La proliferación del virus chikungunya en los hogares, tiene a los guaros ingeniándosela para espantar a los mosquitos. Los espiralesPlagatox son la única opción que les queda en el mercado, pero reducido, ya que sólo lo encuentran en las bodegas.

Gerardo Briceño, quien tiene una bodega en Barrio Unión, expone que al menos cinco vecinos acuden en busca de los espirales de Plagatox. “Antes vendía plaquitas y el mismo Baygón en aerosol, pero con la escasez, sólo se consigue los espirales”, relata Briceño, quien dice que da dolor ver la desesperación de las familias.

La señora Juana Pérez, quien también vive en Barrio Unión, llegó a la bodega en el momento de la consulta a Briceño en busca de acetaminofén. Su hijo de 52 años tiene el virus y dice que sólo con el ventilador espanta los zancudos.

Por su parte, María Teresa Pérez, directora de Salud, recomendó no usar los espirales por ser tóxico y afectar las vías respiratorias. Sugiere que lo mejor es eliminar los criaderos para combatir la expansión del virus. No obstante, familias dicen que al estar infectado un integrante deben protegerse.

María De Sousa | La Prensa.-