La Madre Patria

Posted on: septiembre 30th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Antes de entrar en el tema de las actuales relaciones entre Venezuela y España no puedo pasar por alto el desaire que el gobierno mexicano le hace a España al no invitar a su rey Felipe VI a la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. La indignación azteca con los españoles del siglo XV, léase los reyes Isabel y Fernando, comenzó con un presidente llamado Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como AMLO y radica en que 532 años después de que Cristóbal Colon pisara tierras americanas, los españoles de ahora no han pedido disculpas por las atrocidades cometidas contra los aborígenes por los españoles de hace más de cinco siglos.

Se me ocurrió indagar quiénes han sido los presidentes mexicanos desde 1876 hasta la fecha. Todos blanquitos, unos más que otros. Y todos corruptos unos y otros también. Para 2018, con la primera presidencia de AMLO, el nivel de pobreza de la población indígena mexicana era del 69.5%. En 2024 no ha mejorado mucho y hay que agregarle que buena parte de ese gran país está en manos de mafias que desarrollan la más cruel y bárbara de las violencias. No es necesario aclarar a quiénes corresponde pedir perdón.

Ahora venimos a Venezuela donde la relaciones con España están al rojo vivo. Las amenazas de ruptura suben de tono mientras en una acalorada alocución, como corresponde al personaje, el diputado Diosdado Cabello ha aseverado que «nuestra Madre Patria no es España sino África». Recuerdo que en 1999, la Comisión del Senado que yo presidía, citó a Diosdado Cabello, entonces presidente de Conatel. Fue la única vez que pude verlo frente a frente y me parece que tenía los ojos azules. Cosa rara en un africano. De los 53 presidentes que ha tenido Venezuela en su historia republicana, solo uno, Hugo Chávez, tenía en sus venas una mezcla de sangre indígena, africana y española. Todos los otros blanquitos.

En el caso específico de Nicolás Maduro habría que aclarar, si tomamos en cuenta que lleva un apellido absolutamente judeo-sefardí, que el rey Juan Carlos (el ahora Emérito) nos pidió perdón a los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492 por la Inquisición y por decisión de los mismos Isabel y Fernando. Lo hizo al ofrecernos en 1992 la opción de optar a la nacionalidad española no sin antes cumplir engorrosos y costosos trámites.

*Lea también: La herencia de López Obrador, por Fernando Barrientos del Monte

Así que los berrinches anti hispanos nada tienen que ver con los colonizadores ni con sus víctimas indígenas de Venezuela. Desde el gobierno de Hugo Chávez hasta el presente, nunca les había ido peor.

Sufren en condiciones más precarias las mismas calamidades: hambre, problemas de salud, educación y desempleo, que el resto de la población. Los más afectados son los de la región amazónica por causa de la minería ilegal. ¿Es culpa de España?

Quien tenga ojos que vea, quien tenga oídos que oiga y quien tenga capacidad de discernimiento que piense y concluya.

 

Paulina Gamus

@Paulinagamus

TalCual

 

 

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Creativos

Posted on: junio 17th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

«El humor es la bendición más grande de la humanidad. Nada se resiste a un ataque de risa».

No hay mejor forma de levantar tu ánimo que levantar el ánimo de los demás”.

Mark Twain.

 

El arribo al poder de Hugo Chávez produjo innumerables desastres que no es mi intención enumerar. Ya se han ocupado de analizarlos uno por uno, sesudos historiadores, economistas, politólogos, sociólogos, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas en estudiar catástrofes. Por supuesto que abunda la literatura sobre el fenómeno inédito de la destrucción deliberada de un país.

 

Hoy quiero hablar de algo más que el chavismo se empeñó en liquidar: el humor. Como cosa curiosa en el diario El Nacional escribía un grupo de consagrados humoristas (unos mejores y otros peores) que al cuadrarse con el ideario chavista cuyas insignias fueron el odio y el resentimiento, perdieron todo sentido del humor para transformarse en vertedores de veneno. Ya he comentado antes que, en medio de esa mutación de humoristas a energúmenos, surgió uno quien a pesar de su inconmovible chavismo, se reveló como un excelente humorista. Me refiero a Clodovaldo Hernández, el muy circunspecto reportero que cubría la Cámara de Diputados para El Universal.

 

Laureano Márquez, Emilio Lovera, Claudio Nazoa y otros practicantes del humor que surgieron en la medida en que el Chavismo-madurismo les avivaba la chispa, fueron acosados, cuando no perseguidos y algunos hasta obligados a dejar el país.

 

Mi propósito en esta nota no es solo hacer ver como el autoritarismo de un régimen no soporta que se hagan chistes o burlas a su costa, –sino también como al verse acorralados y sin oxígeno– han hecho de su campaña electoral una sarta de estupideces sin que falte la vulgaridad que les es inherente.

 

Una recuerda aquellas campañas electorales de los cuarenta años de democracia: Acción Democrática tuvo la suerte de contar con el talento musical de Chelique Saravia compositor de «ese hombre si camina», «Con Carlos Andrés son blancas las navidades» y muchos otros jingles que quedaron grabados en la memoria popular. Sumados los videos como el del salto acrobático de CAP sobre un charco. Los creativos de Copei y del MAS no se quedaban atrás con sus inteligentes y divertidas cuñas preelectorales.

 

*Lea también: Ojos bien cerrados, por Paulina Gamus

 

Soy fan de YouTube por la diversidad que ofrece y como supongo somos muchos sus usuarios, los creativos (????)del candidato a la eternización tratan de convencernos de las bondades de su gestión que dura ya 11 años. No voy a mencionar todas porque mi paciencia no da para tanto y existe una opción que es «omitir» Una de las más insólitas por asumir que los destinatarios somos estúpidos, es la que asegura que gracias a la gestión del candidato a la reelección Venezuela produce el 97% de todo lo que consume.

 

La tapa del frasco es otra en la que aparece un gallo algo fané y descangallado que definen como el gallo pataruco y enseguida un gallo pedante, echón, con una cresta tipo corona Miss Universo que la voz en off identifica como el gallo pinto. Lo interesante es que jamás se identifica a los dos gallos y hay que meterle mucho al meollo para saber cuál es el pataruco y cuál el pinto. Pero si se atiende a las encuestas y a los actos de masas de uno y otro gallo, tenemos la respuesta.

 

 

Paulina Gamus

X: @Paugamus

 

Ojos bien cerrados

Posted on: junio 2nd, 2024 by Super Confirmado No Comments

En febrero de 1967 tuve la suerte de ser la delegada por Venezuela a la  Reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la ONU, en Nueva York.  Era la primera vez  (tenía 30 años) que asistía a un evento de esa naturaleza. Se trataba de aprender de otras delegadas que tenían experiencia en esas lides  y una de las delegaciones que más me impresiónó por su destreza en la participación, su inteligencia y sus conocimientos, fue la de Irán. Ese país estaba aún bajo el gobierno del tan denostado Shá Reza Pahlevi.

 

Doce años después se cumpliría una antigua conseja del judeo-español que mi mamá usaba con frecuencia: “Vaya señor, venga peor”. La tan celebrada caída de un gobierno corrupto y autoritario pero totalmente occidentalizado, que estimulaba la educación superior  y la participación de la mujer en profesiones liberales,  fue sustituido por una dictadura islámica que decidió borrar a la mujer, ocultarla detrás de burkas y de hiyabs o velos que deben cubrir cabezas y pechos femeninos.

 

La directora de cine y pintora iraní, Marjani Satrapi, exiliada de su país, acaba de ganar el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por su película animada  “Persépolis” . (2007, puede verse en Youtube) en la que narra como una familia opositora al régimen del Shá y con algunos de sus miembros presos por esa dictadura, comienza a percibir lo que se les viene encima con el Ayatola Jomeini, y deciden sacar del país a su hija, una niña de 14 años y enviarla a Viena. El choque cultural que significa el exilio para esa niña constituye el eje del film.

 

En 2011 la película iraní  “Una separación”,  recibió el Oscar a la mejor película extranjera.  El tema: una madre que quiere salir de Irán con su hija adolescente para salvar a la niña de ese ambiente asfixiante para las mujeres.  El papá se niega porque debe cuidar de su padre con alzheimer y sucede el divorcio, base de la trama.

 

El cineasta iraní Mohammad Rasoulof, acaba de recibir el  premio especial del Jurado de Cannes 2024, por su película  “La semilla de la higuera sagrada”. El tema  (siempre la mujer) un matrimonio con dos hijas. La esposa feliz porque su marido ha sido nombrado investigador judicial. Pero ocurre el asesinato,  en septiembre de 2022, de Mahsa Amini una joven de 22 años, por el delito de “llevar mal puesto el yihab”.

 

Las hijas adolescentes del funcionario comienzan a cuestionarse  qué hace su padre, porqué no responde el celular, cuál es su papel en la ola de represion que se desata tras el asesinato de Mahsa Amini. Por hacer esta película, Rasoulof fue condenado a 8 años de cárcel. Logró huir de Irán por las montañas, sin pasaporte y llegar a Alemania, de allí a Cannes.

 

El 20 de mayo último, murió en un accidente de helicóptero, Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán. Se le conocía con el apodo de  “el juez de la horca” por su participación en el asesinato de 5.000 presos,  hombres y mujeres, muchos  de ellos adolescentes y niños,  en 1988.

 

Esa masacre fue recogida en un informe que Amnistía Internacional tituló:  «Secretos empapados de sangre”. A las mujeres las violaban antes de asesinarlas “para que no llegaran vírgenes  a El Paraiso”. A raíz de las protestas por el asesinato  de Masha Amini, el presidente Raisi ordenó una brutal represión que causó la muerte de 500 presos bajo custodia.

 

La desaparición física del genocida Ebrahim Raisi, ha suscitado mensajes de condolencia obligatorios -por protocolo- en los países y organismos que tienen relaciones con la República islámica de Irán.  Pero en Venezuela, el único país del mundo donde “salido” y “metido” tienen el mismo significado, el IVIC, el que fuera nuestro Instituto de Investigaciones Científicas, orgullo nacional, publicó de salido un obituario para  Raisi y además con una cruz. El metido fue  Jorge Rodríguez,  presidente de la Asamblea Nacional, quien hizo borrar del diario de debates  –por grosera–  la intervención del diputado Bruno Gallo quien dijo:  “yo en este momento quisiera rendir un homenaje solidario a las mujeres que no se tapan la cabeza, a las mujeres que no bajan la mirada, a las mujeres que quieren estudiar, a las mujeres que quieren ser iguales».

 

Bravo por el diputado Bruno Gallo y vergüenza para las mujeres diputadas y dirigentes del PSUV que bajan la mirada, cierran los ojos y enmudecen ante el atropello continuo a otras mujeres, como si estuvieran bajo la dictadura ayatólica de Irán.

 

 

Paulina Gamus 

@Paulinagamus

 

Artículo publicado en Tal Cual

La fortuna de ser Putin

Posted on: marzo 24th, 2024 by Super Confirmado No Comments

No voy a entrar en las vulgaridades que muchos se permiten con las derivaciones del apellido Putin. Es más, ni siquiera sé si debe llevar acento en la I. Por las dudas lo omito. Para llegar al Putin de hoy, marzo de 2024, cuando acaba de ser reelecto con el 87% de los votos, hay que hacer un largo recorrido. Lo curioso es que no he encontrado en ningún buscador el nombre o los nombres del o de los candidatos oponentes. De manera que más que una elección, la permanencia de Vladimir Putin en el poder por otros seis años, ha sido producto de un plebiscito más que de una contienda electoral.

 

 

Empecemos a examinar lo que –en mi opinión– hace de Vladimir Putin uno de los mandatarios más afortunados del mundo. Su mirada, no hay nada más aterrador. Y ese rictus que pretende ser una sonrisa. No podría asegurar que todos quienes pasaron por la KGB, el equivalente ruso de la CIA, estaban obligados a esa expresión de frialdad como si todo el hielo de Siberia se la hubiese congelado. Putin no solo fue miembro de la KGB, lo fue también, en 1980, de la STASI, la temible policía política de Alemania Oriental. Invito a los lectores que quieran ahondar en las oscuras profundidades de la STASI a que vean la película alemana «La vida de los otros», que los cubanos rebautizaron como «La vida de nosotros».

 

 

Antes de que existiera la KGB y hasta la muerte de Stalin, el jefe de la policía y del servicio secreto NKVD (desde 1938 a1953) fue Laurenti Pavlovic Beria, el perpetrador de todas las purgas que Stalin desató contra artistas, intelectuales, médicos judíos, etcétera, y que llevaron a la muerte o a prisión perpetua a miles de ciudadanos de la URSS y de sus países satélites como Checoslovaquia, Polonia y Hungría. Fue el reino del terror. Cuando la KGB sustituyó a la macabra policía de Beria, cambiaron los métodos pero no los aprendizajes. Putin fue miembro de esa policía desde 1980.

 

 

Si uno se pregunta por la sangre fría con que Putin ordena los envenenamientos o asesinatos por otras vías de quienes se le enfrentan, no tiene más que remontarse a lo que aprendió como miembro de la KGB y de la STASI.

 

Otro plus en la trayectoria política de Putin fue que heredó de la extinta URSS las armas nucleares con las que mantiene en vilo, no solo a Europa sino al mundo entero. Si no tuviera el demencial empeño de ser un nuevo Zar, uno creería que se trata de fanfarronería. Pero, ¿y si no lo es?

 

 

La mayoría de las capitales de Europa y de las universidades élite de Estados Unidos se han llenado de manifestaciones y consignas francamente antisemitas y en defensa del terrorismo de Hamas. Pasan por alto la masacre que este grupo cometió el 7 de octubre 2023 en Israel, asesinando y violando a mujeres y a niños y tomando rehenes que aún permanecen cautivos en su poder y a los que van asesinando por cuentagotas.

 

 

En cambio el sortudo Putin invadió a Ucrania hace dos años, ocupa una tercera parte de su territorio, ha causado la muerte de más de 30 mil civiles entre ellos miles de niños, de 40 mil soldados ucranianos y el desplazamiento de 7 millones de ciudadanos que ahora son refugiados. ¿Han sabido ustedes de alguna manifestación progre para repudiar estos hechos? Sólo las lánguidas condenas de la ONU y de los asustados países de la U.E, que para nada hacen desistir al zar Putin de sus propósitos criminales. Israel un pequeño país, acosado por todos los flancos, es el judío entre las naciones.

 

 

Regresamos a la farsa electoral del nuevo zar ruso y vemos que no ha tenido que buscarse a un tal Ratti para que pida la inhabilitación de candidatos y de partidos políticos, ni a un fiscal que le diga amén al tal Ratti. No ha tenido que hacer la pantomima de enviar una delegación a Barbados ni a otro sitio, para hacerle creer a los Estados Unidos y al mundo que permitirá, entre otras exigencias, unas elecciones libres y transparentes. No ha tenido que estar inventando que las tribulaciones de su país se deben a las sanciones de la maldad imperialista y a los vende patria que conspiran contra su gobierno. En fin, hay muchas razones para simular ser democrático y sin embargo sentir envidia de Putin.

 

 

Paulina Gamus|}

@Paulinagamus|
X: @Paugamus

Biblia para desorientados

Posted on: noviembre 19th, 2023 by Super Confirmado No Comments

 

 

Nací en una casa judía, de padres judíos, siempre me he sentido judía sin un segundo de duda. Pero por alguna razón que nunca quise indagar, desde niña me fascinaron los aguinaldos tradicionales venezolanos. No me perdía los conciertos navideños en la Iglesia de San José cuando el párroco era el Padre Hernández, aquel hombre inmenso en su estatura física y moral de quien fui amiga hasta su muerte.

 

 

Tampoco los inolvidables del Orfeón Lamas dirigido por el maestro Vicente Emilio Sojo en la Escuela de Música «José Ángel Lamas», de Caracas. Luego compré los discos de aguinaldos del Quinteto, Contrapunto y de Serenata Guayanesa que oigo siempre al empezar diciembre. Conste que en ninguno de los aguinaldos tradicionales o más recientes he oído que el Niño Jesús fuese palestino.

 

 

Jesús de Nazareth nació en Belén porque el Imperio Romano que había invadido el reino de Judea (no Palestina) realizó un censo obligatorio en la ciudad de Belén a la que debieron trasladarse desde Nazareth –donde vivían–José y María, los padres de Jesús. Y allí nació su hijo un 24 de diciembre. Los viejos calendarios identificaban el 6 de enero como Dia de Reyes y de la Circuncisión del Señor. Los niños judíos son circuncidados a los 8 días de su nacimiento. Ergo, Jesús nació judío, no palestino.

 

 

Unos 1040 años antes de la era cristiana, David fue rey de Israel, (no había ninguna Palestina), al que expandió hasta unirle las ciudades de Jerusalén, Samaria y Petra. Hasta las personas menos ilustradas han oído recrear el pasaje bíblico en que un joven David, con una piedra lanzada con su honda, da muerte a un temible gigante llamado Goliat.

 

 

A David lo heredó su hijo Salomón quien fue no solo rey, sino también poeta (El Cantar de los Cantares) sabio, legislador, juez supremo y constructor del Templo de Jerusalén, en el reino de Israel.

 

 

En el año 597, Nabucodonosor –Rey de Babilonia– ocupó Jerusalén, en el reino de Juda. Destruyó el templo de Salomón y llevó a miles de judíos como esclavos, a su reino.

 

 

Giuseppe Verdi se inspiró en este pasaje bíblico para componer su ópera «Nabucco», que incluye el coro «Va pensiero», lamento de los esclavos judíos en Babilonia y , con el paso de los siglos, himno sentimental de Italia. Esta es la letra: «Ve, pensamiento, con alas doradas; ve, pósate en laderas y colinas donde huele la suave fragancia, la dulce brisa de la tierra natal!. Las orillas del Jordán saludan, de Sión las torres destruidas . ¡Oh, patria mía, tan bella y perdida! ¡Oh, recuerdo tan querido y desdichado!”

 

 

Pero volvamos a Jesús de Nazareth cuando ha llegado a la edad de 33 años. Sus seguidores que son muchos lo llaman «Rabi». ¿Qué predica ese rabino? indignación por las desviaciones de la ortodoxia judía que practican «los mercaderes del Templo», y su expulsión del sagrado recinto. Como el ciudadano Nicolás Maduro ha decidido darle nacionalidad palestina a Jesús, nada impide que por un ejercicio de imaginación lo hagamos un venezolano en procura de expulsar y castigar no solo a los mercaderes del Templo, que los habrá, sino a todos aquellos que en los últimos 24 años han saqueado a este país hasta dejarlo en la inopia.

 

 

Por ser contestatario Jesús fue condenado a morir en la cruz. No lo crucificó «el Imperio español» como vociferó el ciudadano Maduro, porque ese Imperio nació 1492 años después con el descubrimiento de América.

 

 

La crucifixión fue una pena de muerte romana. Los españoles practicaron métodos más considerados como la horca, la hoguera y el garrote vil para aquellos que la Inquisición acusaba de judaizantes, brujos o herejes.

 

 

Espero haber aclarado que Jesús nació y murió judío, jamás palestino.

 

 

Ahh, algo que no puedo dejar sin comentar: el ciudadano Maduro acusó al sionismo internacional de querer acabar con el mundo árabe. La población musulmana se calcula en 1.500 millones de personas en el mundo, es decir el 20% de la población mundial. Los judíos (sionistas) en 13 millones de los cuales 7 millones viven en Israel y el resto esparcido por el mundo. Entre esos sionistas (judíos) dispuestos a liquidar a 1.500 millones de musulmanes, hay ancianos, niños, enfermos y discapacitados. Se sobrentiende que la cosa no es fácil .

 

 

Paulina Gamus 

@Paulinagamus

 

 

 

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Ojos que no ven

Posted on: diciembre 19th, 2022 by Super Confirmado No Comments

 

“Los criminales ganan más que los políticos por eso unirse a los primeros es una gran tentación para los segundos.”

Joe Barcala.

 

Cuando me decidí a escribir esta nota, tenía otro título en mente: La vista gorda, pero éste que utilizo me pareció algo más elegante, aunque el tema a tratar no lo sea en absoluto. En pocos días, entre las emociones desbocadas que despierta el Mundial de Qatar, hemos visto dos casos en nuestro subcontinente en los que a pesar de que los gobiernos son populistas y con rasgos autoritarios, una institución indispensable de toda democracia, como es la justicia, funciona.

 

 

La vicepresidente argentina Cristina Kirchner ha sido condenada a seis años de cárcel e inhabilitada para ejercer cualquier cargo público. Lo más probable es que la susodicha no pase un solo día entre rejas, pero la sola sentencia por sí misma es un triunfo de la lucha contra la corrupción. Los jueces encontraron a Kirchner responsable de defraudar al Estado por unos 500 millones de dólares mediante el desvío de contratos de obras públicas a empresarios amigos.

 

 

El otro caso que se veía venir porque en Perú las destituciones de presidentes siempre se ven venir (cinco presidentes en cinco años) es el de Pedro Castillo quien pasó de presidente a preso en cuestión de dos horas. Las denuncias de corrupción y de otros delitos, condujeron a la crisis que hoy vive ese país. Muertos, heridos y destrucción por manifestaciones populares en un país cansado de una inestabilidad continua y de la convicción general de que los congresistas que destituyen presidentes no son muy distintos de ellos. Aún no sabemos cuánto se robó el «cara de yo no fui» de Pedro Castillo, esperamos noticias.

 

 

Si volvemos a Cristina Kirchner y a la cantidad por ella defraudada (suponiendo que sea lo único de lo que C.K se apropió o defraudó) tengo que reconocer –muy a mi pesar– que la vicepresidenta ha sido hasta cierto punto recatada en echar mano a la cosa pública.

 

 

Ubiquémonos en Venezuela y sumemos solo cuatro de los más protuberantes casos de asalto al erario público: Rafael Ramírez ex ministro de Petróleo, 4.850 millones de dólares. El apodado «Tuerto» Andrade (Alejandro), ex escolta de Hugo Chávez y ex tesorero de la Nación, sentenciado en los EEUU a 10 años de cárcel por fraude contra el patrimonio venezolano estimado por la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) en 2.400.000.000 de billetes verdes, Su colaboración como confidente (vulgo «sapo») con la Justicia de ese país rebajó su condena a 3 años y 6 meses más 1 año de libertad supervisada.

 

 

Los bolichicos de Derwick, empresa contratada para la instalación y ensamblaje de plantas de generación de electricidad, cobraron sobreprecios de 2.900 millones de dólares para construir centrales eléctricas que nunca ejecutaron. Cada vez que hay un apagón o un bajón en el suministro de electricidad, recuerdo a sus progenitoras.

 

Haiman El Troudi, ex presidente de la C.A. Metro de Caracas, recibió 145 millones de dólares de Alfa, empresa fachada de Odebrech. Es dueño de tres inmuebles en Francia y un edificio en París, por un valor de 16 millones de euros, más una cuenta congelada en Suiza a su esposa y a la suegra por 45 millones de dólares.

 

 

El saqueo a Venezuela, la perversa trama de corrupción alcanza los 400.000 mil millones de dólares. No hay cifras exactas de cuánto han robado el Gobierno y sus enchufados porque la Contraloría General de la República –en más de 20 años– ha investigado solo un caso importante de corrupción conocido como Pudreval (miles de toneladas de alimentos ya caducos importados por el Gobierno de Chávez). Más recientemente y como retaliación política, el ministro de Petróleo Tareck El Aissami, denunció por corrupción a su antecesor Rafael Ramírez y a su entorno.

 

 

La vista gorda ante estos robos sin antecedentes en Venezuela y quizá en el mundo, es propia de un país en el que no existen instituciones independientes. La justicia, por llamarla de alguna manera, se urde en Miraflores.

 

Otra evidencia pública (y además internacional) de ojos que no ven o de vista gorda, es la locura colectiva que provoca el Mundial de Qatar. A nadie o quizá a unos pocos para no generalizar, les importa todo el entretejido de corrupción que está detrás de la elección de ese país extremista islámico y cómplice con el terrorismo internacional, como sede de este mundial 2022. Si omitimos lo más cruel e inhumano que sustenta esta contienda futbolística –la muerte de unos 7.000 obreros en la construcción de la infraestructura– podemos ver en Netflix el documental “Los entresijos de la FIFA” que no deja hueso sano al implicar a los entonces presidentes en ejercicio Nicolás Sarkozy, de Francia y Lula Da Silva, de Brasil y a un montón de dirigentes políticos y deportivos, en la tramoya de sobornos que armó el gobierno de Qatar para obtener la sede.

 

Como guinda del pastel, acaba de estallar en el parlamento europeo el llamado Qatergate que ha llevado a la destitución de la vicepresidenta del organismo y diputada griega Eva Kaili, por haber recibido dinero de Qatar para influir en las decisiones de la institución. Es un terremoto que la hace tambalear.

 

 

La vista gorda con la corrupción que desde hace años rodea a la FIFA se parece mucho a los ojos que no ven con la corrupción que en los últimos 23 años ha transformado a Venezuela en un país paria entre las naciones. En ambos casos la vida sigue y aquí no ha pasado nada.

 

 

Paulina Gamus 
@Paugamus

No es país para viejos

Posted on: octubre 28th, 2022 by Super Confirmado No Comments

 

 

Tomo prestado el título de la muy laureada película (cuatro Oscar, dos Globos de Oro y tres Bafta) de los hermanos Joel y Ethan Coen, cuyo argumento nada tiene que ver con lo que escribiré a continuación.  La única relación —además del título— es que se trata de un western y es esa,  en cierto modo,  la vida que hemos tenido los venezolanos en los últimos 23 años con la particularidad de que en los western clásicos siempre ganan los «muchachos» y en el venezolano ganaron los bandidos.

 

 

Comenzaré con una pregunta a la que trataré de encontrar respuestas: ¿quién es viejo? Depende del país y del sexo. La primera vez que un conductor, molesto por alguna maniobra que hice  con mi vehículo, me gritó ¡Vieja! yo tendría unos 35 años de edad. Luego, en la actividad política, aspiré a la dirección nacional de mi partido Acción Democrática cuando tenía 45 años. Humberto Celli, de AD y Eduardo Fernández, de Copei eran dos años más jóvenes que yo. Para el común, ellos eran la generación de relevo, yo era «la vieja Gamus».  Pero mi pregunta aún no tiene respuesta. ¿Quién es viejo?

 

 

El expresidente uruguayo José Mujica, por ejemplo, se acaba de declarar no solo anciano sino casi terminal. En el reciente foro «El reto social de América latina», declaró: «No soy otra cosa que un anciano con consciencia de que se va, pertenezco a un tiempo que se va». Mujica tiene 87 año, pero tenía 80 cuando terminó su mandato en 2015.

 

Rafael Caldera tenía 78 cuando comenzó su segunda presidencia en 1994 y estoy segura de que en ningún momento sintió que su edad era un impedimento para ejercerla. Otra cosa es lo que pensaran los demás y esa es quizá la respuesta a mi pregunta: viejo es aquel que se siente viejo y no aquel a quien los demás ven como tal. Por ejemplo, Joaquín Sabina, el extraordinario cantautor español al cumplir 70 años ha dicho:  «Yo no me veo con un corazón ni un cerebro de 70 años». En cambio, Charles de Gaulle debe haberse sentido muy aporreado por el paso del tiempo cuando pronunció la frase que se le atribuye: «La vejez es un naufragio».

 

Hay países cuya población se va llenando de personas de la tercera y cuarta edad, algunos gobernantes  al manifestar lo que eso significa en los presupuestos de sus naciones han sido duramente criticados por insinuar la necesidad de practicar la eutanasia de esos ancianos que son una carga financiera.  También lo son en numerosos casos,  para sus familias, cuando padecen enfermedades irreversibles.

 

 

Pero carga o no, en los países de Europa donde es mayor el envejecimiento de la población, hay  respeto por  los  ancianos y por hacerles la vida más fácil y llevadera. Los autobuses tienen plataformas para que suban las sillas de ruedas, en las calles y edificios  hay rampas con el mismo objeto.  En los cines, museos y teatros hay descuentos especiales para personas de edad avanzada.

 

 

En Venezuela, país gobernado con  ficciones,  simulación y palabras huecas, existe desde hace 11 años la Gran Misión en Amor Mayor (obsérvese que no es una misión cualquiera sino una muy, pero muy grande). En el décimo aniversario de la misma, Nicolás Maduro declaró: «La Gran Mision en Amor Mayor  cumple 10 años protegiendo y reivindicando la lucha de nuestros adultos mayores. Como fiel defensor del legado del comandante Chávez, no descansaré hasta recuperar el estado de bienestar de los abuelos y abuelas, vulnerado por el bloqueo criminal».  No podía faltar la culpa «del bloqueo criminal» para  justificar que los ancianos deban hacer colas interminables para obtener una pensión miserable que apenas les alcanza para comprar un pollo  o un cartón de huevos. Pero  allí no queda el desprecio y humillación a los simplemente ancianos y nada de esa hipocresía de «adultos mayores». Muchas de las oficinas públicas, por ejemplo las del Saime, están ubicadas en locales a los que se solo se puede acceder por decenas de escalones que los ancianos no soportan.

 

 

Como desde los gobiernos municipales no se da el ejemplo de cumplir con las normas urbanísticas, los más modernos y lujosos edificios carecen de rampas para el acceso no solo de sillas de ruedas sino también de coches de bebés. Muchos arquitectos consideran que colocar pasamanos en las escaleras de acceso a esos edificios, afean el conjunto. Es decir que privilegian la estética frente a la seguridad de las personas. No sé cuántos viejos gozan de la suerte de no tener dolor de rodillas o de espalda y de esa manera no sufrir porque en las mejores clínicas del país y en los más pomposos restaurantes, las  pocetas o inodoros sean tan bajitos y de tan molesto uso que parecieran diseñados para jardines de infancia,  y que no tengan barandas.

 

 

Uno, una o unes (para hacerle una carantoña a la necedad del lenguaje inclusivo) puede ser viejo por partes. Por ejemplo, en mi caso, de la cintura hacia arriba (corazón y cerebro, como Joaquín Sabina) me siento de 40. De lo demás mejor no entrar en detalles. Pero he leído algo que me ha provocado un fresquito: los viejos de siempre lo seguimos siendo y cada año un poco más hasta que llega el final. Pero hay nuevos viejos y son nada menos que los millenialls. Según un artículo de Karelia Vásquez, en El País, los nacidos entre 1980 y 1996 son los nuevos ancianos en las redes, ahora manda la generación Z que será arrasada en unos años por la generación Alfa. Todos somos viejos o lo seremos en el próximo minuto». ¡Que alivio!

 

Paulina GamusPaulina Gamus|@Paulinagamus
Twitter: @Paugamus

 

Indignados

Posted on: octubre 12th, 2022 by Super Confirmado No Comments

 

 

 

Aferrarse a la rabia es como agarrar un carbón ardiendo

con la intención de tirarlo a alguien; eres tú quien te quemas.

Buda.

 

 

He sentido la necesidad, en estos extraños días de extrañas elecciones, de ver nuevamente la película Las horas más oscuras, genialmente actuada por Gary Oldman. La misma se centra en el ambiente que vivía Inglaterra cuando —en 1939— un Hitler empoderado se preparaba para invadir Polonia y de allí en adelante avanzar y ocupar todo el continente europeo. Aquella Europa vivía realmente sus horas más oscuras. Tres dictadores sin límites para las crueldades más extremas y el genocidio impune, decidían las vidas y destinos de millones de seres humanos: Adolf Hitler, Benito Mussolini y Iósif Stalin. Y un solo hombre, Winston Churchill, logró con su sentido de la responsabilidad, con su visión política, patriotismo genuino y valentía moral, cambiar el curso de la historia.

 

Una vez derrotado el nazifascismo y creada la Organización de Naciones Unidas, en su Asamblea general celebrada en París en diciembre de 1948, se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual transcribiré solo sus tres primeros artículos:

 

 

Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

 

Artículo 2 .Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

 

 

Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

 

 

Surgió entonces un nuevo mundo con esperanzas y optimismo, Europa se fue recuperando de la devastación de la guerra con la ayuda de los Estados Unidos de América. Ese mundo comenzó  a enterarse lentamente de la catástrofe humana que significó la muerte de más de 50 millones de personas entre ellas el asesinato programado de 6 millones de judíos, además de un número no cuantificado de gitanos, eslavos, enfermos mentales y homosexuales. Todos aquellos que las leyes raciales de la Alemania nazi y de la Italia fascista consideraban razas y seres inferiores sin derecho a la vida.

 

 

Mucho ha llovido y se ha movido desde aquellos años de esperanzas por un mundo mejor. Nadie podía vaticinar los cambios que se producirían en las relaciones humanas  y entre países por los avances tecnológicos. Nadie imaginó que millones de seres humanos sumidos en la miseria, acosados por el hambre o perseguidos por la violencia tendrían que abandonar sus países de origen en pateras (los africanos), en balsas (los cubanos) o acudir al cuasi suicidio de cruzar la selva de Darién para llegar a los Estados Unidos (venezolanos, la mayoría). Nadie fue capaz de suponer que un mundo que había acogido la democracia como su forma inalterable de vida, llegaría a despreciarla y arrojarla al basurero para entregarse en brazos del populismo autoritario o del neofascismo. Este es el mundo que vivimos, el de los indignados  cuyo voto está movido por la rabia y el resentimiento.

 

 

El diccionario de la RAE define la indignación como «enojo, ira o enfado vehemente contra una persona o contra sus actos».  No se agrega algo que es inseparable de la indignación: la incapacidad de razonar. El iracundo quiere vengarse y no razona sobre las consecuencias de sus actos.  Con incitación y engaño a los indignados de Venezuela, llegó Hugo Chávez a la presidencia en diciembre de 1998. Fue un caso clásico de populismo militarista que conduciría al país democrático, relativamente próspero y asomado al desarrollo que era Venezuela a ser una autocracia destructiva de sus instituciones, de su infraestructura y de su tejido económico y  social.

 

 

Indignados por la corrupcion de los gobiernos de Lula Da Silva  y Dilma Rousseff,  los brasileros eligieron en 2018 a Jair Messias Bolsonaro. Nunca un segundo nombre fue más adecuado para la personalidad de su portador: militarista, fanático religioso, homófobo, machista y absolutamente despectivo con la conservación de la Amazonia y del medioambiente en general. Y esos indignados, ya transformados en rabiosos crónicos, fueron la casi mitad de los electores que de nuevo confiaron en Jair Messias. Un dilema electoral terrible el de Brasil: elegir entre el malo y el peor.

 

 

Indignado el pueblo salvadoreño que apoya las tropelías de su presidente Nayib Bukele porque ha hecho de la lucha contra la delincuencia su bandera. Lucha que como todas las promesas estrafalarias, se centra en violación de los derechos humanos y de la Constitución de su país que prohíbe la reelección indefinida. Indignados los italianos que eligieron a Giorgia Meloni, reencarnación femenina de Mussolini: homófoba y  racista además de xenófoba. Su éxito se ha basado en una campaña de odio a los inmigrantes. Indignados quienes eligieron a Gabriel Boric en Chile y a Gustavo Petro en Colombia, aunque hasta ahora ninguno de los dos ha dado muestras de apartarse de la Constitución de sus países. Pero tampoco de poder resolver los problemas que les dieron el triunfo.

 

Indignarse no siempre es negativo, hay indignaciones no solo justas sino también necesarias y urgentes. Las de las mujeres y hombres de Irán que se han levantado contra la tiranía islamista de los Ayatolas, esa que hace de las mujeres simples cosas que pueden ser asesinadas por  llevar el velo torcido. Y la tardía pero imperativa de los cubanos que hoy salen a protestar por la oscuridad no solo eléctrica sino total en que ha estado sumida su patria desde hace 63 años.

 

 

 

Paulina Gamus

@Paulinagamus
Twitter: @Paugamus

Cargos sin majestad

Posted on: septiembre 13th, 2022 by Super Confirmado No Comments

 

 

No puedo recordar la primera vez que oí mencionar como algo imprescindible, más aún, obligatorio, «la majestad del cargo». Significaba que quien estuviera expuesto al escrutinio público por ocupar una destacada función de gobierno o en la actividad privada, debía comportarse con sobriedad y cuidando las apariencias. En otras palabras, no podía hacer muchas de las cosas que hacían las personas comunes y corrientes porque su posición lo hacía diferente.

 

 

Fue así como tuve que renunciar, solo por ocupar un cargo de elección popular, a uno de mis mayores placeres cuando viajaba –de cuando en vez– a la isla de Aruba: sentarme largo rato frente a una máquina tragamonedas introduciendo las de 25 centavos de dólar. Todo terminó el día que el periodista Kiko Bautista, en su columna de chismes cargados de inocultable mala intención, publicó: «la diputada Paulina Gamus fue vista en el casino del hotel Marriot en Aruba». Detrás de esas pocas palabras estaba encerrado un mensaje subliminal: la diputada Paulina Gamus es una corrupta. Nunca más volví a Aruba hasta después de 1999 cuando renuncié a mi cargo de parlamentaria y regresé a mi condición de ciudadana rasa.

 

 

El ejemplo quizá más resaltante de la majestad del cargo es la reina Isabel II de Inglaterra, hasta su sonrisa o el movimiento de sus manos son los que indica el protocolo real. Sus hijos, nietos y mucho antes su difunta hermana Margarita, le han causado muchos dolores de cabeza porque han violado una y otra vez esa obligatoria majestad del cargo.

 

Pero ningún monarca europeo fue tan lejos como el Rey Juan Carlos, de España. Los mentideros de su país y el cotilleo a que son tan aficionados sus nacionales, daban cuenta de sus infidelidades que la reina Sofía toleraba con la dignidad que aconseja la majestad de su cargo de consorte. Pero la tapa del frasco, el derrumbe apoteósico de toda majestad, ocurrió el 14 de abril de 2012 cuando la prensa española difundió que el Rey había sido operado de urgencia por una fractura de cadera, en Botsuana, donde participaba en un safari para cazar elefantes.

 

 

Las críticas de las organizaciones ecologistas y la indignación de muchos de sus socios no tardaron en llegar. Matar ejemplares de una especie que se encuentra amenazada parecía difícilmente compatible con el respeto a la naturaleza que Don Juan Carlos había manifestado durante su reinado. Ese desliz fue el principio del fin del reinado de Juan Carlos acosado luego por múltiples denuncias de corrupción asociadas seguramente a la andropausia. El ya fallecido rey de Arabia Saudita, le había regalado 65 millones de euros el 8 de agosto de 2008 y el Rey no encontró nada mejor que transferirlos a su amante Corinna Larsen, quien sin majestad alguna pero con mucha viveza, se quedó con la fortuna. Total que Su Majestad Juan Carlos I pasó a ser Rey emérito y a seguir metiendo la pata para vergüenza y desdicha de su hijo Felipe V, prisionero de los paparazis

 

 

Una digna cumplidora de la majestad del cargo fue la ex canciller alemana Angela Merkel, quien jamás cedió a la coquetería femenina a la que sin embargo tenía derecho. Su peinado y sus ropas que parecían un uniforme no cambiaron en sus 16 años de ejercicio. Siempre se mantuvo a la altura de las exigencias de su posición.

 

En cambio mucho hay que decir del ex primer ministro británico Boris Johnson. Sus alocadas fiestas en pleno confinamiento por la pandemia del covid 19, fueron una continuación de sus tiempos de estudiante en Oxford donde presidió el club de los Caballeros (libertinos) célebre por sus fiestas orgiásticas. Eso y sus errores en la conducción del gobierno, Brexit incluido, lo defenestraron. Johnson nunca respetó la majestad del cargo. Donald Trump en los E.E.U.U. fue epítome del cargo sin majestad: gritón, grosero, irrespetuoso, tramposo y violador compulsivo de la ética política y de las leyes de su país.

 

 

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marín, líder muy popular por su manejo de la pandemia y porque desafió a Putin con la petición de entrar a la OTAN, ahora debe dar explicaciones por sus fiestas. La joven de 36 años no prescinde de festivales de rock y otra clase de diversiones que la han obligado a someterse a una prueba de detección de drogas y a pedir disculpas públicas por fotos subidas de tono tomadas en una fiesta en la residencia oficial.

 

 

Venimos a nuestra América latina. Si recordamos a Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Rafael Caldera en el ejercicio de sus presidencias, entenderemos perfectamente lo que es la majestad del cargo. Jamás se prestaron a hacer el ridículo con disfraces de aborígenes o de sultanes turcos, recibir credenciales de embajadores de otros países con un sombrero típico de aquel país. Sus discursos, aún los más polémicos, siempre cuidaron las formas.Las vulgaridades, las palabras obscenas, la homofobia, la ofensa degradante al adversario jamás contaminaron su oratoria ni sus mensajes. Podría decir lo mismo de Carlos Andrés Pérez y de Jaime Lusinchi si ambos hubiesen podido separar sus vidas públicas de sus vidas privadas.

 

 

En Perú el presidente Pedro Castillo tiene como parte inseparable de su anatomía, unos sombreros más grandes que él. En Brasil el presidente y aspirante a repetir, Jair Bolsonaro, que ha hecho gala permanente de un machismo deplorable, ha sacado a su casi anónima esposa del armario donde la tenía enclaustrada para convertirla en predicadora religiosa. La señora Michelle Bolsonaro es una fervorosa evangélica que ha hecho de su discurso político una confrontación entre Dios (Bolsonaro) y el Demonio (Lula Da Silva) y ha logrado mayor audiencia que su marido. En México AMLO, además de sus discursos diarios y muchas veces incoherentes, usa unas coronas de flores que serían la envidia de Frida Kahlo.

 

Definitivamente el mundo actual, plagado de políticos populistas convencidos de que solo la extravagancia da votos, es de difícil comprensión para quienes crecimos y envejecimos conociendo la majestad del cargo.

 

 

Hay un joven presidente Gabriel Boric, de Chile, quien ante su derrota personal con el aplastante rechazo al referéndum constitucional, ha reconocido que Chile es una democracia y que serán democráticos los mecanismos para enmendar los errores. A pesar de su juventud y de su ideología de Izquierda, Boric respeta la majestad del cargo.

 

En cambio al presidente colombiano, Gustavo Petro, se le salió la clase de intransigente al insultar a más de la mitad de los electores chilenos con la desdichada frase “Revivió Pinochet”. Otro con cargo sin majestad.

 

 

Paulina Gamus

@Paugamus

Turcomanía

Posted on: junio 21st, 2022 by Laura Espinoza No Comments

Creo que todas las púberes y adolescentes que hace alrededor de 70 años devorábamos las novelas de Corín Tellado, lo ocultábamos con cierta vergüenza: era literatura menor o quizá más adecuado, no era literatura. Sin embargo, la escritora española a quien su editorial la obligaba a entregar cuatro novelas mensuales, es (o fue) la autora más leída en castellano después de Miguel de Cervantes. Vendió nada menos que 400 millones de libros.

 

 

Tellado guardaba en su casa una fotografía del encuentro que mantuvo con Mario Vargas Llosa, cuando el premio nobel peruano la entrevistó en 1981 para la televisión. La manifestación del cariño que allí surgió puede comprobarse en el texto que Vargas Llosa le dedicó en El País tras su muerte y que finaliza con estas palabras: “Aunque nunca la leí, siempre la respeté y la traté con cariño y gratitud. Porque gracias a ella, cientos de miles, acaso millones de personas que jamás hubieran abierto un libro de otra manera, leyeron, fantasearon, se emocionaron y lloraron y por un rato o unas horas vivieron la experiencia maravillosa de la ficción. Ella no podía sospecharlo, pero fue probablemente la última escribidora popular, en el sentido más cabal de la palabra, la que llevó una variante (fácil, elemental, sensiblera y truculenta, ya lo sé) de la literatura al vasto pueblo, ese que no entra jamás a las librerías y pasa como sobre ascuas por las secciones culturales de las revistas, y piensa que la literatura seria es larga y soporífera”. Tellado no recibió nunca un premio literario más allá de los que reconocían su hiperproducción. En 1994 entró en el Libro Guinness de los récords y en 1998 le concedieron la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo .

 

 

Los lectores se preguntarán a qué viene la exhumación que hace mi memoria de la trayectoria de Corín Tellado. Debo confesar que se debe a una suerte de regresión o involución. Por supuesto que ya no leo a la prolífica y fenecida escritora asturiana, pero la veo. ¿Cómo? gracias a las series turcas a las que soy adicta desde hace algunos años. No fingiré con ínfulas intelectuales que nunca vi telenovelas. Claro que sí: las clásicas brasileras que hicieron furor en los 70 y parte de los 80 y las venezolanas que salieron del patrón clásico de la «cenicienta», como «Estefanía», «La señora de Cárdenas»” y «La Dueña».

 

 

La mejor de todas en todos los tiempos, que puedo verla una y otra vez: «Yo soy Betty la fea», del colombiano Fernando Gaitán. Me produce una nostalgia enorme porque se desarrolla entre 1999 y 2000, cuando Venezuela era un referente importante para Colombia, no solo económico, sino también artístico. Otra de Gaitán, «Café con aroma de mujer» en su primera versión, porque es un trabajo magnífico de amor y de orgullo de un dramaturgo por su país y de promoción del más universal de sus productos de exportación, el café.

 

 

Pero regreso a las turcas. La primera que vi fue «El Sultán», la historia novelada de Solimán el Magnífico, una superproducción digna del mejor cine de Hollywood en sus tiempos de gloria. Después empecé –y sigo hasta hoy– con las románticas (involución corinesca). Hago lo siguiente, veo el último capítulo después del primero para cerciorarme de que el final es feliz. Y así paso buena parte de mis noches con esa higiene mental que descubrí para evadirme de la realidad espantosa que nos rodea. Es un derecho adquirido por mis años y por mi voluntad de no ser una vieja amargada ni deprimida. Las prefiero en turco con subtítulos porque así voy descubriendo palabras turcas incorporadas al judeo español de mis abuelos maternos, nacidos en Grecia que fue por siglos parte del Imperio otomano. Y también porque se recrean las comidas del menú tradicional de mi familia.

 

 

Como estoy de confesiones debo admitir que al principio me sentía avergonzada por esa adicción que además provocaba insinuaciones y hasta comentarios burlones de mi propia familia. Pero poco a poco fui descubriendo que los adictos somos muchos y multidisciplinarios, hay abogados, sociólogos, psicólogos, economistas, ingenieros y hasta médicos, en su mayoría féminas y casi todos de la tercera edad. Somos tantos que podemos jactarnos de tener más servidores que muchos de los aspirantes inscritos en las Primarias.

 

 

Resulta que Nicolás Maduro y la primera combatiente Cilia Flores también son fans de las series turcas. No me parece una raya ya que seguramente son fans de las arepas como lo somos casi todos los 30 o más millones de venezolanos. Ya en un viaje anterior a Turquía se disfrazaron en el set de una de esas series de época de sultanes y sultanas. Y ahora, junio de 2022, acaban de repetir la visita y una parte del disfraz, con la serie «Kurul Osman», de la misma temática.

 

 

Esas historias de gobernantes autoritarios e inamovibles, son aparentemente sus predilectas. Maduro llegó incluso a asomar la posibilidad de una coproducción cinematográfica con Turquía, pero aquí hay que entrar en la fase de advertencias.

 

Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía es un dictador, lo cual le viene de perlas a Nicolás Maduro. Pero además es islamista o islámico, es decir, un ortodoxo del Islam. Las series turcas pueden clasificarse en pre Erdogan y pos Erdogan. En las primeras había besos más o menos apasionados y se insinuaban o sugerían las relaciones sexuales, por supuesto siempre que hubiese un vínculo matrimonial.

 

 

En las pos Erdogan sucede que hay que esperar 30 capítulos para que los enamorados se abracen, otros 20 para que se besen en la mejilla. Después de 60˜ es posible que haya un tímido y fugaz beso en la boca. En el episodio 75˜ se acuestan pero con pijamas cuello tortuga. Y más o menos en el 80˜ tienen un bebé que uno debe suponer como fue concebido. Esta es la moral de Erdogan que no impide que en esas mismas telenovelas en las que el acercamiento físico de las parejas es casi un crimen, haya secuestros, narcotráfico y violaciones (sugeridas). De verdad espero con ansias la coproducción cinematográfica Maduro-Erdogan. Sin duda para el Oscar.-

 

 

 

Paulia Gamus

Twitter: @Paugamus