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La corrupción y el compromiso

Posted on: noviembre 26th, 2014 by Lina Romero No Comments

La corrupción y el compromiso
Los políticos y la polis

 

Desprecio por la gente:

 

La corrupción no es sólo un problema legal, moral o ético, es un problema político de importancia mayor que está destruyendo la política y la democracia y corroyendo nuestras sociedades. La corrupción acaba con la confianza de la gente en sus dirigentes y de los ciudadanos en sus vecinos.

 

La corrupción por dinero -la que todos más directamente vinculamos al concepto- generalmente está tipificada y penada por la Ley y puede ser perseguida, por lo que frente a ella siempre queda la esperanza de que las instituciones funcionen y de que los corruptos puedan ser castigados por la vía judicial.

 

Pero es sobre la corrupción de la política sobre la que queremos poner atención porque corroe la confianza entre la gente y, aunada a la del dinero, son capaces de liquidar las instituciones y hacer difícil la convivencia social.

 

Por la dinámica que genera de frustración y descreimiento, la corrupción política transmite una sensación de engaño y propicia salidas no democráticas, como sucedió en la Argentina del 2001 cuando se generó aquel grito desesperado “qué se vayan todos”, y que en la Venezuela de los 90 sirvió de caldo de cultivo para la irrupción de un caudillo militar.

 

La corrupción de la política, la politiquería, la negociación de carguitos y prebendas personales o para el partido, el toma y dame, el manoseo, esvivido por el ciudadano como una traición. Una deslealtad y un desprecio que deja la sensación de haber sido utilizado para fines no acordados previamente con él, que es desechado como un bagazo a ser recogido la próxima vez que se lo necesite. Eso es evidente hoy en el partido de gobierno y en sus seguidores.

 

Estas acciones políticas cuasi delictivas no tipificadas en la ley -frente a las que el ciudadano común y corriente se siente totalmente indefenso porque no tiene ni cómo ni ante quien reclamar- son las que más daño producen a la sociedad y a la democracia y es contra ellas que se espera que la SC organizada actúe.

 

Conductas cuasi delictivas:

 

Sin partidos no hay democracia. Los Partidos Políticos son esenciales y es fundamental que los primeros en comprender esa gran verdad sean sus propios dirigentes para que puedan, responsablemente, actuar en consecuencia.

 

La sociedad está harta de la corrupción, no sólo porque muchos se han enriquecido vendiéndose y comprándose, también porque lo vive como una mera utilización de su presencia sin que ella represente ningún compromiso para los partidos.

 

Frente a la corrupción política que afecta la confianza de la gente, se desarrolla una relación perversa que llega a corroer las bases mismas de la sociedad democrática. Quizás esto explique el porqué en algunos países, ante gobiernos populistas cuyos dirigentes han hecho incluso ostentación de enriquecimiento ilícito, mucha gente los sigue votando – y hasta los comprende o justifica- a cambio de no sentirse traicionados. Se llega a preferir el autoritarismo al desprecio de la utilización.

 

Las banderas de la SC organizada:

 

En Argentina, a pesar de haber vivido procesos dictatoriales tan cruentos como los que han sufrido, ni la oposición ni el gobierno han logrado construir las bases de un programa que les sirva de punto de partida común y el fantasma de la inestabilidad de la democracia ronda permanentemente.

 

En Venezuela, la Mesa de la Unidad Democrática se ha ofrecido a la sociedad como un acuerdo programático y de principios fundamentado en la Constitución de 1999 y no como un acuerdo meramente electoral. Si los partidos no actúan en consecuencia – y hay algunas señales de que algunos no lo van a hacer- propinarán un nuevo golpe a su propia credibilidad y con ello a la lucha por la libertad y la democracia.

 

Ante la debilidad de las instituciones, quienes tienen la obligación de exigir honestidad, responsabilidad, transparencia y coherencia son las organizaciones de la SC .

 

En el caso de Venezuela, fue la denuncia de la corrupción la que llevó al poder a un caudillo militar y todo parece indicar que será su propia corrupción la que sacará del gobierno a sus herederos. La gente quiere y necesita gobiernos serios y decentes.

 

No se trata sólo de que el régimen de Maduro implosione corroído desde sus propias entrañas. Es imprescindible también contar con partidos y dirigentes que hoy están en la oposición y que mañana deben ser capaces de reconstruir responsablemente el país y sus instituciones democráticas.

 

El compromiso adquirido por los partidos de oposición alrededor de la unidad programática basada en el respeto de la Constitución Nacional es un logro fundamental de la SC. De la observancia de ese compromiso depende el futuro del país.

 

De la misma manera, la selección de candidatos idóneos, que se comprometan públicamente y sean capaces de llevar adelante el programa de la unidad sin traiciones ni deslealtades, es fundamental, no sólo para la gobernabilidad, también para el rescate de la credibilidad y el fortalecimiento de los partidos.

 
Buenos Aires 26/11/2014

La inocultable crisis política del chavismo

Posted on: octubre 30th, 2014 by Laura Espinoza No Comments

El 7 de octubre se cumplieron dos años de las últimas elecciones que ganó el Teniente Coronel Hugo Chávez en el año 2012. Luego pasaron cinco meses de no saber, hasta que el 5 de marzo de 2013 se decretó su fallecimiento y el 14 de abril de ese mismo año Nicolás Maduro ganó por la mínima unas muy discutibles elecciones y, para colmo de males, los precios del petróleo comenzaron a bajar.

 

 

De allí en adelante se desató un proceso que tenía muchos años incubándose y acerca del cual la oposición alertó infinidad de veces. La amenaza -hasta cierto punto contenida por la fuerza política de Chávez y el enorme ingreso petrolero- estalló en la cara del nuevo gobierno.

 

 

Violencia e inflación incontrolables, cuatro tipos de cambios oficiales simultáneos, desabastecimiento, represión, luchas y disputas internas por el poder, la Habana desesperada, en fin, una crisis que en lo político ha dejado más de 60 muertos, incontable cantidad de heridos, más de 3.000 detenidos de los cuales más de un centenar siguen presos. Juicios a estudiantes, a dirigentes sindicales, a periodistas, a dirigentes políticos. Cierre de medios escritos y el bloqueo de 1.019 sitios web en los últimos 12 meses.

 

 

Ninguna de estas situaciones se dan con esta gravedad en Uruguay, Brasil, Chile, Argentina, Ecuador o Bolivia, que serían los principales socios políticos del chavismo en Sudamérica.

 

 

La crisis política del chavismo es de unas dimensiones que la hacen inocultable incluso para aquellos gobiernos que hasta ahora no la habían querido ver.

 

 

De acuerdo con la encuesta realizada por la empresa Varianzas cuyo resumen fue publicado el 27 de octubre, el perfil de agrado que tenía Chávez del 52% en septiembre del 2012 ha bajado al 30% cuando se refiere a Maduro. El Buen Camino del Gobierno cayó 27 puntos, del 48 al 21% y la Percepción positiva de la situación económica del país descendió 20 puntos, de 38 a 18%.

 

 

La oposición venezolana tiene la posibilidad real de ganar las próximas elecciones parlamentarias en el 2015 si se mantiene unida. Para el desarrollo de una política exterior responsable y útil a la defensa de los DDHH en Venezuela, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tiene la obligación y la necesidad de diferenciar entre las políticas de los gobiernos en esos países y las del gobierno chavista.  Las diferencias y resultados están a la vista.

 

 

Así como sabemos que el triunfo de la oposición en Venezuela requiere de la unidad como condición sin la cual su triunfo no es posible, también sabemos que el reconocimiento internacional de ese triunfo es muy importante. Cualquier intento de algún grupo de disputarse la hegemonía de la Unidad por la vía de romperla pondría en seria duda las posibilidades de triunfo en las elecciones y haría tanto daño como el que causó en abril del 2012 el grupito que conspiró a espaldas de las grandes mayorías del país.

 

 

A pesar de los grandes avances que ha conseguido la MUD a nivel internacional con su decidida política en defensa de la democracia, el daño político que causó el intento de golpe de Estado aún se está pagando especialmente ante los foros internacionales.

 

 

La gobernabilidad de Venezuela está en juego no sólo ahora que las distintas facciones del chavismo se están disputando el poder a sangre y fuego e incluso con conspiraciones e intentos de golpes de Estado, también y quizás más aún lo estará si la oposición gana las próximas elecciones. Una sabia y profesional política exterior de la MUD debe construirse desde ahora y esto parecen haberlo visto con claridad Henrique Capriles y el grupo de partidos que encaran con más decisión las próximas elecciones parlamentarias del 2015.

 

 

A pesar de la informalidad que parece dominar en los estilos, Unasur no es un club de amigos. Por más que en la relación entre países las relaciones personales entre sus presidentes jueguen un papel, hay situaciones que pesan mucho en la historia de América Latina como para que se puedan dejar pasar.

 

 

Como se demostró en las reuniones de cancilleres de Unasur que tuvieron lugar sobre el “Caso Venezuela”, las flagrantes violaciones de los DDHH de la que está haciendo gala el gobierno de Maduro han dejado al descubierto su vocación militarista y represiva. La MUD no debe perder la oportunidad de acercarse a los gobiernos de Unasur para que acompañen y sean testigos presenciales y garantes de los procesos que se avecinan.

 

Leonardo Pizani

El modus operandi de la censura venezolana

Posted on: octubre 9th, 2014 by Lina Romero No Comments

Siete demandas en catorce años. Multas millonarias y ahora prohibición de salida del país y orden de presentación semanal ante los tribunales penales para un articulista, el Director y la Junta Directiva del periódico.

 

Amenazas de 4 años de cárcel, más multas millonarias y ahora, la arremetida final: la empresa dueña de la rotativa donde se imprimía Tal Cual -recientemente adquirida por un grupo “boliburgues”- informa que, por razones técnicas -claro está- no podrá continuar imprimiendo el diario que, como consecuencia, se ve obligado a reducir el número de sus páginas de 24 a 16. Aún así Tal Cual sólo cuenta con papel para quince días más y el acosador es el único proveedor.

 

El enemigo

 

¿Se inscribe este furibundo ataque contra Tal Cual en el marco de los enfrentamientos que se están dando entre gobiernos y medios vinculados a cambios en las leyes y en los marcos regulatorios? Sin duda se inscribe en el contexto de la contradicción de siempre que se expresa entre el afán de control por parte de los monopolios (sean privados o del Estado) y la libertad de prensa.

 

El Instituto Prensa y Sociedad contabilizó el cierre de 10 medios impresos, 6 definitivos y 4 temporales, por falta de papel. Evidentemente, hay diarios con una línea editorial opositora que también sufren la falta de papel y las presiones del gobierno y de sus grupos paramilitares, pero en el enfrentamiento con Tal Cual hay algo que va más allá. ¿Qué es lo que tanto le duele al gobierno de lo que se publica en Tal Cual?

 

Tal Cual es un asunto personal:

 

¿Por qué Tal Cual? ¿Por qué un tabloide de muy poco tiraje y con apenas 16 páginas, que no pertenece a ningún grupo económico y al que es imposible atribuir cualquier tipo de vínculo con el imperio se ha convertido en El Enemigo que el gobierno de Maduro tiene que eliminar?, ¿Por qué lo demandó el Tte. Cnel. Chávez? ¿Por qué lo demanda el Capitán Cabello? ¿Por qué hay que cerrarlo a toda costa?

 

Tal Cual pone en evidencia la desnudez del Rey

 

Tal Cual ha conseguido ser un diario cuestionador e independiente y ese es su gran pecado. A pesar de su perfil claramente opositor, no son pocas las ocasiones en las que el diario ha defendido posiciones del gobierno como tampoco lo son aquellas en las que lo ha criticado. A la oposición también, es de destacar.

 

Ningún medio debería ser complaciente y muchos se lo proponen, pero una línea editorial de estas características no siempre logra realmente plasmarse en las páginas de un diario y permanecer. Cuando lo consigue, se convierte en algo subversivo que transmite algo más que la crítica, transmite una forma y una lógica de pensamiento intrínseca a la democracia y, por lo tanto, esencialmente contraria al pensamiento único y a la disciplina y la obediencia militar.

 

Tal Cual es un símbolo de la libertad de pensamiento y de opinión que es lo que lo ha convertido en el peor enemigo del pensamiento único reinante.

 

Lo que realmente no soportan de Tal ese medio los militares en el poder en Venezuela, es la lógica que sostiene y enseña un diario que es capaz de informar sin compromisos ni ataduras con grupos económicos o políticos. Lo que no soportan es la lógica de la democracia transmitida con el ejemplo, porque lo que realmente se teme de un pequeño medio como Tal Cual es que su ejemplo cunda no sólo entre la oposición –también muchas veces tentada a conductas autoritarias- sino que cunda entre sus propios seguidores y que los chavistas abandonen la obediencia debida.

 

Los militares saben que cuando eso suceda su fin habrá llegado. Los militares saben que -como carceleros de los presos políticos- se han convertido ellos mismos en presos de sus propias arbitrariedades. Los militares saben que los hombres libres, aún presos son más libres que aquellos que los vigilan y ese es su gran temor.

 

Para el gobierno la oposición representa un problema político menor comparado con el que representa la libertad de pensamiento y de expresión que se da en la lógica comunicacional de Tal Cual. Por eso a Tal Cual lo han atacado personalmente los hombres más fuertes del régimen como son el Tte. Cnel. Chávez y el Capitán Cabello, porque no pueden soportar la idea de la desobediencia civil que representa, que no es la desobediencia a una medida coyuntural, es la desobediencia a la disicplin de la obediencia militar, es el ejercicio de la libertad.

 

Frente a todos estos hechos -que no son verdadera novedad en nuestros países- el silencio de los políticos y gobiernos de Uruguay y de Argentina resulta ¿cómplice, preocupante, escandaloso, atronador?

 

Leonardo Pizani

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