¿Sexo en la oficina? Lo que hay que tomar en cuenta
enero 22, 2017 7:47 am

Dichosas las que tienen despacho propio con puerta y pestillo! Ellas que pueden atraer al compañero a su territorio y ofrecerse una sesión de sexo laboral en silencio absoluto… El resto, pobres víctimas de la tendencia a los espacios diáfanos, deberán renunciar a ello.

 

 

1. Saca partido al mobiliario

 

Refugiada de las miradas o cuando los demás trabajadores no están (desayuno, fin de la jornada, picos de trabajo…) es fácil prescindir de la comodidad de la cama y concederse una pausa sexy.

 

 

-El escritorio: tras retirar los papeles importantes (tampoco es cuestión de arrugar el contrato de más millones del mes) aprovecha el ángulo de penetración que ofrece la altura de la mesa.

 

 

-La butaca: cómodamente estirada, deja que tu amante te satisfaga con el placer del sexo oral. Tú también puedes devolvérselo… o aún mejor: cabalga sobre tu semental sentado en la butaca… ¡sobre todo si es giratoria!

 

 

-El suelo: es el gran clásico que permite poner en práctica todas las posiciones. Ve con cuidado de no quemarte las rodillas al frotarlas con el suelo. Utiliza una manta o algo de ropa para evitar hacerte daño.

 

 

-La fotocopiadora: el graaan tópico. Y ¿por qué no? Dicha máquina, a primera vista poco sexy, tiene las mismas ventajas que el escritorio. Eso sí, sed adultos y resistíos a la tentación de fotocopiaros vuestras partes más íntimas.

 

 

Sexo en la oficina: Lugares insólitos

 

Ha llegado el momento de poner a prueba tu imaginación y afrontar tus miedos. Ya lo verás, el placer será aún mejor…

 

 

-La escalera de servicio/emergencia: es accesible y pocas veces utilizada, el lugar ideal para satisfacer un deseo apremiante. ¡Piensa en todas las acrobacias que podréis hacer!

 

 

-El ascensor: su estrechez, el miedo a ser sorprendidos y la obligación de darse prisa dificultan el poder realizar con éxito esta fantasía. No es cuestión de poner en práctica el Kamasutra sino optar por uno de los rapiditos. No os mováis demasiado, no es buen momento para desencajar la cabina del ascensor.

 

 

-El baño: no son muy románticos, es cierto, pero el pestillo ofrece un mínimo de intimidad. Entrad y salid por separado para no levantar sospechas y tapaos la boca para no alertar al resto de la oficina con vuestros alaridos de placer.

 

 

-El aparcamiento: te has olvidado un informe o la Blackberry en el coche… son buenas excusas para un encuentro con tu amante en tu habitáculo de cuatro ruedas.

 

 

2. Descubre al mejor candidato para mantener relaciones sexuales en la oficina

 

Guapo, inteligente, previsor, divertido, rico, tierno… ¡Ojo! El casting para el mejor amante en el trabajo no sólo debe tener en cuenta estos criterios. Su elección es un tema mucho más delicado.

 

 

– El oficial: ¿Tu pareja trabaja contigo? No dudes en dar un empujón a vuestras habilidades y citaos a pequeños encuentros hot en plena sede laboral.

 

 

– El que está de paso:  El becario (mayor de edad ¡por favor!), el que tiene contrato temporal, el que está haciendo una sustitución, el que trabaja en la sede de NY, ese hombre que no se va a quedar mucho tiempo en la empresa es el candidato idóneo. No es de los que hablará del color de tu ropa interior en la máquina del café semanas más tarde…

 

 

– El compañero: Tienes una gran complicidad con tu compañero de trabajo y a fuerza de codearos ocho horas al día no te deja indiferente. Entonces, ¿por qué no te lanzas? Si buscas una relación seria, why not? Ahora bien, si se trata de un deseo pasajero, piénsalo mejor. Tu relación profesional podría verse afectada y uno de los dos podría colgarse del otro pero de modo unilateral. ¿Y qué significa eso?… ¡Pasarlo mal!

 

 

– El jefe o su subordinado: Te mueves en terreno peligroso. Las relaciones jerárquicas no suelen ir de la mano de las sexuales. A pesar de los escalofríos, la sensación de realizar lo prohibido y la excitación de hacerte con el poder. Las acusaciones de acoso sexual o de ser promocionada por haber pasado por su cama pueden perjudicar tu carrera profesional y credibilidad.

 

 

 

3. Las reglas de oro del sexo en el trabajo

 

-La discreción. No vale la pena permitir que radio macuto se alimente con tus historias.

 

 

-Evita los correos subiditos de tono con tu compañero sexual. Es fácil equivocarse y enviar el correo a toda la lista de la empresa.

 

 

-Mantenerse alejados del alcohol. Las fiestas de empresa o los seminarios suelen están rociados de alcohol y es muy fácil meter la pata. Corres el gran riesgo de levantarte al día siguiente resacosa y al lado de Mario, el poco agraciado informático de la empresa.

 

 

-A la hora de la práctica, no te quedes totalmente desnuda. Es un buen consejo por si a algún inoportuno se le ocurre la genial idea de aparecer en el mejor momento.

 

 

-No juegues a los exhibicionistas: verificad que no hay cámaras en el aparcamiento o en el ascensor.

 

 

-Apaga la luz, no por el pudor sino para evitar que los vecinos no tengan una visión clara de vuestra anatomía.

 

 

-No dejes rastro alguno: recoge el preservativo y deshazte de él.

 

 

-Mantente digna: aunque él resulte decepcionante o un cretino no lo cuentes a los cuatro vientos. Recuerda: no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.

 

 

 

IV-¿Sabías que…?

 

-Según un estudio británico el 61 % de las mujeres que han encontrado atractivo a uno de sus compañeros de trabajo han mantenido relaciones sexuales con él.

 

 

-Una web de pornografía americana se dedica exclusivamente a los vídeos hot que tienen como escenario el puesto de trabajo.

 

 

-Un estudio australiano demuestra que uno de cada cinco australianos ha mantenido relaciones sexuales en el trabajo.

 

 

-Mantener relaciones sexuales en el trabajo ocupa el segundo lugar en la clasificación de fantasías sexuales de los franceses.

 

 

-Según Loïc Roche, psicólogo, profesor de dirección de empresas y autor de Cupidon au travail (Cupido en el trabajo), hacen falta por lo menos cuatro meses para encontrar una pareja sexual en el trabajo y entre seis y doce meses para encontrarla en la vida.

 

 

Fuente: enfemenino.com