Legitimidad

Posted on: enero 26th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

La democracia, por definición, es el imperio de las leyes en contraste a la imposición de los hombres

Cada vez son más frecuentes las advertencias de Almagro, Secretario General de la OEA con respecto a lo que ocurre en Venezuela. Reiteradas son también las de otros gobernantes, entre las cuales recordamos las de presidentes como Macri de la Argentina, Luis Guillermo Solís de Costa Rica, Manuel Rajoy de España o Manuel Valls Primer Ministro de Francia. Hemos sido testigos de los señalamientos de las cancillerías de Brasil, de Uruguay o Paraguay, también de los reclamos de 35 expresidentes iberoamericanos y premios Nobel de la Paz.

 

 

El Art. 3 de la Carta Democrática Interamericana, dice:

 

 

«Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo… y la separación e independencia de los poderes públicos».

 

 

Mal podría hablarse en Venezuela de «derechos humanos y libertades fundamentales», cuando el mundo entero reclama la libertad de unas 8 decenas de presos políticos. Las elecciones mal pueden ser una expresión de soberanía popular cuando se tratan de contrarrestar sus resultados con vericuetos como los de la Sala Electoral.

 

 

Mal puede hablarse de legitimidad de desempeño cuando el Estado viene desconociendo de manera sistemática -en al menos 17 casos diferentes- los veredictos condenatorios que en su contra emanan de la CIDH. Se trata de veredictos inapelables.

 

 

«Le pouvoir arrête le povoir» sostenía Montesquieu. «El poder frena el poder». Vale aquí preguntarse, ¿está el Poder Judicial frenando al Poder Ejecutivo en el caso de decisiones como la sentencia sin pruebas contra Leopoldo López o la detención de Antonio Ledezma o tantos otros casos?

 

 

¿Dónde queda el equilibrio de los poderes cuando los ministros reciben órdenes de no concurrir a una interpelación a la cual están obligados por preceptos constitucionales?

 

 

La Asamblea Nacional tomó la decisión de rechazar el Decreto de Emergencia. ¿Cómo podía no hacerlo? El pueblo le dio un claro mandato en las elecciones del 6D. Lo que el Gobierno proponía en ese Decreto no era más que una profundización del modelo que ha llevado al país al desastre. Aprobarlo hubiese sido una cachetada al mandato popular. Hubiese equivalido a inyectarle dosis masivas a Venezuela de la misma bacteria que le está provocando una septicemia.

 

 

El gobierno se mantiene aferrado al discurso de que el empobrecimiento sin precedentes de la población es culpa de una guerra económica producto de su calurienta imaginación o a la caída de los precios del petróleo.

 

 

Quien esto escribe fue miembro del Directorio de Pdvsa cuando los precios petroleros alcanzaron a 7 dólares el barril por allá en 1997. ¿Recuerda alguien que se formaran colas como las que hoy existen en los automercados?

 

 

Hoy los precios rondan los 20 dólares. En aquellos tiempos eso hubiese lucido como un sueño dorado. No, no son los precios la única razón de lo que ocurre. Es la aplicación de un modelo que ha llevado a una destrucción profunda del aparato productivo. Es la angustia de que ese modelo lleva a instituciones como el FMI a estimar que en el 2016 la inflación podría superar el 720%.

 

 

La crisis, la inflación, la escasez, la inseguridad fueron las causas de la aplastante derrota que sufrió el modelo en las elecciones parlamentarias. Ese fue el verdadero derrotado: el modelo.

 

 

Lamentablemente no hemos tocado fondo. La crisis se va a profundizar a una velocidad creciente. Si nada la detiene en su vertiginosa carrera se corre el riesgo de una ruptura del tejido social. En medio de una situación así, bien haría el gobierno en aferrarse a la legitimidad. La misma constituye la única credencial ética para mandar y ser obedecido.

 

 

Existe el temor de que cualquier exceso podría enfrentar al gobernante a la aplicación de la Carta Democrática Interamericana que colocaría al gobierno ante la pérdida final de legitimidad.

 

 

La democracia, por definición, es el imperio de las leyes en contraste a la imposición de los hombres. Los pueblos que viven bajo el imperio de las leyes son pueblos libres. Pero cuando las leyes no se utilizan para garantizar las libertades ciudadanas sino para coartar sus derechos, se corre el riesgo de quedar sometidos no al imperio de la ley, sino a la voluntad de un autócrata.

 

 

Y todavía algunos se preguntan, ¿con qué se come eso de la legitimidad? La legitimidad es el cemento que mantiene unida a la sociedad. Sin ella el paso siguiente sería una crisis de gobernabilidad, porque si bien el poder legítimo obliga moralmente a la obediencia, el ilegítimo no.

 

 

petoha@gmail.com

@josetorohardy

Caíste por inocente

Posted on: diciembre 30th, 2014 by Laura Espinoza No Comments

Como Santa iba a estar muy ocupado este año decidí aplazar mi aguinaldo por unos días

Pocos días antes de la Navidad escribo estas líneas con la mente puesta en el regalo que quisiera pedirle a San Nicolás. Como sé que Santa va a estar muy ocupado consolando a niños que en esta oportunidad van a quedar muy frustrados, he decidido este año aplazar mi aguinaldo por unos días. Le voy a pedir que me complazca al final del día de los Santos Inocentes, o sea el 28 de diciembre. Para la fecha de la publicación de este artículo, ya sabré si se cumplió mi deseo.

 

¿Pero cuál fue mi deseo? Se los diré: quisiera que ese día el Presidente anuncie en que todo lo que ha venido anunciando hasta ahora fue para hacernos caer por inocentes. Que en realidad no estábamos blindados. Que ahora si van en serio. Que promete que no nos va a engañar más y que va a tomar el rumbo que se necesita.

 

Me encantaría oírle decir en esa cadena que nunca más va a dar cadenas porque es un abuso contra los venezolanos.

 

Y desde luego, que anuncie que eso de que la Fiscal, la presidenta del CNE y la Defensora del Pueblo se iban a postular nuevamente era para hacernos caer por inocentes. Que en realidad por vías ajustadas a la Constitución y que estos funcionarios serán a partir de ese momento absolutamente independientes del Poder Ejecutivo, al igual que el TSJ, de forma que se pueda restablecer el funcionamiento de la democracia.

 

Me encantaría por tanto oírle decir, que conforme nos lo recomendaba Montesquieu, en el futuro se respetará la autonomía de los Poderes Públicos de forma de que se cumpla efectivamente la máxima según la cual «le pouvoir arrête le pouvoir» (el poder frena el poder) que ya en el Siglo XVII recomendaba el barón francés.

 

Me encantaría oírle decir que el respeto a la propiedad privada y la libertad de expresión serán el nuevo norte de su gobierno y que de inmediato se está ordenando la liberación de todos lo presos políticos.

 

Que la censura y la autocensura cesarán de inmediato. Me refiero a una suerte de «glásnost» como el que aprobó Gorbachov en su momento. Que no se le pondrán más trabas a los medios impresos para que puedan adquirir el papel que requieren periódicos, libros y revistas, y que la radio y la televisión pasarán a ser los grandes contralores de las acciones públicas.

 

Que se eliminarán los controles de precios y de costos, después de haber comprobado que se han transformando en uno de las principales causantes de la escasez. Que han podido constatar que dicha escasez que es provocada porque la oferta se ha visto restringida ante el temor de los inversionistas de que un funcionario pueda decidir discrecionalmente a qué precio van a poder vender los bienes que producen.

 

Que se establece un cambio único y que la meta a corto plazo es la eliminación del control de cambios.

 

Que al Banco Central de Venezuela se le devuelve la autonomía y que no podrá seguir financiando el déficit fiscal.

 

Que la libre competencia podrá permitir que los precios bajen, una vez que cada productor tenga que enfrentar a sus competidores en base a innovaciones en sus métodos de producción y en calidad y precio de sus productos. Que sólo en la medida en que la oferta de bienes llegue a superar a la demanda de bienes, los precios comenzarán a batirse en retirada.

 

En medio de ese nuevo esquema de libertades, la economía venezolana comenzará a expandirse, con el aporte no sólo de los inversionistas venezolanos, sino también de los extranjeros que estarán convencidos de las oportunidades que aquí pueden abrírseles en un país que está dispuesto a respetar escrupulosamente el derecho a la propiedad privada.

 

También debería anunciar que se ha retomado el camino de la descentralización.

 

Y que para reparar el daño que sabe le han hecho al aparato productivo, se aprobará un decreto a través del cual se devolverán todas las propiedades que han sido nacionalizadas a lo largo de los últimos 15 años, con una sola condición: que quienes reciban de vuelta esas propiedades se comprometan de inmediato a realizar las inversiones que permitan estimular el aparato productivo del país y brindar oportunidades de empleo a millones de venezolanos.

 

Que los trabajadores recuperan el derecho a la huelga como mecanismo de lucha para procurar sus reivindicaciones.

 

Y que para devolverle la viabilidad al país se van a sentar en una mesa de negociaciones con las empresas que han demandado a Venezuela en tribunales de arbitraje internacional como el Ciadi y buscar con ellos acuerdo para que regresen a Venezuela y continúen sus procesos de inversión. De esta forma el país se ahorraría miles de millones de dólares en indemnizaciones que no tiene cómo pagar.

 

Y para finalizar, que en aras a devolverle la estabilidad al país se anuncia que el modelo que se venía aplicando ha llegado a su término.

 

petoha@gmail.com

@josetorohardy

Nadie es tan tonto para creerlo

Posted on: noviembre 18th, 2014 by Lina Romero No Comments

Estas cifras requieren de cierto análisis, aunque sea sometiéndolas a una simple revisión aritmética

 

 

Nadie puede negar que en Venezuela se acercan tiempos difíciles. De nada nos sirve que nos digan que estamos blindados aunque el precio del petróleo caiga a cero.

 

Eulogio Del Pino, nuevo presidente de Pdvsa y hombre de cuyos conocimientos y formación profesional nadie puede negar, le anunció a la Asamblea Nacional que para el año 2015 la producción alcanzará a 3,1 millones de barriles diarios, que las exportaciones petroleras serán de 2,5 millones de b/d y que el consumo doméstico será de 766.000 barriles por día.

 

Estas cifras requieren de cierto análisis, aunque sea sometiéndolas a una simple revisión aritmética. Si restamos a la producción anunciada por Del Pino de 3,1 millones de barriles diarios la exportación prevista de 2,5 millones de barriles diarios, el remanente será de apenas 600.000 barriles por día; sin embargo nos dice el presidente de Pdvsa que el consumo doméstico alcanzará a 766.000 b/d. ¿Quiere eso decir que tendremos que importar 166.000 barriles diarios para cubrir el consumo doméstico? Creo que eso merece una aclaratoria, porque cifras de importación de esa magnitud nunca antes habían ocurrido.

 

Grave

 

La situación, sin embargo, es mucho más grave. La producción de 3,1 millones de barriles diarios para el 2015 también merece ser analizada, porque no coincide con ninguna de las informaciones que nos suministran otras organizaciones internacionales que se ocupan del tema petrolero.

 

De acuerdo con el Oil Market Report (14-10-2014) de la Agencia Internacional de la Energía (http://www.iea.org/oilmarketreport/omrpublic) la producción de Venezuela fue de 2.480.000 barriles diarios incluyendo 440.000 b/d en la Faja del Orinoco. La cifra dista bastante de las del presidente de Pdvsa.

 

Pero en fin, supongamos que la Agencia Internacional de la Energía es una organización controlada por el imperio y que por eso sus cifras no son reales. Vayamos pues a otra fuente insospechable de querer dañarnos: la OPEP.

 

El Montlhy Oil Market Report de la OPEP correspondiente al mes de octubre (http://www.opec.org) en su sección «Supply», ofrece dos informaciones que difieren entre sí con respecto a la producción venezolana.

 

En el cuadro número 5.5 -pág. 54- presenta una cifra «basada en comunicación directa» con el gobierno venezolano conforme a la cual nuestra producción en julio alcanzó a 2.776.000 barriles diarios, (no hay datos con respecto a agosto, septiembre y octubre). Esta cifra también sigue estando bastante alejada de los 3,1 millones de barriles diarios que pronostica el Ing. Eulogio Del Pino. Lo que es peor, los datos presentados para el mes de julio evidencian una fuerte tendencia a la caída de la producción, que había alcanzado a 2.870.000 b/d durante el primer trimestre del 2014.

 

Si la OPEP considerase esa cifra como cierta, no se molestaría en ponerlas en duda. Eso es lo que hace al presentar un segundo cuadro número 5.4 en la misma página, (basada en informaciones de fuentes secundarias) conforme a las cuales la producción petrolera de Venezuela fue de apenas 2.332.000 b/d en setiembre del 2014.

 

¿A quién creerle: a Eulogio Del Pino, a la Agencia Internacional de la Energía, a las cifras que el gobierno le proporciona a la OPEP o a las informaciones que la misma OPEP publica proveniente de otras fuentes?

 

Las metas

 

Para que se cumplieran las metas presentadas a la Asamblea Nacional, la producción tendría que aumentar en el mejor de los casos 400.000 b/d y en el peor de los casos 800.000 b/d. En cualquier escenario se necesitarían incrementos que nunca han ocurrido en la historia petrolera de Venezuela, ni siquiera en los momentos de máximo auge de las inversiones.

 

Por otra parte, el único escenario que sí se está materializando es el de una fuerte caída en los precios petroleros. La última cifra publicada en El Universal ubica el precio de nuestra cesta en $ 70,80 por barril y varios analistas consideran que el precio podría llegar a ubicarse entre los 65 y 70 dólares por barril. Conforme a un reciente editorial de la revista The Economist, Venezuela requeriría 120 dólares por barril para cubrir sus gastos.

 

¿A qué nos estamos enfrentando? ¿Cómo creerle a unas autoridades cuyas inexactitudes son tan evidentes?

 

Venezuela es extremadamente dependiente del petróleo. Según el Banco Central de Venezuela, el 96% de todas las divisas que le ingresan a Venezuela provienen del sector petrolero. No es difícil imaginar un escenario en el cual tanto el precio del petróleo como su producción caigan simultáneamente. Todo da a entender que eso es lo que está ocurriendo.

 

Frente a esta situación es indispensable exigirle al gobierno nacional que le hable claro a los venezolanos. Nada ganamos conque pretendan decirnos que estamos blindados. Nadie es tan tonto para creerlo.

 

petoha@gmail.com

@josetorohardy

Alternativas a la venta de Citgo

Posted on: agosto 26th, 2014 by Super Confirmado No Comments

La única alternativa racional es sentarse a negociar con Conoco-Phillips y Exxon-Mobil

 

Preguntas y respuestas: ¿Se debe vender Citgo? R: ¡No! El valor estratégico de esa empresa para Venezuela es mucho mayor que el valor de sus activos. A través de Citgo llegamos a controlar el 10% del mercado interno de gasolina de EEUU (el mayor del mundo). Llevábamos el petróleo venezolano desde nuestros yacimientos hasta el tanque de gasolina de los automovilistas americanos, pasando todo el tiempo por instalaciones venezolanas.

 

-¿Procesaba Citgo petróleo proveniente de otros países?

 

R: Sí. La capacidad de aquellas refinerías superaba el volumen de crudo que podíamos despacharles. Lo complementábamos con petróleo mexicano. De haberse completado la Apertura Petrolera, hubiésemos podido atender totalmente la dieta de nuestras refinerías.

 

-¿Pagaba Citgo dividendos a Pdvsa?

 

R: Al principio no. Cuando se compró Citgo se hicieron grandes inversiones para dotar aquellas refinerías de procesos de conversión profunda para poder transformar los crudos pesados y ácidos de Venezuela en productos de alto valor. Fue necesario tomar un financiamiento. De haber contado con un aval del Estado, desde el primer momento Citgo hubiese repatriado dividendos. Sin ese aval, Pdvsa tuvo que negociar fórmulas de precio que garantizasen a los financistas el pago de la deuda. Pagada ya en 1997, Citgo comenzó a repatriar dividendos.

 

-¿Afectó eso a Venezuela?

 

R: Algo. Controlábamos toda la cadena desde nuestros pozos hasta el tanque de gasolina de los automovilistas americanos. Teníamos la capacidad de determinar en cuál eslabón de esa cadena habría mayores utilidades. Preferíamos que éstas se concentrasen en los eslabones que estaban del «lado de acá». Quienes no saben del negocio petrolero, critican sin saber de lo que hablan.

 

-¿Es Citgo rentable?

 

R: Ciertamente. Las ganancias de Citgo entre 1998 y el 2013 -cifras oficiales- han alcanzado a 8.900 millones de dólares y, en ese lapso, pagó dividendos por 9.350 millones de dólares. En el 2013 sus ganancias fueron de 778 millones de dólares y pagó dividendos a Pdvsa por 900 millones de dólares.

 

-¿Quién es más rentable Citgo o Pdvsa?

 

R: En el 2013 Citgo fue mucho más. El caso de Pdvsa fue patético. Según su Informe de Gestión 2013, Pdvsa ganó US$ 12.097 millones. De ellas, 12.000 millones provinieron de la venta al BCV de sus acciones en una empresa aurífera (que no produjo ni un gramo de oro) y US$ 7.952 millones resultado de utilidades cambiarias por la devaluación del bolívar. Sin estos dos rubros, Pdvsa lo que tuvo en el 2013 fue una pérdida de 7.855 millones de dólares.

 

-¿Por qué quieren entonces vender a Citgo?

 

R: Tanto el gobierno como Pdvsa agotaron su capacidad de endeudamiento y necesitan desesperadamente recursos. La otra posibilidad es que temen que la embarguen. Quizá quieren con esta venta esconder las pérdidas que tendrá Pdvsa en el 2014.

 

-¿Por qué pueden embargarla?

 

R: Porque con motivo de la Apertura Petrolera se propició la llegada de inversionistas que contribuyesen con el desarrollo de tecnologías capaces de propiciar el desarrollo de la Faja del Orinoco (hasta ese momento no existía ninguna tecnología económicamente viable). Se adelantaron los siguientes pasos: 1º Se le consultó a la Corte Suprema de Justicia si era posible recibir inversiones privadas en el sector de los hidrocarburos. En ponencia del magistrado Román Duque Corredor la Corte fijó los parámetros para hacerlo; 2º Se sometieron al Congreso Nacional las Bases de Negociación. El Congreso aprobó dichas bases y con ellas se procedió a negociar con las empresas; 3º Se licitaron y suscribieron los contratos; 4º Los contratos ya firmados fueron sometidos para su ratificación al Congreso Nacional; 5º A pesar de lo anterior un grupo de venezolanos -encabezados por Luis Vallenilla y Alí Rodríguez- pidió la nulidad ante la Corte Suprema de Justicia. Ya durante el gobierno de Chávez, la Corte Suprema ratificó la plena legalidad de esos contratos en ponencia de la Dra. Cecilia Sosa. ¡Se habían cumplido, pues, todos los extremos legales!

 

En el 2006 el gobierno modificó la Ley de Hidrocarburos, aumentando los impuestos y las regalías a cambio de entregarles a las empresas la propiedad del 40% de las reservas del subsuelo (vulnerando así nuestra soberanía). Algunas aceptaron y otras no. Las que no aceptaron alegaron que se violaban los contratos suscritos. El gobierno les respondió: o aceptan o se van del país.

 

Las que no aceptaron demandaron ante el tribunal de arbitraje del Ciadi. Esos arbitrajes lucen perdidos y Pdvsa no tiene cómo pagar. Quizá venden Citgo para evitar un embargo.

 

-¿Hay alternativas a la venta o el embargo de Citgo?

 

R: La única alternativa racional es sentarse a negociar con Conoco-Phillips y Exxon-Mobil.

 

pepetoroh@gmail.com

 @josetorohardy