Elecciones: incertidumbres ciudadanas

Posted on: mayo 12th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Estamos viviendo una profunda crisis política, económica y social. Frente a esta realidad aplastante percibimos la necesidad de cambio político; es decir, reconocemos que la Revolución Bolivariana debe salir del poder para que Venezuela camine de nuevo. Hemos identificado en las próximas elecciones parlamentarias el cauce constitucional para hacer frente al problema. Hacemos esfuerzos por entusiasmar a la ciudadanía pero no terminamos de encender la esperanza. En ocasiones percibo que las elecciones no terminan de despertar el ánimo ciudadano y en los pocos espacios públicos que nos quedan se ventilan dudas legítimas frente a su viabilidad y éxito.

 

 
Conviene ponderar con humildad y cercanía estas incertidumbres ciudadanas. La primera gran duda es en torno al CNE y su capacidad fraudulenta. Después de años de opacidad es comprensible que desconfiemos de Tibisay Lucena. No es un secreto que es parte activa del régimen y su trabajo es legitimarlo electoralmente. Esta realidad nos interpela y muchos se preguntan qué sentido tiene el juego electoral si nuestra voluntad será vulnerada. Es una pregunta incómoda, pero legítima.

 

 
La segunda duda gira en torno a la capacidad que tenemos de defender el voto, revelar el fraude y hacer valer nuestra voluntad. En nuestra mente se presenta el siguiente escenario: salimos a votar masivamente, el régimen mueve sus hilos de poder, nos roban las elecciones y ¿Qué vamos a hacer? ¿Tenemos capacidad para defendernos? ¿Contamos con herramientas técnicas para revelar el fraude?

 

 
Estas incertidumbres están en el corazón de muchos y debemos reconocerlas porque ahí está escondida la fuente del optimismo. En cuanto a la transparencia del CNE, en un sentido, es poco lo que se puede hacer. Tibisay Lucena es funcionaria de la Revolución y está ahí para ganar elecciones. Pero la segunda duda ciudadana, la que se refiere a nuestra capacidad para defender el voto, es un horizonte de lucha amplio y abierto.

 

 
La apuesta electoral es real si la encaramos con fortaleza y reconocemos que se trata de un procedimiento democrático que se ejecuta en un entorno autocrático. El cambio político será posible en la medida en que comprendamos que la elección tiene la misión de prevenir el fraude o tener las herramientas necesarias para revelarlo el día de la elección.

 

 
Larry Diamond, politólogo de la Universidad de Standford, ha estudiado escenarios similares el venezolano y señala que “si bien una victoria de la oposición no es imposible, ésta necesita un nivel de movilización de oposición, unidad, destreza y heroísmo mucho mayor del que normalmente necesitaría para lograr la victoria en la democracia. También necesitaría observación e intervención internacional para anticipar y prevenir (como en el caso de Nicaragua en 1990) o desenmascarar y deslegitimar (como en el caso de Filipinas en 1986) las manipulaciones y fraudes electorales del régimen autoritario”.

 

 
En tal sentido, la propuesta de Ciudadanía Activa sobre las 20 garantías electorales es muy importante. La comunidad política entera, animada por el liderazgo, debe construir un entorno propicio para la transición democrática. En lo inmediato, es vital que exijamos con contundencia la publicación del cronograma electoral y la acreditación de observadores internacionales calificados.

 

 
Estas exigencias se deben traducir en acciones políticas que generen redes de confianza y de trabajo que nos permitirán identificarnos como la mayoría que somos. En esta tarea ciudadana es fundamental la visibilización masiva de fuerzas en la calle. Los ciudadanos necesitamos encontrarnos, nos urge reconocer que no estamos solos e  identificar testimonios visibles que muevan conciencias y le dejen saber al régimen que podemos superar nuestros miedos. El reto no es sencillo y los obstáculos son muchos. Pero nada que un pueblo organizado y decidido no pueda superar.

 

 
Paola Bautista de Alemán

@paoladealeman

pbautista@forma.org.ve

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Elecciones en Venezuela: el desafío de la confianza

Posted on: mayo 7th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

En las páginas de opinión proliferan análisis electorales. Especialistas muestran investigaciones que nacen del estudio de experiencias pasadas y de resultados de encuestas. Todo parece indicar que la Revolución es minoría, el descontento es mayoría y tenemos amplias posibilidades de obtener un triunfo imbatible en las urnas. Sin embargo, pareciera que esta “realidad” no se traduce en optimismo o esperanza. Conviene preguntarnos por qué se da este fenómeno. Si vamos a ganar ¿Por qué no percibimos alegría o esperanza? ¿Por qué no nos creemos el triunfo?

 
En democracia, la confianza es el motor de los procesos electorales. Los ciudadanos votamos porque sabemos que se respetará nuestra voluntad y quien resulte ganador ejercerá el poder conforme a las leyes. Cuando las elecciones se proponen en escenarios no democráticos la situación es distinta. Los ciudadanos no confían en quien custodia su voluntad y, en tal sentido, merma la motivación y el entusiasmo electoral. Frente a esta realidad nos preguntamos ¿Cómo motivar electoralmente ante un escenario adverso?

 
Cuando se plantean elecciones en entornos no democráticos no hay confianza institucional. Los ciudadanos comunes se preguntan -honesta y oportunamente- por qué el tirano habrá de facilitar el cambio político. En concreto ¿Por qué votar? Experiencias exitosas en otros países nos enseñan cómo transformar la inseguridad institucional en confianza política en el liderazgo opositor. La lógica ciudadana es la siguiente:no confío en quien custodia mi voluntad pero confío en quienes la defenderán con firmeza y sin miedo.

 
En tal sentido, el gran reto opositor en Venezuela es el desafío de la confianza. Si el liderazgo logra que confiemos en él y en su disposición para la defender los votos con firmeza volverá la ansiada esperanza y el deseado optimismo. Pero la confianza se construye con testimonio y coherencia. No basta con pedirla, hay que ganársela. Por ejemplo, negar el ventajismo electoral o la capacidad fraudulenta del régimen no genera confianza ni estimula al voto. Estas declaraciones siembran suspicacia. Por otro lado, exigir decididamente las condiciones electorales e involucrar a los ciudadanos en esta lucha es un camino real para construir la confianza y hacer creíble el cambio político que desea la mayoría.

 
En Venezuela el desafío de la confianza es una cuesta pronunciada. La opacidad de los resultados electorales del 14 de abril de 2013 y la actuación de la dirigencia opositora en ese momento frenan la construcción de la confianza en materia electoral. Algunos perciben que faltó firmeza al momento de defender los votos y se preguntan legítimamente si en 2015 existirá la actitud que hizo falta hace dos años. El desafío de la confianza es fundamental considerando la oportunidad real de cambio político que se nos presenta por vía electoral. Sin embargo, esa realidad solo se concretará si el liderazgo político conquista la confianza de los venezolanos y, de esa manera, consigue articular acciones políticas que permitirán la defensa del voto y el ansiado cambio político.

 

Paola Bautista de Alemán 
Comunicadora Social, mención Periodismo Impreso por la Universidad Católica Andrés Bello en el 2003. Diplomado en Filosofí­a en la Universidad Monteávila en el 2006. Maestría Ciencias Políticas por la Universidad Simón Bolí­var en el 2012. Autora del libro «A Callar que llego la Revolución». 

 

Educación en contexto

Posted on: mayo 7th, 2014 by Super Confirmado No Comments

La Consulta por la Calidad colocó en la agenda pública el problema educativo del país. Forma y otras organizaciones hemos unido esfuerzos para cultivar conciencia sobre el tema y a continuación compartiré impresiones desde tres perspectivas: análisis contextualizado de la Consulta, intercambio de opiniones con familias de distintos estratos socioeconómicos y mi condición de madre – esposa con vocación de servicio hacia lo público.

 

Desde que se inició la discusión sobre la Consulta hicimos una invitación pública a su análisis en contexto. Propusimos enmarcar la reflexión en el momento histórico en que surgió la iniciativa oficial. Debemos considerar que la Consulta apareció en medio de una profunda crisis política que, según la Conferencia Episcopal Venezolana (abril, 2014), encuentra sus causas fundamentales en “la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el Plan Patria, detrás del cual se esconde la promoción de un gobierno de corte totalitario”. Esta realidad nos invita a ampliar el análisis y a trascender aspectos técnicos o metodológicos. Estamos frente a una gran injusticia y, en tal sentido, es un problema político.

 

Aunque invitamos a ver más allá de los aspectos técnicos, resulta necesario precisar algunas ideas. La propuesta, entendida como un proyecto científico, presenta críticas en su alcance y viabilidad, en el instrumento de recolección de datos y en la metodología de aplicación del mismo. En cuanto al alcance y a la viabilidad, la viceministra Soraya El Achkar aclaró que no se cumplirá uno de los propósitos del mandato de la Consulta: no se tendrá formalmente un nuevo currículo para el próximo año académico. Asimismo, el instrumento de recolección de datos, lo que ordinariamente llamamos “encuesta”, es impreciso y carece de rigurosidad: son preguntas abiertas y se traslada al facilitador un poder deliberado al momento de transcribir los datos estimados. Sumado a esto, la metodología de aplicación del instrumento es poco fiable: las “encuestas” se aplicarán en las aulas a viva voz; este procedimiento puede ser inconveniente en los colegios en donde se sufre la politización de los espacios educativos.

 

El análisis debe incluir también dimensiones humanas como el miedo, el amor y la esperanza. No debemos olvidar que en Venezuela hay distintos tipos de comunidades educativas: 83% de las escuelas son oficiales y 17% son privadas. Las familias que hacen vida en las primeras sufren la politización de los espacios educativos, mientras que las segundas resisten a esta ambición limitando la presencia del régimen en sus entornos más cercanos. Después de más de dos meses de Asambleas Ciudadanas, en donde le hemos llegado a más de 12000 personas, puedo afirmar que nos une el miedo, el amor y la esperanza. Las familias venezolanas tenemos miedo; esta realidad condiciona nuestras acciones y la relación que tenemos con el bien común. El miedo nos encierra en nosotros mismos, nos atomiza y nos reduce a la supervivencia. Son muchas las comunidades educativas en donde se violenta a las voces disidentes, son miles las personas jubiladas antes de tiempo por pensar distinto y son demasiados los alumnos que reciben clases de historia al servicio del proyecto revolucionario. Estas injusticias nos empobrecen material y espiritualmente. Por eso, nuestro gran reto es generar espacios libres, auténticos y legítimos de participación – como las Asambleas Ciudadanas – en donde las familias se puedan conocer, reconocer y articular. En estos espacios ciudadanos, que con tesón y entrega estamos construyendo, identificamos el miedo que sufrimos, nos evaluamos en el amor a nuestros hijos y nos unimos en acciones que nos orientan con esperanza a un futuro mejor.

 

Ver la consulta en contexto implica entonces identificar la naturaleza del régimen que nos somete, analizar su calidad técnica y solidarizarnos con el difícil momento que vive la familia venezolana. Son muchas las injusticias que ocurren en materia educativa y la Consulta está enmarcada en esa realidad. Es un deber moral de quienes tenemos vocación de servicio hacia lo público orientar nuestros esfuerzos hacía los verdaderos responsables de esta desgracia que sufrimos como pueblo y acompañar en sus angustias a quienes de manera auténtica manifiestan su preocupación. Cuando el país vive sus horas más oscuras, la educación nos convoca y nos ofrece una oportunidad de unión en torno a un tema que es de todos y para todos. La educación nos une, nos convoca y nos exige mente clara y corazón abierto.

 

 

 

Por: Paola Bautista de Alemán

Testimonios de lucha, esperanza y perdón

Posted on: febrero 6th, 2014 by Super Confirmado No Comments

Diplomado de Teoría Política y Gestión Pública en Santiago de Chile. Jóvenes de toda Latinoamérica se presentan: nombre, país y organización a la que pertenecen. Me identifico y después, se presentan tres integrantes del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) de Cuba: Regis Iglesias, vocero del MCL, exiliado en Madrid después de sobrevivir siete años de prisión, y dos jóvenes de quienes me reservo los nombres por razones obvias. Así comenzó una semana de intensa reflexión. En estas líneas compartiré tres ideas que considero vitales para nosotros: Sentido de la lucha, cultivo de la esperanza y disposición al perdón.

 

Algunas veces me he preguntado por qué lucho. Cuál es el sentido. Por qué quedarse. Al compartir estas interrogantes con los miembros del MCL, uno de ellos dijo: “Cuba es un estadio a oscuras. Cada cubano tiene un fósforo y sabe que, al encenderlo, vencerá por segundos la penumbra y corre el riesgo de quemarse. Nosotros prendemos ese fósforo todos los días – a sabiendas de que el régimen nos puede apagar como lo hizo con Oswaldo Payá- con la esperanza de que un día contagiemos a todos y logremos liberarnos del comunismo”. Luego agregó, “yo lucho porque es lo que tengo que hacer; a eso estoy llamado. También entiendo a los que se tienen que ir. Cuba no es un lugar para vivir y cada cubano que sale de la isla es testimonio vivo de un sistema fracasado e inhumano”.

 

Otro tema recurrente fue la parálisis en la sociedad. Les comenté cómo el miedo nos ha hecho cómplices del régimen. Les hablé de nuestra lucha en el ámbito educativo; de cómo personas buenas se refugian en el silencio y adormecen su conciencia para protegerse dejando a un lado el sentido de bien común. Al escucharme sus miradas decían “esta película yo ya la vi” y, en algún momento agregaron: “este tipo de régimen te reduce a la supervivencia. Cuba es un desastre porque nadie pinta la casa antes de mudarse. Nuestra lucha es pasar de la espera a la esperanza y eso se logra dando testimonio de lucha y entrega. Esa es nuestra labor: mantenernos firmes en la esperanza. De esto salimos, Cuba será libre”.

 

Al escucharlos pensaba en nuestro mañana. Debemos preparar el espíritu para el perdón. Reconstruir al país pasa por reflexionar sobre el mal superado. En un futuro podremos decir “nunca más” si, en este camino de liberación, llenamos de sentido al acto de resistir. Me impresionó escuchar: “Nuestra lucha es por nosotros y por ellos, por todos los cubanos”. Y es que la reconciliación será producto natural de la liberación si tomamos conciencia de la naturaleza trascendente de los bienes que deseamos alcanzar. Queremos justicia, progreso y paz para todos los venezolanos; y en esa aspiración nadie sobra. En ese momento, cuando tomamos conciencia del alcance de nuestros propósitos, la división ellos y nosotros se borra. Esa separación artificial, que es una invención injusta del régimen, se agota cuando le imprimimos amor y entrega a nuestra pelea.

 

Después de conocer a quienes ahora considero hermanos de lucha, regresé a Venezuela convencida de la importancia de la labor de FORMA (www.forma.org.ve). Estamos haciendo lo que tenemos que hacer. En FORMA encendemos nuestro fósforo todos los días con el propósito de iluminar esta boca de lobo en la que se ha convertido nuestro país. Estamos contribuyendo con la liberación de todos los venezolanos; sin exclusión. Nuestros seminarios de formación política son una invitación responsable al encendido conciente del fósforo que guarda cada joven político que ama y lucha por esta tierra. Señores, estamos pintando la casa porque de aquí no nos vamos.

 

A mis amigos del MCL les digo que confío en que pronto se hará realidad el sueño de Regis: más temprano que tarde celebraremos en la Habana y en Caracas el fin de la pesadilla castrocomunista. El trabajo constante y liderazgos rectos inspirados en el recuerdo de hombres virtuosos como Oswaldo Payá golpearán las bases de este régimen inmoral y, más temprano que tarde, Cuba y Venezuela serán libres y, mientras eso sucede, la lucha nos habrá hecho mejores.

 

Por Paola Bautista Aleman

Un país sin vendas

Posted on: enero 9th, 2014 by Super Confirmado No Comments

El 6 de enero asesinaron a Mónica Spear y a su marido. Un día después el hampa se llevó al Prof. Guido Méndez y a su madre. Tres venezolanos menos, dos familias más sumidas en el dolor. Y es que el homicidio de los esposos Berry Spears sacudió al país por el perfil artístico de Mónica, pero injusticias de este tipo ocurren a diario.

 

 

No dejo de preguntarme cómo es posible que en 2013 hubo 24763 homicidios. Me indigna nuestro silencio. Nos hemos abandonado en el sálvese quien pueda y ahora lo nuestro es sobrevivir. Nuestro país está enfermo. Nuestro principal síntoma es el miedo que nos arroja al silencio y, aunque nos duela admitirlo, a la complicidad.

 

 

Detrás de estos síntomas se encuentra una patología específica: la Revolución Bolivariana. Son quince años de discurso de odio. Se trata del cobijo que se le ha dado a la guerrilla colombiana. La política de puertas abiertas frente al narcotráfico. La libertad con que funcionan los colectivos violentos en Caracas. Es la destrucción del poder judicial. Se trata de un régimen que ha destruido el tejido social del país. La naturaleza totalitaria de la Revolución configura un entorno que nos bestializa. Sólo así, con una sociedad aterrorizada y sometida a la injusticia, el régimen puede concretar su proyecto de dominación.

 

 

Nos urge identificar el origen del problema y llamar las cosas por su nombre. Llegó el momento de afinar el alma y acudir a la fortaleza. En justicia debemos decir las cosas como son: hoy Maya Berry Spear está huérfana por culpa de un Estado con vocación totalitaria que se sirve de la violencia hamponil para dominar a la sociedad entera. Decir la verdad es nuestro primer paso hacia la libertad.

 

 

Durante años hemos estado como el hombre que retrató Andrés Eloy Blanco en La Hilandera. Hemos dicho: “estoy cansado, tengo sed, la vida es mala; ya no me queda una senda donde no encuentre una zarza. Hila una venda, Hilandera, hila una venda tan larga que no te quede más lino; ponme la venda en la cara, cúbreme tanto los ojos que ya no pueda ver nada, que no se vea en la noche ni un rayo de vida mala”.

 

 

Durante quince años nos hemos puesto vendas para no ver esta desgracia. De alguna manera, hemos huido. El miedo nos ha adormecido los sentidos y, con tristeza debo decir, nos abandonamos en el sobrevivir. Pero la tragedia que azotó a la familia Berry Spear nos despertó y al país le sucede lo que al hombre del poema: “Y un día vio la Hilandera que el hombre ciego lloraba; ya estaba espesa la venda atravesada de lágrimas, una gota cristalina de cada ojo emanaba. Y el hombre dijo: – Hilandera ¡Te estoy mirando a la cara! ¡Qué bien se ve el mundo por el cristal de las lágrimas!”.

 

Que las lágrimas que hemos derramado cuando sufrimos dolor de patria sea ese bálsamo que nos llene de fuerzas para ver la realidad y actuar conforme a ella. Que sepamos perdonar a las personas y condenar al sistema y que, en unos años nuestros hijos puedan ver aquel paisaje que vio el hombre cuando se quitó las vendas: “Los caminos están frescos, los campos verdes de agua; hay un iris en las cosas, que me las llena de gracias. La vida es buena, Hilandera, la vida no tiene zaras, ¡quítame la larga venda que me pusiste en la cara! Y ella le quitó la venda y la Hilandera lloraba y se estuvieron mirando por el cristal de las lágrimas y el amor, entre sus ojos, hilaba…”.

 

Por Paola Bautista Aleman

Carta abierta a la ministra Maryann Hanson

Posted on: diciembre 16th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Ministra Hanson, me dirijo a usted con la intención de puntualizar algunas ideas que, como ciudadana y madre venezolana, estoy en el deber moral de comunicarle.

 

Preocupa profundamente su proceder en el Ministerio de Educación. La imposición de la Resolución 058, la distribución arbitraria de la Colección Bicentenario en las escuelas del país y la simulación de consulta en torno al Currículo Bolivariano configuran un escenario propicio para la dominación ideológica, para el culto a la personalidad y para el asentamiento de un discurso de odio basado en la mentira sistemática. Estas acciones revelan modos autocráticos y proponen un modelo educativo con rasgos totalitarios.

 

En numerosas ocasiones usted nos ha revelado que su misión frente al Ministerio es la instauración de una nueva ética socialista en el corazón de los niños venezolanos. Permítame decirle con firmeza que esta misión, además de ser abiertamente inconstitucional, ofende a las familias venezolanas ¡El corazón de nuestros hijos no le pertenece Ministra Hanson! El corazón de cada niño es responsabilidad natural y esencial de sus padres y de cada familia.

 

El cargo temporal que usted ocupa no la habilita a ir por la conciencia de nuestros hijos. Su labor se debe limitar a gestionar la educación en Venezuela. En tal sentido, usted debería dedicarse a promover iniciativas privadas que robustezcan a la sociedad civil y, sobretodo, está en la obligación de ofrecerle al pueblo venezolano una educación oficial que permita el desarrollo integral de la persona. Abóquese a eso y saque de sus ambiciones al corazón de nuestros hijos.

 

Señora Hanson, usted ha transformado al Ministerio de Educación en un instrumento de dominación. El aparato estatal que usted controla se dedica a sembrar el miedo entre dueños de colegios, directores de planteles, maestros, profesores, padres de familia y estudiantes. Esta política del terror ensimisma a las personas, las hace egoístas, desconfiadas, conflictivas. Su atropello castra las virtudes personales, nos arroja al engañoso sálvese quien pueda. Nos aleja de lo humano y nos acerca a las bestias.

 

A pesar de todo lo descrito en líneas anteriores, sepa usted que en Venezuela hay familias dispuestas a defender la educación de sus hijos y la libertad del país. No soy ingenua en este planteamiento. Con prudencia verdadera reconozco que la lucha se nos presenta desigual y opresiva. Usted se ha encargado de hacernos saber que, detrás de sus acciones, se encuentra el brazo tiránico de los Castro y, en tal sentido, resulta evidente que a usted nunca le faltará el tutelaje represivo en la asignatura totalitaria.

 

 

Sin embargo, con la fortaleza que ofrece la rectitud de conciencia y el inmenso amor que le tengo a mis hijos y a mi país le confirmo que seguimos incansables en la lucha llevando a la práctica lo que el beato Juan Pablo II nos enseñó: Ahogar el mal en abundancia de bien. Mientras usted siembra miedo, terror y odio, nosotros vamos ofreciendo libertad, virtud y amor.

 

Por Paola Bautista Alemán

Miedo al régimen y amor a nuestros hijos

Posted on: noviembre 11th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Es temprano en la mañana y poco a poco se comienza a llenar el pequeño auditorio del preescolar. A mi esposo y a mí nos convocaron para constituir los Consejos Educativos. Papás y mamás se van sentando. Ocho en punto, comienza la reunión. La directora nos da la bienvenida y repasa extractos de la resolución. La lectura es pausada, acrítica, medida; como quien cuida cada sílaba para no emitir juicio de valor.

 

Días previos mi esposo y yo le habíamos propuesto a la directiva del colegio que nos permitieran que el abogado José Vicente Haro ofreciera una charla sobre el tema y que luego, nosotros pudiéramos comentar la estrategia de resistencia que íbamos a ejercer como familia. Y así fue. José Vicente Haro compartió sus consideraciones y precisó las razones de inconstitucionalidad. Minutos después, Gustavo y yo manifestamos nuestra inconformidad con la resolución y anunciamos que no violaríamos la Constitución ni renunciaríamos a los derechos que tenemos como padres en la educación a nuestros hijos.

 

Nuestras palabras generaron tensión. Los papás y la directiva del colegio comprendieron los argumentos legales y encontraron coherencia en nuestras acciones pero, por alguna razón, se sentían incapaces de seguir el camino descrito. En ese momento identifiqué un sentimiento que, lamentablemente, se ha convertido en un común denominador de los auditorios en donde he tenido la oportunidad de intervenir sobre este tema. Se trata del miedo.

 

La Revolución Bolivariana ha promovido el terror. Los dueños de colegios temen que los cierren. Los directores tiemblan -con razón- al pensar que les pueden abrir causas administrativas o incluso, penales. A los papás que son empleados públicos o contratistas del gobierno les aterroriza pensar que su posición les pueda costar su puesto de trabajo – recordemos la Lista Tascón. En fin, no podemos negar que la Revolución nos empuja contra la pared y que, en muchas ocasiones, nuestro motor es el miedo.

 

Volvamos al auditorio. Nuestras intervenciones rompieron el frágil consenso. Se inició una acalorada discusión y una mamá – buena, sin duda alguna – dijo estas palabras: “Mira, acá en Venezuela se viola la Constitución todos los días y no pasa nada. Lo nuestro es sobrevivir”. En un sentido, sus palabras están llenas de una dolorosa realidad que nos entristece. Sin embargo, su actitud frente a esa situación es la que me mueve a escribir estas líneas.

 

Es mentira que cuando violamos la Constitución no pasa nada. Sí pasa; y las consecuencias las vivimos todos los días. Hay escasez porque se violan los derechos a la propiedad. Hay inseguridad porque, entre otras cosas, el Estado no garantiza el derecho a la vida. Hay presos políticos, porque no hay estado de derecho ni separación de poderes. Hay corrupción porque no hay probidad en la administración pública.

 

Los males cotidianos que usted y yo sufrimos son consecuencia de un ejercicio de poder no democrático con vocación totalitaria. Debemos reflexionar sobre esto y asumir nuestra cuota de responsabilidad. La defensa de la Constitución reposa en cada uno de nosotros. Usted y yo, como ciudadanos de a pie y venezolanos que amamos profundamente este país, estamos en el deber de respetar y hacer respetar nuestro pacto social.

 

Esta reflexión me lleva a un segundo comentario: “lo nuestro es sobrevivir”. El miedo nos transforma en la personificación del sálvese quien pueda. Nos nubla el juicio y nos hace desconocer las razones de nuestra tragedia como país. Este régimen se ha empeñado en que nosotros le pongamos límites a nuestra virtud personal. Que nos reduzcamos a la supervivencia cuando verdaderamente estamos llamados a la libertad y a la grandeza.

 

Personalmente me niego a decirle a mis tres hijos que “lo nuestro es sobrevivir”. Cuando Gustavo y yo recibimos nuestros tesoros y los pusimos por primera vez en nuestro regazo nosotros no les dijimos “vamos a sobrevivir”. En ese momento – y aún ahora – pensamos en grande, en echar pa´lante, en amar hasta el cansancio, en entregarnos para siempre, en enseñarlos a ser buenos, en formales una conciencia sensible ante la injusticia, en poner todos los medios para que, en su vida adulta, ellos puedan ser personas justas, templadas, fuertes y prudentes.

 

De modo que, cuando escuché a una mamá que, llena de realidad y cansancio, afirmó que lo de ella era sobrevivir, sufrí tristeza y cólera ¡No podemos dejar que este régimen y sus ataques nos reduzcan a eso y menos cuando se trata del futuro de nuestros hijos!

 

Esta lucha por la educación de nuestros hijos es titánica. Les confieso que es muy duro y difícil. Nuestro principal enemigo es el miedo. Cuando actuamos motivados por el terror nos ensimismamos, nos hacemos egoístas, nos refugiamos en el famoso “pragmatismo”, se nos nubla el juicio y se nos adormece la conciencia. No dejemos que el miedo sea el motor de nuestra historia. Nuestros hijos, y todos los niños de esta tierra, merecen que actuemos motivados por el amor que les tenemos.

 

Honestamente les digo que sí hay esperanza. El consenso que sustenta a la Resolución del 058 – y a muchas aberraciones de este régimen – es frágil. Recordemos que los acuerdos que reposan sobre el miedo son bóvedas que penden de columnas débiles, basta que un pilar se quiebre para que todo caiga por su propio peso. Que las familias venezolanas seamos ese asiento rebelde que, por amor a sus hijos vence el miedo y se niega a sostener la injusticia.

 

Por Paola Bautista

Resistir a la Resolución 058

Posted on: octubre 10th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Esta semana venció el periodo de gracia para la aplicación de la Resolución 058. Quienes tenemos hijos en edad escolar hemos recibido comunicaciones llamando a constituirlos. Sin embargo, todavía hay dudas y desconocimiento sobre la materia. En las siguientes líneas compartiré mi análisis sobre el tema.

 

La Resolución 058, donde se establece la normativa y procedimiento de los Consejos Educativos, es abiertamente inconstitucional. Viola los artículos 2, 75, 76, 104 y 106. El primer vicio se encuentra en los Propósitos; allí se afirma que la Resolución tiene como fin construir “el nuevo modelo socialista”. Esta intención es inconstitucional y violenta la voluntad que los venezolanos expresamos en las urnas en diciembre 2007. Debemos recordar, con propiedad y firmeza, que Venezuela no es socialista.

 

La Resolución 058 también restringe los derechos que tenemos las familias a educar a nuestros hijos. El instrumento legal dispone la conformación del Consejo Educativo. La dinámica de este organismo propone que la participación de los padres está sujeta a un proceso electoral en donde nosotros, los padres, tenemos que competir con todos los miembros de la comunidad educativa – no solo los otros padres, sino también personal obrero, educativo, consejos comunales y cualquier persona que se considere corresponsable de la educación de tu hijo – si queremos participar como voceros en el proceso educativo de nuestros hijos. La disposición horizontal de la instancia y la dinámica electoral a la que nos somete es perversa. Ninguna disposición del Estado nos puede obligar a entregar el derecho que tenemos de educar a nuestros hijos.

 

De igual manera, el instrumento legal viola el artículo 104 de la constitución. Cede la administración de los planteles a personas que carecen de la idoneidad para hacerlo. Por ejemplo, el colectivo que se encargaría del desempeño académico no debe estar constituido necesariamente por maestros o personal especializado. Por otro lado el Consejo Educativo y los colectivos que lo integran dependen de un órgano superior: La Asamblea.

 

Debemos estar atentos a esta Asamblea: la Resolución 058 no especifica límites geográficos ni cualitativos para definir quiénes integran esa instancia encargada de evaluar, aprobar y revocar el trabajo de los colectivos que integran el Consejo Educativo. Por tanto, cualquier persona que se considere corresponsable en la educación puede tocar la puerta del colegio y exigir participar del proceso educativo de lo más preciado que usted tiene: su hijo.

 

Luego se presenta un tema muy delicado: la politización de los espacios escolares. Esta Resolución y los propósitos que la fundamentan revelan explícitamente que su razón de ser responde a las ambiciones políticas del régimen y su objetivo central es hacer de Venezuela un país socialista. Este instrumento es siniestro porque abre una peligrosa hendija por donde se pueden colar la ideologización, la intolerancia y la destrucción de la educación pública y privada. Mi esposo y yo, como padres, estamos en el derecho de educar a nuestros hijos según los valores éticos y morales que decidamos y, en tal sentido, el socialismo puede ser una opción como lo es el liberalismo o el humanismo cristiano.

 

El artículo 106 de nuestra Constitución señala que el Estado venezolano debe proteger y alentar las iniciativas privadas en materia educativa, respetando el ideario que los emprendedores decidan suscribir. Esto significa que si un grupo hebreo quiere fundar un colegio está en todo su derecho. Lo mismo una congregación católica, una iglesia protestante o un movimiento laico.

 

Nos están llegando las circulares. Seguramente a usted lo convocaron para constituir el Consejo Educativo de su colegio y, después de leer los párrafos anteriores se pregunta qué puede hacer ¿Qué podemos hacer? Le voy a comentar lo que mi esposo y yo vamos a hacer. Para los Alemán Bautista supone un problema de conciencia ser cómplices en la violación de la Constitución. Y no se trata de escrúpulos legales. Ni Gustavo ni yo somos abogados. Sabemos poco de leyes, pero amamos la justicia y nos indigna el sometimiento. Reconocemos que existe una vinculación directa entre Constitución y modo de vida.

 

Sabemos que ceder en este aspecto sería un grave error. En artículos anteriores he comentado cómo me entristece que los venezolanos nos convirtamos en testigos silentes de las injusticias. Me perturba la conciencia saberme parte de una sociedad totalitaria que se reconoce enferma pero que, aún así, sigue funcionando por inercia. Esta es nuestra oportunidad como padres y como venezolanos de salir del mutismo, aunque sea en una reunión pequeña en los colegios de nuestros hijos. Es nuestra ocasión de dar testimonio de lucha y resistencia. Y la verdad es que nos sale de manera muy natural. Se trata del futuro del regalo más grande Dios nos ha confiado: nuestros tres hijos.

 

En tal sentido y amparándonos en el artículo 333 de la Constitución Nacional que obliga a todo venezolano a defender los derechos constitucionales, pediremos un breve derecho de palabra en la Asamblea Escolar y, con firmeza y valentía diremos lo siguiente: ”La familia Alemán Bautista se niega a participar en este acto que viola la Constitución Nacional en sus artículos 2, 75, 76, 104 y 106 referentes a la familia, a la educación y a la libre asociación. Por lo tanto, consignamos ante este organismo, de naturaleza inconstitucional, este documento que explica nuestra posición e invitamos a los presentes a adherirse a la propuesta”. La verdad es que no sabemos si alguien nos va a acompañar en la iniciativa.

 

No se cuál será la reacción de los otros papás. Pero sí se que, al menos, nuestra intervención será ese punto de partida que invitará al debate y llamará a la reflexión. Si usted, después de leer este artículo, desea promover el debate constitucional y dar testimonio de lucha, puede conseguir una copia del documento para desconocer la Asamblea Escolar por motivos de inconstitucional en la página web de FORMA. (www.forma.org.ve) Siéntase libre de bajarlo, imprimirlo e usarlo.

 

Esta acción de resistencia personal y democrática genera muchas preguntas ¿Qué pasará después? ¿Qué le sucederá a mi colegio si todos los padres nos negamos a ser cómplices en un acto que es abiertamente inconstitucional? ¿Cómo actuará el régimen si encuentra en las familias un muro de contención? ¿Qué tipo de sanciones sufriremos? ¿A dónde nos lleva esta lucha? ¿Qué tendremos que resistir? Muchas interrogantes, pocas respuestas. La incertidumbre es la mejor opción cuando lo que está en juego es la educación de los hijos y la conciencia propia. Así se nos presenta la lucha y Venezuela nos necesita valientes.

 

Por Paola Bautista de Alemán

El letargo y el antídoto

Posted on: octubre 2nd, 2013 by Super Confirmado No Comments

Viernes, siete y cinco de la mañana. Tráfico más complicado que de costumbre. Policías y militares mal encarados agitan los brazos ordenando a los conductores manejar rápido y salirse del atasco. Puente de los Ruices. Levanto la mirada: gandola chocada, cientos de motorizados, personas caminando con cajas. Se respira caos y tensión. Sigo andando, en pocos minutos llego a la oficina y el vigilante me pregunta: “¿Cómo está eso afuera?” Le comento lo que describí en líneas anteriores y él, con sabiduría popular me recomienda: “suba rápido, el diablo anda suelto”. La noticia: Gandola choca y el conductor muere asfixiado mientras saquean la mercancía.

 

El episodio me recordó la película “Hunger games”. Una sociedad postapocalíptica insensible ante la injusticia, reducida a sus instintos más básicos, condenada a la supervivencia. Para mí el viernes fue un día de tristeza, ira y reflexión. No dejé de pensar en el hombre que yacía agonizante mientras la turba se robaba la carne del camión. No salió de mi cabeza esa escena infernal: personas sobre personas, motorizados atracando a la gente atrapada en el tráfico, militares incapaces de reestablecer el orden. Es que este régimen inmoral nos invita todos los días a ser injustos.

 

Nos expone a situaciones que ponen en riesgo nuestra integridad física y, lo que es peor aún, enferma nuestro espíritu. Nos enfrenta a escenarios que nos reducen a la supervivencia y, si no nos refugiamos en la virtud, terminamos siendo una versión “postmoderna” del hombre hobbesiano. Esta Revolución nos deshumaniza, nos hace peores, nos iguala a las bestias, nos arrastra en su maldad ¿Cómo es posible que vivamos así?¿Cómo podemos permitirnos esta bestialización? Una vez más: dolor de Patria ¡Qué tristeza vernos así!

 

Horas después de la muerte del chofer y del saqueo del camión seguía pensando en la pasividad con que vivimos esta tragedia. Nada nos inmuta; nada nos conmueve. Estamos ensimismados. El virus totalitario se ha hecho de nuestra sociedad. El miedo nos frena y nos calla. Somos testigos silentes de la maldad y lo peor es que esta mudez nos hace, en cierta medida, cómplices.

 

Ya lo decía Vaclav Havel en su primer discurso como Presidente de Checoslovaquia cuando recordaba los años de resistencia al comunismo soviético: “Todos nos habíamos acostumbrado al sistema totalitario, lo habíamos aceptado como un hecho inalterable y, por tanto, contribuíamos a perpetuarlo. Dicho de otro modo, todos nosotros -si bien, naturalmente, en diferentes grados somos responsables del funcionamiento de la maquinaria totalitaria; nadie es sólo su víctima, todos somos partícipes también de su creación.”

 

Si bien asumo con dolor mi cuota de responsabilidad, ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo contribuir a humanizarnos? De nuevo: “Hunger Games”. En una parte de la película, la protagonista -Katniss Everdeen- hace amistad con una niña –Rue- quien debería ser su enemiga. Resisten juntas y encuentran en aquella relación un punto de apoyo. Rue, la pequeña de doce años, muere brutalmente asesinada y Katniss Everdeen se encarga de humanizar su desaparición física.

 

Embellece con flores su lecho de muerte; da testimonio de amistad. Esta demostración de amor humano despierta las conciencias de quienes son testigos de la injusticia y conmueve a los coterráneos de Rue. Se inicia una rebelión en contra del régimen en su distrito. Se desata lo que Josef Pieper llama “la santa ira”. Se acaba la mal llamada paz que nace de la opresión y comienza la auténtica lucha por la justicia. Una demostración de amor humano fue suficiente para encender la mecha de la verdad y de la libertad.

 

El antídoto para que sociedades secuestradas por regímenes totalitarios encuentren la ansiada justicia es precisamente ese: testimonios auténticos de amor y entrega. Vaclav Havel, Juan Pablo II, Lech Walesa, Mart Laar, Péter Veres, Oswaldo Payá; hombres virtuosos, personas capaces de asumir el sufrimiento que viene con la lucha. Inicialmente, para despertar los corazones de los habitantes de Panem –país ficticio donde se desarrolla Hunger Games, no hubo una organización masiva; solo fue necesario el testimonio de una joven que se negó a bestializarse, que le demostró a sus iguales la bondad de la que es capaz, que encarnó el espíritu y la humanidad que dormía en el sometimiento.

 

Cada día veo con más claridad que Venezuela clama a gritos un liderazgo moral que de testimonio de lucha y entrega. Líderes que no caigan en el chantaje del revolucionario de la violencia. Que comprenda – y sepa transmitir – que violento no es quien sufre los embates de la injusticia, sino quien ataca.

 

Que nos recuerde de lo que somos capaces. Que nos invite a ser mejores. Que nos hable con la verdad y confíe en que somos capaces de aspirar a bienes superiores como la paz y la justicia. Detrás de las voces consternadas y el silencio asustadizo del viernes, hay un país esperando despertar del letargo. Hay una sociedad que se sabe enferma y espera con ansias el antídoto adecuado, aquel que nos saque de esta pesadilla y nos ponga en el camino del bien común.

 

Por Paola Bautista de Alemán

El Pranato

Posted on: septiembre 24th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Titulares de la prensa venezolana: “Hallados 1.3 toneladas de droga en avión de Air France”; “Enfrentamiento entre motorizados y guardia nacional en Petare deja un muerto”; “Ministra de Comunicación denuncia silenciamiento de los medios privados”; “La masacre de Sabaneta”; “Escasez supera el 20 por ciento”; “Los precios por las nubes”; “Maduro endeuda al país en China”; “Diosdado alerta sobre golpe de Estado”.

 

En numerosas ocasiones me he detenido a hacer consideraciones sobre la naturaleza del régimen. Muchas veces he discutido sobre el tipo de gobierno que sufrimos. Nomenclaturas sobran: democracia desgastada, dictadura, autocracia, totalitarismo. Nadie se ha salvado de mis reflexiones: desde mi esposo, hasta mis compañeros de doctorado, pasando por la señora del automercado; con todos – rallando en lo intensa y fastidiosa – he compartido mis ideas sobre la naturaleza totalitaria del régimen.

 

Una vez más, las noticias de la semana pasada me han invitado a la reflexión. Es que quienes vivimos en esta tierra sufrimos muchas desgracias cotidianas: el tráfico, el alto costo de la vida, la escasez, la inseguridad, la inestabilidad política, el dominio del Estado en casi todos los ámbitos.

 

Pero, sumado a esto, cada semana nos confrontan realidades dantescas que nos asombran. La semana pasada, el Mocho Edwin, Pran de Sabaneta, descuartizó a 16 personas y se lo comunicó al país vía youtube con la seriedad que a veces esperamos del Gobierno. Luego, el sábado en la noche, el este de Caracas quedó sitiado por motorizados que decidieron enfrentar y someter a la Guardia Nacional en la redoma de Petare.

 

Venezuela, (des) gobernada por la Revolución Bolivariana y su versión criolla del totalitarismo comunista, se ha convertido en guarida de narcotraficantes, malandros y delincuentes. Lo que fuera una república es ahora una cárcel. Venezuela es un país de ciudadanos presos del miedo y de la precariedad. Los venezolanos resistimos entre los barrotes de la inseguridad, de la corrupción, de la escasez y de la inflación.

 

El gobierno de esta cárcel se lo disputan los pranes herederos. Nicolás y Diosdado, hijos de Chávez, se dan la mano en público pero muestran los colmillos en privado. Y en el medio de este desastre estamos las personas corrientes que caminamos pegaditos a la pared pidiéndole a Dios que nos haga invisibles cuando salimos a la calle.

 

Después de casi 15 años de gobierno la Revolución Bolivariana ha liderado el motín mayor. Así como el Mocho Edwin asesinó sin piedad a 16 personas, el régimen que nos somete ha enterrado a la República y a la democracia. Un hecho los diferencia; el primero tuvo la consideración de justificar lo sucedido al país por youtube; mientras los segundos se ahogan en la mentira y la propaganda. Aunque son dueños de todo, no se hacen responsables de nada. El reto de quienes sobrevivimos en este Pranato llamado Venezuela es que no nos consuma el sálvese quien pueda y que, de alguna manera, podamos articular un camino hacia la justicia y la paz. La aspiración es noble y el camino es complicado.

 

Por Paola Bautista de Alemán