|

Las 3 derrotas de Ortega y su amargo “triunfo” electoral

Posted on: noviembre 9th, 2022 by Maria Andrea No Comments

 

 

La dictadura de Nicaragua marcó un nuevo récord y se adjudicó el 100% de las alcaldías del país. Ortega “triunfó” en una votación sin competencia, con 82.6% de abstencionismo, más de 1,000 candidatos fantasmas y 220 nicaragüenses bajo cárcel y tortura en El Chipote.

 

 

El pasado 6 de noviembre Nicaragua celebró elecciones (asignaciones) municipales, las primeras de este tipo tras la rebelión de abril de 2018, cuando 350 personas fueron asesinadas, según estimaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

 

 

En los comicios del fin de semana la dictadura se otorgó el 100% de las alcaldías, 153 municipalidades en total. Fue una victoria opaca y con sabor amargo, solo un 17.3% de la población apta para votar participó de la farsa electoral, el resto se quedó en casa. Dicho esto, me gustaría compartir lo que a mi parecer fueron las 3 derrotas de la dictadura.

 

 

La derrota interna

 

 

Las Unidades de Victorias Electorales (UVE), es decir el cuerpo organizativo que movilizaría el voto y a los votantes fracaso. La mística organizativa del FSLN no dio la talla en su tarea de convocar a los 3.7 millones de nicaragüenses previstos a ejercer el derecho al sufragio.  Durante el último año Ortega y también Murillo, habían coordinado, por teléfono por supuesto, toda una estrategia política y logística para obtener una votación masiva, nunca antes vista en la historia de Nicaragua. La estrategia fracasó. De acuerdo al Observatorio Urnas Abiertas, por primera vez se registra un abstencionismo brutal, superior al 82.6%. Las UVE no pudieron movilizar el voto sandinista y mucho menos el voto de los trabajadores del Estado. Los funcionarios civiles y militares, grandes y pequeños, tenían que mandar una selfi con el dedo manchado y si fuera posible también la boleta marcada en la casilla dos.

 

 

La derrota internacional

 

 

Si bien en cierto, inicialmente Ortega quiso guardar las apariencias dando espacio a cinco partidos colaboracionistas e invitando a tres instituciones del Estado a observar el proceso de votación, su puesta en escena no convenció. Las actuaciones fueron pésimas, no se aprendieron el libreto y la mayoría de estos actores de reparto no se presentaron el día del show. Ojo incluso Maduro en Venezuela invitó al Centro Carter y a la Unión Europea en uno de sus últimos simulacros electorales, pero en Nicaragua Ortega no pudo. El temor y la avaricia lo quebraron, no quiso correr el riesgo y optó por asignarse todas las alcaldías, montando unas elecciones “a la cubana”:  sin competencia, sin observación y sin credibilidad.

 

 

La derrota moral

 

 

Mientras los nicaragüenses y el mundo ven a los 220 presos políticos como la reserva moral de una nación en decadencia, Ortega en estos comicios simulados lució débil, desesperado y desacreditado. El Comandante, que antes recorría todo el país y hacía campaña electoral, hoy se limita a dormir la siesta y dejar que su mujer gobierne por teléfono. La tarde del domingo fue vergonzoso ver a los miembros de las Unidades de Victorias Electorales rogando, obligando y extorsionando a los nicaragüenses a participar en aquel carnaval político. Los correos electrónicos, las redes sociales e incluso las armas no lograron sacar a la gente de sus hogares. Quédate en casa fue la consigna.

 

El pueblo se expresó

 

 

Aunque no siempre suelo estar de acuerdo con las letanías de Murillo, tengo que reconocer que esta vez dio en clavo “el pueblo se expresó”. Ese glorioso 82.6% que decidió quedarse en casa, con su silencio habló muy alto. Murillo emitió un mensaje telefónico: “Vivimos un día, ayer, ejemplar, maravilloso, formidable… Un día en el que confirmamos nuestra vocación de paz. Un día de concordia, un día de alegría, de tranquilidad. Un día en que las familias se manifestaron, se expresaron y sobre todo eligieron”, eligieron quedarse en casa y darle un mensaje al régimen: ¡Aquí ya no los queremos y de que se van… se van!

 

 

Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la OEA y miembro del Cuerpo de Paz de Noruega.

Las 3 derrotas de Ortega y su amargo “triunfo” electoral

 

 

Petro y las dictaduras buenas

Posted on: septiembre 16th, 2022 by Maria Andrea No Comments

 

El Presidente Gustavo Petro comenzó su mandato buscando establecer relaciones de hermandad y respeto con Nicaragua, Venezuela y Cuba, las tres dictaduras de las Américas. Sin embargo, la luna de miel duró muy poco. El pasado viernes 9 de septiembre el Canciller Álvaro Leyva dijo al Periodista Daniel Coronel, que el Presidente de Nicaragua es un “violador por excelencia de los derechos humanos” y que “de ninguna manera estamos con el señor Daniel Ortega”.

 

 

El nuevo gobierno de Petro tardó un mes en descubrir que el Comandante Ortega, responsable del asesinato de 355 personas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es un violador de los derechos humanos con quien no se puede negociar ya que todo lo resuelve “a patadas”, según indicó el Canciller Leyva.

 

 

Los acercamientos con Ortega fueron evidenciados el pasado 12 de agosto, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) realizó una Sesión Especial sobre Nicaragua con el fin de condenar las violaciones a los derechos humanos, los ataques a la libertad religiosa y el cierre arbitrario de oenegés, las que hoy suman casi 1.800 organizaciones. Colombia no asistió a esta Sesión y por más de 15 días guardó  “silencio diplomático” respecto a su ausencia y su aparente complicidad con Ortega. Las cosas se transparentaron hasta que, tras un petitorio legal presentado por el periodista Camilo Merlano, la Cancillería reconoció públicamente que su ausencia en la OEA fue una decisión cuyo fin último era avanzar gestiones humanitarias con el dictador de Nicaragua.

 

 

Ortega dio su propia versión de los hechos y humilló públicamente al gobierno de Petro. Mientras la Cancillería Colombiana mantuvo su silencio diplomático, el régimen de Nicaragua, mediante sus voceros oficiosos, anunció que no estaba dispuesta a negociar ni la liberación de presos políticos ni muchos menos los fallos de la Corte Internacional de Justicia. A partir de este momento Colombia descubrió que el régimen de Nicaragua era una dictadura mala a la que había que denunciar públicamente y condenar en resoluciones internacionales como el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.

 

 

Cuba y Venezuela también son dictaduras

 

Me cuesta entender la defensa parcial de los derechos humanos del gobierno de Colombia. Mientras se anuncia que promoverán y defenderán los derechos humanos dentro y fuera del país, se guarda un silencio sepulcral sobre los presos políticos, los ataques a la libertad de expresión y las violaciones a los derechos humanos en Cuba y Venezuela.

 

 

Comencemos por Cuba, según la organización Prisioners Defenders en la isla existen más de 1.250 presos políticos que incluyen hombres, mujeres, niños y niñas menores de edad. Organismos como Amnistía Internacional han destacado que lejos de avanzar en la libertad de expresión, Cuba ha intensificado su maquinaria de control contra la libertad de expresión y organización cívica, vigilando y hostigando a defensores de derechos humanos, artistas y periodistas. En Cuba las modalidades de control y represión han ido evolucionado y perfeccionándose. De acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el internet es el nuevo campo de batalla usado para censurar la libertad de expresión y los derechos humanos de todos los ciudadanos.

 

 

En la Venezuela de Nicolás Maduro, existen al menos 250 presos políticos en condiciones infrahumanas, mientras la libertad de expresión sigue siendo blanco de ataques como: eliminación de licencias de medios de comunicación, confiscación de equipos y adjudicación de propiedad privada. Aquí también el bloqueo o censurar medios en línea es una práctica cotidiana para evitar que la verdad salga a la luz en medio de la estruendosa narrativa oficial.

 

 

Pese a estos hechos irrefutables e inadmisibles, el Presidente Petro ha renovado las relaciones diplomáticas con Cuba e incluso el Canciller Leyva dijo que no considera que la Habana sea un Estado patrocinador del terrorismo a como lo indicado el gobierno de los Estados Unidos.

 

 

Sobre Venezuela, el mandatario colombiano también ha decidido ver hacia otro lado y se encuentra optimista con el avance del restablecimiento de relaciones y la apertura de sus fronteras, prevista para el próximo 26 de septiembre de este año. “Confirmamos el compromiso del gobierno por restablecer las relaciones de hermandad” con Venezuela. Todo esto avanza sin exigir un mayor respeto a los derechos humanos y la liberación de presos políticos.

 

 

Con respecto a Nicaragua, celebramos el compromiso renovado de Colombia con los derechos humanos y la denuncia de las atrocidades de Daniel Ortega. Sin embargo, la Paz Total no debe ser una paz a medias o sesgada por conveniencia, debe ser honesta, firme e integral. Tan dictador fue Pinochet ayer en Chile como lo es hoy Ortega en Managua, Maduro en Caracas o Díaz-Canel en la Habana. Cuando se trata de dictaduras no existen dictaduras buenas.

 

 

 

Arturo McFields Yescas, exembajador de Nicaragua ante la OEA.

|