A pesar de que la cita buscaba rememorar su álbum «negro», Yordano aprovechó la ocasión para pasearse por grandes éxitos de su carrera, de mostrar su trabajo más reciente y el que está por publicar. La interacción con sus seguidores fue constante y espontánea. Estos, en agradecimiento, corearon con fuerza himnos de los 80 como «En aquel lugar secreto».
En las pantallas dispuestas al fondo de la tarima se muestra un vinil negro dando vueltas. Cuando la aguja finalmente acaricia su superficie, las palmadas inundan la sala. Al son de la tambora que vaticinaba que «algo bueno va a llegar», aparece la silueta del legendario músico para darle inicio al concierto en conmemoración de los 30 años de «cuando Giordano empezó a ser Yordano».
Con algunos traspiés, Por estas calles rompe el hielo ante un Teatro Chacao repleto en donde no cabía ni una aguja.
Usando chaqueta y jean color negro, el cantante, quien pronto cumplirá 62 años de edad, dejaba fluir la música por su cuerpo, el cual, instintivamente, posaba como lo hiciese en su época de mayor éxito: con el micrófono entre las manos y las piernas formando un triángulo con el piso del escenario. Una cadena le colgaba de la cintura. «Prefiero llorar de una vez», dijo antes tratar de atajar las lágrimas con sus manos. Ante la emotiva escena, el público le aplaudió de pie. «¡Gracias!», atinó a decir.
Siguió el concierto, el primero de tres que realiza pro fondos de su tratamiento contra el cáncer que padece, con A la hora que sea, Media luna y Locos de amor.
Los errores en el show, que fueron constantes durante la noche, fueron excusados por el artista: «La primera noche siempre es más difícil… en todo», bromeó.
El público le perdonó todo, desde que cantara a destiempo una canción, hasta su voz que, a veces, se quedaba muda o no llegaba a tonos altos. «¡Estamos contigo!», gritaba alguien. «¡Te amamos!», decía otra persona. «¡Fuerza!», agregaba.
A pesar de que la cita buscaba rememorar su álbum «negro», Yordano aprovechó la ocasión para pasearse por grandes éxitos de su carrera, de mostrar su trabajo más reciente y el que está por publicar.
Así hizo con Manifiesto, tema que publicó a principios de año en apoyo a los estudiantes que protestaron en contra del presidente Nicolás Maduro. Durante esa interpretación, el cantante mostró en las pantallas del fondo imágenes de marchas opositoras, de militares reprimiéndolas y los rostros de los jóvenes muertos en dichas manifestaciones. «No es por un color, son todos», cantaba mientras el tricolor nacional se reflejaba a sus espaldas, en donde también se encontraban sus 10 músicos y tres coristas.
De su más reciente disco, Sueños clandestinos, publicado el año pasado, cantó Siempre la brisa, Llueve sin parar y Solo.
«Esta noche estamos celebrando un disco que cambió mi vida y, según he sabido a lo largo de estos años, la vida de unos cuantos más», refirió antes de dejar sonar el tema Algo bueno tiene que pasar.
«Gracias a todos, los que están y los que no están, por el apoyo que he recibido», insistió el hombre de cabellera blanca y anteojos naranja.
Contacto emotivo
La interacción con sus seguidores fue constante y espontánea. Estos, en agradecimiento, corearon con fuerza himnos de los 80 como En aquel lugar secreto, Otra cara bonita, Manantial de corazón, Perla negra, Muñeca de lujo, entre muchos otros de los casi 30 títulos que conformaron el setlist, como Qué sería de mí sin ti, emotiva balada que estrenó anoche.
Luego de dos horas de añoranza, Yordano despidió su primera presentación del fin de semana con sus seguidores, bailando desde sus asientos y aplaudiéndole de pie, su versión rockanrolera de Loco de amor.
@Rosagarmendia @AliasMalula AYUDEMOS A ESTE GRANDE! Yordano solicita ayuda y … http://t.co/nQKgGhdtgc pic.twitter.com/CQF0uKfj2q
— Pitipana (@pitipana65) octubre 25, 2014
Fuente: EU
