El diálogo y el petróleo

Posted on: noviembre 15th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Por increíble que parezca el gobierno insiste en que la prioridad del diálogo debe tener por objeto el apoyo a sus políticas económicas, a pesar de que son la causa de la peor crisis que haya tenido Venezuela.

 

 

 

Especial mención merece la política petrolera que logró lo que lucía imposible: reducir a Pdvsa a escombros.

 

 

 

De haberse cumplido las inversiones de la Apertura Petrolera, Venezuela debería estar produciendo más de cinco millones de barriles diarios. Para el año 1998, al ganar las elecciones el presidente Chávez, nuestra producción era ya de 3.7 millones de b/d. Pero hoy en día, la OPEP en su Monthly Oil Market Report, (noviembre 2016, pág. 59) nos ofrece dos datos diferentes: a) 2,3 millones de barriles diarios según informa el gobierno; y b) 2 millones, según otras fuentes. En ambos casos una caída brutal. Solamente en los diez primeros meses del 2016 la producción petrolera de Venezuela cayó en cerca de 338.000 b/d.

 

 

 

El pecado original

 

 
¿Cómo se las arregló el gobierno para provocar tal debacle contando con las reservas más altas del mundo?

 

 

 

Remontémonos al “pecado original”. Según confesó el propio presidente Chávez en sesión solemne de la Asamblea Nacional del 15 de enero del 2004 ante todo el cuerpo diplomático acreditado, él personalmente provocó el “paro petrolero”. Sus palabras textuales fueron:

 

 

 

“… Lo de Pdvsa era necesario aun cuando nosotros no la generamos. Bueno, no es que no la generamos. ¡Sí la generamos!, porque cuando yo agarré el pito aquel en un Aló Presidente y empecé a botar gente, yo estaba provocando la crisis. Cuando nombré a Gastón Parra Luzardo y aquella nueva junta directiva, pues estábamos provocando la crisis. Ellos respondieron y se presentó el conflicto y aquí estamos hoy. ¡Era necesaria la crisis!”.

 

 

 

Fueron despedidos más de 22.000 trabajadores que tenían en promedio 15 años en la industria; o sea, se lanzaron al cesto de la basura 330.000 años de experiencia y conocimiento. Esos trabajadores representaban el 50% de la nómina total de Pdvsa, pero el 75% de la nómina mayor donde se concentraba la mayor parte del conocimiento.

 

 

 

La debacle

 

 
A partir de ahí la empresa no ha dado pie con bola. Fue brutalmente politizada. “Pdvsa es roja rojita” afirmó su presidente Rafael Ramírez. Eso la llevó a su destrucción. De 42.000 trabajadores que tenía en ese entonces hoy se estima que tiene más de 140.000. La empresa ha sido fenomenalmente endeudada. La producción de gas se vino a pique. El PIB petrolero ha caído de manera sostenida. Hemos perdido posiciones en los mercados y vendido o perdido numerosas refinerías en el exterior. Los casos de corrupción asombran al mundo y el TSJ prohíbe que la AN investigue casos por 11.000 millones de $.  Lo triste es que todo ocurrió cuando los precios petroleros alcanzaron el nivel más alto de la historia.

 

 

 

¿Qué es hoy Pdvsa?

 

 
Hoy no sabemos si Pdvsa en una empresa petrolera, una agencia social, una seccional del PSUV, el brazo financiero de la revolución o una cueva de Alí Babá. Nada ilustra mejor el caos que el triste episodio de los alimentos podridos de Pdval.

 

 

 

La falta de mantenimiento causa permanentes accidentes, derrames y paradas no previstas de nuestras refinerías. Los dos casos más recientes fueron el incendio en las instalaciones de Guaraguao y la ruptura del oleoducto de 36 pulgadas Cabrutica-Jose que produjo un grave derrame en los ríos Aribi y Pao en Anzoátegui.

 

 

 

Fuimos testigos del reciente canje de bonos que vencían en los años 2016 y 2017 por otros con vencimiento en el 2020. Sólo lograron canjear cerca del 39% de esos bonos. Calificadoras de riesgo como Standard & Poors y Fitch rebajaron aún más la calificación crediticia de Pdvsa por considerar que fue un canje forzado y ponen en duda su capacidad de cumplir al vencimiento. Si ocurriera perderíamos el control de Citgo que es el principal brazo comercializador de nuestro petróleo.

 

 

 

Petroleumworld informa que nuestras refinerías están operando muy por debajo de su capacidad, provocando una severa escasez de gasolina. De paso, ante los incumplimientos de nuestra casa matriz petrolera, se dificulta importarla porque nadie le despacha si no paga anticipadamente. Asimismo, por incumplimientos de Pdvsa, los gobiernos de Curazao y Jamaica estudian remplazar a Pdvsa por socios chinos en las refinerías Isla y Petrojam.

 

 

 

Y mientras la producción petrolera se derrumba, la cesta petrolera venezolana siguen cayendo ($4,68 por barril en dos semanas) ubicándose en $ 37,46.

 

 

 

El 30 de noviembre tendrá lugar en Viena una reunión de la OPEP para tratar un posible recorte, aunque su producción alcanzó un máximo histórico en octubre. A pesar de la cercanía del evento, los precios petroleros van en picada.

 

 

 

Me pregunto, ¿son esas políticas las que el gobierno considera deben apoyarse en la mesa de diálogo?
petoha@gmail.com

 

 

José Toro Hardy
@josetorohardy

Yo me pregunto

Posted on: noviembre 1st, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 
Yo me pregunto: ¿Cómo irá a hacer el gobierno para cubrir el Presupuesto Nacional que hizo aprobar al margen de la Constitución?

 

 
Es inconstitucional porque no fue aprobado, tal como lo exige la Constitución, por la Asamblea Nacional. Expresamente señala la Constitución en su art. 187, al enumerar las atribuciones de la Asamblea Nacional:

 

 

“Discutir y aprobar el presupuesto nacional y todo proyecto de ley concerniente al régimen tributario y al crédito público”.

 

 

No existe en la Carta Magna ninguna disposición que autorice a la Sala Constitucional del TSJ para aprobar el presupuesto, además de que carece de los conocimientos para hacerlo. Aprobaron un presupuesto de 8,5 billones de bolívares, 5,66 veces más alto que el del año anterior que era de 1,5 billones.

 

 

Yo me pregunto:

 
¿Cómo piensan financiarlo? El ingreso petrolero está en caída libre porque el mismo es una combinación de cuánto petróleo se produce por el precio a que se vende. La producción, conforme a la OPEP ha caído en 240.000 barriles diarios en 7 meses (nunca antes había ocurrido); y, con respecto al precio, el propio gobierno es tan pesimista que lo ha estimado en 30 dólares.

 

 

Nos dice el Presidente que se financiará fundamentalmente con impuestos internos. Ahora bien, me permito informarle al señor Presidente que con una caída estimada del 10% del PIB, lo que ocurrirá será una caída de la recaudación fiscal en términos reales. La economía venezolana es como una esponja seca. Por más que la exprima no será mucho lo que logre extraerle.

 

 

 

Y por cuanto el presupuesto no fue aprobado conforme a la Constitución, las posibilidades de financiamiento externo son nulas. Y no se trata de ninguna guerra económica y menos de una conspiración. Nadie otorgará financiamientos que no sean aprobados por el Poder Legislativo porque saben que sus posibilidades de cobrar se acercan a cero, sobre todo en momentos en que dada la inestabilidad política que vive Venezuela, piensan que será a otro gobierno al que tendrían que cobrarle.

 

 

 

Por lo demás, tal como reza el art. 187 antes citado, las eventuales leyes de crédito público también tendrían que ser decretos igualmente inconstitucionales.

 

 

 

Quizá el gobierno esté pensando en que será ayudado por países como Rusia, que por el sólo hecho de enfrentarse con EEUU en su área de influencia, estaría dispuesto a correr el riesgo de no cobrar. Tratar de revivir una “guerra fría” en territorio venezolano sería, sin duda, un crimen. Por lo demás Rusia, afligida también por una crisis económica de graves proporciones, no sé si estará dispuesta a correr semejantes riesgos, cuando ya parece tener las manos llenas en Siria, Irak y Ucrania.

 

 

 

China, por su parte, ya ha asumido bastantes riesgos con Venezuela y no luce dispuesta a incurrir en otros adicionales.

 

 

 

Parece, pues, que la única alternativa de cubrir el inmenso déficit fiscal que se desprende de ese presupuesto aberrante, es la impresión de dinero sin respaldo por parte del BCV. Ese dinero falso -en grandes cantidades- se incorporaría a la masa monetaria generando una inflación que en el 2017 podría alcanzar niveles que podrían oscilar entre el 2.600 y el 3.000%. Ese sería otro crimen monumental contra el pueblo venezolano.

 

 

 

Yo me pregunto:

 

 
¿Cómo irá a hacer el régimen para atender el aumento del salario mínimo y del bono alimentario que acaba de aprobar? Ciertamente el impacto en la administración pública es inmanejable si no se cuenta con los ingresos para hacerlo. Sencillamente deberá profundizar su política de obligar al BCV a imprimir aún más dinero inorgánico. Quizá anticipándose a las consecuencia de tal barbaridad, le han ordenado ya al Banco Central emitir billetes de mucho mayor denominación como los que ya se anuncia saldrán en diciembre a la circulación con un valor nominal de Bs. 5.000, 10.000 y 20.000.

 

 

 

Yo me pregunto:

 

 
¿Será que carecen de los más elementales conocimientos de cómo funciona una economía? ¿O será simplemente que ex profeso pretenden destruir las bases de la economía venezolana para así controlar, como algunos creen, a una población doblegada por el hambre?

 

 

 

La realidad es que, si bien sin duda, es deseable aumentar la capacidad adquisitiva de la población, lo que resulta importante es su ingreso real y no decretos que se traduzcan en aumentos mucho más que proporcionales en el nivel de los precios. Pagar más bolívares que valen mucho menos, carece totalmente de sentido porque su efecto podría llegar a ser negativo.

 

 
En suma me pregunto:

 

 
Si el gobierno no se da cuenta que acaba de decretar un aumento masivo del desempleo, ya que, al estar imposibilitadas de cubrir el incremento y a la vez arrinconadas por el decreto de estabilidad laboral y los controles de precios, a muchas empresas no les quedará otro recurso que cerrar sus puertas dejando un mar de desempleados en el país.
petoha@gmail.com

 

 
@josétorohardy

Los presupuestos, la Constitución y la historia

Posted on: octubre 18th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

El 24 de enero de 1848 José Tadeo Monagas lanza una turba contra el Congreso que se aprestaba a juzgarlo. En aquél ataque salvaje mueren los representantes Santos Michelena, Jose Antonio Salas, Juan García, Francisco Argote y otros. Sin embargo no llegaba Monagas al extremo de pensar que podía prescindir del Parlamento. Concluida la acción vandálica, comprende que debía “retomar el hilo constitucional”. Emprende por tanto la labor de pedir a los parlamentarios en desbandada que se reintegren al Congreso recurriendo a sobornos, chantajes, halagos o amenazas.  Sabía el Presidente que sin Parlamento caerían las máscaras de su dictadura. Sabía también que la República estaba fuertemente endeudada y que sin un Congreso que aprobase el Presupuesto, los préstamos y las leyes, el crédito se le cerraría a la nación y esta caería en el caos. Por eso su empeño en restituir una apariencia de legalidad.

 

 

 

Monagas logra su objetivo. Temerosos, los representantes regresan a sus curules. Sólo uno se le enfrenta al presidente: “Mi cadáver lo llevarán pero Fermín Toro no se prostituye”.

 

 

 

Nunca gobierno alguno, ni siquiera los dictatoriales, se habían atrevido a desconocer la atribución del Parlamento de aprobar el presupuesto.

 

 

 

Aquellas heridas de la historia vuelven a estar en carne viva. “La Constitución sirve para todo” fue la frase que inmortalizó a Monagas en la ignominia; pero hoy, pareciera que la Constitución sólo sirve para violarla.

 

 

 

La Constitución

 

 
Un Presupuesto Nacional que no ha sido aprobado por la Asamblea Nacional es una barbaridad. Expresamente señala la Constitución en su Art. 187, al enumerar las atribuciones de la Asamblea Nacional:

 

 

 

“Numeral 6. Discutir y aprobar el presupuesto nacional y todo proyecto de ley concerniente al régimen tributario y al crédito público”.

 

 

 

La Sala Constitucional tiene la facultad de interpretar la Constitución, pero el artículo 187 es taxativo. “Ad litteris” (letra por letra, palabra por palabra). No se presta a interpretación alguna.

 

 

 

Alega también el gobierno que no acude a la Asamblea porque se rige por un Decreto de emergencia económica que forma parte de los estados de excepción. Sin embargo, la Constitución establece que un decreto de excepción no suspende las atribuciones de ningún poder público. Dice textualmente el Art. 339 de la Constitución:

 

 

 

“… La declaración del estado de excepción no interrumpe el funcionamiento de los órganos del poder público”.

 

 

 

Por lo demás, el decreto de estado de emergencia al cual se alude es ilegal, porque se trata de la tercera prórroga del mismo. Dice textualmente el Art. 338 de la Constitución al referirse al decreto de emergencia económica:

 

 

 

“… Su duración será de hasta 60 días prorrogables por un plazo igual… La aprobación de la prórroga de los estados de excepción corresponde a la Asamblea Nacional”.

 

 

 

La Asamblea Nacional no ha aprobado tal prórroga.

 

 

 

Sostiene también el gobierno que la Asamblea está en “desacato” al incorporar a los diputados de Amazonas, que según la Sala Electoral  fueron elegidos mediante un fraude. La realidad es que quien incumple es la Sala Electoral que alega fraude en base a una grabación ilegal que no puede ser usada como prueba; pero, en todo caso, disponía de un plazo para convocar nuevas elecciones en ese estado y no lo hizo porque saben que el oficialismo perdería.

 

 

 

El Art. 336 de la Constitución enumera las once atribuciones de la Sala Constitucional del TSJ. En ninguna de tales atribuciones se contempla la posibilidad de que esa Sala (ni ninguna otra) pueda usurpar las funciones del Poder Legislativo y, en el caso específico que nos ocupa, la de “discutir y aprobar el presupuesto nacional”.

 

 

 

Es  abrumadora  la cantidad de artículos de la Carta Magna y de otras leyes que se están violando; entre otros, los artículos 187, 203, 311, 312, 313, 314 y 315 de la Constitución y los artículos 58, 59 y 60 de la Ley contra la Corrupción.

 

 

 

La Sala Constitucional -integrada por magistrados designados a última hora y sin cumplir con los requisitos previstos en la ley- ha entrado en colisión con la Carta Magna. También el Jefe del Estado cuando afirma: “Convocaré al Congreso de la Patria y aprobaré el Presupuesto por decreto ley”.

 

 

 

No menciona la Constitución el tal “Congreso de la Patria”, ni la posibilidad de que el Presupuesto pueda ser aprobado por decreto ley. Es algo así como si convocara a un Congreso Intergaláctico a tales fines.

 

 

L’Etat c’est moi

 

 
Las acciones descritas se traducen en un réquiem para la democracia. Quien encabeza el Ejecutivo se está transformando en una suerte de Luis XIV que hacia el año 1660 afirmaba: “L’Etat c’est moi”, el Estado soy yo.

 

 
petoha@gmail.com
@josetorohardy

En la recta final

Posted on: octubre 11th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

Los Jesuitas, en carta firmada por su Viceprovincial padre Francisco José Virtuoso -quien además es rector de la UCAB- advierten: “Venezuela es una olla de presión con las válvulas tapadas. La situación es insostenible, es insoportable” y agregan: “Para contener a la oposición el gobierno actúa cada vez más ejerciendo una cruel represión violando los más elementales DDHH”.

 
El régimen está dándole la espalda a la soberanía del pueblo al desconocer a la Asamblea Nacional escogida en elecciones del 6D. Alega el gobierno que el Parlamento está en desacato del TSJ al incorporar a los diputados de Amazonas, que según la Sala Electoral fueron elegidos mediante un fraude. La realidad es que quien incumple es la Sala Electoral que, en todo caso, disponía de un plazo para convocar nuevas elecciones en ese estado y no lo hizo.

 
La dama ciega de la justicia con la balanza y la espada cambió de “look” y lleva ahora una pata de palo, un parche en un ojo, un loro en el hombro y un sable.

 
La Sala Constitucional, integrada por magistrados designados a última hora y sin cumplir con los requisitos previstos en la ley, ha dejado de cumplir con sus funciones y se ha transformado en una suerte de bufete privado para defender al gobierno. El Poder Judicial dejó de ser independiente como dejó de serlo el CNE de quien el documento de los Jesuitas sostiene que: “ha jugado un papel claramente sesgado hacia los intereses del gobierno, retardando los lapsos, imponiendo normas no establecidas ni en la Constitución ni en las leyes respectivas y maltratando al pueblo venezolano al obligarlo a participar en condiciones de extrema dificultad”

 
Además, el régimen pretende darle un último zarpazo a la Constitución, al anunciar que va a aprobar un Presupuesto al margen de la legalidad, usurpando funciones de la Asamblea Nacional y violando expresamente los Artículos 311 y 313 de la Carta Magna.

 
Y como si fuera poco, se alerta que el gobierno se apresta a impedir el Referendo Revocatorio vía varias decisiones de las Salas Plena, Constitucional y Electoral del TSJ. Creo que literalmente es mundo se les vendría encima.

 
La Carta Democrática Interamericana, en su Artículo 3 dice:

 
“Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo… y la separación e independencia de los poderes públicos”.

 
¿Qué tipo de gobierno es el que existe en Venezuela?

 
Algunos lo calificaban de “autoritarismo competitivo“, entendiéndose como tal aquellos regímenes políticos híbridos, donde existen instituciones democráticas formales y permiten elecciones libres, pero donde los gobiernos electos violan las reglas de juego a su antojo, subordinan a los jueces con procedimientos sutiles o por amenazas explícitas y cercenan la libertad de expresión.

 
Pero esta explicación ha sido largamente sobrepasada por la realidad venezolana. Las crecientes violaciones a la Constitución nos ubican ya dentro de las características de una pura y simple dictadura. El Diccionario de la Real Academia la define como: “Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”.

 
Se caracteriza una dictadura por la ausencia de división de poderes, el ejercicio del mando en beneficio de una minoría afecta al régimen, el irrespeto a los DDHH, el

 

 

encarcelamiento de los opositores, las restricciones a la libertad de expresión y la falta de un procedimiento real que permita la alternancia en el poder mediante elecciones libres.
Un régimen de esa naturaleza es inaceptable en el Hemisferio Occidental en el Siglo XXI. Por eso el creciente aislamiento del país. Ya Mercosur se pronunció al impedirle a Venezuela el ejercicio de la presidencia pro tempore. Vamos en un curso de colisión con la OEA. Almagro, afirma que habrá que aplicar las más fuertes sanciones si no se permite este año el Referendo Revocatorio. Incluso en UNASUR el régimen ya no cuenta con el apoyo de la mayoría de las naciones.

 
Si a lo anterior le sumamos la profunda crisis económica imperante, no luce muy probable que un gobierno de ese tipo pueda mantenerse en el poder por mucho tiempo. Dudo además que cuente con el respaldo irrestricto de la FAN.

 
No dispone ya de una renta petrolera que le permita sostener políticas populistas para adormecer al pueblo y de paso destruyó el aparato productivo del país, incluyendo su industria petrolera. Los niveles de escasez son exasperantes y la inflación abruma a la población al igual que la inseguridad. Los servicios públicos colapsaron y también la salud. Están reapareciendo enfermedades como la difteria, el paludismo, la tuberculosis y muchas otras que creíamos olvidadas. El crédito internacional se cerró y el déficit fiscal resulta inmanejable.

 
Ni siquiera el apoyo de Cuba podrá durar mucho tiempo, porque ya no estamos en condiciones de satisfacer sus apetencias. Para evitar un nuevo “período especial” ese país está propiciando un acercamiento con los EEUU. Incluso la esperanza de que en Colombia las FARC pudiesen llegar a controlar el poder formando un polo de mutuo apoyo con el chavismo se les ha venido abajo. China, por su parte, no parece interesada en seguir apoyando con recursos financieros al régimen venezolano.

 
Una situación así ya no es sustentable. El pueblo tiene la palabra. El 12 de octubre tendrá una nueva oportunidad para apoyar pacíficamente el Revocatorio. La calle es clave. Con el 80% de la población en contra, no importa lo que hagan el CNE ni el TSJ, todo indica que el régimen está en la recta final.

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@josetorohardy
petoha@gmail.com

La OPEP y la Revolución Francesa

Posted on: octubre 5th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Los miembros de la OPEP, reunidos en Argelia, acaban de anunciar un “preacuerdo”, para prevenir una caída libre de los precios petroleros. Se trata de algo tentativo, que dista mucho del pacto que nos venía anticipando el Presidente. Cualquier decisión final surgiría de la reunión de la OPEP en Viena el 30 de noviembre de este año.

 

 

 

Después de haberse alcanzado en el Siglo XXI precios del petróleo nunca antes soñados, ocurrió lo que tenía que ocurrir: se desmoronaron, tal como se desmoronaron posterior a las abruptas alzas que experimentaron en 1974 a raíz del embargo petrolero árabe y en 1979 después de la caída del Shah de Irán. Esa es la lógica del mercado. A cada aumento excepcional sigue una caída. Es una lección que no entendió el presidente Chávez quien creyó que el petróleo seguiría aumentando para siempre.

 

 

 

Hace años me comentó que hacia el 2015 el petróleo habría superado los 200 dólares por barril. Nunca se imaginó  la debacle que vendría.

 

 

 

“Après moi le déluge” (después de mí el diluvio) solía decir decir Luis XV, monarca absoluto de Francia muerto en 1774. Y efectivamente el diluvio se le vino encima a su sucesor -Luis XVI- quien terminó guillotinado por la Revolución Francesa en 1789, pocos años después de heredar la corona.

 

 

El diluvio

 

 
Ese mismo diluvio es el que se le está viniendo encima al sucesor de Chávez. La caída del precio del petróleo, sumada a la destrucción de Venezuela y de Pdvsa consumadas en los últimos tres lustros y que se manifiesta hoy entre otras cosas en un derrumbe de la producción petrolera, ponen en evidencia la imprevisión de un régimen a quien la diosa de la fortuna brindó todas las oportunidades.

 

 

 

Ese régimen cree que podrá frenar el diluvio con un nuevo acuerdo de recorte de producción petrolera de países OPEP y no OPEP que devuelva los precios a niveles que salven su revolución. Todo indica que se va a quedar con los crespos hechos.

 

 

 

Veamos: ¿qué fue lo que se convino en la reunión preliminar de Argelia?

 

 

 

Se llegó a un “preacuerdo” para estudiar un eventual recorte de hasta 700.000 barriles diarios que se propondría en la reunión de la OPEP que tendrá lugar en Viena el 30 de noviembre de este año.

 

 

 

¿Cómo se distribuiría ese recorte entre los países miembros? Ahí comienzan las dificultades. Irán, cuya producción petrolera ha caído bruscamente  debido a las sanciones internacionales de que fue objeto (porque se temía que estuviera desarrollando armas nucleares) ya le está restando relevancia a los anuncios de Argelia. Levantadas las sanciones, sigue pregonando que elevará su producción hasta 4 millones de barriles diarios. Arabia Saudita, enemigo mortal de Irán desde hace más de 1.336 años por razones religiosas -recordemos que uno es sunita y el otro shiita- no está dispuesta a mover un dedo que ayude a su adversario. Si Irán no recorta producción, Arabia Saudita tampoco lo hará. Iguales dificultades para recortar confrontan Nigeria, Libia e Irak.

 

 

 

Si en noviembre la OPEP no decide recortar, Rusia -no OPEP-, no está dispuesta a congelar su producción. De hecho, los tímidos aumentos de precios que resultaron de los anuncios de Argelia, ya comenzaron a revertirse y el petróleo nuevamente está bajando.
 

 

 

¿Subirán los precios?

 

 
Ahora bien, suponiendo que todo salga bien y se recorte la producción en 700.000 b/d, ¿alcanza eso para que suban los precios? La realidad es que no. Serviría, sí, para impedir una guerra de precios. Y eso es todo lo que quiere Arabia Saudita, que teme que una manipulación más audaz de la oferta que haga subir los precios sirva para estimular nuevamente la producción de petróleo de lutitas vía fracking en EEUU.

 

 

 

Y ¿cómo queda Venezuela en todo esto? Pues bien, nuestra producción ya ha caído en más de 230.000 b/d en los primeros 7 meses del año. No le basta al país que los precios se mantengan; necesitaría fuertes aumentos. Recordemos que el ingreso petrolero es una combinación de cuánto petróleo se produce y a qué precio se vende. Si el precio llegase a aumentar tímidamente a costa de una disminución de la producción, el efecto neto sería nulo.

 

 

 

No pareciera pues que en Venezuela se pueda impedir el diluvio vía un aumento de los precios petroleros a través de un recorte de producción que quizá pueda aprobar la OPEP el 30 de noviembre. El diluvio ya llegó en forma de difteria, malaria, escasez de alimentos y medicinas, inflación, caída del PIB, cierre de empresas, aislamiento internacional, delincuencia, inseguridad jurídica, desconocimiento de las instituciones y de la Constitución y de las demás siete plagas bíblicas que este régimen le ha traído a Venezuela. Al revisar las lecciones que nos depara la Revolución Francesa, el mayor interesado en una salida pacífica vía Referendo debería ser el régimen.

 

 
petoha@gmail.com
@josetorohardy

¡Esto se acabó!

Posted on: septiembre 26th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

El país parece haberse paralizado con el anuncio del CNE. No  entiendo por qué. Todos sabíamos que el régimen no iba a jugar limpio. El “fair  play” no es característica de este “gobierno”. Burlar la Carta Magna no les quita el sueño porque cuentan con un TSJ irregularmente designado para validar decisiones inconstitucionales. Si alguna vez llegaron a tener fuerza moral hoy la reemplazaron por una farsa moral.

 

 
 
Lo teórico

 

 

La democracia se basa en varios elementos: el respeto al voto popular, la legitimidad de origen y la de desempeño, el equilibrio de los poderes y el respeto a los DDHH. Veamos:

 

 

En cuanto al voto, el pueblo se manifestó de manera clara el 6D. La razón de ser de que la elección de la AN no coincida con la del Presidente es para  indicarle a quien gobierna si su actuación se corresponde con la voluntad de la gente. El pueblo dio un mensaje contundente. Puso las 2/3 partes de la Asamblea en manos de la oposición para enfatizar que quería un cambio. Pero el Presidente no escuchó.

 

 

Se optó entonces por reunir el 1% de las firmas exigidas a fin de poner en marcha un mecanismo constitucional: el Referendo Revocatorio.

 

 

Pero el régimen insiste en desconocer la voluntad de la gente al  intentar impedir a toda costa que se lleve a cabo el Referendo o, en todo caso,  retrasarlo hasta el año que viene para anular sus efectos. Es también ilegal la pretensión del CNE de que en cada estado se debe recoger el 20% de las firmas, cuando en realidad al Presidente de la República se le elige en una sola circunscripción nacional tal como reza el Art. 72 de la Constitución y lo establece sentencia del TSJ del 5-6-2002:  “una vez verificado el 20% nacional (no regional) el CNE está obligado a convocar el referéndum revocatorio”.

 

 

La tesis del CNE llevaría por analogía a la conclusión de que Maduro debe ser desconocido porque perdió no en uno sino en nueve estados.

 

 

Cree el gobernante que así podrá retener el poder. Vana ilusión. Su legitimidad de origen ha quedado en entredicho.

 

 

Desconoce también el gobierno a la Asamblea Nacional con lo cual destruye otro elemento de la democracia: el equilibrio de los poderes. Bien lo decía Montesquieu: “Le pouvoir arrête le pouvoir”. Pero si uno de los Poderes, violando la Carta Magna, acaba con el equilibrio de los poderes, la democracia misma deja de existir y desaparece la legitimidad de desempeño.

 

 

Y ni hablar de los DDHH. El tema indigna.

 

 

La realidad

 

 

Pero más allá de los fundamentos teóricos que evidencian que ya no hay democracia, está la realidad nacional. Independientemente de cuál sea la vía, esa realidad es aplastante y terminará por imponer el cambio. No hay manera de parar ese tsunami. La economía venezolana colapsó. La escasez es apabullante y la crisis ha llevado a la sociedad al borde de una ruptura del tejido social.

 

 

 

Las reservas internacionales en manos del BCV van en caída libre, tal como la producción petrolera, cuyo precio además cae. El petróleo aporta el 97% de los dólares que ingresan a Venezuela pero PDVSA está colapsando. Si todavía opera es porque el BCV le ha prestado auxilios financieros por una suma equivalente a $ 201.200 millones -17 veces el monto de las reservas internacionales- tal como lo señala el BCV al  mostrar los componentes de la base monetaria. Aún así no ha podido cumplir con el pago de deudas con contratistas esenciales para mantener la producción -muchos de los cuales se están yendo- por lo que esta se derrumbará aún más.

 

 

El aparato productivo está destruido. Infinidad de empresas  de toda índole han sido expropiadas y han dejado de producir, otras han sido llevadas a la quiebra y otras dejaron de funcionar. En el campo las cosechas serán insuficientes porque los agricultores no dispusieron de semillas, fertilizantes ni otros insumos. La escasez se agravará.

 

 

El Déficit Fiscal es insostenible. Supera el 20% del PIB y el descrédito del gobierno impide la obtención de financiamientos. Por tanto el déficit se cubre con emisiones de dinero sin respaldo por parte del BCV (que son las responsables de que padezcamos la mayor inflación del mundo).

 

 

Funciones básicas de un Estado como la seguridad, la salud, la justicia y la educación se están desintegrando junto con los servicios públicos.

 

 

El parapeto socialista dejó  de ser viable. El socialismo del Siglo XXI se derrumba. Se equivoca el gobernante si cree que mediante marramucias del CNE podrá sostenerse en contra de la voluntad de más del 80% de los venezolanos que lo repudian. El resultado, indeseable, podría ser un estallido social.

 

 

Los objetivos del gobierno al obstaculizar el Revocatorio son claros: Desmoralizar a los venezolanos y dividir a la oposición.  No le hagamos el juego. Sigamos con la lucha. La comunidad internacional sabe que cayeron las máscaras y desea una solución. Como dice Leonardo Padrón, “el país está unido en la crisis y por tanto debe estar unido en la solución”.

 

 

Por una vía o por otra, esto se acabó.

 
@josetorohardy

¿Habrá revocatorio?

Posted on: septiembre 20th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 
El estado de ánimo de los venezolanos se hunde en una situación deplorable. Es una crisis de confianza que golpea el corazón, aturde el alma y nos llena de incertidumbre.

 

 

 

Dos bandos

 

 
El país está dividido en dos bandos. Uno claramente mayoritario y que confronta a diario problemas tales como la inseguridad, la inflación, la escasez … y una frustración creciente.  Muchos se han ido. Como el nuestro nunca fue un país de emigrantes, esa diáspora golpea duramente la conciencia nacional, porque los que se están yendo son jóvenes bien preparados que en condiciones normales deberían ser el reemplazo generacional del liderazgo de una sociedad.

 

 

 

Pero hay otro bando. Es un bando que en pocos años se ha transformado en una nueva oligarquía, entendiendo como tal a una clase que controla simultáneamente el poder político y el poder económico.

 

 

Es un grupo que alguna vez tuvo ideales y, en nombre de ellos llegaron al poder, pero éste les transformó el alma.

 

 

 

Para colmo llegaron en momentos de una abundancia inusitada donde el cielo parecía el límite y los valores y principios comenzaron a diluirse en medio de un torrente de recursos que aportaba una industria petrolera construida por otros y cuya renta comenzaron a disfrutar sin entender que se trataba de una ilusión pasajera. En el camino perdieron los ideales y sus dogmas se transformaron en palabras huecas.

 

 

El temor al futuro

 

 
En este segundo bando el temor al futuro es aún mayor. Saben que el suyo es un poder vacío porque perdieron el apoyo popular. Saben que solo pueden conservarlo mediante la fuerza y retorciendo la Constitución y las leyes sin ningún pudor.

 

 

 

Saben también que su permanencia solo es posible gracias a una guardia pretoriana que les cuida el sueño, pero que al igual que todas las guardias pretorianas a lo largo de la historia son las que deciden si el César debe seguir o no. Y, como tuvieron conciencia, tampoco el sueño les llega fácil y sobreviven haciendo gala de un cinismo sin límites que les enturbia el alma. Muchos quisieran que esta farsa se acabe. Otros saben que no tienen más alternativas que seguir con las botas puestas y amenazar a diestra y siniestra para ocultar sus miedos.

 

 

 

Lo anterior describe lo que ocurre en nuestra patria. Es una situación de desasosiego generalizado; es una sociedad en condición bipolar. Pero pasemos ahora de lo emotivo a lo racional. ¿Qué está pasando en realidad en Venezuela?

 

 

 

¿Cuál es la realidad?

 

 
La realidad es que la economía del país ya colapsó. Nos dice el FMI que la inflación en el 2016 alcanzará al 720% y el PIB caerá en un 10%. Lo ilustra con una frase lapidaria: “La economía peor administrada del mundo”. El gobernante sin embargo creyó que podría superar esa situación porque tanto la OPEP como la Agencia Internacional de la Energía coincidían en vaticinar un aumento de los precios del petróleo para el segundo semestre de este año. Pero ahora ambas organizaciones cambiaron de parecer y anuncian que la caída se profundizará a lo largo del 2017.

 

 

 

El aparato productivo

 

 
¡Empeorará porque el aparato productivo está destruido! ¿A qué podrá recurrir entonces el Gobierno? ¿A nuevos empréstitos? … ¡No! Ya nadie quiere prestarnos porque las empresas calificadoras le atribuyen a Venezuela el peor riesgo soberano del mundo. ¿Nuevos impuestos? … ¡No!  Porque nuestra economía es como una esponja seca. Por más que la exprimas ya nada se le puede sacar. ¿Producir más petróleo? … ¡No!  Porque habría que invertir y ya nadie se atreve. De hecho, nuestra producción petrolera se está viniendo a pique. Más aún, incapaz de cumplir con compromisos vitales para seguir produciendo, Pdvsa trata desesperadamente de canjear unos 7.000 millones de dólares en bonos que vencen este año y el próximo. Sin embargo, el mercado la percibe con tal desconfianza que no solo le exige un rendimiento impagable, sino que como garantía pide el 51% de las acciones de Citgo que es el principal brazo comercializador de nuestro petróleo. ¡Qué locura!

 

 

 

El único camino que le queda al Gobierno es la opción más empobrecedora: que el BCV financie el gasto mediante la emisión de dinero sin respaldo; es decir, clavarle una puntilla en la nuca a los más pobres, en momentos en que la inflación y la escasez están sumiendo al país en una crisis humanitaria reconocida por todos menos por el Gobierno.

 

 

 

Y en medio de esta situación la gente se pregunta: ¿Habrá Revocatorio? La verdad es que es una pregunta retórica. Ya no importa. Ya esto dejó de ser viable. La realidad es tan apabullante que el cambio resulta inevitable.

 

 

petoha@gmail.com
@josétorohardy

“No tengáis miedo”

Posted on: septiembre 5th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

El 1 de septiembre fuimos testigos de una marcha apoteósica, no solo por su concurrencia -1.100.000 personas según la MUD- sino por su significado. Su característica principal es que fue una manifestación pacífica lo cual le dio la mayor contundencia.

 
Cuando los ciudadanos se enfrentan con violencia a las dictaduras llevan las de perder, porque los Estados Policiales no dudan en hacer uso de la fuerza. Pero aun los más atroces y sanguinarios regímenes no pueden enfrentar a los pueblos que luchan por vías pacíficas. Eso lo enseñó Ghandi.
El “Otoño de las Naciones” de 1989

 
Fue una ola de revoluciones que recorrió a Europa Oriental y Central provocando el derrocamiento en pocos meses de todos los gobiernos comunistas de la Órbita Soviética. Se trataba de feroces dictaduras que habían sido instauradas por Stalin desde la II Guerra Mundial.

 

 
Lo característico de estas revoluciones es que fueron desencadenadas por grandes manifestaciones pacíficas -cargadas de autoridad moral- donde centenares de miles de ciudadanos reclamaban libertad y protestaban por la escasez.

 
Esos regímenes comunistas, pertenecientes al Pacto de Varsovia, acudieron a la URSS a pedir el mismo auxilio que en el pasado habían recibido de Stalin, Krushev y Brezhnev. Pero Mijaíl Gorbachov se los negó. Y es que la propia URSS -profundamente dependiente del petróleo- había caído desde 1984 en una severa crisis a raíz del desmoronamiento de los precios petroleros.

 
Incapaces de apartarse de la ortodoxia comunista, los gobernantes de Polonia, Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia y Bulgaria se aferraron sin embargo a sus estados policiales creyendo que por la vía de la represión iban a contener la situación.

 
Pero aquellos regímenes bárbaros lucían inermes frente a las inmensas manifestaciones de ciudadanos que reclamaban pacíficamente. Recurrieron a la estrategia de enviar a prisión a muchos líderes opositores como ocurrió con Lech Walesa en Polonia, con Havel Václav en Checoslovaquia y muchos otros líderes opuestos al comunismo.

 

 
Pero lo único que lograron fue aumentar su popularidad al victimizarlos. A la vez los mandos de aquellos ejércitos sabían que no podían ordenar a sus hombres que dispararan contra ciudadanos que marchaban en paz pues corrían el riesgo de que se insubordinaran.

 

 
El Muro de Berlín

 
En pocos meses todos estos gobiernos comunistas se derrumbaron. Ese fue el caso del gobierno de Erich Hoenecker en Alemania del Este. En noviembre de 1989, sin un tiro, cae el siniestro Muro de Berlín -símbolo de la brutalidad comunista- erigido por órdenes de Krushev para impedir que los alemanes orientales se fugasen hacia Occidente. Las dos Alemanias se volvieron a unir y hoy en día conforman la más importante potencia de Europa.

 

 
Solidaridad

 

 
En Polonia fenomenales manifestaciones pacíficas de ciudadanos marcharon en respaldo a los obreros del Sindicato Solidaridad de los Astilleros Gdansk dando al traste con el gobierno comunista del General Jaruzelski. Su líder, Lech Walesa, se hizo acreedor al Premio Nobel de la Paz y fue electo presidente de Polonia.
La Revolución de Terciopelo

 

 
Fue un asombroso movimiento pacífico por el cual el Partido Comunista de Checoslovaquia, impotente, perdió el monopolio del poder político en 1989. Se instaló entonces un gobierno parlamentario en el contexto de un Estado de derecho y un sistema económico favorable al capitalismo. Havel Václav fue electo presidente.

 

 
Hungría

 
Aupado por enormes marchas pacíficas, en octubre de 1989, el Parlamento eliminó el nombre de “República Popular de Hungría” y adoptó el de “República de Hungría”, acogiéndose a la democracia, garantizando DD.HH y civiles y dejando en el pasado al régimen comunista que en 1956 había arremetido a sangre y fuego contra la disidencia húngara con el apoyo de los tanques del ejército rojo de la URSS enviados por Nikita Krushev.

 
El fin de la URSS y muerte de comunismo

 

 
En 1991 le tocó el turno a la propia URSS. El ejército ruso, radicalmente comunista, se opone al Glassnot y la Perestroika de Gorbachov, le dan un golpe de estado y lo apresan junto con su esposa Raisa. Estalla entonces una enorme manifestación pacífica encabezada por Yeltsin, líder de la oposición y alcalde de Moscú. El ejército rojo, con todo su poderío, no se atreve a disolver aquellas protestas y dejan en libertad a Gorbachov. Vienen elecciones en las cuales el propio Yeltsin es electo presidente. Allí muere el comunismo y se disuelve la URSS.

 
Ceausesco

 

El único país de la Órbita Soviética donde el gobierno ordenó disparar contra las manifestaciones fue Rumania y el resultado fue que el dictador Nicolás Ceausesco y su esposa Elena fueron apresados, sumariamente enjuiciados en televisión -donde era tan adicto a intervenir- y fusilados en diciembre de 1989.

 
Juan Pablo II

 
Las manifestaciones pacíficas marcaron, sin que se dispara un tiro, no solo el fin del comunismo sino de la segunda nación más poderosa del mundo: la URSS. Vale aquí la pena recordar las palabras del Papa Juan Pablo II al dirigirse a los manifestantes que marchaban en aquel “Otoño de las Naciones” de 1989: “No tengáis miedo”

 

 

José Toro Hardy

petoha@gmail.com

@josetorohardy

La “Toma de Caracas”

Posted on: agosto 30th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 
Causa indignación la decisión anunciada por dirigentes del régimen de despedir a funcionarios públicos por el hecho de haber firmado la solicitud de un referendo revocatorio. Diosdado Cabello afirma que de 13 mil cargos directivos en la Administración Pública, más de 4 mil personas firmaron para activar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro e instó a denunciarlos. Por su parte Jorge Rodríguez declara que el presidente Nicolás Maduro fijó un plazo de 48 horas para que sus ministros despidiesen a algunos trabajadores de la administración pública que firmaron esa solicitud. Incluso Elías Jaua tuvo la desfachatez de afirmar que: “No es ético que un funcionario del gobierno firme para el revocatorio”.

 

 

 

Esos señores tienen un patuque de fanatismo en el cerebro. Nadie puede ser sancionado por solicitar un derecho constitucional. ¿O es que ellos creen que por el hecho de ser funcionario se pierden los derechos constitucionales?

 

 

 

El verdadero conflicto ético surge cuando un grupo considera que el revocatorio es sólo aplicable a otros, pero que ellos, por ser revolucionarios, no pueden ser revocados. ¡Qué equivocados están!

 

 

 

El artículo 72 de la Constitución dice textualmente:

 

 

“Todos los cargos y magistraturas de elección son revocables. Transcurrida la mitad del periodo para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del 20% de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrán solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato”.

 

 

 

En vida, fue el presidente Hugo Chávez quien promovió la figura del Referendo Revocatorio con la vehemencia que le era característica y fue él quien se empeñó en incluirla en la Constitución de 1999: “Pasada la mitad del mandato siempre me ha parecido que el pueblo debe someter a sus gobernantes a una evaluación (…) Tres años es tiempo más que suficiente para que un pueblo sepa si ese representante está cumpliendo, o si le ha dado la espalda”.

 

 

 

La realidad es que no ha existido un gobierno en toda la historia de Venezuela que, habiendo dispuesto de tantas oportunidades, haya terminado dándole de tal forma la espalda al pueblo. La economía venezolana se ha hundido en una crisis económica sin precedentes, como sin precedentes es el crecimiento de la pobreza. Después de haber atravesado por casi tres lustros de súper abundancia petrolera, resulta inexplicable lo poco que le quedó al país. Todo se perdió en los vapores del populismo y la corrupción. Nada tiene de extraño que más del 80% de los venezolanos quieran hoy, siguiendo el consejo de Chávez, sancionar la labor del presidente Maduro.

 

 

 

Frente al colapso por el cual atravesamos, no queda otro recurso que acudir al “Poder Originario” para que conforme a lo establecido en el Art. 72 de la Constitución dictamine si el Presidente Maduro debe o no seguir al frente del Ejecutivo. La decisión quedaría en manos de “la voluntad originaria, soberana, suprema y directa del pueblo”. Bloquear o retrasar esa consulta daría al traste con la legitimidad de origen del gobierno, desatando el riesgo de una reacción popular en su contra. En lugar de apelar al Art. 72, el país podría lanzarse por la vía del desconocimiento contemplada en el Art. 350.

 

 

 

La “Toma de Caracas” del 1de septiembre representa la voz de una parte mayoritaria del Poder Originario reclamando en forma pacífica y democrática el cumplimiento de un derecho constitucional. Si el régimen lo impide o lo retrasa, estará insurgiendo contra la voluntad del pueblo que lo eligió y que ahora tiene el derecho a revocarlo si se cumplen las condiciones.

 

 

 

Hoy, como nunca, la comunidad internacional está pendiente de lo que ocurre en Venezuela. El gobierno está cada vez más aislado. Ya pronto no podrá contar ni siquiera con su defensor estrella, Ernesto Samper -Secretario General saliente de UNASUR- cuyo mandato concluye este mes. Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú y Guyana no están dispuestos a reelegirlo. El repudio al régimen se manifiesta también en el MERCOSUR, donde la canciller Delsy Rodríguez tuvo que tragar la cicuta amarga del rechazo después de auto proclamar a Venezuela como presidente protempore de la organización.

 

 

 

Y el régimen corre el riesgo de verse enfrentado a la más grave sanción de la OEA, en caso de obstaculizar la realización oportuna del Referendo. Así lo ha anunciado Luis Almagro.

 

 

 

El 1 de septiembre el mundo entero tendrá una inmensa lupa sobre Venezuela. Cualquier violación de los DDHH que se produzca ese día provocaría un repudio universal. Las FAN lo saben. El Ministro de la Defensa ha declarado que el pueblo tiene derecho a protestar en forma pacífica, tal como el 6D entendió que había que respetar los resultados electorales.

 

 

 

La “Toma de Caracas”, multitudinaria y pacífica, será el termómetro que mostrará a todos, inclusive a nuestros propios militares, cuál es el camino que deseamos los venezolanos. Participemos todos. Hagamos del 1 de septiembre la manifestación más grande que hayamos tenido en Venezuela.

 

 

petoha@gmail.com
@josetorohardy

1 de septiembre

Posted on: agosto 22nd, 2016 by Laura Espinoza No Comments

No hace mucho el país escuchó una larguísima alocución de Tibisay Lucena. Fue una obra maestra en el arte de sembrar desaliento. Enumeró infinidad de trabas e infló lapsos para sugerir que el revocatorio no podría tener lugar este año. Su mensaje estuvo dirigido al cuerpo diplomático, sin embargo ninguno atendió su invitación. Ya no le creen.

 

 

 

Más aún, con el voto favorable de 15 de sus miembros, la OEA respondió reclamando celeridad en la realización del referendo revocatorio. Almagro pidió no manipular plazos y ofreció observación tanto para la recolección del 20% como para los eventos del 1 de septiembre.

 

 

 

A la muerte del presidente Chávez al CNE le bastó un mes para organizar un proceso electoral y, poco después, realizar elecciones municipales. Ahora no le alcanzan 9 meses para un referendo revocatorio.

 

 

 

Lo cierto es que no sé cómo el tejido social soporta una inflación del 720% y una caída del 10% del PIB para el 2016, que en palabras del FMI reflejan “la peor evolución del crecimiento y la inflación del mundo”, lo cual empeorará, porque el propio Fondo prevé una inflación del 2.200% para el 2017; una alarmante escasez de alimentos y medicinas y la mayor contracción del consumo en 30 años; además un rechazo del 93% del electorado y de un 73% del propio chavismo (Keller). Según Datanálisis el 75% de los venezolanos considera que Maduro debería ser removido este año por un referendo revocatorio, en tanto que la encuestadora Meganálisis dice que el 85,3% quiere que Maduro se vaya ya.

 

 

 

La situación de la industria petrolera -que aporta el 97% de las divisas- es dramática. Según cifras que el propio gobierno ha suministrado a la OPEP la producción petrolera del país cayó en 319.000 b/d en los primeros 6 meses del año (cifra sin precedentes en tiempos normales), en tanto que para el mes de julio el régimen ni siquiera reportó su producción a la OPEP. No obstante, según otras fuentes mencionadas por la Organización en su Monthly Oil Market Report la producción en julio fue de 2.095.000 b/d que es el nivel más bajo desde antes de 1989, lo cual se correlaciona con una caída en un 25% en el número de taladros que operan en el país -según informa Inter American Trends- como consecuencia de la morosidad de PDVSA con las contratistas.

 

 

 

No tenemos acceso a financiamientos internacionales porque a Venezuela se le atribuye “el mayor riesgo país del mundo” que resulta 3,6 veces más alto que el de Ucrania que está en guerra, 3 veces mayor que el de Ecuador y 11,2 veces más que Colombia.

 

 

 

En el campo la situación no puede ser peor. No hay semillas, ni fertilizantes, ni pesticidas ni las facilidades que antes ofrecía Agroisleña a los agricultores y por tanto las áreas sembradas se reducen vertiginosamente, además de las expropiadas, y disminuye la cosecha. Aumentará la escasez.

 

 

 

En MERCOSUR, mientras tanto, Brasil, Argentina y Paraguay se oponen a que Venezuela asuma la presidencia pro tempore de la organización. El gobierno ha incumplido más de 200 compromisos -entre ellos el vinculado con la promoción de los DDHH- que asumió al adherirse al Tratado.

 

 

 

La prensa internacional está cada vez más alarmada de lo que ocurre en nuestro país. “Venezuela está muriendo” (Venezuela is dying) dice la revista Time en una dramática portada. A su vez, en un editorial, el New York Times afirma que Venezuela es “una bomba de tiempo” y acusa la presencia de un “estado autoritario paria”. Opiniones similares expresan The Guardian de Gran Bretaña (antes simpatizante del régimen), mientras el Financial Times escribe: “Los problemas de Venezuela ya no pueden ser ignorados”.

 

 

 

Tan grave es la situación del país que el Secretario General de la ONU advierte que hay una crisis humanitaria y declara que la Organización está lista para prestar ayuda a Venezuela. Otras naciones y también Caritas -de la iglesia Católica- ofrecen ayuda humanitaria a nuestro pueblo, pero el régimen la rechaza.

 

 

 

El país requiere con urgencia un cambio de presidente y de modelo, porque el que se viene aplicando ha propiciado el más inconcebible desperdicio de oportunidades y un agudo descalabro de la Nación.

 

 

 

Ese régimen está cada vez más aislado interna y externamente. Más de 35 expresidentes iberoamericanos, además de Premios Nobel -como Vargas Llosa, Óscar Arias y Desmond Tutu-, presidentes como los de España, Perú, Costa Rica, Brasil, Argentina y Paraguay, Primeros Ministros como el de Francia, Parlamentos y parlamentarios de todo el planeta no cesan de clamar por la democracia en Venezuela.

 

 

 

Nunca se nos había prestado tanta atención. Es por eso que hago un llamado a todos mis compatriotas. No se dejen contaminar por la violencia ni por el desaliento que trata de implantar el régimen cuyo libreto sigue Tibisay. El país está a punto de un cambio. Ya el tejido social no aguanta más. El 1 de septiembre será una fecha para ratificar ante el mundo las ansias de paz y democracia que tenemos los venezolanos.

 

 

 

petoha@gmail.com
@josetorohardy