La alopecia areata es una pérdida localizada del pelo sin inflamación visible de la piel, siendo su aparición más frecuente en el cuero cabelludo.
En el caso de la alopecia areata infantil, existen dos tipos: cicatrizal o no cicatrizal.
La cicatrizal tiene como patrón común la irreversibilidad de la pérdida pilosa por daño o desaparición de los folículos pilosos. Estas entidades incluyen traumas, enfermedades infecciosas, procesos inflamatorios como enfermedades auto inmunes y neoplásicas; así también como desórdenes del desarrollo y hereditarios.
La alopecia no cicatrizal es un área donde hay pérdida del cabello pero no hay cicatrices, su causa puede ser por trastornos endocrinólogos y por ansiedad
Todas las alopecias pueden ser tratadas, siempre y cuando no sean congénitas, pero también depende de la respuesta del niño al tratamiento.
Otro caso, diferente a la alopecia areata infantil, es el trastorno en los niños de arrancarse el cabello o mejor conocido como tricotilomanía.
Generalmente, para evitar preguntas incomodas por parte de sus compañeros, a estos niños les cortan el cabello, pero no al ras o les colocan gorras. En el caso de las niñas, resulta más fácil porque una parte del cabello largo puede cubrir esa área.
Recomendaciones
Sin embargo, lo recomendable es acudir al especialista para que evalúe al paciente y determine la causa del problema, con la finalidad de aplicar el tratamiento más adecuado al caso.
Igualmente, se recomienda a los padres apoyar al niño que padece esta enfermedad y evitar comentarios que lo afecten psicológicamente.
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