La cola era enorme. Se llevaba toda la cuadra y la siguiente a la redonda, diagonal al grupo escolar Estado Zulia de Porlamar, municipio Mariño. La voz se corrió rápido y sin ningún alto parlante de por medio para ese llamado, de inmediato se formó el barullo, porque ¡oh! sorpresa, había reaparecido el jabón.
El calor, a media mañana, se hacía insoportable, pero eso no era ningún impedimento para esta clientela ávida de un producto que, sobre todo este mes, no se encuentra en los anaqueles de los supermercados, donde «rellenan» los espacios con el artículo que tengan en existencia, nada parecido a los detergentes, ni al cloro, ni al enjuague de ropa, ni al papel toalet, y menos a los aerosoles o insecticidas.
En pleno «corazón» de la ciudad marinera este miércoles el rebullicio fue total. El encargado del establecimiento hacía el esfuerzo y sudoroso trataba de organizar el «despelote» de afuera (paradójicamente para lograr un poco de orden). Como en todo río revuelto muchos quieren pescar, estaban los «vivos» que querían colearse, mientras otros rechiflaban.