Si quieres comer menos pero no quieres que esta práctica afecte a tu salud, toma nota de estos seis consejos. Son fáciles y nada agresivos:
1. Empieza con un vaso de agua. Antes de comer bébete un gran vaso de agua, así evitarás comer de más, tu estómago estará lleno y no te abalanzarás sobre el plato muerta de hambre.
2. Usa ropa ajustada. No se trata de que lleves dos tallas menos, pero si quieres perder peso lo recomendable es usar ropa con una cinturilla ajustada o una chaqueta con los botones cerrados y ajustados que te recuerden que tu objetivo es no cambiar de talla. En cuanto empieces a comer y la ropa te moleste un poco tendrás un recordatorio gratuito y permanente de que debes cuidarte.
3. Llena tu plato con vegetales. Es una forma fácil de reducir las calorías de la comida y de sentirse saciada. Pon más vegetales en tu plato que cualquier otro tipo de alimento.
4. Elige bien el color de la vajilla. Un estudio de 2012 de la Universidad de Cornell asegura que cuando hay poco contraste entre el color de la comida y el del plato comemos más. Por ejemplo, si nos servimos unos fettuccini Alfredo en un plato blanco. La conclusión del estudio es que si quieres comer menos debes buscar un gran contraste entre el plato y la comida. Y si quieres comer más vegetales, sencillamente te los debes servir en un gran plato color verde.
5. Usa los carbohidratos como acompañantes en lugar de como base de tus platos. Por ejemplo en el desayuno ponte más yogur y frutas y reparte unos pocos granos de cereales por encima como si fueran ‘toppings’. O llena tu plato de verduras, añade un poco de proteína y solo al final una pequeña porción de arroz integral. En el caso de los carbohidratos, menos es más.
6. Prepara el ambiente para comer menos. Baja las luces y pon música relajante y comerás más despacio y menos cantidad. Siéntate a la mesa, apaga la tele y deja el móvil. Recuerda masticar despacio y dejar de vez en cuando los cubiertos al lado del plato para conseguir que tu comida dure un poco más.
Fuente: Mujer Hoy
