Perspectivas Electorales 2024

Posted on: agosto 11th, 2022 by Periodista dista No Comments

 

El discurso de ciertos opositores contribuyó a que cerca de un 40% de la población piense que la solución ante las condiciones electorales desventajosas es no votar, cuando debería ser todo lo contrario

 

Las perspectivas electorales del gobierno dependen de su unidad, de la desunión opositora y de la aprobación de su gestión-conexión con la gente. Además, toda jefatura tiene ventaja en su reelección por ser quien “maneja los hilos” (recursos, información, gente, etc.). Esto lo llamó el sociólogo francés Robert Mitchells “la Ley de Hierro de la Oligarquía”. Las perspectivas electorales de la oposición dependen de su conexión con la gente, su unidad, de la desunión del gobierno y del fracaso de este último ante la opinión pública.

 

 

Partiendo de estos tres criterios (conexión popular, unidad y gestión), el gobierno lleva la delantera en su unidad, en la desunión de la oposición y en aprobación de gestión, aunque todavía tiene puntos por recuperar. La recuperación económica va lenta, pero hay una recuperación, no sólo del PIB, sino también de los indicadores de la opinión pública: Según la Encuesta Ómnibus Nacional de Datanalisis, la evaluación de la situación país ha mejorado de – 98% en 2019 a – 65% en julio pasado. La evaluación de la situación personal, ya es positiva, ha subido de +16% a +69%. La evaluación de la gestión de NM, en 2021, estaba en + 10%, pero ya va por + 27%. Esto está ligado a la recuperación económica y a la suavización del mensaje, ahora más pro empresa y empleo que a favor del estatismo y el subsidio.

 

 

Si entre el 2021 y el primer semestre de 2022 la economía ha crecido 11% y eso le ha reportado a NM 17 puntos porcentuales más de aprobación, cada punto del PIB está asociado a 1,5 puntos de aprobación de gestión. Si se estima que, en el segundo semestre, la economía crezca unos 8 puntos y que en 2023 unos 12 puntos más y si cada punto del PIB sólo le generara a NM 1 punto de aprobación, llegaría a principios de 2024 en unos 47 puntos de aprobación de gestión.

 

 

Las correlaciones entre aprobación de gestión, intención de voto y votos contabilizados por el CNE son superiores a r = 0,95, una correlación casi perfecta. Es decir que, si el gobierno sigue dejando crecer la economía y se logra un crecimiento adicional de 20 puntos, llegaría con una intención de voto cercana a 47%. Si a esto se le suma que la abstención es imposible que baje de 30%, a la oposición le quedarían 36 puntos para el o los candidatos que presente.

 

 

Si NM no quisiese repetir, tiene a Rafael Lacava, quien ya cuenta con +40 puntos de aprobación de gestión – en la misma encuesta nacional – y una ejecutoria mejor evaluada (+62%) entre los carabobeños como gobernador. A nivel nacional, el 55% opina que NM debe buscar un sucesor, y el 33% de ellos prefiere a Lacava; seguido por Héctor Rodríguez con 7%.

 

 

Ante este escenario, ¿Cuál es la situación y qué está haciendo la oposición? La oposición está en desventaja con respecto a los tres indicadores: Está desunida internamente, no maneja los hilos del poder, y no tiene una campaña de reconexión con la población. Mientras el sector oficial cuenta con un 17% de identificación partidista, todos los partidos de oposición sumados no cuentan sino con 5,5% de identificación partidista, AD a la cabeza con 2,2%.

 

 

El gran reto de la oposición es darse cuenta de que la clave de sus oportunidades electorales NO está en hablar de las condiciones electorales, primarias, doble vuelta y candidaturas. No es momento de hablar de elecciones sino de lo que le interesa a la población, su bienestar socioeconómico. Una oposición con pocos recursos pudiera pensar que es imposible reconectar con la gente por esta ruta socioeconómica. Pero esto no es tan cierto. Primero, porque cuenta con un gobierno que todavía es lo suficientemente ineficaz como para, por ejemplo, dar pie a muchas protestas y hasta para crecer muy lentamente desde que cambió su política económica en 2019. Entonces hay muchas oportunidades para trabajar políticamente organizando a las comunidades, para que se auto ayuden y para ejercer presión sobre los entes públicos. Segundo, la oposición controla 124 alcaldías. Aquí tendría que preguntarse ¿Cuántas de esas alcaldías brillan por su gestión? Muy pocas. Tercero, no insista la oposición en que el gobierno le dé mejores condiciones electorales porque “está nombrando la soga en la casa del ahorcado”. El discurso de ciertos opositores contribuyó a que cerca de un 40% de la población piense que la solución ante las condiciones electorales desventajosas es no votar, cuando debería ser todo lo contrario. Al gobierno le conviene darle las mejores condiciones electorales a la oposición porque eso le flexibiliza las sanciones y potencia el crecimiento; y no arriesga nada porque ninguna de esas condiciones va a construir la unidad de la oposición, producirle un solo candidato, hacerle una buena campaña ni a defenderle los votos. En el reciente caso de Barinas se puso en evidencia que, con las peores condiciones, la oposición puede ganar si acompaña a la gente, se organiza, si el gobierno comete grandes errores y no tiene una labor que mostrar.

 

 

@joseagilyepes

La Siembra de la Pobreza

Posted on: enero 21st, 2022 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La no recuperación de nuestra industria petrolera es, a mi entender, la gran oportunidad que tenemos para cambiar un marco institucional del país, estatista, centralista, militarista, partidista, excluyente y vertical siempre orientado a la concentración

 

 

La Siembra de la Pobreza, es el título del nuevo libro de Arquímedes Román, muy próximo a publicarse.

 

 

La síntesis del libro es que “el marco institucional estatista, empezando por la exclusividad de la propiedad y del control de la explotación de nuestras riquezas mineras, que son muchas, nos ha impedido convertirnos en el país rico que deberíamos ser. Por el contrario, somos innimaginablemente pobres porque, en vez de sembrar el petróleo, fue usado para concentrar el poder político por los grupos militares y partidistas que han controlado al Estado venezolano”.

 

No puedo estar más de acuerdo. De allí que escribí los siguientes comentarios que acompañarán dicha publicación: “Este es el único libro que he leído de verdad “de una sola sentada”. ¡Interesantísimo!

 

 

Román analiza la economía de nuestro país desde sus orígenes en el Imperio Español de manera muy particular, en función de sus bases institucionales. Dado el predominio del Estado en la propiedad y explotación del petróleo, la tendencia fue al rentismo, el cual está vinculado a la concentración de la riqueza y ésta a la concentración del poder político; esta última, a su vez, es la principal explicación que han encontrado los tratadistas para explicar la corrupción. A lo cual podemos añadir que esa cadena de rasgos institucionales está estrechamente correlacionada con la generación de pobreza. Así lo demostré en mi obra Poder, Petróleo y Pobreza, Caracas, Editorial Libros Marcados, 2015.

 

 

Coincido con los cuatro pilares de soluciones propuestas por Arquímedes, aunque le restaría protagonismo a la recuperación petrolera porque esta última va a ser modesta dada la sustitución acelerada de los hidrocarburos como fuente de energía por razones de emergencia ambiental y porque un gobierno inscrito dentro del pensamiento del Socialismo del Siglo XXI no es un actor propenso a crear las condiciones propicias para ello.

 

Pero, la no recuperación de nuestra industria petrolera es, a mi entender, la gran oportunidad que tenemos para cambiar un marco institucional del país, estatista, centralista, militarista, partidista, excluyente y vertical, siempre orientado a la concentración del poder político, con las funestas consecuencias arriba anotadas.

 

El ingreso petrolero fue el comodín que usaron nuestros gobiernos para compensar las enormes distorsiones que su afán de controlarnos infringieron sobre nuestra economía, distorsionándola hasta el punto de que convirtieron un territorio rico en una nación paupérrima, que hasta perdió su soberanía por empobrecerse y por el afán de un supuesto mesías de compartir el control del país con la dictadura cubana.

 

 

De allí que el marco institucional actual internacional ya no es determinado por estar inscritos en la esfera de influencia de Occidente sino por ser presa, fácil, de una pugna geopolítica entre países no democráticos de Oriente, como Rusia, China, Turquía e Irán, en contra de los intereses occidentales; llegando recientemente en esta pugna a ser usados por los rusos como ficha de negociación para que la OTAN no afilie a Ucrania y le deje el camino libre para invadirla porque, si no, ellos nos invaden a nosotros. ¡Increíble!

 

 

Si se recupera el ingreso petrolero a sus niveles anteriores, no creo que ningún grupo que gobierne al país va a entregar ese enorme diferencial de poder a su favor que le daría el rentismo, por lo que no cambiarían las condiciones institucionales que tan acertadamente demuestra Arquímedes Román que nos han empobrecido. Obsérvese pues que ningún grupo político promueve privatizaciones, dolarización, diversificación económica y de las exportaciones, separación de poderes ni descentralización. Si de “esos polvos son estos lodos”, recuérdese que el único presidente del régimen anterior que trató de privatizar, descentralizar, despresidencializar, despartidizar, despopulizar las políticas sociales y de sustituir el rentismo por una política petrolera de producción, Carlos Andrés Pérez II, fue sometido al escarnio público y sacado de la Presidencia con los votos de un Congreso Nacional dominado por el oligopolio de AD y Copei; y los supuestos nuevos partidos no tienen un discurso diferente.

 

El fin del rentismo coloca al país en una encrucijada a partir de la cual se le presentan dos escenarios: El de la profundización de la pobreza, la manipulación y la represión, como estrategias para que un grupo domine al pueblo y se mantenga en el poder bajo un modelo de democracia colectivista popular, y el camino del crecimiento y la diversificación de la economía y de sus exportaciones, lo cual implica el surgimiento de una democracia pluralista liberal, esa que siempre nos han prometido en los cambios constitucionales pero que nunca hemos tenido porque a quienes nos han gobernado ni a quienes los han sustituido les ha interesado repartir el poder, ni la riqueza. Se quedan con casi todo, pero le echan la culpa al capitalista.

 

 

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES

@joseagilyepes

 

 

La caída de los imperios

Posted on: octubre 9th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Están surgiendo puentes que pueden suavizar estas tensiones entre los moderados del chavismo, empresarios que queremos negociar con el gobierno, políticos ahora llamados independientes que se deslindan de la polarización oficialismo-oposición…

 

 

La caída de los imperios ofrece una enorme oportunidad para quienes quieran transformar una sociedad. La implosión del régimen autoritario rentista o Petro Estado venezolano que se formó alrededor del crecimiento de la renta petrolera es una de esas grandes oportunidades.

 

 

Por ejemplo, la caída del Imperio Romano fue necesaria para que surgieran nuevas sociedades. Algunas de las características de su colapso coinciden con las de Venezuela: debilitamiento del Estado Centralizado; minimización de la economía movida por el gasto público, la monetización del déficit y la inflación; la proliferación de espacios vacíos por la pérdida de operatividad gubernamental y de los servicios públicos; reducción de tránsito y del intercambio interregional; emigración de los centros a las periferias; y activación de voluntades y sectores antes políticamente marginados.

 

 

Obviamente, el régimen venezolano tiene sus particularidades, algunas de las cuales no facilitan el cambio: sigue siendo bastante sólida la alianza militar-cívico que lo sostiene; las sanciones que debilitan al grupo gobernante no son eficaces para cambiar el gobierno; las oposiciones se encuentran atomizadas y minimizadas; pero el empresariado y la Iglesia Católica aparecen como sectores con credibilidad por su gestión por el bienestar de país; la mayoría del empresariado está dispuesto a negociar con el gobierno las privatizaciones y cambios en las políticas económicas; a lo cual se suma una creciente devisión del oficialismo entre radicales y moderados, estos últimos motivados por el hecho de que desean rescatar gobernabilidad y evitar mayor daño de imagen a liderazgos oficialistas no sancionados que podrían servir de reserva.

 

 

Lo más importante de todo esto es identificar cómo reaccionar ante el derrumbe. En el caso de la caída de Roma y dentro de lo que hoy es Italia, se encuentran dos rutas: el Sur de Italia siguió bajo un sistema político económico de dominación vertical, el feudalismo o siendo parte de otros imperios. De allí que, 15 siglos más tarde, Robert Putnam, profesor de la Universidad de Harvard, reporta en su libro Making Democracy Work, explique, con base en esas condiciones el subdesarrollo del Sur de Italia. En franco contraste, Putnam reporta que el Norte de Italia, a la caída del Imperio tuvo la suerte de que la situación inicial fuese anárquica. En este caso, los pobladores tuvieron que organizarse para apoyarse mutuamente en los trabajos del campo y en la defensa frente a saqueadores. Estas sociedades se llamaron las Sociedades de las Torres porque construían montículos de piedra para que unos vigilaran mientras que otros trabajaban. Para responder a cualquier necesidad, las sociedades del Norte organizaban un grupo que se ocupaba del asunto.

 

Los mensajes para los venezolanos son muy claros: el colapso de nuestra industria petrolera es una catástrofe para el pueblo que aspire a seguir viviendo del reparto y para los políticos que quieran seguir repartiendo para dominar. En cambio, para los ciudadanos que deseen vivir de su trabajo y éxitos, diversificar nuestras exportaciones y, con ello, construir una nación pluralista-democrática, el colapso petrolero es una gran oportunidad.

 

 

La destrucción de la más ínfima empresa del Estado hasta Pdvsa y de todos los servicios públicos es una tragedia para quienes gobiernan, para quienes aspiren a gobernar bajo el mismo esquema de dominación y reparto, y para quienes aspiren que les toque algo en el reparto clientelista de cargos públicos. En cambio, para los ciudadanos que aspiren a tener un gobierno eficaz, transparente y eficiente, el colapso del venezolano es una gran oportunidad y una gran responsabilidad. Nos toca, a cada ciudadano y a nuestras cámaras, sindicatos y ONGs a nivel sectorial, y a cada sociedad local o regional, a nivel territorial, organizarnos para asumir el control y la recuperación de las empresas del Estado y de los servicios públicos. Un gran motivador para mover este proceso es el aumento estrambótico de la gasolina y de las tarifas de electricidad, aseo y agua. Tendremos que pagarlas. El error (o manipulación) fue regalar los bienes y servicios que hoy no tenemos. Pero, para aceptar esos nuevos precios, necesitamos organizarnos para exigir resultados o confrontar.

 

Así y todo, están surgiendo puentes que pueden suavizar estas tensiones entre los moderados del chavismo, empresarios que queremos negociar con el gobierno, políticos ahora llamados independientes que se deslindan de la polarización oficialismo-oposición y que quieren ocuparse de la gente y no del poder, y alcaldes y gobernadores que le van a tener que dar la espalda al divisionismo y al clientelismo nacional para poder responderle a sus ciudadanos. Aprovechemos estos puentes reuniéndonos y organizándonos para evitar seguir hacia donde vamos: una guerra o caer en el escenario cubano.

 

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

 

El candidato único: realidad o mito?

Posted on: septiembre 2nd, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

Pareciera que el tiempo de la política para y por los políticos se agotó y que quienes cambien este encuadre psicológico por el de ocuparse de la gente tienen la primera opción, y los resultados electorales serían: Tercera Vía-Oficialista-Opositor…

 

 

Hasta ahora, ha prevalecido el supuesto de que la oposición pierde las elecciones si presenta más de un candidato en las votaciones para elegir cargos públicos. Las experiencias pasadas así lo corroboran y esto coincide con una matemática muy sencilla: los candidatos de gobierno rondan 20 puntos de preferencia; la abstención es muy alta, habiendo llegado hasta el 90% en las pasadas elecciones de diputados, y, aún con abstenciones menores, entre el 50 – 60% (a lo que tienden las elecciones de noviembre), lo queda para los opositores son unos 30 puntos y, con ellos, deberían ganar. Pero, si la oposición presenta dos o más candidatos, el reparto de esos 30 puntos minimiza sus posibilidades de triunfo.
Esta situación es la que se ha tenido como realidad hasta ahora. Sin embargo, como dicen, “el diablo está en los detalles.” Analicemos esto para ver si no se trata de un mito o, mejor dicho, en qué condiciones esto es un mito y puede aparecer una “tercera vía”.

 

 

La matemática anterior se ha cumplido bajo la condición de que la oposición está allí para criticar y cambiar el gobierno. Pero, bajo esta premisa, los opositores caen en el juego del gobierno: la polarización; sin caer en cuenta de que el rechazo a este pleito es la principal razón que dan quienes se autodefinen políticamente como ni-ni (de ninguno de los dos segmentos del mercado político: 60% de la población votante) y como independientes (quienes no se identifican, militan ni simpatizan con ningún partido: el 70% de la población votante). Esto quiere decir que al plantear las opciones electorales bajo el enfoque del “quítate tú pa’poneme yo” se está compitiendo por el favor del 30 al 40% de los votantes, pero alienando al 60-70% de ellos.

 

Los candidatos no comprometidos con el juego de la polarización y el fracaso de estos 20 años de contrapunteo oficialismo vs. oposición preferiblemente son independientes o no comprometidos con la cúpula de los partidos de oposición, pero también pueden provenir de dichos partidos mientras eviten ser encuadrados psicológicamente bajo la premisa de atacar para cambiar al gobierno y reorienten su oferta electoral hacia acompañar a la gente en la solución de los problemas cotidianos, como promover el emprendimiento, conseguir trabajo y disponer de servicios públicos. El potencial de votos de esta “tercera vía” es mucho mayor que el potencial de los votantes por los partidos y el enfoque tradicional: aproximadamente, 70 a 30%. Inclusive, la mayor parte de quienes sí se identifican con los partidos también necesitan soluciones a sus problemas, sin importarle el color político de quien los solucione.

 

 

Una consideración de peso dentro de esta nueva óptica es que la mitad de ese 60 a 70% de ni-ni e independientes está compuesta por ex chavistas. Este cálculo se basa en que los autodefinidos políticamente como “yo soy chavista” han bajado de 44 puntos que dejó Chávez a 12 puntos hoy, y en que la identificación partidista con el PSUV ha bajado de 40 puntos a 10. Esto quiere decir, nada más y nada menos, que cuando los opositores pretenden ganar elecciones atacando al chavismo están alienando a unos 30 puntos de la población votante, o sea a la mitad del mercado potencial de votantes que tiende a abstenerse: Una cosa es que alguien se haya distanciado de su familia y que pueda optar por otra. Pero otra cosa, muy contraproducente, es que un extraño venga a restregárselo en la cara; y sin proponer soluciones. Así no se capta a nadie.

 

 

La realidad de que oposición dividida pierde elecciones puede convertirse en un mito si los candidatos no identificados con el gobierno reenfocan su campaña hacia la solución de los problemas cotidianos de la gente, en vez de atacar para cambiar al gobierno. Por su parte, los candidatos de la oposición tradicional, si quieren ganar elecciones, necesitan hacer los mismo: enfocarse a cambiar cómo se gobierna, en vez de querer atacar y cambiar a quien gobierna. Pueden empezar por dejar de llamarse “oposición” y darse un nombre constructivo; por ej., la “Unidad Democrática”.

 

 

Estos mismos criterios aplican para los oficialistas. Estos parecen haber caído en cuenta de que no pueden seguir siendo un mal gobierno ya que, en las primarias internas del PSUV, se marginó a sus peores gobernantes para bloquearle el paso a sus candidaturas. Inclusive, dos de ellos recién renunciaron extemporáneamente a sus cargos.

 

 

Pareciera que el tiempo de la política para y por los políticos se agotó y que quienes cambien este encuadre psicológico por el de ocuparse de la gente tienen la primera opción, y los resultados electorales serían: Tercera Vía-Oficialista-Opositor. Por el contrario, la peor opción de la oposición sigue siendo ir divididos y con el mismo mensaje de cambiar al gobierno…”pa’poneme yo”.

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

Negociaciones: ¿qué podemos esperar?

Posted on: julio 31st, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

De adoptar el enfoque económico en las negociaciones para flexibilizar las sanciones, estaríamos respondiendo al clamor del 99% de la población que pone como su principal problema el costo de vida y otros problemas económicos relacionados…

 

 

A pesar de que el gobierno volvió a mostrarse dispuesto a negociar con la oposición en México, no es evidente qué puede esperarse de ese proceso.
Lo primero que no está claro es si el gobierno aspira a que le eliminen las sanciones para sentarse a negociar o si considera que las sanciones se flexibilizarían a cambio de ciertas concesiones: Según frases y tonos utilizados, a veces parece una cosa, a veces la otra.

 

 

En todo caso debemos estar claros que las negociaciones ocurren cuando cada parte tiene algo que la otra necesita o quiere evitar. En nuestro caso, el gobierno tiene todas las herramientas en las manos para castigar a los opositores (presos, inhabilitados, ventajas electorales, etc.) y tiene el control de los poderes públicos, un movimiento político más cohesionado que el de la oposición y una alianza con la FANB. En cambio, la oposición no tiene nada, sino un enorme potencial del 85% del público, y, fuera del país, tiene las sanciones, manejadas por gobiernos extranjeros. Todo esto para decir que las sanciones no pueden ser nunca condición para sentarse a negociar sino el resultado de un intercambio de concesiones del gobierno a cambio de un alivio proporcional de dichas sanciones.

 

 

Tampoco está claro quienes se sentarían a negociar por parte de la oposición: ¿la facción de Juan Guaidó, la de Luis Parra, la de la Alianza Democrática? En todo caso, el control de la relación con los países sancionadores lo tienen los partidos del G4, en particular, VP. O sea, que estos cuatro partidos parecería que serían los llamados a coordinar las oposiciones. Y, si fuesen todas éstas invitadas, se fortalecería al gobierno porque unas han jugado en contra de las otras; a menos que hagan un esfuerzo inédito por ponerse de acuerdo.

 

Tampoco está claro que, aún poniéndose de acuerdo y logrando las mejores condiciones electorales, las oposiciones lograrían algo, por dos razones: Lo probable es que las oposiciones presenten sendos candidatos y que el gobierno financie a otros más que parezcan opositores. Este divisionismo es uno de los principales desmotivadores de la participación electoral. El resultado a esperar es que el gobierno gane las gobernaciones y alcaldías en todas las jurisdicciones que se observe ese divisionismo. Además, el gobierno reitera, abiertamente, la eventual implantación de las Leyes del Poder Comunal. Pero si Ud. se lee las leyes vigentes de dicho Poder -que no existe en la Constitución-, verá que apuntan a la sustitución de las Alcaldías y Gobernaciones por las nuevas Ciudades Comunales. Es decir, que los logros de las oposiciones en las venideras elecciones serán efímeros porque todos esos gobiernos serán vaciados de funciones y presupuestos a favor de las instancias comunales.

 

 

La conclusión a estas alturas del análisis es que, desde el punto de vista político en el que están planteadas las negociaciones, no habría nada que ganar para la oposición porque, aún logrando las mejores condiciones electorales y los mayores triunfos en las venideras elecciones, lo que se logre será vaciado de contenido.

 

De lo anterior se desprende la opción de que las negociaciones sean reorientadas en otro plano: “flexibilización de sanciones a cambio de un nuevo modelo económico”. Visto así, las condiciones para flexibilizar las sanciones serían masificar la vacunación; privatización total o parcial de todas las empresas del Estado; reforma de la Ley de Hidrocarburos para estimular la inversión privada en petróleo; dolarización formal, devolución de las propiedades expropiadas a sus legítimos propietarios; restitución del crédito bancario; aranceles competitivos; garantizar legalmente la libertad de precios; y descentralizar, incorporando los consejos comunales y comunas dentro de la estructura de las gobernaciones y alcaldías, no en contra de ellas.

 

 

De adoptar el enfoque económico en las negociaciones para flexibilizar las sanciones, estaríamos respondiendo al clamor del 99% de la población que pone como su principal problema el costo de vida y otros problemas económicos relacionados; estaríamos incorporando al país actores privados, nacionales y extranjeros, que accionarían como cabilderos a favor de las empresas y del gobierno para seguir flexibilizando las sanciones, y estaríamos blindando lo acordado porque la presencia de actores extranjeros, públicos y privados, haría muy difícil revertir los cambios.

 

 

El negociador ante el gobierno está claro: Fedecamaras, institución que, por definición, tiene la responsabilidad de articular a todo el empresariado y que, según los resultados de la más reciente Encuesta Multisectorial Empresarial de Escenarios Datanalisis, cuenta con el 81% del aprobación por parte de las empresas entrevistadas en todo el país para que negocie con el gobierno las reformas económicas.

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

 

Dolarización del salario y opinión pública

Posted on: mayo 13th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Si los precios están dolarizados, el salario también debe estarlo. La sociedad debe crear los medios para hacer esto posible y eso pasa por seguir liberalizando la economía, lo cual ya ha rendido enormes beneficios a todos y ahora toca reestructurarla…

 

 

La dolarización del salario y de su capacidad de compra son dos deudas sociales que tienen las élites con quienes no disponen de medios para mantenerse y no lo podrán hacer hasta que no se dolaricen sus ingresos y se reestructure la economía. Plantearse este ideal no es sólo cuestión de moral; también es un asunto de sentido común e interés propio de dichas élites. Es cuestión de estabilidad política y bienestar social.
Si los precios están dolarizados, el salario también debe estarlo. La sociedad debe crear los medios para hacer esto posible y eso pasa por seguir liberalizando la economía, lo cual ya ha rendido enormes beneficios a todos y ahora toca reestructurarla. Mientras este proceso no se cumpla, continuará cayendo el PIB y seguiremos en hiperinflación e imprimiendo billetes sin valor y pagando salarios sin poder de compra. Por eso el gobierno deja circular las divisas y no ha impreso más bolívares.

 

 

En esta coyuntura se presentan dos rutas: reestructurar la economía para recuperar el bolívar. Esta ruta no le conviene al trabajador porque es lenta y riesgosa porque puede devolverse. Dolarizar formalmente la economía. Esta es la ruta que le conviene al trabajador porque la dolarización disminuye muy rápido la inflación y no permite devolverse porque el país que la aplica ya no emite moneda (causa principal de nuestra inflación) y no fija el tipo de cambio (causa principal de la sobrevaluación del bolívar que limita la diversificación de nuestra producción, exportaciones, el turismo interno y externo).

 

 

 

El reto de dolarizar los salarios se ha visto como deseable pero imposible. Sin embargo, los resultados de las Encuestas Omnibus Nacional de Datanalisis desde agosto de 2018 hasta abril de 2021 muestran el gran avance que ha habido en la dolarización de los ingresos de los venezolanos. Veamos la evolución de varios indicadores.

 

 

 

Ahorro en divisas: La tenencia ha crecido del 2% en agosto 2018 al 8% en abril de 2021.
Compensación laboral en divisas: Ha crecido de 4% al 29%.

 

 

 

Compensación laboral pagada en bolívares, pero calculada de acuerdo con el dólar paralelo: Ha crecido de 4% al 36%.

 

Quienes venden algún tipo de producto o servicio en divisas: Ha crecido del 12% al 27%.

 

Quienes reciben ayuda o remesas en divisas: Ha crecido del 5% al 39%.

 

Hacen compras pagadas en divisas: Ha crecido del 27% al 59%.

 

Quienes compran o venden divisas: Ha crecido del 9% al 43%.

 

 

En la encuesta de marzo de 2020 se identificó que el 68% de los entrevistados prefería la dolarización formal; así como un 71% que prefería dolarizar los salarios.

 

Estos crecimientos de la penetración de la divisa en las actividades económicas de los venezolanos ratifican que el ideal de dolarizar los salarios o ingresos por actividades propias no es una quimera; es una realidad que ya ha beneficiado cerca del 50% de los venezolanos y en esto no ha intervenido otra política del gobierno que no sea el dejar hacer: la liberación del cambio, de precios y la libre importación que, acertadamente, inició el gobierno a principios de 2019.

 

 

 

El proceso de crecimiento del acceso de los ciudadanos a la divisa apunta, inclusive, hasta la revisión de la estratificación social en Venezuela. En pocas palabras, la gente común no está socioeconómicamente tan mal como lo indica la estratificación basada en indicadores como el ingreso en bolívares, entre otros. La mayor parte de los dólares que circulan lo hacen en un mercado informal que no se contabiliza; como tampoco se registran como “ingreso” lo que las viviendas no pagan por servicios públicos exageradamente subsidiados o no pagados.

 

 

 

De esta manera se explica que la percepción negativa de la Situación Personal ha bajado, según las encuestas de Datanalisis, del 84%, en marzo 2018, hasta un 52,6% en abril de 2021. ¡Una mejora de 32 puntos porcentuales!

 

 

Esta sostenida mejora del indicador Situación Personal está asociada a la liberación del cambio, de precios, de cientos de rubros de importación, a la creciente disponibilidad de dólares en manos de la población, a la recuperación del abastecimiento y del consumo; la desaparición del bachaqueo y a una modesta recuperación de las inversiones privadas. Ahora toca hacer más de lo mismo: formalizar la dolarización, incorporar la inversión privada en las empresas del Estado (como ofrece la Ley Antibloqueo), simplificar trámites y con ello erradicar los “peajes”, devolver las expropiaciones (todas ociosas), sentarse a negociar para recuperar la confianza y, recuperada esta última, reducir el encaje bancario para volver a disponer del crédito y que lo prestado se quede en Venezuela para invertir, producir y generar empleos, en vez de irse al exterior para protegerse.

 

 José Antonio Gil Yepes
@joseagilyepes

Comenzar a gobernar sin estar en el poder

Posted on: mayo 6th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

Es recomendable que los aspirantes a cargos de gobernadores y alcaldes identifiquen las ideas que tienen fuerza en cada región o localidad para que empiecen a gobernar desde ya. Quienes lo hagan, estarán presentado las credenciales del acompañamiento.

 

Recientemente escuché una entrevista en la que un joven dirigente de partido llamaba a la gente a votar porque, … “si no votan, nosotros no llegaremos al poder y, si no llegamos al poder, no podemos hacer nada”.

 

Creo que, de verdad, ese joven cree en lo que dijo. El candor y espontaneidad de su lenguaje corporal lo atestiguaban.

 

 

Por yo no podía salir de mi asombro; no podía creer que un joven piense como un viejo, que siga viendo la política como una cuestión electoral, por lo tanto, esporádica y que suponga que, en política, sólo se puede hacer el bien estando en el poder.

 

Platón y Aristóteles estarían escandalizados de ver como el concepto de la política como “construcción de la polis”, de la ciudad, ocupándose de los ciudadanos, se ha tergiversado porque los dirigentes la usan para llegar o mantenerse en el poder.

 

¿Acaso no se da cuenta este joven que le corresponde tener una mente abierta y crítica; y de que la razón principal por la que las malas políticas públicas y el mal gobierno que tenemos siguen allí en buena medida porque los partidos de oposición están divididos en función de que cada uno quiere llegar al poder en vez de ocuparse desde ya de acompañar a la ciudadanía en la solución de sus problemas cotidianos?

 

¿No se dará cuenta el joven de que los partidos de oposición y del gobierno ya son de tamaño minúsculo porque la gente los ha ido abandonando porque no se ocupan de ella sino de su afán por el poder?

 

 

Desafortunadamente, el caso venezolano puede ser uno de los más graves en el mundo, pero este es un fenómeno mundial que está afectando tanto a los partidos políticos, como las democracias, las libertades, los derechos humanos y de propiedad y, por ende, la empresa, el trabajo y el progreso.

 

 

Comenzar a gobernar sin ser gobierno es influir en el clima de opinión y en la movilización social y política a través de quienes quieran movilizarse para forzar cambios en las políticas o hacer las cosas directamente para beneficiar a la población.

 

Un buen ejemplo de ello lo vivimos recientemente. El gobierno de NM sólo se había movilizado para traer unas pocas vacunas y argumentaba que no podía traer más porque se lo impedían las sanciones y el control de unos dineros de la República por parte de la oposición. Sin embargo, Juan Guaidó y seguidores se movilizaron con un proyecto para traer un lote significativo de vacunas Aztraséneca. El gobierno se tuvo que mover, pero, en vez de facilitar el proyecto, lo bloqueó bajo el argumento de que esa marca estaba cuestionada en Europa. Pasaron un par de semanas y apareció Fedecamaras solicitando permiso para traer seis millones de vacunas para repartirlas gratis entre los trabajadores de la empresa privada y sus familias, además de regalar un lote significativo al gobierno. Pero este último le dio largas al permiso y nunca lo dio por razones ajenas a tema de la pandemia. A la sazón, el grupo de Guaidó volvió a movilizarse ofreciendo pagar las vacunas. El gobierno no le aceptó el pago a Guaidó, pero, por fin, anunció y pagó los primeros 60 millones de dólares y está a punto de completar el pago total para traer 11 millones de dosis a través del Covax.

 

 

Entonces sí se puede empezar a gobernar sin ser gobierno y a pesar de que el gobierno no lo acepte. La clave está en buscar ideas-fuerza, como la atención a la pandemia porque “el pueblo se está muriendo”, la dolarización total de la economía porque, “en justicia, es la única forma de que podamos dolarizar el salario; reducir los trámites y costos del registro de empresas “para crear empleos” y de las exportaciones “para poder pagar buenos salarios”, entre otros temas clave. Fijémonos en que cada uno de estos proyectos termina en una justificación que funciona como un adjetivo que mueve emociones y lo potencia como “incuestionable”. Esta técnica de adjetivar las voces de mando no es mía, fueron Lenin y Mao quienes la popularizaron, tanto para justificar sus proyectos como para disminuir a sus enemigos con el verbo. ¿Se recuerdan que la estatización o confiscación de empresas privadas tenía un 83% de rechazo cuando Chávez? Bueno, le bajó más de 30 puntos a tal rechazo cuando acuñó la frase estatización de empresas “ociosas”.

 

 

Por cierto, es recomendable que los aspirantes a cargos de gobernadores y alcaldes identifiquen las ideas que tienen fuerza en cada región o localidad para que empiecen a gobernar desde ya. Quienes lo hagan, estarán presentado las credenciales del acompañamiento, que es lo que quiere ver el pueblo para volver a conectar con la política; atraerán a muchos más votantes potenciales que quienes sigan esperando llegar al poder para gobernar; rescatarán abstencionistas y conseguirán el apoyo de partidos y ONG que saltarán la talanquera porque su fórmula lucirá ganadora.

 

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

ECONOMÍA
CARACAS
DEPORTES
OPINIÓN
ENTRETENIMIENTO
INTERNACIONAL
SUCESOS
POLÍTICA

Afiliate a nuesto boletín
Síguenos en twitter
Síguenos en facebook
Síguenos en instagram

Espacio publicitario

Comenzar a gobernar sin estar en el poder
Es recomendable que los aspirantes a cargos de gobernadores y alcaldes identifiquen las ideas que tienen fuerza en cada región o localidad para que empiecen a gobernar desde ya. Quienes lo hagan, estarán presentado las credenciales del acompañamiento…

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES
06/05/2021 05:05 am
Recientemente escuché una entrevista en la que un joven dirigente de partido llamaba a la gente a votar porque, … “si no votan, nosotros no llegaremos al poder y, si no llegamos al poder, no podemos hacer nada”.
Creo que, de verdad, ese joven cree en lo que dijo. El candor y espontaneidad de su lenguaje corporal lo atestiguaban.

Por yo no podía salir de mi asombro; no podía creer que un joven piense como un viejo, que siga viendo la política como una cuestión electoral, por lo tanto, esporádica y que suponga que, en política, sólo se puede hacer el bien estando en el poder.

Platón y Aristóteles estarían escandalizados de ver como el concepto de la política como “construcción de la polis”, de la ciudad, ocupándose de los ciudadanos, se ha tergiversado porque los dirigentes la usan para llegar o mantenerse en el poder.

¿Acaso no se da cuenta este joven que le corresponde tener una mente abierta y crítica; y de que la razón principal por la que las malas políticas públicas y el mal gobierno que tenemos siguen allí en buena medida porque los partidos de oposición están divididos en función de que cada uno quiere llegar al poder en vez de ocuparse desde ya de acompañar a la ciudadanía en la solución de sus problemas cotidianos?

¿No se dará cuenta el joven de que los partidos de oposición y del gobierno ya son de tamaño minúsculo porque la gente los ha ido abandonando porque no se ocupan de ella sino de su afán por el poder?

Desafortunadamente, el caso venezolano puede ser uno de los más graves en el mundo, pero este es un fenómeno mundial que está afectando tanto a los partidos políticos, como las democracias, las libertades, los derechos humanos y de propiedad y, por ende, la empresa, el trabajo y el progreso.

Comenzar a gobernar sin ser gobierno es influir en el clima de opinión y en la movilización social y política a través de quienes quieran movilizarse para forzar cambios en las políticas o hacer las cosas directamente para beneficiar a la población.

Un buen ejemplo de ello lo vivimos recientemente. El gobierno de NM sólo se había movilizado para traer unas pocas vacunas y argumentaba que no podía traer más porque se lo impedían las sanciones y el control de unos dineros de la República por parte de la oposición. Sin embargo, Juan Guaidó y seguidores se movilizaron con un proyecto para traer un lote significativo de vacunas Aztraséneca. El gobierno se tuvo que mover, pero, en vez de facilitar el proyecto, lo bloqueó bajo el argumento de que esa marca estaba cuestionada en Europa. Pasaron un par de semanas y apareció Fedecamaras solicitando permiso para traer seis millones de vacunas para repartirlas gratis entre los trabajadores de la empresa privada y sus familias, además de regalar un lote significativo al gobierno. Pero este último le dio largas al permiso y nunca lo dio por razones ajenas a tema de la pandemia. A la sazón, el grupo de Guaidó volvió a movilizarse ofreciendo pagar las vacunas. El gobierno no le aceptó el pago a Guaidó, pero, por fin, anunció y pagó los primeros 60 millones de dólares y está a punto de completar el pago total para traer 11 millones de dosis a través del Covax.

Entonces sí se puede empezar a gobernar sin ser gobierno y a pesar de que el gobierno no lo acepte. La clave está en buscar ideas-fuerza, como la atención a la pandemia porque “el pueblo se está muriendo”, la dolarización total de la economía porque, “en justicia, es la única forma de que podamos dolarizar el salario; reducir los trámites y costos del registro de empresas “para crear empleos” y de las exportaciones “para poder pagar buenos salarios”, entre otros temas clave. Fijémonos en que cada uno de estos proyectos termina en una justificación que funciona como un adjetivo que mueve emociones y lo potencia como “incuestionable”. Esta técnica de adjetivar las voces de mando no es mía, fueron Lenin y Mao quienes la popularizaron, tanto para justificar sus proyectos como para disminuir a sus enemigos con el verbo. ¿Se recuerdan que la estatización o confiscación de empresas privadas tenía un 83% de rechazo cuando Chávez? Bueno, le bajó más de 30 puntos a tal rechazo cuando acuñó la frase estatización de empresas “ociosas”.

Por cierto, es recomendable que los aspirantes a cargos de gobernadores y alcaldes identifiquen las ideas que tienen fuerza en cada región o localidad para que empiecen a gobernar desde ya. Quienes lo hagan, estarán presentado las credenciales del acompañamiento, que es lo que quiere ver el pueblo para volver a conectar con la política; atraerán a muchos más votantes potenciales que quienes sigan esperando llegar al poder para gobernar; rescatarán abstencionistas y conseguirán el apoyo de partidos y ONG que saltarán la talanquera porque su fórmula lucirá ganadora.

@joseagilyepes

Preguntas y respuestas para enfocar las negociaciones

Posted on: febrero 18th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

De estos primeros pasos, convenientes para todas las partes, surgirán realidades y percepciones de que podemos progresar juntos, repuntes de confianza intersectorial y una población repotenciada económicamente…

 

 

La “madre” de las preguntas sobre posibles negociaciones en Venezuela es: ¿Qué enfoque puede darse a unas negociaciones en Venezuela: Integral o negociaciones parciales? Una negociación integral abarca un cambio político (quién gobierna) y cambios en otros ámbitos, principalmente el económico (cómo se gobierna) y sería lo ideal porque se corresponde con el 84% que rechaza el gobierno de NM y el 94% que evalúa mal la situación económica. Sin embargo, el cambio político se trata de una No Negociación por dos razones: No se puede negociar cuando ambas partes quieren lo mismo y se requiere que la oposición tenga la cohesión y fuerza para desplazar al otro; lo que no es el caso. Por lo que el enfoque al que podemos aspirar es el de negociaciones parciales.

 

 

¿ Que incentivos tienen los actores para negociar? En lo político, el gobierno no ve amenazada su estabilidad por los partidos de oposición, por lo que no necesita negociar con ellos; a menos que Estados Unidos se lo impongan en función de la amenaza de continuar las sanciones económicas que el gobierno de NM necesita flexibilizar. Esto sólo ocurriría a cambio de mejoras incrementales en política: Selección adecuada de los Rectores del CNE según las reglas constitucionales, observadores electorales extranjeros neutrales, eliminación de los “protectores”, etc. Pero, en lo económico, el incentivo del gobierno para recuperar la economía es grande y, para hacerlo, necesita negociar con los empresarios, a quienes también les interesa recuperar la economía.

 

 

¿Qué otros actores serían determinantes para asegurar el éxito de una negociación o negociaciones en Venezuela? Los empresarios necesitan fortalecer sus posiciones incorporando a sus trabajadores como aliados, con lo cual, además, le estarían ofreciendo al gobierno “obrero” una imagen de legitimidad de las nuevas políticas económicas pro empresa ante la opinión pública. Este triángulo se puede ampliar incorporando a los profesores y estudiantes universitarios que tanto han sufrido los errores económicos del gobierno y también serían un aval legitimador que le ayude al gobierno a justificar el cambio de sus posiciones ideológicas.

 

 

¿Cuáles son los temas de negociación más importantes que deben abordarse? Obviamente, los temas económico-humanitarios, pues el hambre y la desnutrición la sufren la mayor parte de los venezolanos. Otras falencias se relacionan con los derechos humanos y políticos, que no están en la lista de prioridades del gobierno, por lo que planteárselos sería óbice para “matar las negociaciones antes de nacer”. Esos temas van a surgir, y el gobierno los va a tener que incluir en la medida que necesite flexibilizar sanciones que bloquean la recuperación económica.

 

 

 

¿Cómo se puede transformar una negociación suma cero (“yo gano-tú pierdes”) en un ejercicio de beneficio mutuo (“yo gano-tú ganas”)? Es conveniente empezar por pocos temas, sencillos, lo más atractivos posibles, que tengan impacto sobre las soluciones socioeconómicas que necesita la población y que beneficien a todas las partes involucradas. De hecho, sin negociaciones gobierno-empresa, el gobierno cayó en cuenta que la única forma de reabastecer al país era liberando precios los precios y el cambio para que el empresariado se motivara a importar o producir. Luego vino la dolarización creciente, la cual, en la medida que se negocien nuevos pasos, como la Caja de Compensación en divisas, seguirán resurgiendo atractivos de inversión que agilizarán la economía y le permitirán al gobierno formalizar las transacciones en divisas y poder cobrar más impuestos. Por parte de los trabajadores, la dolarización definitiva y formal es imprescindible para que podamos dolarizar sus salarios y para que el consumidor se beneficie de la vía más expedita y sostenible para erradicar la inflación. Otros puntos de encuentro son disminuir el encaje bancario para recuperar el crédito; acelerar las alianzas gobierno-empresa-trabajadores (como lo fueron Sidor, CANTV, etc.), mediante el alquiler, contratos de gestión, ventas parciales o totales de empresas del Estado; regresar a la primera versión de la Ley de Ciencia y Tecnología para recuperar el desarrollo tecnológico y crear fuentes de ingreso para las universidades; solicitar al gobierno norteamericano que elimine las sanciones.

 

 

De estos primeros pasos, convenientes para todas las partes, surgirán realidades y percepciones de que podemos progresar juntos, repuntes de confianza intersectorial y una población repotenciada económicamente. A partir de allí, podremos enfrentar negociaciones sobre temas más escabrosos, como cobrar más por los servicios y bienes que ofrece el Estado. Cuando lleguemos a estas alturas, la pregunta sobre el cambio integral se habrá desvanecido pues habremos superado la polarización. ¿Y qué estamos esperando?

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

“Gánale a la incertidumbre”

Posted on: noviembre 6th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

En este Manual, trato las relaciones internas de la organización como un elemento más del entorno o sea, como oportunidades y amenazas, y no, como estábamos acostumbrados, como fortalezas y debilidades…

 

 

Ante todas las sorpresas que nos dan los malos gobiernos, procesos electorales, leyes raras, avances tecnológicos que hacen surgir productos o servicios sustitutivos y las apariciones de “cisnes negros”, como la pandemia, terremotos y huracanes, es necesario planificar y formular escenarios pues “ante las calamidades, no hay que preocuparse ni congelarse sino ocuparse”. Pero, antes de arrancar a hacer, hay que planificar para seleccionar con información y lógica cómo responder”.
De allí que el momento no puede ser más propicio para planificar y formular escenarios, pues éstas son las herramientas clave para contrarrestar el congelamiento gerencial, las discrepancias internas y la lentitud de respuesta que producen las incertidumbres. Es decir, que los escenarios están aquí para quedarse porque los factores que las generan no van a dejar de hacerlo.

 

 

 

En este sentido, tengo el gusto de compartir con Uds. mi nuevo libro, “Gánale a la Incertidumbre”: Manual de Planificación Estratégica y Formulación de Escenarios, el cual ya está disponible por Amazon Books.

 

 

Este es un manual apropiado para todo tipo de empresas y organizaciones; fácil de aplicar siguiendo los formatos ofrecidos en él y que se destaca por sus diferencias con otros métodos de planificación.

 

 

Encontramos que en entornos autoritarios desarrollamos una “socio-psicología de la planificación” orientada a trazar estrategias “verticales” dirigidas a relacionarse con el poderoso para enchufarse y cazar rentas o para pasar desapercibidos. Esto implica que dejamos de ver “horizontalmente” y de formular estrategias para relacionarnos con los componentes de otros tres anillos del entorno, como son la cadena sectorial, el mercado; y a lo interno de la organización. En estos otros entornos podemos ser mucho más proactivos y enfocar nuestra conducta de manera más pluralista, de igual a igual, y basarnos en el “Know How” y en la inversión – producción, en vez de hacerlo en la cacería de rentas basada en el “Know Who”.

 

 

Entre otras diferencias que destacan a “Gánale a la Incertidumbre” se encuentran planteamientos como: “Sea cual sea el entorno macroeconómico-político, la esencia de la planificación es la Estrategia de Mercado. La Misión de la organización no es vender lo que se produce, sino ofrecer lo que se vende porque el mercado lo necesita. La competitividad comienza diferenciándose de los competidores, no compitiendo con ellos con base en los mismos atributos del mercado. Si el mercado está cambiando, es necesario investigarlo para poder adaptarnos a él, sea con nuevos productos, segmentos targets o canales de distribución. La Misión, diferenciación y competitividad se consolidan en la Proposición Única de Valor que puede basarse en la Excelencia en Producto (Apple), Excelencia en Operaciones (Walmart) o en Acompañamiento al Cliente (un buen asesor). La competitividad alcanzada en el mercado se complementa con alianzas entre los eslabones de la cadena sectorial, en la cual es mucho lo que se puede hacer construyendo relaciones ganar-ganar con suplidores, transportistas, distribuidores, centros de investigación y desarrollo de tecnología. El Modelo de Negocio o Estrategia Corporativa se basa en la adaptación de la organización a la Proposición Única de Valor en cuanto a su producto o servicio, cultura, procesos, organización, toma de decisiones y en aplicar la tecnología de la información adecuada.

 

En este Manual, trato las relaciones internas de la organización como un elemento más del entorno o sea, como oportunidades y amenazas, y no, como estábamos acostumbrados, como fortalezas y debilidades. Este re-enfoque es particularmente conveniente cuando se trata de debilidades en las relaciones entre los actores que hacen vida dentro de la organización. Cuando estas relaciones no están armonizadas, la organización corre el riesgo de fracasar, a pesar de las excelentes relaciones o estrategias que despliegue en los otros entornos. Un ejemplo de esto es el bajo porcentaje de sobrevivencia de las empresas familiares en cada cambio generacional, lo cual se explica, en la mayoría de los casos, por la falta de planificación de la transición, de armonía entre las generaciones o por falta de preparación de los herederos; y no por malas políticas económicas, entre otras causas. Para alinear los actores internos de la organización, nada mejor que un ejercicio de planificación estratégica muy participativo.

 

 

Y podemos concluir destacando que el Principio clave de toda organización es jugar “ganar-ganar” o sea, mantener en equilibrio sus interés con los de todos sus sectores relacionados.

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

 

Por qué una Alianza Trabajadores-Empresarios

Posted on: octubre 1st, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La respuesta a la pandemia no puede ser lineal, sino que debe responder a un dilema: salud o hambre. En este aspecto, estamos estudiando las mejores opciones y las razones… a cambiar una política que nos lleva a la ruina…

 

 

 

En la Asociación Civil Centro Democracia estamos trabajando en tres proyectos para desarrollar la alianza trabajadores-empresarios: Uno, consiste en identificar casos concretos, positivos y negativos, en las relaciones entre estos dos segmentos; el segundo, en redactar una nueva Ley del Trabajo de manera conjunta; y el tercero en redactar y divulgar una propuesta de “Reincorporación al Trabajo con Precauciones”.

 

 

En cuanto a los casos de alianzas trabajadores-empresarios ya hemos seleccionado varios muy positivos para analizarlos, redactar sus respectivos guiones y divulgarlos para que quien quiera pueda copiarlos. Lo mismo estamos haciendo con casos negativos, en los cuales persisten la desconfianza, la polarización, la percepción de que lo beneficia a uno de los dos segmentos perjudica al otro o, peor, se practica la lucha y el odio de clases, cosas absurdas que terminan perjudicando a ambas partes. Entre las herramientas concretas que ya hemos identificado para construir relaciones de cooperación e interdependencia entre trabajadores y empresarios encontramos algo tan sencillo como es el enfoque y la actitud: cuando preguntamos, ¿A qué cree Ud. que se debe que las relaciones trabajadores-empresarios sean positivas (o negativas) en esta empresa? Las respuestas para explicar las relaciones positivas son del tipo…”es que siempre estamos pendientes, le damos respuesta a los problemas de la gente…”, entre otras. En cambio, en los casos de relaciones negativas, predominan respuesta como…”es que el gobierno…” o…” es que el sindicato.” El mensaje que aparece aquí es que en los casos positivos la gerencia tiene una actitud proactiva y asociativa; mientras que en los casos negativos…”la culpa es de otro”. Otra cosa que hemos aprendido es que las alianzas trabajadores-empresarios también deben incluir a las familias de los trabajadores, los vecinos, los proveedores y distribuidores locales y los consejos comunales. Es decir que las empresas necesitan gerenciar el equilibrio en sus relaciones con todos los actores relacionados con la empresa. Y esta amplitud no les sale más cara porque más costoso es no ocuparse y dejar que las sinergias negativas entorpezcan las actividades de las empresas.

 

 

En cuanto a la redacción de una nueva Ley del Trabajo, ya hemos encontrado que tanto trabajadores como sindicalistas están claros que la Ley vigente está basada sobre el antagonismo entre trabajadores y empresarios y que ese antagonismo ha contribuido a la ruina de ambas partes. En este caso estamos comparando la Ley del Trabajo que dejó Teodoro Petkoff, con la actual y redactando una versión propia de un país moderno que le proponga al trabajador alcanzar un nivel de vida adecuado en función de contribuir a elevar su productividad, en vez de inculcarle odio contra la mano que le da empleo.

 

 

En relación con la propuesta de Reincorporación al Trabajo con Precauciones, tanto los dirigentes sindicales como los empresarios y gerentes que estamos trabajando en este proyecto estamos de acuerdo en que la cuarentena radical no es la respuesta adecuada al Covid-19 pues el 94% de la población venezolana que no tienen ahorros no puede quedarse en casa porque se muere de hambre. Por ello las mayorías salen a trabajar, pero lo hacen sin recibir la orientación adecuada ni los apoyos, como mascarillas, geles, instrucciones para laborar con precaución. Esto quiere decir que la respuesta a la pandemia no puede ser lineal, sino que debe responder a un dilema: salud o hambre. En este aspecto, estamos estudiando las mejores opciones y las razones que las acompañan para motivar al gobierno, organizaciones y ciudadanos a cambiar una política que nos lleva a la ruina y a más sacrificios para la población que la enfermedad. Enfermarse y morir es una probabilidad y muy baja, mientras que pasar necesidades, hambre o desnutrición es una certeza para la mayoría.

 

 

La razón de ser de una alianza trabajadores-empresarios no es sólo el avance socioeconómico sino también promover el desarrollo de una democracia política más plural. En la política de los países subdesarrollados predominan las relaciones verticales entre cada sector y los gobernantes: los hilos verticales; siendo mínima la existencia de las relaciones horizontales, por ejemplo, la alianza entre trabajadores y empresarios. Las ideologías de los gobernantes y sus políticas más bien se encargan de promover la desunión entre actores no gubernamentales por aquello de ”divide y vencerás.” En este caso, estamos tejiendo hilos horizontales -alianzas- entre dos sectores que trabajan codo a codo y cuyos intereses comunes superan con creces sus diferencias, como lo estamos evidenciando a través de las consecuencias catastróficas que ambos sufren por la destrucción de la empresa privada y sindicatos. ¡Será juntos que nos recuperaremos!

 


JOSÉ ANTONIO GIL YEPES

@joseagilyepes