26 personas que reciben tratamiento en el centro de hemodiálisis de la clínica municipal de Anaco, denunciaron que sólo funcionan dos de cuatro máquinas
Anaco.- “Desde hace más de tres meses, mi salud empezó a deteriorarse, pues este es el mismo tiempo que vienen presentando fallas continuas las máquinas de la Unidad de Hemodiálisis de la clínica municipal de Anaco”, dijo el paciente Cruz Palacios.
Como Palacios, hay otras 25 personas de escasos recursos que a diario deben ser sometidos a cuatro horas de terapia de sustitución renal y en este momento sólo reciben entre dos y media y tres horas de tratamiento. “En diciembre tenía la hemoglobina en 10.2, a principios de enero en 8.7 y ahora en seis, todo esto porque sólo me dializan tres horas”, señaló.
¿La razón? Sólo están funcionando tres de cuatro máquinas de hemodiálisis que tiene la unidad y una de ellas a medias. Además la planta de ósmosis tiene varias averías. No les suministran el catéter. El agua es irregular y el techo de la sala tiene filtraciones.
“Somos de escasos recursos y para no morir hacemos sacrificios. Compramos esta sonda en Bs 3000, porque en la clínica no hay”, agregó el paciente Carlos Rojas.
Para preservar sus vidas estas personas tienen que pasar por un proceso de purificación de sangre. Están preocupados porque se han descompensado al no recibir la debida cantidad de horas de hemodiálisis. Les da vértigos, convulsiones, vómitos, se les sube la tensión y la urea, baja la hemoglobina, se llenan de líquido, entre otros.
Por este sufrimiento pasan además de Palacios, los pacientes Carlos Rojas, Arístides Rangel, Maira Martínez, Armando Romero, Paula Crespo, Odixa Maita, José Guevara, José Martínez, Noris Bastardo y otros.
Denunciaron que la semana pasada, entre el 19 y el 25 de enero, las máquinas tuvieron paradas ocho días, “nosotros empezamos a retener líquido. Fue horrible. Estuvimos en emergencia y el doctor Louis Martínez, hizo diligencias y nos envió a otros centros en El Tigre y Barcelona. Tuvimos, en ese lapso, que atragantarnos la comida sin tomar agua, fue una semana de mucha tensión y esto pudo desencadenar el fallecimiento de alguno de nosotros”, añadió Paula Crespo.
Mayra Martínez, paciente, dijo que convulsionó por el retraso en la terapia. Ellos están cansados de denunciar el problema y “sólo aplican pañitos de aguas caliente. Las máquinas necesitan sustitución. “Pedimos la renuncia de Juana Ortega, directora de la clínica que depende de la alcaldía”.
Renuncia y peticiones
Los pacientes ahora sienten más temor porque desde este jueves renunció el único médico nefrólogo y jefe de esta unidad de hemodiálisis, doctor Louis Martínez. Además renunciaron dos galenos de medicina general y sólo cuentan con dos para cuatro turnos. “Tres enfermeras renunciaron en diciembre”.
Louis Martínez indicó que renunció al cargo “porque estoy indignado”. Agregó que no va a abandonar a los pacientes, sino que los va a atender como nefrólogo por unos dos meses, “dando plazo a las soluciones, pero no voy a regresar a la jefatura sí la doctora Ortega sigue en la dirección”.
Señaló que desde el mes de febrero de 2014 está planteando las fallas, exigiendo soluciones y pidiendo que tomen previsiones, a través de informes enviados a la dirección y hacen caso omiso, cuando la vida de los pacientes está en juego. “Contrataron a un técnico que repara las máquinas y a los dos días vuelven a fallar. No les hacen mantenimiento adecuado”. Agregó que en diciembre “vino un ingeniero enviado por la Gobernación (de Anzoátegui) y le dio un mes de vida a la planta de ósmosis”. Por las fallas también renunciaron dos médicos. “El personal es mal pagado en esta clínica. Una enfermera gana menos que la señora de la limpieza . Yo asumí el turno de la noche por falta de los dos galenos ”.
Destacó que desde noviembre, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) no envía los catéteres. Lo reportó a la dirección y no se hizo nada. El paciente ahora paga Bs 3 mil por uno. “Es urgente que reparen las fallas, los pacientes sólo se dializan tres horas y les sube la urea, se pueden intoxicar, sobrecargar de líquido, bajarles la hemoglobina y en esas condiciones, los medicamentos no le hacen efecto”.
El Tiempo no pudo contactar a Juana Ortega. Pero se tuvo conocimiento que la dirección general de la alcaldía está buscando soluciones.
Fuente: El Tiempo
Zobeida Salazar