La ciencia ya ha demostrado que no existe el “gen de la belleza”. Esto nos lleva a concluir que la genética tiene poco que ver en la piel de porcelana de las japonesas. Esto significa que tú también puedes lucirla; solo tienes que…

#1 Cuidar lo que llevas a tu boca

En vez de prestarle tanta atención a lo que colocas SOBRE tu cuerpo, ¿qué te parece si reflexionas acerca de lo que pones DENTRO de él? Esta es la primera regla de oro de las japonesas; ellas cuidan mucho su alimentación. Por ello, evitan ingerir grasas, azúcares y carnes rojas. En su lugar, se dedican al consumo de vegetales y pescados ricos en omega 3. De esta manera, limitan la producción corporal de los químicos responsables de la inflamación cutánea y previenen el consiguiente envejecimiento de la piel.

#2 Deleitarte con té verde
 

A estas alturas, después de tantas investigaciones científicas, las propiedades antibacterianas, antiflamatorias y antioxidantes del té verde son indiscutibles. Y las japonesas lo saben muy bien. Por eso es que acuden a él todos los días; y, ¡no solo lo beben! También lo agregan a sus tortas y, cuando son atacadas por el acné, se lo aplican sobre las zonas afectadas.

#3 Frecuentar el arroz
Cuando cuelas el arroz, ¿tiras el agua? Pues, no lo hagas: ¡puedes aprovecharla!, tal y como lo hacían las geishas. Ellas se bañaban con esta agua para beneficiarse con suspropiedades antioxidantes. Ahora bien, si esta propuesta no te convence del todo, simplemente, ¡come más arroz! Este te ayudará a proteger tu piel de la radiación UV y aprevenir las arrugas.

#4 Aventurarte con el aceite

Lo que estás a punto de leer representa uno de los trucos más célebres de la belleza japonesa. ¿En qué consiste? En la aplicación de aceite de camelia comodesmaquillante. Haz lo siguiente: la próxima vez que quieras quitarte los restos de maquillaje, no acudas al agua. En su lugar, aplícate aceite de camelia; este se encargará de humectar tu piel y combatir todos los signos más evidentes de envejecimiento.

#5 Alejarte del sol
 

¿Alguna vez viste a una japonesa bronceada? Esto es porque ellas conocen los perjuicios de la radiación solar y se protegen mucho. Así que, ¡hazlo tú también! Evita la exposición solar prolongada, aplícate protector solar de, por lo menos, factor 30 y enmarca tu rostro con un buen sombrero. De este modo, estarás a salvo del envejecimiento prematuro cutáneo que genera la radiación UV.

Fuente: iMujer