Semana Santa sin “pecados de la CARNE”

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Semana Santa sin “pecados de la CARNE”

 

Jorge Prado, vicepresidente de Confagán, asegura que urge una revisión de las estructuras de costos en toda la cadena cárnica. Para productores, mataderos y comerciantes las regulaciones resultan insostenibles

 

 

El rezago de los precios regulados provocó la disminución de la cantidad de novillos en las unidades de producción, la caída de la actividad en los mataderos y la escasez de carne en los establecimientos comerciales.

 
Desde los ganaderos hasta los comerciantes exigen ajustes en los montos de venta del rubro para tener ingresos que les permitan cubrir los costos de operación, mantener sus negocios y obtener una ganancia razonable.

 
Jorge Prado, vicepresidente de Confagán, asegura que el 15 de enero hubo una reunión con los ministerios de Agricultura y Alimentación para tratar el tema de la revisión de las estructuras de costo, pero aún no hay una respuesta.

 
«Desde el último encuentro han transcurrido más de dos meses; en ese lapso nuestros costos se elevaron como consecuencia de la inflación», indica el representante del sector agropecuario.

 
Indica que en el caso del ganado en pie, que está controlado en 65 bolívares por kilo, se requiere un incremento a 120 bolívares, lo que implica un ajuste de 84 por ciento.

 
Asegura que cada productor debe recibir 120 bolívares por cada kilo de novillo, de lo contrario, tiene pérdidas. «No se trata de que queramos vender fuera de regulación, es que no podemos trabajar por menos de nuestros costos».

 
Prado señala que solo entre el 15 de enero hasta la fecha los alimentos concentrados para animales se encarecieron 70 por ciento, los fertilizantes aumentaron 100 por ciento y los salarios mínimos subieron 15 por ciento.

 
«Los precios son los incentivos para que la gente se dedique a la producción de carne. En este momento urge una revisión de las estructuras de costos y un ajuste de las regulaciones».

 
Iván Villalobos, mayorista, asegura que cada res en canal debe venderse a 220 bolívares para obtener un margen de ganancia, monto 62 por ciento superior al establecido por el Gobierno (135 bolívares).

 
Precios al consumidor

 
Marcelo Ferrer, dueño de una carnicería, afirma que en su negocio el bovino en canal se compra en Bs. 220, por lo que cada kilo de carne de primera debe ofrecerse en Bs. 420, un monto 68 por ciento más alto que el establecido.

 
«Yo compro el kilo de res en 220 bolívares, no puedo vender un kilo de bistec al mismo precio, para eso prefiero cerrar», explicó el comerciante.
En el caso de los cortes de segunda, que están fijados en 220 bolívares, deben expenderse en 350 para obtener una ganancia, lo que implica una diferencia de 59 por ciento.

 
La carne con hueso, que consiste en costillas, lagarto y pecho, regulada en 160 bolívares, tiene que ser ofrecida en 190 por los comerciantes (19 por ciento más).
«Nosotros no podemos respetar los precios regulados porque tenemos que pagar trabajadores, hacer mantenimiento a los locales y los equipos y sostener a nuestras familias».

 

 

Fuente: La Verdad.com

Por Daniela García 

dgarcia@laverdad.com

 

 

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