A razón de 50 a 60 personas a diario son atendidas en el distribuidor Duncan de Porlamar.
Las colas para conseguir uno de los tiques que da derecho a comprar una batería empiezan a formarse desde la noche del día anterior y continúa llegando gente a lo largo de la madrugada.
Richard Cardoza, refirió que durante la mañana de este martes se comercializaron alrededor de 40 acumuladores entre compradores que empezaron a enfilarse desde la noche del lunes.
Cardoza señaló que después de las 2:30 de la tarde de este martes le llegaba su turno para comprar baterías, luego de haber esperado desde las tres de la madrugada.
Pese a las incomodidades, Cardoza resaltó que durante toda la espera ha visto el patrullaje constante de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía estadal del estado Nueva Esparta.
«Vengo con la batería prestada de otro carro, porque si no traes tu carro y una batería vencida no te venden una nueva», dijo Cardoza.
Las personas a la espera de comprar el producto añadieron que deben mostrar los papeles de propiedad del vehículo para que le vendan el acumulador.
También indicaron que tienen impedido volver a comprar otra batería para el mismo vehículo antes que transcurra un año.
Mientras que Moravia Figueroa calificó de aguda la escasez del producto que obliga a una constante cacería para descubrir donde ha llegado y prepararse para una larga vigilia.
César Noriega Ramos
SOL DE MARGARITA