Valdrá la pena

El amor puede ser muy complejo, pero el grado de dificultad que alcanza tiene que ver concómo lo vemos nosotras mismas. En definitiva, más allá de que el otro pueda herirnos o no, las expectativas, los deseos o las emociones las controlamos individualmente y es mejor ser conscientes de lo que estamos haciendo.

 
Si tienes mala suerte en el amor, o te pasa que tu pareja no hace exactamente lo que quieres, necesitas prestar atención. No se trata de lo que haga el otro, sino de evitar mentirte a ti misma a la hora de idealizar al amor. ¡Necesitas enfrentar estas 3 verdades!

#3 Las expectativas son resentimientos premeditados

Enfrentémoslo, desde chiquitas tenemos altas expectativas de cómo debería ser la relación ideal y cómo debería comportarse nuestra pareja.

Pero la realidad es que depositamos esas expectativas en nuestra pareja porque no somos capaces de alcanzarlas nosotras mismas. Si no sabes qué necesitas emocional, física y mentalmente para vivir una vida feliz, no puedes esperar que el otro lo sepa, leyendo tu mente o tu lenguaje corporal.

Eso solo conducirá a roces y peleas, es mejor librarse de esas expectativas, dejar atrás esas nociones del amor ideal y empezar a ser más conscientes de lo que le damos a la otra persona y lo que nosotros aportamos a la relación.

#2 Todos queremos sentirnos amados y protegidos por otro, y eso NO está mal

Aunque no lo quieras aceptar, todos queremos sentirnos amados, queridos, valorados y protegidos por otra persona. Pero hasta no admitir que es algo que queremos y que estamos dispuestos a aceptar, lo que haga el otro no será suficiente.

Nuestro enojo empujará al amor si no somos conscientes de que está bien desearlo y buscarlo. No tengas miedo, todos somos vulnerables y el primer paso es admitirlo si quieres un amor real.

#1 Cuando creemos que no somos suficientes, culpamos a nuestra pareja en vez de pensar cómo podemos cambiar nosotras mismas

Muchas veces sentimos que nadie nos entiende, que no pedimos mucho pero que lo que hacemos nunca es suficiente. Tendemos a culpar a los demás y buscar razones que justifiquen porqué estamos estancados. Pero de esa manera no logramos cambiar, evolucionar o salr de los patrones destructivos de las relaciones.

Si realmente quieres un amor real, aprende a escuchar al otro, entiende que tú también te equivocas y que hay conductas que no son sanas para ti y que no son a causa de tu pareja sino de tu forma de ser. Ser consciente de ello, te ayudará a identificar mejor esos patrones, a no culpar al otro y hacer algo para cambiarlo desde tu propia voluntad.

Sin duda es más fácil pensar en el amor idealizado y perfecto sin inconvenientes, discusiones, donde todo fluye. Pero el amor real es mucho más significativo y para encontrarlo debes ser consciente de lo que no funciona y hacer un compromiso contigo misma para cambiarlo.

Y si ya lo has encontrado, necesitas tener esto en cuenta para no dejar que tus propias visiones saboteen algo increíble.

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