La palabra escrache proviene del americanismo escrachar , término que significa, entre otras cosas, “dejar en evidencia a alguien” y “golpear duramente a alguien”. Según el Diccionario de Americanismos de las Academias de la Lengua el término se refiere a “la manifestación popular de denuncia contra una persona pública a la que se acusa de haber cometido delitos graves o actos de corrupción y que, en general, se realiza frente a su domicilio o en algún otro lugar público al que deba concurrir la persona denunciada”.
El término escrache no aparece explícitamente dentro del Diccionario de la Real Academia Española, aunque sí que aparece el verbo escrachar como un coloquialismo argentino y uruguayo con dos acepciones, “romper, destruir, aplastar” y “fotografiar a una persona”.
En los años noventa, tras la dictadura argentina, decenas de personas pusieron de moda esta singular acción de protesta. Básicamente se organizaban para acudir a los domicilios de procesados por los delitos cometidos durante la dictadura y que habían sido puestos en libertad. Estas acciones tuvieron una repercusión muy mediática y se popularizaron rápidamente, incluso trasladándose a otros países con distintos nombres.
Como tal, se puede decir que el escrache es un derecho de todos los ciudadanos de un estado social y democrático, que para muchos es el único medio en el cual pueden expresar sus ideas y su malestar ante lo que consideran una injusticia.
Debido a las molestias que puede generar el escrache por el corte de tráfico, carteles, megafonía, cacerolazos y otros ruidos, existen diversas opiniones sobre este acto. Mayormente se pueden dividir en dos:
-Unos apoyan el escrache siempre y cuando no haga uso de violencia ni acoso ya que desmerita el acto y por ende la única vía que posee el pueblo para expresar sus ideas, desencantos y solicitudes.
-Para otros, es un método detestable, visto como un acto de autoritarismo o de violencia que va en contra de la moral de los individuos o instituciones.
Culturizando
Por Confirmado: Oriana Campos
