El 20 de julio de 2011 iba a debutar con los Astros de Houston un jugador que iba en contra del prototipo común entre los peloteros: José Altuve. Su 1.68 de estatura ya amenazaba la llegada al profesional, pero ver acción en las Grandes Ligas era un sueño utópico.
No estaba llamado a generar mayor impacto con los Astros, porque aunque demostró un talento enorme para batear en las Ligas Menores, había duda si podía trasladar esa producción ante los envíos del máximo nivel. Todo eso en un contexto donde las condiciones físicas y atléticas son fundamentales en la visión de los equipos, algo que claramente no estaba en las características del joven de solo 21 años de edad.
En su primer juego, ante los Nacionales de Washington, Altuve fue alineado como segundo en el orden y, por su puesto, custodiando el segundo cojín. Tenía la complicada misión de enfrentarse a Liván Hernández, cuyos envíos de poca velocidad y gran radio de acción no abundaban en las menores.
“Lanza lento, con muchas curvas”, explica Altuve en el documental Grandes Sueños donde relata su emblemática carrera que empezó con la negativa en una prueba con los Astros y termina en el máximo nivel. “Conecté varios elevados”, recuerda el criollo sobre sus primeros cuatro turnos donde no consiguió mucho éxito ante el experimentado cubano.
Ya para la novena entrada y con el juego igualado, Altuve disputaba su quinto turno del encuentro, pero ahora frente a Tyler Clippard, que tenía un repertorio más favorecedor a su inexperiencia. “Me tiró un par de rectas afuera para strikes”, comenta sobre ese duelo. “Luego dos sliders. Pensé: ´esperaste dos sliders que fueron bolas y dos rectas que estaban buenas, así que me lanzará afuera´”.
Como demostró en las inferiores y lo sigue haciendo actualmente, José Altuve conectó la pelota con mucha habilidad al jardín derecho y, aunque estuvo cerca de ser capturada por Jason Werth, terminó convirtiéndose en su primer hit en las mayores. “Por un momento pensé que la atraparían”, asegura.
Fue el primero de mucho, porque la carrera del venezolano ha sido un imán de reconocimientos. Altuve ya suma 1.173 inatrapables, dos títulos de Bateo en la Liga Americana, cinco presencias en el Juego de las Estrellas y el mote de ser uno de los mejores jugadores de las Grandes Ligas.
Todo empezó el 20 de julio de 2011, cuando José Altuve derrotó esos prejuicios sobre la estatura y puso el mundo del béisbol a sus pies.
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Por Confirmado: MariGonz
