Desde tiempos remotos el ser humano ha buscado insaciablemente identificarse y definirse a sí mismo. Ha encontrado que todas las personas son distintas y proceden de acuerdo a la información mental y emocional que posean, es decir, la percepción que ellos tengan sobre determinada situación.
Estos principios vienen dados en la personalidad, ese conjunto de características psicológicas que definen a una persona y la hacen –de cierta manera- diferente a otra.
En ella, los pensamientos, sentimientos y forma de actuar son factores que resultan persistentes a lo largo de la vida, y se conforman como un patrón bastante predecible ante estímulos exteriores.
Aunque es difícil encasillar a una persona según un patrón definido, dado que el cerebro humano es considerado uno de los objetos más complejos que existe. A lo largo de los años, se ha logrado armar una serie de modelos que sí, no son completamente exactos, pero pueden predecir las conductas con un alto grado de seguridad.
Una de las teorías más confiables, base de diversos estudios, es la del padre de la psicología analítica, Carl Gustav Jung. Para él las personas estaban divididas en dos categorías de una actitud general: Extrovertidas e Introvertidas.
Jung enfocaba estos dos mundos en la energía, y la forma en cómo estos dos tipos tendían a obtenerla y expresarla.
Este primer criterio, asume que la Extraversión tiene lugar en el mundo externo, y la Introversión en el interno.
Contrariamente a lo que se considera actualmente, la primera no es necesariamente sociabilidad, y la segunda no significa exactamente timidez.
Aunado a esto, Jung creó cuatro conceptos adicionales basados en preferencias generales de esas actitudes, llamados dicotomías. En este segundo criterio, cada persona tiene tendencia a una de esas funciones, es decir, elige inconscientemente con cuál se siente más segura. Eso no significa que la opuesta no pueda aparecer, pero depende siempre de la circunstancia en la que se presente.
Pensamiento-Sentimiento (Dicotomías juzgadoras), representan cómo una persona procesa la información. En este sentido, Pensamiento significa que una persona toma una decisión usando la lógica, predominando lo objetivo ante lo subjetivo; mientras que Sentimiento, basa sus decisiones en las emociones, en cómo siente que debe hacerlo.
Sensación-Intuición (Dicotomías perceptivas), representa el método en cómo alguien percibe la información. La Sensación significa que el individuo cree en lo que recibe directamente desde el exterior, es importante todo lo que puede percibir: estructuras, detalles prácticos, etc; y en la Intuición la persona cree lo que recibe directamente desde el interior, ve las posibilidades más allá de lo aparentemente visible. Advierte lo que se esconde detrás y anticipa.
Es importante resaltar que estas funciones están definidas a su vez por la Introversión o Extraversión, y que los ocho tipos de personalidad de Carl Jung, se constituyen a través de esas premisas:
Introvertido-Pensamiento:
Es una persona que se formula preguntas y trata de comprender su propio ser. Está interesada más en las ideas que en los hechos, su atención está basada en lo interno.
Para el psicólogo de la Universidad de Valencia, Rafael Navarro, estos individuos al estar tan ensimismados, no perciben las intenciones ajenas por lo que suelen ser algo influenciables y fácilmente explotables.
Introvertido-Sentimiento:
Generalmente es reservado, difícil de comprender, poco accesible, pero amable y compresivo con su círculo social (familia y amigos cercanos). Dan una impresión de autonomía y armonía.
Navarro afirma que es amoroso pero que no lo demuestra.
Introvertido-Sensación:
Ponen especial atención en las impresiones sensoriales y en lo subjetivo, más allá de los hechos como tal. Viven inmersos en sus sensaciones internas. A menudo son modestos y callados.
Introvertido-Intuición:
Está en contacto con su inconsciente, le interesan las posibilidades futuras, más allá de lo que está presente. Son soñadores y buscan transmitir una experiencia esotérica singular.
Extrovertido-Pensamiento
Arma sus teorías en relación a los hechos, les interesa la realidad. Reprime sus emociones y sentimientos. Jung escribió “El tipo reflexivo extravertido no solo se subordina a su fórmula para tomar decisiones, sino que pretende que lo hagan así, por su propio bien, cuantos le rodean”.
Extrovertido-Sentimiento
Está interesado en las relaciones humanas y el éxito personal. Están adaptados a su ambiente social, y a su época. Son cambiantes y se amoldan a lo que está presente.
Extrovertido-Sensación
Busca el placer, y pone atención a lo que se percibe de un hecho, de lo tangible. Son prácticos y aceptan el mundo tal cual es.
Para Navarro, este individuo le atribuye –inconscientemente- valores “mágicos” a las cosas.
Extrovertido-Intuición
Persistentes y aventureros. Hasta que no logran su objetivo no descansan, y al obtenerlo, buscan nuevas experiencias o perspectivas. Suelen ser personas carismáticas, y se llevan consigo a otros a trabajar con ellos. Suelen solucionar disputas y ser líderes.
Estos ocho tipos de personalidad de Jung son el fundamento del conocido test Myers-Briggs, el cual usa un cuarto criterio denominado “Estilo de vida”, y de ahí se derivan 16 modelos de conductas. En un próximo apartado, te traeremos las combinaciones de todas esas dicotomías.
SC
Por Confirmado: Oriana Campos