Con los momentos embarazosos pueden pasar dos cosas, o que te mueras de risa (si es que hay bastante confianza entre los dos) o que quieras que la tierra te trague.

#5 La vergüenza del propio cuerpo

Ojalá todas estuviéramos 100% conformes con nuestro cuerpo, pero lamentablemente nunca sucede. Cuando compartes la cama con un hombre te ves totalmente expuesta y no quieres que él vea eso que tanto no te gusta.

Pero, tranquila, él no piensa igual que tú, ¡pues le encantas así como eres! Si tu cuerpo te avergüenza, hay algunos trucos que puedes practicar para sentirte mejor.

#4 Estar sin depilar

Para la mujer no hay nada peor de que llegue un momento íntimo y no haberse depilado, ¿no es cierto? Tu chico seguramente no te dirá nada, aunque también puede pasarte que como te sientes tan apenada, te disculpas por no haberte depilado y él te diga que ni se había dado cuenta y que no le importa. ¡Todo un caballero!

Aunque tú te mueras de vergüenza…

#3 Mal aliento

¿Comiste algo picante en la cena? ¿Tu chico parece no estar muy entusiasmado por tus besos? ¡Debe ser por tu aliento de dinosaurio! Si no quieres volver a pasar por este momento embarazoso, no comas comidas fuertes antes de la hora feliz y nunca olvides tener mentitas en tu cartera.

Y si el mal aliento lo tiene él, hay dos opciones: o no dices nada y lo soportas, o le ofreces una menta y le haces pasar la vergüenza de su vida.

#2 Que entre alguien en la habitación

Si tu tiempo de intimidad se ve truncado por alguien que abre la puerta de la habitación y te encuentra in fraganti, amiga, estarás pasando por un momento embarazoso que recordarás de por vida.

Lo peor es cuando el visitante que nadie invitó es un familiar, es terrible cuando son tus padres, o los de él, ¡y peor aún cuando son tus hijos!

#1 Un gas inesperado

Por algo es que el gas que se escapa está en el primer puesto. ¿A quién no lo ha pasado? Seguramente ahora te de risa leerlo, pero en el momento que te pasa sientes morir entre las sábanas y desearías tener una máquina del tiempo que te permita no comer eso que te produjo gases.

Una pequeña flatulencia no le hace mal a nadie, pero no será fácil de olvidar, ¡te lo aseguro!

Fuente: IMujer