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Las trampas numerológicas

Posted on: marzo 17th, 2017 by Maria Andrea No Comments

Es de conocimiento y entendimiento general que las estadísticas pueden decir tantas falsedades como verdades. Es cuestión de buscar la medida que se quiere obtener para establecer el método más adecuado y lograr esa lectura.

 

 

 

Es así como en Venezuela se ha demostrado que hay menos pobreza aun cuando aumentan los indigentes, o que la FAO reconozca al país por sus logros en la alimentación de la población cuando ahora como nunca antes nuestros compatriotas hurgan en los botes de basura para satisfacer el hambre.

 

 

 

También hay quienes temerosos por lo que puedan decir ciertas cifras prefieren eliminar y hasta prohibir la difusión de las mismas por sufrir del “síndrome del sofá”, y juran que su desaparición de las publicaciones en algo mejora la vergonzosa situación que tratan de esconder, como el valor del dólar en ciertos mercados, índices de precio, inflación, producción o falta de bienes, incluyendo el petróleo, nivel de reservas internacionales, número de asesinatos, secuestros y tráfico de narcóticos y hasta gastos de los viajes oficiales.

 

 

 

La ignorancia como estrategia es una opción, seguramente ni sabia ni saludable pero válida para beneficiar determinadas situaciones, como el caso de los enchufados o bolimillonarios que se amparan tras esta cortina de desinformación.

 

 

 

Qué sabemos de la producción de minerales, qué conocemos de los costos de los alimentos que se adquieren bajo las múltiples caretas de Pdval, CLAP o cualquier paliativo a la “emergencia” alimentaria. Qué se ha podido averiguar sobre el costo de los megavatios que supuestamente calmarían la baja producción hidroeléctrica por falta de nivel en las represas.

 

 

 

¿Sabremos alguna vez los verdaderos costos de los interminables armamentos adquiridos, y que solo por informes de países proveedores de los mismos vemos la evidente cancelación de enormes sobreprecios?

 

 

 

¿Se podrá lograr que la Asamblea Nacional averigüe e informe qué, quién y cómo contrataron las numerosísimas obras a la empresa brasileña Odebrecht y no esperar a que sea el propio Ejecutivo que lave la plana antes?

 

 

 

Supongo que la información pertinente no será negada a nuestro Poder Legislativo por las autoridades de Brasil.

 

 

 

Pero ahora esta falta de información y torcedura de cifras pretende meterse en la validación de las agrupaciones políticas. No hemos visto mucho pestañear sobre este asunto por parte de la Asamblea ni la mayoría de la dirigencia, ojalá estemos equivocados y no corresponda esto a una bien diseñada estrategia para, mediante estadísticas engañosas, se estrangulen las representaciones minoritarias que si bien no cambian la balanza en escenario nacional sí lo hacen en los locales.

 

 

 

Curiosamente sobre este evento también llama la atención cómo algunos gurús de las mediciones han producido unos resultados de encuestas mostrando un nuevo y, al menos para algunos, extraño resultado y surgimiento de un liderazgo que, casualmente, también goza de apoyo oficial, pues se presenta como dialogante apropiado para una posible transición. Propongo que así como se exige un cuadro resumen de la metodología utilizada para esos estudios pudiésemos conocer el origen de los fondos patrocinantes de los mismos.

 

 

 

El único crisol para recuperar la claridad de los números y cifras está en la autoridad popular investida en la Asamblea Nacional.

 

 

 

Leopoldo Lopez Gil 

 

 

 

Por Confirmado: Francys García

Esperanzado o resignado

Posted on: marzo 10th, 2017 by Maria Andrea No Comments

La continua amenaza sobre la posible recuperación de la democracia en nuestro país va generando una alienación social no comparable con ninguna crisis vivida en tiempos modernos.

 

 

 

Salvo países que han sufrido destrucción por guerras muy cruentas y prolongadas, ningún conglomerado civilizado en los siglos XX y XXI ha visto desaparecer las Instituciones que justifican el concepto de nación.

 

 

 

Venezuela ha dejado de ser una nación para transformarse en un pobre país donde triunfan las características negativas del ser humano. Hoy, nuestro territorio alberga con mayor facilidad al traficante de drogas que al pequeño empresario. El primero utiliza la sangre y la desgracia de sus paisanos, el otro pone su sudor y lágrimas para que se genere más bienestar en la sociedad.

 

 

 

Impusieron ídolos extranjeros, como el Che Guevara, Fidel, o locales, como Zamora y Cipriano Castro. Adorar a deidades que hasta hoy manteníamos en los quehaceres de la nigromancia por pretender sustituir nuestra tradicional religión católica. Odiar a los hijos de Moisés por llamar a los recién aparecidos árabes, sirios y libios hermanos, cuando nada tenemos en común.

 

 

 

Qué hacer ante esta trágica paradoja de autodestrucción para impedir la total aniquilación de lo que nos queda de nación es la tarea más crítica que enfrenta la dirigencia de nuestra sociedad; también están llamados a esta lucha nuestros sacerdotes, rabinos, pastores, representantes espirituales de los valores occidentales. No se pueden excluir de esta lucha los profesionales, cada uno en su disciplina debe exigir respeto por los principios y valores.

 

 

 

Dónde dejar a los hijos de Carabobo, Miranda, Bolívar, Páez, Sucre, Monagas y Urdaneta, esos que llevan uniforme y el peso de nuestras armas, a ellos la carga debe parecerles agobiante, pues tener el recordatorio de los símbolos en el vestir debe despertar al menos una lejana memoria de lo que alguna vez significó defender la patria.

 

 

 

Mantener el espíritu y la voluntad para reconquistar nuestra libertad y justicia va más allá de los deseos esperanzados y no da cabida a la resignación que se conforma con el convencimiento de que nada puede empeorar por estar ya en el sótano de la descomposición.

 

 

 

Cierto es que muy pocos logran suicidarse saltando desde el sótano, pero Venezuela parece estar empeñada en ser la excepción de la regla y, para desgracia de los gerifaltes, se va ganando el reconocimiento mundial.

 

 

 

Llamar a la reconciliación requiere más perdón que venganza, nos obliga a desprendernos de lo personal y cuidar lo social, un entendimiento que abra las puertas de la salida a los que no entienden que llegó la hora de pasar la página. La nueva etapa tiene que comenzar antes de comprobar que la tiranía está dispuesta a seguir sacrificando a su pueblo matándolo de hambre, abandono y violencia.

 

 

 

¿Es esta la hora cero de la democracia y sus defensores? o ¿es la hora de los vendepatria, que terminarán su gestión entregando el país al narcomundo y a los Castro cubanos?

 

 

 

Conciliar y perdonar, pero solo con la misión de recuperar; no caer en la hipnosis de los diálogos para brindar unas chupetas de recompensa como gobernaciones y alcaldías cuando lo que nos jugamos es la patria y la nación.

 

 

Leopoldo López Gil

 

 

Por Confirmado: Francys García

Diputado Caro, caro diputado

Posted on: marzo 3rd, 2017 by Maria Andrea No Comments

Se dice que cuando algo excede su valor se convierte en un objeto caro. También definimos a alguien muy apreciado como un amigo caro; pero así también denominamos una experiencia negativa, o costosa como cara.

 

 

 

Los últimos lustros de Venezuela son bien conocidos mundialmente como muy caros para nuestra población. Claro está que así no lo consideran quienes son conocidos como enchufados, boliburgueses, bolichicos o pranes, que son los que resultan caros sin ser caros para el país.

 

 

 

La confusión del término podría una vez más hacernos perder en la laberíntica situación de que la noticia de un diputado Caro era apresado por terrorista o portador de armas para una supuesta sublevación popular. Esta acción absolutamente ilegal por parte de las fuerzas de represión del poder tiránico impopular fue desconocida por los otros impopulares poderes que forman el Poder Moral. Ninguno se acordó de la inmunidad parlamentaria, ni tampoco recordaron plazos y normas para imputaciones, y ni siquiera respetaron las visitas para sus abogados en los múltiples traslados de prisiones.

 

 

 

No es nuestra intención ahondar en el señalamiento de la cadena de abusos e irregularidades que ha cometido el régimen dictatorial en esta ocasión, eso solo serviría para ratificar un lamento, cuando lo que reclamamos es dejar de lloriquear y pasar a la acción para poder recuperar la democracia y, sobre todo, la justicia.

 

 

 

Caro resulta un caro error para el gobierno, pues si hay alguna persona que podría invocar su pertenencia a las raíces populares de nuestra población es Gilbert Caro, diputado por el estado Miranda. Gilbert Caro nació en Catia, creció en el barrio Los Flores y, como tantos jóvenes de esa Venezuela pobre, terminó en injusta prisión por diez años.

 

 

 

En la cárcel de El Rodeo encontró un nuevo rumbo. Inspirado por la ayuda al prójimo pasó a formar parte de un grupo que con aportes de las familias de los prisioneros ayudaron a quienes recuperaban la libertad, pero carecían del apoyo para su reinserción a la normalidad.

 

 

 

Cuando Gilbert cumplió su pena salió a formar su propia acción filantrópica; con voluntad y vocación incansable construyó un albergue y escuela en Guarenas que hace palidecer las acciones filantrópicas de quienes con sobrantes recursos apenas se atreven a medio acordarse de los que nada tienen. Caro se convirtió en un caro amigo por su compromiso social, al tiempo que demostraba una firme voluntad para hacer que las cosas que no iban bien cambiaran. Eso transforma a los caros como Caro en gente molesta para los gerifaltes impostores.

 

 

 

Hoy Gilbert ha vuelto a la oscuridad de las celdas, pero esta vez lleva una antorcha que ilumina a sus compañeros, como a nosotros, quienes fuimos tocados por su obra y determinación. Venezuela tiene muchos diputados caros pero solo un Caro diputado, no lo podemos olvidar.

 

 

 

 

Leopoldo López Gil

Tu libertad, nuestra prisión

Posted on: febrero 17th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Mañana 18 de febrero se cumplirán tres años de tu valiente entrega a las podridas fuerzas de la dictadura. Un Estado totalitario que ignora la Constitución y no se somete ni a la ley ni al derecho.

 

 

Fuiste determinante al comunicar lo que no sería sorpresa para ti. Advertiste a tu esposa, tu madre y a mí, la ruta escogida a pesar del sacrificio que intuías harías al defender los valores democráticos que tanto anhelas para nuestra patria.

 

 

Dijiste que ninguna búsqueda de rutas para el exilio o el asilo tendrían cabida en tus opciones. Alejarte de Venezuela sería como ser prisionero de tu alma. Esta frase, que nos conmovió, solo fue el preámbulo de la siguiente cuando con casi la solemnidad de un juramento afirmaste: “Prefiero explicarles a mis hijos por qué estoy preso que explicarles por qué no tienen país”.

 

 

Tu sacrificio sirvió para desenmascarar la dictadura que ha intentado por lustros vender la imagen de democracia celebrando elecciones. Un régimen que, sigilosamente, ha sometido al control pleno del Ejecutivo todos los poderes. Hoy no hay persona en el mundo civilizado que no conceptúe a este régimen como dictadura.

 

 

En el libro que pudiste escribir desde la cárcel, apreciamos cómo tu terrible vivencia no te ha doblegado, tampoco aminorado tu compromiso. Gracias a esta valiente y generosa actitud, pudimos entenderte mejor y comprender tu pasión por lograr que las leyes aseguren todos los derechos para todos los ciudadanos.

 

 

Tu mensaje transmite el poder libertario de la voluntad y los ideales, se comprende cuán cierto estás en que eres libre a pesar de los barrotes que te encierran, y nosotros prisioneros del sometimiento. El poder del régimen se manifiesta por la negación de la libertad, imponiendo su voluntad por medio de la violencia contra los subyugados, pero el hecho de que una voluntad surja y se oponga a la tiranía da testimonio de su debilidad.

 

 

Estos años, dolorosos por nuestra separación, han permitido pensar sobre eventos que por cotidianos se pierden en la bruma de lo intrascendente, cuando posiblemente representan el empedrado del camino al futuro. Stefan Zweig escribió: “La estrella del destino rige a los hombres, y se convierte en esclava servil de algunos poderosos como Alejandro, César o Napoleón, pero en rarísimas ocasiones se entrega al azar a un hombre común, sus hilos se detienen en la mano de uno angustiado por la borrasca de responsabilidades que le empuja a tomar parte en el heroico espectáculo del mundo… Son poquísimos los que se dan cuenta de ese azar y lo aprovechan para elevarse. Efímero es el momento en que la grandeza se entrega a los pusilánimes”.

 

 

Te doy mis gracias de forma muy humilde, pues hoy más que nunca aprecio y admiro tu libertad y siento la ignominiosa prisión del sometimiento ante el abusivo poder.

 

Que Dios te bendiga.

 

Leopoldo Lòpez Gil

La conciencia en las entrañas

Posted on: noviembre 6th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Muchos se preguntan qué pensamos la familia de Leopoldo sobre la posición del fiscal Franklin Nieves

Hace ya muchos años, mi hija Diana, de apenas siete u ocho, me lanzó una de esas preguntas que dejan a los adultos con vergüenza por la incapacidad de poder satisfacer la curiosidad de una inquisidora mente infantil. Me preguntó, muy de buenas a primeras, «¿Papá, el diablo es bueno o es malo?» la respuesta obvia para mí fue, «claro que es malo», pero de rebote me repreguntó «¿a quién castiga el diablo?» La respuesta no podía ser otra que «a los malos». Entonces, “pero papá, si castiga a los malos, no es bueno el diablo?»

 

 

Hoy me acuerdo de ésta anécdota cuando muchos se preguntan qué pensamos la familia de Leopoldo sobre la sorpresiva posición del fiscal Franklin Nieves.

 

 

El fiscal Nieves, en conocimiento de la falsedad de las pruebas, fustigó, castigó e intentó incriminar a su acusado durante año y medio

 
En primer y más importante lugar, hemos de aceptar y entender al Sr. Nieves como persona de carne y hueso, no un personaje de la literatura periodística. Un hombre con conciencia y alma, capaz de arrepentirse y verse en el espejo todas las mañanas y sentir la pesadumbre de un error no enmendado.

 

 

El fiscal Nieves, en conocimiento de la falsedad de las pruebas, fustigó, castigó e intentó incriminar a su acusado durante año y medio. Lo hizo con éxito. Leopoldo fue condenado a casi catorce años de prisión.

 

 

El ser humano es una mezcla extraña de sentimientos; probablemente mientras Nieves sentía la satisfacción del logro profesional, recibía la recriminación de la sociedad y especialmente de su familia. Muy, pero muy duro, debe haber sido vivir y sentir la censura de su familia por esta conquista laboral. De hecho esto era como si toda su carrera había estado al servicio de la vileza y no de la justicia.

 

 

No le conocí más que los saludos fríos y formales antes de las audiencias, ni siquiera podría decir que distinguiría su tono de voz. Solo vi en él la actitud de un servidor a su responsabilidad, que por supuesto yo despreciaba.

 

 

¿Qué cambió en la persona que meses atrás se manifestaba entusiasta por la acusación, aun conociendo la falsedad de ella? El entender su arrepentimiento me revivió a los Griegos y sus tragedias. La tragedia como representación del ideal humano en hechos posibles, mas no probables; la elevación de valores admirables, pero siempre acompañados de lástima; compasión por sus personajes. El temor al castigo de los dioses, que al fin no es otro que el rechazo de sus pares.

 

 

La lección que hoy nos deja esta trágica confesión es en el fondo una petición de perdón, perdón por una interpretación de la vida que resulta incompatible con los principios y valores más fundamentales de nuestra cultura. La compresión por el sufrimiento de aquellos que por comodidad, simpleza o ignorancia sienten la amenaza, el temor por la injusticia, es lo más relevante en este infortunado momento que vive Franklin Nieves.

 

 

Siento y creo con convicción que el acusado y condenado por las actuaciones de Nieves vive en tranquilidad, triste ciertamente, pero sosegado por tener plena convicción que sus actos fueron y son dignos de nuestra admiración. Su alma esta libre del peso de la conciencia.

 

 

Brindemos comprensión y compasión a quienes intentan recuperar su dignidad. Como mínimo, ello servirá de catarsis y alivio social, pues al fin y al cabo siempre hay esperanza.

 

 

Leopoldo López Gil es venezolano, miembro del Consejo Editorial del periódico El Nacional, padre de Leopoldo López. Twitter @LeopoldoLopezG

 

leopoldo López GIL

Juicio abominable

Posted on: abril 24th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Cuando la humanidad juzga o valora acontecimientos trascendentales, rara vez muestra unanimidad de criterio o consenso; sin embargo, hay eventos que por su vasto efecto se convierten en ejemplo para la sociedad, en lecciones de admiración o rechazo.

 

 

Entre ejemplos contemporáneos está la admiración por el descubrimiento de la energía atómica, paralelamente con similar intensidad, el rechazo como arma del poder para la guerra. Admirable dominar el átomo como recurso energético, despreciable su uso para la destrucción.

 

 

Hago esta referencia por entender que hay actos y hechos que unen la mente de los hombres disímiles en su mayoría, diversos en sus formaciones, principios y valores, pero congruentes en sus criterios.

 

Es así como en el mundo occidental apreciamos uno de los más tristes lances de la justicia frente a sus eternos enemigos: el poder y la intolerancia.

 

Cuando la investidura del juez es personificada por estos atributos se produce un acto para la administración de la justicia que solo puede calificarse de detestable.

 

Tiempo atrás conocimos del juicio al que llevaron a un joven cuyo delito, por los jerarcas transformado en crimen, fue denunciar los abusos del poder establecido que llevó al pueblo a estados de sufrimiento. Tanto padecer había que la promesa para alcanzar un mundo mejor después de la muerte fue suficiente para generar ilusión, fe y esperanza como el bálsamo para tolerar las inclemencias cotidianas.

 

Este joven fue apresado y torturado. El poder recurrió a la traición y falsos testimonios para encausarlo. Los discursos del orador fueron una poderosa llamada de atención a la corrupción reinante y eso fue intolerable. El joven prisionero no se escondía detrás de las armas. No lideraba grupos de insurrectos. Su poder era la palabra, la palabra de la verdad verdadera que defendía a los oprimidos provocando ira y terror entre los buitres del poder.

 

Así fue como un juez, postrado y genuflexo ante los deseos de los gerifaltes, en un acto pletórico de hipocresía, le consultó a la gleba para esconder su acción de condena al inocente. Más tarde se lavaría las manos, más no pudo lo mismo con su conciencia.

 

Esa burla a la justicia, esa condena a la palabra de la verdad, ha quedado en la memoria de la humanidad. Lo mismo que se ha estigmatizado el terror con el ejemplo de ese juicio abominable.

 

Hoy, a más de 2.000 años de esa aberración, los poderosos que tiemblan ante las ideas pretenden esconder abusos y tropelías detrás del Poder Judicial, pero cuando así se ensucian sus manos, no hay cómo limpiar la indeleble marca de su inmundicia.

 

 

Cuando se tiene un hijo

Posted on: agosto 29th, 2014 by Super Confirmado No Comments

“Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera…”

 

Hace años escribió esto Andrés Eloy Blanco, cuando como hoy los venezolanos luchábamos contra la tiranía.

 

Hoy Venezuela vuelve a ser aquella, la patria a la que el poeta le cantaba “Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños que la calle se llena”.

 

La calle se ha vuelto a llenar de niños desamparados, está llena de nuestros hijos que vagan desorientados, van por la vida sin futuro y sin escuela. Ellos son los desamparados de la patria, los que no tienen padres, los que perdieron sus madres, los que caminan, viven y duermen en las calles de la patria, sin un maestro, sin un ductor, sin un tutor, sin alguien que por ellos vele.

 

Como ayer, hoy las cárceles se han vuelto a llenar de nuestros hijos.

 

Son los desamparados que se arroparon con los vicios de la calle, los que crecieron arrullados por los ruidos de la violencia y se templaron con golpes de indiferencia.

 

Pero además, hoy se llenan los ergástulos con los otros hijos nuestros, esos que como los de ayer, luchan por la Libertad. Con aflicción vemos como muchos de nuestros hijos hoy abandonan la patria para buscar horizontes de Libertad en tierras lejanas. Se van como antes se fueron, llenándonos de dolor y dejándonos en nuestra soledad, porque “cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro y el corazón afuera … Y cuando se tienen dos hijos se tienen todos los hijos de la tierra…”

 

Es justo pensar que el momento presente se caracteriza como oscuro y angustioso, mostrando los colmillos de la desesperanza y fauces untadas por la fétida opresión que pretende avasallar a nuestros hijos, por ello leo a Andrés Eloy Blanco cuando sufría y decía en su poema “Despertar”:

 

“Es el alba. Los niños despertarán, ¿qué hicimos los hombres con la noche, tan bella como el sueño? Ayer nomás, el mundo nos puso entre las manos la suerte de su sombra”.

 

Según la Encuesta Nacional de Juventud 2013 realizada por la UCAB, 1 de cada 4 jóvenes entre los 15 y 29 años, se encuentra sin ocupación, sin estudiar, sin trabajar y por tanto en una probable situación de riesgo de exclusión.

 

Es hora de despertar con el compromiso de luchar hoy y siempre por todos los hijos de Venezuela.

 

 

 

Leopoldo López Gil

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