Los señalamientos del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, contra trabajadores de Sidor ha desatado molestias en el seno del movimiento sindical, que ve con preocupación la violación al derecho a la protesta.

Yunis Hernández, presidente de Unidad Matancera, corriente sindical adscrita a Sutiss, manifestó que el movimiento siderúrgico tiene toda la razón de protestar por la firma del contrato, además porque es un derecho constitucional. Destacó que en 52 años que tiene Sidor, nunca había pasado que la convención tuviese más de un año de vencida y la actual ya lleva cuatro años.

«Las razones para seguir protestando las tenemos. El Gobierno está obligado a sentarse a discutir el contrato, esa pelea de los chavistas no nos interesa», enfatizó.

Hernández señaló que los trabajadores gozan de salarios de hambre», producto de una escalada inflacionaria.

Froilán Barrios, del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), consideró que las exigencias de Sidor son similares a las de millones de trabajadores del sector público que demandan una discusión plena de los contratos colectivos y respeto a la libertad sindical que se ha visto constreñida en los últimos años.

Señaló además que la protesta de los sidoristas es justa porque el propio expresidente Hugo Chávez se comprometió en agosto de 2012 a aprobar la convención. A su juicio, las amenazas de Cabello son un alerta porque «quieren imponer el modelo chino donde el sindicalismo es del Estado».

De acuerdo a Unidad Matancera, son 11 cláusulas del contrato que esperan por el visto bueno. Justamente, todas tienen que ver con los beneficios socioeconómicos (salario, vacaciones, tabulador utilidades, entre otros). El llamado al sindicato y al gobierno es a buscar una salida honrada, expresó el vocero del grupo sindical.

Rechazó que se acuse a los sidoristas de solicitar 800 mil bolívares de retroactivo, como afirmó Cabello. «Eso es falso», determinó Hernández. A su vez, ratificó que los trabajadores siempre han estado comprometidos con la producción de la siderúrgica ante la posibilidad de que los ajustes salariales estén atados a la productividad. «Nos negamos a que el Gobierno nos de dádivas. Estamos en la capacidad de producir nuestras propias ganancias», resaltó.

Recordó que en 2008, previo a la nacionalización, Sidor alcanzó un récord histórico 4 millones 350 mil toneladas métricas de acero líquido, y hoy no llega ni al millón de toneladas, según Hernández, quien atribuyó la situación a la falta de insumos, a las deudas con los proveedores y al desorden administrativo.

Al respecto, Barrios agregó que el responsable de la ruina de Sidor es el Gobierno que ha aumentado la nómina de seis mil trabajadores a casi 14 mil y ha impuesto cargos gerenciales que responden a intereses partidistas.

El presidente de Unidad Matancera precisó que los 2.500 trabajadores en comisiones de servicio fueron avalados por el Gobierno y recordó que el presidente de la Asamblea Nacional formaba parte de la junta directiva de Sidor. «Son activistas políticos del Psuv, así que no venga a esgrimir esos argumentos para restar fuerza a los reclamos laborales», resaltó.

EL UNIVERSAL