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¡De extrema urgencia!

Posted on: enero 3rd, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Una pocas cifras pueden resumir la situación de pobreza, de angustia y de dolor del pueblo venezolano: entre 2013 y 2017 se han perdido 4 millones de empleos productivos.

 

 

 

Según el Cenda, el ingreso promedio del trabajador, o sea el salario mínimo más el bono alimentario expresado en divisas, era de un poco más de 250 dólares mensuales en 1998. Este se fue derrumbando como consecuencia de la incapacidad, corrupción y concepción marxista del régimen hasta llegar en noviembre de 2017 a aproximadamente 5 dólares! O sea, ¡50 veces menos! Por eso hoy unos 4,5 millones de venezolanos comen solo una vez al día y a veces cada dos días. Mientras que 80% come solo dos veces por jornada, otros se alimentan de basura. Según Cáritas, 280.000 niños pueden morirse por desnutrición. Aunado a esto, más de la mitad de los hospitales no tiene agua potable ni realiza operaciones. Han reaparecido enfermedades antes erradicadas, como la malaria y la difteria.

 

 

 

Acciones de emergencia. El próximo gobierno democrático debe tomar medidas inmediatas, entre ellas aceptar la ayuda humanitaria ofrecida por diversos países e instituciones que este gobierno inhumano se niega a aceptar; implementar un plan de alimentación escolar de inmediato para combatir la desnutrición infantil y promover la asistencia escolar; impulsar un vasto plan de reconstrucción de escuelas, hospitales y vías para mejorar los servicios públicos y generar empleos rápidos, así como promover de inmediato la inversión privada nacional e internacional para aumentar la oferta de productos y generar empleos productivos, es decir, todo lo contrario a la política del actual régimen.

 

 

 

Aparte de las iniciativas ya mencionadas, creo indispensable establecer en todas las instituciones escolares programas de educación cívica y la educación para el trabajo. La primera para recordarnos que el país es de todos y que todos somos responsables de su futuro; de respetar las leyes, desde no “comerse” la luz roja del semáforo hasta respetar los recursos del Estado; que el que roba está robando a todos y cada uno de los venezolanos. Educación para el trabajo para que cada quien se sienta orgulloso de labrar su propio futuro y no estar dependiendo de la manipulación del régimen con las necesidades de la gente.

 

¡Cambio ya!

 

 

@JoseCurielVzla

La destrucción de Guayana

Posted on: abril 12th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

El desarrollo integral de esa extraordinaria región del país empezó a ser realidad con la creación de la CVG a finales de 1960.

 

 

 

Los gobiernos democráticos de 1959 a 1998 adelantaron un plan que se inició con la construcción de Ciudad Guayana. Luego se creó Edelca, con cuatro represas, entre ellas el Guri, que satisfacen 70% de la demanda eléctrica del país.

 

 

 

En 1964 nace Sidor, la mayor siderúrgica de América Latina. En 1965 Alcasa, para producir aluminio y derivados; permitió cubrir demanda nacional y exportar. En los años 90 construyeron cinco plantas de prerreducidos de hierro.

 

 
Adicionalmente la CVG sembró 400 millones de pinos en 500.000 hectáreas en Uverito, al sur de Monagas, para producir pulpa y papel. ¿Qué pasó con esta maravilla? Como señaló el periodista Damián Prat, el gobierno de Chávez conjuró un “MILAGRO AL REVÉS”.

 

 

 

Veamos: La Ferrominera, que producía más de 20 millones de toneladas anuales de hierro, bajó a 10 millones en 2013. En 2007 Sidor produjo 4 millones 300 mil toneladas de acero líquido; disminuyó a 1,5 millones de toneladas en 2013. Las briqueteras, que producían cerca de 5 millones de toneladas al año, bajaron a un millón.

 

 
*Aluminio: Alcasa bajó de 200 mil toneladas al año a 40 mil en 2013. Venalum producía 430 mil toneladas al año y bajó a apenas 130 mil. La represa de Tocoma, sobre el río Caroní, está paralizada. La mayoría de los proyectos públicos y privados están también paralizados.

 

 

 

Esta fue la herencia de Chávez. La situación se ha agravado bajo el gobierno de Maduro con el llamado Arco Minero.

 

 

Este “programa”, que abarca 12% del territorio nacional, es un intento improvisado y desesperado de conseguir recursos económicos a como dé lugar. El precio no puede ser más alto: deforestación; erosión; contaminación de ríos; malaria; minería ilegal; contrabando de oro y diamantes; deterioro de pueblos indígenas; tráfico de drogas; violencia.

 

 

¿Dónde están las ganancias para Guayana, para Venezuela? Todo este drama es producto de la mayor incapacidad de gestión, abyecta corrupción, y un proyecto malévolo de “tierra arrasada” para construir sobre un desierto de miseria el “paraíso socialista”. Un gran fraude. Son las instrucciones de sus amos cubanos.

 

 

José Curiel
@josecurielvzla

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