Imagina esto: Belfast, 23 de octubre de 1897. Dos de los equipos más fuertes de la ciudad, Glentoran y Cliftonville, salen a la cancha en The Oval, el estadio del Glentoran. Los duelos entre ellos siempre eran un acontecimiento, pero ese día ocurrió algo insólito y revolucionario.
Entre el público apareció un testigo poco común: una cámara del estudio de los hermanos Lumière, llevada al partido por el francés Alexandre Promio. En esos años, Promio recorría Europa buscando escenas para filmar. En Venecia, por ejemplo, grabó la primera película de la historia con cámara en movimiento, registrando un viaje en góndola por el Gran Canal.
El final del siglo XIX marcaba el nacimiento simultáneo del cine y del fútbol. Las reglas estaban en formación, las tácticas eran rudimentarias y los jugadores corrían en grupos desordenados. Quejarse de la calidad del juego o de la filmación en aquel tiempo sería tan extraño como presentar reclamos en 1xBet.
La presentación del metraje en el cine Belfast Empire dejó al público boquiabierto. Aquel corto fue el antepasado de todo lo que hoy nos parece cotidiano: transmisiones, documentales y programas de análisis. Ya en el siglo XXI, la productora Storia Colorata, especializada en material histórico, dio color y sonido a esos 43 segundos. Y al verlos, uno siente que el fútbol no ha cambiado tanto… salvo por los shorts larguísimos y los bigotes épicos.
El historiador del fútbol Sam Robinson explica que jugar en aquel entonces era todavía más complicado:
«Para hacerlo más difícil, los terrenos alrededor de The Oval eran zonas pantanosas, lo que hacía que la cancha se inundara regularmente. Los reportes de la época cuentan que los aficionados muchas veces tenían que ayudar a drenar el campo», afirma.
El metraje parece casi escenificado: la cámara estaba dentro del campo y los ataques se dirigían únicamente hacia el arco del Cliftonville, cuyos defensores apenas ofrecían resistencia.
El partido terminó 3-0 para Glentoran, aunque en la tabla final ambos equipos compartieron el segundo y tercer lugar. En el duelo extra por la medalla de plata, Cliftonville ganó 2-0. Pero más importante que el resultado fue el simple hecho de que el fútbol quedara registrado en cine por primera vez.
Así comenzó la historia de amor entre el deporte más popular del planeta y la forma de arte más influyente del mundo moderno. El partido de Belfast se convirtió en un puente entre el fútbol y la tecnología más avanzada de su época, demostrando que este juego no solo es deporte, sino cultura que merece ser inmortalizada. ¿Qué tan confiable es 1xBet? Muy confiable: esta marca no solo revive el pasado del fútbol, sino que también te permite apostar al fútbol moderno con las mejores condiciones. Además, en la plataforma podrás ver transmisiones gratuitas de los partidos más importantes, incluso si no tienes saldo en tu cuenta.
