Racionamiento eléctrico en el Zulia califica como tortura

Posted on: septiembre 3rd, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

El racionamiento eléctrico que se vive en el Zulia es una forma continuada de tortura física y psicológica. Sí, como lo lee, tortura. Y no exagero. Someter a los zulianos, de manera deliberada y con una indiferencia descarada a pasar 10, 12, 14 y hasta más horas al día sin luz vulnera la dignidad inherente a la persona, además de provocar severos trastornos de salud y emocionales entre la población.

 

 

La convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas señala que «se entiende por el término de ‘tortura’ todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de terceros información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario…».

 

 

Dígame usted si el castigo que se le aplica al Zulia no es intencional, con premeditación, alevosía y saña desmedida por parte de quienes nos gobiernan cuando de las 46 plantas generadoras que hay en el estado solo funciona una y a medias, produciendo 50 megavatios diarios de los 2.462 que estamos en capacidad de generar para autoabastecernos y dejar la dependencia del Guri que hoy se ubica en 95%.

 

Dígame usted si no es una tortura estratégica y bien pensada desde los distintos niveles de gobierno la que se adelanta en contra del Zulia cuando al estado se le quitan 31 millones de kilovatios al día para dárselos a la Gran Caracas. La discriminación llega a niveles de tal magnitud que el consumo requerido por los 4.950.000 habitantes de la capital es de 36,5 gigavatios diarios y se les dan 36,48, es decir, el consumo racionado que se les aplica es apenas de 0,02 GV, mientras que a los 6.000.000 de zulianos que requieren 49 gigavatios diarios, solo se les suministran 18. Cada caraqueño tiene a su disposición 7,37 kilovatios hora, mientras que cada zuliano cuenta, en el mejor de los casos, con 3 kilovatios hora.

 

 

Dígame usted si no hay una intención clara de infligir daños psicológicos en la población cuando además de mantenerla agotada por el desgaste físico y mental que significa someterla a apagones prolongados con temperaturas de 40 grados, las autoridades prometen el cese del racionamiento eléctrico pero a la semana se desdicen con su cara muy lavada. Le venden a la gente migajas de esperanzas que luego le quitan para demostrar que tienen el poder de someterla una y otra vez.

 

 

Dígame usted si el racionamiento eléctrico criminal que se aplica en el Zulia desde hace dos años no es una violación desmedida a la dignidad humana cuando su único origen radica en los 45 millardos de dólares que funcionarios se han robado bajo la mirada complaciente del gobierno. Quienes tienen la obligación de garantizar el buen funcionamiento de los servicios públicos básicos llenaron sus bolsillos sacrificando los trabajos de mantenimiento y reparaciones del sistema eléctrico nacional y regional, y ahora somos nosotros quienes pagamos las consecuencias.

 

Dígame usted si este racionamiento inhumano no puede catalogarse como una tortura continuada cuando los pacientes se mueren porque dependen de una máquina de diálisis que se apaga por falta de electricidad, o porque en las Unidades de Cuidados Intensivos son los enfermeros quienes sustituyen manualmente las funciones de los aparatos. Es imperdonable ver que los abuelos caen en depresión luego de meses presos en sus apartamentos porque los ascensores no funcionan y no pueden subir y bajar escaleras; que personas hipertensas mueran de infartos por la descompensación que les provoca la deshidratación y la angustia por tanto calor; que los niños sufran ataques de ansiedad por la espesa oscuridad que los acompaña todos los días. En fin, es imperdonable que los zulianos no podamos dormir completo ni una bendita noche desde hace dos años.

 

 

No hay excusas que justifiquen la emergencia que se vive en el estado que en otrora sirvió de despensa para todo el país, fue principal productor de petróleo y pionero en la llegada de la electricidad a Venezuela. Ni siquiera el tan manoseado golpe económico y las sanciones yanquis sirven de mampara para explicar esta tragedia porque los 45 millardos de dólares que se han robado y que estaban destinados al sistema eléctrico datan desde el mandato de Hugo Chávez, y las sanciones norteamericanas comenzaron a aplicarse, a título personal sobre algunos funcionarios de alto nivel, desde agosto de 2017.

 

 

Pero por si queda alguna duda, la ONU lo establece claramente: «En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna, o cualquier otra emergencia pública como justificación de la tortura».

 

Los racionamientos eléctricos en el Zulia son una forma continuada de tortura física y psicológica. No lo digo yo, lo dice la ONU.

 

 

@gladyssocorro

Maduro, ¿y entonces?

Posted on: agosto 20th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

¿Seguimos? Sí. ¿Paramos? No. Al son de aquella recordada canción del merenguero Wilfrido Vargas llegaron los noruegos a Venezuela la semana pasada. Y no por contentura, sino para precisar a Nicolás Maduro si continuará o no en la mesa de negociaciones para destrabar la crisis política nacional. Los importados escandinavos están seguros de que los últimos berrinches de los oficialistas solo buscan comprar tiempo para ver si pueden, de alguna manera, zafarse de las garras internacionales, pero estos cada vez se hunden más.

 

 

Elecciones presidenciales, nuevo Consejo Nacional Electoral, observación internacional y elección de las salas Electoral y Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, son algunos de los nueve acuerdos logrados en la mesa de negociación liderada por los noruegos. Pero a cambio de esto, los oficialistas exigen la suspensión de las sanciones impuestas por Estados Unidos, las cuales les han socavado el piso. Obviamente, dichas sanciones no son fichas de cambio por cuanto se sustentan en graves delitos, pero seguramente algunos personajes trascendentales para el desenlace de la película podrán tener este beneficio.

 

 

Recordemos que no solo ha sido la congelación de cuentas y bienes a los más altos funcionarios y familiares del primer anillo de seguridad de Maduro, sino que a eso se le agregan las acusaciones por tortura y violación de derechos humanos por parte de la Organización de las Naciones Unidas, el alerta para cada uno de ellos con la inclusión del vicepresidente Tareck el Aissami como uno de los más buscados a nivel mundial por terrorismo, y la zancadilla que le metieron recientemente dos de sus tres principales aliados, China y Turquía, el primero cancelando los embarques de petróleo de Venezuela a través de Petrochina, y el segundo, cerrándole las puertas al BCV en su principal banco.

 

 

Para la elección del nuevo CNE y las dos salas del TSJ, el reino de Noruega propone la creación de una comisión internacional para evaluar las credenciales de los aspirantes, a fin de evitar que la selección esté sujeta estrictamente a intereses partidistas. La exigencia innegociable del oficialismo es que no participe ninguno de los magistrados en el exilio. Por su parte, otro de los temas que ha generado mucha tensión entre ambas partes es Citgo. El grupo de Maduro ha insistido en la suspensión de la junta ad hoc nombrada por Juan Guaidó y que se les devuelva su administración, reclamo que ha sido rechazado de plano por los gringos. Primero, esta empresa está dentro de su territorio y ya existe una orden administrativa presidencial al respecto, y segundo, pudiera ser utilizada como garantía para respaldar más endeudamiento por parte de la administración madurista.

 

 

Todo apunta a que los rojos volverán a Barbados. Por lo menos así lo dejó ver Jorge Arreaza, uno de los enviados de Maduro para las negociaciones, en uno de sus recientes tuits. Palabras más, palabras menos, aclaró que estas conversaciones no estaban suspendidas. Lo cierto es que al restablecerse la mesa, partirían de los nueve puntos previamente acordados con la salvedad de que obligatoriamente deberán firmar un acuerdo entre las partes para garantizar su fiel cumplimento.

 

 

La tienda para comprar tiempo cerró su taquilla y si tienen dudas pregúntenle a los gringos. El pasado 6 de agosto su presidente, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para embargar todos los bienes de Venezuela en Estados Unidos, además de la prohibición de empresas y particulares para hacer negocios con el gobierno de Maduro. La medida se hace extensiva de manera tácita para los más de 50 países aliados y le pone freno al resto que prefiere no arriesgar los negocios con la tierra del Tío Sam, como es el caso reciente de Turquía y China. ¿Cómo terminará esta historia? No lo sé. Al igual que usted, también quiero que la salida sea pronto. Solo los venezolanos sabemos lo equivocado que estaba Gardel cuando decía que 20 años no es nada. Vivir en Venezuela es para guapos. Sin duda, somos sobrevivientes de la catástrofe.

 

 

 Gladys Socorro

Guaidó será el candidato

Posted on: julio 9th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

Se abrió la compuerta. El contundente informe que sobre la violación flagrante y sistemática de los derechos humanos en Venezuela presentó la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, justifica y acelera, directa o indirectamente, cualquier acción que el mundo emprenda para sacar a Nicolás Maduro de Miraflores.

 

 

Esta semana arrancó con dos vertientes: por un lado, el anuncio de la aprobación por parte de la Asamblea Nacional del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), y por el otro, la reanudación de las negociaciones de Noruega que buscan definir las reglas para transitar una vía electoral que destrabe la crisis política que mantiene a Venezuela sumida en la peor de las miserias. Hacia ésta última están dirigidos todos los esfuerzos de la Comunidad Internacional. Sí y solo sí las negociaciones en Barbados fracasan, se pasaría al escenario bélico.

 

 

Quienes intentan presionar al presidente encargado, Juan Guaidó, para que cierre el capítulo Noruega e invoque inmediatamente una intervención militar, son pequeños grupos radicales que además de ir en contra de todos los esfuerzos internacionales quieren pescar en río revuelto, una vez que Estados Unidos ha sido muy claro al respecto: esa decisión no está en manos de Guaidó sino exclusivamente en las del presidente Donald Trump. Se trata de los mismos que tienen como objetivo único acceder al poder por aclamación y no a través del voto, tal y como se establece en un sistema democrático.

 

 

Insisto, todo indica que el camino será el electoral. Aunque tomaría por lo menos 6 meses su organización, es el desenlace que avalarían Estados Unidos, Rusia, China, el Grupo de Contacto, el Grupo de Lima, la OEA, la ONU y la comunidad internacional en general. Para ello debe depurarse de manera exhaustiva el Consejo Nacional Electoral. Los partidos políticos ya están activados y reorganizando sus plataformas a fin de garantizar la victoria que saque definitivamente a Maduro de Miraflores. Y lo más importante: hay un acuerdo explícito entre las organizaciones más importantes para deponer cualquier aspiración personal y designar por consenso a Juan Guaidó como candidato de la unidad democrática. El varguense, que en 2 semanas cumplirá 36 años, cuenta con el respeto y el respaldo mundial por el liderazgo ejercido en los últimos meses, así como también porque ha logrado amarrar los demonios dentro de la amplia gama política opositora.

 

 

Julio será un mes de definiciones. La mesa de negociación en Barbados tiene fecha de vencimiento. Las conversaciones no deben extenderse por más de 4 semanas. Reitero lo que les anuncié en mi artículo pasado: fecha de elecciones presidenciales, depuración del Consejo Nacional Electoral, supervisión y acompañamiento internacional y garantías para que la diáspora vote en el extranjero son puntos innegociables para la oposición. Por su parte, el chavismo propondrá incluir en el mismo proceso la elección de la Asamblea Nacional, lo que sería aceptado por el equipo de Juan Guaidó si supone la eliminación inmediata de la Asamblea Nacional Constituyente. También solicitarán algunas garantías ante la catástrofe que se les avecina. Si Maduro seguirá en Miraflores mientras se dan las elecciones o si puede o no ser candidato aún no se ha discutido, pero de entrada ninguna de las dos posibilidades sería un obstáculo infranqueable para avanzar. Sin duda, cualquier acuerdo que se logre no satisfacerá todos los gustos porque las negociaciones perfectas no existen.

 

 

Lo que sí es innegable es que el chavismo no tiene gane posible en elecciones. Reglas claras, transparencia en el CNE y supervisión internacional serán elementos clave para ello. Sin embargo, los dos factores fundamentales serán la participación masiva de los venezolanos y la unidad de los partidos de cara a este proceso.

 

 

Gladys Socorro
 @gladyssocorro

Noruega en blanco y negro

Posted on: julio 3rd, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Oficialismo y oposición se verán las caras nuevamente en Noruega la próxima semana, pero con una modalidad muy clara: será una especie de cónclave que una vez que arranque no debe extenderse por más de 4 semanas y del que deben salir los lineamientos definitivos para la resolución de la crisis venezolana a través de la vía electoral.

 

 

Aunque en la política los tiempos son relativos, la compleja situación del país obliga a la oposición a fijar plazos para avanzar en la salida de la crisis. Sin embargo, el asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo representa un quiebre importante en las aspiraciones de la comunidad internacional ante la posible consecución de acuerdos políticos con Nicolás Maduro y su grupito. Ratifico lo que aseguré en mi artículo del pasado 28 de mayo: las conversaciones en Oslo son la última carta pacífica para destrabar el juego. De no llegarse a ningún acuerdo, el desenlace final podría pasar a la opción bélica con consecuencias impredecibles.

 

 

Fecha de las elecciones presidenciales, depuración total del Consejo Nacional Electoral; observación, supervisión y acompañamiento internacional y la habilitación de mecanismos para que los venezolanos en el exterior puedan votar son exigencias innegociables por parte del grupo que lidera Juan Guaidó. Los ojos del mundo están a la expectativa de lo que pase. Estados Unidos, el Grupo de Contacto, la Unión Europea y el Grupo de Lima avalan las conversaciones y esperan por los resultados. El objetivo es alcanzar una salida no violenta que garantice la pacificación interna del país una vez que ni chavistas ni opositores han podido ni podrán desaparecerse entre sí. Aunque suene trillado, los gringos insisten en que todas las opciones están sobre la mesa.

 

 

Hay escenarios que aún no han sido discutidos, pero no por eso son menos importantes. ¿Es posible ir a un proceso electoral con Maduro en Miraflores? En este tema no hay consenso, pero no se consideraría un obstáculo infranqueable una vez que lo fundamental radica en el cambio del CNE y la depuración del Registro Electoral. De igual manera, las reglas de juego quedarían establecidas y supervisadas muy de cerca por la comunidad internacional. Otra pregunta que está en el ambiente es si podría Maduro ser el candidato del chavismo. En teoría esta exigencia no está entre las innegociables de la oposición, más aún cuando dentro del mismo oficialismo evalúan otras opciones que les permitan oxigenar al partido de cara a un proceso electoral. El ambiente a lo interno de los rojos está alborotado y saben que el sucesor de Chávez no es garantía de nada.

 

 

Otra de las opciones planteadas en la mesa de negociación en Noruega, pero por parte del grupo oficialista, es el adelanto de las elecciones de la Asamblea Nacional. Propondrían hacerlas al mismo tiempo de las presidenciales, ante lo que la oposición no se negaría siempre y cuando esto se traduzca en la eliminación inmediata del parapeto denominado asamblea nacional constituyente.

 

 

Las cartas están echadas. Todo es cuestión de tiempo, de semanas. El mes de julio promete ser decisivo para marcar la ruta en el restablecimiento de la democracia en Venezuela. Para acabar con las torturas, el salvajismo despiadado y la sistemática violación de los derechos fundamentales de la población es impostergable la salida de Maduro y su grupito del poder. Para ello, la apuesta mundial es por la vía electoral. Con el saneamiento del CNE es imposible que el chavismo gane cualquier elección. Si nos remontamos a los resultados del evento del 20 de mayo de 2018, la abstención superó los 11 millones de electores, cifra que por sí sola duplica los 6 millones maquillados que dicen obtuvo Maduro. La salida de Miraflores del autodenominado presidente obrero es irreversible, solo está por definirse la vía que se transitará para concretarla.

 

 

@gladyssocorro
Blog: gsocorro.wordpress.com

Es con usted, señora Bachelet

Posted on: junio 20th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Los venezolanos no estamos para rodeos. Se nos agotaron el tiempo, la paciencia y, a muchos, hasta la vida. Bienvenida a mi Venezuela, señora Bachelet, pero a la Venezuela real, la que se hunde cada vez más en una emergencia humanitaria, donde no hay agua, ni gasolina, ni electricidad; donde no hay medicinas y la comida es incomprable. Bienvenida a esta Venezuela donde se violan todos los días los derechos fundamentales de sus ciudadanos, esta Venezuela que nos asfixia pero que no estamos dispuestos a abandonar; la que a diario nos saca lágrimas de dolor, impotencia y desespero, pero que seguimos amando como el primer día; a esta Venezuela que agoniza pero a la que estamos dispuestos, con su ayuda o sin ella, a llevarla en hombros adonde sea necesario para revivirla.

 

 

Señora Bachelet, hoy me atrevo a hablar en nombre de todos los venezolanos. Lamentamos profundamente que un organismo tan importante como el que usted representa, la Comisión de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, haya esperado tanto tiempo, tanta represión, tantos muertos y tanta injusticia para voltear su mirada hacia nosotros. Muchas cosas pudieron evitarse si realmente los derechos humanos se atendieran con la firmeza e inmediatez que requieren. No obstante, agradecemos su visita de 3 días. Desde ya la alertamos que si las estadísticas que manejan todos los entes internacionales le parecen grotescas, estas se quedan cortas en comparación a nuestra cotidianidad.

 

 

Pero para darse cuenta de nuestra realidad, señora Bachelet, debe romper primero el cerco gubernamental e ir más allá de las oficinas, cárceles y hospitales recién pintados. Hágalo, se sorprenderá. Se conseguirá con mucha gente caminando por las calles, pero no porque ahora nos sintamos seguros, sino porque ni siquiera hay transporte público. Verá que la alegría que alguna vez nos caracterizó, ya no existe. Cada vez hay más personas famélicas andando con sus ropas sucias y desteñidas porque el poder adquisitivo se perdió, se lo tragó la hiperinflación proyectada para finales de año por el Fondo Monetario Internacional en 10.000.000%, la más alta que haya conocido la humanidad. Y antes de que pregunte, le adelanto que si aún sobrevivimos es porque hemos sacrificado a nuestras familias. Sí, así como lo lee, todas las familias venezolanas están desmembradas. No en vano la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) da cuenta de la estampida de 4 millones de venezolanos, cifra que aumentará 2 millones más en los próximos 6 meses de continuar esta inestabilidad política.

 

 

Para que tenga una idea, señora Bachelet: el sueldo mínimo mensual está en 40.000 bolívares y un cartón de huevos se ubica en 26.000 bolívares, un kilo de carne en 28.000, un desodorante en 24.000 y un pollo entero llega a los 30.000. ¿Ya va entendiendo? El hambre, entre otras cosas, los obligó a dejar sus hogares para poder darle de comer a sus familias. Le cuento más: la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) señala que 90% de las familias venezolanas vive por debajo de la línea de pobreza, y de esa cifra, 65% se enfrenta a la pobreza extrema. O bien por falta de recursos, por lo caro que está todo o por la escasez, 6,9 millones de venezolanos no tienen acceso a medicamentos, 4.800 pacientes renales han muerto y hasta hace un mes habían fallecido 4 niños esperando por un trasplante de médula ósea en el Hospital Pediátrico J. M. de los Ríos. ¿Es muy difícil entender nuestra desesperación?¿Es muy difícil reconocer el evidente fracaso del gobierno de Nicolás Maduro, quien prefiere aprobar 50 millones de euros para la fabricación de ametralladoras en vez de atender la salud de este país?

 

 

Pero todavía hay más, mucho más, señora Bachelet. Hay condiciones inhumanas a las que se nos someten todos los días que seguro usted no se dará cuenta porque no saldrá de Caracas, la capital. Sepa que disfrutará de energía eléctrica de manera permanente gracias a los perversos racionamientos que se le aplican al interior del país. En Maracaibo, la capital del estado Zulia, principal productor petrolero y en otrora principal abastecedor agrícola y ganadero del país, pasamos en promedio 14 horas diarias sin luz, situación que se agudiza en el resto de los municipios, con una temperatura que llega a los 50 grados centígrados. ¿Y sabe por qué? Porque bajo los gobiernos de Chávez y Maduro se robaron 9.000 millones de dólares destinados para las termoeléctricas que garantizarían la independencia energética de la región con el resto del país.

 

 

Seguro tampoco se dará cuenta del caos que hay con la gasolina, señora Bachelet, porque esa tragedia tampoco se padece en Caracas sino en el interior del país. Si usted no sale de la capital solo verá un país maquillado, una porción mínima de Venezuela en la que intentan hacer ver que todo está bien para minimizar el ruido internacional. Permítame contarle que en Maracaibo se hacen colas de 2 y 3 días para abastecer apenas 30 litros de gasolina. Para lograrlo, la gente debe pernoctar a la intemperie, en medio de vías desoladas, oscuras por los apagones y con una delincuencia desatada.

 

 

¡Esto se cuenta y no se cree, señora Bachelet! Venezuela, firmante de todos los tratados internacionales de cooperación y respeto por los derechos humanos de propios y extraños, ahora es cuna de la mayor de las miserias, del acoso a la libertad de prensa, con más de 700 presos por profesar y practicar ideas políticas distintas al gobierno y, como guinda, la vejación sistemática del Poder Legislativo, el único legítimamente constituido y reconocido por el mundo entero. A estas alturas, el caso Venezuela no acepta medias tintas. A los causantes de tanto dolor y tanta devastación que los perdone Dios, porque nosotros no podemos.

 

Twitter: @gladyssocorro
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La última carta pacífica

Posted on: mayo 28th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Todos los caminos conducen a Roma. Llueve, truene o relampaguee se buscará transitar la vía electoral para salir de la crisis por encima de la arremetida bélica, la antipolítica y el juego perverso de la abstención. ¿Cómo y cuándo? Eso está por definirse. Lo cierto es que es el único camino sensato que nos llevaría a la pacificación interna del país una vez que ni chavistas ni opositores han podido desaparecerse entre sí.

 

 

 

El Grupo de Contacto liderado por la Unión Europea y las conversaciones en Noruega son la última carta pacífica y diplomática que ambos bandos tienen a mano. Cualquier otra vía ya ha sido cerrada. Llegar a la intervención militar sería el peor de los escenarios para todos los involucrados, comenzando por el venezolano de a pie. Todos sabemos cuando comienza pero no cuándo ni cómo termina, además de la inestabilidad socio-política que podría desatarse debido a la alta polaridad que arropa al país.

 

 

 

A nadie le conviene llegar al extremo bélico. Aunque estén listos para todo, Estados Unidos intentará minimizar sus riesgos en el caso Venezuela. Apoyan el encuentro en Noruega para quemar todos los cartuchos en la búsqueda de una salida pacífica a la crisis nacional. “Lo único que hay que negociar con Nicolás Maduro durante la mesa de negociaciones que tendrá lugar en Oslo son las condiciones de su partida”, dijeron en un comunicado.

 

 

Pero de no llegarse a ningún acuerdo por esa vía, sin duda tomarían acciones más agresivas para sacarlo del poder y preservar así su seguridad nacional y la del continente.

 

 

Nicolás Maduro y su grupito saben que eso sería su exterminio por lo que no les ha quedado más opción que aceptar el salvavidas negociador de los europeos. Sin embargo, harán todo lo posible por dilatar cualquier acuerdo, aunque les sería cuesta arriba con los ojos del mundo puestos en ellos.

 

 

 

En la otra esquina, si bien el presidente Juan Guaidó subió el tono de su discurso esta semana al increpar a Maduro a decidir si quiere salir por las buenas o por las malas de Miraflores, está claro que busca una salida pacífica en Noruega. Con sus palabras del domingo lo dijo todo: “Habrá una mediación, no un diálogo ni una negociación”. Si fue tan enfático en la separación de términos es porque debe estar claro en sus significados. Según la Real Academia Española, el término mediación se refiere a “interponerse entre dos o más que riñen o contienden, procurando reconciliarlos…” o “tomar un término medio entre dos extremos”.

 

 

 

¿Llegarán a cohabitar las dos posiciones? ¿Será eso posible? ¿A la oposición le tocará ceder en algunas cosas para alcanzar el objetivo supremo del cese de la usurpación? ¿Maduro negociará la silla a cambio de algunas prebendas de salvación? ¿Quiénes serán los sacrificados en el toma y dame? Muchas cosas están por definirse en los próximos días. El tiempo juega en contra de Guaidó debido a la crítica profundización de los problemas de los venezolanos. Mientras tanto, los radicales aprovechan para darle rienda suelta a su verbo incendiario e invocar acciones militares sin reparar en sus consecuencias impredecibles, a la par de los abstencionistas que ya llaman a no votar sin que ni siquiera se haya decidido algo al respecto. Para cuándo y cómo se hará no lo se, pero el trabajo mundial está enfocado en la ruta electoral y para eso hay que estar preparados.

 

 

 

@gladyssocorro

Frenazo en Noruega

Posted on: mayo 22nd, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

No, de plano. No hubo medias tintas ni guabineo. Ni siquiera fue necesaria la consulta a Caracas. El equipo negociador enviado a Noruega por el presidente Juan Guaidó le metió el freno de mano a los representantes de Nicolás Maduro. Estos pretendieron aceptar la salida a la crisis nacional por la vía electoral, pero a su manera: convocar un referéndum para consultarle a los venezolanos si querían o no adelanto de las elecciones presidenciales, mas no la elección del presidente en sí.

 

 

Es obvio, los oficialistas necesitan tiempo para reacomodarse e intentar salir a flote, pero la oposición, esta vez liderada por la Asamblea Nacional con Guaidó a la cabeza, no cedió terreno. El cese sin demoras de la usurpación es innegociable. En el nivel de deterioro que está Venezuela y la amenaza que representa para el resto del continente, la comunidad internacional en pleno coincide en la necesidad de sacar a Maduro y a su grupito de Miraflores. La estrategia del chavismo buscaba ganar un año como mínimo, seis meses para el referéndum y seis meses más para las presidenciales, apostando al hecho que Guaidó dejaría de presidir la Asamblea Nacional los primeros días de enero e inmediatamente también dejaría de presidir el país.

 

 

Mucha alharaca se ha armado con este encuentro en el que ni siquiera las partes se vieron las caras. Y es que los venezolanos nos acostumbramos a disparar primero y preguntar después. La crítica es y ha sido nuestro hobby por excelencia, hoy exacerbado por las redes sociales y la acumulación de años y años de desconfianza. Nunca habíamos tenido una opción tan clara para salir de la tragedia chavista y seguimos siendo nuestros primeros saboteadores. A Maduro y su gente no le creemos ni el Padre Nuestro, pero basta con que disparen contra la oposición para aceptar a rajatabla todo lo que dicen y cómo lo dicen. Su manoseado guion de desesperanza inducida pareciera mantener su influencia en parte del bloque opositor.

 

 

No perdamos el foco. No nos distraigamos del objetivo. Aunque alguno que otro dirigente político intente pescar en río revuelto metiendo cizaña para generar desconfianza, no les hagamos caso. El chavismo y algunos colaboradores insisten en dividirnos para ellos mantenerse en el poder. Buscan implosionar la imperfecta unidad política que se ha creado en torno a la figura de Juan Guaidó, jugar al cansancio y obligarnos a abandonar el camino de libertad que estamos transitando.

 

 

Oportunidades como esta no volveremos a tener en el futuro cercano. Mantener unida a la oposición, tener el respaldo de la comunidad internacional, a Estados Unidos coordinando todas las acciones, al Vaticano como soporte de una decidida y frontal iglesia venezolana y a la Organización de las Naciones Unidas mostrando estadísticamente por primera vez la dantesca realidad nacional, no es cosa fácil. Aunque lo que los una, en su mayoría, sea la necesidad de sacar a Maduro y su grupito de Miraflores para mantener la paz, estabilidad y seguridad en el continente, siempre privilegiarán todas las vías de diálogo y negociación por encima de cualquier acción militar, y las conversaciones en Noruega son un ejemplo de ello. Agotar esa vía es un acto de responsabilidad porque de los movimientos militares se sabe cuándo comienzan pero no cuándo ni cómo terminan.

 

 

Amén del caos que representaría para los venezolanos que todo siguiera igual, a Guaidó es al que menos le conviene que este proceso fracase. Es intocable y protegido mientras esté al frente de Venezuela, es decir, hasta el 5 de enero de 2020 cuando deba entregar la presidencia de la Asamblea Nacional. Entonces, pasaría a ser un perseguido y quedaría relegado al exilio lo que para los políticos no resulta una buena opción, si no pregúntenle a quienes están afuera a la espera de la resolución del conflicto interno para regresar.

 

 

Insisto, las cartas están echadas. Lo lamentable de todo este proceso es que el desenlace definitivo está en manos de terceros. Por comodidad, inocencia, inconsciencia y el juego sostenido de la abstención dejamos crecer a un monstruo de mil cabezas que ahora no podemos controlar con nuestros propios recursos. Ojalá hayamos entendido la lección. Mientras tanto, no tenemos más opción que confiar y acompañar el proceso, a menos que usted tenga una mejor solución que la planteada. Juan Guaidó me lo dijo a mediados de abril y yo le creo: «Faltan dos meses, quizás menos…no nos vamos a dejar joder». Amanecerá y veremos.

 

 

@gladyssocorro
gsocorro.wordpress.com