El caos económico generado por Nicolás Maduro y su combo sigue profundizándose, el Paquetazo Rojo en cámara lenta continúa generando estragos por la devaluación, aumentos descontrolados de precios y la escasez reinante. Aunque intenten buscar mil excusas con las «guarimbas» de los meses pasados y la supuesta «guerra económica», definitivamente la única guerra que existe es contra el estómago de los venezolanos. La inflación galopante ha sido determinante para que casi 2 millones de venezolanos cayeran en la pobreza en apenas un año, para totalizar lamentablemente más de 9 millones de pobres, de los cuales casi 3 millones ni siquiera les alcanza para comer completo.

Los alimentos han reflejado los mayores aumentos en los últimos tiempos y esto afecta particularmente a los más pobres. Resulta insólito que un Gobierno que se dice «socialista» haya permitido una escalada de precios tan impresionante en la comida de nuestro pueblo.

El Gobierno insiste en ocultar las cifras oficiales como si eso ocultará lo que ocurre en los mercados todos los días con alzas constantes de precios y colas interminables para intentar conseguir los productos básicos. Sin embargo, cuando finalmente no pueden seguir ocultando esas cifras se impone la evidencia clara del desastre económico al que nos han llevado. Incluso con esas cifras oficiales el caos es patente. Según el Banco Central, las cifras que estaban pendientes por publicar reflejan que los alimentos tuvieron una inflación de 7,8% en abril y 6,3% en mayo, lo que ha llevado la inflación acumulada en los primeros 5 meses del año a un exorbitante 28% para los alimentos. Desde 1996 no se registraba un aumento tan fuerte comenzando un año.

Pero el rotundo fracaso de la gestión de Maduro queda al descubierto al revisar la inflación de los alimentos desde diciembre 2012 cuando se «encargó» del Gobierno. En apenas año y medio los alimentos aumentaron un insólito 139%, sin duda, un nefasto récord en nuestra historia. Y este desastre es el resultado de la profundización de un modelo económico fracasado que ha llevado los precios de los alimentos a multiplicarse por 60 en los últimos 15 años. Lo que gasta ahora en un mes una familia venezolana para comprar sus alimentos alcanzaba para cinco años completos cuando se inició este modelo nefasto que ha destruido la producción nacional.

Y los aumentos no paran, en estas cifras todavía no están reflejados los aumentos recientes del papel higiénico que hasta triplicó su precio, ni el aumento previsto para la electricidad en los próximos días, y ya anunciaron que aumentarán los precios de la leche y la carne de res. La nueva modalidad del Gobierno ante la escasez reinante es aumentar de forma insólita los precios de los productos más escasos dejando supuestamente algunos renglones con aumentos menores que al final se traduce en productos que no conseguirán por ningún lado, pero el Gobierno jura que los venezolanos se comerán el cuento de unos precios «regulados» que nunca verán en los anaqueles.

Así de grave está el tema de la escasez que esas cifras ni por casualidad las publican. Desde que Maduro está a cargo la escasez se mantuvo alrededor de 20% y a comienzos del 2014 escaló hasta el 30%. Jamás en nuestra historia habíamos tenido un período tan largo con una escasez tan alta. El último reporte de escasez indica que 20 alimentos básicos registran problemas de escasez, como leche, compotas, azúcar, café, aceite, mortadela y harina de maíz. En varios renglones la escasez supera el 80% y en ocasiones alcanza casi el 100%.

Y ante el incremento de la pobreza es importante reiterar la urgencia de un aumento general de sueldos y salarios para intentar paliar en algo la inflación desatada, llevar el Salario Mínimo a 5.000 bolívares por lo menos, se dupliquen los CestaTicket y se otorgue ese beneficio a nuestros jubilados y pensionados, así como a las familias que sufren pobreza extrema. En un momento tan crítico por este desastre económico lo justo es que el Gobierno se apriete el cinturón y no sea de nuevo el Pueblo quién pague los platos rotos.

Borgesjulio2009@gmail.com

 @JulioBorges

Los integrantes de la clase media venezolana ahora son los nuevos pobres de Venezuela

Si hay algo que tienen muy claro los venezolanos es que el camino que está tomando nuestro país no es el indicado. Con un modelo económico fracasado aplicado por Nicolás Maduro que ha llevado a casi 2 millones de personas a sumarse a la pobreza, para totalizar 9,2 millones de compatriotas que no les alcanza para vivir dignamente y de ellos 2,8 millones ni siquiera tienen para comer completo. ¿Quién puede explicar esta contradicción enorme entre un gobierno rico y un pueblo pobre?

Hoy uno de cada tres venezolanos es pobre y me refiero a cifras oficiales que ya pasaron por todos los filtros, esos son los números que golpean la realidad venezolana. Con lo grave que es esta situación y el gobierno pierde el tiempo en montar showcitos por cadena nacional de un supuesto golpe, conspiraciones y cuanta estupidez se le ocurre. Ahora bien, ya no solo se trata de quienes pasan de la pobreza a la pobreza extrema, sino que los integrantes de la clase media venezolana ahora son los nuevos pobres de Venezuela. El gobierno se ha empeñado en convertir a la clase media en los nuevos excluidos del país, se han empobrecido también, ha mermado su calidad de vida como nunca antes.

La realidad que golpea el estómago de los venezolanos es el resultado de este modelo fracasado que solo ha significado una guerra permanente contra la iniciativa privada que ha destruido a la producción nacional, estamos importando casi todo lo que consumimos.

El país cayéndosele y sin embargo Maduro continúa entrampado en un dogmatismo radical sin sentido y una total ineficiencia por parte de todo el gobierno que nos mantendrá a los venezolanos en una crisis permanente, por ese círculo vicioso de devaluaciones continuas que se traducen en inflación y generan escasez. Pero se equivocan si piensan que el pueblo se va a calar eso, los problemas que tenemos son producto de la ineficiencia de esa minoría enchufada que no le interesa absolutamente nada, sino seguir atornillados en el poder. Este desastre ya no hay quien lo tape.

Por eso los venezolanos debemos organizarnos para poder construir el país que queremos, lo que estamos viviendo tiene que cambiar. Todos merecemos «calidad de vida» y unidos lo vamos a lograr.

borgesjulio2009@gmail.com

 @JulioBorges

Hace pocos días se informó que un adolescente de 17 años fue detenido en relación al asesinato de Eliécer Otaiza, acusado de coautoría en homicidio calificado cometido con alevosía en la ejecución de robo y robo de vehículo automotor.

Hace 15 años, cuando comenzó la mal llamada «revolución», ese joven tenía apenas 2 años. Lo más probable es que sea un desafortunado desertor escolar o que nunca haya tenido la oportunidad de ir a una escuela. De acuerdo a las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas, más de 50 mil niños entre 7 y 12 años no asisten a la escuela, sin que en quince años se haya podido poner como prioridad que no quede un solo niño en el país sin tener un pupitre donde sentarse y contar con un buen profesor. Más grave aún, en 1997 había 620 mil hogares en condición de hacinamiento crítico y quince años más tarde no solo no ha mejorado la situación de los hogares más pobres, sino que la cifra ha aumentado a casi 743 mil.

Seguramente este adolescente, al que le esperan 30 años de cárcel y una prisión infrahumana, salió de un hogar en condición de hacinamiento, condenado de antemano por falta de oportunidades. Por supuesto que para Maduro y la cúpula que lo rodea es más fácil echarle la culpa al imperio en vez de asumir su barranco.

Adicionalmente, esta semana se pudo conocer que varias decenas de estudiantes de medicina nicaragüenses, becados por el gobierno venezolano para estudiar en nuestra tierra, decidieron regresarse a su país a completar sus estudios, agobiados por la escasez que nos carcome a todos, aunado al retraso del Gobierno para pagarle a los muchachos la beca. Muy penoso este episodio, que representa una nueva mancha para la imagen internacional de nuestro país.

Maduro no quiere a los pensionados

Indigna ver las largas colas que deben sufrir cada quince y último nuestros pensionados y jubilados. No se les trata con el debido respeto y consideración. En días recientes se quejaban, con toda razón, porque el Gobierno no les ha ajustado todavía la pensión, a pesar del decreto presidencial de sueldos y salarios efectivo para el 1 de mayo. El gobierno nacional los trata como ciudadanos de segunda clase, a pesar de los largos años de servicio que todos han aportado para el desarrollo y crecimiento de nuestra patria.

borgesjulio2009@gmail.com / @JulioBorges

Por Julio Borges

Las últimas encuestas solo confirman lo que sentimos día a día la mayoría de los venezolanos. Venezuela va por mal camino. 8 de cada 10 venezolanos considera que la situación del país es negativa, de acuerdo a Datanálisis. Cuando le preguntaron a los venezolanos: ¿cómo evalúan la situación del país en la actualidad? Casi el 80% respondió: negativa.

Sólo el «Dakazo» de noviembre le permitió a Maduro recuperar algunos puntos transitoriamente, con fines puramente electorales, pero luego los estantes vacíos, la inflación y la inseguridad se encargaron de borrar la ilusión de mano dura que tuvieron unos pocos. El Sr. Evaristo Marcano, a quien no conozco personalmente, me tilda en Aporrea de imbécil y tarado por compartir esta visión negativa que arropa hoy a Venezuela. Aprovecho por esta vía para responderle al Sr. Marcano, a quien agradezco que me lea.

Como padre de cuatro hijos pequeños, sueño con un país donde mis chamos puedan ir a medianoche a Petare a comerse unos helados. Hoy a cualquier hora del día pueden ser víctimas del hampa, sin importar donde se encuentren. Venezuela es hoy en día uno de los países más violentos del mundo. Cuando algo les pasa a nuestros hijos, hoy sabemos que no habrá justicia, ya que la impunidad es de más de 90%.

Sueño para mis hijos con una educación y una salud pública que sea mejor que la privada, donde prive la gratuidad, pero acompañada de calidad, excelencia y buen servicio. Hoy los venezolanos más pobres están condenados a morir de mengua, si por mala suerte contraen una enfermedad seria o sufren un accidente grave.

Sueño con un país de oportunidades, donde los jóvenes no estén pensando en emigrar por falta de oportunidades, por no tener futuro.

Sueño con un país con los estantes de los supermercados llenos de productos venezolanos, de distintas marcas, con una sana competencia que fomente la calidad, los precios justos y el empleo digno. En el país que sueño la gente en vez de 5 horas de cola, hará 5 minutos, para dedicarle el resto del tiempo libre a sus familias. Sueño con un país donde no se regale ni una gota de petróleo a otros países.

Amigo Evaristo: dos mitades no hacen un país. Solo juntos, sin insultos, podremos buscarle solución a los problemas que tenemos los venezolanos.

@JulioBorges

Por Julio Borges

Si agregamos el tema de la inseguridad y la escasez, la nota sería todavía más baja

Al cumplirse el 1er. año de gestión de Nicolás Maduro, claramente sostenemos que está «raspado» al no poder resolver la crisis económica que viven los venezolanos.

Quiero mencionarles diversas áreas donde se refleja con profundidad la crisis generada y mantenida por este gobierno de Maduro.

1. Política Fiscal: no es un secreto para nadie que este gobierno gasta más de lo que ingresa al país, con un aumento del gasto público de 60% en un año.

2. Asistencia Social: los planes sociales que el Gobierno ha anunciado y «ejecutado» son planes exclusivamente asistenciales. ¿Qué significa esto? Bueno que no existen opciones para que nuestro pueblo se supere estructuralmente de la pobreza. Y realmente lo han dejado claro, a ellos no les interesa ayudar a los más necesitados a salir a adelante, el ministro para la Educación, Héctor Rodríguez, lo dijo «no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarla a la clase media y que pretendan ser escuálidos», ¡es una verdadera vergüenza que este hombre sea ministro de Educación y que diga este tipo de barbaridades!

3. Inflación por las nubes: tenemos un país con la inflación más alta del mundo, y esto es sencillo de comprobar yendo a un supermercado, el aumento de los alimentos hasta de un 300% así como de los precios de los productos básicos. El aparato productivo de nuestro país está desmontado e importamos casi todo lo que consumimos. Finalmente, ¿quiénes son los más perjudicados? El pueblo.

4. Ley Habilitante: hay una abierta contradicción entre la Ley de Precios Justos y la reforma a la Ley de Ilícitos Cambiarios. En la práctica, el Gobierno ha autorizado por debajo de la mesa, aumentos astronómicos en los precios de los alimentos y otros rubros básicos, por ejemplo el precio del cartón de leche que pasó de un solo guamazo de Bs. 7,5 a Bs. 27.

5. Política Petrolera y Regaladera: Venezuela es la madrina de algunos países chulos, mientras nuestro país está pasando por la crisis más grave de su historia, estos señores del Gobierno regalan y regalan nuestro dinero y petróleo.

Al ponderar los 6 parámetros, el gobierno de Nicolás sale raspado con 05 sobre 20. Si agregamos el tema de la inseguridad y la escasez, la nota sería todavía más baja.

Borgesjulio2009@gmail.com @JulioBorges

La pregunta que nos hacemos todos los venezolanos en cuanto a la situación de nuestro país es, ¿cuál es el camino? ¿Estamos conformes con lo que estamos viviendo? La mayoría no lo está, pero, ¿Qué hacer? Indudablemente la respuesta no es fácil, sin embargo, hay varios puntos que considero tenemos muy claros todos, o al menos la mayoría: 1) Amamos profundamente a nuestro país. 2) Queremos y necesitamos un futuro mejor para nuestras familias, dentro de nuestra tierra.

El país se encuentra sumergido en una grave crisis, económica, social y política y esto no es un secreto para nadie, ya que lo vivimos día a día. Es muy impactante observar como hasta hace algunos años podíamos ir a un supermercado y encontrar lo que buscáramos, variedad de calidad y precio, y que en la actualidad, aunque suene absurdo (y digo absurdo porque en un país con tanta riqueza no se justifica que la población esté pasando tanta necesidad), ya no «podamos darnos esos lujos». ¿Cómo es posible que los venezolanos a las 10 de la noche ya debamos «escondernos» en nuestros hogares para no ser víctimas de la delincuencia? ¿Cómo es posible que el Gobierno en vez de perseguir delincuentes, persiga estudiantes, periodistas, dirigentes políticos y a todo aquél que piense distinto?

Cuando existen problemas de inseguridad, escasez, inflación, violencia, cuando no hay agua o luz en alguna población, no importa el color de la camisa ni la preferencia política, nos afecta a todos por igual, entonces, ¿por qué no unirnos en torno a nuestros problemas? Es sencillo, en la unión está la fuerza, si tenemos un Gobierno que NO resuelve, que NO hace nada por mejorar o erradicar los problemas, entonces nosotros somos los encargados de producir el cambio que deseamos.

Esa cúpula de personas enfermas al poder que hoy en día se encuentran en el Gobierno no tienen el derecho de arrebatarnos lo que por años, millones y millones de venezolanos han construido, me refiero a esa Venezuela que lamentablemente debo reconocer no conocieron mis hijos, esa Venezuela llena de oportunidades y de esperanza. Precisamente por esto es que debemos seguir luchando, no podemos perder las esperanzas, el bien siempre triunfa. La respuesta a ¿Cuál es el camino? Se encuentra en cada uno de nosotros, el camino lo vamos construyendo, o le echamos pichón, o regalamos el país.

Borgesjulio2009@gmail.com / @JulioBorges

Por Julio Borges

En vez de andar anunciando tarjetas de racionamiento, Nicolás y Cilia deberían tener la valentía de desenchufarse y salir a hacer mercado, como lo hacen diariamente miles y miles de familias venezolanas. Si así lo hicieran, entenderían el drama que representa no conseguir leche, harina de maíz, aceite, café y papel toilette, por mencionar algunos de los «imposibles» de los hogares venezolanos. Y en el interior del país la situación es más dramática. Si Cilia o a quien le toque cocinar en Miraflores no estuvieran llenos de privilegios, tendrían que decirle no a Nicolás cuando pida sus tres arepas de desayuno. Tampoco le podrían dar empanadas y si pide un sandwich, le tendrían que explicar que lo racionan en las panaderías: ¡entérate Nicolás!

Y ahora tal como lo habíamos alertado, el Gobierno confirmó que el único objetivo de la nueva «Tarjeta de racionamiento del siglo XXI» es controlar que pueden y que no pueden comprar los venezolanos en las redes de Mercal, Pdval y Bicentenario. El ministro de Alimentación tuvo los riñones de afirmar que había que calarse las colas para comprar comida porque aquí se hace cola para todo y que no podía permitirse que los venezolanos fueran a comprar todos los días. ¿A quién se le ocurre que el Gobierno puede decidir por los venezolanos lo que puede comer o lo que puede comprar cuando lo quiera comprar?

Y como si eso fuera poco, el Gobierno también anunció el aumento de un solo trancazo de los precios de varios productos esenciales que se venden en Mercal. Tal es el caso del arroz que aumenta 18%, la pasta 27%, el aceite 38%, la carne de res 42%, la leche en polvo 52%, la harina de maíz 53%, el azúcar 74%, el pollo 99% y las caraotas negras 112%.

Y para completar el desastre surgen informaciones extraoficiales que el Gobierno estaría fomentando el incremento de precios de algunos alimentos regulados sin hacer un anuncio oficial intentando que pase por debajo de la mesa. Está claro que al final será el pueblo el que pague los platos rotos y no nos sorprenda que inventen un nuevo show contra empresas privadas desconociendo esos supuestos «acuerdos» para dejar que suban los precios sin anunciarlos.

La tarjeta de racionamiento, sin importar los adornos que le pongan para disfrazarla, es el reconocimiento del fracaso de un modelo que no produce lo suficiente para sus ciudadanos.

borgesjulio2009@gmail.com @JulioBorges

Por Julio Borges

Les confieso que a veces no logro comprender la desfachatez con la que salen hablando los personajes del gobierno, o bueno, sí la entiendo, pero como ser humano y como venezolano me resulta totalmente increíble, ¿Cómo se puede tener tanto cinismo?

Hace semanas un joven estudiante manifestó haber sido violado por un guardia nacional con un fusil, la fiscal desestimó la denuncia, afirmando que si fuera verdad «el muchacho no se podría sentar» ¿Cómo es posible que esta señora diga tremenda barbaridad? Asimismo, la defensora del puesto, como usualmente lo hace, manifestó desconocer la situación alegando que a su oficina no había llegado ninguna denuncia, cuando ella juró defender al pueblo, y esos muchachos son pueblo, todos los venezolanos somos pueblos, debería darle vergüenza como mujer y como venezolana, ser cómplice de un gobierno nefasto, ser un títere más colaborando a este desastre. La reacción de dos instituciones fundamentales para la salud democrática del país nos dice claramente que la justicia en Venezuela está muy, muy enferma. Los poderes del Estado son un apéndice del gobierno, por eso en Venezuela no hay justicia, existen impunidad.

Sin duda, la situación del país es muy delicada, el gobierno tiene con que resolver la crisis que estamos viviendo y no le da la gana de hacerlo, un ejemplo claro es el despliegue de cuerpos de seguridad que se han utilizado para reprimir manifestaciones, es decir, que para atacar el tema de la inseguridad sí hay personal y equipos, solo que no hubo, ni ha habido voluntad. Es por ello, que es importante organizarnos y unirnos en torno a nuestros problemas. Nuestro malestar social debe llevarnos a la unión de las comunidades, nuestras acciones deben significar «cambio» y no «frustración».

Cada uno de nosotros debe ser líder en su comunidad, no se trata de imponer los distintos puntos de vista con respecto a lo que sucede en Venezuela, se trata de encontrar los puntos que nos afectan a todos y tratar de resolverlos, trabajar unidos para lograr un fin. Las protestas son sumamente importantes pero deben tener un sentido, un motivo. Por eso debemos tener claros los 10 puntos que propuso Henrique Capriles para nuestra protesta pacífica pero firme. Un país mejor sí es posible pero necesario es la unión.

borgesjulio2009@gmail.com

Por Julio Borges

Quién está haciendo el papelón? Usted y su «gobierno» deben hacer una profunda reflexión

El Gobierno a raíz de los acontecimientos que se han desarrollado en el país ha pretendido llenarse la boca con la palabra «diálogo», sin embargo, hasta ahora le queda grande y les voy a demostrar por qué: en primer lugar porque las manifestaciones han tenido como protagonistas a miles de jóvenes venezolanos que protestan por su futuro, porque sienten que no hay cabida para ellos en la «patria» que les dibujan todos los días, patria que por demás está decir se encuentra dominada por la inseguridad, la escasez y falta de oportunidades, los jóvenes no consiguen empleo, no hay sueldos dignos, ni un país de progreso y democrático. En segundo lugar porque hemos visto cómo desde el Gobierno al movimiento estudiantil se le tilda de «fascistas» «desestabilizadores», y «terroristas», mientras que grupos armados que se han encargado de aterrorizar a vecinos y comunidades enteras, son denominados «grupos de la paz», totalmente amparados por el régimen.

Si Nicolás quisiera resolver el problema que está viviendo el país dejara la habladera de paja y se pusiera a solventa estos temas:

1. El desarme inmediato de los colectivos.

2. Trabajar Gobierno y sector privado para poner a Venezuela a producir «hecho en Venezuela».

3. Nombrar un Fiscal, Contralor, Defensor del Pueblo y miembros del CNE, magistrados del TSJ.

4. Publicar la lista de dólares de Cadivi, caiga quien caiga.

5. Otorgarle más competencias a gobernadores y alcaldes.

6. Dejar de regalarle nuestras riquezas a Cuba y a los demás «panas» de la región.

7. Sacar a los cubanos y a la política de las FAN.

Ya en el exterior saben quién es usted Maduro, saben cómo los cuerpos de seguridad del Estado han reprimido, herido y hasta matado estudiantes, saben que en el país no hay libertad de expresión, saben que en Venezuela existen grupos paramilitares armados por su gobierno, saben que usted miente y engaña. Ahora dígame, ¿quién está haciendo el papelón? Usted y su «gobierno» deben hacer una profunda reflexión, crear una agenda de diálogo, si es que supuestamente están dispuestos, que de verdad valga la pena, que incluya todas las reivindicaciones sociales que se le han hecho desde los distinto sectores del país.

@JulioBorges / borgesjulio2009@gmail.com

Recientes sondeos de opinión reflejan el descontento de los venezolanos ante la pésima situación del país por la crisis económica generada por el gobierno de Nicolás Maduro. A través de un estudio de opinión se les consultó a los venezolanos mayores de 18 años, si el país va por buen o mal camino, el 71% dice que Venezuela va por mal camino, de cada 10 venezolanos, 7 sienten que el país va por el camino equivocado. La mitad del oficialismo piensa que el país va por mal camino y que las cosas están empeorando.

Al consultarle a los encuestados sobre los responsables de la crisis económica en el país, el 65,9% de los venezolanos contestó que es culpa del gobierno nacional, solo el 18% de los consultados cree que la mala situación se debe a la supuesta guerra económica que llevaría a cabo la oposición.

Queda demostrado con estas respuestas que el cuento de la guerra económica ya nadie se lo come, el país está claro en que el origen de la crisis económica está en que entró un millón de millones de dólares que se botaron, se los robaron o los regalaron. Y después de todo este despilfarro del dinero de los venezolanos por parte del Gobierno, ahora devalúan para meterle la mano en el bolsillo y hacer que los venezolanos paguen los platos rotos.

En Venezuela no hay culpables por la crisis económica. Aunque Mario Silva en su audio habló de todo el guiso de Cadivi, del dinero que se robó el Gobierno, mencionó a Diosdado Cabello y a su hermano, a Cilia Flores, al propio Nicolás Maduro.

Jorge Giordani reconoció que se robaron 20 mil millones de dólares, Rodríguez Torres y Edmé Betancourt también reconocieron este robo, pero quien lo está pagando es el pueblo venezolano. Lo grave es que quienes se robaron esos dólares no han sido castigados, a nadie se le ha abierto una averiguación. Se prometió que se iba a publicar la lista de empresas de maletín y no se hizo. Fuimos a hablar con la Fiscal General y ni nos recibió, solo contestó que no sabía nada, que eso no existía, que no se ha enterado. Allí podemos ver la complicidad del Gobierno y de las instituciones con la corrupción. Estamos frente a un régimen que se cae a pedazos, por eso debemos seguir luchando para cambiar esta realidad.

borgesjulio2009@gmail.com

@JulioBorges

Por Julio Borges