Un tribunal de apelaciones peruano rechazó el viernes excarcelar a la líder opositora Keiko Fujimori, tras declarar infundado su pedido para revocar la prisión preventiva que cumple en el marco de una investigación por presunto lavado de activos provenientes de la brasileña Odebrecht.
“La Corte Superior de Justicia resuelve declarar infundado el recurso de apelación de la defensa técnica de la investigada Keiko Fujimori”, informó el Poder Judicial citando el fallo del tribunal.
El fallo del juez Octavio Sahuanay, presidente de la Sala de Apelaciones, que integran también los magistrados Jessica León e Iván Quispe, deja a Keiko Fujimori la posibilidad de presentar un recurso de casación ante la justicia para recuperar su libertad.
Keiko, hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), está detenida en una cárcel de mujeres en Lima desde el 31 de octubre por obstrucción a la justicia, luego que el juez Richard Concepción Carhuancho acogiera un pedido de prisión preventiva por 36 meses de la fiscalía.
La fiscalía anticorrupción investiga a la líder del partido fujimorista, Fuerza Popular, y a una decena de colaboradores, a quienes acusa de blanquear 1,2 millones de dólares provenientes de fondos ilícitos de la brasileña Odebrecht para la campaña presidencial de 2011. Pero ella lo niega.
La prisión de Keiko, de 43 años y madre de dos niñas, coincide con una crisis interna en su partido, que controla el Congreso del Perú.
La prisión de la líder fujimorista amenaza su aspiración de ser de nuevo candidata presidencial en 2021.
Según las investigaciones, Keiko lidera “una organización criminal” al interior de su partido.
La dirigente opositora dijo estar presa pese a que la fiscalía “no ha mostrado una sola prueba” de que hubiera cometido un delito.
“No ha mostrado que existe peligro de fuga, tampoco obstrucción a la justicia. Yo soy la primera interesada de que hablen las pruebas, que se conozca la verdad”, dijo Keiko al sustentar su apelación el 17 de diciembre.
Keiko Fujimori está entre los más impopulares líderes políticos del país, donde un 81% desaprueba su labor según un sondeo de Ipsos.
AFP
