Faltan líderes que se ocupen, de lo que debe ser una oposición permanente. Capriles es el líder para ganar la Presidencia, pero su papel no es advertir cada detalle y pasan cosas inadvertidas, de las cuales debemos disculparle su atención.
Me referiré al gazapo, cometido por Maduro, al afirmar que sabía quienes, del supuesto millón de votantes, en las recientes elecciones presidenciales, dejaron de hacerlo por él, y lo habían hecho por Capriles. Creo, que a esa afirmación no se le ha dado la verdadera importancia que tiene. Ese gazapo, probablemente, no es absolutamente cierto, pero tampoco es absolutamente falso, es más bien, bastante cierto.
En efecto, nos hemos olvidado de la discusión, cuando se discutieron posibles fraudes, en la votación automatizada que nos rige. Entonces se debatió, si las máquinas captahuellas recibían y trasmitían información (dos vías). El CNE «juró» (¿?) que solo eran receptoras (una vía) y a la larga, eso se dejó pasar, pero técnicos confiables como el Gral. Peñaloza, han afirmado que esas máquinas sí reciben y envían, y enviarían información, en tiempo real, a dos sitios específicos: el CNE (en alguna parte que solo el CNE conoce) y a Cuba, mediante la fibra óptica, que llega a la estación receptora en Cuba (Isla de Pinos, creo) y, probablemente alguna oficina del Gobierno.
Pasaría, que cada vez que un elector se registra en la máquina captahuellas, la información de ese votante, completa, pasaría en tiempo real, a esos dos sitios. De ese modo saben en tiempo real, quién ha votado y quiénes faltan por votar en cada mesa, información que será utilizada para hacer el fraude (en la prórroga, en las mesas convenientes), lo que se traduce en las actas e información de las máquinas en cada mesa, por lo que las dos coinciden, pero no con los cuadernos de votación, donde no se puede imprimir el fraude, hasta donde se puede imaginar. Eso explica los celos del CNE, a la hora que le piden revisar los cuadernos, saben cuál y dónde es el fraude, lo que la oposición no ha logrado detectar, y eso explica, también, por qué funcionó el método aplicado en Táchira.
La MUD, y la oposición, deben tener en cuenta, que mientras las captahuellas existan, y no se puedan comprobar los resultados en los cuadernos de votación, la oposición no podrá ganar ninguna votación, salvo que su total de votos sea mayoría absoluta o suficientemente amplia, con respecto al total de votantes. Se debe, entonces, pedir con firmeza al CNE la eliminación definitiva de las captahuellas y de las prórrogas, así como la actualización del Registro Electoral y, en caso de dudas, la revisión de los cuadernos en cualquier votación. En la reciente auditoría del CNE, se comprobó, además, que las máquinas no garantizan, siquiera, el principio: «cada elector, un voto».
Los dirigentes de los partidos tradicionales deben despertarse, pues solo ocasionalmente, hacen en algún medio, un análisis político, «académico», de lo que pasó, sin pensar lo que podrá pasar.
ascannone@gmail.com. /JM
Por: Armando Scannone