Durante esta mañana han tenido lugar numerosas manifestaciones programadas en todo el país durante la primera huelga general de Grecia convocada este año por los dos mayores sindicatos del país, la Confederación General de los Trabajadores GSEE y el sindicado de los funcionarios ADEDY, así como por el sindicato comunista PAME.
Las manifestaciones en Atenas terminaron frente al Parlamento griego, donde continúan las ponencias de los diputados ante la votación, mañana por la noche, de los nuevos recortes y reformas que exigen los acreedores. El proyecto de ley que presenta el gobierno, al que se opone toda la oposición, tiene nada menos que 941 páginas, que ni la mayoría de los diputados ni los periodistas griegos han leído en su totalidad. Se ha votado esta mañana que los diputados pertenecientes al partido de extrema derecha Amanecer Dorado sean excluidos de las dos sesiones plenarias parlamentarias, tras el violento altercado protagonizado por su portavoz Ilías Kasidiaris contra el diputado conservador Níkos Déndias, algo que no había ocurrido nunca hasta ahora.
Violencia en Atenas
A las manifestaciones desarrolladas en Atenas acudieron millares de personas a pesar de la lluvia. Los más activos han sido los pensionistas, que temen que volverán a recortarse aún más sus jubilaciones a partir del 2019, mientras que todas las familias griegas deberán pagar más impuestos a partir de ingresos que rondan los 5.861 euros anuales. También se han manifestado ruidosamente los trabajadores del sector sanitario y los «uniformes», es decir miembros del ejército, de la policía y del cuerpo de bomberos que verán reducidos una serie de suplementos salariales. Un grupo colgó un enorme panel de protesta, preguntando a Angela Merkel «qué vale la vida de un policía» desde el Monte Licabeto y otro grupo impidió simbólicamente la entrada del Ministerio de Finanzas durante unos minutos. Curiosamente, de lo que menos se está hablando ahora es de las nuevas reformas en la legislación laboral, que incluye la posibilidad de despidos masivos, algo a lo que se oponía frontalmente el partido radical hasta ahora.
En un momento dado de las manifestaciones en el centro de Atenas, un grupo de antisistemas encapuchados comenzaron a lanzar bombas molotov a la policía ante el parlamento, a lo que las fuerzas antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos. Estos violentos altercados duraron pocos minutos y la manifestación terminó poco después sin detenciones. Este ataque había sido ya anunciado ayer por grupos anarquistas, que tienen a algunos de sus miembros encarcelados. Han publicado un comunicado destacando que «con fuego, pluma, hacha y arma, lo que no pertenece a la legitimidad urbana nos pertenece a nosotros, adelante las barricadas en llamas, preparados para contratacar» en la lucha contra «estas medidas antipopulares».
Medidas posiblemente anticonstitucionales
Las medidas que deberá aprobar mañana el gobierno son necesarias para convencer a los ministros de finanzas de la Eurozona el próximo lunes y conseguir el nuevo tramo del rescate, de 7.500 millones de euros. Pero un informe del departamento científico del propio parlamento ha dejado bien claro que la Constitución griega prohíbe al parlamento autorizar al Ministerio de Finanzas ajustar los impuestos a pagar en función del estado de los ingresos estatales. Esto podría convertir en anticonstitucionales una serie de futuros recortes si el estado no consigue los resultados presupuestarios esperados. Los datos económicos más recientes no ayudan al gobierno: el PIB de los primeros tres meses de este año ha caído un 0,1%, tras reducirse un 1,2% en el último trimestre del 2016.
Todos los sindicatos han anunciado que se manifestarán mañana por la noche «para expresar nuestra reacción ante el saqueo de los salarios y pensiones» (según afirma el sindicado ADEDY), mientras que los líderes de los partidos políticos intervendrán durante la sesión plenaria hasta la votación del proyecto de ley.
ABC
Por Confirmado: Gabriella Garcés
