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La fuerza de todos

Posted on: octubre 19th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La liberación de Venezuela es una responsabilidad compartida que requiere el concurso de propios y extraños, desde adentro y desde afuera, de los partidos y de los ciudadanos, de los gremios y de los uniformados. Nadie está eximido de cumplir con su tarea en este trance por la libertad.

 

 

En consecuencia debemos tener varias premisas sobre la mesa:

 

1) anticipar eventos y construir escenarios, sin espacios para andar desprevenidos. Esta lucha no depende de quién gane las elecciones el 3N en EEUU, de hecho antecede a Trump y Biden. Mal pudiéramos, usar ese referente. Así mismo, sobre los resultados en Bolivia. Como tampoco nos sujetamos en el pasado reciente a Macri en Argentina. Menos aún atenernos a los resultados del cacareado y derrotado fraude del 6D. De hecho eso no cambia, ni incide para nada en mejorar las condiciones de los venezolanos, menos aún la legitimidad del régimen.

 

 

Maduro perdió su legitimidad de origen ante la comunidad internacional con el fraude presidencial del 2018, de modo que es imposible recuperarla profundizando la metodología fraudulenta. Y el otro escenario en puerta es el 5E y el cambio de directiva de la AN, previsto constitucionalmente. Roto como está el hilo constitucional, estamos obligados a actuar en consecuencia. Prohibido cambiar de jinete, ni ponernos a aventurar. Debemos acogernos a la continuidad constitucional del artículo 233 y uso de los artículos 333 y 350 hasta que se restituya el estado de derecho en el país. Sin complejos. Lo jurídico tiene que ser escoltado y blindado por una decisión fundamentalmente política.

 

 

La realidad nos marca otro elemento a considerar:

 

2) la organización de la fuerza ciudadana. Esta no será fruto de la generación espontánea; si bien es cierto que los venezolanos a diario protestan y lo hacen de manera legítima conforme a sus prioridades y necesidades elementales, podemos concluir inequívocamente, que la solución final a la tragedia que nos embarga, no está en que el régimen cubra una demanda puntual o focalizada de quienes protestan en algún rincón del país; sino en una respuesta estructural en el cambio de sistema y para ello, pertinente es desplazar al régimen del poder y obviamente sustituir el modelo impuesto desde Miraflores. Y eso se logra con organización.

 

 

Sociedad civil, partidos políticos y aliados internacionales; esa es la tríada del éxito que debe actuar articuladamente de modo simultáneo. La clave de esto es confianza, responsabilidad y reconocimiento.

 

 

3) El ingrediente para la construcción de la fuerza de todos, es agendar, pactar, acordar denominadores comunes, que nos permitan generar confianza, responsabilidad y reconocimiento mutuo. Las ocasiones las pintan calvas; por eso estimulamos la idea de que no es suficiente salir de Maduro, sino de cambiar de modelo, de que el Plan Pais no puede ser visto como una tarea o agenda de gobierno, sino la égida para abordar el destino de la nación en los próximos 50 años. Un eje de acción que nos permita abordar el caos presente con sentido de urgencia emergente que dé respuestas prácticas a temas que agobian al venezolano común. Que supere la praxis populista por el trabajo decente. Que abandone el modelo vetusto del extractivismo petrominero rentista por la diversidad económica y productiva, como ocurre en los países exitosos en el mundo entero, que ponen el énfasis en la capacidad productiva de su gente y no en la suerte de subsuelo. Tenemos que ser capaces de concebir una República fundamentada en la virtud de sus ciudadanos y no en el fusil de sus uniformados. Debemos concebirnos y sostenernos de manera ecológica y sustentable para ser una nación descentralizada e intolerante a la corrupción. Donde valoremos la institucionalidad y no el caudillo de paso y donde se imponga la justicia como herramienta de uso ante la impunidad.

 

Américo De Grazia

Claves para liberar a Venezuela

Posted on: octubre 6th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

Debemos insistir en visualizar los avances que hemos obtenido hasta ahora en la lucha contra la organización criminal que ocupa a Venezuela.

 

 

Haber logrado la deslegitimación de Maduro y sus cortesanos, monetizar su cabeza hasta ponerle precio por narcotraficante, lograr que sea calificado como violador de los DDHH y acusado por crímenes de lesa humanidad, que esté señalado internacionalmente como dictador, contrabandista, corrupto y aparezca públicamente vinculado al terrorismo internacional, no son conchas de ajo, ni obra de un “gobierno por internet”.

 

 

Que le confisquen bienes y fortunas mal habidas a sus testaferros y convertir esos activos en bonos para los héroes de la salud no ha sido una simple tarea cibernética. Que logremos resguardar la custodia del oro de Republica en Londres, no es una decisión que podemos encontrar en Google. Preservar y mantener a Citgo produciendo como única filial de PDVSA, no es una ecuación virtual.

 

 

Echar todo esto al cesto la basura y comenzar de cero, no sólo es irresponsable, sino un acto de torpeza política incomprensible, lejano al sentido común, que luce sospechoso y bajo signos de motivaciones ocultas, por decir lo menos.

 

 

Es así cómo, desvelados como están algunos actores y grupos de intereses con intenciones oscuras, se impone anticipar eventos y construir escenarios.

 

 

Es imprescindible proseguir el relato democratico: roto el hilo constitucional debemos usar todas las herramientas a mano para reponerlo. En consecuencia, si un ciudadano de a pie, investido o no de autoridad, está en la obligación de aportar su esfuerzo en tan magna tarea, – articulo 333 de la constitución- ¿ por qué no el Presidente interino Juan Guaidó ? Este tiene que convertirse en la bisagra histórica para la transición y evolucionar a Gobierno de Emergencia, que nos permita transitar otros escenarios en la misma ruta de conquistar la democracia. Esto no es magia, es politica. Es necesario salir de la zona de confort, de hacer política pura y comprometerse con la ciudadanía activa, reconociéndola, visibilizándola, suministrándole información.

 

 

Aportándole a los ciudadanos la utilidad organizativa de la maquinaria electoral de los partidos, ubicada en los 14 mil centros electorales del país, bajo una misma bandera tricolor, que sirva de vehículo para canalizar la articulación necesaria.

 

 

Debemos desechar el cronómetro de Maduro, el 6D y el 5E no son el principio ni el final de nada. Ese reloj imaginario debemos tirarlo al cesto de la basura, tal como estamos obligados a hacerlo con el mojigato esquema de izquierda y derecha. En Venezuela no hay espacio para esas exquisiteces que se debaten en salones al ritmo de saborear un café.

 

 

Estamos enfrentando una organización criminal que se conjuga en una suerte de Frankenstein entre Pablo Escobar, Fidel Castro y Bin Laden.

 

 

Derrotado una vez más el fraude y sus más connotados voceros; nos toca elaborar la política para instrumentar la ruta del R2P, de la responsabilidad de proteger que tiene la ONU y solicitada por el Presidente Guiadó para el pueblo venezolano.

 

 

Américo De Grazia

Tiempos de cambio en Venezuela

Posted on: septiembre 7th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Que a Maduro no se le reconozca como Presidente de Venezuela o que se le califique de dictador no es obra de magia. Que, adicionalmente a esto, se le califique de narcotraficante, violador de los derechos humanos, se le acuse de crímenes de lesa humanidad, de traficante de oro de sangre, se conozca su relación con el terrorismo internacional, se descubran sus ilícitos cambiarios, su enriquecimiento ilícito y su corrupción administrativa, se le califique de torturador de presos políticos, se le dicte órden de captura, que se ofrezca recompensa para quien lo ponga a la órden de la justicia por sus vínculos criminales antes descritos; es el balance del esfuerzo político y el saldo resultante del esfuerzo colectivo por exponer ante el mundo el hambre, la diáspora, las muertes, los presos, torturados y desplazados.

 

 

Y un detalle elemental e irrebatible es que la tiranía se quedó sin pueblo. La victoria política más contundente obtenida por los venezolanos en la inmensurable lucha contra la narco tiranía en las dos últimas décadas, es su deslegitimación ante propios y extraños. Si como alegan algunos, esto no es adjudicable al Presidente Guaidó, tampoco podríamos excluirlo. Por aquello, de que “al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

 

 

Se evidencia que sí hemos avanzado, y mucho. Negarlo obedece más a mezquindades ególatras que a certezas. ¿Pudimos haber hecho más? no tengo la menor duda. ¿Hemos cometido errores? Sí, el más recurrente de todos es la incapacidad de anticipar eventos y construir escenarios, inducidos permanentemente por la “filosofía” de aquel célebre personaje de Ibsen Martinez, Eudomar Santos: “como vaya viniendo vamos viendo”.
El segundo error, copiosamente repetido, es el permanente concurso narcisista de la clase política. Y el tercero, tan recurrente como los anteriores, consiste en privilegiar el interés grupal o partidista antes que el de la nación. Todo esto nos hace concluir que pareciera haber más interés en algunos actores, en desplazar a Guaidó que a Maduro.

 

 

Quienes inducen a participar en el fraude desestiman lo conquistado y pretenden llevarnos al km 0, volver al pasado, comenzar de nuevo, desandar lo alcanzado. Quienes apuestan a la espera de que “llueva café en el campo” y algún día los aliados intervengan, tienen el mismo código postal del anterior, pero su solicitud al Niño Jesús es diferente. Pero ambos reconocen a Maduro, cada uno a su manera, a cambio de desplazar a Guaidó. Ahora que se evidencia en qué anda cada quien, es hora de actuar en consecuencia.

 

 

Todo esto tiene su ventaja: saber con quién contamos. Constituir una dirección política superior consiste en privilegiar la estrategia antes que al partido. Es tener un plan que evalúe los escenarios posibles. Es trascender a los partidos e involucrar a la sociedad civil, reconocerla, darle protagonismo, tanto, que nos permita junto a ella romper el control social del régimen contra los ciudadanos. Involucrarlos hasta comprometerlos. El componente ciudadano y la reconciliación de la clase política con este es un detonante fundamental para el cambio. No en balde, Chavez desarticuló primero a las organizaciones ciudadanas que a los partidos, las instituciones o las FANB. Nada de lo planteado surge por decreto, hay que construirlo.

 

 

Creatividad, salir de la zona de confort, desafiar a la narcotirania. Preservar lo conquistado, mantener la iniciativa. Estamos ante una organización criminal que mantiene secuestrado el poder, una tiranía distinta a las anteriores. En consecuencia estamos obligados a innovar.

 

 

Américo De Grazia
Amantea, Italia

Venezuela, de lo ficticio a lo correcto

Posted on: agosto 31st, 2020 by Maria Andrea No Comments

 

Italia | Tres escenarios para desbancar al Narco Madurismo intentan colonizar el debate político. Uno la intervención ficticia, dos las elecciones ficticias y tres el gobierno interino, calificado por el régimen madurista de ficticio. Obviamente no comulgo con esta colonización de laboratorio diseñada por el castro comunismo cubano; no tengo dudas de su utilidad al servicio de la organización criminal que nos ocupa al inocularnos la desesperanza inducida.

 

 

Es así como llegamos a la presentación de la “intervención ficticia” que sin duda refleja los niveles de atraso histórico a los que nos indujo Chavez en la demarcación de su ruta de resentimientos, odios y militarismo caudillescos absurdos al punto que parecieramos ver a José Tomás Boves como el primer caudillo chavista que anduvo por nuestros predios y recordar cómo Bolívar tuvo que recurrir entonces a la “Legión Britanica”.

 

 

Chavez hizo de Venezuela un territorio ocupado. Tema que ya abordamos en notas anteriores.

 

No descarto la utilidad de la intervención como instrumento en el marco estratégico, pero desestimo la instrumentación de la propuesta al contextualizarla en un debate dentro de la AN, con la supuesta aprobación del artículo 187 numeral 11 o el TIAR. El planteamiento es tácticamente incorrecto, si valoramos que en el cuerpo colegiado no goza de consenso, único poder legítimo para propios, extraños y aliados; y termina convirtiendo a la idea en una derrota cantada en la plenaria con consecuencias irremediables. Aparte, en el supuesto negado de ser aprobada, no es garantía de “intervención”, mientras que al ser desaprobada se convierte en un obstáculo para su eventual ejecución por parte de nuestros aliados, justamente porque es la decisión colegiada del único poder legítimo existente. Eso coloca a esa idea, en el plató escenográfico, como ficticia.

 

 

Luego tenemos las elecciones ficticias. Todos estamos claros en que el proceso “electoral” en cuestión es un fraude. De modo que participar es una vulgar claudicación ante el Narco Madurismo cuyo único propósito es sacar del juego a la AN, dinamitar lo avanzado con el reconocido gobierno interino y descabezar a su interlocutor más calificado, Juan Guaidó como Presidente interino. Esto se ejecuta, no para beneficiar al país, sino para allanar el camino de egolatrías mezquinas con despropósitos históricos y devolvernos al punto cero.

 

 

Finalmente el escenario real es el Gobierno interino legitimado por la AN, es el reconocimiento de 59 naciones libres del mundo y significa él desconocimiento de Maduro. Esto se traduce en persecución, búsqueda y captura por crímenes de lesa humanidad a los capos del régimen con precio a sus cabezas, sanciones a sus colaboradores más cercanos, el resguardo del patrimonio en oro de la República en manos del poder legítimamente constituido. Hemos avanzado tanto que el único capítulo productivo de PDVSA, que es CITGO, se encuentra a buen resguardo. Así como Monomeros del Caribe, CVG internacional y poder usar los bienes y capital incautado a los saqueadores en honrar a los héroes de la salud. Hemos avanzado. Ah ¿que no es suficiente? Cierto. Por eso hay que continuar en el camino correcto. Debemos fortalecer la ruta correcta, la legitimidad tiene que ser ratificada. El método es la continuidad constitucional de la legítima AN amparada por el artículo 333 de la constitución. Que ella trascienda y mute de Gobierno interino al de emergencia nacional. El oportunismo de las ficciones anteriormente expuestas son despropósitos que nos conducen a calles ciegas vendidas por el régimen y adquiridas por sus usuarios con vocación suicida. Ficciones que fueron puestas en el escenario con el propósito de estimularle las aspiraciones a quienes ven la política con criterios de marketing propagandístico y no como herramienta para lograr el objetivo superior.

 

 

Son momentos de sensatez, de consolidar la ruta correcta sin atajos. Es hora de pensar en Venezuela y no en “¿cómo quedo yo ahí?”. Esa es la diferencia entre la intervención ficticia, las elecciones fraudulentas y por ende ficticias y el realismo complejo de la ruta para consolidar el Gobierno de Emergencia Nacional; que no es tarea mágica.

 

 

Américo De Grazia

 

Gobierno de Emergencia Nacional

Posted on: julio 23rd, 2020 by Periodista dista No Comments

 

Los venezolanos tenemos que cambiar para que todo cambie. Nuestra actitud tiene que inducirnos a métodos, conductas o estrategias diferentes a las convencionales hasta hoy. Los paradigmas tienen que ser otros. La forma de dirimir conflictos entre las partes no puede ser bajo el esquema de transiciones electorales como ocurría en tiempos pasados, simplemente porque estamos frente una organización criminal. No es una dictadura gorilesca de clásico corte cuartelario, como las enfrentadas en otros tiempos. Ni es la disputa entre partidarios electoralistas de tendencias distintas por el relevo de gobierno. Por ello debemos forzosamente romper algunos espejos en los que nos hemos estado viendo durante las últimas dos décadas. Esto es clave para formularnos las preguntas correctas y construir las respuestas asertivamente.

 

 

Paradigmas y dilemas con los que el régimen ha colonizado a la “oposición” y, más grave aún, al país e incluso a la opinión pública internacional.

 

 

Vamos a mapear algunos de estos conceptos que la NarcoTirania ha puesto en el escenario: “Los problemas de Venezuela los resolvemos los Venezolanos”, “No podemos abandonar los espacios conquistados”, “ las respuestas solo pueden ser electorales, porque es lo único que sabemos hacer”, “El 5 de Enero del 2021 vence la legítima AN, si no logramos salir de Maduro, de aquí a allá, nos jodimos”, “La culpa es de x, porque no hizo tal cosa”. “¿Si la salida no es electoral, cuál es?”. En fin, toda esta “dialéctica” es desesperanzadora y nos conduce a la desesperanza inducida, no aprendida, inducida.

 

 

Vamos al grano. Salir del círculo vicioso es cambiar de paradigma, es observar las cosas desde un ángulo distinto. Es mutar del lenguaje bélico al civilista. Es deshacernos del GPS manejado por el G2 cubano para colonizar la opinión pública de los ciudadanos y ponernos a repetir como loros sus mentiras con el propósito de derrotarnos política y moralmente. Hacernos sentir que todo esfuerzo es en vano y por tanto no vale la pena. Una de las técnicas más efectivas es ponernos a nosotros mismos a repetir las mentiras del régimen como si fuesen propias, como si nacieran de la “oposición”. Otra manera recurrentemente utilizada es la del “contra reloj”; marcarnos la agenda y ponernos la camisa de fuerza del cronómetro del NarcoMadurismo. Para dar respuestas efectivas debemos cambiar de actitud. Es acusarlos a ellos en lugar de incriminarnos nosotros. Es evaluando cuyuntural, local y focalmente cada situación sin que eso signifique un registro sismológico en nuestras filas. Es no dilematizarnos. Se trata de construir escenarios, prever acontecimientos, elaborar estrategias, enmendar con tácticas, suturar heridas.

 

 

Cambiar el paradigma es no asistir al fraude. Y la respuesta a él, no es otra que construir el escenario de la continuidad constitucional de la Asamblea Nacional a propósito de la ruptura del hilo constitucional. Este escenario a construir desecha el dilema de cronos de intentar sembrar la idea que todo se acaba el 5 de Enero del 2021 con una nueva AN. Con esto el NarcoMadurismo intenta recuperar la legitimidad perdida dentro y fuera del país y, con esto, apropiarse de los bienes recuperados por la República, hoy en resguardo de la AN y la administración de la Presidencia interina.

 

 

Esta continuidad constitucional nos tiene que conducir a otro nivel de la lucha: el de evolucionar de Gobierno interino a Gobierno de Emergencia Nacional, para continuar cosechando éxitos y avanzando en el accidentado pero nada infructuoso camino del cese de la usurpación que nos hemos propuesto.

 

 

De hecho, no son pocos los logros alcanzados por la legítima AN y su Gobierno Interino presidido por Juan Guaidó. Destacando en primer lugar la deslegitimación de Maduro como Presidente y a su vez evidenciarlo como ilegítimo y dictador, desconocido por más 60 países del mundo libre. Ese solo hecho no es magia, es política. No siendo suficiente esto, hemos obtenido el reconocimiento de esos mismos países, de Guaidó como Presidente Interino y la AN como único poder legítimo de nuestra Venezuela. Esos dos hechos nos conducen a otros escenarios construidos a partir de ellos: el que nos reconocieran en la OEA como legítimos representantes del país, el que nos admitieran embajadores designados por el legítimo Presidente Guaidó en esos mismos países que antes no reconocieron, el recuperar a Citgo como patrimonio activo de PDVSA y poderlo administrar para que no se la remataran a los rusos, el poner en resguardo del saqueo a Monomeros del Caribe o la CVG internacional.

 

 

Más contundente aún, evitar que el NarcoMadurismo se apropiara indebidamente del oro en reserva que Venezuela conserva en Londres. Hemos logrado avances innegables en el cese de la usurpación a los que tenemos prohibido renunciar: las sanciones a cientos de enchufados, las órdenes de captura a miembros de la banda del NarcoMadurismo, las confiscaciones de cientos de millones de dólares en propiedades de miembros de ese cartel, la identificación y captura de testaferros y arquitectos financieros de esas operaciones fraudulentas y criminales de estafa, lavado de dinero, tráfico de minerales en conflicto y, sobre todo, del oro de sangre.

 

 

Hemos visualizado hasta incriminar y criminalizar toda la red terrorista que se oculta tras el Arco Minero de la muerte al sur del Orinoco, incluso con pronunciamientos contundentes por parte de la alta Comisionada Michell Bachelet para los DDHH de la ONU.

 

 

Nuestra legitimidad ha dado pie para visualizar pronunciamientos y sanciones sin precedentes en la Unión Europea y Suiza, a toda la red criminal que comprende y gira entorno al NarcoMadurismo. Sancionar a sus criminales es uno de los éxitos más notables que hemos logrado hasta ahora. En eso destacan EEUU, Canadá, la Unión Europea y Suiza. Que todos los capos del Cartel hoy tengan órden de captura, búsqueda y recompensa es parte de esta orfebrería política. No faltará quien alegue que eso no es obra de Guaidó y debo debo decir que es desafortunadamente cierto, ojalá hubiese sido solo obra de Guaidó, pero lamentablemente no es así. Eso nos ha costado a todos los venezolanos miles de muertos, heridos, mutilados, centenares de presos, torturados y asesinados. Millones y millones de venezolanos en diaspora, exilio o destierro. Generaciones enteras expropiadas de pasado, presente y futuro; años de esfuerzo familiar y personal.

 

 

Todos estos logros de hoy son el resultado de más de dos décadas de tragedia, que hacen del país una tierra arrasada. Peor que el lastre dejado por aquel Atila que asoló nuestro pueblo, llamado Boves. Por eso insisto en que no es magia. Nada de esto nos los regalaron. Que tengamos insatisfacciones por aún no coronar con el derrocamiento del narcomadurismo, lo entiendo. Pero que claudiquemos prestándonos para el fraude es absurdamente inadmisible. Inaceptable no evolucionar en la ruta de la continuidad constitucional de la AN. Injusto no convertir esto en Gobierno de Emergencia Nacional. Incorrecto no hacerlo en UNIDAD. Es un despropósito mezquino y desacertado cambiar de jinete en este momento. Poco apropiado hacer cálculos personales, grupales o subalternos. Venezuela merece una dosis de desprendimiento, de altura de mira, de privilegiar la estrategia y no otros intereses.

 

 

Américo De Grazia
Amantea Italia 20 de Julio del 2020.

Américo De Grazia: Carta a Ruben González y demás trabajadores venezolanos

Posted on: agosto 20th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Estimado Ruben;

 

 

Con la decisión del tribunal militar, que te ha condenado a más de 5 años de cárcel por defender a los trabajadores del hierro, el régimen, y, sobremanera el usurpador, desgarra su máscara de “trabajador”. Sin temor a equivocarme, hoy se te ha legitimado ante los ojos de tus compañeros de la clase trabajadora de Guayana y del país, como el líder sindical de mayor peso en Venezuela. Máximo, cuando lo imperante es la inexistencia de libertades sindicales, de vigencias contractuales y la extinción de conquistas laborales que se sostengan en el contexto hiperinflacionario, financiero, social y político. Durante los últimos 20 años, los jerarcas del gobierno han hecho añicos todas las conquistas laborales obtenidas en tiempos de libertad… lanzadas por el inodoro burocrático que desemboca en la cañería ideológica de utilería…terminando en el basurero mitológico de ese adefesio “involutivo” tipificada como revolución. Si, esta involución ha sido drástica en el mundo del sector trabajador.

 

 

Para ejecutar este plan político militar contra los trabajadores se instrumentaron muchos mecanismos “unidireccionales” cuyo objetivo principal fue acabar con el movimiento sindical -organizado o no- del país, y, con él, su capacidad de lucha y articulación regional, nacional e internacional. El minucioso plan comenzó desde el día uno y la nueva constitución de 1999, al comprometer el destino de los sindicatos al arbitraje del poder electoral o CNE.

 

En un país donde el principal patrono es el estado, que además, asume de juez electoral, cobrar y darse el vuelto, vale decir: “Zamuro cuidando carne”. He allí, el primer signo de involución que contraviene tratados internacionales suscritos por la república con organismos internacionales como la OIT. Fue así, como se dio paso a una supuesta “democratización electoral” de la CTV, al elegir a su presidente mediante el voto universal, directo y secreto. Ya no de los trabajadores, sino de todo ciudadano mayor de 18 años, -trabajadores o no-. Aun derrotado el régimen electoralmente en la CTV y resultando Carlos Ortega Presidente de este organismo, tampoco se respetaron los resultados, siendo este compañero encarcelado, perseguido y exiliado. En tanto la central languidece en la inercia, el desconcierto y la incertidumbre, en una jugada paralela el régimen creó su propia “central burocrática” de acólitos y borregos; más leales a sus patronos que a sus afiliados. Mientras, avanzaban asaltando sindicatos, interviniéndolos o usando el paralelismo sindical como forma de acción: Si “el problema” era persistente acudían a los pistoleros en sustitución de los cabilleros. Paso siguiente, pasaron al uso de los “pranes” para colonizar las áreas sindicales etiquetadas como conflictivas, sembrando miedo, sicariato y muerte a su paso. Judicializaron los conflictos laborales y criminalizaron las protestas, para inhabilitar los contratos colectivos. Satanizaron la tripartita entre trabajadores, empresarios y estado. Invisibilizaron la inspectoría del trabajo, amenazaron a todos aquellos que no eran “rojos rojitos”, engolosinaron a la vanguardia laboral, la corrompieron, comprometieron, desprestigiaron,dividieron, y usaron de esquiroles contra su propia clase logrando liquidarla. Así mismo, el régimen avanzó con sus expropiaciones,estatizaciones y militarizaciones, bajo cánticos entusiastas de: “Así, así, así es que se gobierna”. Envenenando con discursos populistas ramplones a la prole, mientras ellos saqueaban a manos llenas. Ahora no conforme con todo este historial de barbarie, enfrentan a los trabajadores con sus socios mayores, la cúpula castrense, y sus intereses en los más ocultos negocios con mafias de extracción minera y narcotrafico, tal como hicieron contigo al enjuiciarte en un tribunal militar, bajo la ridícula figura de “ultraje al centinela”.

 

 

De modo Ruben, que haber sorteado todos esos obstáculos, te hace héroe civil de los trabajadores venezolanos. No solo de cara al presente, sino al futuro. He tenido ocasión de estar contigo en luchas pasadas y presentes, por eso abrigo la esperanza y trabajo para ello, de podernos abrazar en libertad y echar a andar los sueños de una Venezuela Libre. Ya no solo por tu libertad o la mía, sino de la nación entera; ¡libre de mafias, corporaciones criminales, tiranos y cuarteles! ¡Libres de populismo! En un país con trabajo decente donde podamos contribuir a generar riqueza y bienestar para todos, prósperos y soberanos. Con menos estado y más ciudadanos productivos. Libres de rentismo estractivista y paternalista. Comprometidos en desarrollar una industria respetuosa con el ambiente. Podemos asociar a nuestros trabajadores a formas de producción donde el norte sea la filosofía ganar ganar. Reinventar todo ese parque industrial -hoy en manos criminales- con el concurso de los mejores y la audacia inteligente y necesaria para hacerlas autosustentables, viables, eficientes, productivas, rentables y competitivas. No es fácil, eso es lo interesante del reto que debemos enfrentar y para el cual estamos preparados y comprometidos.

 

 

Fuerza Ruben, no hay salidas mágicas, inspírate y arráigate en lo que hemos sido capaces de construir como pueblo; venimos de la estirpe de los padres fundadores y forjadores de la independencia de medio continente, de la creación de la corporación antiimperialista más importante del mundo contemporáneo, la OPEP. Vencimos el militarismo, hasta reducirlos a sus cuarteles. Y en plena guerra fría, desafiamos tiranías de Izquierda y de derecha. Es fácil decirlo, pero ha sido de titánica ejecución. Ruben,estos son tiempos difíciles, complejos y matizados; no podemos esperar que caiga la tiranía, tenemos que contribuir en ese propósito. Tu eres el indicado para constituir un nuevo foro laboral en Venezuela, que surja del desafío abierto a la narcodictadura, capaz de convocar un proceso de legitimación abierto y popular desde la calle, usando el voto universal, directo y secreto de los venezolanos, sin usar al CNE. Refundar desde las cenizas, un nuevo movimiento sindical en el país recurriendo a la irreverencia que reconquiste la libertad y los derechos. Tu puedes inspirar hoy la construcción de ese instrumento… que tú celda no te limite, como no limitó a Mandela. Construir esperanza no es una tarea a futuro, ni un objetivo fatuo porque nacimos como república luchando por ser libres de todo yugo. No hablo de magia, sino del resultado del esfuerzo que pongamos en el. Las circunstancias te han colocado a ti al frente de esta tarea épica, esta es la oportunidad de crear este instrumento representativo de la clase trabajadora en estos momentos de orfandad, para que surja la Asamblea Nacional de Trabajadores, ANT, Es el momento histórico para dar este paso y avanzar como sociedad. Temple y coraje Ruben.

 

 

 
Américo De Grazia Diputado por el Edo Bolívar en la AN. 

americodegrazia@gmail.com
@AmericoDeGrazia (Twitter)

Mensaje a un compañero del movimiento estudiantil

Posted on: junio 24th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Hola compañero. Un abrazo. Registro una deuda contigo que pretendo subsanar de inmediato. A solicitud de Mariela e incluso para intentar aportar algunos razonamientos que te sean de utilidad a ti, al movimiento estudiantil, a la Causa R y, sobre todo, al compromiso adquirido con la libertad de Venezuela.

 

 

Tú, particularmente, eres un cuadro sobresaliente de la dirección nacional de La Causa R.

 

 

En consecuencia no tienes permitido preguntar “¿por quién doblan las campanas?”; éstas siempre doblarán por ti. Esto lo digo para que no sucumbas ante el desengaño y la desesperanza. Los lideres no esperan a que les paren bolas, sino que trepan al campanario a hacer sonar las campanas, formulan las preguntas y construyen las respuestas.
Hoy estás al frente de una de las áreas más útiles para la construcción de una vanguardia, de una dirección, de un instrumento valiosísimo como lo es el movimiento estudiantil. Y reitero estudiantil y no juvenil. Lo de jóven es una temporalidad física que difícilmente se pueda traducir en instrumento, salvo que sectorices en deportistas u otras formas frívolas o inocuas. Mientras que hablar de estudiantes trasciende a la banalidad de la edad.

 

 

 

Ser estudiante, y a tu nivel, implica un compromiso, no sólo contigo mismo, tu familia, tu futuro o tu partido, sino sobre todo con tu país. Ese es el punto. Las Universidades deberían ser, por antonomasia,  “las casas que vencen a las sombras”, aquellas que forman a los lideres de sus respectivos países. Las que generan ideas y construyen alternativas para superar los obstáculos que enfrenta la nación. Para salir del atraso o de las tragedias que la embargan. No son espectadores. No son agentes pasivos, ni estudiosos irrelevantes. Deben ingeniárselas para irrumpir.

 

 

La generación del 28, en plena dictadura gomecista, se las ingenió para convocar en el entonces “Nuevo Circo”, plaza de toros oficial, un evento carnavalesco y la escogencia de la reina de carnaval de la UCV. La misma se llevó a cabo, mediante el voto universal, directo y secreto de los presentes. Fue un hecho inédito, desafiante e irreverente del movimiento estudiantil venezolano contra la dictadura de Juan Vicente Gomez, quien no solo desconocía de métodos democráticos, sino que quiénes lo retaran, pagarían, con carcel, destierro o muerte semejante afrenta. No había terminado el “evento” cuando fueron puestos tras las rejas los organizadores que pusieron en entredicho la legitimidad del Benemérito.

 

 

Cito la hazaña de la G28 a propósito de contraponerla a las circunstancias presentes. En las que nos ha tocado enfrentar otra tiranía de diferente cuño a la de Gómez. Hoy estamos enfrentando a una Corporación criminal, vinculada y sostenida por el narcotráfico, por los grupos terroristas nacionales e internacionales, con la complicidad  de las cúpulas militares que operan como socios. De modo que el reto es hoy más complejo que el de ayer.

 

La universidad, su movimiento estudiantil y académico, no pueden ser convidados de piedra ante la coyuntura histórica. No pueden recrearse en la idea de unas conquistas meramente reivindicativas por presupuesto o pupitres. Hay que transcender, ¿cuál es el modelo de país que necesitamos para salir del atolladero, para insertarnos en el mundo moderno, civilizado, presentista, vanguardista? El pais tiene que ser un propósito universitario. Quizás este no sea el momento para preguntar que puede hacer Venezuela por las universidades, sino qué pueden hacer estas por Venezuela.

 

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Tu movimiento estudiantil tiene que ser un semillero para el cambio. Contribuir a que tu universidad irrumpa contra el modelo rentista, extractivista, impuesto hasta ahora; de no hacerlo, entonces obviamente es parte del problema y no de la solución. Sería una universidad y un movimiento domado por el modelo de nación que tenemos que sustituir. Ese es el reto. Es un cambio de actitud, de visión. Las universidades no pueden hablar contra el rentismo si medran exclusivamente de él, porque no tienen iniciativa, dependen de modo exclusivo del paternalismo rentista del estado. No generan servicios, no ofrecen propuestas, le temen a la excelencia, a la meritocracia, a la exigencia. Por el contrario, le rinden culto a la mediocridad. Y no faltará quien identifique o pretenda etiquetar estas ideas con algún adjetivo. No muerdas ese anzuelo. Eso tampoco contribuye al fondo del debate. Las etiquetas fueron inventadas para facilitar la tarea de posicionar las ideas o para descalificarlas. Prefiero que seas conocido por tus frutos, que por tu nombre.

 

 

Estimo que lo necesario ahora es tener la vocación de sentido. ¿Universidad para qué? ¿Movimiento estudiantil para qué? ¿Que gana Venezuela con eso? ¿Qué aporta? ¿Dónde está el beneficio?

 

La República exige hoy de sus universidades y estudiantes, posturas, conductas y acciones. Nada de cuanto nos afecta puede ser ajeno a las máximas casas de estudios del país, del cómo nos inocularon el militarismo, relegando el civilismo a estar detrás del telón, de cómo el caudillismo sustituyó a la institucionalidad, de cómo guardamos silencio ante el populismo que oscureció al trabajo, de cómo el centralismo se profundizó contra la descentralización o de cómo la corrupción colonizó a las instituciones hasta convertir la transparencia en un título nobiliario de “pendejo”.

 

 

¿Cómo ser indiferentes ante el extractivismo  minero que en su afán de riqueza exprés, depreda el ambiente? ¿O ante nuestras urbes que contaminan nuestros ríos, lagos o fuentes de agua potable, sin la mirada acuciosa de quienes se suponen se forman para dirigir al país? ¿Cómo seguir hablando de distribución de la renta y no preguntarnos cuánto hemos aportado o producido?

 

 

Eso, por hablar de los primeros tópicos que me vienen a la memoria. La relación del mundo universitario venezolano con el país no puede seguir siendo una relación tóxica. ¿Y cómo ha contribuido esta a la descomposición del alma nacional? Es hora de corregir, para poder surfear con destreza el fangoso tsunami en el que estamos. No es hora de tener ojos de pintor, para ver el paisaje conforme él lo imagina,  sino la óptica del oftalmólogo que nos hace ver el paisaje conforme es.

 

 

Querido compañero, este es el momento de invertir en la nueva Venezuela, en la que soñamos, anhelamos y estamos dispuestos a contribuir. Tú representas ese instrumento. La pulcritud de tu hoja de servicio. Es el momento del enfrentamiento creador. Tu no eres un actor de reparto. Tienes que generar confianza entre los tuyos, desafiar a los demonios y organizar en función de propósitos.

 

Venezuela cuenta contigo.

 

 

Un fuerte abrazo.

 

Américo.

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