La MUD: Renovarse o morir

Posted on: febrero 5th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Fue necesario que el rector del CNE, Luís Emilio Rondón, declarara que “el CNE no ha discutido hasta ahora el cronograma para las elecciones a gobernadores”, que Francisco Ameliach, gobernador de Carabobo, le aclarara al Coordinador Electoral de la MUD, Vicente Bello, “que en el TSJ sí existe una demanda, introducida por Jorge Rodríguez, para exigir la inhabilitación de la MUD por haber cometido un gigantesco fraude electoral” y que, Gerardo Blyde, jurista y alcalde de Baruta, denunciara que “una sentencia del TSJ fechada el 26 de enero conducía directamente al Fujimorazo”, para que ¡al fin!, Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y Coordinador Nacional de Primero Justica, afirmara “que en Venezuela lo que existe es un gobierno que ha tomado la decisión de gobernar por la fuerza bruta, la represión y la desmoralización del pueblo”.

 

 

 
En otras palabras que, una dictadura ortodoxa, bananera, tradicional, de las de antes, de las que no se le agua el guarapo a la hora de reprimir, encarcelar, torturar y matar y que, apresuradamente, ha introducido los cambios necesarios para enfrentar las resistencias que, sin lugar a dudas, se le vienen encima.

 

 

 
Era de suponer después de la desastrosa derrota que la oposición democrática le aplicó al madurismo en las elecciones parlamentarias del 6D, que determinó el fin del sistema híbrido (unas dosis de dictadura, más otras democracia, en un coctel que Chávez llamó “Socialismo del Siglo XXI), pero que, al final, concluiría envenenándolo, cuando los precios del petróleo no fueron suficientes para sostener “tanta belleza”.

 

 

 
Pero la oposición de aquellos días, semanas y meses, no estaba para oír malas noticias y prefirió tomar la vía contraria, proclamar que la utilidad del electoralismo brillaba con más fuerza que nunca, que la Constitución, más la presión de calle, preparaban al pueblo para la victoria definitiva, y siguió Revocatorio arriba, decidida a que el castrochavismo no conociera el 2017.

 

 

 
Y lo conoció, aún más, lo está disfrutando, pero no porque tuviera que salir de una vez con los dientes y garras con que amenaza ahora, sino por un artilugio, el diálogo, dicen que sacado del sombrero de un grupo de magos españoles y venezolanos, que, con el aplauso de Maduro, lograron que el sistema híbrido colapsara, pero como diría el poeta T.S. Elliot, “no con un grito, sino con un sollozo”.

 

 

 
Por eso, un Maduro cómodo, y quizá confiado, oye las noticias del cambio que, según Julio Borges, hay que introducir en la naturaleza, estrategia y destino de la MUD, si bien el dato de que más del 80 por ciento de los venezolanos rechaza el régimen, lo obliga a cerrar el grifo electoral, a barrer con los restos de la AN y a sacar de juego “esa MUD” que no lo deja dormir tranquilo, “como un niño”.

 

 

 
Desde luego que, nadie se ha divertido tanto como Maduro con las noticias que le llegan a diario de la división de la MUD, que partidos miembros de la Unidad, como UNT, de Manuel Rosales y “Avanzada Progresista” de Henry Falcón, se desprenden y adversan posiciones contrarias al diálogo o que no ponen demasiado énfasis en una campaña a favor de las regionales, pero sin que se entere del inicio de una guerra intraMUD que si terminaría de enviarla al baúl de los recuerdos.

 

 

 

 
Es todo lo contrario, la Unidad persiste, y es porque, tanto los que abogan por enderezar el rumbo, como los defiende continuar las políticas que desalojaron la calle y casi dan al traste con las conquistas del 6D, están prefiriendo (ellos sí) dialogar y evitar los traumas en caso de una discusión para la unión o la separación.

 

 

 
Una y otra vez, Maduro, le pide a Reverol que cliqueé, desde un celular, el audio de un evento en un instituto de politología de Caracas llamado “Fermín Toro”, donde Borges, con voz pausada, de profesor de clases de yoga, o más bien, de alumno del historiador Carrera Damas, dice:

 

 

 
“De manera siguiente tocaban las elecciones de gobernadores, hace un mes, en diciembre del año pasado: el gobierno también tomó la decisión de que no iba a haber elecciones de gobernadores y lo que ha habido entonces es un proceso de mayor asfixia, desde el punto de vista político de los espacios democráticos de un gobierno, que lo que ha tomado es la decisión de gobernar con la fuerza bruta, la represión y la desmoralización del país democrático”.

 

 

 
Y Borges va a seguir, y Reverol no da muestras de apagar el audio, cuando Maduro le dice: “Vámonos Néstor, que tenemos que terminar el decreto que crea las unidades de paz que saldrán a combatir los disturbios”. Y se van, presidente y ministros se van, no con miedo, pero si algo nerviosos.

 

 

 
Es el 1 de febrero del 2017, cuando gobierno y oposición vuelven a desplegar sus fuerzas, porque las derrotas o victorias para uno u otro bando, no significan el dominio o el aniquilamiento definitivo, y se sale de la victoria del 6D, o de la derrota del diálogo, con las mismas fuerzas para emprender la próxima batalla.

 

 

 
Por eso, Julio Borges, pasa revista a sus tropas, hace una quirúrgica descripción del momento, define al enemigo y luego precisa las urgencias que tiene la MUD si quiere recuperarse y proponerse la victoria definitiva. Insiste en el tema de la dictadura y el agotamiento del modelo electoral o electoralista:

 

 

 
“Esa es la realidad que estamos viviendo hoy; realidad que todos conocemos pero que quizás no hemos asimilado y metabolizado en toda su dimensión, y que era por eso que comenzaba con esa introducción, porque la perspectiva de este año que se inicia, es la de entender que el gobierno está absolutamente fuera de lo constitucional, de que el gobierno tomó la decisión de que no hay elecciones en Venezuela hasta que ellos no les dé la gana, y que frente a esa realidad de hecho, es donde la oposición tiene el desafío de verse como pueblo, como ciudadanos y como pueblo histórico, y que estamos en capacidad de vencer y de revertir esa realidad”.

 

 

 
En otras palabras que, otro párrafo definitivo en el discurso, otro con todo el peso de una reflexión sentida, porque si hay un dirigente de la oposición democrática que creyó en el diálogo y la solución negociada, ese fue Julio Andrés Borges.

 

 

 
Ahora, precisa, hay que tomar otro camino, hay que continuar pero con ideas y estrategia nuevas, y para ello, nada más importante que cuidar la unidad.

 

 

 
“La unidad” dice en el foro del Instituto de Estudios Parlamentarios “es un punto que nos atrapa en una de las mayores crisis que ha tenido la unidad democrática desde que comenzó en el año 2008. Primer desafío: si nosotros no somos capaces de reconstruir, relanzar, reorganizar y fortalecer, no sólo la unidad de la oposición, sino la unidad de toda la sociedad venezolana, nosotros vamos a perpetuar las herramientas y las bases para que el gobierno siga en esta inercia no democrática del país”.

 

 

 
Pasa de seguidas al que consideramos es el punto medular de su intervención en el Foro: “Esa es una tarea de la oposición, de los partidos, de la dirigencia y donde hay un sentido de urgencia con un compromiso desde el año pasado de relanzar la unidad y que todavía no se ha materializado. ¿Por qué no se ha hecho? Porque hay todavía una conjugación de visiones externas, sobre cuál debe ser la ruta política y sobre cuál, incluso, debe ser la naturaleza de la unidad; por eso lamento que no haya sido posible que se construya un rompecabezas unitario y pueda haber ese relanzamiento de la unidad”.

 

 

 
Que ya, incluso, ha sido anunciado por Jesús “Chúo” Torrealba, y por dirigentes de “Primero Justicia” y “Voluntad Popular” y, que definitivamente, no puede escapar de la próxima semana porque se acercan jornadas como la celebración del “Día de la Juventud”, el 12 de febrero, que tanta oportunidad ofrece para que la MUD se aparezca renovada y sin los abrojos que están entorpeciendo enormemente su presencia y desarrollo

 

 

 
Día que recuerda a los estudiantes del Seminario de Caracas que, oyendo el llamado a las armas del general, José Félix Ribas, se enfrentaron a Boves en La Victoria y lo derrotaron en 1814, a los que cumplieron las primeras jornadas de protestas contra el gobierno postgomecista de López Contreras en 1936 y a los que, el 2014, se rebelaron en San Cristóbal y fueron inundando el país de protestas para decirle al dictadorzuelo que Venezuela estaba viva y decidida a no dejar pasar su tiranía.

 
Y que dejará más claro que en cualquier otro fecha, que la unidad y la renovación de la MUD no podrá ser para tomar un atajo acomodaticio y coexistencial, sino para volver a la calle, entender que es el único camino ante el cual tiembla Maduro y que con una oposición que aprendió las lecciones del 2016, el 2017 será otra historia.

 

 

 

 

 

Manuel Malaver

Un gobierno aterrado logra paralizar a la MUD

Posted on: noviembre 3rd, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

Pienso que se había visto pocas veces en la historia -o mejor dicho, no se había visto nunca-pero el aterrado gobierno de Maduro escapó del cerco que le había tendido la MUD y ahora es la alianza opositora la que, si no está aterrada, al menos está paralizada.

 

 

 

Lo más sorprendente, sin embargo, es que Maduro continúa débil y la oposición fuerte, pero el exlíder autobusero está movilizando mejor las escasas fuerzas que controla y la MUD desmovilizando a las inmensas que les son afectas.

 

 
Claro que Maduro está recibiendo el apoyo de poderes mundiales como el Vaticano y el gobierno de los Estados Unidos (los mismos que apoyaron la consolidación de la dinastía de los hermanos Castro en Cuba y casi le entregan la mitad de Colombia a las FARC y a Timochenko) pero la MUD cuenta con el apoyo del 80 por ciento de los venezolanos que se quedarán con los crespos hecho porque la MUD decidió “no actuar”.

 

 
Aunque, la verdad es que sí está actuando, o interactuando, con el gobierno de Maduro, el mismo que tenía aterrado hasta hace unas horas, y en un diálogo que, lógicamente, el acorralado usará para tomar aire, oxigenarse, y contraatacar en cuanto se sienta recuperado.

 

 
Pero hay quienes dicen que no, que en 11 días, que es cuando se realizará la próxima cita entre los dialogantes, el exlíder autobusero recibirá algo así como una iluminación y complacerá a la MUD en todas sus peticiones.

 

 
En todas, menos una: no habrá Referendo Revocatorio para este ni para ningún año y la MUD tendrá que conformarse con una convocatoria a elecciones generales para finales del próximo año, o a lo mejor, con las elecciones presidenciales del 2019, que es cuando se le vencerá al período a Maduro.
Y todo porque el indocumentado, que ahora también es conductor de un programa radial llamado “La hora de la salsa”, sabe dividir a la oposición y, lo que es más, persuadirla para que abandone la calle.

 

 

Manuel Malaver

@MMalaverM

La CEV, Monseñor Padrón y el diálogo

Posted on: octubre 28th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Considero acertadísima la intervención de la Conferencia Episcopal Venezolana, y de su presidente, Monseñor Padrón, en el deslinde con el diálogo que, fraudulentamente, nos trajo Maduro del Vaticano después de una reunión con el Papa Francisco el lunes.

 

 

 

Y es que, si es cierto que tanto el gobierno, como la MUD, se habían dirigido a la Santa Sede para pedirle su participación como “mediador” en el diálogo, no era para que, en un momento de extrema debilidad del régimen, en uno en que le había negado al pueblo su derecho a convocar un Referendo Revocatorio, se presentara Maduro con una suerte de bulo papal a decir que lo que había era que dialogar y aquí no ha pasado nada.

 

 

 

Ya se conocen algunos de los intríngulis de la visita de Maduro al Vaticano, y también que, si hubo un contacto con el Papa no fue de más de cinco minutos y que, si se habló del diálogo, fue de una manera muy tangencial y sumaria.

 

 
Maduro, al contrario, afirmó que la reunión había durado casi una hora, que hablaron de los precios del petróleo, de los refugiados del Medio Oriente, de las elecciones en USA y, sobre todo, del diálogo.

 

 

 

En otras palabras que, Su Santidad había bendecido el diálogo, había nombrado su representante en el mismo, el Nuncio del Vaticano en Argentina y a conversar sin acordarse de más nada.

 

 

 

Y es aquí donde la CEV, y en especial, su presidente, Monseñor Padrón, le recordaron algunos detalles a Su Santidad, al Nuncio en Argentina y a Maduro: No puede haber diálogo hasta que al pueblo le sea restituido el derecho a revocar al presidente, mientras haya presos políticos, se le violen los derechos humanos a los venezolanos y le sean impuestos estragos como el hambre y la falta de medicinas y cuidados médicos por el fracaso del socialismo.

 

 

 

De modo que, antes que dialogar hay que enmendar, que corregir, y si no, que resuelva el pueblo en la calle.

 

 

Manuel Malaver

Con la Iglesia hemos topado

Posted on: octubre 25th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Cabe recordarlo, no solo como otra de las inmortales frases del Quijote, sino como una lección de vida y de política que conviene tener en cuenta cuando los asuntos humanos trascienden las circunstancias de lo básico y requieren la presencia de expertos en lo complejo, en lo indescifrado.

 

 

 

Por eso, saludamos el gesto del Papa Francisco y del Estado Vaticano de involucrarse en los esfuerzos por encontrarle una solución a la agudísima crisis política, económica y social venezolana que, de otra manera, no derivaría sino en una confrontación recurrente y creciente cuyo paso inmediato sería la guerra civil,

 

 

 

De ahí que, convenga recordar algunas variables que, seguramente, el Papa Francisco y el Estado Vaticano las conocen tanto como nosotros, pero que pueden ser objeto de desvíos y manipulaciones, dado su halo estratégico y multifuncional.

 

 

 

El problema fundamental de Venezuela es, esencialmente, político y tiene que ver con el intento frustrado -que ya dura 17 años- de una élite de civiles y militares marxistas de hacer de Venezuela otro laboratorio en el cual, a través del socialismo, se sacrifican los derechos humanos en el altar de una utopía que ha fracasado en todos los países donde se ha emplazado y no será distinto en la patria de Bolívar.

 

 

 

Por esos laberintos, nos llevaron al hambre, a un escasez pavorosa de alimentos y medicinas, de servicios públicos, de seguridad personal y una hiperinflación del 700 por ciento anual que pulverizó el valor del trabajo.

 

 

 

Por todo ello, Venezuela es hoy una sociedad enferma de injusticias, desigualdad, miseria, en la cual, además, se siembra el odio y la división para que la élite gobernante persista en sus perversos fines.

 

 

 

Pero no sin que el pueblo venezolano, desde que comenzó su tragedia, no haya luchado sin tregua ni pausas para que los cabecillas “del modelo”, ayer Chávez y hoy Maduro, fueran desalojados del poder.

 

 

 

Esa lucha se llama hoy el Referendo Revocatorio que el pueblo venezolano ha convocado para ponerle fin a una crisis humanitaria que es el resumen del infierno socialista.

 

 

Y la presencia de la mediación del Papá Francisco y del Estados Vaticano es para darle una mano, muchas manos, al sacrificado pueblo de Venezuela, y no a sus enemigos.

 

 

 Manuel Malaver

Malaver: El único que falta en el “cerco” contra Maduro es el Papa

Posted on: septiembre 29th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

No es que Su Santidad, el Papa Francisco, no haya denunciado la catástrofe humanitaria que sufre Venezuela, ni haya clamado contra sus autores, ni intercedido por la libertad de los presos políticos, pero si nos parece que debe tener un papel más activo en las presiones internacionales para que el pueblo venezolano pueda poner fin a este mismo año a una tragedia que es escándalo del mundo.

 

 
No es pedirle mucho al Pastor de la religión que practican el 90 por ciento de los venezolanos y cuyos sacerdotes predican la fe de Cristo y la defensa de los valores humanos en todos los rincones de Venezuela.

 

 

Y no desde ahora, cuando ya no hay dudas de la ruina a que condujo al país la última ateocracia del mundo occidental, sino desde aquel fatídico 1999, cuando Chávez comenzó la cruzada de cubanizar a 27 millones de venezolanos.

 

 

Que no se han rendido, ni se van a rendir, sobre todo si el jefe de la Iglesia Católica, y su estado, el Estado Vaticano, se unen a la ONU, la UE, la OEA y el Mercosur en el esfuerzo para que la dictadura de Maduro respete la Constitución, celebre este mismo año el Referendo Revocatorio y acate la voluntad popular.

 

 

Creo que, es en esta dirección hacia donde apunta la invitación que hicieron ayer, desde la Nunciatura Apostólica de Caracas, el diputado y vicepresidente de la Asamblea Nacional, Enrique Márquez, y el Secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, a Su Santidad y al Secretario del Estado Vaticano, Cardenal, Pietro Parolín, para que a la brevedad se incorporen a un diálogo que debe empezar cuanto antes y que no tiene otro objetivo que obligar a Maduro a que cumpla la Constitución.

 

 

Y que no dudamos en calificar de “cerco”, pues estamos seguros que, la mayoría calificada de sus participantes, va a coincidir en que la catástrofe humanitaria que vive Venezuela no tendrá fin si Maduro y el sistema socialista son revocados.

 

 

Por Manuel Malaver /

@MMalaverM

Dialogando con Maduro

Posted on: septiembre 18th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Afirmar que Maduro y diálogo son términos antagónicos no debería provocar en Venezuela otras dudas que las que despiertan evidencias como “la noche es oscura” y “el día es claro”.Pero como quizá por el exceso de olvido que padecemos, o mejor, por la angustia que persigue a algunos por encontrarle una salida pacífica y consensuada a la crisis que nos tiene al borde de la guerra civil, de tiempo en tiempo y de cuando en vez, dirigentes de todos los mundos (político, empresarial, social, religioso, cultural, etc) aparecen dándose un baño de lo que, mediáticamente, titulo, “Dialogando con Maduro”. Me he tomado el cuidado de aconsejar a los ingenuos que ya cayeron, o son propicios a caer en tal laberinto, con la advertencia que, según Dante Alighieri en la Divina Comedia, se leía a las puertas del Infierno: “¡Oh, los que entráis, dejad toda esperanza!”.

 

 

 

Es una experiencia que no se la deseo a nadie, ya que, por lo general, Maduro patea la mesa antes de comenzar el diálogo, o si lo comienza y da la impresión que todo va bien, se para y la próxima vez que la contraparte lo ve es dándole un insulto por televisión, o si no, lo peor: Maduro transfiere el diálogo a unas comisiones que por meses y años estarán dándole vueltas a los asuntos y nunca concluirían en nada.

 

 

 

Y en eso tengo que admitir que Maduro, al igual que Chávez, resultó un digno discípulo de los sistemas comunistas ruso y cubano, los cuales, si sobrevivieron por décadas casi centenarias, fue porque cuando estaban débiles salían a dialogar, pero si estaban fuertes, el mundo se les iba en cárceles, cámaras de tortura y paredones de fusilamientos.

 

 

 

Lo único que no puedo atribuirles a Chávez y Maduro, son los paredones de fusilamiento, pero sí otros, como fue militarizar el país a extremos abominables, convertirnos en un estado fallido y forajido, mutilar la democracia y acabar con la independencia de los poderes, destruir adrede el aparato productivo y la capacidad exportadora de crudos de Pdvsa para hacernos dependientes del Estado en el suministro de alimentos y medicinas, y entregar a las fauces de la corrupción nacional e internacional una cuantiosa riqueza cercana a los 900.000.000.000 de dólares con la cual nos hubiésemos independizado de la pobreza y la desigualdad extremas por todo el siglo XXI.

 

 

 

Por eso, los inscribo en la misma escuela de los hijos de Lenin y Stalin, y de Fidel y Raúl, para quienes dialogar no fue nunca un ejercicio para ceder, y mucho menos entregar el poder, sino para aumentarlo, acrecentarlo, inflarlo, y después venir a buscar con horca y cuchillo a los que, ingenuamente, creyeron en el diálogo.

 

 

 

Porque ¡oigan!, no dialogaron, no cedieron… ¡ganaron tiempo!, y en esos meses y años los que estaban fuertes se debilitaron y los que estaban débiles se fortalecieron.

 

 

 

Lo vimos, lo sufrimos, los venezolanos, después de la caída y regreso de Chávez al poder en abril del 2002, cuando, apareció con aquel crucifijo, y rezaba, y lloraba, y se arrodillaba y se dejaba insultar por medio mundo en el canal 8, mientras preparaba el asalto a Pdvsa, la limpieza ideológica en la FAN y se hacía con todos los ingresos en dólares del país con el control de cambio para devenir en el hombre más rico de Venezuela y América Latina.

 

 

 

Pero Maduro también nos dio una lección de diálogo a mediados del 2014, luego que perpetró el asesinato de 42 estudiantes entre febrero y junio de ese año, y llenó las cárceles, los hospitales, y los tribunales de presos, heridos y enjuiciados, y para lavarse la sangre que le manchaba su traje Valentino, inventó un diálogo y todos saben en que terminó: “Palabras, palabras, palabras”. ¿Verdad Enrique Márquez, verdad Timoteo Zambrano?

 

 

 

Es la consecuencia de la praxis de una filosofía del poder que solo se vino a conocer en el siglo XX, con la emergencia de los totalitarismos nazi y soviético, los cuales, por estar estructurados para producir resultados redentores de largo plazo, como pueden ser el dominio de la raza superior, o del partido superior, entonces no se paran en las transgresiones que sean necesarias para mantener lo que ganaron con mucho o poco esfuerzo.

 

 

 

Y el poder, aparte de ser eterno, es el paraíso y no se puede perder por moralismos más y moralismos menos y si hay que engañar hay que engañar, si hay que mentir hay que mentir, y si hay que dialogar hay que dialogar, pero siempre con la visión de que la conservación del poder es innegociable. A menos que se produzca una implosión en el sistema que es rara pero no imposible, o que el pueblo casi como un todo, rodee a sus opresores y los obligue a claudicar y renunciar.

 

 

 

A este respecto la caída de la Unión Soviética y de los países de Europa del Este darían mucha tela que cortar, porque, a la implosión siguió un levantamiento popular y se licuó el sistema, pero los dos fenómenos por sí solos no logran el milagro y la oposición venezolana debe cuidar el capital político que tanto le ha costado reunir por hacerse una foto o caer en la lengua de esperpentos del tipo Cabello, Istúriz o el psiquiatra Jorge Rodríguez.

 

 

 

No sé por qué, al escribir la última línea, se me vino a la memoria George Kennan, el diplomático, politólogo e historiador norteamericano, inspirador de las políticas de negociación de los Estados Unidos con la Unión Soviética durante la “Guerra Fría”, y quien había empezado estableciendo “que el totalitarismo comunista representaba una variedad única del mal”, y por tanto, dialogar o negociar con él no significaba nunca bajar la guardia y creer que dialogaban de “buena fe” y estaban dispuestos a cumplir los acuerdos firmados, sellados y refrendados.

 

 

 

Dialogar y negociar, sí, aconsejaba Kennan, pero antes exigiéndoles una prueba de buena fe a los dictadores, como fue el caso de Anwar Sadat, que luego de lo que parecía una guerra interminable, tomó en 1977, la decisión valiente de viajar a Jerusalén y declarar públicamente ante el Knesset el derecho de Israel a existir. ¿Ha tenido Maduro algún gesto de buena fe? Creo que no, todo lo contrario. Se ha dedicado a mantener una represión sistemática, por la que ahora hay más presos políticos en las cárceles que cuando planteó su arterísimo “dialogo de paz”.

 

 

 

“El mal existe”, parecer decir Kennan en sus cuantiosas cartas, informes, consultas y hasta telegramas, “y está encarnado en Lenin, Stalin y Hitler”. Y yo agregaría: Mao, Fidel y Raúl Castro, Pol Pot, Kim Il Sung y familia, Mugabe, los Kirchner, Chávez, Maduro, Ortega, Correa y Evo Morales.

 

 

 

Es una simple lección de antropología política que se le olvidó a un todavía presidente de los Estados Unidos llamado, Barack Obama, quien, descongeló el necesario distanciamiento entre su país y Cuba a cambio de las promesas de un taimado Raúl Castro de darles libertad y democracia a los cubanos y sigue reprimiendo más que nunca a “Las damas de blanco” y a los disidentes isleños.

 

 

 

Y que hacen lo imposible por desmoralizar, desmovilizar y congelar a las fuerzas opositoras si su decisión es avanzar con políticas que arrollen a los totalitarios, y como último recurso, sacan a los Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández, Martín Torrijos y Timoteo Zambrano para que hagan el trabajo que no pueden hacer los Padrino López, los Néstor Reverol y Antonio Benavides.

 

 

 

Combo al cual deben cuidarse de pertenecer los líderes opositores colmados de “olvidos” y “angustias”, como que ya han tenido tiempo para definir a los enemigos e, igualmente, para establecer cuál es el diálogo que buscan y por qué lo buscan y cómo jamás llegarán a cumplirlo, ni a honrarlo.

 

 

 

Lo cual no quiere decir que, en coyunturas específicas, no se dialogue, pero nunca ignorando lo que quiere el adversario, que siempre es “ganar tiempo”, “desarmar tus políticas”, y al final, desplazarte de los espacios que habías conquistado.

 

 

 

Pero en conjunto, “los diálogos” y “acuerdos” entre oposiciones democráticas y gobiernos totalitarios en el poder nunca pueden significar que los demócratas entreguen sus cuarteles, tragedia que puede resultar porque los opositores decreten una tregua política, o porque permitan que los regímenes dejen filtrar la idea (en la que no creen) que “el diálogo” y “los acuerdos” ya representan la paz y los alzados no tienen razones para permanecer en la calle.

 

 

 

Creo que por este tramo van los sucesos que se suscitaron a partir del jueves pasado, cuando el gobierno reveló que, desde hacía un mes, el oficialismo y la oposición habían tenido dos reuniones para explorar un “pre diálogo”, y la oposición, o mejor dicho, la MUD, no ha tenido la discreción de explicarle detalladamente a la ciudadanía qué pasó, cuáles razones motivaron los contactos y qué fue lo que se discutió.

 

 

 

Aunque era de sospechar por una entrevista que Enrique Márquez dio al diario “Panorama” hace una semana, antes de que se hiciera pública la noticia, diciendo: “Hay diálogo entre el gobierno y la oposición, se ha llegado a acuerdos interesantes, pero no podemos adelantar nada”, y Alfonso Marquina le había soltado al diario “El Impulso” una semana antes esta frase enigmática: “El Revocatorio puede darse en cualquier momento. La fecha no es importante”.

 

 

 

En otras palabras, que los jefes de los cuatro partidos representados en la MUD, o participaron o debieron estar informados, y si no sucedió una cosa ni la otra, era porque sus colegas tenían tiempo dialogando y los dejaron en la situación de los maridos engañados que son los últimos en enterarse de que un día amanecieron con “las insignias de Vulcano” (Shakespeare dixit).

 

 

Manuel Malaver

 

Malaver: «Hasta Ban Ki-Moon dice que en Venezuela hay crisis humanitaria»

Posted on: agosto 11th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 
Jue, 11/08/2016 – 08:00Todo el mundo conoce -y alaba- lo especialmente moderado que es el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, un surcoreano que, sin duda, llevó al organismo mundial la prudencia y ponderación que, para la evaluación de cualquier situación humana, recomendaba el filósofo favorito de Ban: Confucio.

 

 

Sabiduría que ha resultado de inmensa utilidad en los turbulentos tiempos que vivimos, y en los cuales, recurrir a ideas, palabras y gestos apropiados puede ser la vía que conduzca a las negociaciones, diálogos y acuerdos.

 

 

 

Lo cual, en absoluto, ha sido pretexto para que Ban Ki-Moon no denuncie a las dictaduras que aun aterrorizan al mundo y que, en el caso de conflictos genocidas como el de Siria, no se haya pronunciado por aplicar las sanciones más extremas a los enemigos de la paz.

 

 

 

Es el mismo, Ban Ki-Moon, que ayer reconoció, sin ambages, en Buenos Aires, que en Venezuela “hay una crisis humanitaria” y, básicamente, referida al hecho de que. la mayoría de la población se quedó sin comida y medicinas y no hay entes públicos ni privados que se las suministren.

 

 

 

No se olvidó Ban de señalar que, era urgente que el gobierno de Maduro aceptara la ayuda humanitaria, y que países de la región y de Europa, presionaran para que su presencia se hiciera sentir en Venezuela si sus autoridades la aceptaran.

 

 

 

Pero no la aceptarán, por más que sobran los testimonios de lo que es ya un escándalo que sacude al mundo- porque el gobierno de Venezuela que preside Nicolás Maduro, es de los que llaman socialistas, populistas y marxistas que no se propone darle de comer y suministrarle medicinas a la gente, sino comprobar una tesis: aquella que establecieron los filósofos alemanes Marx y Engels de que el socialismo es superior al capitalismo y la propiedad colectiva superior a la privada.

 

 

 

Mentira que ya fue demostrada cuando casi 2 mil millones de personas derrocaron, a comienzos de la década de los 90, la mayoría de los regímenes socialistas y comunistas que existían en el mundo y que todavía puede verse en los gobiernos residuales de Cuba y Corea de Norte.

 

 

 

Por Manuel Malaver / @MMalaverM

Es el hambre, estúpidos, es el hambre

Posted on: julio 24th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

En las últimas dos semanas el mundo contempló asombrado cómo la apertura intempestiva del cierre fronterizo San Cristóbal-Cúcuta generó una avalancha de casi 100 mil venezolanos que, se lanzaron hacia pueblos y ciudades colombianas a comprar, desesperados, dos productos que hace tiempo desaparecieron en Venezuela: alimentos y medicinas.

 

 

 

Se vivieron escenas de euforia, alegría, dolor, incredulidad y terror, porque, contrario a lo que normalmente sucede, no eran los soldados y guardias de seguridad colombianos quienes podrían disparar para impedir la violación de la línea de demarcación binacional, sino los guardias nacionales venezolanos, que, armados hasta los dientes, eran atropellados y, estupefactos, permitían que  sus connacionales “invadieran otro país”,

 

 

 

La pregunta es: ¿qué extraño fenómeno  sucedía en la política de los dos países hijos de Bolívar para que, se invirtieran los roles en un tema tan sensible como es el de la soberanía nacional y uno de ellos, Venezuela, hiciera de invasor, y el otro Colombia, se dejará invadir?

 

 

 

Se trataba de un tema de crisis humanitaria, sin duda, pues solo en la circunstancia de que resulte evidente que una gran catástrofe azote a los nacionales de un país fronterizo, el otro abre los controles y autoriza el cruce.

 

 

Y es que, la crisis humanitaria que sufre Venezuela -producto de una escasez de alimentos crónica que ronda en la hambruna y la desaparición de medicinas indispensables para la salud y la vida de millones de persones-, ya “es un fantasma que recorre al mundo”, toca las puertas de instituciones, organismos. personalidades y ONGs, así como de gobiernos de los cinco continentes que se han ofrecido, generosamente, a enviar la ayuda humanitaria que se juzgue necesaria

 

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La ONU ha sido la primera en hablar, pero también la OEA y la Unión Europea, y el Mercosur, y presidentes de países como Mauricio Macri de Argentina, y Mariano Rajoy de España, e individualidades del porte de  Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze, todos absolutamente convencidos y preocupados de que una inmensa catástrofe sacude a Venezuela y necesita ayuda urgente, viable y cuantiosa.

 

 
Sin embargo, para asombro del mundo, y en especial para los venezolanos y latinoamericanos, el gobierno que preside el dictador, Nicolás Maduro, no solo se ha negado a aceptar la ayuda humanitaria, sino a reconocer la crisis, y así, de la manera más irresponsable y criminal, cada día aumenta en cientos de miles el número de venezolanos que pasa a sufrir de desnutrición,  malformaciones y  adquieren males crónicos.

 

 

 

¿Por qué? ¿Qué razones puede abrigar un ser humano para no permitir la ayuda a otros que la necesitan y en qué escala de  la maldad, la tozudez  o  la imbecilidad  pueden situarse políticos que actúan causando daños que pueden resultar irreversibles, pero que pudiendo evitarlos, los sostienen y hasta promueven?

 

 
Evidentemente que, en el caso de Maduro, podría tratarse de un dictador torpe e inhumano que, como todos los de su especie, solo le interesa mantenerse en el poder y, dado que admitir la ayuda y la crisis, podría significarle su salida de Miraflores, pues la niega, así como los Stalin, los Mao, los Franco, los Pinochet, Videla y Fidel Castro jamás admitieron que los países que gobernaron sepultaban millones de muertos de su puño y letra.

 

 

 

Pero en el caso venezolano, no solo es Maduro quien lo niega, sino la abundosa burocracia gubernamental, los miembros del partido oficial, el PSUV, miembros de instituciones como la FAN y de sindicatos de obreros y empresarios, todos militantes, simpatizantes o relacionados con la ideología marxista que, liderada por Chávez, se puso en pie de guerra para implantar el socialismo en Venezuela,

 

 

 

Todo lo cual nos lleva a la conclusión de que, el mal de Venezuela no es individual sino colectivo, es tanto político como ideológico y tiene su origen en las teorías de dos filósofos alemanes, Karl Marx, y Frederick Engels, que en el siglo XIX renovaron las utopías de franceses e ingleses del siglo XVIII, les colocaron la etiqueta de “científicas”, las llamaron “socialismo”, le dieron la forma de partidos y las lanzaron a conquistar un mundo nuevo, después de destruir al capitalismo.
Idea que no habría estado del todo mal, si la secta o partido no se nutre de una serie de dogmas inviolables,  destinados a cumplirse por mandato de la razón histórica y organizados al margen de toda ley moral, porque primero están las leyes contenidas en las escrituras y después los hombres concretos, sean de la clase, raza, edad, sexo, o credo que sean,

 

 

 

De esta secta, estos fanáticos y estas escrituras vino la felizmente desaparecida Unión Soviética, durante 70 años convertida en una Venezuela de 200 millones de habitantes;  la China de Mao, derivada en una secuencia de hambrunas, atraso y anarquía  hasta que  Deng Siao Ping decidió rescatarla; los países de Europa del Este, escaldados por tiranos de oficina, apátridas y burocratizados; pero también la Cuba de los hermanos Castro, dos dictadores que ya gobiernan 55 años, casi nonagenarios y que parece que hasta la muerte les tiene miedo.

 

 

Pero de ahí también viene la Venezuela de Chávez y Maduro que ya dura 17 años, en realidad una monstruosa excresencia del comunismo cubano que había sobrevivido al colapso del sistema utópico-marxista a finales del 89 y finales de los 90, pero preparándose a vivir su mejor momento, cuando se encontró que unos venezolanos trasnochados aun creían en el socialismo, el marxismo y el fidelismo y estaban dispuestos a no ser sepultados a menos que arrastraran 30 millones de venezolanos a la tumba.

 

 

Y lo están logrando, aunque Chávez intentó que fuera toda Latinoamérica la que lo acompañara a descender al sepulcro y así cumplir un designio que, quizá no formara parte de sus instintos primarios, pero si del basurero de ideas que lo atiborró desde la adolescencia, y con el cual, ensayó en Venezuela los mismos errores por los que Stalin, Mao, Kim Il Sung, Pol Pot, y Fidel y Raúl Castro destruyeron a sus países.

 

 
Y miren que se lo advirtieron, alertaron, pero no, un marxista y socialista no es una persona en la que la realidad y la racionalidad desempeñen algún papel, sino que, su mente está repleta de énfasis heroicos, de visiones apocalípticas, de gestos y frases míticos e inútiles, para los cuales la historia es un teatro en el que el caudillo, semidiós y redentor,  librará,  ganará y celebrará sus hazañas.

 

 
Se dio en Venezuela la circunstancia fatal de que,  en el intermezzo de la dictadura chavista (1999-2012), comenzó un nuevo ciclo alcista de los precios del petróleo (2004-2008) y con la masa monetaria percibida (unos dos BILLONES y medio de dólares) se facilitó la obra del tirano para destruir la democracia nacional y continental y así, lo que no era más que otro delirio marxista, pareció el advenimiento del terrible socialismo real.

 

 

Se expropiaron y estatizaron miles de empresas y fundos productivos, se asignaron miles de miles de millones de dólares para empezar la restauración del socialismo en Venezuela y en América, se exportó la revolución y se refrescó la decrépita revolución cubana, nació una órbita de países castrochavistas (Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia), se financió el populismo y el socialismo en países como Brasil, Argentina y Uruguay, se agregaron países “hermanos” del Caribe angloparlante y Centro América y La Habana y Caracas hablaban como la nueva Moscú y la nueva Beijing y Fidel Castro y Chávez como los nuevos Stalin y Mao.

 

 
Se trató, incluso, de desatar una nueva “Guerra Fría” y de crear un ejército regional que desafiara a los Estados Unidos y decidir en una suerte de Armagedón si era el capitalismo o el socialismo, el imperialismo  yanqui o Latinoamérica.

 

 

Todo el orbe se estremecía y compraba sus entradas para no perderse esta “Madre de todas las Batallas” que solo sucedía en la televisión que Chávez usaba como su gran teatro y la tribuna desde donde derrotaba ejércitos, naciones, repúblicas, monarquías e imperios

.

 

Y así hasta que los precios del petróleo empezaron a bajar en julio del 2008, y mermaron los petrodólares, y los ejércitos y los aliados, y los restauradores del socialismo, y los Armagedones, y las arengas, y Chávez acabó, no se sabe si en La Habana o Caracas, si en diciembre del 2012 o marzo del 2013, víctima, dicen, de una intriga palaciega (sarcoma también le dijeron) y en la cual participó (es otro rumor) el torpe, lento y abúlico dictador Maduro.

 

 
Solo seguro y convencido en un asunto: los socialistas no pueden decir que fracasaron y si hay que experimentar con más y más fracasos, se hará hasta  por 100 años, si es necesario.

 

 

 

No importa los muertos que se precisen para hacer realidad una verdad que ha resultado un error, porque no ha sido bien implementada.

 

 

¿Colas, enfermos, muertos? Es verdad, pero eso es culpa de los imperialistas saboteadores que no soportan nuestra felicidad.

 

 

 

“Y por eso conspiran” decía recientemente Maduro en una cadena de radio y televisión, “crean la guerra económica, los bachaqueros, y las colas. Aquí no hay hambre, sino conspiración de la derecha”.

 

 

 

“Se los digo yo,  Maduro” pudo agregar, “un filósofo del caos, y la muerte por hambre, enfermedades y desnutrición”.

 

 

 
 

  Manuel Malaver 

 

Manuel Malaver: «Maduro arrastra a Padrino López al peor ridículo»

Posted on: julio 12th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Sin duda que Maduro está preocupado por el papel de “segundón de Padrino López” que empezó a jugar después que el Alto Mando y el CEO le impusieron ratificarlo como ministro de la Defensa, y ahora, para voltear la tortilla, trata de presentarnos un Padrino López como “segundón de Maduro”.

 

 
Y es que, no se puede interpretar de otra manera que el “dictadorzuelo” apareciera anoche en cadena anunciando que creaba un nuevo plan de abastecimiento, llamado “Gran Misión de Abastecimiento Seguro”, y según el cual, “todos los ministerios, todos los ministros y ministras, todas las instituciones del Estado quedan bajo el mando del presidente de la República y bajo el mando del General en Jefe, Vladimir Padrino López”.

 

 

En otras palabras que, el chiste tiene dos partes: La primera es que en el país -después de 17 años de destrucción chavista y madurista-, queden bienes (comida, medicinas) para abastecer a nadie. Y la segunda es que, el general Padrino López tenga facultades para “repartir” lo que no existe.

 

 

Quiere decir que, en lo que anda Maduro, es fingiendo que el verdadero dictador del país es él y no Padrino López, siendo que, ya quedó demostrado que es un títere de una élite militar que, simplemente, lo trata como el payaso de turno, como el saltimbanquista que salta de cuerda en cuerda antes de caerse.

 

 

Porque de eso también nos habla la “Gran Misión de Abastecimiento Seguro” del exlíder autobusero, de alguien a quien se le agotó el tiempo y se enfrenta a factores políticos, tanto internos como externos, de la oposición como del gobierno, que le han puesto fecha a su salida y no se van a dejar intimidar porque salga ahora cubriéndose con un personaje, como Padrino, que, es posible, no tenga idea del ridículo que lo ha puesto a jugar Maduro.

 

 

Que es algo así como segundo dictadorzuelo del país, cuando los dictadores, si son de verdad, son únicos y no admiten competencia.

 

 

Manuel Malaver

@MMalaverM

¿Por qué el general Néstor Reveroll anda tan alborotao?

Posted on: julio 1st, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

 

El general, Néstor Reveroll, Comandante General de la GNB, anda alborotao, endemoniao, engorilao, justificando, no solo los atropellos que un grupo de guardias nacionales cometió contra el presidente de la AN, Henry Ramos, en el Aeropuerto Internacional, Simón Bolívar, a su regreso de Washington, sino enviándole una carta al jefe del Poder Legislativo, donde afirma, entre otras perlas, que las FAN son chavistas, y la GNB, en especial, un brazo armado dispuesto a defender la revolución en el terreno que sea.

 

 

 

Y la primera pregunta que se me ocurre formular es: ¿Y de dónde sacó, Reveroll, estos arrestos hiperchavistas, siendo que, el “comandante eterno” siempre lo tuvo en cuarentena, precisamente, por ser “Guardia Nacional”, pues pensaba que la GN era una fuerza ultracorrupta y ultrapuntofijista que debía ser disuelta, desintegrada, desincorporada de la FAN, y a lo sumo, mantenida como una policía de orden público.

 

 

 

“Además” agregaba Chávez “fueron estos desgraciados de la GN, sus generales, coroneles, tenientes, capitanes y subtenientes, quienes, derrotaron a mis muchachos del Ejército el 4 de febrero, valiéndose de que, estaban mejor entrenados en las luchas contra las pandillas de delincuentes que operaban en los campos y las fronteras. Pero que se esperen hasta que llegue a la presidencia, porque los disolveré de un plumazo”.

 

 

 

Pero Chávez no cumplió su promesa, pues llegado al poder en 1999, vio como se le esfumaban muchos de los apoyos del Ejército, la Armada y la Aviación y se dio cuenta que, era con la corrupta, puntofijista y combativa GN, con la que podría contar para mantenerse en el poder.

 

 

 

Optó, entonces, por atraerla a la revolución, pero corrompiéndola aun más, incorporándola a los grandes negociados revolucionarios, en los cuales, podían participar en igualdad de condiciones con los oficiales “socialistas” del Ejército, la Armada y la Aviación,

 

 

 

De esas primeras camadas de guardias nacionales chavistas, viene Néstor Reveroll, quien, en el espacio de una dècada, ocupó ocho altos cargos en las administraciones de Chávez y Maduro, destacándose como Director de la ONA (Organización Nacional Antidrogas), Presidente de Corpozulia, Ministro del Interior y Justicia y Comandante General de GNB.

 

 

 

Pero es evidente que en tan asombroso periplo, Reveroll, ha ido aspirando a más y más y ahora tiene entre ceja y ceja, entre pecho y espalda, ser el próximo Ministro de la Defensa del gobierno de Nicolás Maduro.

 

 

 

Sería, aparte de ascender a la más alta jerarquía militar, la venganza perfecta contra los oficiales que un día se plantearon disolver a la GN, siendo que ahora, tendrían que calárselo, y nada más y nada menos, que sujetos a sus órdenes.

 

 

 

Y ofreciéndole la GNB a Maduro como si ejército particular, que lo libraría del tutelaje que ahora le debe a los hombres de Cabello y Padrino López.

 

 

 

Queremos adelantar -para que no se interprete que estaba aspirando a una locura-, que hace pocas semanas estuvo, Reverol, a punto de avanzar en sus delirios, cuando, en premio de que ha convertido a la GNB, en el brazo armado que le hace el trabajo sucio al régimen ( violaciones de los derechos humanos, el cuerpo donde se ejecutan la mayor cantidad de operaciones de narcotráfico), Maduro, intentó complacerlo y nombrarlo sustituto del general, Padrino López.

 

 

 

Ardió Troya, pues, tanto los generales del Alto Mando, como los del CEO, amenazaron con poner sus cargos a la orden y, eventualmente, declararse en rebeldía, y en los cuarteles, donde manda la oficialidad media y baja, hubo ruido de sables, y armas dirigidas contra Reveroll y Maduro si avanzaban en el nombramiento.

 

 

 

El exlíder autobusero, entonces, echó marcha atrás, dejó el ofrecimiento en veremos, y si bien no le cumplió a Reveroll, tampoco ha ratificado a Padrino López, y mucho menos. le ha nombrado, sustituto.

 

 

 

Pero le ha dado órdenes a Reveroll de que hable y reprima lo más que pueda, para que se vea que el verdadero ministro de la Defensa está en la sede de la GNB en El Paraíso y no en Fuerte Tiuna-

 

 

 

Reveroll, en consecuencia, anda alborotao, endemoniao, engorilao, reprimiendo a la oposición y convenciendo a Maduro de que, con sus muchachos de la GNB, y la Guardia del Pueblo, podría encabezar un “autogolpe” contra esos “cobardes” del Ejército que acaudillan, Rodríguez y Alcalá Cordones, y disolver al cuerpo que fungió hasta hace poco como columna vertebral de la revolución, pero que ahora está contra Maduro, porque lo acusan de haber participado en el asesinato de Chávez en La Habana y de traicionar su legado.

 

 

 

Néstor Reveroll, Mayor General, parece, con doce cargos por narcotráfico en la Fiscalía de Nueva York, una denuncia “por extorsión” en Maracaibo durante el tiempo que fue presidente de Corpozulia, en la “Lista Clinton” de oficiales venezolanos acusados de narcotráfico por Estados Unidos, y, posiblemente, el primer preso del nuevo gobierno, sea que lo encabecen la MUD o los oficiales del Ejército que acaudillan Rodríguez Torres, Alcalá Cordones y Florencio Porras.

 

 

 

Un hombre de Maduro, en fin, y dispuesto a correr su misma suerte.

 

 

 

Manuel Malaver