Archive for abril 28th, 2019

Empanaditas de guayaba, ¡riquísimas!

Posted on: abril 28th, 2019 by Maria Andrea No Comments

 

Ingredientes:

 

3 Huevos

1 Frasco Mermelada de guayaba

1 Pizca Sal Al gusto

1 Cda. Azúcar

2 Cda. Margarina

3/4 Taza Agua tibia

2 Taza Harina De Trigo

1 Cdita. Polvo De Hornear

 

 

Preparación:

 

 

Coloque la harina en un tazón grande, formando un volcán. En el centro agregue los huevos uno a uno, sal, polvo de hornear, margarina, azúcar y agua tibia. Mezcle y amase hasta lograr una masa homogénea y manejable. Deje reposar por 15 minutos, tapada con papel aluminio.

 

 

Luego, haga pequeñas bolitas, extienda sobre el molde de empanadas y rellene con mermelada de guayaba. Fría en aceite caliente y coloque en papel absorbente. Sirva espolvoreadas con azúcar al gusto.

 

 

 pronaca.com

La política en un país en caída libre

Posted on: abril 28th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

El más duro y traumático aprendizaje que hemos tenido los venezolanos víctimas de la dictadura se refiere a la cuestión de los límites. Durante años, al revisar el estado de cosas en nuestro país, nos decíamos: la realidad no puede empeorar más. Concluíamos que, en alguna medida, habíamos tocado fondo. Que un deterioro más profundo resultaba improbable o imposible. Y, como hoy sabemos, nos equivocamos: el deterioro no se ha detenido. La destrucción es un proceso que no acepta límite alguno.

 

 

En primer lugar, el derrumbe, la erosión, la canibalización, la paralización, la fractura y la pudrición se extienden como si fuese una epidemia sin control. Los relatos de las familias venezolanas tienen dos ejes en común: el no funciona y el no hay. Vehículos, neveras, hornos, lavadoras, secadoras, muebles de todo tipo, aparatos de cocina han dejado de funcionar. No hay repuestos. No hay quien los arregle. Tampoco es posible remplazarlos: el costo de lo nuevo escapa a los salarios y a los ahorros, que ya fueron devorados por la hiperinflación. Los precios han perdido el vínculo que los unía a la comprensión o al sentido común de cualquier ciudadano. No hay hogar en Venezuela donde no se estén acumulando vehículos y aparatos que no funcionan y que, por ahora, no tienen cómo ponerse en operación.

 

 

La demolición es un inmenso paisaje ahora mismo en plena expansión. Las imágenes de los espacios públicos de Venezuela sobrecogen. Calles, plazas y bulevares son escenarios desolados. Paredes desconchadas, suciedad en cada rincón, desechos por todas partes, negocios cerrados, estanterías vacías, escenas de mendicidad en cada esquina. No se trata solo de personas que revisan la basura, también de niños que pululan por las ciudades y los pueblo pidiendo ayuda. Las evidencias son incontestables: en nuestra Venezuela está creciendo la pobreza, está creciendo la marginalidad, está creciendo la desesperación.

 

 

Al estrago visible, hay que sumar la destrucción invisible o menos visible: es la que corroe los edificios públicos en sus entrañas: ascensores irrecuperables, sótanos inundados o llenos de trastos y equipos inservibles, herramientas y computadoras dañados de modo irremediable, baños que no funcionan, oficinas de atención al público donde no hay ni una fotocopiadora, ni un cartucho de tinta, ni una hoja de papel. Esto aún no se ha divulgado de modo suficiente: la aniquilación de la infraestructura, el mobiliario, las obras de arte y otros bienes de ministerios, institutos autónomos y empresas del Estado es simplemente asombrosa. Detrás de las fachadas de los edificios de las oficinas gubernamentales, campea el desastre.

 

 

Esto hay que decirlo, en voz muy alta: los trabajadores de Petróleos de Venezuela y de Pequiven, así como los de las empresas básicas de Guayana –me refiero a aquellas operaciones que todavía no han alcanzado el punto de lo inerme– exponen su integridad física y sus vidas, minuto a minuto. Ahora mismo, no hay en el mundo instalaciones petroleras más oxidadas, podridas, acechadas por goteras, aguas negras, acumulaciones de basura y equipos que no funcionan que las venezolanas. Los expertos en la cuestión lo vienen advirtiendo: hay un potencial de desastre que aumenta a diario.

 

 

Desde hace más de una década, el padre Luis Ugalde y otros venezolanos de bien han venido advirtiendo: los países no tocan fondo. El derrumbe puede continuar de forma irrefrenable. Esto significa, en lo primordial, dos cosas: más pobreza y más muerte. Pero también más ineficiencia, más corrupción, mayor parálisis, más violencia del poder atracador (frente a la crisis del sistema eléctrico nacional, el poder armado se dedica a robar plantas eléctricas), más presos políticos, más tortura, mayores violaciones de los derechos humanos. En una frase: el crecimiento de la aniquilación. La devastación del país no tiene límites porque el régimen de Maduro no tiene mecanismos de contención ni de contrapeso: se aferran al poder, cueste lo que cueste. Esa decisión significa nada menos que esto: dejarán morir, matarán, arrasarán con todo lo que sea necesario. Cruzaron todas las líneas rojas. No tienen regreso.

 

 

El campo para la acción política en Venezuela es cada día más estrecho. Y lo es porque el país va en caída libre. Los dos desafíos que tenemos por delante son inmensos. El primero de ellos es el de cesar la usurpación y sacar a Maduro del poder, de inmediato. El segundo, el de iniciar, al día siguiente, la reconstrucción de todo: hay que rehacerlo absolutamente todo. No hay nada que no deba ser revisado desde sus bases, desde sus principios. Requiere de esfuerzos inmensos, de recursos más allá de toda previsión, de un nivel de acuerdo y organización que sobrepasa cualquier expectativa.

 

 

Sostengo que es imprescindible articular una alianza alrededor de Juan Guaidó, político con una virtud excepcional e ineludible para estos tiempos: capacidad para reunir a todas las fuerzas opositoras, las organizaciones de los sectores populares, los gremios, los grupos del chavismo disidente a una gran acción, abierta incluso a las fuerzas armadas. En el país en caída libre, la gran alianza es la más efectiva política posible. La de mayor potencia. La de mayor reconocimiento internacional. La única que, ahora mismo, puede sacar a Maduro del poder y parar el hundimiento de Venezuela.

 

 

 

Editorial de El Nacional

Gobierno colombiano ofrece recompensa de casi un millón de dólares por excomandante de las FARC

Posted on: abril 28th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

El gobierno de Colombia anunció este sábado una recompensa de casi un millón de dólares por información que conduzca a la captura de un exlíder de las FARC acusado de incumplir los acuerdos de paz firmados por la disuelta guerrilla.

 

 

El ministro de Defensa, Guillermo Botero, fijó la recompensa por Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, conocido como El “Paisa”, al día siguiente de que el temido excomandante fuera sancionado por el tribunal de paz que investiga los crímenes más graves cometidos durante un conflicto armado de más de medio siglo.

 

 

Son “3.000 millones de pesos (unos 930.000 dólares) por información que nos lleve a la captura de alias El Paisa, para que responda por sus crímenes”, escribió el ministro en su cuenta de Twitter.

 

 

Durante un acto público en la ciudad de Pereira, Botero exhibió un cartel de la policía con la foto del exguerrillero y el monto de la recompensa.

 

 

Según el ministro, Velásquez enfrenta 18 órdenes de captura por delitos cometidos durante la lucha rebelde contra el Estado colombiano, que en más de 50 años dejó ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.

 

 

El viernes, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) revocó la libertad condicional que había dictado a favor del otrora comandante rebelde, cuyo paradero se desconoce desde junio de 2018.

 

 

“El Paisa” volvió a quedar en la mira de la policía tras desatender tres llamados de la JEP para que respondiera por secuestros y diera cuenta de compromisos en materia de reincorporación social y económica.

 

 

La JEP pidió igualmente que se notifique a la Interpol la orden de captura contra él, que en distintas cartas públicas ha denunciado falta de garantías de seguridad e incumplimientos estatales en el pacto de 2016, que desarmó y transformó en partido a la otrora guerrilla comunista.

 

 

Lo que ha habido es un “nulo interés de Velásquez Saldarriaga por contribuir a la satisfacción de los derechos de las víctimas”, afirmó la magistrada Catalina Díaz.

 

 

El histórico pacto prevé que los responsables de delitos graves, ya sean exguerrilleros o militares, reciban penas alternativas a la prisiónsi confiesan sus crímenes, reparan a sus víctimas y nunca más vuelven a ejercer la violencia.

 

 

AFP

Hoy España vota más dividida que nunca

Posted on: abril 28th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La izquierda acude a las urnas con el miedo a Vox como gran empuje movilizador. La derecha se concentra en su enorme deseo de echar a Sánchez

 

 

España vota a ciegas entre el miedo y la furia. Cualquier resultado parece posible.Son 36,8 millones de ciudadanos los llamados a las urnas, pero muchos se quedarán en casa. El éxito o fracaso de la izquierda y la derecha depende en buena parte de cuántos de los que habitualmente se abstenían decidan acercarse esta vez a los colegios electorales en una jornada sin excusas meteorológicas, con un tiempo espectacular en todo el país.

 

 

Los españoles votan más divididos que nunca. Separados entre el miedo a Voxque se detecta en todos los mítines de los partidos de centro izquierda y la furia contra el socialista Pedro Sánchez que se ve en los de centro derecha. Las imágenes de los últimos actos de Vox han alentado el temor de los progresistas a que pueda llegar al Gobierno la ultraderecha que muchos creían desaparecida en el único país de Europa que la tuvo en el poder hasta 1976. Las encuestas que dan vencedor a Sánchez alimentan la frustración de los conservadores que quieren echarlo.

 

 

La política española es un hervidero de sondeos reales y apócrifos en las últimas horas, que apuntan que la derecha no sumará, pero nadie se fía porque no está tan lejos de conseguirlo. Todo depende de la participación y del reparto entre los tres que luchan de forma descarnada por el liderazgo de la derecha.

 

 

La política se hace con imágenes. Los vídeos de los multitudinarios mítines de Vox, en especial el de Valencia y el de Madrid, en la plaza de Colón, se difunden a toda velocidad. El PSOE ha tenido actos muy grandes. El PP hizo un gran esfuerzo en el cierre en el Palacio de los Deportes de Madrid. Pero ningún partido ha logrado concentrar a tanta gente como la formación de Santiago Abascal.

 

 

Los políticos veteranos advierten: abarrotar mítines es mucho más fácil que llenar urnas. “En los ochenta, Manuel Fraga llenaba sistemáticamente la plaza de toros de Valencia. Y luego el PSOE nos doblaba en votos aquí”, comentaban varios dirigentes del PP valenciano este viernes.

 

 

Además, apuntan, estas imágenes tan espectaculares tienen un doble efecto: animan a los tuyos pero pueden movilizar mucho más a los del otro lado. Ninguno de estos políticos veteranos ha olvidado el mitin más grande de la historia reciente, ahora irrepetible. El PP de José María Aznar y Eduardo Zaplana, entonces todopoderoso presidente de la Generalitat Valenciana, logró llenar Mestalla, el estadio del Valencia, en las elecciones de 1996. Algunos cálculos llegan a 55.000 personas. Las imágenes con Aznar, Zaplana y Julio Iglesias como grandes protagonistas demostraron la enorme fortaleza del PP, al que las encuestas le daban ganador por 10 o 12 puntos de diferencia.

 

 

Miguel Ángel Rodríguez, hombre clave de esa campaña, aún recuerda el estupor que sintió Aznar y todo su equipo cuando les llegaron las primeras encuestas a pie de urna que les decían que iban a perder las elecciones por tercera vez pese a que el PSOE estaba en teoría hundido por los escándalos de corrupción. “Ya fue una sorpresa que en 1993 no ganáramos. A las 20.30, cuando llegaron las primeras israelitas, en el despacho de Aznar hubo un desconcierto total. Perdíamos. Después empezó el recuento y a última hora ganamos por muy poco”, recuerda.

 

 

El gurú Pedro Arriola, siempre preocupado por el voto del miedo a la derecha, teorizó entonces que las imágenes de Mestalla habían movilizado a la izquierda y casi le dan el triunfo al PSOE. Rodríguez cree que no fue tanto Mestalla sino la campaña de Felipe González, que aún tenía mucha fuerza y logró un arreón final. Pero pocos niegan que buena parte de los españoles van a votar esta vez con miedo a Vox.

 

 

Algunos lo dudan. “El problema precisamente es que Vox no da suficiente miedo. Le Pen o Salvini dan miedo. Pero Vox es demasiado ridículo. No nos lo creemos. Nos reímos de ellos. Es el landismo llevado a la política. Y ese es el drama. Porque tal vez por eso son más peligrosos”, sentencia un veterano del PP.

 

 

La campaña ha servido para muchas cosas. Todo indica que ha logrado una movilización importante, con dos debates con audiencias récord que han dominado la escena y han permitido a Podemos y Ciudadanos, los que salieron mejor parados, recuperar posiciones en sus bloques. Pero también sirve a los periodistas que la siguen para viajar por España y tratar de intuir qué está pasando.

 

 

Moverse estos días por el país impacta. Se percibe un interés inaudito en estas elecciones imprevisibles. En todas partes se habla de política. Se especula y se debate. Anochece en Valencia. Una pareja de personas mayores pasea cerca del Turia. Discuten sobre quién es más responsable de que crezca Vox, si solo la derecha o también la izquierda que no cambió la educación cuando gobernó. Mediodía en el aeropuerto de Barajas. Cuatro ejecutivos ven el móvil de uno de ellos un vídeo de un mitin de Vox donde Iván Espinosa de los Monteros hace un chiste en el que Sánchez e Iglesias son los ladrones que intentan entrar en su casa a robar y Abascal el tipo duro que la protege. Dos se mueren de risa. Los otros dos se llevan las manos a la cabeza. Un restaurante en Valencia. Una pareja joven cena al día siguiente mientras mira el mismo vídeo de Vox. Él se lo enseña a su novia entre carcajadas. La chica aguanta poco. “Dani, basta, por favor, no los soporto”. Él sigue viéndolo solo.

 

 

España parece en estas horas la escena final de Tesis, la ópera prima de Amenábar. Todos los pacientes del hospital miraban hipnotizados la snuff movieen sus pantallas. Vox tiene ese mismo efecto hipnótico en la campaña más bizarra de los últimos años. Nadie puede parar de mirar. Ahora solo queda por saber si es solo eso, morbo efímero para las redes, o ha venido para quedarse y dominar la política española. Los votantes deciden.

 

El País