ENTREVISTA: Luis Emilio Rondón, rector del CNE
En un proceso electoral donde no participe la mayoría decide la minoría
Luis Emilio Rondón, rector del CNE, considera que sería un error repetir la abstención de las elecciones parlamentarias de 2005. “Frente al ventajismo el venezolano debe saber que el secreto del voto está garantizado y el 20 de mayo es la oportunidad para que decidamos quien dirigirá los destinos del país».
A siete días para las presidenciales del 20 de mayo, el rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), Luis Emilio Rondón, insta a los venezolanos a participar masivamente en los comicios del próximo domingo por considerar que “ese día habrá una decisión que tendrá consecuencias en la vida cotidiana del ciudadano y del país en general”.
Argumentó que los ciudadanos deben evaluar la realidad política, económica y social por la que atraviesa Venezuela, por lo que recomendó acudir a las mesas de votación inspirados en el “raciocinio” por encima del sentimiento emocional.
“Cuando las mayorías no se hacen presentes en un proceso electoral, en el caso de la legislación venezolana, las minorías deciden la elección; de allí que es importante, más allá de cualquiera que sea la visión política que tenga el venezolano, que esté conforme o inconforme con la situación del país, que la exprese a través de las distintas ofertas electorales en este proceso electoral”.
—¿Por qué llamar a votar?
—Lo primero es resaltar el momento que vive el país y cómo ocurrió la convocatoria a este proceso electoral por parte de un organismo con unas competencias claramente establecidas, orientadas a redactar una nueva Constitución, la cual debe ser sometida a la aprobación de los ciudadanos.
Ese organismo invadió competencias que no le corresponden, bajo el argumento de la subordinación de los poderes públicos constituidos a su existencia. Esa realidad no la podemos cambiar y de alguna forma no se ha podido impedir o frenar la extralimitación de las funciones de la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC) que se ha auto otorgado”.
Explicó que en su rol como rector principal del CNE ha denunciado las violaciones al texto constitucional.
—¿Espera un incremento en las cifras de participación en este proceso electoral o considera que la tesis abstencionista prevalecerá?
—La Democracia se fortalece atendiendo al pueblo, mientras que un proceso electoral se fortalece escuchando al elector y el ciudadano venezolano sabe si se le escucha o no. Ejemplos sobran. El pueblo se expresó mayoritariamente el 6 de diciembre de 2015. Y a su voz se le respondió inhabilitando a los diputados a la Asamblea Nacional (AN) de Amazonas. En 2016 se expresó solicitando la activación del Referendo Revocatorio Presidencial, y se le respondió retardando el proceso hasta lograr su desactivación total a través de tribunales penales sin competencia en lo electoral. Y en 2017 se le impuso la obligación de participar a través de tres procesos en menos de seis meses: La ANC, las elecciones de gobernadores y la de alcaldes, imposición que se repite en 2018 con este llamado inicial a elección presidencial y luego intentando forzar la barra de la participación con la inclusión de la elección de los consejos legislativos de los 23 estados del país.
Rondón explicó que estos procesos tuvieron sus cifras de participación, de acuerdo con la evaluación que el elector hizo sobre la conveniencia de aceptarlos o no. “Por ello, el incremento o no de la participación sigue pasando por la vía del elector y ello depende mucho de las circunstancias que caracterizan este momento en particular”, agregó.
—¿Entonces, cuál es su llamado al elector respecto al 20 de mayo?
—Algo vital: hacer un esfuerzo por separar lo emocional de lo racional. Con lo emocional me refiero a las angustias que se originan por no tener qué comer, no tener cómo atender a los hijos, no tener acceso a la medicina, a cazar dónde conseguir los alimentos sin la seguridad de lograr comprarlos, la angustia por la falta de efectivo o por la carestía de la vida.
Con lo racional, ejercicio que parece no ser de fácil ejecución mientras se esté bajo el dominio de lo emocional, me refiero a atender las prioridades que nos ofrece el participar en una elección.
Con respecto a la elección del 20 de mayo, todos estamos involucrados emocional y racionalmente: los comentarios en el Metro, en las camionetas, en el trabajo se refieren en su gran mayoría a la situación crítica del país y ante las emociones que ellos despiertan, los abanderados de la tesis abstencionista explotan: no votes, no participes, no acudas”.
Rondón invitó a los venezolanos a preguntarse ¿y el 21 de mayo qué? Si voto qué se puede cambiar y si no voto qué dejé continuar. “Desde mi óptica, como ciudadano, los invito a activar la participación política como una de las armas legítimas que tiene el venezolano para influir realmente en el estado de las cosas”.
Un proceso electoral atípico
Rondón, quien tiene 24 años trabajando para la institución comicial, dijo que el norte del organismo es ofrecer el mejor proceso electoral cada vez que se presenta la oportunidad de organizarlos y convocarlos.
“En el transcurso de estos años he señalado mis observaciones en el CNE acerca de cómo se dejaban de cumplir aspectos normativos para que el proceso electoral fuera lo más competitivo posible”.
“Este es un proceso electoral atípico porque el país vive una profunda crisis institucional, social, económica que el propio CNE no escapa de ella. Este proceso fue convocado por una instancia distinta al poder electoral que es la institución que tiene esa facultad exclusiva y la hace la ANC, alejada de sus propias atribuciones”.
Explicó que la convocatoria simultánea de consejos municipales, que el CNE reconoció de imposible ejecución, con consejos legislativos y del presidente “deja muy claro el desconocimiento de las complejidades de un proceso electoral y esas son las razones por la que la Constitución le otorga al CNE esas funciones”.
Interés político
Explicó que realizar las elecciones el 20 de mayo, contrariando la costumbre de convocarlas para el mes de diciembre, “obedece a un claro interés político que no contribuye a la mejor participación”.
“Tenemos que entender por qué votar dentro de un contexto de crisis generalizada, donde las instituciones están dejando de hacer lo que por Constitución les obliga y es precisamente a través de la expresión soberana del voto señalar cuál es el destino que el país debe tomar”, agregó.
Rondón considera que solo a través del ejercicio pleno de los derechos políticos de los venezolanos “es que podemos dirimir las controversias”.
Argumentó que la paz del país no se decreta y a su juicio se obtiene con la satisfacción de las necesidades básicas de los venezolanos y, para que sean satisfechas, el gran reto de la dirigencia política del país es esta elección del 20 de mayo: “una oportunidad para que el ciudadano decida sobre la eventualidad de quienes dirigen los destinos del país”.
—¿Parece, entonces, que el destino del país está en los hombros del CNE?
—Claro que hay una responsabilidad del CNE en este momento de crisis del país, en ofrecer un proceso que pueda dar tranquilidad a los venezolanos de que su voto elige, es contabilizado, totalizado y, además, es adjudicado en razón de lo que la mayoría decide.
Estamos en un contexto donde desafortunadamente actores políticos fueron empujados de la participación, que sus organizaciones partidistas fueron inhabilitadas, ilegalizadas. Esta circunstancia lejos de distanciar al venezolano del ejercicio del voto más bien debe motivarlo con mayor ahínco a la participación activa a través del voto, que es un instrumento transformador y en ejercicio de ese derecho político evidentemente es fundamental para definir el rumbo del país”.
—¿Las elecciones del 20 de mayo son libres?
—El voto es un ejercicio de libertad y para ello tienen que estar abonadas todas las condiciones para que el elector pueda hacerlo de la forma más reflexiva sin ningún tipo de intromisión de ninguna naturaleza.
Seguir leyendo El Universal
DICK TORRES
dtorres@eluniversal.com