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Venezuela, país fracturado

Posted on: diciembre 10th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Maduro gana aire político para enfrentar la crisis económica. Con estos resultados, y sólo por un tiempo, el presidente venezolano podrá bajar la guardia en uno de los dos frentes más graves que lo cercaban: el de su validez como líder del PSUV. El chavismo logró, a fuerza de medidas demagógicas y mucho de “remolque” (como llaman en Venezuela el acarreo de votantes a las urnas, cuando no es obligatorio votar), imponerse a nivel nacional en las elecciones municipales del último 8 de diciembre.

 

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 196 alcaldías, mientras que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ganó 53 y otros partidos ocho. La cifra de puestos obtenidos por el chavismo parece arrolladora, sin embargo el diseño institucional venezolano es mentiroso. Es que el oficialismo sólo obtuvo 500 mil votos más que la oposición. Desde que murió Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013, las dos elecciones que vivieron los venezolanos terminaron con márgenes estrechísimos. La polarización del país es evidente.

 

Ahora bien, Maduro podría tomar los resultados con madurez y llamar a una conciliación nacional para enfrentar los más de 5 años que aún le quedan de mandato y buscar acercar posiciones. Pero esa no parece ser la reacción que vayamos a ver de inmediato. Para el bolivariano, ese 42% que no lo acompañó es el enemigo burgués y corrupto, y probablemente utilizará sus polémicos superpoderes para emprender una cruzada anticorrupción que tenga como fin último desmembrar a la hoy golpeada coalición antichavista.

 

Henrique Capriles, el jefe opositor que se puso la elección al hombro como jefe de la campaña, llamó a la unidad nacional. Pero, hay que decirlo, salió más que golpeado de la contienda. El “casi ganamos” de su discurso ya no resulta válido para quienes esperaban un cambio. Las clases altas, cansadas de la derrota, pierden las esperanzas. Se trata de un sector que vive mitad del tiempo en el país y mitad del tiempo fuera. Son ellos el corazón opositor que, aún en agonía, mantiene los latidos.

 

¿Cómo se los seducirá para que la próxima vez sí voten? La primavera antichavista de abril podría diluirse. El escaso 58% de asistencia a las urnas marca una desmoralización difícil de remontar. Es que el chavismo tiene un aparato casi invencible. Organizados, arrasan con el oponente.

 

Maduro, por un tiempo, no deberá probar que está al frente del chavismo. Con ese peso fuera de sus hombros podría avocarse a resolver la tremenda crisis económica del país (con inflación superior al 50%, escasez de alimentos básicos y un dólar paralelo que supera en un 900% al oficial).

 

La tarea no le será sencilla. Es que para imponerse en esta elección gastó hasta lo que no tenía. ¿De dónde sacará recursos de aquí en adelante? Probablemente la sangría la siga sufriendo el empresariado venezolano. Ya pasó la elección, incluso pasó la Navidad (adelantada por decreto), queda el año nuevo y los Reyes Magos… Veremos con qué nos sorprende esta vez el bolivariano.

 

Por Fernanda Kobelinsky

Maduro revive a Chávez para que gane las elecciones

Posted on: noviembre 6th, 2013 by Super Confirmado No Comments

El presidente venezolano está desesperado por obtener un resultado digno en las elecciones municipales. Se trata de comicios menores, pero ante el panorama actual, un revés para el chavismo podría ser una puñalada para Maduro. La crisis económica incontenible hizo que la oposición lograra que esta cita sea un verdadero plebiscito para el mandatario.

 

El bolivariano repite el recurso de los comicios de abril pasado y saca a relucir una “aparición” del fallecido líder bolivariano. Recurre a la imagen del ex mandatario y espera que “revivir el mito” incline la balanza en las urnas.

 

El presidente aseguró que el rostro del fallecido Hugo Chávez apareció en una de las paredes rocosas de uno de los túneles que forman parte de la excavación de una línea en construcción del metro de Caracas y de la cual mostró una foto. “Así como apareció, desapareció”, dijo para explicar porque ya nadie puede ver a Chávez en los túneles.

 

El fallecido líder vuelve a ser el centro de una campaña electoral. En octubre de 2012, Chávez se impuso cómodamente en las elecciones que le consagraron un cuarto mandato. Los 10 puntos de ventaja dejaban un país bien chavista para que su sucesor manejara. Tras su muerte, el 5 de marzo de 2013, todas las encuestas lo daban a Maduro como el gran ganador. Esos 15 puntos parecían irreversibles… la imagen de Chávez garantizaba la victoria.

 

Maduro recurrió a ese comodín durante toda la campaña. Hasta afirmó que el bolivariano se le había aparecido en forma de un “pajarito chiquitico”. Fue el 2 de abril, a 12 días de las elecciones, cuando los sondeos ya no marcaban tanta diferencia con Henrique Capriles.

 

“De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba“, dijo Maduro señalando su cabeza e imitando un aleteo. El pájaro, prosiguió Maduro algo emocionado, “se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito”, dijo imitándolo. “Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. ‘Si tú silbas, yo silbo’, y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él, de Hugo Chávez“, remarcaba desde Barinas, tierra natal del fallecido líder.

 

Ahora, cuando Maduro debe contener dos frentes, la fractura interna y el crecimiento de la oposición, vuelve a aparecer la figura de Chávez como símbolo de la campaña. De hecho, el 8 de diciembre no sólo será una jornada electoral, también será “El Día de la Lealtad a Hugo Chávez”. Así lo decretó Maduro.

 

Chávez está en todos lados. Fechas importantes, cuadros en todas las dependencias estatales, referencia infinitas en los discursos de gobierno y un Cuartel de la Montaña (donde descansan los restos del bolivariano) que se ha transformado en el sitio preferido para cualquier anuncio oficial.

 

En abril pasado, la referencia a Chávez casi no logra su efecto. Para el 8-D, Maduro tiene un bonus track: al mito, pretende inyectarle “felicidad”.

 

Maduro encontró en esa palabra el eufemismo perfecto para llenar las calles de bolívares. Instauró el Viceministerio de la Suprema Felicidad, donde se gestionaran todas la misiones chavistas (los planes de subsidios creados por Chávez tras la victoria en el revocatorio de 2003). Además, adelantó la Navidad y anunció que antes de las alecciones se pagará el aguinaldo.

 

Bolívares y más bolívares en las calles venezolanas. Mientras, las reservas caen a niveles históricos (menos de 23 mil millones de dólares, de los cuales menos de mil millones están disponibles de forma inmediata), la inflación anual supera el 50% (el 70% si se trata de productos de primera necesidad) y la “lechuga” (el dólar paralelo) roza los 60 bolívares, un 900% más que el oficial (6,30).

 

El 9 de diciembre, pase lo que pase el 8, no habrá más felicidad.

 

Por Fernanda Kobelinsky

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