1. Corazones, corazones por todos lados
El año en el que dejaron de hacer manualidades para el día de la madre, se olvidaron de hacer (buenos) regalos. La pubertad terminó de cargarse sus neuronas para comprar regalos de cumpleaños, y por eso no se les puede culpar cuando, después de más de tres años juntos, te aparecen con un collar con forma de corazón (casi tan grande como el de verdad), dorado y con brillantes.
Y luego te miran con ojos de gato y te preguntan: ¿Pero qué te pasa? ¿No te gusta?
2. Osos de peluche
Si estás en un parque de diversiones y te lo da después de ganárselo, pasa. Pero si te encuentras en cualquier otra situación, no tanto.
3. Pelearse con otro hombre delante de ti
Si quieres, culpa a las películas norteamericanas, donde la rubia tonta le cura las heridas a su hombre, mientras le dice lo «varonil y macho» que es por haberse pegado con el de al lado. En la vida real no nos gusta que se peleen, y menos delante de nosotras.
4. Escribirte una canción/poema
A menos que sea John Lennon y te dedique una canción de éxito, componerte canciones, textos y poemas como regalos de aniversario, no es buena idea.
5. Prepararte una cena “romántica”
Puede que haya visto demasiado Master Chef. El caso es que cuando tu pareja se decide a prepararte una cena en casa, debes ir preparada. Puede que te sorprenda y la cocina haya sido su vocación desde niño, pero si no es así y se lanza a hacerte galletas, un extintor en el bolso no te sobrará.
6. Proposiciones en público
Si le hiciste ver Realmente Amor, puede que piense que debe aparecer en tu puerta, el día de su aniversario, delante de tus padres y pedirte matrimonio. O peor aún, tal vez pretenda aparecer en tu trabajo con unos mariachis al lado, vestido de gala y con un anillo en mano.
7. Cantarte al balcón
Despertará a tus vecinos, tal vez a tus padres y a tu gato. Si tu novio está pensando en presentarse a las 3 de la madrugada bajo tu edificio, con un micrófono en mano para que su voz llegue a tu sexto piso, mientras canta «Qué viva el amor», seguramente acabes lanzándole todas sus cosas a la cabeza antes del primer coro.
8. Autoinvitarse a una cena familiar
Si crees que quiere ir demasiado rápido, no le comentes que tu padre cumple años el sábado y que toda tu familia vendrá a tu casa a comer. Ten por seguro que aparecerá, encompinchado con tu madre (a quien no sabías que conocía), traerá vino, verá fútbol con tu padre, le enseñarán tus fotos de bebé desnuda (¿por qué hacen eso las madres?) y tu familia acabará diciéndote lo mucho que les gusta ese chico y lo poco que lo traes a casa.
9. Regalos (muy) caros
Si no quieres comprometerte, nunca aceptes un regalo que suponga más del equivalente a su sueldo mensual. Aunque quiera demostrarte lo mucho que te quiere, si su idea de regalo perfecto por Navidad es un gatito persa, blanco, con lazo y cascabel, envuelto en una caja de regalo rosada, puede que quiera dar un paso más allá en la relación.
10. Escena cocina
Por mucho que te conozca, casi todos lo consideran romántico.
¿Conoces esa escena en la que tú preparas la comida o el postre en la cocina, donde él se acerca sigilosamente y te moja de arriba abajo o te echa crema de torta por todo el cuerpo, para después acabar (por supuesto), manchados y empapados, haciéndolo en el tope de la cocina?
Por si algún romántico empedernido lee este artículo: Ni se les ocurra. Si le destrozas la torta de chocolate o le manchas su vestido nuevo, te matará con el cuchillo de cortar pan.
Fuente: Cosmohispano
