Zidane: “Nos dijeron que salgamos juntos del hotel y lo haremos. Lo importante es jugar el partido”
diciembre 17, 2019 9:13 pm


El técnico del Madrid resta importancia a lo que califica como «ruido» alrededor del clásico y asegura que su equipo solo está centrado en lo que ocurra en el terreno de juego

 

 



Zinedine Zidane, durante la rueda de prensa en Valdebebas. RODRIGO JIMÉNEZ (EFE) / VÍDEO: ATLAS

 


Después de que se diera a conocer que por motivos de seguridad los jugadores del Barcelona se alojarán en el mismo hotel que el Real Madrid antes de la disputa del clásico del miércoles (20.00, Movistar LaLiga), y que ambos equipos se dirigirán juntos en sus respectivos autobuses al estadio, Zinedine Zidane trató de quitar hierro a las circunstancias que rodean al partido asegurando que todos esos factores no son los que le importan a la hora de afrontar un partido trascendental como el del Camp Nou. «Nos dijeron que salgamos juntos del hotel y lo haremos. No hay que explicar más cosas. Lo importante es jugar el partido», aseguró el técnico del Madrid, que dejó claro dónde entregará su equipo la energía. «Nosotros tenemos que poner nuestra energía en el terreno de juego y pensar que se va a jugar. El resto, lo de fuera, podemos estar una semana hablando de eso. Nosotros, ponemos nuestra energía en el campo. Nada más. Vamos a jugar un partido», dijo.

 

 

 

La concentración organizada por la plataforma independentista Tsunami Democràtic para rodear el Camp Nou desde cuatro horas antes de que dé comienzo el partido ha condicionado la celebración de un encuentro que resultó aplazado después de que estuviera programado para el 26 de octubre. «Hay muchas cosas alrededor, pero al final la gente quiere ver un partido de fútbol, nada más. Hay mucho ruido», se limitó a decir sobre esta circunstancia Zidane.

 

 

Desde entonces, el Real Madrid ha transformado la dinámica negativa con la que arrancó el campeonato, y tras el empate in extremis ante el Valencia en Mestalla del pasado domingo, aterriza en el Camp Nou empatado a puntos con el Barcelona, ambos colíderes del campeonato de Liga. «Estamos juntos, con energía y con ganas. Pero no solo lo demostramos jugando los partidos, entrenamos muy bien y es la consecuencia. En el partido puede pasar de todo, lo importante es estar preparado al 100%», señaló el francés. «Nos enfrentamos a un rival que lleva una buena temporada, nosotros también. Espero que veamos un buen partido, sin importar el resultado, lo que importa es cómo juguemos. Las dinámicas cambian rápido, me centro en hacer mi trabajo cada día. Si pienso en lo que me puede pasar cada día, tendría que cambiar de trabajo», recordó Zizou.

 

 

No quiso el preparador blanco desvelar ninguna carta acerca del once que empleará en el Camp Nou, a pesar de que atendiendo al rendimiento de futbolistas como Valverde, una de las revelaciones del Madrid este curso, se presupone la presencia del uruguayo sobre el verde, muy posiblemente pendiente de los movimientos de Messi. «Es un partido de fútbol, somos once contra once, puede haber cambios, pero sabemos a quién nos enfrentamos. Sabemos qué jugador tienen, Messi, pero tenemos nuestras armas. Queremos hacer un buen partido ante el Barcelona», reconoció. «Valverde lo hace muy bien, es el valor de este club. Siempre ha tenido a los mejores, está demostrando que puede estar aquí, nada más. Estamos enfocados en el partido y luego tenemos que hacer las cosas bien», añadió después.

 

 

Tampoco quiso desvelar si dará entrada de inicio a Gareth Bale, recuperado ya de sus problemas físicos, y que ante el Valencia disputó los últimos minutos del partido. «Bale está con nosotros, está entrenando bien. Es un jugador importante, siempre lo ha demostrado. Mañana va a estar preparado como todos, no tengo ninguna duda», puntualizó Zidane. El Madrid viajará el miércoles a Barcelona por la mañana y se trasladará antes del mediodía a un hotel situado en las inmediaciones del Camp Nou. Está previsto que por la tarde se dirija al estadio azulgrana custodiado por los Mossos d’Esquadra en los apenas 500 metros que separan su lugar de concentración de las instalaciones.

 

EL País