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Tom Cruise, el héroe de nunca acabar

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Tom Cruise, el héroe de nunca acabar

El actor estrena, a los 56 años, nueva entrega de la saga ‘Misión: Imposible’ y prepara una nueva ‘Top Gun’, tres décadas después

 

 

 

¡Tú no puedes encajar la verdad!”. Jack Nicholson tenía 55 años cuando le gritó esa frase a Tom Cruise en la escena más famosa de Algunos Hombres Buenos (1992). Interpretaba al duro coronel Nathan R. Jessup, y casi representaba a la vieja escuela frente al joven e inexperto lugarteniente Daniel Kaffee. A los 55 años, sin embargo, Cruise encarnó al héroe de acción en la grabación de Misión Imposible: Fallout, que se estrena este fin de semana, y en la que se mide contra Henry Cavill, de apenas 35, sin despeinarse.

 

 

 

Este mes cumplió 56 y oficialmente está más viejo que Daniel Day-Lewis cuando ganó el Oscar a mejor actor por su papel en Lincoln. Pero no lo parece. “Tom corre cada vez más rápido. Mira mi pelo. Lo tenía oscuro cuando comencé estas películas. Yo soy el retrato y él es Dorian Gray. Me está chupando la vida”, bromeaba este mes en el periódico The Times el escritor y director de la película, Christopher McQuarrie, que también fue responsable del guión de la anterior entrega, Misión: Imposible – Nación Secreta, que se estrenó en 2015.

 

 

 

Pero esa impresión de que sigue igual no es casual. De sus últimas 10 películas, nueve están cargadas de acción y en todas interpreta alguna versión del héroe guapo, con nervios de acero y arriesgado al que casi siempre le salen bien sus osadías. Conoció ese modelo en 1983 con Risky Business, donde interpretaba a joven pudiente que se liberaba de sus padres por unos días. En calzoncillos, Cruise se coló en las listas de las películas más vistas recaudando 63 millones de dólares, según la revista Forbes, más de diez veces el valor de la producción.

 

 

 

Ese año Cruise protagonizó cuatro películas —una proeza que no ha vuelto a repetir— y en 1986 se consolidó como el ídolo insuperable de la Generación X gracias a Top Gun, donde interpreta a un egocéntrico piloto que sobrevive a varias temerarias piruetas. Sigue siendo una de sus películas más famosas, y no es casual que ahora esté produciendo una secuela: Top Gun: Maverick, que se estrenará dentro de un año.

 

 

Tom Cruise en una escena de ‘Mission Impossible: Fallout’. CHIABELLA JAMES AP

 

 

“Estamos trabajando a tiempo completo”, le dijo el neoyorquino a Entertainment Tonight esta semana en Washington. “He estado a tope. Incluso cuando hemos estado de gira promocional, he estado trabajando”. Ese día confirmó que Jennifer Connelly será coprotagonista de la nueva entrega, que también contará con Miles Teller y Val Kilmer.

 

 

 

La necesidad de probar su juventud no es solo en la ficción. Siempre que ha interpretado a Ethan Hunt, el agente de la Fuerza de Misiones Imposibles (FMI), Cruise ha realizado personalmente la mayor parte de las peligrosas escenas en las que participa. En la nueva película, el público podrá verlo soltar el mando de un helicóptero en el aire y salir por una de las puertas. También cómo salta del techo de un edifico a otro. Una escena que supusó una seria lesión en el tobillocuando su cayó con el pie en un ángulo sobrehumano. A pesar de ello, Cruise siguió corriendo hasta terminar la secuencia, para evitar tener que repetirla.

 

 

 

“Todo el equipo de producción decía: ‘Así es él’. Completa la toma aunque tiene el pie colgando, así es él”, dijo en enero otro de los actores del filme, Simon Pegg de 48 años, en el programa del británico Graham Norton. Entre bromas, Pegg se quejaba de la presión que sentían los otros actores para no recurrir a especialistas y no quedar mal frente a la estrella.

 

 

 

Su auténtico valor tiene poco que ver con lo rápido que corre o sus escenas de riesgo. Su logro es que en los últimos 10 años Cruise salió ileso de una crisis de imagen pública. Dejó atrás aquel ataque de locura en el que empezó a saltar en el sofá proclamando su amor por Katie Holmes, mientras Oprah Winfrey le entrevistaba en su programa de televisión. También consiguió que se relegara al olvido su ataque contra la psiquiatría en 2005 y su crítica a Brooke Shields por tomar antidepresivos. Y ya casi nadie le pregunta por su relación con la Cienciología. Hechos que estuvieron a punto de costar caro a su carrera.

 

 

 

Este año, Cruise ha sido el dueño de su historia; un hecho en el que tiene que ver que desde 1996 se implicó en la producción de sus propios filmes. Y si su meta es ser el eterno galán de películas de acción en el mundo, nadie le puede negar que lleva consiguiéndolo durante los últimos 30 años.

 

 

 

ADIÓS A HOLLYWOOD

 

 

Tom Cruise ya no vive en Hollywood. En 2016 vendió su mansión de Beverly Hills por 39 millones de dólares y se compró un penthouse en Florida. Está más cerca de su hijo, Connor de 23 años, y de sus hermanas. Pero también de su Iglesia. Su nueva casa queda a solo unas calles del cuartel general de la Cienciología, en Clearwater, según reveló People. Tom conoció esta religión a través de su primera esposa, Mimi Rogers, y hoy es muy amigo de su líder, David Miscavige. Hace 10 años, Cruise dijo en un vídeo que se hizo viral: “Es un privilegio llamarse cienciólogo, y eso hay que ganárselo”. La idea de que era fanático del culto caló y él ha dejado de hablar del tema. “Si no digo nada, lo estoy evitando. Si digo algo, estoy predicando”, le dijo a Oprah Winfrey en una entrevista este año. “Si alguien quiere saber, lo mejor es que lean por su cuenta”, manifestó para zanjar la polémica.

 

EL PAÍS

VERÓNICA FIGUEROA

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