Academias de Guerra se enseña como “retirada táctica” –en este caso, la realización de elecciones presidenciales– o que se largara al exilio. Si no aceptaba la oferta-ultimátum, ellos iban a ejecutarla.

 

 

Con esta estratagema, los generales se liberaron del terrible dilema, de eventualmente tener que matar el sábado 23, por un gobierno inepto, antipopular y antidemocrático, como el de Maduro-Cabello. Recuperaron la iniciativa estratégica en la crisis terminal madurista, aplicaron “the art of the deal” de Trump para una oferta de transición interesante para el Imperio, la Unión Europea, China y Rusia, y recuperaron la imagen de guardianes y salvadores de la Patria bolivariana. Finalmente, abrieron camino a la Tercera Fuerza que siempre hemos propuesto: ni Guaidó, ni Maduro, sino una vanguardia patriótica y democrática, capaz de salvar a la Patria bolivariana y evitar la matanza de la derecha en una transición tumultuosa.

 

 

2. Imponer la Tercera Fuerza

 

 

La negociación por las condiciones concretas de la transición será encabezada, en su primera fase, por dos títeres: Guaidó por parte de Washington y Maduro por parte de los militares. Más allá de su papel de vendedor ambulante y bufón de fuerzas superiores –que es el papel habitual de los presidentes en las democracias burguesas– Maduro ya no tiene ninguna función real que ejecutar en la transición, porque los únicos polos reales de poder de negación en Venezuela son la embajada gringa y las FANB. Y, también, porque Maduro ya no tiene ninguna credibilidad como negociador, por sus transas negociadoras en los “diálogos” de la República Dominicana, tal como lo manifestó públicamente el Papa Francisco.

 

 

La tarea política del momento consiste en construir la Tercera Fuerza, o sea, el Frente Patriótico de Salvación Nacional, y convertirla en la fuerza hegemónica capaz de reconstruir el país. Inevitablemente, las FANB son el centro de gravitación de esta fuerza, que se fortalece geopolíticamente en la alianza con China, Rusia, la Unión Europea, México y Uruguay. Cuba, Bolivia, Nicaragua y gran parte del Caribe, no tienen otra opción que adherirse. Una alianza global de este tipo, con un proyecto histórico nacional viable, tendría el poder necesario para contrarrestar los nefastos planes imperiales.

 

 

3. Las condiciones de la Transición

 

 

Es obvio, que las instituciones que sostuvieron a la de facto dictadura de Maduro-Cabello, como el Tribunal Superior de Justicia, el Instituto Nacional Electoral, la fiscalía general y la presidencia, no pueden estar a cargo de la organización de la institucionalidad transitoria. Igualmente es evidente, que esas instituciones no pueden ser organizadas por Washington a través de sus peleles políticos. Las instituciones transitorias sólo son posibles como un compromiso equilibrado entre el Bloque de Washington y el Frente Patriótico de Salvación Nacional, desarrolladas sobre las líneas de evolución propuestas por México y Uruguay, con participación de la ONU, el Vaticano y las cuatro potencias mundiales. Es obvio, que tales negociaciones requieren tiempo y que el posible impeachment (juicio político) o la derrota electoral de Trump en noviembre del 2020, son un elemento importante en la estratagema diseñada por las FANB. Tal calculo, por supuesto es legítimo y funcional para el bolivarianismo anti-monroeista.

 

 

4. ¿Aceptará Washington oferta FANB?

 

 

La iniciativa de las FANB, verbalizada por Maduro el día de ayer, responde, como es obvio, a la propuesta de transición de Washington. Es probable, que el empresario Trump la acepte, aunque sea con alguna retórica torcida y bizantina de aceptación. No así, la camarilla neofascista de Bolton, Pompeio, Abrams y Pence, que lo acompaña. Esta camarilla va a querer una repetición del modelo de Irak, en el cual el “socialista baazista” Saddam Hussein ofreció elecciones cuando vio, que la guerra de agresión de Occidente iba en serio. Entonces, George W. Bush no aceptó una solución pacífica, porque quería el bono electoral (2004) y geopolítico de una matanza pública y victoria barata sobre una fuerza armada tercermundista, que no tenía ninguna posibilidad real de defenderse. Hoy día, sin embargo, con la pronunciada debilidad electoral de Trump y las guerras no resueltas en Afganistán, Siria e Irak, es probable, que Dangerous Donald opte por una solución negociada, que evite abrir un nuevo frente de guerra en su patio trasero.

 

 

5. Bolton y las FANB

 

 

John Bolton, el delincuente político a cargo de la operación regime change Venezuela, anda pregonando que las FANB tienen dos mil generales, más que todos las Fuerzas Armadas aliadas de la OTAN de Washington. La implicación es obvia: no es una Fuerza Armada en condiciones de combate, sino corrompida por el Madurismo. Así que, “a cheap victory”, como el de Hitler en Checoslovaquia (1938), sería probable. ¿Cuál es la verdad de las bravuconadas de Bolton?

 

 

6. Estado de combate de las FANB

 

 

Por mi amistad con el Presidente Chávez y el General en Jefe Raúl Isaías Baduel, tuve una buena y cercana relación con los gallardos militares venezolanos. Presencié la modernización de la Fuerza Armada con avanzada tecnología militar rusa, como los aviones de combate Sukhoi-30; misiles anti-aéreos S-300 y misiles anti-buques; fusiles de asalto Kalashnikov Ak-103; la masiva potenciación y modernización de los tanques franceses AMX-30; la renovación de la doctrina militar (bolivariana), del ethos de combate y de la organización militar. Era una fuerza temible, compacta y extraordinariamente potente, hecho por el cual los sanguinarios Uribe y Santos nunca cruzaron la línea roja de la agresión territorial.

 

 

7. Las FANB bajo Maduro

 

 

Bajo el Madurismo, la ineficiencia generalizada, el nepotismo, la corrupción y la mentira, que caracterizan la política del “presidente obrero”, hicieron sus estragos no sólo en la economía y la moral general de la población. Hablé ayer con un amigo General para actualizarme y me dijo lo siguiente. “Las FANB tienen una gran cantidad de Generales, un número mayor a mil quinientos en los cuatro componentes, muchos de ellos en cargos en la administración pública o en su casa, sin cargo. En los seis años del Sr. Maduro, se jugó con la promoción al Grado de General.  El número exacto es un secreto de estado. Pero sin duda supera los requeridos por cuatro o cinco veces.”

 

 

 

“Yo estimo que los efectivos no deben llegar a los ochenta mil hombres. Hay un alto número de desertores que no los oficializan para evitar que se dé a conocer el bajo nivel de personal. ¡La FANB de Maduro es un cascarón! Sin tropas y sin oficiales. Hoy estuve por la frontera de… Ahí se encuentran sólo las tropas, que tradicionalmente están con un mínimo de refuerzos. Y con un bajo nivel de disposición para el combate. Hablé con algunos y solo esperan en su silencio la salida de Maduro.”

 

 

 

Bueno, ya no tendrán que esperar mucho más. La pesadilla está por terminar…

 

 

 

Heinz Dieterich

 

Militares venezolanos entregan a Maduro

Posted on: enero 30th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

Pacto con la Casa Blanca : La declaración del Ministro de Defensa de Venezuela, General Vladimir Padrino López, de que la FANB «es una Fuerza Armada humanista, respetuosa del estado de derecho, la democracia y los derechos humanos» (28.1.), señaliza a Washington, que han aceptado la oferta imperial de sacrificar a Maduro, a cambio de impunidad para ellos. Su mensaje, de que la institución ha «respetado los derechos humanos» y que «el cuerpo castrense continuará trabajando en defensa de la soberanía nacional», manda dos mensajes adicionales a la Casa Blanca: no vamos a matar por Maduro y, no traten de invadir el país, porque iríamos a la guerra.

 

 

2. Oferta imperial irresistible

 

 

Esta decodificación del discurso de Padrino López es evidente, cuando se lee la oferta original imperialista, expresada por el Jefe del U.S. Southern Command, el Comando Sur de los Estados Unidos, almirante Craig Faller:

 

 

«Hay dos maneras de resolver este tipo de problemas. En 1989 nosotros sacamos a Manuel Noriega de Panamá. Y en 1994 depusimos al presidente de Haití… Por otro lado, al final de la década de los 80 cuando Ferdinand Marcos tenía cientos de miles de manifestantes protestando en las calles de Filipinas, nosotros organizamos su salida y le garantizamos a Marcos que no sería enviado de nuevo a Filipinas para ser juzgado allí por los crímenes cometidos. Creo que esa es la vía para salir de Maduro. Tal vez se la puedan proponer alguien cercano a él de otro país… pero necesitamos darle una salida en la que no sea obligado a regresar, y así, posiblemente, salir de este problema sin violencia».

 

 

Con un plan contundente, dijo, «no habría violencia», y añadió que tampoco sería necesario el uso «de fuerzas de guerra». «Para lograr el control de las Fuerzas Armadas, es necesario que se le den garantías a los altos mandos, que son esencialmente corruptas. Maduro los está comprando. Pero, para acabar con esa falsa lealtad a Maduro es necesario darles alguna forma de amnistía. Y eso es muy importante. Solo (funcionará), si ellos están convencidos de que la amnistía es verdadera». Es obvio, que se convencieron.

 

 

3. La Troika post-Maduro

 

 

Mientras Maduro, en su mente infantil-positivista juega a la guerra en la torreta de un tanque, y Diosdado Cabello –el preeminente intrigante anti-comunista de derecha del proyecto de Chávez– está negociando la fase post-Maduro con los títeres caraqueños de Washington y los militares, la apremiante tarea de la salvación nacional queda diáfanamente clara: la intervención de un Bloque Nacional Patriótico (BNP) en la configuración concreta de las condiciones de transición. La salida de Maduro generará un gran vacío de poder, que no se puede permitir sea llenado por la nueva troika del poder imperial: Juan Guaidó, Leopoldo López y Antonio Ledezma.

 

 

4. La batalla decisiva de la guerra

 

 

Toda estrategia de salvación posible de los intereses populares y de la soberanía nacional de Venezuela tiene que partir de las siguientes realidades.

 

 

1. A la luz de la correlación de fuerzas geopolíticas y nacionales, es obvio, que Maduro perdió la guerra del regime change de Washington, como Yanukovich la perdió en Ucrania. No tiene más salvación que la de una salida negociada al exilio. China, por principios de su política exterior, no le dará asilo político. Moscú es posible en una negociación entre Trump y Putin. Cuba también es posible, pero debería cobrarle el favor a Trump con la congelación del Título tres de la Ley Helms Burton, durante el resto de su mandato.

 

 

2. No hay forma de evitar que la actual fase de transición culmine en elecciones generales.

 

 

3. Toda negociación con el Imperio y sus títeres gira, en consecuencia, en torno a las condiciones de la transición, que determinan, a su vez, la situación post-guerra o post-madurista del país. En términos militares, la batalla decisiva de la guerra es la actual batalla por la transición.

 

 

5. Aparece Mao Zedong

 

 

Sólo quedan dos poderes primarios de negociación de la transición dentro de Venezuela: la embajada de Washington y las Fuerzas Armadas venezolanas (FANB). Todo lo demás que existe es secundario. Abstrayendo de la embajada, el centro de gravitación de la batalla para todos los actores es el poder de fuego de las FANB: para los sectores maduristas, las fuerzas patrióticas y chavistas y las fuerzas exógenas: Rusia, China y Cuba. La alianza con las FANB se vuelve determinante, porque una vez más se verifica el aforismo de Mao Zedong: «El poder político nace de los cañones de los fusiles.»

 

 

6. Decálogo de la Salvación Nacional

 

Para el pueblo y las fuerzas patrióticas venezolanas es primordial entender, que sólo le queda la «solución sandinista» de 1989, para salvar sus legítimos intereses. Esto significa en concreto, que tiene cuatro imperativos para la fase de transición.

 

 

1. Organización de las elecciones bajo una estructura transparente y democrática, que no puede ser manipulada por ninguna de las fuerzas en pugna.

 

 

2. Sustitución de la camarilla militar Padrino López-Reverol-Ceballos, por una dirección militar colectiva, formada por los generales de la resistencia democrática y bolivariana, Miguel Rodríguez Torres, Raúl I. Baduel, Cliver Alcalá y otros. Padrino López puede ser miembro de este colectivo que toma las decisiones por voto de mayoría. Este alto mando queda en el poder durante los siguientes cinco a diez años, porque es la única manera, de impedir una matanza de la derecha en la fase post-Maduro. Una estructura semejante conducirá a la policía nacional.

 

 

3. Para salvar a PdVSA es necesario poner a Rafael Ramírez a su cabeza .

 

 

4. Con vista a la campaña presidencial, Rafael Ramírez sería el único candidato de unión progresista y patriótica disponible, y con la experiencia nacional e internacional necesaria, para conducir el país hacia su refundación .

 

 

7. Alianza con China y Rusia

 

 

Para esta alianza de negociación con Washington (Guaidó, López) es fundamental que Rusia y China estén presentes. Venezuela ya no es más que un peón geopolítico y geoenergético en la gobernanza mundial y el naciente orden multipolar. De ahí, que para contrarrestar el poder geostratégico del eje imperialista –Estados Unidos, Unión Europea, Japón y sus vasallos latinoamericanos– en la negociación, es imprescindible contar con el poder económico, político y militar de Rusia y China. Se trataría, entonces, de una «solución sandinista geopolítica», que reflejara las realidades de poder globales y nacionales del momento actual.

 

 

Como en cualquier negociación, no se conseguirá el cumplimiento de todas las demandas propias, frente al adversario. Sin embargo, sólo entrando en negociaciones con Washington con una estrategia concreta de este tipo y con el Bloque Nacional Patriótico (BNP), con su doble cabeza de lanza blindada –la Fuerza Armada y la Fuerza Geopolítica Mundial– se puede evitar las peores consecuencias de la catastrófica derrota, que ha causado la mafia burguesa madurista y sus panegiristas de la izquierda global oportunista, en la Patria Grande.

 

Aporrea

Heinz Dieterich

 

 

 

 

La Bolsa en la Transformación social pactada

Posted on: noviembre 19th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

1. La caída

 

 

El jueves 8 de noviembre, el índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa de Valores mexicana se desplomó 5.8%, acompañado por una caída del peso. El día anterior, el Index Dow Jones en Nueva York había caído 3.15%, evento que afectó las bolsas a nivel mundial. Poca duda hay, sin embargo, que la causa principal del desplome mexicano fue una iniciativa senatorial del partido Morena, tendiente a eliminar las comisiones bancarias. Fue necesaria una ratificación pública del gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador, de que se respetará la estabilidad financiera bancaria establecida, para frenar la estampida.

 

 

2. Lecciones de Economía Política

 

 

La caída de la bolsa mexicana revela vectores de poder y buen gobierno, cuya comprensión es de vital importancia para todo proyecto de transición social en América Latina e incluso, mundial. Para ser más preciso: todo proyecto de transformación pactada o gradual, iniciado desde el centro del espectro político nacional y global. Algunos de esos vectores o variables trascendentales son:

 

 

 

1. La forma de valor más abstracta, concentrada y organizada del gran capital, se encuentra en el capital financiero y, dentro de este, en la bolsa (mercado) de valores. Esta sirve al sistema como una bola de cristal y, al mismo tiempo, como fuerza de reacción rápida.

 

 

2. Es sorprendente la capacidad de reacción instantánea, in real time, de ese poder, ante toda contingencia económica o política. El tiempo de reacción es, de hecho, muy superior al de cualquier aparato de la sociedad política o macro burocracia.

 

 

3. No es un tigre de papel. Ante el capital financiero, no cabe el radicalismo verbal, el protagonismo desmedido o la improvisación. Si no, hay que recordar el destino del proyecto reformista griego en la Unión Europea, donde, pese a incontables sacrificios del pueblo griego bajo el gobierno socialdemócrata de Syriza, la deuda pública como porcentaje del PIB, ha subido de 103% en 2007, a 176% en 2017.

 

 

4. La semiótica del «florero» abarca muchos misterios –no todos bonitos– que esperan un profundo análisis científico de la economía política y teoría del Estado del Siglo 21. Lamentablemente, ambas materias duermen el sueño de los justos en las universidades latinoamericanas.

 

 

3. Bola de cristal

 

 

 

Cuando Adam Smith inventó el concepto de la «mano invisible» (invisible hand) para describir la poca entendida cibernética del mercado, no podía saber, que en las tres grandes innovaciones institucionales de la crematística mercantil –la sociedad anónima de capital variable, la bolsa de valores (stock exchange) y el capital de riesgo (venture capital)– el stock exchange iba a ser la institución conductora macroeconómica más eficiente inventada en los tres mil años de existencia del mercantilismo privado. El socialismo histórico, basado en la planeación centralizada –sin apoyo del internet– nunca logró diseñar un equivalente funcional de esta institución, que permite transparentar minuto a minuto la dinámica y expectativa de las tasas de ganancia y la intervención (o manipulación) inmediata de los grandes decisores sistémicos. La bolsa es la «mano más visible» de la economía de mercado y, como tal, el visualizador de sus parámetros económicos y políticos trascendentales. Ese centro de gravitación económico-político indicativo de todo el sistema es de igual importancia orientadora para la política cotidiana de opositores y partidarios sociales y estatales.

 

 

4. Decálogo de la transición

 

 

 

La semiótica del dicho popular «la bolsa o la vida», adquiere obviamente otro cariz a la luz de estas reflexiones. En términos gramaticales, un proyecto de transformación pactada requiere convertir la disyunción de «la bolsa o la vida», en la conjunción «la bolsa y la vida». Si esto es posible en la vida real, depende de las condiciones concretas en que se pretende realizar la transición. El gran éxito de los «tigres asiáticos», incluso China y Vietnam, no se puede entender fuera de esta base axiomática, inventada hace cuatrocientos años por Oliver Cromwell en la Revolución Inglesa.

 

 

5. El poder prestado

 

 

 

La incertidumbre sobre la posibilidad de realizar una transición conjuntiva en América Latina, sólo puede resolverse en la praxis. Sin embargo, es imperativo preparar y acompañar esa praxis con la teoría de las transiciones. Las transiciones ocurren ininterrumpidamente como parte integral de la realidad en todos sus niveles y sólo su comprensión científica evita que se conviertan en contradicciones irresolubles. Por eso afirmé en mi último artículo («El Florero»), que un nuevo gobierno nacido de elecciones, no es «el dueño del poder, sino simplemente un subsistema del Estado existente y su clase dominante. No puede sustituir por decreto una ortodoxia establecida por otra rebelde… Si se quiere, es una franquicia de libertad condicionada, válida para cuatro a seis años.»

 

 

 

6. El último Samurai

 

 

Tratar de actuar en estas circunstancias como el último Samurai, significa confundir los desenlaces de las películas de Hollywood con los de la vida real. Es una actitud frívola, ambiciosa o sectarista que no quiere entender, que hacer política en la Patria Grande sin tener siempre presente los nombres de Allende, Arbenz y Bolsonaro, es jugar a la ruleta rusa.
Heinz Dieterich

 

 

Blog de Heinz Dieterich

El Arte de la Transición

Posted on: agosto 9th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

La sonrisa del León: La actual transición de América Latina plantea como cuestión de vida o muerte política la sabiduría del poeta iraquí Al-Mutanabbi, del Siglo X: «Cuando ves los dientes del león, nunca pienses que te sonríe». Esa metáfora proporciona el software para detectar los engaños y traiciones de la política, que son inseparables de la lucha por el poder. Quién no entiende este aspecto de la política, no puede triunfar en ella, porque es el código para la ciencia de las alianzas. Es decir, la metodología que permite distinguir entre coaliciones positivas y negativas, necesarias y posibles, tácticas y estratégicas. Y que nadie se engañe. Para la política (y la guerra), las alianzas son lo que es el agua para el pez: el medio vital de sobrevivencia.

 

 

 

2. Alianzas y Triunfo

 

 

 

El actor que pretende transformar la realidad, por ejemplo, un nuevo presidente-gabinete, que encabeza el subsistema estatal llamado gobierno –llamémosle El Transitor– tiene que distinguir entre las fuerzas estructurales de la lucha y las fuerzas operativas, so pena de fracasar. Los vectores estructurales para el triunfo se encuentran en el diagnóstico correcto de la correlación de fuerzas que existe entre El Transitor y sus adversarios. Este diagnóstico correcto tiene que abarcar las cuatro formas de poder existentes, el político, el económico, el cultural y el militar. Los vectores operativos del triunfo, en cambio, se identifican en el reino de lo posible (Bismarck) y se realizan a través de la capacidad de establecer alianzas. Las sinergias de ambos análisis se concretan en el orden de batalla. Este orden proporciona dos tipos de datos claves: a) le informa a todos los participantes de la transición sobre su status quo (situación) en el conflicto, es decir, si se encuentran en una posición defensiva u ofensiva; b) indica el despliegue aconsejable de las fuerzas transitorias para las batallas y momentos decisivos. El actor que logra más y mejores alianzas, vencerá en el enfrentamiento de los proyectos históricos. Él que se aísla, pierde. Por eso, idiotas prepotentes –idiotas en el sentido romano– como Trump y Maduro, están condenados al fracaso. Lamentablemente para los pueblos, esto no significa que no pueden causar mucho daño antes de caer.

 

 

 

3. Transición bonita y transición realista

 

 

 

La inteligencia (comprensión) de las fauces enemigas es la clave del éxito de la política transicional, porque aconseja dejar atrás las ilusiones de la transición bonita, como aquella del «dividendo de la paz», que se iba a producir con la implosión de la Unión Soviética. Querer realizar transformaciones sólo por medio del convencimiento, del amor, de la pedagogía, del ejemplo del buen pastor o de la empatía con «el otro», significa vivir en un universo paralelo al real existente del planeta azul. Macro transiciones sociales no triunfan porque son bonitas, sino porque son realistas. O acaso ¿la Revolución Inglesa y la Francesa, basadas en los ironsides (caballería) de Cromwell y la guillotina, fueron dotadas de hermosura? Triunfaron, en términos bíblicos, porque aplicaron el verbo y la espada. En lenguaje político del Siglo 21: usaron el software y el hardware (represión) de la hegemonía nacional.

 

 

 

4. Parque Jurásico

 

 

 

La sociedad de clase se desenvuelve sobre dos vectores (dinámicas) principales: los intereses y el poder. Ambos existen en forma objetiva (fáctica) y subjetiva (virtual) y determinan la conectividad entre las cuatro relaciones sociales elementales en las que actúa el ser humano: la economía, la cultura, la política y lo militar. Construyen, en otras palabras, el «tejido social» concreto, sobre el cual se mueven los actores sociales. Desde el punto de vista del poder estratifican toda la sociedad en bloques horizontales y jerárquicas de poder, a los cuales los ciudadanos tienen que integrarse voluntaria- u obligatoriamente. Este es el entorno real a que se enfrenta un nuevo gobierno que pretende mejorar la situación de un país. No es el jardín de Edén, sino el Parque Jurásico, hecho por el cual es igualmente absurdo pedir que resuelva todos sus problemas, que afirmar, que no va a resolver ninguno de ellos.

 

 

 

5. La izquierda Santa Claus

 

 

 

El Transitor que quiere modificar esta configuración del viejo régimen (ancien régime), para cumplir con el programa y el pueblo que le llevó al gobierno, se encuentra con tres centros de gravitación del poder diferentes: bloques, grupos e instituciones de poder, que le son hostiles; otros que le son (todavía) indiferentes y una tercera tendencia que simpatiza con la transición planeada. Esos centros de fuerza son el referente principal para la praxis transformadora del nuevo gobierno de transición, porque tienden a desviar la programática original de cambio hacia la derecha o hacia la izquierda. Mientras los intereses y la presión de las derechas es previsible, la desviación por presión de la izquierda Santa Claus es más difusa. Demandas y demagogias puristas, fundamentalistas, sectaristas, narcisistas, que se infiltran en el análisis objetivo del paralelogramo de fuerzas de los contendientes y los nombramientos del nuevo equipo gubernamental, al igual que la idea de que «ahora tenemos el poder para cambiar todo», cuando los transitores apenas controlan un subsistema débil del poder real –el gobierno frente a la fuerza del Estado y de los poderes fácticos– llevan al desmoronamiento de la transición. Rechazar esas presiones que, con frecuencia, devienen de la arrogancia intelectual de «la izquierda Santa Claus», de planteamientos confusos de la liberal identity theory (teoría de las identidades) o de la seudo-izquierda criolla, es vital para el triunfo.

 

 

 

6. Newton y las masas

 

 

 

Fuerza es igual a masa por aceleración, así determinaba el genial Isaac Newton –en su Segunda Ley del Movimiento– el comportamiento de los objetos fuera de equilibrio. En esta situación se encuentra, mutatis mutandis (aproximadamente), un gobierno de transición, porque modifica el estado de inercia del antiguo régimen. Si sustituimos «aceleración» por «concientización» en la ecuación de Newton, podemos decir, que la fuerza de El Transitor para implementar su nuevo proyecto histórico es, esencialmente, una función de la concientización de las masas, porque son el dique de resistencia ante los sabotajes de las fuerzas del status quo ante (antes del triunfo) y del oportunismo y sectarismo político. La elaboración de una convincente narrativa científica-popular del «Nuevo Normal» (new normal) y la formación política de las masas en ella, son, por lo tanto, las variables, que deciden sobre la fuerza y el éxito de los proyectos en pugna. Considerando que ninguna fuerza de transición actual (partidos políticos, sindicatos, universidades etc.) tiene un proyecto de formación educativa en lo político, que merezca el nombre; y que los presidentes socialdemócratas Lula, Kirchner, Correa, Morales y Ortega fallaron abismalmente ante tal tarea, las perspectivas del futuro para la Patria Grande no son alentadoras.

 

 

 

7. Tiempo y confusión

 

 

 

En la lucha entre la antigua ortodoxia y la nueva, entre lo estático y lo dinámica, el tiempo es decisivo. Como recordaba el revolucionario peronista John. W. Cook, en la lucha de ideas no existe la tierra de nadie. Lo que no ocupa una Weltanschauung (visión del mundo), lo ocupa otra. Dentro de la tendencia al caos ideológico, que genera el reacomodo de los elementos del sistema durante la transición, hay mucha confusión acerca de quién representa realmente los intereses objetivos de los segmentos de poder estatales y sociales. La propensión al caos y la posibilidad de equivocación es grande. La historia sobre alianzas políticas equivocadas de la pequeña burguesía (Hitler), grupos populares, clases medias e instituciones, con sectores contrarios al progreso transicional, es abundante. Como, por ejemplo, los campesinos de la Vendée en la Revolución Francesa; la entrega del rebelde del Tahuantinsuyo, Tupac Amaru, por caciques e indígenas nativos a la monarquía española; el desuso de los fondos estatales del Banco Central por la Comuna de Paris y el papel golpista de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en el golpe militar del 2002.

 

 

 

8. El Dios de la Transición

 

 

 

Ianuarius (Jano), el Dios romano de las puertas, comienzos y transiciones, era bifronte: tenía una cara hermosa y otra terrible. Tal imagen refleja adecuadamente la realidad del Estado. Porque todo Estado es, paralelamente, agente civilizador e instancia opresora. Idealmente, como Estado de derecho, protege al ciudadano común del abuso y de la violencia de los poderosos, usando su legítimo monopolio de poder (armado). Pero, al mismo tiempo, es un órgano de las clases dominantes, cuyos intereses principales impone. Pedir a un gobierno de transición progresista, que bloquee la función de represión clasista del Estado, es legítimo y necesario. Sin embargo, demandar que no use la policía para defender la legalidad y legitimidad de sus medidas transitorias y del orden público, es ilusorio y suicida, porque lo condena a la desestabilización y caída.

 

 

 

9. El líder transicional

 

 

 

El triunfo electoral y la superación de dinámicas caotizadoras post-electorales requiere inevitablemente un centro de poder conductor, que esté en relación dialéctica real con las masas y los bloques de poder. Lo que sucede, cuando por falta de liderazgo no se establece la direccionalidad e integración necesaria de las fuerzas de transformación estatales y sociales en una gobernanza nacional adecuada, lo vemos en Venezuela y, crecientemente, en Argentina, Brasil, Estados Unidos y Nicaragua. La entropía del sistema aumenta y se acerca al punto del colapso vía el magnicidio, el golpe militar, el levantamiento de masas o la intervención externa.

 

 

 

10. Transición y Ciencia

 

 

 

Para decirlo con toda claridad. La ciencia ha demostrado, que la direccionalidad y auto-similaridad a toda escala de los grandes sistemas biológicos y sociales, son precondiciones funcionales imprescindibles para su sobrevivencia y éxito. Lo mismo es válido para los proyectos históricos de los gobiernos de transición y los intereses históricos de los pueblos.

 

 

 

Pero, estando tan lejos de la ciencia y tan cerca de Santa Claus, la Izquierda latinoamericana probablemente no escuchará el mensaje.

 

 

Heinz Dieterich

 

¿Votar o no votar por Maduro?

Posted on: mayo 19th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

Muchos amigos y medios internacionales me han pedido analizar la situación electoral en Venezuela. En particular, me pidieron contestar las siguientes preguntas:

 

 

1) ¿Son legítimas o ilegítimas las elecciones del domingo en Venezuela?
Las elecciones son ilegitimas, porque no existen las condiciones básicas para que los ciudadanos puedan tomar decisiones razonadas sobre el proceso y los candidatos electorales. Esta deficiencia estructural existe en varios ámbitos claves.

 

 

 

1. Se requiere un entorno socio-económico estable que permite a la población concentrarse en la contienda electoral y ponderar las opciones que se presentan. Con una hiperinflación de más del 10,000 %, una ausencia de medicinas y alimentos generalizada para las mayorías, una reducción del PIB en el último lustro de alrededor del 45%, una emigración económica de más de un millón de personas, y una muy alta tasa de criminalidad, esas circunstancias socio-económicas no están dadas.

 

 

 

2. Elecciones sólo tienen sentido cuando los candidatos representan alternativas viables de política pública progresista ante los grandes problemas de la nación y de los ciudadanos. Ninguno de los dos bandos –o bandidos– de la «oposición» cumple con esta condición. El oportunista ex chavista Henry Falcón y el oscurantista «evangélico» Javier Bertucci –los dos candidatos de mayor preferencia electoral de la «oposición»– van a ir con el FMI para recomponer la economía. Las condiciones draconianas que pondrá el FMI para dar su infame Paquete de Ajuste Estructural, harán palidecer las condiciones que la institución impuso a Grecia en su momento, porque Venezuela no es parte del Primer Mundo y tiene cero poder de negociación. En consecuencia, las condiciones infernales en que vive actualmente la mayoría de los venezolanos, empeorarán drásticamente. De hecho, ni Falcón ni Bertucci tienen un programa para regresar el país al camino del desarrollo sustentable. La dolarización y el FMI de Falcón y la «salvación del país a través de la fe», del Rasputín pentecostalista, son el mismo proyecto: entregar la soberanía de Venezuela a Washington y el gran capital occidental.

 

 

 

 

El otro ala del espectro político, que representa Maduro, igualmente no tiene ningún programa realista ni creíble para salir del desastre económico que ha creado. Venezuela necesita un Plan Marshall para salvarse, pero la mafia usurpadora de Miraflores no tiene cabezas para diseñarlo, ni acceso a los circuitos financieros internacionales, que podrían costearlo. Desconocidas las elecciones de antemano como «ilegales», por los centros de poder occidental, será imposible que –«ganando» Maduro– consiga los recursos para el ajuste estructural necesario del sistema económico. Sin Occidente y sin China, la elección se realiza, por así decirlo, en un catch-22, donde no hay solución electoral alguna para salvar a la economía. De ahí, que la promesa de Maduro, que si gana las elecciones, llevará a cabo «una revolución económica que sacudirá al mundo», no es más que una patética mentira. Ninguno de los candidatos tiene un proyecto económico viable. Por eso, ninguno sirve para ser presidente.

 

 

 

3. El régimen de Maduro se basa en la mentira (de la guerra económica), las bayonetas de los generales faccionistas Padrino López y Néstor Reverol (represión militar), la monopolización de los dólares y la dependencia asistencialista generalizada cual medio de control socio-político, financiada con ellos (Carnet de la Patria, CLAP). La combinación de esos cuatro factores ha creado una clientela electoral cautiva para el gobierno, por una parte; y un ambiente generalizado de desmovilización, frustración, incertidumbre y tendencia hacia el abstencionismo, por otra. En ese ambiente, el debate público racional y transparente que es una precondición imprescindible para facilitar la conciencia ciudadana cual precondición del voto razonado, no se ha podido dar. La situación de manipulación sistemática de la información y del razonamiento electoral, muy semejante a la que prevaleció en Estados Unidos en la última contienda presidencial, hace imposible cumplir en Venezuela con el mandato de una votación nacional democrática que exprese la soberanía popular mayoritaria.

 

 

 

2) ¿Fracasó la oposición en su intento por derrotar a Nicolás Maduro o el Presidente venezolano les pasó por encima?

 

 

 

 

Las dos cosas. Era –y es—un conflicto entre la vieja clase política y la nueva clase política, que se formó durante los primeros años del Chavismo. Dos fracciones de la clase política, con iguales carencias éticas y compromisos populares, se enfrentaron, como dos mafias del barrio que procuran controlarlo. Mostraron ser más eficientes en la guerra callejera y sucia, al igual que en los pleitos de superestructura (parlamento), las cohortes de Maduro/Cabello, que las de las viejas élites políticas.

 

 

 

3) ¿Se radicalizará aún más el gobierno de Maduro tras los comicios o está condenado en el corto plazo?

 

 

 

Está condenado a colapsar relativamente pronto, por el aislamiento internacional y latinoamericano. Para impedirlo, se volverá más represivo, implementando la llamada «reforma constitucional» e imponiendo el llamado «Estado comunal», que es, esencialmente, el Estado de Mussolini con control total del centro del poder, bajo el disfraz de un régimen popular revolucionario de nuevo tipo.

 

 

 

4) Finalmente Maduro se salió con la suya en cuanto a la realización de elecciones ¿Esto demuestra el fracaso o el escaso peso de los organismos internacionales y regionales?

 

 

 

Sin duda, que Maduro salió triunfante de las turbulencias políticas de la era post-Chavez, tanto a nivel del Partido como en cuanto a la estructura nacional de poder. Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que se aprovechó de una coyuntura internacional que le benefició de múltiples maneras. En primer lugar, el bolivarianismo hemisférico que construyó Hugo Chávez con Lula, Fidel y Kirchner, le sirvió en su momento como paraguas protector al Madurismo. Sin embargo, esto se acabó ya.

 

 

 

En segundo lugar, las crisis mundiales en Corea, Medio Oriente y Europa oriental, desplazaron el conflicto de Venezuela a segundo y tercer plano. De todas formas, el imperialismo occidental sabe que la caída del régimen es inevitable, de ahí que no le importa, si sucede un año antes o después. Es decir, la intensidad de la presión externa imperial ha sido relativamente baja, comparada, por ejemplo, con la destrucción sistemática de la Unidad Popular chilena por Nixon, o la Revolución Sandinista nicaraguense, por Reagan, para no mencionar la agresión a la Revolución cubana. Las afirmaciones contrarias de Maduro y su aparato de propaganda son simples mentiras.

 

 

 

5) ¿Qué rol juegan los militares al sustentar la Presidencia de Maduro?

 

 

 

Como decía, junto con los dólares y las mentiras, son el tercer sostén del régimen. Sin los generales faccionistas Padrino López y Néstor Reverol, que encabezan la «pandilla de malandrines» que usurpan el Palacio de Miraflores, en palabras del general chavista Cliver Alcalá, ya no estaría en la presidencia.

 

 

 

6) ¿Hay una fractura interna en el chavismo?

 

 

 

 

Sí, una fractura total, como se evidencia en el hecho, de que muchos de los colaboradores militares de alto rango de Hugo Chávez, como los generales Rodríguez Torres y Raúl Baduel, el héroe que derrotó al golpe militar, están en la cárcel, mientras que muchos civiles chavistas de jerarquía están organizados en movimientos anti-maduristas. Por supuesto, hay una tercera fracción de oportunistas deleznables que pasaron sin problema moral alguno del proyecto humanista de democracia participativa del Comandante Hugo Chávez, a la miserable dictadura pequeño-burguesa de Maduro. Allá están Tarek William Saab, Alí Rodríguez y muchos otros.

 

 

 

7) ¿Qué podría ocurrir en Venezuela a partir del 21 de mayo?

 

 

 

En primer lugar, es irrelevante quién gane las elecciones, porque ninguno de los candidatos puede resolver los grandes problemas nacionales. En este sentido, no son elecciones, sino una pantomima de simulación de soluciones nacionales. En segundo lugar, si Maduro pierde, simplemente desconocerá en los hechos al nuevo gobierno, tal como desconoció a los ganadores de las elecciones parlamentarias de diciembre, 2015.

 

 

 

En tercer lugar, arreciará la presión internacional, habrá nuevas sanciones de Washington y Bruselas y, quizás del Grupo de Lima; es posible que haya un par de días de protestas, que serán fácilmente controladas por la policía; Maduro avanzará la preparación de la estructura política de dominación tipo Mussolini, mediante el «Estado Comunal» y una nueva Constitución, hecho a la medida; el éxodo de la emigración venezolana se intensificará; la economía colapsará vía la hiperinflación, el default externo y la creciente confiscación de la infraestructura petrolera, como ahora en la colonia holandesa de Curazao; Washington pasará a la fase del regime change y el inicio de la agresión paramilitar –similar a la agresión de Reagan contra el Frente Sandinista y la destrucción de la Unidad Popular de Allende en Chile–, regime change como en Siria y Ucrania, en pocas palabras. Un conflicto intra-militar abierto es muy probable al igual que una mayor intervención estadounidense vía el Comando Sur y la Cuarta Flota de Washington.

 

 

 

8. Votar como acto de masturbación

 

 

 

Votar en estas circunstancias es un acto fútil, una operación de autismo, sin relevancia transformadora real. Un acto apologético para el régimen, tan tragicómicamente grotesco como el cierre de campaña de Maduro, diseñado sobre los mecanismos de manipulación barata y de mercadotécnia de los charlatanes tele-evangelistas. Con un gritón ridículo que procuraba calentar a las masas, seguido por un payaso patriotero llamado Héctor Rodríguez, con intermezzo de un obsceno panzón futbolista argentino y, finalmente, la apoteosis con el panzón Presidente Obrero y la Primera Combatiente. En fin, un teatro surrealista que refleja a la perfección la naturaleza apócrifa del régimen burgués en cuyas garras ha caído el noble pueblo de Venezuela.

 

 

 

 

Heinz Dieterich

Venezuela: Ni Trump, ni Maduro

Posted on: febrero 25th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

1. Elección autista

 

 

Con el veto de Washington a la participación de sus partidos cipayos en las elecciones del 22 de abril, éstas se convierten en un simple ejercicio autista, carente de cualquier potencial transformador progresista de la realidad nacional. Ante la negación imperial, es irrelevante si Maduro gana una mayoría o no, porque el destino de la Patria ya no se decide en Venezuela.

 

 

Participar en las mega elecciones significa participar en un ritual reaccionario. Apoyarlas, sólo es posible bajo la condición de ser oportunista o pendejo o dependiente directo de los aparatos dictatoriales.

 

 

Lo mañoso de ese acto interno de estabilización política madurista, mañoso y falta a la verdad como todo lo que dice y hace el gobierno del Presidente «Obrero» y la «Primera Combatiente», es evidente. Los que se niegan a participar, porque saben que subirían al cuadrilátero como un peleador con un brazo amarrado, son estigmatizados como abstencionistas-agentes del imperialismo. Si legitiman la farsa de la dictadura con su colaboración, prolongan objetivamente la agonía de la patria. Apoyar a Trump, al igual que apoyar a Maduro, significa objetivamente, volverse traidor a la Patria. ¿Qué hacer, entonces, para evitar esta trampa de la lumpen política nacional e imperial burguesa?

 

 

2. Ni Maduro, ni Trump

 

 

La única postura popular, patriótica y progresista posible ante esas elecciones sin elección «Catch-22» –paradoja sin alternativa ni escape para el sujeto– consiste, en no estar con Trump ni con Maduro. Ni con la dictadura burguesa global, ni con la dictadura burguesa nacional, porque ninguna de las dos permite el libre ejercicio de la soberanía popular, que es la base de toda democracia verdadera. De ahí, que las fuerzas progresistas nacionales tienen una sola alternativa ante la doble trampa de Miraflores y Washington: recuperar la soberanía popular, posponiendo el sufragio hasta la fecha constitucional tradicional, diciembre del 2018, para crear una logística electoral transparente y democrática que permita la participación de todas las fuerzas interesadas y legítimamente habilitadas para el procedimiento electoral. Esta moratoria a las dictaduras del Madurismo y de Washington dará tiempo suficiente para construir una alternativa de conducción nacional patriótica, eficiente, de centro, que, al ser ratificada por los ciudadanos, permitirá superar pacíficamente la crisis del sistema. Si el gobierno no acepta esta solución –y, por supuesto, no la va a aceptar, porque en condiciones democráticas Maduro pierde el mandato nacional mayoritario– entonces, la única actitud patriótica y ética posible radica en no participar en el circo pseudo-democrático del régimen.

 

 

 

3. Capitulación de Maduro

 

 

 

Maduro entendió de inmediato que el veredicto de Washington era la sentencia de muerte de su régimen. Y, en una de sus características oscilaciones entre la megalomanía heróstrata y la sumisión masoquista, el capo di capi de los perdedores –que han causado una de las mayores derrotas de la Patria Grande desde la Independencia– levantó la bandera blanca de la capitulación. En un tweet a Trump, le ruega al delincuente imperial un «Diálogo en Caracas o Washington DC». Y, desde su condición de vencido, sin dignidad y con un servilismo repugnante, le asegura al verdugo y jefe de la lumpen burguesía mundial: «Hora y lugar, y ahí estaré». Otro jefe tribal tercermundista como Gadafi y Sadam Hussein, arrastrado ante el poder de Roma. En la Casa Blanca y Mar de Lago han de estar muertos de la risa, ante la última y desesperada pirueta del super-revolucionario socialista y anti-imperialista Maduro, destinada a salvarse en medio de la distopia que ha creado con su camarilla. En su incultura nunca había conocido la frase Roma locuta, causa finita: Roma ha hablado, el caso está cerrado. ¡Ahora, tendrá que vivir la!

 

 

4. Colapsa la contraofensiva madurista de 2015

 

 

Con la prohibición electoral de Washington, la gran contraofensiva madurista para revertir la derrota de las elecciones parlamentarias del 2015, llegó a su fin. En 2015, al perder el control del poder legislativo, la camarilla Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López decidió usar la estratagema del poder dual, para bloquear el avance de la derecha. La cabeza de playa en el frente legislativo iba a quedar «sellada» mediante la creación de una estructura de poder estatal y social nacional paralela, que evitara futuros avances del enemigo. En términos concretos: un régimen ejecutivo autocrático basado en las bayonetas, la mentira y el dólar, para mantener a los nuevos socialdemócratas en el poder, hasta que el precio mundial del petróleo permitiera su prodigiosa recomposición vía la abundancia rentista.

 

 

5. Washington quiere violencia

 

 

 

Dentro de la correlación de fuerzas internas, latinoamericanas e internacionales del 2015, la estrategia del poder dual podría haber funcionado, si se hubieran cumplido dos condiciones absolutas: un liderazgo competente y la implementación de reformas sistémicas urgentes al modelo de Hugo Chávez. En ausencia de ambas, el fracaso (total) del oficialismo era previsible e inevitable.

 

 

 

Ahora, con el «No» del Big Brother, la gran burbuja autista de los iconoclastas explotó y reveló que más allá del Bluff (quimeras) del cuarteto no hay ninguna fuerza real para sostener la farsa. La patética grandilocuencia de Maduro, las amenazas represivas de Cabello, unas elecciones con abstencionismo de alrededor del 50 por ciento de la población, nada de esto ya tendrá importancia y nada de esto podrá detener el derrumbe del régimen. Es decir, las elecciones como solución institucional pacífica del conflicto han sido abortadas. Y, cuando el recurso del consenso se agotó, sólo queda el camino de la violencia. Esto es el desenlace que Washington quiere, porque pretende trazar de una vez por todas la línea roja de contención de China y Rusia en su patio trasero. Y esa línea roja se pinta mejor con sangre — como en Siria.

 

 

6. El ejemplo revolucionario sandinista

 

 

 

Igual que Gadafi, Saddam Hussein, Noriega etc., la mafia de Maduro es corresponsable de una situación en la cual se le ofrece en bandeja de plata al imperialismo los recursos y la posición geopolítica de Venezuela. Cuando el gobierno sandinista logró en 1987 el Acuerdo de Paz de Esquipulas II con sus vecinos centroamericanos, Washington simplemente prohibió a sus vasallos en las repúblicas bananeras, cumplirlo, porque la guerra de destrucción contra el legítimo gobierno democrático sandinista tenía que seguir. Obligado por la socialdemocracia europea (alemana, sueca, española) y la guerra, a realizar las elecciones de 1990, el FSLN perdió la votación. Sin embargo, logró imponer un acuerdo post-electoral de repartición del poder nacional, que salvó al movimiento y a las conquistas de la Revolución, y que Washington tuvo que aceptar.

 

 

Después del 22 de abril, la camarilla de Miraflores no tendrá ningún poder de negociación comparable al del FSLN en 1990. Cuando era posible establecer ese modus vivendi en beneficio de la nación y del pueblo, de 2013 al 2017, su soberbia e irreal convicción de ganar el conflicto contra los mantuanos y el imperialismo, no les permitió ver su debilidad estructural. Hoy día, rodeado de la estructura militar-política-económica más poderosa de la historia (OTAN), Venezuela –sin hinterland, demografía, aliado estratégico, economía etc.– no tiene ninguna condición para enfrentarse exitosamente al Leviathan, tal como sí lo pueden hacer Irán, Corea del Norte e, inclusive, Hezbollah.

 

 

7. La anti-democracia burguesa

 

 

 

Toda clase dominante procura evitar elecciones democráticas. Está en el poder para enriquecerse y no quiere que le estorben los negocios y prebendas. A tal fin, la democracia burguesa ha elaborado un sofisticado sistema de inmunología contra agentes «externos» o «patógenos», que mediante el sistema electoral podrían afectar sus intereses básicos: la acumulación de capital y la dominación.

 

 

1. El primer sistema de defensa es la logística electoral dominante, que, desde las circunscripciones, las reglas de financiamiento, de propaganda, de registro, de proporcionalidad, etcétera, convierte el mercado potencialmente libre de competencia electoral, en un mercado oligopolizado.

 

 

2. Si un contendiente superar tales restricciones y se convierte en Presidente, los poderes fácticos intensifican la compra de diputados, senadores, jueces, dueños de medios, líderes sindicales y sociales. Pronto, congresistas «democráticos» rechazan el «autoritarismo» del Presidente, se cambian a los partidos de oposición y, con los votos necesarios, destituyen al Presidente (caso Rousseff).

 

 

 

3. El tercer anillo del sistema es la justicia de clase que, siempre ciega, de repente encuentra casos de «corrupción» para inhabilitar o encarcelar al Presidente.

 

 

 

4. La movilización de la calle mediante los cohortes del lumpenproletariado, del clerical fascismo, del sindicalismo corrupto, etc., es el cuarto anillo antiséptico post-electoral del gran capital.

 

 

 

5. Si esos sistemas no son suficientes, como en los casos de Salvador Allende y Hugo Chávez, el golpe militar tradicional entra en efecto.

 

 

6. El último cinturón de seguridad de la oligarquía es la intervención militar de Washington, ya sea en forma paramilitar –como con los 19,000 mercenarios «contra» en Nicaragua o los decenas de miles de terroristas de ISIS en Siria e Irak– o en forma directa.

 

 

8. «Destruirla para salvarla»

 

 

Cuando los militares estadounidenses trataron de conquistar la ciudad Ben Tre en el Delta de Mekong en Vietnam, la dejaron, como ahora Aleppo, totalmente destruida. Tuvimos que destruirla para salvarla – we had to destroy it to save it, dijeron. No cabe duda que ésta es la perspectiva post-electoral imperialista para Venezuela, si la sociedad civil venezolana le permite a Maduro seguir adelante con el criminal proyecto de mega elecciones de Abril. Habiendo «ganado» una minoritaria estructura de gobernanza política, los decisores en Washington –los senadores neofascistas Rubio, Cruz, Ross Lehtinen, Menendez, la CIA y el Comando Sur– desatarán la guerra paramilitar contra la infraestructura económica de Venezuela, obteniendo la autorización de Trump. De ahí es sólo un paso hacia el lanzamiento de la Cuarta Flota.

 

 

La decisión de participar en las elecciones oficiales o abstenerse, no es una decisión sobre un procedimiento de votación. Es una decisión sobre paz y guerra en Venezuela. Sólo la recuperación de la voluntad popular y su libre manifestación, desconocida por las dictaduras de Trump y Maduro, puede salvar a la Patria de Bolívar.

 

Heinz Dieterich

Fuente: https://www.aporrea.org/ideologia/a259788.html

Washington autoriza públicamente golpe militar contra Maduro

Posted on: febrero 4th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Doctrina Trump: Plomo para el Patio Trasero

 

 

El Jueves pasado, el Secretario de Estado del Imperio, Rex Tillerson, dio a conocer la Doctrina Trump para América Latina. Sus ingredientes: destrucción militar del régimen de Maduro; liquidación del Socialismo (del Siglo 20) en Cuba, a partir del retiro de Raúl Castro (abril 2018); destrucción colateral del gobierno sandinista en Nicaragua y del boliviano de Evo; reinstalación del Estado de Seguridad Nacional (NSS), con la obligación gubernamental criolla de acabar con el avance de China y Rusia en el hemisferio, tal como tenían que destruir el avance del «comunismo» en la Guerra Fría; los militares son los guardianes de los intereses del Imperio; la instalación de dictaduras militares como recurso político («peaceful transitions»), en cooperación con las oligarquías. En resumen, el regreso a la política del National Security State pro-imperialista de los años sesenta, sobre la esencia de la Doctrina Monroe (América First, no new imperial powers –chinos, rusos, europeos en el continente, que es nuestro) y una ampliada doctrina nuclear.

 

 

 

2. Maduro, peón en el ajedrez mundial

 

 

 

A escala global, la declaración doctrinaria de la Casa Blanca significa, que el proyecto del reordenamiento mundial de los neofascistas (neocons) de Washington –que ha convertido al Medio Oriente en un infierno, que amenaza a la humanidad con el holocausto nuclear en el Pacífico y que seguirá adelante, con o sin Trump– ha llegado al continente americano: a Canadá, México y la Patria Grande. Y, lo peor es, que después del fracaso hemisférico de los gobiernos socialdemócratas criollos, carente de cabezas pensantes como las de Fidel, Chávez y Lula, sin organización colectiva ni conciencia histórica, la Patria Grande tiene cero potencial para defenderse.

 

 

En ese ajedrez mundial, la dictadura socialdemócrata de Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López, no es más que un pequeño peón. Un peón, cuya praxis no beneficia a la resistencia anti-imperialista, sino que, de hecho, favorece la potenciación de su poder. El cuarteto tragicómico de Miraflores, como Saddam Hussein y Gadafi en su momento, le da la gran oportunidad al imperialismo gringo a mostrar su fuerza y recuperar los territorios que había perdido, mediante victorias baratas y el sufrimiento indescriptible de los pueblos.

 

 

3. Elecciones sin sentido

 

 

 

Con el empoderamiento de los militares para el coup d´etat, la preparación de la Cuarta Flota para una eventual posterior invasión –aunque no será necesaria, dada la debilidad de la dictadura socialdemócrata tropical– el estrangulamiento financiero y político con la Unión Europea, todos los escenarios de salvación del Cuarteto en Miraflores se cerraron: particularmente las elecciones presidenciales, que han perdido todo sentido con la Doctrina Trump. Sólo le queda una salida a Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López que había propuesto ya hace cuatro años: la solución sandinista. Considerando la ceguera patológica del Cuarteto en todo lo que es estratégico, su falta de patriotismo y ética, lo más probable es que la descartan. El precio que pagarán es obvio.

 

 

 

4. Poder dual y aborto electoral

 

 

 

La estrategia de poder dual sui generis, que el cuarteto burgués de Miraflores instrumentó después de su derrota electoral parlamentaria en 2015, ha fracasado. Su primera etapa fue la constitución de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), según el modelo de la Lista Nazionale de Mussolini (1924). Desconocida internacionalmente, hoy día, nadie toma en serio a ese organismo fantasma. El segundo paso fue el intento de monetizar en lo oscurito las riquezas naturales del país, a precio de venta de garaje, dentro de la estructura financiera global anglo-sionista. Washington bloqueó esa salida, sin mucha perspectiva desde el inicio, con una simple orden ejecutiva de Trump en agosto, 2017. El tercer intento fue la creación del «Petro», inviable ab ovo y condenado al fracaso por Washington y la arquitectura financiera global, aún antes de nacer. Y el cuarto paso, que debía sellar la permanencia del Cuarteto en el poder, eran las elecciones presidenciales. Esta puerta de salida ha sido cerrada públicamente y, como dice el refrescante humorista venezolano Malaver, «con un coñazo», por la declaración de la Doctrina Trump.

 

 

 

5. Escenarios electorales

 

 

 

El primer escenario electoral, ya preparado y preferido por los dos socialdemócratas Maduro y Allup, es un sufragio sin oposición, en el cual triunfaría cualquiera de los dos politiqueros burgueses. El contratiempo de este arreglo es doble: causaría una alta abstención electoral y el resultado no sería reconocido por el imperialismo. Si triunfa Maduro, que con su habitual grandilocuencia demagógica promete «hacer de nuestro país una potencia pujante», Venezuela se queda totalmente aislado. Si gana Allup, tampoco será reconocido, porque la mafia anticubana miamera en la conspiración neofascista global (neocons) lo impediría.

 

 

 

El segundo escenario se construiría sobre condiciones electorales democráticas que permitirían a todas las fuerzas políticas y sociales venezolanas expresarse libremente. Si a la MUD le quedara algo de amor a la Patria y decoro político, lograra negociar en la República Dominicana tal precondición. Sin embargo, con su alto grado de oportunismo y corruptibilidad, no es probable, que rechace un acuerdo de simulación democrática electoral. En elecciones democráticas, Maduro seguramente perdería la contienda. Este resultado produciría, como el anterior, la ingobernabilidad del país. Elecciones, por lo tanto, no resuelven el problema «Venezuela».

 

 

6. Escenarios militares

 

 

Dado que cualquier persona medianamente inteligente entiende ese dilema de las elecciones, y que Estados Unidos dispone de 18,000 think tanks que le pueden explicar tal verdad a los brutos del equipo Trump, es obvio que la Doctrina Trump se centra en los militares. Refiriéndose a Venezuela, el Calibán Tillerson dijo:

 

 

 

«cuando los militares llegan a la conclusión de que ya no pueden servir a los ciudadanos, entonces se las arreglan para orquestar una transición pacífica» — «When things are so bad that the military leadership realizes that it just can’t serve the citizens anymore, they will manage a peaceful transition».

 

 

 

Siendo Venezuela un Estado burgués fallido, los militares deben arreglarlo mediante «una transición pacífica»: it is the military that handles that. El problema es, que una «transición pacífica» de los militares puede oscilar entre un coup d´etat del bonapartismo progresista del tipo Hugo Chávez o de la Revolución de los claveles en Portugal, y un coup d ´etat oligárquico fascista como el de Pinochet. Esos son los dos escenarios que se debaten en la milicia del país.

 

 

 

7. La solución patriótica

 

 

 

La torpe respuesta del General Padrino López a la declaración de guerra de Trump demuestra, que, como en el caso de la hiperinflación y los precios, no tiene condiciones para enfrentar exitosamente una situación compleja. Esto es lo que le diferencia de Hugo Chávez. De hecho, ningún líder civil o militar del régimen actual tiene cabeza para resolver la catástrofe nacional, sin causar sufrimientos adicionales para el pueblo.

 

 

 

Una solución popular y patriótica en Venezuela requiere de tres condiciones.

 

 

 

1. La fecha de las elecciones debe diferirse para el último trimestre del año.

 

 

 

2. Se permite candidatos independientes bajo condiciones de registro razonables, para impedir la monopolización del proceso por los partidos políticos actuales, que son los responsables del desastre nacional.

 

 

 

3. Dado que Maduro perderá en elecciones limpias, se negocia preelectoralmente un modus vivendi post-electoral, semejante al de la transición política en Nicaragua, que garantiza la convivencia pacífica nacional bajo el gobierno resultante.

 

 

 

Sólo un arreglo de este tipo evita que Washington imponga unilateralmente el Nuevo Orden Monroe-Trump en Venezuela y protege, en la medida de lo posible, los intereses del pueblo y de la nación venezolana.

 

 

 

Y sólo un arreglo de este tipo evita que el Presidente «Obrero» y la Primera Combatiente cumplan su promesa, de hacer de Venezuela «un país potencia» – una potencia pujante que marcha hacia el despeñadero, bajo los solemnes aplausos del Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo.

 

 

Heinz Dieterich

Blog de Heinz Dieterich

El colapso de las bayonetas

Posted on: enero 26th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

1. La implosión

 

 

El régimen de Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López pretendía afincarse sobre las mentiras, los dólares y las bayonetas. Cada uno de esos pilares del poder se está derrumbando. El opio del pueblo, las mentiras económicas, ya sólo hace efecto en algunas minorías. Los dólares, a su vez, no alcanzan para paliar los graves efectos sociales del default interno y, crecientemente, externo. Y, ahora, los fusiles, empleados contra los “molinos de viento” de un enemigo invencible, empiezan a fallar. ¿Quo vadis, Maduro?

 

 

2. Padrino López y la invasión alienígena

 

 

Visiblemente irritado, el General Padrino López, Ministro de Defensa de Venezuela, informó a los invitados del Círculo Militar, que un poderoso ejército enemigo había invadido el país. Que era necesario derrotarlo, no en tres días, como hizo el Comandante Fidel Castro en Playa Girón, pero, sí en dos semanas. Asustados, los concurrentes preguntaron, si el ignorante Trump había equivocado Corea del Norte con Venezuela y enviado a los marines. No, no fue Trump, ni el Comando Sur, respondió el militar. ¿Entonces fueron los hermanos gemelos de “falsos positivos”, Uribe y Santos, que enviaron a la vecina milicia novogranadina? No, tampoco, dijo el general. Para aclarar, el enemigo no es un ejército convencional, sino irregular, que ya está distribuido en todo el país. Y dio el siguiente parte de guerra.

 

 

3. Parte de guerra

 

 

Identificó el ministro al Comandante de los invasores con su pseudónimo de guerra (nom de guerre): “Mega inflación”. Sus combatientes tienen fusiles de asalto stealth de última generación, agregó, que se llaman “precios”. Practican la guerra asimétrica según un manual escrito por un especialista gringo o británico, un tal Adam Smith. Siendo fuerzas irregulares, no tienen un centro de gravitación, por lo que es difícil descabezar o destruirlas, de un solo golpe. El impacto psicológico de los subversivos es fuerte: disuelve la moral de combate de la tropa y amenaza con quitarle al Presidente Obrero y la Primera Combatiente el único sostén real que tienen: nuestras bayonetas. Peor aún, nuestros tanques, Sukhois y Kalashnikovs, no les dan miedo y no los motivan a rendirse. Y, ni siquiera soñar con el Blitz-Krieg (guerra relámpaga), estrategia bélica que es tan efectiva. De hecho, hoy están más fuertes que nunca y, por eso, Señores, estamos aquí. Tenemos que salvar la Patria de Bolívar y Chávez.

 

 

4. Identificando al invasor

 

 

Atónitos, los asistentes examinaron: ¿Entonces, se trata de una invasión alienígena, mi General? No precisamente. Con la ayuda de satélites rusos Tovarichi, prestados por el presidente Vladimir Putin y triangulando con smartphones chinos Huawei, proporcionados por la empresa, hemos detectado su centro de operaciones. Incrédulos ante tanta eficiencia, los invitados preguntaron: ¿Dónde, en la Amazonia brasileña o peruana, dominada por los gringos, los mosquitos y las víboras? No, en una selva de concreto que se llama Caracas, en un punto preciso que se conoce como Miraflores. Tenemos las coordenadas exactas. Desde allí dirigen las unidades de hiperinflación que subvierten el orden y la paz pública en todos los rincones de la Patria y a todas horas. Bueno General, y si nuestro hardware militar no los mata, si ya se convirtió en chatarra, ¿cómo nos defenderemos? ¿Cuál es el plan de la contraofensiva ante los extraterrestres?

 

 

5. ¿Cómo derrotar al enemigo?

 

 

“Estamos obligados moralmente como gobierno a que el pueblo tenga derecho a comer, a alimentarse y a la salud”, señaló el General, para asegurar seguidamente que “gracias a Dios” la materia prima está llegando a los puertos “a pesar de la persecución financiera”, en referencia a las sanciones financieras de Washington. Con ese piadoso preludio y asegurando a los capitalistas agroindustriales venezolanos (ANSA) reunidos, que la alianza defensiva de la Patria cuenta felizmente con la concurrencia del Todopoderoso, el Ministro y Jefe del “Comando de Abastecimiento Soberano” anunció, que los precios en los supermercados volverán a ser los del 15 de diciembre, 2017, y que la Fuerza Armada garantiza el traslado de las mercancías en todo el territorio, a través de las gobernaciones y mecanismos establecidos.

Revertir los precios al 15 de diciembre de 2017, al igual que garantizar el traslado nacional de las mercancías y las cinco líneas estratégicas del desarrollo económico durante 2018, presentadas por Maduro, son estratagemas tan realistas en la actual escena venezolana, como las del Hidalgo de La Mancha: pipe dreams (alucinaciones), dignos del “Comando de Abastecimiento Soberano” y del Viceministerio de la Suprema Felicidad Social Del Pueblo, del Presidente Obrero Maduro.

 

 

6. Guerra a Muerte, por decreto

 

 

Desde el rango de teniente coronel hacia arriba, los militares deben tener una formación universitaria en ciencias sociales, para entender la complejidad del macroentorno en que actúan. Por consiguiente, es orgánico, que el teniente Diosdado Cabello no entienda la crematística de mercado. Pero, que el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Bolivariana obviamente no tiene la menor idea –al igual que la camarilla en Miraflores– de cómo funciona la cibernética de una economía de mercado, es preocupante. Pocas veces, un General ha demostrado de manera más drástica su ignorancia del enemigo que debe derrotar, que Padrino López.

 

 

Derrotar a la hiperinflación y regresar los precios a sus niveles de hace siete semanas, sin profundas reformas estructurales en todos los ámbitos, es imposible en la situación venezolana. Aunque el General pusiera un soldado en cada tienda y un tanque en cada esquina, no lograría su objetivo. En la guerra entre hiperinflación y tanques, Padrino López está derrotado de antemano, porque su “remedio” es tópico, mientras la enfermedad es sistémica.

 

 

 

7. Smith, Marx y el dinero

 

 

 

Toda economía actual es un dueto a dos manos: la invisible del mercado y la visible del Estado. Adam Smith tuvo que usar la metáfora de la invisible hand para “explicar” ad hoc el funcionamiento de la crematística burguesa moderna, porque la ciencia de la cibernética no había nacido aún. El escocés aplicó, esencialmente, la idea del deus ex machina de la tragedia griega a la esfera económica. Marx y Engels avanzaron los trabajos de Smith y Ricardo sobre la teoría del valor, la tasa de ganancia e inclusive, el dinero como equivalente general de intercambios mercantiles, de tal manera, que la teoría pudiera evolucionar hoy día hacia la econofísica.

 

 

 

8. Precios, valor y fusiles

 

 

 

La génesis y naturaleza del dinero como una forma particular del valor –“eine bestimmte Form des Werts” o “equivalente general”, como decía Marx, no como “cosa” (Ding) o “convención”–, que comparten todas las mercancías, fue explicada a fondo hace 151 años en el Primer Tomo de El Capital. Pero, los políticos y militares del proceso bolivariano nunca lo entendieron; desde la grotesca idea de la moneda comunitaria hasta la actual quimera del petro.
Si Padrino López entendiera que los principales subsistemas de la crematística moderna, la producción, la distribución y la consunción, forman un macrosistema cibernético, cuyos parámetros sistémicos reflejan equilibrios objetivos lábiles y que, además, existe en la doble modalidad de sistema material (real) y virtual (financiero), entonces le quedaría claro que “la mano visible” del Estado –el gran capitalista ideal (ideelle Gesamtkapitalist, Marx)— no puede arbitrariamente y a discreción determinar esos parámetros, sin hacer colapsar todo el sistema, como ha sucedido en Venezuela. Los múltiples valores de uso de la moneda indígena venezolana se han reducido a casi cero hoy día, donde el dinero (los precios) ya ni siquiera sirve para expresar el valor de los factores económicos, incluyendo el trabajo. El precio de estas situación lo pagan los pobres y los que no tienen activos: entre ellos, los que cargan los fusiles. En tal contexto, se hace ineludible para los soldados y oficiales una pregunta existencial: ¿Por quién y por qué matar, con esos fusiles?

 

 

9. Parámetro del colapso

 

 

El hecho de que el máximo jerarca militar de la camarilla en el poder intente –de manera diletante– conjurar personalmente el peligro de la mega inflación, muestra que el sistema de dominación actual está al punto del colapso y que los militares ya no confían, en que los civiles de Miraflores logren estabilizarlo. Pero, si los civiles oficialistas ya no pueden mantener el status quo, tampoco tienen razón de ser (son innecesarios). La intervención directa de Padrino López en el asunto de la economía significa, por lo tanto, que después de perder los dólares y la capacidad de la mentira, las bayonetas empiezan a buscar su propia vía de salvación.

Padrino López quiere emular el papel del salvador militar. Pero, no se trata de la salvación de la Patria, como en el caso de Chávez, sino de la salvación de su propio grupo de poder. Probablemente, sólo una alianza con la Vieja Guardia chavista, encabezada por Rafael Ramírez, podría darle posibilidades de éxito a esa estratagema.

¿Tendrá Padrino López suficiente valor para encabezar esa alianza cívica-militar que ahorrará sangre a la Patria?

 

Heinz Dieterich