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Vender Citgo para disminuir deuda externa

Posted on: julio 22nd, 2015 by Laura Espinoza No Comments

En Venezuela han circulado diferentes documentos y artículos con diversas posiciones sobre cómo superar la actual situación económica
Los economistas tenemos la fama de no ponernos de acuerdo. Si bien es cierto que en nuestra profesión hay ciertos consensos, todavía quedan temas de fuerte debate.

 

 
En Venezuela han circulado diferentes documentos y artículos con diversas posiciones sobre cómo superar la actual situación económica. Uno de los temas álgidos gira alrededor a la capacidad de solvencia de nuestro país para afrontar las necesidades de divisas requeridas en el corto y mediano plazo. El abanico de planteamientos es muy amplio. Por ejemplo, hay colegas que proponen una reestructuración de la deuda, lo cual enviaría una mala señal y afectaría los niveles de confianza en nuestro país.
Como analizaremos en este artículo, Venezuela dispone de un importante stock de activos, que con una eficiente utilización y un plan social y económico, empezaríamos a retomar la senda de los equilibrios económicos.
Una de las definiciones más básicas de nuestra ciencia que nos enseñan al empezar la carrera es que “la Economía consiste en la adecuada administración del hogar”. Vamos a utilizar un ejemplo para examinar la actual coyuntura económica por la que atraviesa el país: en una familia integrada por una pareja de profesionales con ingresos similares y dos hijos, uno de ellos pierde su trabajo y durante un largo período no retornará al mercado laboral, es decir, los ingresos de esta familia caen en  50%. Como datos adicionales, la familia ha visto crecer sus niveles de endeudamiento en los últimos cinco años, pero tiene un apartamento de playa que casi no utiliza.
¿Qué debe hacer esta familia? Inmediatamente, lo lógico es priorizar sus presupuesto, asegurando la provisión de alimentos, el pago del colegio y los gastos como condominio y el pago de otros servicios básicos. Seguramente, la familia tendrá que ajustar los gastos de restaurant, salidas a fiestas y viajes de placer.
Considerando los importantes pagos del servicio de deuda, la familia se ve en la siguiente disyuntiva: o realiza un ajuste muy fuerte en los gastos familiares ordinarios o evalúa la venta del activo no estratégico -el apartamento de playa que casi no usa- y con estos ingresos cancela su deuda. Así el ajuste en su presupuesto familiar no es tan drástico.
Este sencillo ejemplo lo podemos extrapolar a la actual situación económica que atraviesa el país. La caída en los precios del petróleo ha reducido a la mitad los ingresos en divisas. En los próximos tres años, el gobierno central y Pdvsa deben hacer frente al pago a un importante monto por servicio de deuda.
Si el gobierno opta por hacer un fuerte ajuste en el presupuesto de divisas para importaciones, tendrá que pagar un alto precio en términos de abastecimiento e inflación. Las escasas divisas provenientes del ingreso ordinario de Pdvsa, tendrían que ser destinadas en buena parte al pago de los tenedores de deuda y la escasez en el mercado cambiario aumentaría las presiones devaluacionistas.
La opción que recomendamos, es la utilización de dos de las cuatro estrategias seguidas por el Libertador Simón Bolívar y su equipo económico para salir de la coyuntura económica que les tocó enfrentar después del triunfo político ante los españoles.
En primer lugar, como hemos escrito en artículos anteriores, El Libertador priorizó al máximo el presupuesto de la Nación. En nuestro caso, se deben seguir asignando con estricta prioridad las divisas a los sectores alimentos, salud y sectores transversales de la manufactura.
En segundo lugar, Bolívar se empeñó en un programa de reducción de la deuda externa, utilizando para ello el desarrollo de uno de los activos productivos generadores de divisas: la producción de tabaco fino.
Por cierto, esta línea prudente de disminución de las acreencias externas, ha sido seguida por los gobiernos populares de América Latina:
En Bolivia, durante el mandato de Evo Morales, el promedio del saldo de la deuda pública externa entre 2006 y 2013 fue de 17% del PIB, frente al registrado en el período 1998-2005: 56% del PIB.
En Argentina, durante el período 2003-2014 la deuda pública se redujo de 116.5 puntos del PIB a 48.6 puntos del PIB.
En Brasil, el promedio del saldo de la deuda pública externa entre 2006 y 2013 fue de 17% del PIB, frente al registrado en el período 1998-2005: 56% del PIB.
En Ecuador, durante el período 2006-2014, el presidente Rafael Correa logró que la deuda pública se redujera en 5.7 puntos del PIB.
En nuestro caso, como hemos mencionado, podemos hacer un uso eficiente de nuestros activos externos. En primer lugar, Citgo filial de Pdvsa en Estados Unidos, con dividendos marginales al accionista, podría venderse y con ello cancelar  una parte significativa de las acreencias externas de los próximos dos años. El simple anuncio de esta medida, acompañada de un sólido plan social y económico, apuntaría a la recuperación del equilibrio de las variables económicas. Incluso, los ahorros por la recompra de la deuda serían significativos.
Otros activos que se pudieran utilizar serían 25% del stock de reservas en oro, combinado con la concentración de 50% del Fondo Chino en inversiones petroleras. Estas dos medidas complementarias aumentarían el flujo de divisas tan necesitadas por el mercado cambiario.
Por cierto, las otras dos estrategias económicas implementadas por Simón Bolívar: Aumento de la recaudación fiscal y estímulo a la producción nacional, también tienen plena vigencia.

 

Franklin Mèndez
Economista
Director BCV

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Brasil: Balance Económico Social 2003-2014

Posted on: junio 26th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Durante la última década, su economía ha tenido un importante crecimiento del PIB por habitante, pasando de 2.864 dólares en el año 2002 a 11.604 dólares en el 2014

 
Brasil tiene una población de 203 millones de habitantes y una superficie de 8.5 millones de km2. Según cifras de la Comisión Económica para América Latina, el país es la primera economía entre los países de América del Sur, delante de Argentina, Colombia, Chile y Venezuela.

 

Durante la última década, su economía ha tenido un importante crecimiento del PIB por habitante, pasando de 2.864 dólares en el año 2002 a 11.604 dólares en el 2014 .

 

Las tasas de crecimiento de Brasil fueron superiores al promedio de la región latinoamericana en el período 2007-2010. Posteriormente, se ha evidenciado una desaceleración que ha afectado a la región en su conjunto.

 

Según cifras del FMI y del Banco Central Brasileño, en el período 2002-2014: el Producto Interno Bruto creció a una tasa promedio de 3.4%, la tasa de desempleo disminuyó de 10.5% a 4.3% y la tasa de inflación disminuyó de 12.5% a 6.4%. Desde 1999, Brasil adoptó el régimen de metas de inflación. La meta de inflación se mantiene en 4,5% con un rango de variación de +/- 2 puntos. La política monetaria está dirigida a controlar la inflación y mantenerla en el rango meta.

 

En orden de importancia, la mayor participación en el PIB de la economía brasilera corresponde a los sectores: Establecimientos financieros (20,8%), servicios de administración pública (12,7%), otros servicios (12,6%), y manufacturas (10,8%).

 

Al mes de febrero de 2015, el principal destino de las exportaciones brasileras fue el continente asiático (28%) donde destacó China (11,2%); le siguen en orden, América Latina y el Caribe (21%), la Unión Europea ocupa el siguiente lugar (20%), luego se ubican Estados Unidos (15%), Oriente Medio (5,9%), África (4,3%) y Europa Oriental (1,3%). Esta composición se ha mantenido relativamente estable durante los últimos años.

 

En cuanto a la política fiscal, durante el período en estudio se mantuvo un manejo prudente del gasto y la inversión pública, priorizando como detallaremos más adelante la inversión social. En el periodo 2003-2014, se registró un superávit primario promedio de 2.7%. La deuda pública tuvo un descenso; en efecto, el saldo de la deuda pública externa en el año 2002 fue de 78.7% del PIB frente al 65.2% del PIB registrado en el año 2014.

 

La reforma fiscal planteada en el año 2003 con la llegada al poder del ex presidente Lula da Silva incluyó una serie de medidas para incrementar la recaudación tributaria. Los resultados de la reforma fiscal son positivos. Según el Ministerio de Hacienda de Brasil, en el año 2003 la presión tributaria se ubicó en 31.8 puntos del PIB y para el año 2013 este índice subió a 35.95 puntos del PIB.

 

En materia cambiaria, en enero de 1999 las autoridades brasileñas adoptaron un sistema de “flotación intervenida”. La economía brasileña se caracteriza por un contexto de amplia movilidad de capitales, con la existencia de mercados de derivados financieros amplios y líquidos. El elevado grado de apertura financiera hace que los ciclos de liquidez internacional influyan en la gestión del esquema cambiario.

 

Brasil cuenta con un sólido nivel de reservas internacionales, el año 2014 superaron los 360.000 millones de dólares, muy por encima de los niveles observados a comienzos de la década pasada cuando apenas llegaron a 40.000 millones de dólares. Esto le permite al país contar con un índice de 18.9 meses de importaciones, sólo superado en la región por Bolivia, cuyo índice se ubica en 19.4.

 

El sistema financiero brasilero está compuesto por la banca privada y pública. Destaca el crecimiento de la bancaextranjera durante los últimos años, sin embargo los bancos nacionales continúan liderando el sector.

 

Desde inicios del gobierno del ex presidente Lula da Silva se logró revertir la tendencia privatizadora, recuperando el papel de la banca pública en el fomento del desarrollo económico y social, mediante créditos en mejores condiciones para toda la población (regiones y segmentos menos interesantes para los bancos privados). En el año 2013 fueron más de un millón de operaciones con 274,610 micro, pequeñas y medianas empresas.

 

Para enfrentar la exclusión social, se han creado un conjunto de leyes y regulaciones que garantizan las fuentes de financiamiento para programas sociales claves como el caso del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación establecido por la Constitución y que han equiparado el salario mínimo a un piso de protección social que define el nivel mínimo de beneficios a los que deben acceder los ciudadanos.

 

Entre los principales programas de protección social se encuentran :

 

w Bolsa Familia: La transferencia básica es de USD 35 y se focaliza en hogares con ingresos por debajo de USD 35 mensuales per cápita. También hay una transferencia variable de USD 16, para familias con hijos menores de 15 años, con ingresos per cápita inferior a USD 78,4.

 

w Brasil Cariñoso: Implementado en el año 2012 por la presidenta Dilma Rousseff. El programa, tiene tres pilares: a) provisión de ingreso, a través del Beneficio de Superación de la Extrema Pobreza en la Primera Infancia; b) educación a través del aumento del número de plazas disponibles en guarderías y, c) salud, a través de acciones para aumentar el suplemento de vitaminas y acceso a medicinas gratuitas.

 

Todos los programas sociales se articulan en el Sistema Único de Asistencia Social coordinado por el Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre, bajo la estrategia de “Brasil Miseria Cero”.

 

El Índice de Desarrollo Humano creció de 0.682 en el año 2000 a 0.744 en el año 2013, ubicando al país en el grupo de “Alto Desarrollo Humano”.

 

Para garantizar la sostenibilidad de la política social y económica, se están planteando este año un plan que fortalezca la responsabilidad fiscal, aumentando la eficiencia tributaria y optimizando el presupuesto de gasto e inversión pública.

 

Franklin Mèndez

 

 

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