Todo esconde un lado positivo, ¡incluso la sal!

Aunque las dietas con mucha sal son desaconsejadas por los médicos y la sal es un elemento que se llega a prohibir a personas con ciertas enfermedades, no es cierto que este elemento de origen marino sea del todo negativo.

 
De hecho, hoy queremos partir una lanza a su favor y ahondar en los beneficios que tiene la sal. Antes de mostrarte algunos de los más sorprendentes queremos recordarte que la sal es sodio, un mineral indispensable para muchos de los procesos que se llevan a cabo en tu cuerpo y del que vienen las principales ventajas de este nutriente…

Regula la presión sanguínea, los fluidos y la glucosa

El sodio de la sal es necesario para asegurar que tu organismo tenga en sangre la energía que le proporciona la glucosa. De hecho, es el sodio el que ayuda a incorporarla al torrente sanguíneo.

Pero no solo influye así en tu sangre, sino que la sal es fundamental para regular la presión arterial. Mucha sal hace que se dispare, pero poca sal hace que la presión se mantenga en equilibrio.

Pero, ¡hay más! Este ingrediente actúa como un regulador de líquidos. Si consideras que el agua es el principal componente de nuestro cuerpo, sin la sal podríamos tener demasiada agua o poca agua, todo ello con consecuencias nefastas para la salud.

Ayuda al control muscular, cerebral y nervioso

La comunicación entre las células que regulan el movimiento, la función cerebral y el resto del sistema nervioso requieren de sodio para poder llevarse a cabo. Si no hay suficiente sodio en el organismo, o bien no se produce esa comunicación, o se produce con fallos o retrasos importantes. ¿De verdad sigues pensando que puedes vivir sin la sal?

Ya has visto que la sal no siempre es negativa, pero como ocurre con todo, un exceso sí puede tener riesgos para tu cuerpo. Entonces, ¿te animas a aprovechar las ventajas de la sal con moderación?

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