Estimados amigos:
Soy portavoz de un colectivo gerencial, integrado por el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la Camara de Caracas. Tengo el extraordinario privilegio de darles la bienvenida, gracias a la deferencia y desprendimiento de la DRA. HAYDEE CISNEROS DE SALAS, su Presidente, que me ha brindado la oportunidad.
Las instituciones son el producto de múltiples factores. Se van consolidando en el tiempo en virtud de la coordinación entre cada uno ellos en función a la visión y misión compartida de sus dirigentes, así como en la unión de sus miembros y la identificación con los objetivos que justifican su existencia.
125 años, de jovialidad institucional, una aparente contradicción si se tiene en cuenta su larga y reconocida trayectoria, recoge la experiencia de ser testigos de excepción de diferentes períodos de avances y retrocesos, épocas de prosperidad y de depresión económica; la conversión de una sociedad rural en una urbana; el tránsito un país retrasado a uno moderno, que fue vitrina de desarrollo, democracia y libertad en Latinoamérica durante varias décadas.
125 años, que al pronunciarse o escribirse inmediatamente conducen, en forma conclusiva e indubitable, a una idea concreta y palpable de permanencia, resiliencia, constancia, compromiso, y sobre todo, constante renovación.
125 años que han demostrado que la Cámara de Caracas, ilumina el tránsito de conocimiento de la historia del siglo pasado, reflejando una evolución innegable y la vocación de trascendencia, que tiene el afán de adaptarse a los nuevos tiempos, responder a las exigencias del momento histórico que atraviesa siempre sedimentada en los valores que enarbolan como banderas que jamás arriaremos: la defensa irrestricta y comprometida de los derechos seminales de la libertad y la propiedad, esencia de la dignidad humana y generadores de todos los demás derechos fundamentales, que constituyen los pilares sobre los cuales se erige el Estado democrático y de derecho.
En este nuevo aniversario, hemos querido marcar nuestros pasos al ritmo de los nuevos tiempos; renovando nuestro compromiso con el país y haciéndonos un «tuning» para colocarnos al lado y no detrás de la evolución y transformación en lo rieles de la tecnología, que redefinen las relaciones entre el ciudadano y el Estado; los procesos productivos, las interacción entre los agentes económicos en la materialización y desarrollo de la función empresarial, las maneras de emprender y crear riqueza, fuentes del bienestar general de la sociedad.
Deseamos seguir siendo un escenario adecuado y actualizado, no sólo para la defensa de la libertad y la propiedad, ingredientes imprescindibles de la empresa, sino también de manera complementaria e indisoluble, como centro confiable y respetable de la abierta discusión y formulación de propuestas para echar las bases del desarrollo sostenido del país, el crecimiento y la estabilidad económica e impulsor de la dignidad humana, que encierra en sí misma la expresión «función empresarial», forma libre de integrarnos mediante la división del trabajo, el reconocimiento de las competencias inherentes a cada uno de nosotros que nos lleva directamente a la realización personal y a la generación de riqueza para beneficio de todos.
Este encuentro empresarial tiene como objetivo fundamental y esencial poner de relieve la importancia del empresario y el rol esencial e insustituible en la sociedad; la utilidad del empresariado consolidado para servir de ejemplo a todos aquellos emprendedores que se encuentran en cada uno de ustedes, esperando estímulos y acicates con ejemplos, con herramientas para seguir una carrera exitosa, que los convierta, igualmente, en sólidos empresarios, labor diaria y norte que nunca se debe abandonar.
Es poner en justa dimensión un noble vocablo (el de empresario) no una abstracción sino una realidad concreta que representa esfuerzo, constancia, compromiso, entrega y mostrar un «selfie» en el que aparecen junto a nuestra institución la libertad y propiedad.
No es casual, que en la celebración de nuestros 125 años lo queramos celebrar con los jóvenes, con los estudiantes, con los emprendedores iniciales y, en general, con la Venezuela de las posibilidades, es decir, con ustedes.
La juventud es sinónimo de creatividad, equivale a optimismo, representa nobleza, expresa solidaridad, resume futuro, encierra ensimisma inclusión y pasión. Es la mejor vacuna contra el «virus de la contemporaneidad» que en la Venezuela actual, puede producir desesperanza cuando en realidad hay fuerzas internas de transformación; es el tratamiento contra el pesimismo cuando en realidad tenemos de frente inmensas oportunidades para transformarnos en una gran nación más propia de su gentilicio y de valor de su gente, que de las deformaciones de nuestro carácter que interesadamente se han venido dibujando.
Somos un país de futuro, porque somos un país de jóvenes, los jóvenes nunca pueden ser pasado, siempre representan un sentido de porvenir promisorio.
Somos un país con recursos no solamente naturales, renovables o no renovables, tenemos el más importante recurso que genera evolución, riqueza, prosperidad y es precisamente los jóvenes, ustedes aquí presentes que hoy representan a otro cientos de miles que se encuentran dispuestos y comprometidos a emprender y trabajar para salir adelante.
Esta mañana mientras preparaba estas notas, uno de nuestros directores en el chat de la junta, entusiasmado relataba la participación de una joven, como ustedes, que nos estimula a seguir construyendo institucionalidad. Esa joven pronunció las siguientes palabras, que ahora quiero incorporar en estas de salutación:
“No veo Venezuela como el país que me tocó vivir, si no como el país que me toca cambiar”.
Una descripción hermosa y sentida, sencilla pero demostrativa de esa gran fuerza creadora y potencial transformador que ustedes queridos jóvenes representan.
Una voluntad de cambio para el progreso, un compromiso de cambio para la inclusión, un anhelo de cambio para la transformación creativa y creadora, un cambio para todos.
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Eso es lo que refleja la agenda que preparamos para el día de hoy, por eso tenemos los ejemplos vívidos y vivenciales de emprendedores del pasado con proyección del futuro, emprendedores del presente con la misma visión.
Por eso tenemos hoy, a quien de inmediato tomará al derecho de palabra, como presidente de una institución que ha contribuido en la defensa de los derechos inalienables de la libertad y la propiedad, que los identifica con nosotros: CONSECOMERCIO.
Su presidente, un empresario de las nuevas generaciones, un joven comprometido con el país, con esas características de entusiasmo transformador y de optimismo generador de la Venezuela que queremos y a la cual todos tenemos derecho: FELIPE CAPOZZOLO, que es ejemplo a seguir por todos y cada uno de ustedes, que materializan esa gran maquinaria social que empujará el tren del progreso para llevarnos al país del futuro promisorio.
Leonardo Palacios Márquez
Segundo Vicepresidente de la Cámara de Comercio de Caracas